El tubo digestivo se encuentra en un estado continuo de contractilidad,
absorción y secreción. El control de este estado es complejo y a él contribuyen el propio músculo y el epitelio así como los nervios locales del sistema nervioso entérico, el sistema nervioso autónomo y las hormonas circulantes. De éstos, tal vez el regulador más importante de la función intestinal es el sistema nervioso entérico. Este sistema es un cúmulo amplio de nervios que constituye la tercera división del sistema nervioso autónomo. La motilidad gastrointestinal (GI) se debe a la interacción especializada de varios elementos, integrados como sistema nervioso entérico (SNE). Este es la parte más compleja del sistema nervioso periférico que se origina en las células de la cresta neural y da lugar a dos plexos nerviosos: submucoso de Meissner y mientérico de Auerbach. A pesar de tener la capacidad de generar respuestas coordinadas por sí solo, el sistema nervioso entérico tiene relación estrecha con el sistema nervioso central (SNC).
Desde una perspectiva farmacológica el tracto gastrointestinal desempeña una
importante función adicional: la absorción sistémica de drogas administradas por vía oral o rectal. Principios que rigen la absorción de las drogas: En general, las drogas para circular, distribuirse e interactuar con sus receptores deben previamente absorberse hacia la circulación sistémica. La mayoría de las drogas administradas por vía oral se absorben en la porción proximal del intestino delgado. Las propiedades físico-químicas de una droga influyen en la extensión y el ritmo de la absorción. Las drogas administradas oralmente deben permanecer estables en el medio ácido del estómago y en el alcalino del intestino delgado. Las moléculas pequeñas son absorbidas más rápidamente que las moléculas grandes; el grado de liposolubilidad y la ionización en condiciones fisiológicas o patológicas también influye directamente en la absorción. Otros factores que también influyen en la absorción gastrointestinal de las drogas son la forma farmacéutica y la presencia y gravedad de una enfermedad.
Las drogas deben liberarse de los componentes de la forma farmacéutica antes
de absorberse. Las formas sólidas (tabletas, cápsulas) contienen habitualmente numerosos ingredientes inertes desde el punto de vista terapéutico que solo son utilizados para formar la unidad y también para otorgarle el tamaño, la forma, el color y posiblemente el sabor de la forma farmacéutica. La cantidad y la constitución de estos componentes suplementarios difieren para cada droga y también son diferentes de acuerdo a los distintos fabricantes. Por ello, el tiempo de desintegración de estas formulaciones puede diferir dependiendo del laboratorio que produce la droga. El promedio de disolución o desintegración de una forma farmacéutica y el tamaño de las partículas, influyen en la biodisponibilidad de una droga y constituye una diferencia entre distintos fabricantes de una misma droga.
A través de esta práctica, se observarán los efectos que ocasionan distintos
fármacos los cuales tienen la función de modificar la motilidad intestinal, por tanto es muy usado hoy en día en la práctica clínica.