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UNIVERSIDAD DE LA SABANA
1) Introducción
2) La fórmula de Radbruch
de la arbitrariedad solo por el hecho de que se reconociera en una ley. Para él,
en realidad existen dos conjuntos de principios que inspiran necesariamente a
los sistemas jurídicos. Por un lado, la legalidad y la seguridad jurídica (algo
similar a los principios del rule of law de Fuller). Por otro lado, la equidad y la
justicia. Según esto, Radburch reconoce el valor de la legalidad: toda norma
jurídica tiene el valor de la seguridad jurídica. El derecho es valioso siempre
que sea seguro, es decir, que no cambie intempestivamente y que no sea
aplicado de forma contradictoria. Pero ese valor no es el único y decisivo valor
que se debe realizar en los sistemas jurídicos. Junto a la legalidad y la seguridad
jurídica se debe perseguir la justicia y la equidad.
El primer caso que vale la pena presentar fue citado por Hart en su artículo
“positivism and separation of law and morals”. En 1944 una mujer quería
deshacerse de su marido, quien era miembro del ejército Alemán. Para lograr su
propósito lo denunció ante las autoridades nazis por manifestaciones injuriosas
contra Hitler. La mujer no tenía la obligación legal de denunciar a su marido,
aunque lo que el hombre había hecho era una violación grave de las leyes
marciales del tercer Reich. El esposo fue arrestado y condenado a muerte. En
1949 la esposa fue juzgada por privación ilegítima de la libertad y homicidio.
Ella se defendió argumentando que la acción de su esposo era castigada
legalmente y que su acción fue conforme al derecho vigente. La mujer fue
condenada por un tribunal alemán que consideró que empleo una ley como una
simple herramienta para causar la muerte de su marido, la cual era además
arbitrariamente injusta al ser “contaría al sentido y la conciencia de todos los
seres humanos respetables”.
Los siguientes casos son traídos a colación por Robert Alexy. Un decreto
sobre la ciudadanía del Reich de 25 de noviembre de 1941 establecía que "Un
judío pierde la nacionalidad alemana con la entrada en vigor de este Decreto
cuando tenga su residencia habitual en el extranjero”. Un abogado alemán había
sido deportado a Holanda por su origen judío poco antes de la II Guerra
Mundial y, en consecuencia, las autoridades nazis declararon la pérdida de
nacionalidad alemana. Otro Decreto establecía que “El patrimonio de quien
pierda la nacionalidad en será expropiado”. No se superan más noticias del
abogado, por lo que se supone que murió en algún campo de concentración
fuera de Alemania. El problema es que el abogado dejó en un banco alemán un
depósito con una cuantiosa cantidad de valores. Ese depósito permaneció sin
cambios a nombre del abogado durante varios años. Con el tiempo, algunos
familiares del abogado pidieron la sucesión de esos valores ante lo cual el
Banco afirmó que el abogado había perdido la propiedad. El tribunal que tuvo
que decidir este asunto declaró que el abogado nunca perdió la propiedad de los
valores en el Banco, argumentando que el Decreto debía considerarse “nulo
desde su origen debido a que su contenido injusto contradice las exigencias
básicas de cualquier ordenamiento de un Estado de Derecho”.
acuerdo con el cual “El uso de armas de fuego está justificado para evitar la
perpetración inminente o la continuación de un hecho delictivo, que tenga
apariencia de delito según las circunstancias." Como es sabido, el traspaso no
autorizado de la frontera era un delito según las leyes de la Alemania del Este.
El tribunal se dio cuenta que lo soldados solo pueden ser condenados si
desaparece la causa de justificación y para ello recurrió a la fórmula de
Radbruch:
En este sentido, Hart cree que pueden existir razones para condenar la
acción de la esposa que delato a su marido, pero esas razones no son
jurídicas: ella actuó dentro del derecho pero en contra de la moral. Por ello,
Hart sostuvo que la solución a este caso no era recurrir a un confuso y
equivocado argumento acerca de la invalidez de las leyes nazis sino
castigar a la mujer con base en una ley nueva y retroactiva. En
consecuencia, podríamos decir que para Hart la solución a los casos antes
mencionados no debían fundamentarse mediante la aplicación de la fórmula
de Radbruch sino encontrando argumentos morales suficientes que
justifiquen la creación e imposición de leyes penales retroactivas.
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