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La Teoria Del Titulo y El Modo
La Teoria Del Titulo y El Modo
En este sentido, se puede decir que el derecho real atribuye un poder directo
sobre la cosa, que se puede hacer valer frente a cualquiera; mientras
que el derecho de crédito sólo se puede hacer valer frente al deudor".
(1) ALBALADEJO. Manuel. "Derecho civil", Tomo III. Volumen I. Librería Bosch.
Barcelona. 1974. pág. 12.
EFECTOS DE LA DISTINCIÓN.
En cambio, el derecho real sólo crea una situación jurídica entre el titular y la
cosa.
Esto es así por cuanto, como dice BULLARD(2), los polos de la relación jurídica
sólo pueden estar constituidos por personas, y no por animales o cosas. DIEZ-
PICAZO(3) describe esta posición diciendo:
"Los sujetos de toda relación jurídica son siempre las personas entre quienes la
relación se traba o se establece. Una relación jurídica"*, siempre una situación
en la cual se encuentran dos o más personas. No es admisible, en buena
técnica jurídica, utilizar la idea de relación jurídica para aludir a la situación en
que se encuentra una persona respecto a una cosa, una persona respecto a un
lugar o varias cosas entre sí. La relación jurídica es siempre relación entre
personas".
(2) BULLARD G.. Alfredo, "La relación jurídica patrimonial". Lluvia Editores.
Lima. 1990. pág. 123
(3) DIEZ-PICAZA. Luis. "Fundamentos del Derecho Civii Patrimonial", Volumen
1, Editorial Tecnos. Madrid. 1979 Pág. 49
(4) GARCIA AMIGO.'Manuel, "Instituciones Derecho Civil". Tomo l. Editorial
Revistade Derecho Privado. Madrid. 1979. pág. 224.
RESEÑA HISTÓRICA.
Derecho romano.
Por otro lado, se admite distanciar en el tiempo bien sea la entrega de la cosa o
bien el pago del precio, de tal manera que ambos actos se realizan en
momentos diferentes.
Para superar este obstáculo, nos relata BADENES(6) que la tradición su frió
modificaciones encaminadas a dulcificar la aspereza primitiva y en los tiempos
medios subsistió muy simplificada y espiritualizada. Se reputaba necesaria la
tradición para operar la transferencia de la propiedad, pero de hecho se la
reemplaza por cláusulas contractuales de tradición fingida, tales como la
tradición por constitución posesoria y las tradiciones breve manu y lunga manu,
que equivalían a la dispensa de la tradición real.
Derecho francés.
dicen lo siguiente:
Los países de costumbres estaban situados en general al norte del Loire, Más
exactamente, la línea de separación iba desde los alrededores de Ginebra a la
desembocadura del Charente. Los países de costumbres se denominaban así
porque el Derecho por el cual se regían encontraba su origen en las antiguas
costumbres, las cuales, a través de los siglos, no habían sido redactadas por
escrito. En general, la mayor parte de estas costumbres procedían del Derecho
germánico importado en la Galia por los invasores bárbaros en los siglos V Y VI
después de Jesucristo. Diferían, sin embargo, según las regiones, y en algunos
detalles variaban aun de pueblo en pueblo, Los países de derecho escrito
comprendían las regiones del Mediodía, donde poco antes se había implantado
fuertemente la dominación romana. A ellas se unió más tarde Alsacia. El
Derecho civil aplicable en esta vasta comarca era, en cuanto a las principales
materias, el Derecho romano, calificado de escrito porque, a diferencia de las
antiguas costumbres, se encontraba consignado en monumentos escritos.
Estos monumentos, después de la época en que el conocimiento de Derecho
bizantino había penetrado en Francia, es decir, después de los siglos XII Y XIII,
eran las compilaciones de Justiniano, emperador de Oriente, que componían al
Corpus juris civilis: Instituta, Pandectas, Código y Novelas".
Los mismos autores opinan que el Código se limitó a reproducir esta doctrina
como una solución aceptada ya; no puede admitirse, dicen, como algunos
pretenden, por desconocer la historia, que introdujo reformas radicales. En
igual sentido, los MAZEAUDI9) sostienen que al afirmar el principio de la
transmisión solo consensu los redactores del Código Civil francés no
cumplieron una obra de innovadores; tan sólo tuvieron conciencia de confirmar
las soluciones más generalmente admitidas a fines del antiguo Derecho,
Estos autores dicen que su interpretación del artículo 1.138 no es la que impera
en la doctrina moderna, pues casi todos los comentaristas estiman que las
palabras "desde el momento en que ha debido entregarse" significan "desde el
instante en que la obligación de entregar se origina", o sea desde el día mismo
en que se celebra el contrato, porque la tradición sólo ha sido debida desde
ese día. Agregan que el argumento nada vale, porque se trata precisamente de
saber, al aplicar el artículo 1.138, en qué momento la obligación de dar se
reputa ejecutada por la tradición, ya que los autores del Código se limitaron a
dispensar a las partes de toda tradición efectiva: han simplificado el
procedimiento pero no han desplazado el momento de la transmisión.
Los MAZEAUD(11) exponen que al leer el segundo párrafo del artículo 1.138
podría creerse que el adquirente no llega a ser propietario en el día del
contrato, sino solamente en la fecha prevista para la entrega, agregando que
no hay nada de eso; la confrontación de los artículos 938 y 1.583 demuestra,
hasta la evidencia, que la entrega es ajena a la transmisión de la propiedad.
Derecho alemán,
Según BIANCA(12), en los países de directa tradición germana se confirma la
tendencia al rigorismo formal. Tal tendencia disiente de la fuerza de la
costumbre pero se justifica conscientemente en una exigencia de publicidad.
Los compiladores del Código Civil alemán, que tuvieron presente el modelo del
Código francés, rechazaron expresamente el principio de la eficacia traslativa
del consentimiento como incompatible con las operaciones del comercio
jurídico. Sin un signo externo que atestigüe públicamente la transferencia de la
propiedad, se afirma, la negociación de los bienes devendría insegura: pero
para los bienes inmuebles este signo externo no puede consistir en el hecho
histórico de la entrega, debiendo recurrirse más bien a un registro permanente
consultable públicamente.
Comentando este numeral dice LARENZ(13) que el que compra una cosa
quiere adquirirla no sólo para aprovecharse de ella temporalmente, sino con
carácter definitivo y excluyente y para disponer de ella; quiere, pues, hacerse
propietario de la cosa, y se pregunta ¿Pero cómo lleva el vendedor a cabo esto
último?
Derecho español.
Art. 1.445. Por el contrato de compra y venta uno de los contratantes se obliga
a entregar una cosa determinada y el otro a pagar por ella un precio cierto, en
dinero o signo que lo represente.
Obsérvese que este artículo dice que el vendedor se obliga a entregar la cosa
pero no dice si con la entrega se transmite o no la propiedad.
(10) PLANIOL. Marcelo y RIPERT. Jorge. op. cil.. Tomo III. pág. 537.
(11) MAZEAUD. Henri. Léon y Jean. op. cil., Pane n, Volumen IV, pág. 330.
(12) BlANCA, C. Massimo,. La vendita e la permuta ", Unione Tipografico.
Editrice Torinese, Torino, 1972, pág. 74.
(13) LARENZ, Karl, "Derecho de obligaciones", Tomo II. Editorial Revista de
Derecho Privado. Madrid, 1959. pág. 19.
(14) GARCIA CANTERO, Gabriel en "Comentario al Código civil y
compilaciones forales" dirigidos por Manuel ALBALADEJO. Tomo XIX, EDERS.
Madrid, 1980, pág. 168.
Así entendido el sistema español, ha sido considerado como una modalidad del
sistema de la unidad del contrato, llamada "principio de yuxtaposición de los
sistemas de unidad y de la tradición", que concede al contrato de compraventa
la aptitud para transferir al comprador el título sobre la cosa pero que requiere
la tradición de ésta para que el comprador adquiera el derecho de propiedad.
1).- Conservar la tradición del Código Civil de 1936, cuyo artículo 1383 se copió
casi literalmente. Los jueces y abogados peruanos se habían familiarizado con
ese sistema y lo manejaban con gran facilidad.
(23) ENNECCERUS, Ludwig, "p. cit.. Volumen II, Primora Parto, pág. 20.
La actual redacción del artículo 949 del Código Civil ha dado lugar a que la
doctrina peruana se encuentre dividida en dos sectores: uno de ellos opina que
el sistema peruano de adquisición de la propiedad está articulado en la
aplicación de la teoría del título y el modo para el caso de los bienes muebles y
la aplicación del principio de la transmisión Solo consensu para el caso de los
bienes inmuebles; el otro sector sostiene que tanto para el caso de los bienes
muebles como para el de los bienes inmuebles debe aplicarse la 1eoría del
título y el modo.
El primer sector argumenta que toda obligación se cumple mediante la
ejecución de una prestación, que es un comportamiento o actividad del deudor
y que el artículo 949 del Código Civil, al establecer que la adquisición del
derecho de propiedad de un inmueble determinado no requiere de la conducta
del deudor -como se necesita en cambio para la transmisión del derecho de
propiedad de una cosa mueble- debe ser entendido en el sentido que esa
transmisión no deriva del cumplimiento de una obligación sino que emana
directamente del contrato, sin que sea necesario el expediente de crear una
obligación. Esta es la tesis de FORNO(26).
(26) FORNO FLOREZ. Hugo. "El Contrato con efectos reales". artículo
publicado en lo revista TUS ET VERITAS. Año IV N° 7. 1993. pág. 85.
a).- Se ha visto que el Primer Proyecto de Código Civil fue elaborado por la
Comisión Reformadora dentro de la concepción de la teoría del título y el modo.
A esa concepción han obedecido no sólo los artículos correspondientes a la
adquisición convencional de la propiedad mueble e inmueble, sino también el
artículo que define el contrato de compraventa.
Se trataba así de un todo orgánico, en el que cada una de las partes respondía
adecuadamente a la finalidad común. El contrato de compraventa creaba la
obligación del vendedor de transferir la propiedad de un bien y los respectivos
artículos referentes a la adquisición convencional de la propiedad señalaban
las maneras de cumplir esa obligación, que son la inscripción en el caso de los
bienes registrados (llamados después inmuebles) y la tradición en el caso de
los no registrados (llamados después muebles).
b).- El artículo 1351 del Código Civil establece que el contrato es el acuerdo de
dos o más partes para crear, regular, modificar o extinguir una relación jurídica
patrimonial.
Sin embargo, me parece que la situación es distinta por cuanto el artículo 1402
del Código Civil peruano, que no tiene correlato en el Código Civil italiano,
establece que el objeto del contrato consiste en crear (regular, modificar o
extinguir) obligaciones, de tal manera que el contrato sólo puede generar
derechos de crédito u obligación Y no derechos reales.
Esto queda patente si se compara dicho artículo con el artículo 1470 del
Código Civil italiano (que está adscrito al sistema de la unidad del contrato),
según el cual la venta es el contrato que tiene por objeto la transferencia de la
propiedad de una cosa. Obsérvese que en el Derecho italiano el objeto de la
compraventa es la transferencia de la propiedad, mientras que en el Derecho
peruano el objeto de dicho contrato es la obligación de transferir la propiedad.
Puede decirse, por lo tanto, que el rol de modo que juega la tradición en el caso
de los bienes muebles determinados lo juega el artículo 949 en el caso de los
bienes inmuebles determinados.
d).- Debe tenerse presente que el artículo 949 del Código Civil peruano, cuyo
efecto cobra pleno sentido en el sistema de la unidad del contrato, en el cual la
celebración del contrato de transferencia produce, de por sí la transmisión de la
propiedad, como ocurre en el caso del artículo 1.138 del Código Civil francés y
del artículo 1376 del Código Civil italiano, resulta postizo en el régimen
peruano.
He dicho que esta solución es postiza por cuanto derivaba innecesario recurrir
a ella, desde que bastaba establecer, como lo hace el artículo 609 del Código
Civil español (adscrito, como se ha visto, a la teoría del título y el modo), que la
propiedad y los demás derechos sobre los bienes (muebles e inmuebles) se
adquieren y transmiten por consecuencia de ciertos contratos mediante la
tradición. Esta disposición queda complementada por el artículo 1095 del
mismo Código, según el cual el acreedor no adquiere derecho real sobre la
cosa (mueble o inmueble) hasta que le haya sido entregada.
No se explica por qué el codificador peruano, que tenía ante sí dos alternativas
muy claras: la de aceptar en su plenitud el sistema de la unidad del contrato,
aplicable tanto para muebles como para inmuebles; o conservar la teoría del
título y el modo, exigiendo la tradición de bienes muebles e inmuebles, recurrió
a una solución insólita, extrayendo del primer sistema la regla de la
transferencia convencional de la propiedad para aplicarla exclusivamente a los
bienes inmuebles determinados, con la finalidad de insertarla en la teoría del
título y el modo, que conservó toda su efectividad para la transferencia de la
propiedad de los bienes muebles determinados.
Pienso que con ello sólo se logró la desnaturalización de la regla que confiere a
la existencia de la obligación el efecto de la constitución de la propiedad, que
no puede cumplir adecuadamente su verdadera finalidad dentro de la teoría del
título y el modo.
No resulta, pues, fuera de lugar otorgar al artículo 949 del Código Civil el
carácter de una suerte sui géneris de modo de adquisición de los bienes
inmuebles determinados y aplicarlo siguiendo este criterio.
e).- Podría objetarse que el modo debe estar siempre constituido por la
tradición, lo cual no ocurre en el caso del artículo 949 del Código Civil.
Si bien es verdad que esta objeción recoge el sentido general dado por la
doctrina al modo, pienso que es conveniente hacer algunas precisiones.
Al respecto dice LOPEZ de ZAVALlA(29) que "el título constituye una causa-
fuente necesaria para la mutación real. Cuando dicha causa está constituida
por un contrato creditorio consensual, sólo constituye una causa-fuente remota,
porque todavía hace falta el modo; se predica entonces de él que es una causa
praecedens". WAYAR(3C) agrega que si bien la compraventa funciona como
causa-fuente para la adquisición de derechos reales, es sólo una causa
mediata, puesto que, además de ella, tiene que intervenir otra causa-fuente (el
modo), que tiene una inmediata finalidad traslativa. En suma, la compraventa
funciona como "causa-fuente-remota" para la adquisición de derechos reales,
ya que entre ella y la efectiva adquisición, hay que intercalar una segunda
causa que funciona como "fuente-inmediata" de la mutación real.
Uno de estos otros modos de adquirir es el sistema del artículo 949 del Código
Civil, desde que la existencia de la obligación de enajenar un bien inmueble
determinado tiene el carácter de causa próxima de la transferencia de
propiedad, pues da lugar a que el acreedor se haga inmediatamente propietario
del bien. En este caso, el contrato de compraventa, que ha creado esa
obligación de transferir la propiedad del bien inmueble, constituye la causa
remota de esta transferencia.
Cabe, en consecuencia, opinar que el Código Civil de 1984 admite, tanto para
la transferencia de bienes muebles determinados como la de bienes inmuebles
determinados, la teoría del título y el modo, entendida en su condición moderna
de distinguir entre la posibilidad (causa remota) y la efectividad (causa
próxima), a diferencia del sistema de la unidad del contrato, según el cual el
contrato de compraventa es por sí mismo traslativo de dominio, de tal manera
que un solo acto conjuga la posibilidad y la efectividad.
f).- Entendido así el artículo 949 del Código Civil, es jurídicamente posible que,
por ejemplo, el contrato de compraventa cree la obligación de transferir la
propiedad de un bien inmueble determinado sin ir más allá, o sea sin otorgar
efectos a esta obligación. Ello se comprende fácilmente si la obligación está
sujeta a condición o a plazo suspensivos, ALBALADEJO(31) admite que la
condición puede alcanzar a una cláusula singular del contrato, de manera que
se quiere en parte puramente y en parte bajo condición; GALGANO(32), por su
parte, afirma que la autonomía contractual permite someter a condición
suspensiva alguna cláusula y no otras y, en particular, la obligación de I:Jna
parte y no la obligación de la otra, eventualidades en las cuales la obligación
existirá pero no producirá efecto alguno hasta el cumplimiento de la condición o
el vencimiento del plazo.
No existe, pues, contrariedad entre el artículo 1529 Y el artículo 949, por lo cual
cae por su base el planteamiento de TORRES(33) que se sustenta en que la
salvedad legal que contiene este último artículo está constituida por el primero
de ellos.
Este enfoque es perfectamente válido en el caso del Código Civil italiano, cuyo
artículo 1470 dispone, como se ha visto, que la venta es el contrato que tiene
por objeto la transferencia de la propiedad de una cosa o la transferencia de
otro derecho contra la compensación de un precio.
Este artículo guarda concordancia con el artículo 1376 del mismo Código,
según el cual en los contratos que tengan por objeto de transferencia de la
propiedad de una cosa determinada, la constitución de un derecho real o la
transferencia de otro derecho, la propiedad o el derecho se transmiten y se
adquieren por efecto del consentimiento de las partes legítimamente
manifestado.
Es cierto que no es necesario que el vendedor ejecute una prestación, pero ello
no significa que la obligación no exista, pues lo que ocurre es que la ley toma a
su cargo la ejecución del efecto traslativo buscado por la obligación de
transferir la propiedad.
No conviene cerrar este Estudio sin destacar que la tradición que se efectúa en
virtud de un contrato anterior, no es un nuevo contrato sino un acto de
cumplimiento, un acto de pago, de una previa obligación(35).