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Se denomina arte efímeronota 1 a toda aquella expresión artística concebida bajo un

concepto de fugacidad en el tiempo, de no permanencia como objeto artístico


material y conservable. Por su carácter perecedero y transitorio, el arte efímero
no deja una obra perdurable, o si la deja —como sería el caso de la moda— ya no es
representativa del momento en que fue creada. En estas expresiones es decisivo el
criterio del gusto social, que es el que marca las tendencias, para lo cual es
imprescindible la labor de los medios de comunicación, así como de la crítica de
arte.1

Independientemente de que cualquier expresión artística pueda ser o no perdurable


en el tiempo, y que muchas obras concebidas bajo criterios de durabilidad puedan
desaparecer en un breve lapso de tiempo por cualquier circunstancia indeterminada,
el arte efímero tiene en su génesis un componente de transitoriedad, de objeto o
expresión fugaz en el tiempo. Es un arte pasajero, momentáneo, concebido para su
consunción instantánea. Partiendo de este presupuesto, se denominan artes efímeras
a aquellas cuya naturaleza es la de no perdurar en el tiempo, o bien aquellas que
cambian y fluctúan constantemente. Dentro de ese género pueden considerarse artes
efímeras a expresiones como la moda, la peluquería, la perfumería, la gastronomía y
la pirotecnia, así como diversas manifestaciones de arte corporal como el tatuaje y
el piercing. También entrarían dentro del concepto de arte efímero las diversas
modalidades englobadas en el llamado arte de acción, como el happening, la
performance, el environment y la instalación, o bien del denominado arte
conceptual, como el body art y el land art, así como otras expresiones de cultura
popular, como el grafiti. Por último, dentro de la arquitectura también hay una
tipología de construcciones que se suelen expresar como arquitectura efímera, ya
que son concebidas como edificaciones transitorias que cumplen una función
restringida a un plazo de tiempo.2

Índice
1 Fundamentos del arte efímero
2 Arquitectura
3 Elementos naturales
3.1 Jardinería
3.2 Agua
3.3 Fuego: la pirotecnia
3.4 Aerostación
4 El cuerpo humano
4.1 Peluquería
4.2 Maquillaje
4.3 Tatuaje
4.4 Piercing
5 Moda
6 Perfumería
7 Gastronomía
8 Arte urbano: el grafiti
9 Arte de acción
10 Arte conceptual
10.1 Body art
10.2 Land art
11 Nuevas tecnologías
11.1 Arte nocturno: el neón
11.2 Vídeo
11.3 Láser
11.4 Informática
11.5 Sonido
12 Véase también
13 Referencias
14 Enlaces externos
Fundamentos del arte efímero

The Umbrella Project (1991), instalación artística de Christo, Ibaraki (Japón).


El carácter efímero de ciertas expresiones artísticas es ante todo un concepto
subjetivo supeditado a la propia definición del arte, término controvertido y
abierto a múltiples significados, que han ido oscilando y evolucionando con el
tiempo y el espacio geográfico, ya que no en todas las épocas y todos los lugares
se ha entendido lo mismo con el vocablo «arte». El arte es un componente de la
cultura, reflejando en su concepción los sustratos económicos y sociales, y la
transmisión de ideas y valores, inherentes a cualquier cultura humana a lo largo
del espacio y el tiempo. Sin embargo, la definición de arte es abierta, subjetiva,
discutible, no existe un acuerdo unánime entre historiadores, filósofos o artistas.
En la antigüedad clásica grecorromana, una de las principales cunas de la
civilización occidental y primera cultura que reflexionó sobre el arte, se
consideraba el arte como una habilidad del ser humano en cualquier terreno
productivo, siendo prácticamente un sinónimo de «destreza». En el siglo II Galeno
dividió el arte en artes liberales y artes vulgares, según si tenían un origen
intelectual o manual. Entre las liberales se encontraban: la gramática, la retórica
y la dialéctica —que formaban el trivium—, y la aritmética, la geometría, la
astronomía y la música —que formaban el quadrivium—; las vulgares incluían la
arquitectura, la escultura y la pintura, pero también otras actividades que hoy se
consideran artesanía.3 En el siglo XVI empezó a considerarse que la arquitectura,
la pintura y la escultura eran actividades que requerían no sólo oficio y destreza,
sino también un tipo de concepción intelectual que las hacían superiores a otros
tipos de manualidades. Se gestaba así el concepto moderno de arte, que durante el
Renacimiento adquirió el nombre de arti del disegno (artes del diseño), por cuanto
comprendían que esta actividad —el diseñar— era la principal en la génesis de las
obras de arte.4 Más adelante se consideraron actividades artísticas expresiones
como la música, la poesía y la danza, y en 1746 Charles Batteux estableció en Las
bellas artes reducidas a un único principio la concepción actual de bellas artes,
término que hizo fortuna y ha llegado hasta nuestros días.5 Sin embargo, los
intentos de establecer unos criterios básicos sobre qué expresiones pueden ser
consideradas arte y cuales no han sido un tanto infructuosos, produciendo en cierta
forma el efecto contrario y acentuando aún más la indefinición del arte, que hoy
día es un concepto abierto e interpretable, donde caben muchas fórmulas y
concepciones, si bien se suele aceptar un mínimo denominador común basado en
cualidades estéticas y expresivas, así como un componente de creatividad.
Actualmente, a la clasificación tradicional de artes han sido añadidas por ciertos
críticos e historiadores expresiones como la fotografía, la cinematografía, el
cómic, el teatro, la televisión, la moda, la publicidad, la animación, los
videojuegos, etc., y aún existe cierta discrepancia sobre otro tipo de actividades
de carácter expresivo.6

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