CRITICA Y POSICIÓN PROPIA

El idealismo no logra demostrar que la posición realista sea contradictoria y, por ende,
imposible. Más por otra parte, tampoco el realismo consigue abatir definitivamente a su
adversario. Las razones que podía hacer valer no eran, como se vio, lógicamente convenientes,
sino no tan solo probables. Ni el realismo y ni el idealismo pueden probar o refutar por medios
puramente racionales. Una decisión sólo puede ser posible por la vía irracional. El idealismo
volativo es quien nos ha enseñado este camino. frente al idealismo, que quiera ser del hombre
un puro ser intelectual, el realismo volativo llama la atención sobre lo volativo del hombre y
subraya que el hombre es en primer término un ser de voluntad y de acción. Cuando el
hombre tropieza en su querer y desear con resistencia, vive de estas de un modo inmediato la
realidad. Nuestra convicción de la realidad del mundo exterior no descansa, pues, es un
razonamiento lógico, sino en una vivencia inmediata, en una experiencia de la voluntad. Con
eso queda superado de hecho el idealismo.
El idealismo fracasa también en el problema de la existencia de nuestro yo, de la cual estamos
ciertos por una auto intuición inmediata.