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Financiamiento de la Empresa
Cristián Herrera & José Antonio Gaspar

Benjamín Gutiérrez P.

Derecho UC 2018
14-03

I. TÍTULOS DE CRÉDITO
Los títulos de crédito se enmarcan dentro del género de los títulos – valores.

Ej. Pagaré1: un distribuidor compra productos al fabricante para luego vendérselos al retail. Si el
distribuidor no tiene caja para pagar o teniéndola prefiere invertir esos fondos en otras operaciones
más urgentes o necesarias, pactará un plazo para pagarle al fabricante. ¿Cómo se documenta esta
obligación a plazo? El mecanismo más tradicional para estos efectos es el pagaré. En otras palabras,
el distribuidor suscribe un documento formal llamado pagaré en el cual consta su obligación de
pagar una determinada suma en un determinado plazo. El fabricante, a su vez, también tendrá
relaciones comerciales con sus propios proveedores de materias primas. Una manera de pagarle a
estos proveedores será mediante la transferencia del pagaré que tiene en su poder. Esto puede seguir
sucesivamente en la cadena productiva. Una vez que llegue la fecha de vencimiento del pagaré, le
cobrará al distribuidor aquel que tenga el portador.

Este ejemplo da cuenta de la llamada economía del crédito; sin haber desembolsos monetarios ni
préstamos de dinero, se van realizando distintas operaciones comerciales.

Una variante del ejemplo anterior se da en el caso de que el portador del pagaré quiera obtener
liquidez de forma rápida, por ejemplo, porque pagaré vence en 30 días más y el que tiene el pagador
necesita dinero hoy. Aquí entra al juego la operación bancaria conocida como operación de
descuento. El banco comprará el pagaré aplicando una tasa de descuento, la cual se determinará
con un análisis previo de riesgo.

Dentro de los títulos – valores se encuentra también el conocimiento de embarque. En materia de


transporte de mercaderías, cuando el extranjero envía un producto a Chile, la compañía naviera
(transportista) que recibe el producto en el puerto respectivo emite un documento llamado
conocimiento de embarque (bill of lading, B/L), en el cual se deja constancia de lo que se ha
recibido y de una serie de otros detalles (destinatario). Una copia de este documento va al
destinatario de las mercaderías en Chile. Este destinatario, por ejemplo, un distribuidor, puede
transferirle el documento a su comprador. Con la sola entrega del documento, se entiende que se
transfiere el dominio al comprador, ya que el titular del B/L es el dueño de los bienes a los que se
refiere.

1
El pagaré es el título de crédito más utilizado. No obstante que solo es regulado expresamente por unas pocas normas de
la Ley Nº 18.092, le son aplicable los artículos relativos a las letras de cambio por una remisión expresa dentro de la
misma ley.

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I.1 LOS TÍTULOS – VALORES

El título – valor puede definirse como un documento transferible cuya posesión es necesaria para
ejercer el derecho literal y autónomo que en él se representa.

A) CATEGORÍAS DE TÍTULOS - VALORES


Cuando el derecho expresado en el documento corresponde al derecho a cobrar una suma de dinero,
entonces estamos frente a un título de crédito: pagarés, cheques, letras de cambio, bonos*,
facturas*, letras hipotecarias*, entre otros.

Cuando la prestación documentada en el título es la entrega de un determinado bien, se tratará de


títulos representativos de mercaderías:

1. Conocimiento de embarque (transporte marítimo).

2. Carta de porte (transporte aéreo)

3. Certificado de depósito de mercaderías depositados en los almacenes generales de depósito


de la Ley Nº 18.690, llamado certificado warrants.

Estos títulos representativos de mercaderías se alejan del derecho tradicional de los bienes,
específicamente en aquello que dice relación con la transferencia del dominio; esto con el fin de
facilitar el tráfico y circulación de los bienes. Estas figuras muy propias del comercio nacieron en
Italia.

Cuando el título representa ciertos derechos que le corresponden al titular o poseedor del mismo
título, nos estamos refiriendo a los títulos de participación social o valores mobiliarios:

1. Acciones de SA: su carácter de título – valor no es tal en nuestro país o es al menos


discutible, dado que nuestra regulación ha establecido que las acciones son nominativas.

B) LOS TÍTULOS – VALORES Y EL DERECHO COMÚN


Como ya se habrá notado, existe una gran diferencia entre los títulos – valores y las normas clásicas
del derecho común.

En el derecho común, cuando se transfiere un crédito 2, en principio, la responsabilidad del


acreedor frente al cesionario es que el crédito existe. En otras palabras, el acreedor solo responde
de la existencia del crédito, pero no de que efectivamente el deudor pague el crédito a su adquirente.
2
Las normas de derecho común relativas a la cesión de créditos se encuentran contenidas en los arts. 1901 y ss. del
Código Civil y los arts. 162 y ss. del Código de Comercio.

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En cambio, el que pone en circulación el título de crédito sí responde del pago del crédito. Es muy
distinto para un banco adquirir un crédito regido por el derecho común a recibir un crédito que
consta en un pagaré. Esta es la primera gran ventaja que da un atractivo especial a los títulos de
crédito.

En segundo lugar, para que la cesión de un crédito sea oponible al deudor conforme a las normas
del derecho común, es necesario que la cesión se notifique o sea aceptada por el deudor. Tratándose
de títulos – valores, el deudor (el suscriptor del pagaré, el transportista que emitió el conocimiento
de embarque) no tiene que intervenir para que se transfiera el crédito. Esto quiere decir que un título
– valor tiene mayor facilidad en su circulación.

En tercer lugar, en el derecho común, el crédito cedido arrastra todos sus vicios y situaciones
propias del contrato que le dio origen3. Por ejemplo, en una compraventa pueden darse una serie
de situaciones por las cuales el comprador podrá excepcionarse de pagar el precio (ej. problema de
evicción, de vicios redhibitorios, etc.). También podría haber un problema de falta de validez, de
ausencia de personería, etc. En cambio, en el caso del título de crédito, si la misma obligación de
pagar el precio consta en un pagaré, ese crédito que circula no arrastra los vicios y defectos del
contrato que dio origen a la obligación respectiva. Así, por ejemplo, cuando el banco vaya a cobrar
el pagaré, el suscriptor no podrá oponer excepciones de inoponibilidad, nulidad, inexistencia, entre
otras, propias de la relación jurídica subyacente. Estos problemas solo se ventilarán dentro de esta
relación jurídica que dio origen a la cadena de transferencias. Esta ventaja es otro presupuesto de
una economía del crédito.

C) CONSIDERACIONES RELEVANTES Y LOS PRINCIPIOS CAMBIARIOS


1. Preeminencia o prevalencia del documento: en la medida que haya un documento, sea físico
o virtual, y haya un portador del mismo, dicho portador estará legitimado para cobrar la
prestación que consta en el documento. Por esto se dice que el documento es necesario para dar
origen al derecho, su conservación y su disposición. El derecho no es autónomo de su soporte,
de ahí que se denominen derechos documentales. Esta vinculación es tal que si el documento
se pierde, extravía o destruye, el derecho no se podrá cobrar 4. Entonces, en cuanto a su
relevancia, podríamos considerar que el derecho pasa a ser algo meramente accesorio y lo
preponderante es el documento. Esto también se conoce como la incorporación del derecho a
un documento.

Desde el punto de vista de los bienes, el título de crédito es un bien mueble corporal,
precisamente porque el documento es un bien mueble corporal. Luego, se le aplicarán las
normas generales de los bienes corporales muebles.

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Inoponibilidad de las excepciones:
Artículo 28.- La persona demandada en virtud de una letra de cambio no puede oponer al demandante
excepciones fundadas en relaciones personales con anteriores portadores de la letra.
4
En el caso que esto ocurra en la misma relación jurídica subyacente, entonces ahí el efecto no será tal.

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2. Declaración unilateral del deudor: el derecho subyacente al documento emana de una
declaración unilateral del deudor, la cual no está sujeta a aceptación para que nazca
jurídicamente. Por el contrario, en el derecho común, normalmente las obligaciones emanan de
una convención previa. La unilateralidad en el caso de los títulos – valores no solo se aplica
para el emisor inicial, sino también al mecanismo más común de circulación, cual es el endoso
(firma unilateral). Hay que tener presente además que el solo hecho de endosar genera
responsabilidad para el endosante frente al portador que cobre el respectivo título
(solidaridad cambiaria).

La declaración que se hace al suscribir un pagaré es incondicional, es decir, la obligación que


nace no puede estar sujeta a condición (esto está establecido en la ley), ni tampoco puede estar
condicionado el endoso. El que adquiere el pagaré quiere tener un crédito cierto que, a lo más,
tendrá un plazo.

3. Obligación irrevocable: otra característica importante es que las obligaciones que constan en
el pagaré son irrevocables. Esto refuerza aún más la certeza que existe en el crédito.

4. Autonomía de los títulos de crédito (art. 28 de la Ley Nº 18.092): el derecho que consta en el
documento es autónomo en un cierto sentido. Quien adquiere el derecho de cobro que consta en
el título lo hace a título originario y no derivativo. Esto está muy vinculado a una característica
ya revisada. La adquisición a título originario impide que se le opongan al adquirente los vicios
y demás problemas anteriores para excepcionarse del pago (ej. mandatario que suscribió el
pagaré no tenía poderes suficientes). No hay un mismo crédito que se va transfiriendo de uno a
otro como ocurre en el derecho común, sino que cada vez que se endosa hay un nuevo derecho
de cobro. De ahí que en realidad estas figuras no correspondan en propiedad a la institución de
la cesión de créditos.
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El clásico principio de la transferencia del dominio en virtud del cual nadie puede adquirir más
derechos sobre una cosa que los que tenía aquel que la transfirió no tiene aplicación en cuanto a
los títulos de crédito. Este legítimo principio cede ante la necesidad de seguridad, certeza y
rapidez en la circulación propias de los títulos de crédito.

A propósito de la autonomía de los títulos de crédito y de la solidaridad cambiaria ya


mencionada, hay que señalar cada una de las obligaciones que surgen en la cadena de endosos
del título de crédito son autónomas, con independencia de los vicios o problemas que haya
habido hacia atrás (ej. incapacidad, adulteración de firma, poderes insuficientes). Esto es lo que
en el derecho cambiario se conoce como el principio de la independencia de las firmas (art.
7º).

Si los títulos de crédito no tuvieran estas características, el nuevo acreedor tendría que efectuar
análisis complejos cada vez que quisiera adquirir un crédito y también cada vez que quisiera
cobrarlo.

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5. Legitimación: la legitimación dice relación con quién tiene el derecho de cobro del crédito que
consta en el documento respecto. El titular de este derecho de cobro no necesariamente será el
propietario jurídico genuino del derecho que se cobra. La legitimación la tiene el portador del
documento, en la medida que lo haya adquirido en conformidad con la ley de circulación propia
del documento.

En ciertas áreas del derecho se ve reflejado lo que se conoce como la doctrina de la apariencia
jurídica. Se trata de casos en que prima la apariencia jurídica por sobre el derecho genuino.
Esto es precisamente lo que ocurre con la legitimación para el cobro en los títulos de crédito.

Artículo 26.- El tenedor de una letra de cambio se considera portador legítimo si justifica
su derecho por una serie no interrumpida de endosos, aunque el último esté en blanco.

Para este efecto, los endosos tachados o borrados se tienen por no escritos. Cuando a un
endoso en blanco sigue otro endoso, se reputa que el firmante de éste ha adquirido la letra
por el endoso en blanco.

Desde el punto de vista del deudor, éste solo tiene que pagarle al portador del documento
(legitimación pasiva). El deudor se libera del pago válidamente pagándole al legitimado activo.

Artículo 31.- El pagador de una letra de cambio no está obligado a cerciorarse de la


autenticidad de los endosos; ni tiene facultad para exigir que ésta se le compruebe; pero
debe verificar la identidad de la persona que la presente al cobro y la continuidad de los
endosos, so pena de quedar responsable si paga a portador ilegítimo del documento.

Nuevamente, la regla del art. 31 da mayor certeza al crédito. Si el deudor pudiera exigir que se
le acreditara toda la cadena de endosos, entonces el cobro se haría mucho más difícil.

6. Necesariedad del documento: como corolario de la preeminencia del documento, el


documento es necesario para dar origen, conservar, ejercer y transferir el derecho que consta en
él. Si no hay documento no hay derecho, no hay transferencia, no hay ejercicio del derecho de
cobro. Lo que no está en el título no existe en el mundo. Una vez más se puede destacar la
diferencia con el derecho común, en el cual los documentos generalmente se generan para
efectos probatorios pero el derecho no depende de ese documento. El concepto de la
necesariedad del documento se ve reflejado, por ejemplo, en el art. 52.

Artículo 52.- El portador de una letra de cambio pagadera a día fijo, a un determinado
plazo contado desde la fecha, o desde la vista, debe presentar la letra para el pago el día
de su vencimiento o al día siguiente hábil si fuere éste festivo o feriado bancario.

La presentación al pago de la letra a la vista se regirá por lo prescrito en el artículo 49 de


esta ley.

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Desde el punto de vista del pagador (deudor, suscriptor, garantes), éste pagará contra la entrega
del documento, el cual generalmente será estampado como cancelado o se podrá dejar
constancia del recibo5. Para efectos contables y tributarios, el documento servirá de respaldo
para ciertas operaciones.

La necesariedad del documento también se manifiesta en el caso que se quiera trabar una
medida precautoria sobre el mismo. En el derecho común, es posible trabajar un embargo sobre
un crédito, para lo cual se requiere notificar al deudor. En cambio, tratándose de títulos de
crédito, el art. 57 contempla la llamada aprehensión del documento.

7. Literalidad: los términos del derecho que consta en el documento, su contenido, su extensión,
su plazo, emanan exclusivamente del tenor literal del documento. El derecho de cobro está
restringido a lo que literalmente figura en el documento. Asimismo, el deudor debe pagar en
conformidad a los términos estrictos del documento.

La ley regula ciertas menciones obligatorias para los pagarés (ej. suma determinable o
determinada de dinero: si no se mencionan el reajuste y los intereses entonces no se pueden
cobrar).

Otra consecuencia de la literalidad es que cada endosante se obligará por la literalidad del
documento al momento del endoso, incluso en el caso que haya habido una adulteración del
documento.

Artículo 15.- En caso de adulteración de una letra de cambio los signatarios anteriores se
obligan conforme al texto original y los posteriores conforme al nuevo texto.

8. Abstracción: los títulos de créditos son documentos abstractos, es decir, prescinden de la


relación jurídica subyacente. Cuando se emite un pagaré y luego se transfiere lo que hay desde
un punto de vista económico – comercial es la documentación de una obligación de pago que
emana de una relación jurídica comercial. La obligación de pago tiene una determinada causa,
pero ésta no tiene que estar mencionada en el documento. Sabemos que cualquier vicio o
problema de la fuente de la obligación es irrelevante para efectos de transferir el título, de ahí
que no sea necesario incorporarla en el documento. Sin embargo, no todos los títulos – valores
son abstractos. Por ejemplo, el conocimiento de embarque generalmente señalará que hay un
contrato de transporte en el fondo. Lo mismo ocurre con los títulos accionarios. Estos se
denominan títulos causados, ya que en ellos la causa jurídica sí se expresa.

Por regla general, cuando se emite un título de crédito y luego se transfiere, las relaciones
jurídicas causales subyacentes subsisten y, por lo tanto, coexisten dos obligaciones jurídicas
(una sola económica). Por ejemplo, el acreedor tendrá la acción para exigir el cumplimiento del
pago del saldo de precio y también tendrá la acción para exigir el pago del pagaré. Esto
funciona así salvo en caso de pacto en contrario. Solo con una mención expresa podrá
considerarse la emisión o endoso de un pagaré una novación, de manera que se entienda que el

5
Ej. art. 54.

7
pagaré se entrega en pago de la obligación. Si esta mención no se hace, se correrá el riesgo de
que el suscriptor tenga que pagar dos veces, una a su acreedor y otra al portador del título (sin
perjuicio de que pueda haber un caso de enriquecimiento sin causa).

Artículo 12.- El giro, aceptación o transferencia de una letra no extinguen, salvo pacto
expreso, las relaciones jurídicas que les dieron origen, no producen novación.

El pago de una letra emitida, aceptada o endosada para facilitar el cobro de una
obligación o para garantizarla, la extingue hasta la concurrencia de lo pagado.

A partir de todas estas características y consideraciones, podemos sostener que los principales
principios del derecho cambiario son los siguientes:
1. Principio de la incorporación del derecho.
2. Principio de la necesariedad.
3. Principio de la literalidad.
4. Principio de la autonomía.
5. Principio de la independencia de las firmas.
6. Principio de la abstracción.
7. Principio de la unilateralidad.

D) CLASIFICACIONES DE LOS TÍTULOS – VALORES


1. Según la ley de circulación: esto dependerá de la forma en que se emitió el documento.

a. En forma nominativa: su circulación se regirá por la norma de cesión de créditos del


derecho común. La circulación requerirá algún grado de gestión o intervención por
parte del deudor.

b. A la orden6: el documento se emite a favor de un determinado beneficiario, pero se


agrega la cláusula a la orden (no hay una frase sacramental). La ley presume que el
título es a la orden, salvo que aparezca que sea nominativo o no endosable. Que el
documento sea a la orden significa que puede transferirse sin necesidad de realizar
gestión alguna ante el deudor, a través del endoso.

c. Al portador: en alguna parte del documento consta que es al portador, es decir, se


transfiere por la mera entrega, sin que sea necesaria la firma.

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Los títulos a la orden son la regla general.

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2. Públicos o privados:
a. Títulos públicos:

i. Emitidos por el Fisco (a través de la TGR): emite bonos.

ii. Emitidos por empresas estatales: como por ejemplo, por el Metro.

iii. Emitidos por gobiernos extranjeros: el profesor no lo ha visto, pero desde el


punto de vista de Chile sí. El Estado de Chile emite estos documentos y se
ofrecen en el Mercado de Valores extranjero. Se llaman bonos soberanos.

b. Títulos privados: emitidos por empresas particulares.

3. Civil o mercantil:

Algunos dicen que los títulos pueden ser civiles o mercantiles.

Puede ser que la relación contractual que esté detrás de la emisión del titulo sea en alguna parte
de la cadena civil, y entonces pueda decirse que el titulo sea civil, pero ese análisis es muy
casuístico. Para simplificarnos, y dado que lo que nos interesa son los títulos de créditos como
los pagarés, letras de cambio y cheque, entendemos que son mercantiles (art. 3º Nº 10). Con
independencia de cuáles son las partes intervinientes y del objeto o causa del negocio
subyacente, todo lo que dice relación con letras de cambio, pagarés o cheques se considera un
acto mercantil (es un acto de comercio formal).

4. Emitidos en forma masiva o títulos individuales:


a. Títulos en serie: por ejemplo, los que se emiten en el Mercado de Valores.
b. Títulos individuales: aquellos que se emiten con motivo de una operación específica,
como es el caso del pagaré.

5. Abstractos o causados:
a. Títulos abstractos: aquellos en que la causa, el negocio, contrato o acto subyacente que
da origen la emisión de ese título no está expresado en el documento, o aunque se
expresa no fuere relevante. En un pagaré, basta que me presente con él; el título es
abstracto y completo, es autosuficiente, se basta por sí solo.

b. Título causado: se menciona la causa o lo que hay detrás. Por ejemplo, las acciones,
estas mencionan la escritura de constitución, los estatutos, etc. por lo tanto, puedo tener
un título de acciones, estar inscrito en el registro de accionistas, pero no por ello
significa que necesariamente podré ir a la sociedad para que me pague un dividendo,
para ello tengo que estar a lo que digan los estatutos, para ver la oportunidad, el órgano
que se pronuncia, cual fue el acuerdo que se tomó en la junta para ver el monto, la
fecha en que me van a pagar, etc.

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6. Materiales o desmaterializados:
a. Títulos materiales: tienen un soporte físico.

b. Títulos desmaterializados: no hay un soporte físico, sino que electrónico. Eso es propio
del mercado de valores (colocaciones masivas), normalmente en la vida comercial
estamos hablando de títulos corpóreos, pero a nivel de mercado de valores en general se
está utilizando cada vez más los títulos desmaterializados, donde las transferencias se
anotan de modo electrónico. Esto se hace para facilitar la operatoria, ahorrar costos, etc.

7. Títulos valor o impropios:

Hay quienes sostienen que junto con los títulos valor hay títulos impropios, por ejemplo, la
tarjeta BIP, un cartón de bingo, el recibo de guardarropía, etc., serían todos documentos, títulos
que se vinculan a documentos que si bien permiten el ejercicio de un derecho y acreditar quién
es el legitimado para obtener una determinada prestación, no son títulos destinados a circular.

E) LOS TÍTULOS DE CRÉDITO


Los títulos de crédito son aquellos que contienen una prestación pecuniaria en favor de su portador.

Entre estos encontramos:


- Pagarés
- Letras de cambio.
- Cheques
- Facturas en ciertos casos.
- Letras hipotecarias o letras de crédito.
- Mutuo hipotecario endosable.
- Bonos
- Vales vista emitidos por banco.
- Boleta de garantía.

I.2 PAGARÉ

A) LA LETRA DE CAMBIO Y EL CONCEPTO DE PAGARÉ


El pagaré es el título de crédito de mayor uso. Está regulado por la Ley Nº 18.092 sobre Letras de
Cambio y Pagarés. En virtud del art. 107 le son aplicables todas las normas de las letras de cambio
en lo que no fueren contrarias a su naturaleza o salvo lo dispuesto en normas especiales (del art. 102
al 106).

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Lo anterior supone que la mayor parte de lo que hablaremos acá estará redactado en el contexto de
una letra de cambio, por lo que habrá que ver cómo se aplica aquello al pagaré. Esto obliga a
explicar cómo funciona la letra de cambio.

Tenemos a un comerciante en Génova que se embarcará a Alejandría para comprar mercadería, que
luego las llevará de vuelta a Génova para comercializarlas. Para lo anterior necesita dinero para
llegar a Alejandría, con todos los riesgos propios que significa trasladar tal cantidad de dinero. El
comerciante va a lo que en ese entonces se consideraba un “banquero”, a quien le entrega un saco
de dinero para que su corresponsal en Alejandría, ese otro banquero con el cual opera, le entregue
ese dinero allá. El banquero de Génova emite un documento que dice que ordena a su corresponsal
en Alejandría para le entregue al comerciante la suma de X. Así, no tiene necesidad de acarrear el
dinero, sino solo un papel que representa una orden de pago.

Tenemos a un distribuidor que le compra al fabricante y documenta su obligación de pago en un


pagaré, y luego el fabricante endosa ese pagaré al proveedor. El fabricante tiene una deuda con el
proveedor, y el distribuidor tiene una deuda con el fabricante. ¿Qué puede hacer? El fabricante le
puede ordenar al distribuidor pagar al proveedor la suma de tanto. Cuando el fabricante emite esa
orden emite una letra de cambio, una orden de pago, lo que en la ley se conoce como “libramiento”,
emisión de una letra. Quien libra el documento se llama librador (el fabricante), y mientras quien
recibe la orden no la acepta (distribuidor) se llama librado. En la práctica normalmente el librado
firma al tiro en señal de aceptación, donde recibe el nombre de aceptante. El aceptante le pagará al
beneficiario de la letra, en este caso, al proveedor. Si bien las obligaciones son unilaterales, hay 3
actores.

En una letra de cambio, a diferencia del pagaré donde se ve una única firma al momento que nace la
obligación del suscriptor, habrán dos firmas: del que da la orden y de quien acepta la orden. Si fuera
un pagaré, el aceptante se llama suscriptor. Cuando veamos la palabra “aceptante” en la Ley Nº
18.092, para efectos del pagaré ese es el “suscriptor”. Por eso si nos vamos a las normas especiales
del pagaré, el art. 106 establece que [e]l suscriptor de un pagaré queda obligado de igual manera
que el aceptante de una letra de cambio.

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Esto es muy parecido a los cheques: en los cheques, al momento de girarlo, se le da una orden de
pago al banco. Eso sí, la diferencia es que con el cheque se entiende que ya está aceptado, lo que no
ocurre en la letra de cambio.

El pagaré se puede definir como un título de crédito que contiene una promesa de pago, no
sujeta a condición, de pagar una suma determinada o determinable de dinero a su
vencimiento a favor del beneficiario (el tomador del documento).

Esta definición tiene una deficiencia, cual es que habla de promesa. Sin perjuicio de que la ley
emplea ese término, es mejor hablar de obligación de pago porque ‘promesa’ se puede confundir
con la promesa de celebrar un contrato.

B) FUNCIÓN DEL PAGARÉ


¿Para qué se utiliza el pagaré?

1. La primera función económica del pagaré, recogida en el art. 12, es facilitar el cobro de una
obligación. Sabemos que hay una obligación subyacente, la cual se documenta con un pagaré,
lo que permite facilitar la economía del crédito (en sentido económico, que permite obtener
plazo: se está dispuesto a dar un mayor plazo porque detrás hay un documento). Eso sí, la
obligación de pago del precio no se ha extinguido; ambas obligaciones coexisten, pero pagado
el pagaré se verá pagada la obligación causal.

2. La otra alternativa es que el pagaré se suscriba derechamente para pagar, y ya no para


facilitar el cobro. Se reemplaza la obligación de pago del precio por una obligación única, que
es la obligación de pagar el pagaré. Ya no subsisten las dos obligaciones, sino que se da por
extinguida la obligación de pagar el precio, con todas las consecuencias que ello pueda tener en
un contrato de CV. Cuando una obligación se extingue porque se reemplaza con otra se llama
novación. Esto tiene que estar expresado, no se desprende del contexto. La única acción de
cobro será la que emana del pagaré.

3. La tercera alternativa mencionada por el art. 12 es que se suscriba en garantía de una


obligación futura. El fabricante podría decir que si al día 60 el suscriptor no ha pagado, se le
podría aplicar a eso una multa de X suma, para lo cual se deja suscrito un pagaré por el monto
de 1000, el que cobrará eficacia en el momento que se produzca el incumplimiento; es un
pagaré en garantía. Según el art. 11 vemos que existe la posibilidad de que el pagaré no
contenga todas sus menciones, es decir, que tenga una mención en blanco. En este caso la
mención en blanco será la fecha. Esto va acompañado de un mandato: suscribo un pagaré con la
fecha en blanco, y le doy un mandado en un instrumento aparte para que el fabricante complete
la fecha en caso de mora.

C) MENCIONES DEL PAGARÉ

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Artículo 102.- El pagaré debe contener las siguientes enunciaciones:

1.- La indicación de ser pagaré, escrita en el mismo idioma empleado en el título;

2.- La promesa no sujeta a condición, de pagar una determinada o determinable cantidad


de dinero;

3.- El lugar y época del pago. No obstante, si el pagaré no indicare el lugar del pago, se
entenderá que éste debe efectuarse en el lugar de su expedición; y si no contuviere la fecha
de vencimiento, se considerará pagadero a la vista;

4.- El nombre y apellido del beneficiario o la persona a cuya orden se ha de efectuar el


pago o la indicación de que es pagadero al portador;

5.- El lugar y fecha de expedición, y

6.- La firma del suscriptor.

A.2.1. Menciones esenciales

1. Denominación de ser un pagaré (art. 102 Nº 1): normalmente en el encabezado dirá pagaré. El
art 102 permite que la indicación de ser pagaré pueda estar escrita en un idioma u otra,
dependiendo del idioma del título. Si yo tengo un pagaré donde todo el contenido está en
español, debe decir pagare en español, pero si está documentado en ingles, la indicación de
pagaré será en inglés (promissory note).

2. La promesa no sujeta a condición de pagar una cantidad determinada o determinable de dinero


(art. 102 Nº 2):
a. Más que promesa jurídicamente es una obligación. En general nunca se dice “prometo
pagar la suma”, sino “debo pagaré la suma tanto”.

b. “No sujeta a condición”: si la obligación de pago estuviese sujeta a condición, se


generarían dudas respecto a su exigibilidad ya que en el documento no consta si se
cumplió o no la condición. Resta absoluta certeza respecto del derecho de cobro, ya que
primero es necesario acreditar que se verifica la condición. Puede estar sujeto a plazo,
pero no a condición.

c. “De pagar una cantidad determinada o determinable de dinero”: se dice determinable


porque la suma puede estar expresada en una unidad que requiera conversión, como
UF, moneda extranjera (dólar, euro, yuang, yeng, etc), etc. Solo puede ser una
prestación dineraria. Esta suma puede indicarse en palabras o en cifras, o las dos cosas.
Normalmente se pone en números, y en paréntesis en palabras. Si hay discrepancia no
es que el pagaré no valga como tal, sino que prevalecen las palabras (art. 6º).

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3. Nombre y apellido del beneficiario o la persona a cuya orden se ha de efectuar el pago, o la
indicación que es pagadero al portador (art. 102 Nº 4): que hable de nombre y apellido no
quiere decir que los únicos beneficiarios en cuyo favor se pueden suscribir pagarés sean
personas naturales; es una obviedad absoluta que el pagaré pueda ser a favor de PJ.

Esta distinción que hace la ley entre beneficiario, la persona a cuya orden se ha de efectuar el
pago o que sea pagadero al portador incide en la circulación. No es que haya que seguir
literalmente lo que está acá: la única que realmente es necesario que se exprese es al portador,
pero en los otros casos hay que tener presente que si nada se dice, el pagaré se entiende que se
ha girado a la orden (endosable). A menos que se exprese que es al portador, o que se diga que
es nominativo o no endosable, se entiende que el pagaré es a la orden (art. 18).

Así, el pagaré puede ser a la orden, nominativo y al portador.

4. Fecha de expedición (art. 102 Nº 5 segundo ítem): se refiere a la fecha de emisión, de


suscripción.

5. Firma del suscriptor de pagaré (art. 102 Nº 6): si bien habla solo de la firma, conviene agregar
el nombre completo de suscriptor o razón social de la PJ, su RUT, etc., de modo que quede
individualizado el deudor.

Si falta alguna de estas menciones esenciales, el art. 103 establece no que el pagaré es inexistente o
nulo, sino simplemente que no valdrá como pagaré (conversión), es decir, valdrá como un simple
instrumento privado, que podría servir para ejercer acciones ordinarias como instrumento
probatorio.

Hay otras menciones en el art. 102, como el Nº 3, que son no esenciales puesto tienen una norma
supletoria. Por ejemplo, el lugar del pago: lo normal es agregar una cuenta bancaria, es decir, que se
haga mediante transferencia bancaria, pero si nada se dice, se deberá pagar en el lugar donde se
haya emitido el pagaré (art. 102 Nº 3). ¿Cuál es el lugar de emisión del pagaré? Será el que se
indique, pero si no se indica se entiende que fue emitido en el domicilio del suscriptor (art. 1º Nº 2).
Si no se indica el lugar de expedición (art. 102 Nº 5 primer ítem) hay norma supletoria, que es el
domicilio del suscriptor (art. 1º Nº 2).

La otra mención que no es esencial es la fecha de vencimiento (art. 102 Nº 3): si no se indica, se
entiende que es la vista (pura y simple), es decir, cuando se presenta a pago se tiene a la vista y se
paga, sin considerar ningún plazo adicional. Eso sí, tiene un plazo de prescripción. No es lo normal,
generalmente hay un plazo detrás.

A.2.2. Menciones facultativas


(Art. 13)

1. Reajuste: si solo se indica una suma y no se indica nada más, aquella no será reajustable.

14
2. Intereses: no porque se adeude una suma a plazo necesariamente devengará intereses, sino que
se tiene que indicar qué intereses y desde qué fecha hasta qué fecha (por ejemplo, desde la
suscripción hasta la fecha del pago, o bien desde la mora hasta la fecha de pago, etc.).

3. “Sin obligación de protesto”: se puede liberar (y es lo que normalmente ocurre) al beneficiario


de la carga de tener que realizar el protesto, para facilitar el cobro.
04-04

4. “Devuelta sin gastos” o “sin obligación de protesto”: ej. el banco va a cobrarle al


distribuidor, quien se niega a pagar. Por el art. 79 se contempla la solidaridad cambiaria, por lo
tanto, los endosantes anteriores responden solidariamente. Si no estuvieran estas frases, para
hacer efectiva esta solidaridad cambiaria, el banco tendría que hacer una gestión formal de
requerimiento de pago al suscriptor a través de un notario, quien deja constancia formal del
protesto. Si no se hace esa gestión, se perderán las acciones contra los demás endosantes del
pagaré (caducidad de las acciones cambiarias  perjuicio del título de crédito).

a. “Devuelta sin gastos” quiere decir que quien cobra el pagaré se puede devolver en la
cadena sin los gastos del protesto.

b. El protesto está regulado en los arts. 59 y ss.

5. Se pueden agregar otras cosas en la medida que no alteren la esencia del pagaré, como causales
de aceleración, es decir, la obligación se hace actualmente exigible anticipadamente porque
estaba sujeta a condición, por ejemplo, cuando el pagaré indica una suma que se pagará en
cuotas, y el no pago hace exigible de manera inmediata las restantes cuotas. Esto lo permite el
mismo art 105 (si no se agrega no hay aceleración). Podríamos pensar que con esto el tema que
el pagaré no esté sujeto a condición es relativo, y es así: lo importante es que al comienzo el
pagaré no esté sujeto a condición, pero si se pueden agregar otros hechos posteriores sujetos a
condición.

Normalmente en los pagarés en garantía falta la mención del monto y la fecha, por ejemplo, cuando
se deja un pagaré en garantía a una clínica. Mientras no se completen dichas menciones no es
pagaré, pero cuando la clínica las completa si lo será. Esto se permite en el art. 11. Se faculta a
cualquiera de los tenedores legítimos a completar esas menciones. Las menciones esenciales deben
constar en el pagaré al momento del cobro. El pagaré será completado en virtud de un mandato
otorgado previamente.

Artículo 11.- Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 2°, si la letra de cambio no


contiene las menciones de que trata el artículo 1°, cualquier tenedor legítimo podrá
incorporarlas antes del cobro del documento, sujetándose en todo ello a las instrucciones
que haya recibido de los obligados al pago de la letra. Si se llenare en contravención a las
instrucciones, el respectivo obligado podrá eximirse de su pago probando tal

15
circunstancia. Esta exoneración de responsabilidad no podrá hacerse valer respecto del
tenedor de buena fe.

Todo lo anterior no obsta al ejercicio de las acciones penales que fueren procedentes.

Así, sin perjuicio que hay menciones esenciales para que el pagaré pueda ser cobrado, es posible
emitir pagarés sin todas las menciones esenciales, en la medida que estas consten en el pagaré al
momento del cobro. Esto se denomina “pagaré en blanco”, por lo que la forma en que se completa
es a través de un mandato que le doy a quien le entrego el pagaré para que lo llene conforme a
instrucciones que se han señalado.

Si hay una contravención al mandato, quien lo suscribió puede oponerse. Ahora, por ejemplo, la
clínica toma ese pagaré y lo completa, pero lo hace por el doble, es decir, no cumple el mandato.
Acto seguido, lo hace circular, por ejemplo, lo endosa al banco, que se lo va a cobrar al paciente. En
la medida que el tenedor esté de BF, el suscriptor tendrá que pagar, y luego se podrá dirigir por
ejemplo, en contra de la clínica, para que le devuelva el monto y todos los perjuicios. Si por algún
motivo tenemos que suscribir un pagaré en blanco, lo que conviene poner es que no sea endosable,
asegurando que si se contraviene a las instrucciones, eso no circule con terceros, ante los cuales
tendré que pagar el monto señalado ahí.

D) COBRO JUDICIAL
Si el acreedor quiere cobrar judicialmente el pagaré, y quiere que éste tenga mérito ejecutivo, según
el art. 434 Nº 4 inc. 2º del CPC, es necesario que la firma del suscriptor esté autorizada por un
notario. Si además quiere tener acción ejecutiva en contra de los endosantes, es necesario que la
firma de ellos también esté autorizada por notarios, pero es más raro.

La suscripción del pagaré está sujeta a un impuesto denominado de “timbre y estampillas”, regulado
en el DL 3475, en su art. 1º Nº 2, que corresponde al 0,8% del monto del capital del pagaré. Esto no
es solo una obligación tributaria más, ya que si no está pagado al momento de un juicio, no se puede
invocar, no tendrá valor judicial ni mérito ejecutivo. Esto está en el art 26 del DL. Quien
normalmente paga este impuesto es el suscriptor.

E) ÉPOCA DEL PAGO


La época del pago refiere al plazo en que corresponde efectuar el pago de la obligación que consta
en el pagaré (fecha de vencimiento del pagaré). La norma supletoria del art. 102 Nº 3 establece
como época de pago la modalidad “a la vista”, la cual implica que requiere que el documento sea
presentado a cobro (“págueme cuando se lo exige”). El pago está sujeto a que el acreedor cambiario
presente el documento y requiera de pago al suscriptor.

Otra posibilidad es que la fecha de vencimiento corresponda a un plazo contado desde su fecha (art.
105). Esto se refiere a la fecha de emisión del pagaré. Suele utilizarse fórmulas como: “el pagaré
será pagado a los 60 días de su emisión”.

16
Una tercera alternativa es que el pagaré tenga por fecha de vencimiento un día fijo y determinado.

Aquí hay que tener presente las normas de cómputo de plazos del Código Civil (art. 48). Si el día de
vencimiento es un día domingo, sábado, festivo o 31 de diciembre, el vencimiento se prorroga al día
hábil siguiente (art. 51). Si no estuviera esta norma, se llegaría al mismo resultado por aplicación
del art. 111 del Código de Comercio.

Es posible fijar pagos sucesivos, es decir, establecer cuotas, cada una con su propia fecha de
vencimiento (art. 105). Si no se dice nada respecto de los plazos de las cuotas, cada una de ellas se
cobra por separado y respecto de cada una comienza a correr el plazo de prescripción. Lo normal es
que en caso que se pacten cuotas, se agregue la llamada cláusula de aceleración (el no pago de una
cuota hace exigible el total de la deuda  caducidad convencional del plazo). Pero esto siempre
debe estar expresado en términos explícitos. La cláusula de aceleración puede estar redactada bajo
dos alternativas:

1. En términos imperativos: el solo hecho del no pago de la cuota hace exigible


automáticamente el saldo, sin requerir una manifestación de voluntad. Basta que se
verifique el hecho de la mora para que se haga exigible el total. El plazo de prescripción
empezará a correr de inmediato para todo el monto que se acelera.

2. En términos facultativos: en el sentido que en el caso de retardo en el pago de una cuota,


el acreedor podrá exigir anticipadamente el pago del saldo insoluto. En este caso, la
aceleración requiere que haya una manifestación de voluntad de parte del acreedor.
Mientras no se tome esta decisión de acelerar no empezará a correr el plazo de prescripción
de las cuotas futuras. El cómo se ejerce la decisión de acelerar no suele establecerse. Por lo
tanto, si nada se dice, podría hacerse por vía de un requerimiento formal, si hubiese que
protestar, se protestará por el total. En todo caso, la jurisprudencia ha sostenido que la regla
general es que la mera presentación de la demanda de cobro del total importa la decisión de
acelerar7. A partir de ese momento corre entonces el plazo de prescripción para el cobro de
las cuotas adeudadas. Esto quiere decir que se tiene 1 año desde que se presenta la demanda
para notificar la demanda (para interrumpir la prescripción).

Hay situaciones en que la caducidad del plazo o aceleración se produce por disposición legal. Éstas
se encuentran fundamentalmente en el art. 1496 del Código Civil:

1. Nº 1:

a. Deudor sujeto a un procedimiento concursal de liquidación. Las cuotas se


acelerarán desde el momento que se dicta la resolución de liquidación (art. 136 de
la Ley Nº 20.720). Esta aceleración permitirá cobrarle todo en el mismo
procedimiento concursal de liquidación. Pero existe una protección adicional para
el portador del pagaré: si se ha declarado en liquidación al suscriptor,

7
Esto, sin perjuicio de que el deudor podría alegar que la decisión de acelerar se manifestó por otra vía con anterioridad.

17
automáticamente se le puede cobrar todo a los demás endosatarios de la cadena (art.
138 de la Ley Nº 20.720).

b. Cuando el deudor se halle en notoria insolvencia. La dificultad aquí será probar la


notoria insolvencia.

2. Nº 2: deudor cuyas cauciones, por hecho o culpa suya, se han extinguido o disminuido
considerablemente de valor.

a. Existen cláusulas de aceleración convencionales que se establecen para cualquier


caso de disminución o extinción de garantías, independientemente de si ella se debe
a un hecho o culpa del deudor.

i. Ej. prenda sobre acciones de Facebook.

Prórroga del Plazo: es posible que se acuerde firmar una hoja de prolongación del pagaré en la que
se establezcan nuevas fechas de pago. Esto seguirá siendo unilateral, por lo tanto, solo firmará el
suscriptor y el documento quedará en poder del beneficiario.

Se puede también acordar prorrogar el plazo para pagar las cuotas más cercanas, pero al mismo
tiempo adelantar la época del pago de la última cuota. Sin embargo, si en este caso existen avalistas,
estos deberán concurrir o, de lo contrario, no les será oponible la modificación.

En el mismo sentido, la solidaridad cambiaria tampoco se verá afectada por adelantos a la fecha de
vencimiento. Esto quiere decir que a los garantes por quienes pasó el pagaré antes de la
modificación del plazo tampoco les será oponible el adelanto de la época del pago (no así en el caso
del retraso de esta época). Los garantes quedan obligados en los términos originales existentes al
momento en que endosaron el pagaré.
11-04
F) EL ENDOSO
El endoso está regulado en los arts. 17 – 32 de la Ley Nº 18.092. Estas normas son de aplicación
general a cualesquiera título a la orden (bonos, letras hipotecarias, certificado de depósito bancario,
etc.) o emitido “a disposición de” o con otra expresión equivalente. La Ley Nº 18.552, en su art. 1º 8,
establece el carácter general de esta regulación. Asimismo, el art. 164 del CCom 9 también hace una
mención a aquellos créditos que sean a la orden y circulan por medio del endoso.

El endoso es la forma natural de transferencia del pagaré y las letras de cambio. El documento no
tiene que decir “endosable”, ni siquiera tiene que decir expresamente que es a la orden. Salvo que
8
Artículo 1°.- El endoso previsto en el párrafo 2° del Título I de la ley N° 18.092, sobre letras de cambio y pagarés, será
aplicable a cualesquiera otros títulos de crédito de dinero emitidos con la cláusula a la orden, en favor de, a disposición
de u otras equivalentes, cualesquiera fuere la denominación con que se designare a dichos instrumentos.
9
Art. 164. La cesión de los documentos a la orden se hará por medio del endoso, y la de los documentos al portador por
la mera tradición manual.

18
haya una expresión que diga que el documento no es endosable (ej. “no endosable”, “nomitativo”),
el documento será endosable (art. 1810). En este sentido, podemos distinguir las siguientes formas de
evitar que el documento circule por endoso según la regla general:

1. Si el documento dice que no es endosable, su transferencia se regirá por las normas de los
créditos nominativos, es decir, conforme a la norma de la cesión de créditos nominativos
(arts. 1901 y ss. CC, arts. 162 y 163 CCom).

2. Si el documento dice que es al portador, circulará por la mera entrega.

La ley define al endoso como el escrito por el cual el tenedor legítimo transfiere el dominio de la
letra, la entrega en cobro o la constituye en prenda (art. 17 inc. 1º). Esta definición da cuenta de los
tres tipos de endoso que existen: aquel que transfiere el dominio, el endoso en comisión de cobranza
y el endoso pignoraticio.

F.1. Normas Generales del Endoso

F.1.1. Requisitos formales del endoso

1. Firma del endosante: cuando la ley habla del ‘escrito’ a lo que se refiere es a la firma del
endosante. Ésta es la solemnidad del endoso. Si no hay firma del endosante no hay acto
jurídico; en otras palabras, el endoso se perfecciona y existe por la firma del endosante.

La ley exige que la firma esté al dorso del documento y si no hay espacio, entonces debe ir en
una hoja de prolongación.

Las demás menciones no son esenciales.

Si bien la ley no se pronuncia al respecto, mientras el endosatario no reciba el documento, no


podrá decirse tenedor del mismo ( recordar la necesidad del documento). Es más, mientras el
endosante no entregue el documento, podría incluso arrepentirse y tachar la firma.

Si el título de crédito fuera nominativo entonces las necesidades de prueba terminarán


exigiendo que se extienda un documento adicional, además de la notificación que tendría que
practicarse. Esto traba y dificulta mucho más la circulación.

2. Sin que sean requisitos formales propiamente tales, pueden haber otras menciones 11:

10
Artículo 18.- La letra, aún la no librada expresamente a la orden, es transferible por endoso. No obstante, si el librador
ha insertado en la letra las palabras "no endosable" o una expresión equivalente, sólo podrá transferirse o constituirse
en prenda conforme a las reglas aplicables a los créditos nominativos. En todo caso, puede endosarse en comisión de
cobranza.
11
Artículo 22.- El endoso puede contener, además de la firma del endosante o de la persona que lo extiende a su ruego o
en su representación, las siguientes menciones: el lugar y fecha de su otorgamiento, el nombre del endosatario y la
calidad del endoso, en su caso.

19
a. Nombre del endosatario: si se quiere dejar una constancia que el documento se endosó
a B, puede incluirse el nombre de B. Si no se incluye el nombre, queda como un endoso
en blanco.

b. “Endosado al portador”: esto equivale a un endoso en blanco.

c. Fecha del endoso: la ley entiende que si no se indica, el endoso tuvo lugar antes de la
fecha de vencimiento del documento.

d. Lugar: si no se dice nada, se presume que el endoso tuvo lugar en el domicilio del
endosante.

El hecho que aparezca la identidad de los endosantes anteriores facilita bastante el ejercicio de
las acciones de responsabilidad con los endosantes.

F.1.2. Requisitos de fondo del endoso

1. El endoso debe ser puro y simple 12, no pudiendo estar sujeto a condición. Si el endoso pudiera
ser condicional, entonces la certeza propia de los títulos de crédito se vería afectada (ppio de
literalidad).

2. El endoso debe ser total: el portador de un documento por un monto X no puede endosarlo por
un monto inferior. Esto es de toda lógica, dado que el endoso se materializa por la firma y la
entrega y el título no es divisible.

Otra cosa es que A endose a B un título en que consta una prestación pecuniaria superior a lo
que A debe a B, en cuyo caso no habría problema en que se acuerde entre las partes que una vez
que B cobre el título le restituya la diferencia a A.

3. El endoso debe ser efectuado por el tenedor legítimo del documento 13: para saber si un
tenedor es legítimo habrá que verificar que el endosante aparezca como el beneficiario del
El endoso en que se omite el lugar de su otorgamiento, se presume hecho en el domicilio del endosante; y el endoso sin
fecha, se presume extendido antes del vencimiento de la letra.

Artículo 23.- El endoso firmado por el endosante que no contenga el nombre del endosatario, es endoso en blanco.

La sola firma del endosante constituye también endoso en blanco.


12
Artículo 19.- El endoso debe ser puro y simple. Toda condición a la que se subordine el mismo se reputa no escrita. El
endoso parcial no produce efecto alguno.

El endoso al portador vale como endoso en blanco.


13
Artículo 26.- El tenedor de una letra de cambio se considera portador legítimo si justifica su derecho por una serie no
interrumpida de endosos, aunque el último esté en blanco.

Para este efecto, los endosos tachados o borrados se tienen por no escritos. Cuando a un endoso en blanco sigue otro
endoso, se reputa que el firmante de éste ha adquirido la letra por el endoso en blanco.

20
documento. Pero si el documento ya ha circulado, solo habrá que verificar que haya una cadena
ininterrumpida de endosos en que se hayan cumplido los requisitos. Basta la apariencia formal
de que ha habido una serie de endosos ininterrumpidos (basta que estén las firmas).

Por ejemplo, si se suscribió un pagaré a la orden de A y C ve que quien se lo está endosando es


B, entonces sabrá que B no es un tenedor legítimo.

Tampoco habrá tenedor legítimo cuando la cadena de endosos está interrumpida. Esto significa
que algún endosante agregó la frase “no endosable”. Esta frase será añadida por un endosante
para evitar que su responsabilidad vaya más allá. Sin embargo, esto no es muy común.

F.2. Endoso traslaticio de dominio

Por el endoso traslaticio de dominio, se transfiere el dominio del documento y, por lo tanto, del
derecho a cobrar la prestación pecuniaria que consta en el documento. Ésta es la regla general:
mientras no se acompañe una frase que diga que el endoso se ha hecho en comisión de cobranza o
se ha dado en prenda, se entiende que el endoso es traslaticio de dominio 14.

El art. 25 establece que el endosante que ha transferido el dominio del documento es responsable
solidario de los efectos de la falta de pago del pagaré. Esto es lo que se conoce como la
responsabilidad solidaria del endosante por la falta de pago.

Artículo 25.- El endoso traslaticio de dominio garantiza la aceptación y pago de la letra y


el o los endosantes serán solidariamente responsables de los efectos de la falta de
aceptación o pago, salvo estipulación en contrario estampada en el dorso mismo.

El endosante puede prohibir un nuevo endoso y, en tal caso, no responde ante los
endosatarios posteriores de la letra.

Artículo 79.- Todos los que firman una letra de cambio, sea como libradores, aceptantes o
endosantes, quedan solidariamente obligados a pagar al portador el valor de la letra, más
los reajustes e intereses, en su caso.
(…)

Sin embargo, la responsabilidad solidaria del endosante por la falta de pago no es esencial. Si el
endosante quiere excluir su responsabilidad, puede entonces endosar sin responsabilidad colocando
alguna frase o término que indique que no asume la responsabilidad del art. 25. Ésta podría ser, por
ejemplo, “sin responsabilidad”, “sin garantía” u otra equivalente. En la práctica, es muy raro que se
haga esta limitación de responsabilidad, ya que difícilmente alguien aceptaría un documento en
tales condiciones por la pérdida de valor que implicaría para el endosatario.

14
Artículo 21.- El endoso que no exprese otra calidad es traslaticio de dominio y transfiere al endosatario todos los
derechos que emanan de la letra. Importa mandato para el cobro, cuando contiene la cláusula "valor en cobro", "en
cobranza" u otra equivalente. Importa constitución en prenda cuando incluye la cláusula "valor en prenda", "valor en
garantía" u otra equivalente.

21
Si por alguna razón llegase a ocurrir – cosa que es muy difícil que pase – que el documento siga
circulando a pesar de que diga “no endosable”, el endosante que incluyó esta frase no responderá
ante endosatarios posteriores.

El otro caso en que no habrá responsabilidad del endosante será cuando el documento esté vencido.
Los títulos de crédito vencidos no pueden seguir endosándose con los mismos efectos que el
endoso, sino que solo con los efectos de una cesión ordinaria de créditos. Si se endosa un
documento vencido, el endosante no será responsable. El cedente de un crédito solo responde de la
existencia del crédito, pero no de la falta de pago. Por lo anterior, nunca es recomendable endosar
un documento vencido.

Artículo 32.- El endoso de una letra vencida o protestada por falta de pago no tiene más
valor ni produce otro efecto que el de una cesión ordinaria; y en este caso el cedente y el
cesionario podrán ajustar los pactos que les convengan.

Con todo, al endoso en comisión de cobranza le es siempre aplicable la norma del artículo
29.

F.2.1. El endoso en blanco

El endoso en que se omite el nombre del endosatario es un endoso en blanco. En estos casos, el
documento se está transfiriendo, en rigor, al portador. El portador del documento cuyo nombre no
está tiene tres alternativas:
1. Puede completar el endoso con su nombre

a. … y cobrar el documento cuando venza.


b. … y volver a endosarlo.

2. Puede completar el endoso con el nombre de A y entregárselo. Normalmente, el que llene el


endoso y entregue el documento tendrá otro respaldo jurídico en que conste esta entrega,
pero no dejará huella de su nombre en el documento. Esto es relevante porque significa que
no será responsable por la falta de pago.

3. Puede simplemente entregar el documento.

Artículo 24.- El endoso en blanco autoriza al tenedor para llenarlo, anteponiendo a la firma
del endosante su propio nombre o de un tercero, y para transferir la letra, sin llenar el endoso,
por la sola entrega del documento. Autoriza, asimismo, al tenedor, para endosarla en comisión
de cobranza o en prenda.

El caso emblemático donde se utiliza esto es en la compraventa de bienes raíces. Si el comprador


paga en el acto de otorgar la escritura de compraventa corre el riesgo de que después en el
conservador haya algún problema y no se pueda efectuar la inscripción. El comprador al momento
de otorgar la escritura de compraventa puede resguardarse de ese riesgo dejando constancia del

22
pago del precio en la misma escritura y dejando un certificado de depósito bancario emitido a la
orden del comprador, endosado en blanco, en la notaría junto con unas instrucciones notariales que
señalen que se ha dejado en custodia del mismo notario el certificado endosado en blanco y que, si
se le acredita al notario que la propiedad a la cual se refiere la compraventa celebrada ante él se ha
inscrito al nombre del comprador, entregue el certificado de depósito bancario al vendedor. A su
vez, si el bien raíz no se pudo inscribir, las instrucciones también tendrán una solución para esta
hipótesis: si transcurrido un cierto plazo se le acredita al notario que la solicitud de inscripción fue
rechazada, deberá devolver el documento al comprador contra la firma de una escritura de
resciliación. Dado que el depósito está endosado en blanco existe flexibilidad para ambas opciones.
La misma situación que se ha descrito ocurre en el caso de compraventa y cesión de derechos de
una SRL. En este caso, el riesgo que el cesionario querrá precaver será el de la no realización de la
inscripción y publicación correspondientes.

F.3. Endoso en cobranza

En el endoso en cobranza, el endosante simplemente endosa el documento para que el endosatario


cobre el documento en representación y por cuenta del endosante. El endoso en cobro es siempre
procedente, aún cuando el documento sea no endosable, nominativo o se encuentre vencido.

(Art. 18 inc. 1º parte final) En todo caso, puede endosarse en comisión de cobranza.

(Art. 29 inc. 3º) La letra nominativa o no endosable es susceptible de endoso en cobro.

(Art. 32 inc. 2º) Con todo, al endoso en comisión de cobranza le es siempre aplicable la
norma del artículo 29.

El endoso en cobro es un asunto muy práctico para los extranjeros. Existen ciertas normas en el
derecho tributario por las cuales hay que pagar impuestos “en forma anticipada” como un resguardo
que toma el Fisco ante ciertas operaciones (ej. distribuciones de dividendos). Al momento de la
devolución, lo que hace la TGR es emitir un cheque nominativo contra la cuenta del Fisco en el
Banco Estado a nombre de la entidad extranjera. Para efectos de cobrar este título nominativo, la
entidad extranjera tiene un problema porque no tiene cuenta en Chile por lo que su posibilidad de
cobrar el cheque se ve enormemente dificultada. Una alternativa que tiene la empresa es mandar a
un representante a cobrar el cheque en la ventanilla del banco. Pero lo que hace la entidad extranjera
es endosar el cheque nominativo a un banco en Chile, quien lo cobra como endosatario en cobranza,
lo liquida en dólares y lo manda al extranjero.

18-04

El endoso en cobro se realiza por la firma al dorso con alguna frase que dé a entender que se trata
de un endoso en cobro (en la práctica se usa la expresión “endosado en cobro”), sin que sea
necesario celebrar un mandato por escritura pública. Además, normalmente se colocará el nombre
del endosatario. El art. 21 se refiere a distintas expresiones que se pueden utilizar: Importa mandato
para el cobro, cuando contiene la cláusula "valor en cobro", "en cobranza" u otra equivalente.

23
En caso de problemas de fondo que podrían presentarse, habrá que estar precisamente a la
regulación sustantiva aplicable. Por ejemplo, desde el punto de vista del derecho de fondo, el
mandato civil se extingue por la muerte del mandante, pero no así en el mandato mercantil (art. 240
CCom) y hay que recordar que todo lo relativo a los pagarés y letras de cambio es mercantil (art. 3º
Nº 10 CCom).

Artículo 29.- El endoso que contenga la cláusula "valor en cobro", "en cobranza" o
cualquiera otra mención que indique un simple mandato faculta al portador para ejercitar
todos los derechos derivados de la letra de cambio, salvo los de endosar en dominio o
garantía. El endoso practicado por el endosatario en cobro sólo produce los efectos
propios del endoso en cobranza.

El endosatario en cobranza puede cobrar y percibir, incluso judicialmente, y tiene todas


las atribuciones propias del mandatario judicial comprendidas también aquellas que
conforme a la ley requieren mención expresa. Con todo, el mandatario sólo puede
comparecer ante los tribunales en la forma que exige la ley.

La letra nominativa o no endosable es susceptible de endoso en cobro.

Facultades del mandatario:


1. Cobrar y percibir: el que paga al mandatario, paga bien.

2. Judicial y extrajudicialmente: el mandatario puede iniciar una acción judicial en nombre del
mandante.

a. Para efectos de la representación judicial, el endosatario en comisión de cobranza


contará por ley no solo con las facultades normales del mandato judicial, sino que
también con las facultades extraordinarias del art. 7º inc. 2º del CPC.

b. En el caso típico de las empresas de cobranza (endosatario en comisión de


cobranza), éstas deben otorgar un nuevo mandato para dar patrocinio al abogado
habilitado para el ejercicio de la profesión. Este mandato judicial puede ser
constituido por un mero nuevo endoso en comisión de cobranza y no se requiere
seguir las formalidades del art. 6º del CPC.

Al momento que el endosatario en cobranza vaya a cobrar el pagaré al suscriptor, tendrá plena
aplicación el principio de inoponibilidad de las excepciones del art. 28. Asimismo, cualquier otra
deuda pendiente entre el suscriptor y el endosatario en cobranza no tendrá relevancia alguna para el
cobro del pagaré.

Como todo mandatario, el endosatario en cobranza asume la responsabilidad de realizar las


diligencias necesarias para conservar los derechos del mandante. Esto significa que debe cobrar
cuando corresponda y hacer las demás diligencias necesarias en tiempo y forma (protesto, demanda,

24
interrupción de la prescripción). Si es necesario hacer el protesto, deberá gestionarlo para no perder
las acciones contra los demás endosatarios de la cadena.

F.4. Endoso pignoraticio o en garantía / prenda

Artículo 30.- El endoso en garantía faculta al portador para ejercer todos los derechos
emanados de la letra, cobrarla judicial y extrajudicialmente y aplicar sin más trámite su
valor al pago de su crédito, con obligación de rendir cuenta al endosante. Sin embargo, a
menos que se establezca lo contrario, el endosante no responde de la aceptación o pago de
la letra. Mientras el endosatario mantenga la letra en su poder, debe practicar todas las
diligencias necesarias para conservar los derechos emanados de ella.

El endoso hecho por el endosatario en garantía, sólo vale como endoso en cobro.

La disposición del artículo 28 es aplicable al endoso en garantía.

El portador del documento puede constituirlo en garantía de una obligación propia o ajena, de
manera que el acreedor de la obligación pasará a ser el endosatario en prenda. No es parte del
endoso dejar constancia de la obligación que se está garantizando.

El endoso en prenda se efectúa por la firma al dorso acompañada de alguna expresión que indique
que se trata de un endoso en prenda, como las señaladas en el art. 21: Importa constitución en
prenda cuando incluye la cláusula "valor en prenda", "valor en garantía" u otra equivalente.

Si el pagaré no es endosable no será posible constituir el pagaré en garantía por la vía del endoso en
prenda, pero sí se podrá prendar el crédito según las reglas generales del derecho común sobre la
constitución de una prenda sobre derechos personales.

El acreedor que se constituye en endosatario en prenda tendrá la facultad de cobrar y percibir


judicial y extrajudicialmente el pagaré. Sin embargo, en este caso la ley no le otorga todas las
facultades del art. 7º. Pero, en realidad sí las tiene porque el endosatario en prenda actúa por un
derecho y por cuenta propia y no en representación del endosante en prenda. El acreedor originario
tiene las facultades del art. 7º per se. El endosatario en prenda cobrará e imputará lo recibido a su
crédito, para luego rendir cuenta al endosante en prenda (deberá devolver el exceso al endosante).

Por reglas generales, el acreedor prendario tiene la obligación de conservar la cosa dada en prenda.
En el caso del endosatario en prenda, esta obligación se traduce no solo en una conservación
material del documento, sino que también en cobrar, gestionar el protesto, demandar efectivamente
e interrumpir la prescripción (conservar el valor de lo dado en prenda).

Una vez más, en el caso del endoso en prenda es aplicable la inoponibilidad de las excepciones del
art. 28. El suscriptor no podrá oponer al acreedor prendario que ejecuta la prenda (cobra el pagaré)
las excepciones que tendría en contra del endosante ni contra cualquier otro portador de la cadena
de endoso. Esto reafirma el valor de esta prenda.

25
Para cobrar judicialmente, el endosatario en prenda deberá actuar a través de un abogado y, para
facilitar la constitución del mandato judicial, se le permite endosar en cobranza el documento.

F.5. Endoso retorno

En portador de un documento puede endosar el documento a cualquier persona, incluyendo al


mismo endosante. Esto es lo que la doctrina denomina el endoso retorno. Eventualmente, es posible
concebir una situación en que el mismo suscriptor haya adquirido el pagaré por endoso. En este
caso, al momento del vencimiento del pagaré, se producirá una confusión.

F.6. Circulación del pagaré cuando no es endosable

Si bien el endoso es la regla general, puede ser que el pagaré no sea endosable o sea nominativo.

Cuando el pagaré es nominativo circula según las reglas generales de cesión de créditos, lo que
significa una traba adicional (notificación, aceptación del deudor, ministro de fe, etc). 15 El
cesionario va a pasar a ser el portador legítimo del documento, no porque se lo endosaron y
entregaron, aunque igual se requiere que el título en que consta el crédito cedido sea entregado
físicamente al cesionario. Así, el cesionario podrá ejercer todas las acciones cambiarias, ceder el
documento y cobrarlo. Si lo cobra no lo hará según las reglas generales de derecho común, que se
aplican para la circulación del documento, sino que se cobrará como título de crédito, y por lo tanto
el cobro estará sujeto a las normas y principios cambiarios (art. 79 y ss 16). Estas normas no
distinguen si quien ejerce el derecho a cobro lo adquirió por vía de endoso o por cesión de créditos.
Hay cierta doctrina que plantea que si el documento circula por cesión de créditos, para efectos de
ejercer acciones de cobro, se tendrán que ejercer acciones ordinarias de cobro del derecho común.
Sin embargo, el profesor no está de acuerdo con este planteamiento, que no tiene asidero en la
jurisprudencia.

El cesionario que adquirió el crédito por vía de la cesión de créditos es la garantía de la


responsabilidad solidaria establecida en el art. 25. La solidaridad es excepcional, y por lo tanto se
debe interpretar de forma restrictiva, y así la norma del art. 25 aplica solo a los endosos.

La ley busca evitar restricciones a la circulación. El art. 57 establece como principio general que no
puede prohibirse ni entrabarse por resolución judicial el pago o circulación de los títulos de créditos.
Si se admite que se pueda decretar medidas precautorias o embargos respecto del crédito, en el
contexto de un juicio específico contra el tenedor del crédito.

G) EL AVAL

15
Art. 61 y ss CCom.
16
Además se aplican los principios generales como la inoponibilidad de las excepciones, la independencia de la firma,
etc. (art. 7 y 18 Ley Nº18.092).

26
Artículo 46.- El aval es un acto escrito y firmado en la letra de cambio, en una hoja de
prolongación adherida a ésta, o en un documento separado, por el cual el girador, un
endosante o un tercero garantiza, en todo o en parte, el pago de ella. La sola firma en el
anverso de la letra o de su hoja de prolongación constituye aval, a menos que esa firma sea
del girador o del librado. Otorgado en el dorso debe contener, además de la firma del
avalista la expresión "por aval" u otra equivalente.

Otorgado en documento separado debe, además de la firma del avalista, expresar que el
acto es un aval e identificar claramente la letra a la cual concierne. Los derechos que
emanan de un aval otorgado en instrumento separado, no se transfieren por endoso.

El acto que no reúna los requisitos señalados en este artículo, no constituye aval.

Artículo 47.- El aval puede ser limitado a tiempo, caso, cantidad o persona determinada; y
en tal evento, sólo producirá la responsabilidad que el avalista se hubiere impuesto.

Concebido el aval sin limitaciones, el avalista de la letra de cambio responde del pago de
ella en los mismos términos que la ley impone al aceptante.

El aval es una garantía personal, que está definida en el art. 46 inc. 1º. Este concepto no se debe
confundir con el nombre de quien otorga la garantía, que es el avalista. El aval puede ser entregado
por cualquier persona, por ejemplo, puede ser alguno de los de la cadena, aunque generalmente lo
otorga un tercero.

Al igual que en el endoso se menciona que es un escrito. Sin embargo, no es necesario que sea un
acto escrito, sino que lo mínimo es que haya una firma. El aval es solemne, y la solemnidad consiste
en la firma del avalista. Basta la sola firma del avalista en el anverso del documento o en el anverso
de la hoja de prolongación. A pesar de que en el anverso basta la sola firma, en general se establece
que se trata de un aval, a pesar de no requerirse como solemnidad. Cuando el avalista firma en el
dorso del documento la ley exige que se dé alguna indicación que se trata de una aval, para que no
se confunda con el endoso. A pesar de que solo basta la firma, en general se individualiza al avalista
para poder cobrarle. Hay casos en que se agrega la fecha, el lugar, etc.

Además de las menciones necesarias para constituir el aval, la ley permite otras menciones (art. 47):
1. Especificar a quien se está avalando, ya que si nada se dice se estará avalando al suscriptor.
Puede ser que la intención del avalista sea constituirse en avalista de alguno de los de la
cadena.

2. Limitar el aval a un acreedor a cuyo favor se constituye el aval, por lo que si se cede el
pagaré no respondería el avalista.

27
3. Establecer un límite del aval respecto al tiempo.

4. El avalista puede estar limitado hasta una determinada suma (aval parcial). Esto produce un
problema práctico, ya que el avalista que pagó quiere conservar el documento, pero el
acreedor quiere conservarlo para poder cobrar el resto.

5. El aval puede ser limitado a caso, que significa que se establece una condición, ej. se
constituye en avalista en caso que el suscripto fallezca. Al sujetar al aval a una condición se
incluye un elemento extra cambiario, lo que atenta contra el principio de la literalidad.

Las obligaciones que emanan de un pagare garantizadas por un avalista pueden también estar
aseguradas con otras garantías extra-cambiarias que consten en un documento aparte conforme a
sus propias normas (ej. prenda, hipoteca, fiador, co-deudor, etc.). El aval es una garantía propia de
los títulos de crédito y del mundo cambiario, no del derecho común.

G.1. Relaciones entre el aval y la fianza

El aval es una garantía distinta de la fianza, a pesar de haber algunas semejanzas entre ambas.

1. Como todas las obligaciones cambiarias, el aval se constituye por un acto unilateral, que
consiste en la firma del avalista, y según donde se ubique junto con la mención de que es un
avalista. En cambio la fianza es un contrato, consensual en el derecho civil y solemne en el
derecho comercial.

2. En la fianza hay una sola obligación, que el fiador la debe de forma subsidiaria (art. 2355
CC). En cambio en el aval, el avalista contrae una obligación propia, autónoma de la del
suscriptor, por lo que hay dos obligaciones cambiarias con dos deudores distintos. Cuando
el cesionario le cobra al avalista, este no puede presentar las excepciones y defensas propias
del suscriptor (ej. incapacidad, persona falsa, compensación), ya que rige el principio de la
inoponibilidad de las excepciones (art. 28). En el caso de la fianza, al ser una sola
obligación, cualquier defensa que opere respecto del deudor principal puede ser opuesta por
el fiador.

3. El fiador goza del beneficio de excusión (art. 2357 CC). El avalista que se constituye sin
ningún tipo de limitación no goza del beneficio de excusión, pasa a ser un deudor en la
misma posición jurídica que el aceptante o suscriptor (art. 47 inc. 2).

4. Cuando el fiador paga, se subroga en los derechos del acreedor (art. 1610 y 1612). El fiador
jurídicamente ejerce las mismas acciones que tenía el acreedor, pudiendo así el deudor
principal oponer las excepciones que tenía contra el acreedor. Cuando el avalista paga tiene
una acción propia, que es la acción cambiaria de reembolso del art. 82 inc. 3, con la cual
puede demandar al suscriptor para que le reembolse lo que pago, y el deudor no puede
oponer las excepciones que tenía contra el acreedor (art. 28).

28
Como cualquier acto cambiario, el aval debe constar en el título respectivo (anverso, dorso, u hoja
de prolongación). Pero también se contempla, excepcionalmente, que el aval pueda constar en un
documento separado (art. 46). Esto repugna con la necesariedad del documento, el ppio de
literalidad, etc. La jurisprudencia ha señalado que en este caso, no habrá un acto cambiario ni un
aval propiamente tal, sino que lo que hay es una fianza solidaria, la cual se rige por las normas
respectivas del derecho común.

Por último, la responsabilidad que asume el avalista que simplemente firmó es sin limitaciones, de
manera que responde en los mismos términos que el suscriptor del pagaré (art. 47). El pagaré pasará
a tener dos deudores directos, contra quienes se podrá ejercer la acción cambiaria directa. En
definitiva, el avalista en general es mirado como un nuevo suscriptor.

H) LAS ACCIONES CAMBIARIAS


(arts. 79 – 87)

En general, las acciones cambiarias corresponden a aquellas acciones que puede ejercer el tenedor,
portador legítimo o acreedor cambiario – dependiendo de la ley de circulación aplicable – de un
pagaré, para exigir judicialmente el pago de su importe respecto de las personas obligadas a su
pago, en virtud de su firma.

Antes de revisar las acciones en particular, hay que referirse a la llamada solidaridad cambiaria.

H.1. Solidaridad cambiaria

Artículo 79.- Todos los que firman una letra de cambio, sea como libradores, aceptantes 17
o endosantes18, quedan solidariamente obligados a pagar al portador el valor de la letra,
más los reajustes e intereses, en su caso.

Si no se realiza en tiempo y forma el protesto por falta de pago, caducarán las acciones
cambiarias que el portador pueda tener en contra del librador, endosante y los avalistas de
ambos. No obstante, no caducarán estas acciones en caso de quiebra del librado o
aceptante ocurrida antes del vencimiento, o de haberse estampado en la letra la cláusula
"devuelta sin gastos" o "sin protesto".

Para que el tenedor del pagaré pueda ejercer las acciones contra cualquiera que no sea el suscriptor
o su avalista, al menos se debe acreditar – sin ninguna formalidad – que se hizo algún intento de
cobro en contra del suscriptor. Esto no es una cobranza judicial o que deba seguir alguna formalidad
especial, sino que sigue tratándose de una hipótesis de solidaridad (el art. 52 establece simplemente
que el portador debe presentar la letra para el pago). De hecho, hay cierta jurisprudencia que
incluso ha sostenido que no sería necesario hacer dicho intento.

17
O, podemos decir, como suscriptores.
18
O como avalista sin limitaciones.

29
Sin embargo, si el pagaré no está exento de la obligación de efectuar protesto (no incluye la
mención “sin necesidad de protesto” u otra similar), el requerimiento de cobro será más formal y
deberá efectuarse mediante el protesto. Esto tampoco es una gestión judicial, pero si el portador del
pagaré no cumple con su carga de realizar la gestión formal del protesto 19 en tiempo y forma,
perderá sus acciones contra los “deudores intermedios”.

H.2. Acción cambiaria directa

Ésta la ejerce el portador o tenedor legítimo (legitimado activo), según la ley de circulación. El
legitimado pasivo es el suscriptor o deudor directo y su avalista sin limitaciones. Cuando existen
avalistas del suscriptor, podemos decir que estamos frente a una solidaridad absoluta, ya que no
existe ninguna carga de hacer el protesto u otra gestión de cobro.

H.3. Acción cambiaria de regreso

La acción cambiaria de regreso es aquella que se ejerce contra cualquiera de los “deudores
intermedios” u “obligados de regreso”, cuando uno va de regreso en la cadena cambiaria (de ahí su
nombre doctrinal).

Hay que recodar que un endosante puede excluir su responsabilidad al realizar el endoso con esta
mención o prohibiendo endosos posteriores (art. 25), de manera que quedará excluido de la acción
de regreso.

H.4. Acción de reembolso

Cuando un obligado intermedio o de regreso ha pagado el monto del pagaré al portador legítimo
que lo cobró, podrá luego dirigirse con una acción de reembolso en contra de cualquiera de los
portadores anteriores en la cadena, el cual a su vez podrá dirigirse por el reembolso contra otro
portador anterior, y así sucesivamente hasta llegar al suscriptor. Si el último en pagar fue el avalista
sin limitaciones del suscriptor, podrá también dirigirse contra el suscriptor. Por lo tanto, podemos
decir que los legitimados activos de esta acción son todos los obligados de regreso y el avalista sin
limitaciones del suscriptor.

Artículo 82.- El librador o el aceptante que pagare la letra no tendrán acción cambiaria de
reembolso entre sí, ni en contra de los demás firmantes de la letra.

El endosante que paga la letra tendrá acción cambiaria de reembolso a su elección en


contra del librador, aceptante y endosante anteriores y de sus avalistas.

El avalista que paga la letra tendrá acción cambiaria de reembolso en contra de la


persona a quien él ha garantizado y de los demás firmantes de la letra respecto de los
cuales tuviere acción cambiaria de reembolso la persona avalada.

19
El protesto es la manifestación solemne del cobro al suscriptor que se efectúa por medio de un notario.

30
Se aplicará a los avalistas conjuntos la norma establecida en el artículo 2378 del Código
Civil.

Artículo 83.- El titular de la acción cambiaria de reembolso puede reclamar a las personas
obligadas a éste:

1.- La suma íntegra que hubiere desembolsado con arreglo a la ley. Esta suma se
reajustará desde la fecha del desembolso hasta la del reintegro, con arreglo a las normas
del artículo 14; y

2.- Los intereses corrientes sobre la cantidad que resulte de la aplicación del número
anterior, calculados desde la fecha del desembolso hasta la de su reintegro.

Quien paga, para ejercer la acción de reembolso, deberá acreditar que pagó. Esto lo podrá acreditar
porque tendrá el título en sus manos, en el cual constará la estampa del recibo (arts. 86 y 54 20).

Artículo 86.- Pagada la letra de cambio, el portador otorgará recibo de la misma y la


entregará al pagador.

En caso de pago parcial, el obligado de regreso que pagó podrá de todos modos ejercer la acción de
reembolso por el monto pagado. En este caso, al que pagó parcialmente se le entregará una copia
autorizada por notario del pagaré con constancia del recibo.

Artículo 85.- En los casos de pago parcial, cuando fuere procedente, el pagador sólo
tendrá derecho a exigir que aquél se haga constar en la letra y que se le entregue copia
íntegra del documento, certificada por notario. Esta copia de la letra tendrá el mismo valor
que el documento original para los efectos de las acciones cambiarias.

H.5. Prescripción

La acción directa y la acción de regreso (algunos hablan de una gran acción de cobro) vencen
dentro de un año contado desde la fecha de vencimiento del pagaré (desde que la obligación de
pago se hizo exigible).

Artículo 98.- El plazo de prescripción de las acciones cambiarias del portador contra los
obligados al pago es de un año, contado desde el día del vencimiento del documento.

20
Artículo 54.- El librado que paga la letra de cambio puede exigir que ésta se le entregue con la constancia del pago.

El portador no puede rehusar un pago parcial. Después de vencida la letra podrá rechazarlo si fuere inferior a la mitad
del valor del documento. El librado puede exigir que se haga mención de este pago en la letra, y, además, que se le
otorgue recibo. El portador puede protestar la letra por el saldo no pagado.

31
Si el pagaré vence un 31 de diciembre, un sábado, un domingo u otro día feriado, por aplicación del
art. 111 del CCom y del art. 51 de la Ley Nº 18.092, se prorroga su vencimiento al día hábil
siguiente, a partir del cual correrá el plazo de prescripción de un año. Por lo tanto, si el 31 de
diciembre cae un día jueves, se entenderá que el pagaré vence el día lunes siguiente.

¿Qué ocurre con los pagarés a la vista que no tienen fecha de vencimiento? Sin perjuicio de lo que
se podría pensar al leer el art. 49 21, el criterio conservador es que la prescripción es de un año desde
la fecha de la suscripción o giro. Éste es el criterio que ha sido refrendado por la jurisprudencia.

La acción cambiaria, sea ordinaria o ejecutiva, el plazo será el mismo. Ha habido varios fallos que
han rechazado el ejercicio de acciones cambiarias en un juicio ejecutivo después del plazo de 1 año.

En cuanto a la acción de reembolso, ésta prescribe en un plazo de 6 meses contados desde la fecha
del pago. Cada una de las acciones de reembolso prescriben independientemente.

Artículo 99.- Las acciones de reembolso de que trata el artículo 82 prescriben en el plazo
de seis meses contados desde el día del pago cuyo reembolso se reclama.

H.5.1. Suspensión de la prescripción

Artículo 101.- En los demás, la prescripción de las acciones provenientes de la letra de


cambio, se rige por las reglas generales del Código de Comercio.

El art. 101, en relación a la suspensión, está apuntando al art. 822 del CCom. Y conforme a dicho
artículo, no se suspende la prescripción, ya que la lógica del derecho mercantil prefiere optar por la
consolidación de las situaciones jurídicas que por la protección a ciertos acreedores.

H.5.2. Interrupción de la prescripción

Artículo 100.- La prescripción se interrumpe sólo respecto del obligado a quien se


notifique la demanda judicial de cobro de la letra, o la gestión judicial necesaria o
conducente para deducir dicha demanda o preparar la ejecución.

Igualmente se interrumpe respecto del obligado a quien se notifique para los efectos
establecidos en los artículos 88 y 89.

Se interrumpe, también, respecto del obligado que ha reconocido expresa o tácitamente su


calidad de tal.

21
Si bien la ley dice que el título es pagadero a su presentación o desde que se presenta a cobro, de manera que uno podría
señalar que desde esta presentación es exigible la obligación, el plazo de prescripción no se cuenta desde que el título se
presenta a cobro.

32
Esta norma repite la misma lógica del art. 2518 del Código Civil.

Interrupción civil: notificación de la demanda judicial de cobro o notificación de la gestión judicial


necesaria o conducente para deducir la demanda de cobro o preparar la ejecución. El mismo art. 434
Nº 4 del CPC contempla la gestión preparatoria de reconocimiento de firma. Dado que en la
práctica muchos deudores tachan de falsa maliciosamente su firma, el art. 110 de la Ley Nº 18.092
establece una sanción penal para estos casos.

Artículo 110.- Cualquiera persona que, en el acto de protesto o en la gestión preparatoria


de la vía ejecutiva tachare de falsa su firma puesta en una letra de cambio o pagaré y
resultare en definitiva que la firma es auténtica, será sancionada con las penas indicadas
en el artículo 467 del Código Penal, salvo que acredite justa causa de error o que el título
en el cual se estampó la firma es falso.

Interrupción natural: reconocimiento expreso o tácito de la existencia de la obligación cambiaria.


El caso típico es cuando se hacen abonos.

En el derecho civil, existiendo una obligación solidaria, la interrupción de la prescripción perjudica


a todos los codeudores solidarios (art. 2519). En cambio, en el derecho cambiario ya no se mira la
situación como una sola obligación con varios deudores, sino que como varias obligaciones
distintas. Por lo tanto, si opera la interrupción de la prescripción respecto de un deudor, no opera
respecto de los demás (autonomía e independencia de las obligaciones y firmas). De ahí que
normalmente el portador del pagaré que lo quiera cobrar demandará a todos o varios de los
obligados de regreso y al suscriptor, sin que ninguno pueda oponer la litispendencia. Si uno paga,
ahí sí se podrá oponer la excepción real de pago.

Asimismo, si el portador pacta una prórroga del plazo con el suscriptor, esta prórroga será
inoponible a los demás deudores intermedios (autonomía e independencia de las obligaciones y
firmas; art. 1622).

H.6. Defensas del demandado

En general, hasta ahora nos hemos referido a la posición del portador o tenedor legítimo del
documento. Pero, desde el punto de vista del demandado que es requerido de pago, éste puede
oponer las siguientes defensas:

1. Excepciones personales suyas contra el demandante (ej. compensación).

Artículo 28.- La persona demandada en virtud de una letra de cambio no puede


oponer al demandante excepciones fundadas en relaciones personales con
anteriores portadores de la letra.
22
Artículo 16.- Cualquiera de los obligados al pago de una letra puede, mediante una nueva firma, consentir en una
alteración de su texto, quedando obligado en los nuevos términos que se indiquen.

33
2. Excepciones reales:

a. Ej. pagaré no cumple con sus formalidades, requisitos y menciones.


b. Ej. endoso no cumple con sus formalidades.
c. Ej. avalista señala que el aval no cumple con las formalidades.

3. Art. 7º: por algún motivo, la obligación particular del demandado no es válida, sin perjuicio
de que el tenedor podrá demandar a los demás.

Artículo 7°.- La incapacidad de alguno de los signatarios de una letra de cambio,


el hecho de que en ésta aparezcan firmas falsas o de personas imaginarias, o la
circunstancia de que, por cualquier motivo, el título no obligue a alguno de los
signatarios o a las personas que aparezcan como tales, no invalidan las
obligaciones que derivan del título para las demás personas que lo suscriben.

4. Falta de personería: RG del mandatario que se excede de sus facultades o actúa sin poder
alguno. Nuevamente, esta excepción es sin perjuicio de que el tenedor podrá demandar a los
demás deudores intermedios.

Artículo 8°.- La persona que firma una letra de cambio como representante o a
ruego de otra, de la que no tiene facultad para actuar, se obliga por sí misma en
virtud de la letra; y si hubiere pagado tendrá los mismos derechos que tendría el
supuesto representado.

La misma regla se aplica al representante que se ha excedido en sus poderes.

5. Quien tiene el pagaré conoce o debía conocer que el pagaré se adquirió de forma
irregular  ej. banco debía conocer que su ejecutivo adquirió el pagaré de forma irregular.

Artículo 27.- El portador legítimo de una letra no puede ser privado de ella, salvo
que se pruebe que la adquirió de mala fe o que no pudo menos de conocer su
origen irregular.

Sabemos que el pagaré puede ser novatorio o simplemente suscribirse para facilitar el pago de una
obligación subyacente (RG del art. 12). Lo que ocurre normalmente es que en esta dualidad, el
acreedor ejercerá la acción cambiaria. La doctrina ha entendido – y normalmente opera así – que el
acreedor debe ejercer primero la acción cambiaria y solo si ella se ha visto frustrada podrá ejercer la
acción propia de la obligación causal. Por lo tanto, el acreedor cambiario tendrá 1 año para ejercer

34
la acción cambiaria y el plazo que corresponda para ejercer la acción que emana de la obligación
subyacente.

Además, la doctrina ha señalado que si el beneficiario de un pagaré suscrito solo para facilitar el
pago de una obligación subyacente lo pone en circulación, no puede después exigir además el
cumplimiento de la obligación causal al mismo suscriptor-deudor. Sin embargo, no hay norma al
respecto. Por lo tanto, si el deudor paga la obligación subyacente y luego un tercero le cobra el
pagaré porque el beneficiario lo puso en circulación, entonces el deudor que pague el pagaré podrá
dirigirse en contra de su acreedor por enriquecimiento sin causa.

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