COMUNICACIÓN II

Nuevas Masculinidades

https://psicologiaymente.com/social/nuevas-masculinidades .
Guzmán Martínez, Grecia. (2018). Adaptación con fines educativos.

Entre los aportes y las controversias que han emergido a partir de los
planteamientos feministas ha surgido una línea de investigación y acción,
que empieza a ser conocida como “Nuevas Masculinidades”, que ha permitido
tanto replantear distintas prácticas relacionadas con el género como comprender
de manera más específica las subjetividades masculinas que se han consolidado
como hegemónicas y en ocasiones violentas. A continuación, se esbozarán
algunos antecedentes y propuestas que han emergido, así como campos de
acción importantes.

“Los enfoques de género provocan malestar. Incomodan porque cuestionan

nuestros lugares en el mundo, nos obligan a reacomodar posiciones subjetivas, es
decir, identidades y relaciones entre unas y otros. En este sentido, son malestares
que generan una ‘incomodidad productiva’ “(Sánchez, 2017). La reafirmación de la
virilidad a través de la violencia hacia la mujer muestra que el asumir ciertos roles
de manera diferenciada provoca entre los propios hombres una crisis que se ha
puesto actualmente en evidencia a través de los enfoques de género, ya que estos
han hecho posible comprender algunas cuestiones específicas sobre las
relaciones, las subjetividades y los malestares que se han construido a través del
binarismo de género. Hasta hace poco, el foco de atención en perspectivas de
género había estado centrado únicamente en las mujeres y en la feminidad,
mientras que la masculinidad y sus valores habían permanecido como algo
intocable y fuera de discusión. Se hizo entonces necesario crear modelos que
ofrecieran nuevos lugares y roles (más equitativos y más libres de violencia) que
no solo se enfocaran en la experiencia de la mujer.

Las Nuevas Masculinidades surgen como alternativa a la masculinidad

hegemónica, a las conductas de masculinidad dominantes que incluyen los
modelos más tradicionales de dominación por género, basados en mandatos
como “los hombres no lloran”, “siempre son valientes”, “nada femeninos”,
“incuestionablemente heterosexuales”, etc. Es decir, representan una opción a
aquellos valores, creencias, actitudes, mitos, estereotipos y conductas que
legitiman la autoridad de los hombres sobre las mujeres (y los demás que no sean
hombres heterosexuales) que han dado lugar a toda una forma de organización
política y social basada en la idea del liderazgo del varón y el predominio de su
cosmovisión sobre las demás formas de vida. Sin embargo, dicha hegemonía
también puede reproducirse en modelos que se presentan como alternativos y
nuevos (y no solo en la masculinidad tradicional), razón por la cual el propio
concepto de Nuevas Masculinidades mantiene una capacidad auto-reflexiva y
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crítica que le exige constante revisión. En suma, se conocen como Nuevas
Masculinidades porque tratan de consolidar experiencias y prácticas alternativas a
la masculinidad hegemónica.

Es bastante común que los hombres se adjudiquen la tarea de enseñar a las

mujeres qué hacer para dejar de ser violentadas, lo que suele ocurrir desde la
prohibición y la conveniencia del propio hombre: no lleves tal ropa, no salgas sola,
no hables de tal manera, etc., ante lo que muchas mujeres han explicado que las
formas de solidarizarse con las luchas están hechas desde experiencias
masculinas completamente ajenas a la violencia de género y que al final
reproducen la misma dominación. Muchos hombres también han respondido ante
esto creando caminos basados en su propia experiencia, que se traducen en
acciones políticas y terapéuticas.

Por lo tanto, en términos generales esta mirada trata de generar replanteamientos

colectivos de género (específicamente en torno a la masculinidad) como acción
política para abordar algunos fenómenos relacionados con violencias y malestares
de género, desde la experiencia masculina de los hombres. En otras palabras,
“deconstruir” la masculinidad hegemónica haciendo conciencia de las condiciones
históricas y estructurales que han generado desigualdades y violencias de género,
y consecuentemente, hacerse cargo individualmente de lo que corresponda. Por
ejemplo, asumir cuando han sido partícipes de dichas violencias y buscar en
colectivo algunas estrategias para evitarlas. O bien, poner en común la propia
vulnerabilidad haciendo explícitas las experiencias y los malestares de género; y a
partir de ahí, articularlos con las experiencias y malestares del otro género y las
sexualidades no hegemónicas.

Tarea autónoma no 1

Objetivo Instruccional
Analizar el texto estableciendo sus ideas fundamentales para su
comprensión profunda y posterior desarrollo de actividades académicas.

Actividades
1. Lea el texto analíticamente las veces que lo requiera.

Desarrolle lo siguiente:

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1.1 ¿Cuál es el tema del texto?
1.2 ¿Cuáles son las palabras clave?
2. Primer párrafo. Parafrasee: “…ha permitido tanto replantear distintas
prácticas relacionadas con el género como comprender de manera más
específica las subjetividades masculinas que se han consolidado como
hegemónicas y en ocasiones violentas”, es decir, a base de lo que
comprendió y con sus palabras explique la cita. EXPLIQUE Y NO REPLIQUE.
3. Segundo párrafo: Se asevera que los enfoques de género provocan una
“incomodidad productiva”. ¿Por qué? ¿A qué se refiere con aquello de
“productiva”.

4. Tercer párrafo: Defina, ¿qué significa la “cosmovisión” de una persona? Y

¿qué relación tiene esa palabra con el tema leído?

5. Quinto párrafo: El autor habla de “replanteamientos”. ¿Qué quiere decir?

¿Replanteamientos de qué? ¿Para qué? ¿Por qué? Explique.

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