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Michael Ricquer - WORD - Tratado Metódico de Pedagogía Instrumental PDF
Michael Ricquer - WORD - Tratado Metódico de Pedagogía Instrumental PDF
MICHEL RICQUER
He aquí ya la segunda edición del destacado tratado de Michel Ricquer. Estoy encantado
del éxito que ha tenido desde su publicación, y estoy convencido de que aún interesará a
muchos instrumentistas de viento, porque es reflejo de una necesidad.
En efecto, durante el desarrollo de mis viajes, he podido comprobar que la “columna de
aire”, sigue siendo un problema para muchos de nosotros. Esta técnica respiratoria, que
siempre he practicado, esta claramente desarrollada en la primera parte de la obra.
En lo que se refiere a la segunda parte, trata de temas que con frecuencia están
desatendidos en nuestra práctica instrumental; estos temas me parecen esenciales pues nos
permiten combatir problemas, tales como el nerviosismo ante un público, crispamientos … y
así sacar lo máximo de nosotros mismos.
Por todas estas razones, seguiré aconsejando a todos los músicos el estudio del tratado
metodológico de pedagogía instrumental de Michel Ricquer.
Maurice André
Concertista internacional
Profesor del Conservatorio Nacional de Música de París.
PRELIMINAR
Los cantantes e instrumentistas de viento, conocen términos tales como “respiración”,
“el fuelle”, “la columna de aire”, conceptos y temas que han sido objeto de numerosas
explicaciones y aclaraciones, a veces contradictorias. Estos son en cualquier caso nociones
elementales que presiden los estudios de estos músicos.
La obra de Michel Ricquer es, a mi parecer, el fruto de una larga reflexión y de una rica
experiencia.
Este tratado es, por una parte:
1. Un estudio progresivamente analizado del fenómeno de la respiración, baja o
diafragmática, y por otra parte,
2. Una reflexión sobre la capacidad de dominio de uno mismo, tan indispensable en
toda acción musical (“mens sana in corpore sano”)
Este tratado aparece en una época en que los responsables de esta enseñanza toman
conciencia de la importancia de estos aspectos en la enseñanza musical (existen ya en algunas
escuelas de música clases de expresión corporal…).
Es cierto que algunos pedagogos aducirán que no es necesario escribir tanto sobre
nociones, en resumidas cuentas, naturales y espontáneas. Pero también es verdad que la
búsqueda paciente y meticulosa de Michel Ricquer es rica no solo para jóvenes alumnos, sino
para músicos en general.
… Y el que piense que no hay ningún problema en este terreno que “tire la primera
piedra”.
Marc Bleusé
Inspector principal de música.
PREFACIO
Palpar (tocar, sentir) el aire, tocar (jugar) con él…
La respiración, juego de vida y muerte, es un movimiento sobre el que se articula todo el
lenguaje de los sonidos y silencios. Hay que encontrar la simplicidad fundamental antes de
dominar este movimiento para tocar a gusto y con gusto. Michel Ricquer sabe revelarnos las
sutiles sensaciones que nos permiten se un mismo cuerpo con nuestro instrumento.
Nos lleva al oscuro laberinto de nuestro “interior”. No hay duda de que conoce el camino
y su lenguaje es el de un guía, un buen guía.
Esta obra hace tiempo que se esperaba. La riqueza de su contenido estimulará el
pensamiento, la imaginación y el estudio instrumental de las generaciones venideras.
Una obra clave para que nuestro canto, los de nosotros, los músicos, emprendan mejor
el vuelo, más lejos, más cerca…
Jean Pierra Mather
Editor de Revista internacional “Braus-Bulletin”
El factor más importante
Para llegar al resultado deseado
Es la autodeterminación, la paciencia
Y la perseverancia.
UPANISHADE
EDMOND BOISSONNET
ÍNDICE
PREFACIO
1.CAPÍTULO 1. LA RESPIRACIÓN
8
1.1. Introducción
8
1.2. Nota a los Profesores
8
1.3. Nota a los estudiantes
9
2.LA INSPIRACIÓN
10
2.1. El emplazamiento del aire
10
2.2. Control del Cinturón abdominal
13
2.3. La Inspiración grave.
15
2.4. Conclusión
18
3.LA EXPIRACIÓN
19
3.1. La Expiración Grave
19
3.2. El empuje vertical
22
3.3. Conclusión
28
4.CAPÍTULO II - LA MÁSCARA FISIOLÓGICA
29
4.1. Advertencia a los alumnos que ya son
instrumentistas
29
4.2. La máscara fisiológica
29
4.3. Importancia de los músculos faciales
30
4.4. Postura de los labios.
32
4.5. Postura de la embocadura.
32
4.6. El ejercicio del lápiz.
33
4.7. La máscara y la respiración
33
4.8. La emisión del sonido
34
4.9. Conclusión
35
5.CAPÍTULO III . TÉCNICAS SUBJETIVAS
37
5.1. MANTENIMIENTO DE LA MÁSCARA
FISIOLÓGICA
37
5.2. Psicología de la sonoridad
38
5.3. Psicología del agudo.
39
5.4. El doble sonido.
41
5.5. Anexo al Tercer Capítulo : La respiración circular o expiración
continua.
42
RESUMEN ESQUEMÁTICO DE LA OBRA
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LA COLUMNA DE AIRE.
Para tocar un instrumento de viento con facilidad son necesarias dos bases esenciales:
1. La respiración, que será objeto de nuestro primer capítulo y que comprende, además
de la apertura de la garganta y de la posición de la lengua:
a. la inspiración, que consiste en “tragar” la cantidad de aire necesaria y su
buena colocación en un mínimo de tiempo.
2. La máscara fisiológica, segunda base esencial que será objeto de muestro segundo
capítulo. Necesita la utilización de los músculos faciales (orbicular y cigomático) para
bloquear las comisuras labiales con el fin de evitar que los labios se tensen; así
como una cierta posición de los labios que permita utilizar la potencia del régimen y
la compresión del soplo, controlando ese mismo régimen.
1.1 Introducción
Aún cuando esta primera parte esté dirigida más especialmente a los instrumentistas de
viento que forman parte de la familia de los cobres, es totalmente aplicable a los
instrumentistas que forman parte de la familia de las maderas. Sin embargo, el segundo
capítulo de este libro, referido a la “máscara fisiológica”, va dirigido a los instrumentistas que
utilizan embocadura.
Primera Lección
Contrariamente a lo que nos enseñan en gimnasia: levantar los brazos para liberar la
caja torácica durante la inspiración (es decir, la respiración costal y clavicular), nosotros los
instumentistas de viento debemos emplear esencialmente la respiración abdominal. No quiere
esto decir que proscribir la respiración costo-clavicular (intercostal), incluso aconsejamos la
práctica diaria de la respiración completa (respiración abdomino-costo-clavicular: ver segunda
parte), que conocen bien los adeptos del yoga. Aportará un bienestar físico y psíquico y sobre
todo reforzará el sistema respiratorio y aumentará su potencial. Sin embargo, esta respiración
se lleva a cabo por la nariz, mientras que los ejercicios aquí expuestos se llevan a cabo con la
boca, por una razón práctica de la que hablaremos después.
No obstante, para tocar un instrumento de viento con la mayor facilidad, más aún la
trompeta, que necesita mayor resistencia que ningún otro instrumento de la familia de los
cobres (siendo la más aguda), es indispensable utilizar esencialmente la respiración abdominal.
Dos preguntas entonces vienen al espíritu:
1. ¿por qué razones se debe utilizar la respiración abdominal?
2. ¿Cómo encontrar esta respiración?
La respuesta a la primera pregunta se desarrollará a lo largo de todo nuestro estudio y
más concretamente en el parágrafo “observación importante”, después del primer ejercicio.
En lo que se refiere a la segunda pregunta ¿cómo encontrar esa respiración?, es muy
sencillo:
Se acuesta usted sobre la espalda y destensa todos los miembros. Tome usted
conciencia de que su respiración se hace naturalmente en el nivel abdominal. Cuando duerme,
respira de esta forma. Desgraciadamente no es tan sencillo en la posición vertical, porque
aunque intente encontrar esta misma respiración, su caja torácica se levantará, a pesar suyo, y
su respiración será costal.
Nuestra segunda lección va a permitirles, gracias a un ejercicio muy sencillo, tomar
conciencia de la respiración abdominal y adquirir un cierto automatismo en la producción de
esta. Además este ejercicio le permitirá aumentar su capacidad pulmonar en el nivel abdomino-
diafragmático.
Segunda Lección
Ejercicio 1
Se sienta en el borde de un asiento, sin apoyarse, con la espalda recta. Después une las
palmas de las manos, cruza los dedos y dobla los brazos hasta que toquen la caja torácica. En
este momento mire que sus antebrazos estén apretados uno contra otro, de modo que se
toquen sus dos codos. Después sólo le queda dejar bajar el tronco entre las piernas (están
dobladas en ángulo recto y no demasiado separadas). Así está ya preparado; el ejercicio
consiste en respirar por la boca permaneciendo en esta postura y pensando en colocar el aire
en la boca de los pulmones (cuide que sus codos no se separen; ver esquema 1).
Realiza una decena de respiraciones y de
expiraciones concentrando su atención
únicamente en las inspiraciones, luego
se endereza y reposa. A continuación
retoma la posición y vuelve a empezar.
No realice este ejercicio durante un
tiempo excesivamente largo (diez
respiraciones bastan) pero sí con
paciencia.
Recomendación: al realizar este ejercicio
tenga en cuenta que el aire debe estar
colocado en la parte inferior de los
pulmones y, sobre todo, que no se
deben alzar los hombros ni la caja torácica. En general, esta dificultad se presenta muy raras
veces, pero es bueno mencionarla.
Análisis de este ejercicio: la posición sentada y el tronco cerca de los muslos, favorece la
colocación del aire. Además al colocar los brazos doblados sobre la caja torácica y apretar los
codos uno contra otro (muy importante) se comprime la caja torácica, las costillas no pueden
abrir y la respiración abdominal se realiza sin dificultad. Debe sentir por los lados e incluso por
detrás, hincharse el espacio que se encuentra entre las últimas costillas y la pelvis.
Las propiedades de este ejercicio son: provocar la respiración abdominal y hacerle tomar
conciencia de ella.
Observación importante – al principio de este capítulo hemos visto que debemos
emplear esencialmente la respiración abdominal. La razón es
muy sencilla: al colocar el aire en la parte inferior de los
pulmones, esta se dilata, el diafragma baja y así se aumenta la
dimensión de la caja torácica en el sentido vertical. Gracias a los
músculos abdominales y al diafragma, podremos comprimir el
aire y enviarlo con presión. Es evidente que si realizamos una
respiración intercostal no podremos utilizar ninguno de estos
músculos.
Es muy importante entonces tomar conciencia de esta
respiración y sobre todo evitar que la caja torácica se abra o se
levante. Ninguna cantidad de aire, por mínima que sea, debe
pasar de la frontera “bajo esternón”. No sólo no le servirá esa
cantidad de aire, sino que además le molestaría en la producción del “empuje vertical” que
estudiaremos más adelante.
Aunque al empezar su estudio sienta que toma muy poco aire, no eleve ni siquiera
ligeramente su respiración para tomar un poco más. Es aquí donde debemos estar atentos y
utilizar la respiración abdominal. Sepa que con el poco aire que toma (una tercera parte de lo
que podría tomar), puede tener un régimen duradero y más potente que si utilizase la
respiración completa los tres tercios). Esto es muy importante. Esta respiración abdominal es,
entonces, esencial para nosotros. Además es fisiológicamente beneficiosa ya que proporciona
un masaje interno excelente para todos los órganos del abdomen, regulariza las funciones
intestinales, estimula la digestión, etc.
Le ayudará además a vencer el miedo ante el público (nerviosismo).
Esta respiración se le aconseja además a los tímidos, a las personas
que sufren complejo de inferioridad, a las personas que se
desalientan fácilmente.
Sin entrar en consideraciones teóricas que no tendrían lugar aquí,
podemos decir que esta respiración descongestiona la red de
ganglios llamada “plexo solar”, centro de emociones e impulsos de
toda clase.
En esta postura, con el busto ligeramente levantado, debe poder
tomar teóricamente la misma cantidad de aire que tomaba cuando
formaba un ángulo de 90º.
Necesitará trabajar en esta postura varios días hasta que sienta en
sus manos la misma potencia que en la postura anterior. Cuando lo consiga, se levanta un poco
más y sigue trabajando hasta que la capacidad sea la misma que anteriormente. (ver esquema
3)
La dificultad de este ejercicio reside, como he dicho antes, en que usted se debe
levantar progresivamente y trabajar algunos días en una posición cada vez más elevada. Pero
cuidado, no olvide que debe sentir en cada postura la misma capacidad y la misma fuerza que
sentía en la primera de ellas.
No intente quemar etapas, no sacará ninguna ventaja, sino que tendrá que volver hacia
atrás dentro de algún tiempo. Tardará posiblemente entre una semana y diez días, quince días
en llegar al resultado que se busca. Tarde un mes si hace falta, pero no pase a la lección
siguiente antes de haberlo conseguido.
Y por fin, cuando llegue a la posición vertical, tendrá que sentir mucha potencia. Tendrá
que sentir, por ejemplo, que puede romper con una única y sencilla respiración una cuerda
apretada fuertemente alrededor de la cintura.
Por otro lado puede, poniéndose de pié, con la espalda contra la pared, decirle a uno de
sus amigos que ponga el puño cerrado sobre su plexo solar, y que apoye lo más fuerte que
pueda en el momento que usted inspire, como si quisiera impedir que esta parte del vientre se
hinchara. Verá como su amigo enrojece por el esfuerzo y usted con tranquilidad, echará hacia
fuera su puño aunque él ponga toda su fuerza.
Es posible que usted no pueda echar hacia fuera su puño o muy poco, entonces quiere
decir que la inspiración se ha realizado, pero demasiado alta: no ha hecho correctamente los
ejercicios precedentes o los ha realizado muy aprisa.
Por fin, si todo se ha desarrollado correctamente, si siente lo que he dicho antes, si lo
hace naturalmente y sin esfuerzo, podemos continuar en nuestro estudio.
Quinta Lección
Usted ha realizado bien los ejercicios precedentes y ahora se hace una idea de la fuerza
que tiene en la inspiración. En esta lección vamos a sumar un detalle con contribuirá a darle la
máxima potencia en la expiración. Cuando realiza la inspiración puede advertir que todo el
abdomen se hincha. Pero es evidente que no entra aire en la parte inferior del abdomen, el aire
se coloca únicamente en la parte inferior de los pulmones y estos no llegan tan abajo…¿qué
ocurre entonces?.
Sencillamente que los pulmones, al dilatarse, hacen bajar el diafragma y este, al bajar,
empuja las vísceras hacia abajo y hacia delante, lo que provoca que el vientre hinche
ligeramente.
Van a trabajar ahora el ejercicio anterior (cuarta lección) intentando no contraer la parte
baja del vientre, sino allanar, ligeramente, muy ligeramente, la parte inferior del abdomen por
debajo del ombligo.
Es como si, estando de pié, intentara hacer más plana esta parte del abdomen,
contrayéndolo pero apenas y sin levantar el tórax, ni hinchar el pecho, ni respirar; únicamente
los músculos abdominales esbozan la contracción.
¡Cuidado! Se trata de controlar el cinturón abdominal y no de “tironearlo”.
Luego bastará con conservar el control del cinturón durante la respiración. Para
ayudarse puede utilizar la mano derecha, poniendo los dedos juntos entre la pelvis y el ombligo
y el pulgar de la misma mano entre el ombligo y el esternón. Expire y apriete con los dedos y
el pulgar en el vientre con el fin de sentir la diferencia de resistencia. Luego inspire lentamente
conservando la parte inferior del cinturón abdominal ligeramente tensionada, mientras que la
parte que está por encima del ombligo se dilata ligeramente. La diferencia se nota claramente
en los dedos.
Esto lo tendrá que hacer siempre cuando inspire y es la única forma de adquirir el
automatismo. Hay que pensar en ello constantemente y trabajarlo hasta que se transforme en
un reflejo. Entonces podrá, sin inconvenientes, dirigir su atención hacia otras finalidades.
Esta lección completa nuestra respiración abdominal haciéndola más diafragmática (ver
esquema 4). Es importante para nosotros y tiene además muchos beneficios fisiológicos.
“Como ven, el antagonismo indicado entre el empuje del diafragma y la resistencia del
cinturón, aumenta la presión intra-abdominal. Esta presión frota y tonifica vigorosamente las
vísceras. Se estimulan fisiológicamente todas las funciones y de ello resulta una intensificación
de todos los procesos vitales ”
“Dinámica del Soplo”, Pranagrama, por André Van Lysleth. Ed. Flamarion.
En el instituto de investigaciones científicas se han hecho experimentos sobre el yoga en
Lonarla; he aquí un texto suficientemente explícito:
“Dos posturas han sido postuladas para la inspiración. La gimnasia respiratoria
occidental recomienda que los abdominales estén relajados e hinchados por la presión de las
vísceras, empujados hacia delante y hacia abajo. Contrariamente a esto, la técnica del yoga
exige que estén contraídos.
Los médicos occidentales dicen que el abdomen hinchado permite al diafragma bajar
más, lo que garantizaría una capacidad torácica mayor, y por lo tanto un aumento del volumen
de aire inspirado. Según ellos el control del cinturón abdominal frenaría la bajada del diafragma
y llevaría a una limitación de la capacidad torácica. Por consiguiente, la absorción de aire sería
más limitada.
Hemos efectuado un gran número de experiencias en este campo y hemos visto que
esta afirmación occidental es más imaginaria que real. Nuestras experiencias nos permiten
llegar a la conclusión de que la caída de la presión intra-pulmonar es mayor en las
inspiraciones con el abdomen contraído que en la inspiración con el cinturón relajado. Estos
resultados nos llevan a concluir que la capacidad pulmonar crece considerablemente cuando se
inspira con el abdomen controlado, mucho más que cuando este está relajado e hinchado.
“Dinámica del soplo”, André Van Lysleth.
2..3 La Inspiración grave.
Sexta Lección
Vamos a ver ahora algo que podría ser ya la preparación para la expiración, pero que
pertenece aún al campo de la inspiración y que podemos llamar “la inspiración grave”.
A pesar de todo es importante precisar que todas las inspiraciones que tendrá que
realizar durante el desarrollo de este apartado, deben hacerse en el nivel abdomino-
diafragmático, con el cinturón controlado. Esto es muy importante y naturalmente se debe
hacer de forma automática.
Es absolutamente desaconsejado trabajar la inspiración grave si aún no tiene en sus
manos el automatismo de esta respiración; así en el desarrollo de este estudio la atención va a
ser dirigida hacia la boca y la garganta. Al subir el centro de su atención (hacia la boca o la
garganta) corre usted el peligro de subir también su respiración. En este caso, habría que
empezar de nuevo. Por ello es útil insistir.
No intente ir demasiado deprisa. No continúe el estudio si no consigue hacer
correctamente el estudio que está trabajando. Tiene que practicar progresivamente con su
cuerpo y sobre todo con su espíritu.
Para practicar esta inspiración hay que realizar un esfuerzo de atención. Es bastante
sencillo, pero necesita la buena comprensión de la base. Cuando usted toma aire siente este
aire frío entrar por la boca, lo siente en los labios, en las encías, en el paladar. Haga esta
inspiración varias veces, escuche atentamente el sonido de su inspiración, este ruido va a ser su
guía para hacerlo “grave”. Concéntrese bien y escuche el sonido del aire. A partir de este
momento usted va a mejorar el sonido día a día, progresivamente, haciéndolo más grave.
Primero tomará el aire sin sentirlo pasar por sus labios. Sus labios ya no existen, no necesita
sus labios para tomar aire, por ello déjelos en la postura natural y se ocupe de ellos, ya no
existen.
Luego, el aire que siente llegar a sus encías, debe enviarlo directamente al paladar.
Tiene que ser fácil, para ello es suficiente concentrar el espíritu en lo que hace. Si lo necesita,
abra ligeramente la boca para entender bien lo que tiene que sentir, será más fácil; y luego
ciérrela progresivamente hasta que quede ligeramente entreabierta (deje un espacio libre entre
los dientes), pero tiene que seguir sintiendo lo mismo que antes, es decir, la entrada del aire
frío directamente al paladar. Escuche bien el sonido de la inspiración.
Ahora intente sentir el aire directamente en el fondo de la boca. Ya no debe sentir el aire
frío en el paladar, sino directamente en el fondo de la boca, en la garganta. Puede parecer un
poco difícil; he aquí algunas indicaciones útiles para ayudarle:
Cuando realiza la inspiración para sentir el aire en la laringe, debe llevar la lengua hasta
el fondo de la boca; se colocará ella misma en forma de arco de círculo. Si no se ha realizado al
mismo tiempo, tiene que bajar ligeramente la nuez. Ahora inspire y escuche: el sonido debe ser
un poco más grave.
Trabaje esto hasta que sienta muy claramente el aire en la laringe. No se consigue en un
día, hay que trabajar, pero si lo hace concienzudamente irá muy rápidamente de una
inspiración a otra, sentirá cómo progresa, lo que le animará a seguir trabajándola.
Eventualmente, si tuviera dificultades, yendo en contra de lo que se le ha dicho al
principio de esta lección, sería bueno que trabajase de nuevo los ejercicios 2 y 3, utilizando
inspiraciones graves.
Esta lección se acaba aquí, pero espere, no pase la página. Esta parte que acabamos de
ver es muy importante, debe impregnarse bien de ella, debe sentir bien el paso del aire.
Es posible que no vea el interés de trabajar en todo esto, es posible que no vea su
utilidad, pero confíe y trabaje, no se arrepentirá. No quiero explicar el por qué ahora, porque
podría ser motivo de lío. Sepan simplemente que todo esto es indispensable para seguir. Muy
pronto sabrá por qué es tan importante.
Por lo tanto, empiece de nuevo esta lección, vuélvala a leer, trabájela una y otra vez y si
realmente está satisfecho, sigamos.
Séptima lección
Ahora es capaz de sentir el aire que entra directamente en el fondo de la boca. Nuestra
séptima lección va a permitirle mejorar la calidad de esta inspiración. Vamos a intentar bajar
más profundamente esta inspiración. Expliquémonos:
Actualmente siente la llegada del aire en el fondo de la boca, en la garganta. Tendrá que
intentar sentir esta llegada cada vez más abajo, cada vez más profundamente dentro de la
garganta. Su inspiración debe ser aún más grave, aún más profunda. Es bastante difícil y no
llegará a bajar más que muy lentamente. Hay que pensar en sentir el aire cada vez más abajo,
dentro de la garganta, bajando progresivamente y trabajando con todo su pensamiento
concentrado en lo que hace.
Excepcionalmente, si se tienen dificultades con esto, continúe la lección porque lo que
sigue le va a ayudar.
Ahora se va a imaginar que la inspiración se realiza sin que utilice la boca. Ahora ya no
toma aire por la boca: el aire pasa directamente a través de la piel del cuello, de la garganta, y
entra directamente en el lugar en que siente el aire frío (lo más abajo posible).
Todo esto es muy subjetivo, claro está, pero hágalo bien, es muy importante. Intente
comprenderlo bien: hay que imaginar que el aire entra en el lugar donde siente el frío,
atravesando perpendicularmente la piel y la laringe, sin pasar por la boca. Antes de seguir
adelante vamos a realizar un gran salto hacia atrás, para releer atentamente en la introducción
el párrafo “nota a los estudiantes”. Tras haberlo releído, vuelva a esta lección. Su imaginación
es la que le va a ayudar y es una ayuda considerable. Utilícela.
Tiene que llegar a comprender y sobre todo a sentir lo que se dice en esta lección. Si
usted no siente que el aire entra directamente atravesando la piel del cuello y la laringe, ponga
un dedo en el lugar donde siente el aire frío, como si fuera un tubo por el que pasaría este aire.
Concéntrese bien e imagine, insista, debe conseguirlo y pronto le parecerá normal, natural.
Después de algunos días de trabajo, cuando consiga sentirlo, tiene que intentar bajar más,
siempre tomando el aire directamente, sin pasar por la boca, tendrá que conseguir que esta
respiración sea cada vez más grave.
Para ayudarse tendrá que escuchar el ruido de la inspiración que ha realizado. Cuando
aún sienta el aire en las encías o el paladar, debían sonar aproximadamente como la letra “e”,
pronunciada bajito al espirar. Ahora debe oír el sonido “on” y cuanto más baje, debe cerrarse
más el sonido “on”. Es decir, que el fonema “on” debe tender hacia el fonema “n”. Todo esto
debe hacerse, claro está, sin que se muevan los labios. Trabajando así avanzará con bastante
rapidez. Tiene que poder bajar hasta el hueco que se encuentra encima del esternón, es decir,
que debe sentir la llegada del aire frío concretamente a este nivel.
Podrá comprobar que cuanto más profunda sea su inspiración, más grave será el
sonido, con más facilidad podrá imaginarse que el aire pasa a través de la piel y su laringe. Vera
que el hecho de que el aire no pase por la boca le resultará pronto casi evidente.
Cuando haya trabajado algunos días, algunas semanas posiblemente, sentirá todo lo
que está dicho, tendrá entonces las condiciones necesarias y suficientes para emprender la
segunda parte de este capítulo, parte muy importante a que se refiere la expiración, la potencia
del soplo.
2..4 Conclusión
La primera parte de este capítulo está acabada. Gracias al trabajo que ha efectuado sabe
ahora “tomar” el aire de cierta forma, utilizando la “inspiración grave” y “colocar” el aire en el
buen lugar para así utilizar al máximo su potencia.
Esta inspiración grave le ha enseñado también a colocar la lengua, y sobre todo a abrir
la garganta. En efecto, si oye al inspirar que el sonido del aire forma el sonido “on-n”, es que su
garganta está abierta y la apertura de la garganta es también muy importante para la
expiración.
Entonces podemos seguir adelante, pero antes de entrar en la segunda parte de este
capítulo va a leer de nuevo atentamente la primera, con el fin de verificar si todo se desarrolla
como está indicado en ella; y si algo le ha pasado desapercibido vuelva a trabajar
detalladamente lo que más le ha costado. No tenga prisa.
Hacen falta varios años para tener en nuestras manos completamente esta técnica. En
algunos meses pueden aprender los principios fundamentales y luego progresar al trabajar con
el instrumento. Pero es ahora, antes de empezar con su instrumento, cuando hay que
comprender bien estos principios y saber utilizarlos (las personas que ya lo practiquen deben
trabajar todo este estudio sin su instrumento).
En resumen, no pase a la segunda parte antes de haber asimilado completa y
perfectamente toda la primera parte.
3 LA EXPIRACIÓN
Octava Lección.
Antes de seguir adelante vamos a intentar recordar los medios que nos han permitido
sentir la inspiración grave.
Cuando aspiremos el aire por la boca, evitando sentir este en los labios, luego en las
encías y, al fin, en el paladar. Esta progresión nos ha permitido sentir la llegada del aire
directamente a la garganta sin que pase por la boca y hacerlo bajar cada vez más
profundamente en la garganta. Así hemos podido obtener el sonido grave de nuestra
inspiración.
Podemos comprobar que hemos empezado a estudiar la expiración grave obteniendo la
sonoridad de la inspiración (“on – n”), durante la expiración e intentando reproducir este mismo
sonido grave continuamente desde el principio de la inspiración hasta el final de la expiración.
A raíz de esta comprobación tomamos conciencia de que empezamos el estudio de la
expiración grave, por lo que hemos estudiado al final del párrafo sobre la inspiración grave.
Después de asimilar la lección anterior, usted habrá entendido que su expiración debe
realizarse en el mismo nivel de su inspiración y de la misma manera. Es decir, que debe intentar
no sentir ya el aire en la boca. Por el momento, el aire sale por el mismo sitio que lo toma, sin
subir por la garganta, al fondo de la boca, el paladar, las encías, los labios. Debe expulsar el
aire como lo ha inspirado.
Debe imaginárselo bien: tome el aire profundamente a través de la piel y de la laringe y
lo expulsa con la misma profundidad por el mismo orificio imaginario.
Evidentemente no podemos expirar más que por la boca o por la nariz, además es lo
que hacemos y no intentamos afirmar lo contrario. Se trata sencillamente de pensar, de
imaginar. Es totalmente subjetivo, ya lo hemos dicho, pero se ha podido comprobar hasta que
punto su espíritu, su imaginación, le han ayudado y sólo es el principio.
La lección siguiente le parecerá sin duda aún más curiosa, pero ya verá y, vuelvo a
repetir, que todo esto le será menos raro dentro de algún tiempo y que no se arrepentirá de
haber realizado estos esfuerzos de imaginación.
Observación importante:
Llegados a este nivel de nuestro estudio podemos comprobar lo siguiente:
Ahora sabe tomar y expulsar el aire “olvidando” toda la parte que se encuentra encima
del lugar que utiliza para ello. Es decir, que este orificio imaginario por el cual toma
mentalmente el aire y por el cual lo expira, le permite ignorar toda la parte del cuello, de la
garganta a la boca. Si insisto es porque es importante que tome conciencia de ello y que debe
quedar de aquí en adelante siempre presente en su espíritu.
En efecto, este fenómeno psicológico es el primero que le ayudará para obtener un
agudo fácil. He aquí muy sucintamente las razones.
Cuando intentamos subir en los agudos, subimos también nuestra forma de tocar,
subimos nuestra expiración y así tocamos en la garganta con todas las contracciones y
crispaciones que esto trae consigo. En este caso la garganta se cierra, el sonido se vuelve
pequeño, débil; no puede amplificarlo porque su respiración no lo permite, al ser demasiado
alta. Aunque consiguiera controlar su respiración abdomino-diafragmática, el hecho de tocar
en la garganta le obliga a tocar “delante”, apoyándose relativamente sobre los labios. Estos ya
no tendrían fuerza para ofrecer la “resistencia 1” necesaria, lo que provocaría un aflojamiento
involuntario e irremediable de los músculos labiales (veremos todo esto en el capítulo
segundo).
Siempre con el fin de evitar una eventual confusión, ya no nos extenderemos más sobre
este tema. Volveremos sobre él en poco tiempo.
En resumen, es necesario tener siempre presente que se debe inspirar y expirar a nivel
del hueco que se encuentra a la altura del esternón, abstrayéndose de todo lo que se encuentra
por encima.
A continuación, las lecciones siguientes le aportarán el complemento y las explicaciones
necesarias y detalladas de lo que hemos visto por encima en esta observación.
Décima Lección
A partir de esta lección es cuando vamos a tener que pensar verdaderamente de una
forma contraria a la lógica.
Lo que vamos a trabajar ahora le parecerá paradójico, más aún que lo que hemos visto
hasta ahora, porque ahora tendrá que imaginar exactamente lo contrario de lo que va a pensar
realmente. Pero, otra vez más, va a ver que no es tan importante como parece. Nuestra forma
progresiva de avanzar le va a permitir comprender este “ilogismo” y sobre todo sentirlo.
Para ayudarle vamos a usar ciertas tácticas. Por ejemplo, tomando la mano derecha
como símbolo de la inspiración: vamos a colocar el pulgar y el índice de la mano derecha en el
lugar donde siente la llegada del aire frío. Luego realice su inspiración grave imaginándose que
guía la bajada del aire por la tráquea, con el pulgar y
el índice, bajando entonces éstos hasta el nivel
situado a igual distancia entre la parte baja del
esternón y el ombligo. No intente imaginarse que el
aire pasa por el árbol bronquial y que entra en la
parte inferior de los pulmones por los bronquios
Aquí y en este momento empezamos a progresar. Si quiere sacar el aire por donde lo ha
metido tendrá que subir la mano derecha y, de esta forma, empujar el aire hacia el exterior
produciendo una expiración grave. Es con seguridad lo que ocurre normalmente, pero es sobre
todo lo que NO hay que hacer.
En cualquier caso poco importa lo que ocurre, lo importante es lo que usted quiere que
ocurra. Quiero decir que cuando expira el aire sube, eso no se puede negar. Pero esto debe
ignorarlo voluntariamente. Al contrario, para usted el aire debe seguir bajando.
Le extraña, ya no entiende muy bien… no es grave, es incluso normal, porque entramos
ya en este importante “empuje vertical”, que será objeto de nuestra próxima lección.
Pero cuidado, no pase esta lección sin haberla comprendido. Intente sentir y guiar con
su mano derecha la bajada completamente vertical del aire. No debería ser muy difícil. Coordine
bien su mano derecha con la expiración. En cuanto a seguir pensando que el aire deba seguir
bajando durante la expiración, es sorprendente, desde luego, pero lo comprenderá fácilmente
en nuestra próxima lección.
… A condición, lo repito, que sienta que es su mano derecha quien hace bajar la
columna de aire verticalmente, a lo largo de la tráquea, siguiendo por detrás del esternón,
hasta el hueco estomacal.
Para facilitar la comprensión de los principios de este empuje vertical vamos a concretar
nuestro pensamiento haciendo una comparación muy simplista: imagínese delante de usted un
objeto que todos conocen bien, un “bombín” de bicicleta, he aquí la reproducción materializada
de nuestra técnica respiratoria.
Vamos a empezar nuestra comparación a partir del momento en que el mango del
“bombín” está totalmente sacado y lleno de aire. Comparado con nuestro sistema respiratorio,
la inspiración está hecha. Luego tapa con el pulgar el agujero del bombín y entonces es
imposible empujar más el mango, incluso apretando muy fuerte.
Repita la operación, pero esta vez no tape completamente el agujero, deje salir un hilito
de aire y empuje como antes el mango del bombín … ¿qué ocurre ahora?
El empuje vertical efectuado sobre el mango del bombín comprime toda la cantidad de
aire en la parte inferior del bombín. Estando parcialmente tapado el agujero, el aire sale con
presión. Esta presión estará en relación directa con la apertura del agujero, es decir, con el
régimen y con la potencia del empuje vertical sobre el mango del bombín, es decir, con la
fuerza de compresión.
Ha llegado la hora de comparar:
El agujero del bombín es nuestra boca. El pulgar que no deja salir más que un hilito de
aire son nuestros labios apretados. El cuerpo del bombín corresponde a la parte inferior de
nuestros pulmones y su mango materializa nuestro empuje vertical y la compresión del aire.
Observación Importante:
Hemos visto en nuestras lecciones anteriores que el aire debe bajar al inspirar y sobre
todo no subir al expirar, sino seguir bajando. Poco importa por donde sale, para usted no sube
para salir por la boca, sigue bajando durante la expiración grave y el empuje vertical.
Observamos en este ejemplo que el agujero del bombín se encuentra debajo del lugar
donde está colocado el aire. En este caso es fácil imaginar la bajada del aire durante la
expiración, ya que este sale por abajo. Es evidente que si lo comparamos con nuestra
respiración la boca debe estar debajo de la base de los pulmones. Es bastante difícil
imaginárselo, pero hemos visto que es exactamente lo que debemos pensar para realizar una
buena expiración.
Entonces ha entendido que el bombín va a ser la materialización de su pensamiento y de
esta forma el empuje vertical le parecerá más lógico y más fácil de realizar.
Observe que este ejemplo tan sencillo corresponde exactamente a lo que buscamos.
Ahora sólo queda aplicarlos y aprovecharlos, es decir, utilizar mentalmente este bombín para la
producción de su expiración. Es lo que trabajaremos en nuestra próxima lección.
3.2.1 Conclusión
Así acabamos nuestro primer capítulo referido a la respiración. Vamos a volver sobre
este tema, pero antes es necesario conocer la segunda base esencial de nuestro estudio, la
llamada “máscara fisiológica”.
La técnica respiratoria que acabamos de estudiar es indispensable, pero insuficiente
para tocar un instrumento de viento con las máximas facilidades. Hemos aprendido a colocar el
aire en un lugar donde podríamos comprimirlo, sabemos enviarlo con presión. Ahora tenemos
que llevar todo esto a la práctica con nuestro instrumento. Vamos a llegar a ello por mediación
de la “máscara fisiológica”.
Volveremos a la respiración – y al empuje vertical – en nuestro tercer capítulo. La
finalidad de este será facilitarnos la utilización simultánea de los dos primeros capítulos y
también enseñarnos a llevar a la práctica los nuevos medios “subjetivos” con nuestro
instrumento.
Arriesgándome a repetir, debo decir antes de empezar el capítulo que es necesario
haber asimilado perfectamente todo lo anterior antes de seguir adelante. Vamos a trabajar
ahora la “máscara fisiológica” que, como su propio nombre indica, se sitúa en nuestra cara. Si
no se ha adquirido el automatismo de la respiración grave, del empuje vertical, etc., tendrá que
pensar en ello continuamente y además concentrar su atención sobre el tema de este segundo
capítulo. Es difícil pensar en varias cosas a la vez.
Claro está, estas dificultades no serán insuperables, pero tardará el doble de tiempo
para llegar a los mismos resultados, porque el camino será mucho más arduo.
Sería deseable que antes de seguir adelante con nuestro estudio volviera a ver ciertas
cosas, que volviera a leer algunas lecciones que le hayan parecido más difíciles.
4 CAPÍTULO II - LA MÁSCARA FISIOLÓGICA
Es importante subrayar que no se trata de establecer una regla precisa, una ley sobre la
colocación de la embocadura, dependiendo esta esencialmente de la morfología de la boca, de
los labios, de la dentadura del individuo. Vamos a estudiar sencillamente los principios
fundamentales que nos permitirán emplearla lo mejor posible y llevarla a la práctica con el
instrumento.
4.9 Conclusión
Todo lo que acabamos de ver le ha permitido sin duda producir su primer sonido sin
esfuerzo. Para la trompeta, este debe situarse en el nivel de “to 3ª interlinea”. Pero en ningún
caso, si hace correctamente lo que está indicado, debe producir un do grave debajo de las
líneas (los labios y los músculos estarían relajados).
Es evidente que no es fácil explicar esto en una hoja de papel. Sería necesario poder
utilizar la voz para exponer concretamente todo esto. Sin embargo creo que con los esquemas
podrá comprender perfectamente y encontrar la técnica de visualización que le conviene.
Cuando la encuentre ya no la cambie y trabaje hasta que pueda llegar hasta el contra-ut.
En resumen, cuanto más baje, más subirá, aunque le parezca paradójico.
Para llevar a la práctica de una forma más progresiva lo que acabamos de ver, puede
trabajar al principio utilizando solamente la embocadura. La coloca en sus labios, respira y
produce un sonido, ni demasiado grave ni demasiado agudo. Luego, sin preocuparse por la
altura del sonido, concéntrese para empujar verticalmente y baje. Si realiza esto
adecuadamente se sorprenderá al oír cómo el sonido producido por la embocadura sube en
glissando, sin que lo haya hecho conscientemente y sin que haya apretado los labios o movido
la máscara de ninguna manera.
el sonido punzante del instrumento. Por eso es mejor practicar esta técnica ahogando la
sonoridad con la ayuda de una sordina.
El doble sonido se produce al utilizar una parte del aire expirado para hacer vibrar los
labios, y por otra parte para hacer vibrar las cuerdas vocales. Para iniciarse en esta técnica
conviene entrenarse al principio sin el instrumento.
Técnica
Sin instrumento y sin embocadura, coloque los labios como si tocara y expulse un
pequeño hilo de aire. Sobre esta expiración y sin cortar ese hilo de aire, intente colocar la voz.
Se trata d encontrar un equilibrio entre el aire – que debe salir continuadamente por los labios –
y la voz – que debe ser continua y suficientemente sonora. Cuando lo consiga, podrá trabajar
con el instrumento para encontrar este equilibrio ente el sonido y la voz.
Ejercicios.
Cante y toque un SOL, luego baje hasta el DO, conservando el SOL en su tono justo .
¡Cuidado!, los labios tendrán tendencia a aflojarse.
A la inversa, cante el SOL y toque la bajada sin modificar la altura de la voz.
Los ejercicios son numerosos, usted debe practicar en función de lo que quiera
conseguir. Las posibilidades de este ejercicio son numerosas, con trabajo, puede incluso
producir una pequeña fuga.
Conclusión
Deseo que todas las indicaciones contenidas en este capítulo puedan ayudarle a tocar
apoyándose en el aire, evitando un cansancio muscular de los labios siempre inútil y
frecuentemente nefasto.
Ahora puede comprobar la eficacia e importancia de la ayuda aportada por la
imaginación y la visualización. Insisto una vez más recordándole que esta técnica es un modelo
de trabajo que, practicando a conciencia, le aportará lo que usted está buscando.
Es esta técnica la que propongo explicarles en este capítulo, ya que pienso que un
instrumentista de viento debe conocerla y utilizarla cuando sienta necesidad.
He dicho un poco más arriba que era relativamente fácil encontrar la técnica ya que no
podía haber dos soluciones. En efecto, es impensable que un individuo, aunque fuera
excepcional, pueda expirar un hilo de aire, por fino que fuese, durante más de cuatro minutos.
La única posibilidad entonces es respirar tocando, es decir, expirar inspirando. Puede parecer
irrealizable al principio, sin embargo, podemos tomar aire y al mismo tiempo expulsar aire.
Podemos vaciar una tetera por el vertedor y, al mismo tiempo, llenarla por la boca. Tendrá que
tomar aire por la nariz mientras sigue tocando por la boca. El inconveniente es que nos es casi
imposible disociarlos. Lo que sí podemos hacer es expirar a la vez por la boca y por la nariz, o
inspirar de ese modo, pero de ninguna manera podemos inspirar por la nariz y al mismo
tiempo expirar por la boca. Aquí está el truco: consiste sencillamente en expulsar el aire
ambiente que se encuentra en la boca mientras realizamos una corta inspiración nasal.
Técnica
Inspire normalmente y realice un sonido – SOL medio, por ejemplo. Cuando tenga
necesidad de respirar, y sin llegar al final de la expiración, realice sin dejar de soplar una
reserva de aire en el interior de la boca, llevando la lengua hacia atrás e inflando eventualmente
los carrillos. Luego expulse suavemente, lo más lentamente posible, el volumen de aire que se
encuentra en la cavidad bucal y , mientras, inspire rápidamente por la nariz. Empiece siempre
expulsando el aire de la boca – trayendo la lengua hacia delante y apretando las mejillas – antes
de inspirar por la nariz. Si lo hace al revés, puede ser que desaparezca el volumen de aire que
se encuentra en la boca cuando inspire por la nariz.
Al principio los labios se moverán y la altura del sonido también. Luego habrá una
diferencia de sonoridad y también un corte en la columna de aire en el momento en que expira
el aire de la boca, durante la inspiración nasal y en el momento en que se vuelve a la
inspiración normal. Estos son los inconvenientes del principio pero con trabajo podrá
encadenar todo esto con una perfecta maestría, tan bien que nadie se dará cuenta al escuchar
qué sutileza le permite hacer lo que puede parecer una hazaña. Luego tendrá que trabajar esta
técnica en los registros agudos y esto puede ser un poco más delicado ya que la máscara se
modificará un poco más o un poco menos según la cantidad de aire que tenga en la boca.