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La comunicación no es simétrica como se planteaba originalmente, según Catherine Kerbrat-Orecchioni. La reformulación del esquema de Jakobson requiere considerar factores como las competencias, determinaciones y restricciones de cada sujeto, que le dan un carácter asimétrico a la comunicación. Estos factores incluyen las competencias lingüísticas, paralingüísticas, ideológicas y culturales de cada persona, así como sus determinaciones psicológicas y las restricciones del contexto discursivo.
Descripción original:
Título original
Reformulación del Esquema de la Comunicación de Jackobson
La comunicación no es simétrica como se planteaba originalmente, según Catherine Kerbrat-Orecchioni. La reformulación del esquema de Jakobson requiere considerar factores como las competencias, determinaciones y restricciones de cada sujeto, que le dan un carácter asimétrico a la comunicación. Estos factores incluyen las competencias lingüísticas, paralingüísticas, ideológicas y culturales de cada persona, así como sus determinaciones psicológicas y las restricciones del contexto discursivo.
La comunicación no es simétrica como se planteaba originalmente, según Catherine Kerbrat-Orecchioni. La reformulación del esquema de Jakobson requiere considerar factores como las competencias, determinaciones y restricciones de cada sujeto, que le dan un carácter asimétrico a la comunicación. Estos factores incluyen las competencias lingüísticas, paralingüísticas, ideológicas y culturales de cada persona, así como sus determinaciones psicológicas y las restricciones del contexto discursivo.
Reformulación del Esquema de la Comunicación de Jakobson
En el esquema básico de la comunicación se tomaba la relación entre
emisor y receptor como algo simétrico en donde ambos están considerados en condiciones iguales: pueden emitir mensajes y entenderse casi como una comunicación perfecta entre dos personas; pero, según las ideas de una lingüista francesa, en la realidad cotidiana, esto no funciona así. La reformulación del esquema de Jakobson requiere de la intervención de otros aspectos, según Catherine Kerbrat-Orecchioni, como las competencias, determinaciones y restricciones que le dan un carácter asimétrico a la comunicación. Esto implica que los diversos sentidos que se le pueden dar a un mensaje determinado están condicionados por las características de cada sujeto.
Competencias lingüísticas: cada uno tiene una forma particular de hablar de
organizarse las frases y producir un discurso. Están relacionadas con el conocimiento de la lengua como sistema de signos. Competencias paralingüísticas: está relacionado con lo gestual, los tonos de voz, miradas y todo lo que acompaña al discurso oral. Competencias ideológicas: está relacionado con nuestra forma de ver el mundo. Competencias culturales: se relaciona con la pertenencia a un grupo social determinado creencias, costumbres, valores etc. Determinaciones psicológicas: tienen que ver con el estado individual, tanto del que emite el mensaje como el que lo recibe. Son los componentes afectivos emocionales, estados anímicos que hacen modificar el sentido del mensaje. Restricciones del universo discursivo: está relacionado con lo que se debe decir en cada momento o situación. Son convenciones que adaptamos socialmente y que nos indican qué es lo que “debemos” comunicar y qué no “debemos”.