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ROTACIÓN:

MEDICINA INTERNA
DOCENTE:
DR. LUIS ALEJANDRO ANDRADE MARTINEZ
SECCIÓN:
HOSPITAL GENERAL DE ZONA N° 3 CANCÚN

ACTIVIDAD: RESUMEN DE NEUMONÍA BACTERIANA “TÍPICA”

MIP:
ABNER ISMAEL GUZMÁN FÉLIX

31 de marzo de 2020

La neumonía es una enfermedad infecciosa del parénquima pulmonar y los


órganos adyacentes, se clasifican de acuerdo con el sitio donde se adquieren: La
neumonía adquirida en la comunidad (NAC) es la infección aguda del parénquima
pulmonar que se adquiere fuera de la estancia hospitalaria; la neumonía nosocomial
es aquella que se adquiere ≥48 horas pasado en ingreso al hospital y la asociada al
ventilador se adquiere ≥48 horas después de la intubación endotraqueal.
La etiología puede deberse a agentes bacterianos, virus hongos y bacterias. Las
de origen bacteriano a su vez se han clasifican en “típicas” y “atípicas” respecto al tipo
de organismo causante. La neumonía típica se refiere a la neumonía causada por
Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae, S. aureus, estreptococos del
grupo A, Moraxella catarrhalis, anaerobios y bacterias aerobias gramnegativas. La
neumonía atípica es causada principalmente por Legionella spp, Mycoplasma
pneumoniae, Chlamydia pneumoniae y C. psittaci. La disminución de la incidencia de
neumonía causada por Streptococcus pneumoniae se debe en parte al uso de la
vacuna antineumocócica.
La incidencia es de 5 millones al año, en EEUU, con una tasa de 12 casos por
1000 personas, cuyo grupo de edad oscila entre los menores de 4 años y los mayores
de 60 que se incluyen dentro de los factores de riesgo, asociado también a
comorbilidades crónicas, principalmente la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC) y asma; alteraciones que disminuyen la protección de la vía aérea asociadas
con alteraciones de la conciencia (ACV, convulsiones, anestesia, uso de drogas),
disfagia o dismotilidad esofágica que aumentan el riesgo de microaspiración de
contenido del estómago. Los factores conductuales como el estilo de vida,
hacinamiento, tabaquismo, el abuso de alcohol (>80g/día) y exposición a toxinas
ambientales.
EL descubrimiento del microbioma pulmonar ha permitido conocer que el
pulmón no es estéril. La invasión y propagación de los agentes ya mencionados a nivel
alveolar causan una respuesta inflamatoria en contra de estos agentes causantes del
síndrome clínico de neumonía. Aunque existen barreras tanto mecánicas como
químicas que limitan la proliferación de los microorganismos pueden superan la
capacidad del huésped ocasionando una respuesta inflamatoria alterada causante de
la neumonía.
Entre los hallazgos clínicos se encuentran fiebre con taquicardia y/o escalofríos
y diaforesis, tos que puede ser productiva o no productiva con exudado, purulento o
teñido de sangre, dolor torácico pleurítico, si la pleura está involucrada, disnea
acompañado de otros síntomas menos comunes que incluyen fatiga, dolor de cabeza,
mialgia y artralgia describiéndose como signos y síntomas pulmonares y sistémicos. A
la exploración física los hallazgos clínicos de consolidación pulmonar o derrame
pleural son indicadores de gravedad. La evaluación del paciente incluye la oximetría de
pulso marcador de hipoxemia y de gases arteriales que revele acidosis respiratoria.
Como medio de diagnóstico se encuentran los biomarcadores proinflamatorios
como el recuento de leucocitos (desplazamiento hacia la izquierda o la leucopenia) y la
proteína C reactiva (PCR) se usan ampliamente en la NAC. os marcadores
inflamatorios, como la velocidad de sedimentación globular (VSG), la proteína C
reactiva (PCR) y la procalcitonina pueden aumentar, aunque este último es en gran
medida específico de las infecciones bacterianas, seguidos de NAC atípica y NAC viral.
En la NAC mixta (bacteriana + viral), los niveles de PCR parecen ser más altos, pero el
valor predictivo es bajo.
Otro auxiliar para el diagnóstico es la radiografía de tórax se considera la
prueba estándar de imagen inicial con hallazgo de infiltrados pulmonares o revelando
consolidación o derrame paraneumónico. La tomografía computarizada (TAC) en
casos más complejos; y otro auxiliar diagnóstico es el lavado bronquial especialmente
en pacientes intubados.
El manejo se realiza primero evaluando los riesgos y condiciones del paciente.
Para ello la British Thoracic Society desarrollo una escala para clasificar la severidad de
la neumonía y considerar su manejo ya sea ambulatorio, hospitalario y en casos
graves en la unidad de cuidados intensivos (UCI) denominada CURB-65 que evalúa C =
Confusión, U = Uremia (BUN mayor de 20 mg/dL), R = frecuencia Respiratoria (mayor
de 30 por minuto), B = presión arterial (Blood pressure, menor de 90/60 mmHg) y
edad mayor de 65 años. La American Thoracic Society (ATS)/Infectious Diseases
Society of America (IDSA) a su vez desarrolló criterios de ingreso a UCI bien validados
que considerando que cumpla cualquiera de los siguientes:
•Insuficiencia respiratoria que requiere ventilación mecánica.

•Sepsis que requiere soporte vasopresor.


O que presente mínimo tres de los siguientes:
•Estado mental alterado.
•Hipotensión que requiere soporte fluido.
•Temperatura <36 °C (96.8 °F).
•Frecuencia respiratoria ≥30 respiraciones/minuto.
• PaO2/FiO2 relación ≤250.
•Nitrógeno ureico en sangre (BUN) ≥20 mg/dL (7 mmol/L).
•Recuento de leucocitos <4000 células/microL.
•Recuento de plaquetas <100,000/mL.
•Infiltrado multilobar.
El tratamiento ambulatorio (CURB-65 =0 o <65 años) se basa en usamos
amoxicilina oral (1 g tres veces al día) más un macrólido. La ATS/IDSA recomienda la
monoterapia con amoxicilina como primera línea y monoterapia con doxiciclina o un
macrólido. Pacientes con mayores de 65 y con comorbilidades se sugiere tratamiento
oral de liberación prolongada de amoxicilina con clavulanato (2 g dos veces al día) más
un macrólido (preferido) o doxiciclina. Las alternativas a los regímenes basados en
amoxicilina incluyen la terapia de combinación con una cefalosporina más un
macrólido o doxiciclina o monoterapia con lefamulina. Para los pacientes que no
pueden usar ningún betalactámico, seleccionamos una fluoroquinolona respiratoria (p.
Ej., Levofloxacino, moxifloxacina, gemifloxacina ) o lefamulina. Existen interacciones
farmacológicas con inductores y sustratos de CYP3A4 y P-gp; Además, las tabletas de
lefamulina están contraindicadas con sustratos de CYP3A4 que prolongan QT. La
duración del tratamiento es por 5 días, asegurándose que estén afebriles 48 horas
antes de suspender el antibiótico.
El tratamiento hospitalario se basa en las siguientes condiciones, la primera es
que no se sospeche de MRSA o Pseudomonas, donde la terapia es combinación con
un betalactámico más un macrólido o monoterapia con fluoroquinolona. La siguientes
es para pacientes con colonización conocida o infección previa con Pseudomonas,
hospitalización reciente con uso de antibióticos por vía intravenosa u otra fuerte
sospecha de infección por pseudomonal, generalmente se usa terapia combinada con
betalactámicos antipseudomonales más una fluoroquinolona antipseudomonal. A los
pacientes ingresados se agrega una tercera condición que es para los pacientes con
colonización conocida o infección previa con MRSA u otra fuerte sospecha de
infección por MRSA, donde se agrega un agente con actividad anti-MRSA, como
vancomicina o linezolid, a cualquiera de los regímenes anteriores. Los pacientes con
infección leve generalmente requieren de cinco a siete días de terapia. Los pacientes
con infección grave o comorbilidades crónicas generalmente requieren de 7 a 10 días
de tratamiento.
El uso de glucocorticoides aduvantes para NAC en pacientes con respuesta
inflamatoria exagerada definida como shock séptico que es refractario a la
reanimación con líquidos y la administración de vasopresores o insuficiencia
respiratoria con una fracción del requerimiento de oxígeno inspirado de> 50 % más
uno o más de los siguientes criterios: acidosis metabólica con un pH arterial de <7.3,
lactato> 4 mmol / L, o una proteína C reactiva> 150 mg / L.
El pronostico se basa en la gravedad de la presentación del cuadro neumónico,
pues sigue siendo una de las 10 principales causas de muerte en EEUU, 1% en los
pacientes con manejo ambulatorio, 6.5% durante la hospitalización, 13% 30 días
después de la hospitalización, 23 % a los 6 meses después de la hospitalización y 31
% al año después de la hospitalización. Las causas de mortalidad a largo plazo están
relacionadas principalmente con las comorbilidades e incluyen malignidad, EPOC y
enfermedades cardiovasculares.
La neumonía bacteriana típica es una enfermedad que afecta al parénquima
pulmonar por bacterias “conocidas”, que requiere conocimiento de lo “atípico”,
además de las condiciones del paciente, a que eso determinará el tipo de manejo a
emplear. Un desafío es la resistencia bacteriana a los antibióticos, aunque se están
desarrollando nuevas estrategias y regímenes para tratarlas, es necesaria que ocurra
un buen empleo de los antibióticos, así como de la prevención a través de las
campañas de vacunación.

FUENTES:
Julio A Ramirez. Overview of community-acquired pneumonia in adults. Post
TW, ed. UpToDate. Waltham, MA: UpToDate Inc. Feb 2020. Disponible en:
https://www.uptodate.com/contents/overview-of-community-acquired-pneumonia-in-
adults
Saud Bin Abdul Sattar; Sandeep Sharma. Bacterial Pneumonia. Treasure Island
(FL): StatPearls Publishing; 2020 jan. Disponible en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK513321/
Pletz MW, Rohde GG, Welte T, Kolditz M, Ott S. Advances in the prevention,
management, and treatment of community-acquired pneumonia. F1000Res. 2016;5:
F1000 Faculty Rev-300. Published 2016 Mar 8. doi:10.12688/f1000research.7657.1.
Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4786904/

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