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B OT ÁNICA

JARDINER ÍA MEDITERR ÁNEA


José Manuel Sánchez de Lorenzo-Cáceres
Ingeniero Técnico Agrı́cola
E-mail: jmanuel@arrakis.es

Antes de comenzar a hablar de las caracterı́sti-


cas de la jardinerı́a mediterránea y de las plantas Todo esto es cierto si hablamos de una jardinerı́a
habitualmente utilizadas o de un posible uso, cabe mediterránea tradicional, pero hemos de ser cons-
preguntarnos ¿Qué entendemos por jardinerı́a medi- cientes de que los tiempos cambian y, en la actuali-
terránea?. En mi opinión, bajo este término se englo- dad, debido al alto coste de la mano de obra especia-
ba, dicho de una manera simple, la jardinerı́a prac- lizada, la jardinerı́a, como tantas otras actividades,
ticada en cualquier región sometida a un clima de ha ido tomando un cariz eminentemente práctico,
tipo mediterráneo, caracterizado, de una forma muy tendente a abaratar en lo posible los costes de mante-
general, por inviernos suaves y secos, veranos secos nimiento, lo que unido, a veces, a la poca profesiona-
y calurosos y lluvias en primavera y otoño, aunque lidad, tiene por consecuencia que los nuevos jardines
bien es verdad que, con mayor frecuencia, y ası́ so- públicos de nuestros enclaves mediterráneos, salvo
lemos entenderlo casi todos, utilizamos este término honrosas excepciones, sean un poco de todo, incluyen-
para referirnos únicamente a una jardinerı́a propia do las grandes praderas de la jardinerı́a anglosajona,
y caracterı́stica del entorno del Mar Mediterráneo, constituyendo todo ello un nuevo estilo algo imperso-
influenciada, obviamente, por los distintos pueblos y nal y casi estándar que podrı́amos denominar “estilo
culturas que lo han habitado a lo largo de la Historia ayuntamiento”.

Y decimos que es una jardinerı́a practicada en


cualquier región sometida a un clima de tipo medi-
terráneo porque este clima no es exclusivo de nues-
tra región mediterránea, pues existen en el mundo
otras cuatro zonas que poseen igualmente un clima
y una vegetación natural del tipo denominado medi-
terráneo, como son la región del Cabo en África del
Sur, parte de California en Estados Unidos, la zona
central de Chile y zonas del suroeste y sur de Austra-
lia.

Las 5 zonas de clima mediterráneo se hallan entre La climatologı́a de la zona mediterránea.


los 30 o y 45 o de latitud. La Región Mediterránea
y California están en el hemisferio norte y Chile, El Si tomamos las temperaturas medias mı́nimas de
Cabo y el sur de Australia están en el hemisferio sur. los últimos 50 años, las representamos en un mapa
y unimos éstas mediante isotermas, obtendrı́amos el
Por tanto cabe esperar, y de hecho ası́ es, que mu- mapa de las diversas zonas climáticas o zonas de rus-
chas de las plantas nativas de algunas de estas zonas ticidad, en el que la región tı́picamente mediterránea
puedan ser cultivadas con éxito en las otras, ya que de comprenderı́a las zonas 9 y 10, donde las temperatu-
una manera general, sin tener en cuenta otros facto- ras medias mı́nimas oscilan entre los -6 o C y los 6 o C.
res condicionantes, la similitud del clima lo permite.
En realidad, gran parte de la Penı́nsula Ibérica se
Pero volviendo al concepto de jardinerı́a medi- halla bajo la influencia del clima mediterráneo, en el
terránea que casi todos tenemos en nuestra mente, que cabrı́a distinguir:
efectivamente ésta se caracteriza por una serie de
elementos que se repiten con frecuencia y que le con- 1. Un clima mediterráneo continental, con una
fieren su personalidad. El uso del agua, los cerra- irregularidad térmica y pluviométrica y una ampli-
mientos, la creación de zonas de sombra para luchar tud térmica anual moderada. Es el clima de las me-
contra el tórrido sol del verano, el uso de las plantas setas y del Valle del Ebro.
aromáticas y de otras bien adaptadas a la climato-
logı́a y al bajo consumo de agua, los aterrazamientos 2. Un clima mediterráneo costero, más benigno
del terreno, etc. Esta es una jardinerı́a en la que se y algo más lluvioso, con precipitaciones irregulares,
observa, al menos en la parte occidental de la región siendo seco en verano e invierno y lluvioso en prima-
mediterránea y tras analizar lo que acabamos de de- vera y otoño, con una amplitud térmica anual reduci-
cir, una enorme influencia árabe y, en menor cuantı́a, da. Es el clima de la Costa Levantina y Baleares.
alguna pincelada renacentista, especialmente en lo
que concierne al uso de estanques, terrazas, escultu- 3. Un clima mediterráneo del sudoeste, influen-
ras, etc. ciado por las masas de aire húmedo procedentes del

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Atlántico y, por tanto, más lluvioso, con temperatu- Las plantas de climas mediterráneos utiliza-
ras suaves en invierno y una amplitud térmica anual das en la jardinerı́a mediterránea.
muy pequeña. Es el clima de Andalucı́a Occidental.
4. Un clima mediterráneo seco, muy caluroso, con Son, pues, muchas de estas plantas procedentes
precipitaciones muy escasas e irregulares y una am- de estas regiones con semejanzas climáticas, algu-
plitud térmica anual muy pequeña. Es el clima de nas de ellas desconocidas o poco conocidas, las que,
Murcia y Almerı́a. unidas a las tradicionalmente cultivadas, nos serán
de utilidad en el diseño de los jardines de tipo me-
En adelante, y cuando nos refiramos a la zona me- diterráneo. A todas ellas hay que unir otra serie de
diterránea española estaremos hablando de aquellas plantas que, aún no procediendo de las zonas men-
zonas con un clima del tipo 2, 3 y 4. cionadas, son resistentes a condiciones adversas, so-
portando la escasez de agua y los calores rigurosos
La vegetación natural propia del clima me- del verano, caracterı́sticas éstas tan propias de la
diterráneo. región mediterránea. Muchas de estas especies son
utilizadas asiduamente en las técnicas de xerojardi-
nerı́a, casi de obligado cumplimiento, en mi opinión,
Estos rasgos climatológicos conforman una vege-
en los jardines mediterráneos, donde el agua es ca-
tación, mayormente arbustiva, frecuentemente con
si siempre un factor limitante. Otras especies, de
caracterı́sticas similares a la de otras zonas con clima
procedencia subtropical, soportan perfectamente las
mediterráneo, debido en muchos casos a una evolu-
suaves temperaturas de las costas mediterráneas,
ción convergente. Algunas de estas caracterı́sticas
aunque requieren un aporte mayor de agua, sobre
comunes son: dominancia de especies siempreverdes,
todo en verano, pudiendo ser utilizadas perfectamen-
hojas reducidas, con frecuencia lineares o aciculares,
te en aquellos lugares donde el aporte de ésta no
muy a menudo coriáceas (de ahı́ su denominación
esté comprometido. Al final del artı́culo insertamos
de vegetación esclerófila) o con gruesas cutı́culas. Es
unos listados con una amplia selección de especies.
común igualmente la presencia de aceites esenciales
aromáticos muy inflamables. En general son especies
Flora autóctona vs. flora alóctona.
que se han adaptado bien a la presencia periódica del
fuego por efecto de los rayos, llegando incluso a ne-
cesitar este fuego para poder propagarse en algunos Una polémica siempre presente, defendida con
casos. obcecación por algunos, es la de la utilización de la
flora autóctona frente a la flora alóctona. Estamos de
acuerdo en ello, puesto que la flora autóctona siempre
Este tipo de vegetación denominado “maquis” en está mejor adaptada a las condiciones del lugar, pero
nuestro mediterráneo, tiene en la zona del sur de Ca- la jardinerı́a, que entre otras cosas busca la orna-
lifornia su homólogo en el “chaparral”, y aunque con mentación, no siempre dispone en la flora autóctona
especies distintas y otros tipos de suelos más ácidos, de las plantas adecuadas para ciertos fines o ciertos
tiene igualmente su equivalente en el “matorral” de efectos estéticos, teniendo que obtenerlas de otras flo-
Chile, el “fynbos” de Sudáfrica o el “mallee scrub” de ras lejanas.
Australia.
Los peligros de la flora alóctona.

Pero la introducción con fines ornamentales de


plantas procedentes de otros territorios puede tener
sus peligros cuando se hace de forma incontrolada,
puesto que ciertas especies son potencialmente in-
vasoras. Es el caso de Nicotiana glauca, Pennisetum
setaceum, etc., actualmente extendidas por todo el
mundo. En áreas naturales las plantas invasoras
pueden reducir el hábitat de las especies nativas y
amenazadas, compitiendo con éstas, a veces con ven-
taja, por su facilidad de adaptación.

En otras ocasiones, esas plantas foráneas pueden


Evolución convergente. ser la fuente de introducción de insectos que se cons-
tituyen en plagas inexistentes con anterioridad, como
Un ejemplo de evolución convergente lo tenemos el caso del “taladro del geranio” (Cacyreus marsha-
con dos especies utilizadas en jardinerı́a con fines y lli), extendido por toda España, de la “mosca blanca”
requerimientos prácticamente idénticos: Rosmarinus (Aleudoricus dispersus) que tan gravemente afecta a
officinalis (Romero) y Westringia fruticosa (Romero muchos cultivos ornamentales en las Islas Canarias
de costa), procedentes de la Región Mediterránea y o del “picudo rojo” (Rhynchophorus ferrugineus), tan
de Australia respectivamente. letal para las palmeras del género Phoenix.

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monogyna, Chamaerops humilis, Daphne gnidium,


Erica arborea, Fraxinus ornus, Halimium halimifo-
lium, Hedera helix, Helichrysum stoechas, Iris pseu-
dacorus, Jasminum fruticans, Juglans regia, Laurus
nobilis, Lavandula stoechas, Ligustrum vulgare, Lit-
hodora fruticosa, Lythrum salicaria, Medicago arbo-
rea, Melissa officinalis, Mentha aquatica, Mespilus
germanica, Myrtus communis, Nerium oleander, Olea
europaea, Origanum vulgare, Paliurus spina-christi,
Phillyrea angustifolia, Phlomis fruticosa, Pinus ha-
lepensis, Pistacia lentiscus, Populus alba, Primula
veris, Prunus spinosa, Quercus ilex, Rhamnus ala-
ternus, Rosa pimpinellifolia, Rosmarinus officinalis,
Ruscus aculeatus, Ruta graveolens, Salix alba, Sal-
via officinalis, Sambucus nigra, Saponaria officinalis,
Scabiosa atropurpurea, Sorbus domestica, Spartium
junceum, Taxus baccata, Teucrium fruticans, Thymus
vulgaris, Ulmus minor, Urginea maritima, Viburnum
tinus, Viola odorata, y Vitex agnus-castus.

Especies de la vegetación de Chile utilizadas


en jardinerı́a mediterránea.

Acacia caven, Alstroemeria sp., Azara dentata,


Buddleja globosa, Caesalpinia spinosa, Cassia to-
mentosa, Cestrum parqui, Colletia spinosissima, Cry-
Pennisetum setaceum.
ptocarya alba, Drymis winteri, Eccremocarpus scaber,
Escallonia rubra, Fabiana imbricata, Fuchsia ma-
Listados de plantas utilizadas o con posible gellanica, Jubaea chilensis, Lapageria rosea, Luma
uso. apiculata, Maytenus boaria, Peumus boldus, Proso-
pis chilensis, Puya chilensis, Quillaja aponaria, Schi-
Muchas de las especies listadas están comercia- nus molle, Schizanthus x wisetonensis, Sisyrinchium
lizadas desde antiguo, otras se van comercializando striatum, y Ugni molinae.
cada vez con mayor asiduidad y pueden verse ya en
los catálogos de muchos viveros y, otras muchas, por Especies de la vegetación de California utili-
contra, no se han popularizado lo suficiente hasta la zadas en jardinerı́a mediterránea.
fecha, pero probablemente su cultivo se irá exten-
diendo en los próximos años. Arbutus menziesii, Carpenteria californica, Cea-
nothus thyrsiflorus, Clarkia amoena, Cupressus ari-
NOTA: Hemos realizado una selección de espe- zonica, Cupressus macrocarpa, Chilopsis linearis,
cies, prescindiendo de cactus y plantas crasas, para Dendromecon harfordii, Eschscholzia californica, Fre-
evitar listados muy extensos. Tampoco se incluyen montodendron californicum, Garrya fremontii, Hete-
otras plantas procedentes de zonas diferentes a las romeles arbutifolia, Isomeris arborea, Lavatera as-
de clima mediterráneo ya en uso en la jardinerı́a me- surgentiflora, Leptodactylon californicum, Mimulus
diterránea o que podrı́an ser utilizadas eficazmente. cardinalis, Mirabilis californica, Myrica californica,
Con la misma finalidad de acortar los listados, se Phacelia tanacetifolia, Pinus radiata, Rhus laurina,
ha procurado mencionar sólo una especie para cada Romneya coulteri, Salvia apiana, Sidalcea malviflo-
género. ra, Simmondsia chinensis, Solanum umbelliferum,
Sphaeralcea munroana, Symphoricarpos albus, Tol-
Especies de la vegetación mediterránea uti- miea menziesii, Torreya californica, Umbellularia ca-
lizadas en jardinerı́a mediterránea (el listado lifornica, Washingtonia filifera, y Zauschneria cana.
puede ampliarse considerablemente)
Especies de la vegetación de Sudáfrica utili-
Acanthus mollis , Acer campestre, Ajuga reptans, zadas en jardinerı́a mediterránea.
Alnus glutinosa, Alyssum montanum, Amelanchier
ovalis, Anthyllis barba-jovis, Arbutus unedo, Arum Acacia davyi, Acokanthera oblongifolia, Agapant-
italicum, Atriplex halimus, Bupleurum fruticosum, hus africanus, Agathosma crenulata, Amaryllis bella-
Buxus sempervirens, Calluna vulgaris, Carpinus be- dona, Anastrabe integerrima, Anisodontea scabrosa,
tulus, Celtis australis, Cercis siliquastrum, Cistus Arctotis acaulis, Asparagus densiflorus, Barleria ob-
monspeliensis, Clematis flammula, Cneorum tricoc- tusa, Bauhinia galpinii, Buddleja salviifolia, Bulbi-
con, Colutea arborescens, Coriaria myrtifolia, Cornus ne frutescens, Carissa grandiflora, Cineraria saxifra-
mas, Corylus avellana, Cotinus coggygria, Crataegus ga, Clerodendrum glabrum, Clivia miniata, Coleone-

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