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TEMA 2.

LA ESTRATIFICACIÓN SOCIAL EN LAS SOCIEDADES


HUMANAS: LA HISTORIA DE LA DESIGUALDAD
1. Introducción
Los homínidos han vivido en la tierra durante al menos 4 millones de
años. Los seres humanos empezaron a asentarse en comunidades
agrícolas más o menos estables, formando sociedades, hace solo
unos 10.000 años.
Durante la revolución neolítica nuestros ancestros empezaron a
asentarse y a llevar una vida agrícola, una forma de vida basada en
la plantación de cultivos y en el pastoreo de animales comestibles
que aumentaron la producción de los artículos básicos.
Tras unos pocos miles de años empezaron a surgir las grandes
ciudades y, otros tantos años después, aparecieron las civilizaciones
y los imperios. Dejó de ser necesario que todos trabajaran en el
campo para alimentar a la población. Aumentó la división del trabajo
y algunos pudieron dedicarse a la ciencia, la religión, las artes o la
tecnología militar. Muy pronto, hablando en términos relativos, un
ciclo de innovación tecnológica hizo que aumentaran las cosechas,
liberó del trabajo de la tierra a una cantidad todavía mayor de gente
que pudo dedicarse a otras ocupaciones y nos impulsó rápidamente
hacia la era industrial.
Cuando los seres humanos abandonaron sus modos de vida nómadas
durante la revolución neolítica, empezó la historia de la
estratificación, la desigualdad, las élites y la explotación. La historia
de la civilización es, de hecho, la historia de la estratificación social.
2. Distintos sistemas de estratificación humana
Usualmente se describen 5: sistemas comunales primitivos,
esclavitud, sistema de castas, sistemas estamentales o feudales y
sistemas de clases. Estos cinco tipos generales pueden compararse a
partir de cinco características: el grado de cierre o apertura
normativa de sus divisiones, el método para ubicar a la gente a partir
de su estatus o la clase, el método de legitimación, la forma
predominante de desigualdad y el nivel comparado de desigualdad
en cada tipo de sistema de estratificación.
Con respecto a la primera característica, estas sociedades varían
conforme al grado de cierre o apertura normativa entre las
divisiones o rangos jerárquicos que componen el sistema de
estratificación.
La adscripción se refiere a una forma de situarse socialmente que
queda fuera del control del individuo. El logro se refiere a una forma
de situarse basada en el mérito del individuo. Pocas sociedades se
sitúan en los extremos del continuum adscripción-logro; la mayoría
presenta una mezcla variable de adscripción y logro.
Cada sociedad tiene que tener algún método para justificar la
existencia de la desigualdad entre su población. Este método sigue
típicamente un proceso denominado legitimación. Los que se
encuentran en el lugar más bajo del sistema de estratificación deben
ser persuadidos de algún modo de que su posición baja es “adecuada
y correcta”. La tradición o la costumbre como método de
legitimación nos remite al pasado. Junto a las justificaciones
religiosas, encontramos típicamente la promesa de recompensas
para aquellos que obedecen las reglas y cumplen las obligaciones de
su clase. Finalmente, hay diversos métodos de justificación legal, ya
sea a través de leyes que respaldan los derechos, privilegios y
deberes o mediante procedimientos legales que garantizan su
aplicación.
En la mayoría de las sociedades podemos encontrar tres tipos
principales de desigualdad:
1) Desigualdades de honor, estatus o prestigio.
2) Las desigualdades de influencia económica y recompensas
materiales.
3) Las desigualdades basadas en el poder militar, político o
burocrático.
En la mayoría de las sociedades están presentes los tres tipos de
desigualdad.
2.1. Sociedades comunales primitivas
Las sociedades comunales primitivas representan las primeras
formas de organización social. Su economía se basa en los métodos
simples de recolección y caza para matar o atrapar animales, con un
uso escaso de las técnicas agrícolas para producir alimentos. Estos
pueblos tienden a ser nómadas o seminómadas. Debido a sus
métodos primitivos y su estilo de vida nómada, la acumulación de
posesiones materiales es, por lo general, imposible. Los bienes y los
alimentos que tienen suelen repartirse de forma más o menos
igualitaria entre todos los miembros de la tribu.
Las sociedades comunales primitivas pueden tener jefes, líderes,
hechiceros o chamanes que ejercen influencia o poder en la tribu. La
forma predominante de desigualdad es el estatus u honor. Si un
determinado individuo cumple una función importante para la tribu,
puede lograr una posición de alto estatus, sin apenas recibir
recompensas materiales mayores que las que reciben otros
miembros de la tribu.
2.2. Esclavitud
Una de las formas históricas más persistentes de desigualdad ha sido
la esclavitud. Esta forma de dominación surgió inmediatamente
después de que los seres humanos se asentaran en comunidades
agrícolas establecidas.
A diferencia de la experiencia estadounidense, la esclavitud no
siempre ha sido una condición hereditaria ni un sistema
normativamente cerrado. Sobre todo en las sociedades esclavistas
antiguas, el esclavo podía comprar su libertad o adquirirla de una u
otra forma. Solo en unas sociedades como la de EEUU la casta racial
produjo un estatus de esclavo hereditario y más cerrado.
En las sociedades agrarias, el nivel de desigualdad entre el esclavo y
su propietario era muy alto. Pero el nivel de desigualdad variaba
enormemente. En algunas sociedades los esclavos tenían derechos
legales y eran tratados relativamente bien.
En las sociedades esclavistas los dos medios principales de
legitimación eran el legal y el ideológico. El tipo más común de
justificación ideológica lo encontramos en la antigua civilización
griega, donde Aristóteles escribió que “es evidente que algunos
hombres son, por naturaleza, libres y otros esclavos, y para estos la
esclavitud es adecuada y conveniente”.
2.3. Casta
En ningún lugar se ha aproximado el sistema de castas tanto al tipo
ideal como en la India. Algunos autores mantienen que el sistema de
castas, en sentido estricto, únicamente se puede encontrar en la
India.
En el sistema de castas hindú se desarrollaron cuatro divisiones
principales de castas, con la casta de los sacerdotes y la de los
guerreros en la cima de esta jerarquía enormemente rígida. Además
de las cuatro castas principales había muchas subcastas. Pero no
todos los miembros de la población pertenecían a una casta o
subcasta. Una gran cantidad de personas quedaba al margen del
sistema de castas. Los demás consideraban que estas personas eran
tan míseras y sucias que no había lugar para ellas en el sistema de
estratificación.
Entre las características de un sistema de castas destacan la rigidez
de sus rangos y el casi total cierre normativo. Nadie que haya nacido
en una casta determinada puede moverse hacia arriba o hacia abajo
en la escala social. El sistema de castas no siempre fue tan rígido.
Parece que con el mandato británico después de 1750 la clase
dirigente de los brahmanes logró aumentar su poder sobre el pueblo
en las áreas locales dando así más rigidez al sistema.
Otro aspecto importante del sistema de castas es su elevado grado
de institucionalización y la aceptación de la rigidez de sus rangos. Es
un sistema muy ritualista. Se considera que los intocables son tan
impuros que deben esconderse cuando alguien de una casta superior
se encuentra en el lugar o, si esto no es posible, deben inclinarse con
la cara hacia el suelo.
Las investigaciones históricas recientes sobre las áreas menos
urbanizadas de India indican que el sistema de castas no siempre fue
aceptado por los intocables y que existieron algunos movimientos
religiosos que desafiaron la legitimidad del sistema de castas.
¿Qué es lo que explica esta extraordinaria aceptación? En la India la
religión hindú ha proporcionado esta justificación a través de un
detallado código que especifica cuáles son las obligaciones, los
derechos y el funcionamiento general del sistema de castas. La
religión hindú incluye la creencia en la reencarnación. La clave para
que se cumplan los deberes de las castas es que se cree que los
individuos experimentan una reencarnación ascendente o
descendente en el sistema de castas dependiendo del grado en que
han respetado sus obligaciones y deberes de casta.
Los que ocupan las posiciones más altas en el sistema de castas
disfrutan de grandes cantidades de riqueza y poder, mientras que los
que ocupan posiciones bajas son muy pobres. Pero es la desigualdad
de estatus la que domina. Un país que ha tenido un sistema de
estratificación semejante al sistema de castas durante un período
relativamente corto de tiempo es Japón.
2.4. Estamento
Se discute también si el feudalismo o sistema estamental es una
relación basada en el poder militar o en la dominación económica.
Marc Bloch cuestiona la perspectiva económica en su descripción de
los orígenes del feudalismo, y señala que en la Alta Edad Media
europea el poder militar lo ostentaba un grupo de familias. Marx
subrayó la relación basada en la dominación económica en la que
una clase poseía los principales medios de producción, mientras los
demás vivían a merced de aquellos.
Muchas sociedades agrarias han exhibido alguna forma de
feudalismo, pero fue en la Europa de la Edad Media donde se
desarrolló la forma de feudalismo que más se ajusta al tipo ideal. En
la Europa del siglo XII el sistema feudal estaba sólidamente
establecido. Este sistema se centraba en la propiedad de tierras por
una clase originalmente militar denominada nobleza. Había lazos de
obediencia, trabajo agrícola y protección entre la nobleza y los
súbditos.
Con la consolidación de los primeros Estados feudales durante el
siglo XII surgió la verdadera forma del sistema estamental. Se
definieron tres estamentos por ley: la clase de los sacerdotes, la
nobleza y los plebeyos. En las primeras fases del feudalismo la
costumbre o la tradición justificaban las desigualdades sociales, pero
con el nacimiento del Estado, la sanción legal empezó a adquirir más
importancia. Sin embargo, la religión siempre cumplió la tarea de
justificar las desigualdades.
En las primeras fases del feudalismo, había ciertas oportunidades de
movilidad social. Pero en las últimas fases del feudalismo los rangos
se hicieron más rígidos. La posición hereditaria se convirtió en
norma y predominó la adscripción. Se prohibió el matrimonio entre
miembros de estamentos diferentes, asegurando así el cierre
hereditario.
2.5. Clase
La revolución industrial configuró un nuevo sistema de
estratificación que denominamos sistema de clases. Uno de los
aspectos más importantes de las sociedades de clases es que su base
económica es industrial.
Se requería un sistema de estratificación que pudiera responder a la
necesidad de una fuerza laboral más cualificada que trabajaba en
una economía industrial más compleja. Y debía de ser un sistema de
estratificación que permitiera que la ubicación de clase dependiera
más de la capacidad o del mérito que de los criterios adscriptivos.
El nivel real de desigualdad entre las élites y la población general es
menor en comparación con anteriores tipos ideales de sistemas de
estratificación.
En las sociedades de clases las desigualdades se justifican
principalmente por medio de la ideología de la igualdad de
oportunidades. Encontramos leyes diseñadas para fomentar la libre
competencia o la igualdad de oportunidades. Pero estas leyes son en
parte un aspecto de la legitimación de la desigualdad y a menudo se
eluden cuando se llevan a la práctica.
En los sistemas de clases tempranos la forma de desigualdad más
importante era económica. Sin embargo, hoy en día el predominio de
las desigualdades económicas se ha debilitado. Algunos afirman que
las sociedades posindustriales están sustituyendo a las primeras
sociedades industriales. Hoy en día las desigualdades económicas no
son tan importantes como las desigualdades de poder burocrático.
3. La aparición de la desigualdad y la estratificación social
3.1. Los primeros grupos humanos
Louis Leakey fue quien encontró hace pocos años la evidencia más
decisiva de la localización de los primeros seres humanos en la
Garganta de Olduvai, en el este de África. Estos restos son de hace 3
o 4 millones de años.
Hace alrededor de 25.000 o 50.000 años, el Homo sapiens llegó al
continente norteamericano a través de un puente de tierra que
existía desde lo que hoy es Rusia y se extendió hacia el sur. En estos
remotos tiempos, si la comida llegaba a escasear en una zona, había
otras zonas donde asentarse.
Podemos decir que los seres humanos han estado en la tierra desde
hace 500.000 años. Durante al menos 490.000 años los seres
humanos sobrevivieron fundamentalmente con el modo de
producción de caza y recolección.
Hemos descrito el tipo general de organización social basado en este
nivel tecnológico como comunalismo primitivo. La estratificación
social, en caso de que realmente existiera, era poco frecuente. Todas
las herramientas o artefactos que tenían y los alimentos que
encontraban se consideran de propiedad común y se reparten de
modo igualitario entre todos los miembros de la tribu. Existe por lo
común un método de toma de decisiones que implica la libre
discusión en grupo entre todos los miembros adultos de la tribu.
Debido a su nivel tecnológico, estas tribus son nómadas o
seminómadas. Como no conocen o no hacen uso de la agricultura ni
de la crianza de animales, las fuentes de alimento en su entorno
suelen reducirse con el tiempo, por lo que se ven obligados a
trasladarse. Esto también impide la acumulación de muchas
posesiones materiales: tienen que viajar y lo hacen con poco
equipaje.
El cambio se debió a un aumento del número de cazadores y
recolectores hace alrededor de 10.000 o 15.000 años. En las zonas
geográficas del mundo más pobladas por aquel entonces, como el
norte de África y Oriente próximo, la constante y creciente escasez
de alimentos y tierra propició un aumento de los conflictos entre las
tribus.
Se hizo cada vez más necesario que un mayor número de personas
aplicara los métodos agrícolas. Todos los miembros de la tribu tenían
que participar en la agricultura para poder sobrevivir. Cada vez más
gente comenzó a abandonar las pautas nómadas de la caza y la
recolección. Había llegado la revolución neolítica.
3.2. La revolución neolítica
La mayoría de los científicos sociales considera la revolución
neolítica como el primer acontecimiento importante de la evolución
de las sociedades humanas. No solo se produjo un cambio en la
tecnología de la producción de alimentos, sino que también
cambiaron casi todos los aspectos de la organización humana.
Al principio, la gente vivía en tribus pequeñas, alternando las tareas
agrícolas con los antiguos métodos de la caza y la recolección. Sus
primeras herramientas agrícolas fueron simples, por lo que su nivel
de producción de alimentos era bajo. Pero gracias a los nuevos
métodos agrícolas se produjo al menos un excedente de alimentos
que liberó a algunas personas de dedicar todo su tiempo a producir
comida.
Cuando algunos se hubieron liberado de la producción de alimentos,
aparecieron los artesanos y los líderes políticos y religiosos. Pero al
igual que en las primeras tribus cazadoras y recolectoras, el estatus
era la principal forma de desigualdad.
Pero con el paso del tiempo se fue produciendo una desigualdad
social creciente. Además de los datos relativos a los enterramientos,
existen indicios de la desigualdad creciente con respecto a las
viviendas. Y al igual que en los enterramientos, hallamos una
desigualdad social cada vez mayor en la evidencia que se encuentra
en los grandes monumentos religiosos.
En estas primeras sociedades agrícolas, la religión se convirtió en la
base más importante de las desigualdades estructuradas en estas
primeras sociedades agrícolas. Con respecto a la complejidad de la
forma de producción agrícola y a la aparición de las élites laicas,
debemos señalar que en algunos asentamientos agrícolas
encontramos la temprana aparición de lo que Marx denominó “el
modo de producción asiático”. El desarrollo de este modo de
producción asiático lo encontramos sobre todo en lugares como
China, la India y Oriente Medio, donde la agricultura necesitaba de
sistemas de riego. Como el riego requería una forma superior de
organización social, apareció algo similar a una élite estatal para
hacerse cargo de los proyectos comunes, como los sistemas de riego.
Con el tiempo, en lugares como China y la India esta élite estatal
creció hasta llegar a dominar la sociedad.
Cuando los métodos de producción de alimentos avanzaron hasta el
punto en el que una persona podía producir excedente, comenzó a
desarrollarse la esclavitud. El factor definitivo en el desarrollo de la
esclavitud fue el poder militar. El poder militar era necesario tanto
para mantener esclavos como para conseguirlos.
3.3. Los antiguos imperios agrarios
Los imperios agrarios se desarrollaron a raíz de la aparición de una
clase militar y de un Estado organizado, junto a medios más rápidos
de transporte y comunicación que extendieron ese poder a áreas
mayores.
Empezaron a existir hace alrededor de 5.000 años en lugares como
Egipto o China. El Imperio Romano fue uno de los más poderosos y
uno de los últimos en desaparecer. Este imperio comenzó su ascenso
hacia el 300 a.C. y su derrumbe final tuvo lugar en el 500 a.C. Los
años que siguieron fueron un período de estancamiento y decadencia
en la mayor parte del mundo avanzado, hasta que aparecieron en
Europa los nuevos Estados feudales de la Edad Media.
3.4. Sociedades agrarias tardías
Con el aumento de las conquistas de los nómadas alrededor del 500
a.C., la mayoría de los antiguos imperios agrarios entraron en
decadencia. Sobre todo en lo que era entonces el norte del Imperio
Romano y en general en Europa, la gente se unió para protegerse y
formar pequeños asentamientos muy semejantes a los de las
primeras sociedades agrícolas. Durante siglos esta fue la forma de
organización social en lo que hoy denominamos Occidente.
Hacia el siglo XIV las revueltas campesinas se extendían por Europa
más que en ningún otro momento histórico anterior. Al mismo
tiempo, en las ciudades, una acomodada clase comercial comenzó a
desafiar el poder y la riqueza de la nobleza. En respuesta a ambos
desafíos, la nobleza se unió para crear nuevos sistemas estatales con
suficiente poder como para mantener sus posiciones de privilegio.
Con el desarrollo de estos Estados por toda Europa se restauró el
rígido sistema de desigualdad que se había perdido tras la
desintegración de los imperios agrarios anteriores.
3.5. La caída del feudalismo y el nacimiento de las
sociedades industriales
Hacia el siglo XVI arraigó en Europa un nuevo sistema industrial de
producción que llegaría a cambiar la naturaleza de la sociedad quizá
con mayor rapidez que nunca.
Estos cambios provocaron el conflicto entre tres actores principales:
1) La vieja nobleza o aristocracia cuyos beneficios e influencia
dependían en última instancia de la propiedad de la tierra.
2) La élite política cuya posición dependía de la enorme
burocracia estatal que se creó inicialmente para proteger los
intereses de la nobleza.
3) Una clase nueva y cada vez más poderosa de comerciantes que
dependía del nuevo sistema industrial de producción.
En lugares como China y la India este cambio se produjo más
despacio, porque el modo de producción agrícola no era exactamente
feudal, sino asiático. Además, como la propiedad privada de la tierra
estaba menos extendida y las élites políticas dominaban a los nuevos
comerciantes urbanos, el poder de esas élites no se vio desafiado por
terratenientes acaudalados ni por una nueva clase de comerciantes.
Portugal y España fueron las primeras naciones que enviaron barcos
por todo el mundo para explotar las riquezas, la mano de obra barata
y los recursos de estas otras regiones del mundo. Pero España y
Portugal no llegaron a convertirse en potencias capitalistas
industriales debido a sus anticuados sistemas políticos.
Los Países Bajos fueron los primeros en convertirse en una nación
dominante en el marco de este moderno sistema mundial debido a
que fueron los primeros en realizar una revolución burguesa que en
la década de 1560 abatió el viejo Estado. Inglaterra también llegó a
ser una nación dominante en el moderno sistema mundial tras el
declive de los holandeses, debido a que la nobleza terrateniente
británica también perdió su poder político.
En otras naciones como Francia la vieja nobleza tuvo más fuerza
durante un período más largo de tiempo.
4. La reducción de la desigualdad en las sociedades
industriales y posindustriales
Tras un período inicial de aumento de las desigualdades al principio
de la industrialización en la mayoría de los países, las desigualdades
se han reducido.
Las sociedades posindustriales tienen menos producción
industrial pesada y una economía basada más bien en los servicios e
industrias de alta tecnología. Se afirma que el conocimiento y la
formación educativa son ahora más importantes que la propiedad de
la tierra o la riqueza en la determinación de las oportunidades vitales
de una persona. En las sociedades posindustriales tiene lugar el
correspondiente cambio ocupacional desde los trabajos industriales
de clase obrera hacia los trabajos de cuello blanco o clase media que
requieren más formación.

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