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ENTENDER LA BIBLIA

Glosario: perícopa o párrafo. - unidad que contiene una estructura


coherente y que se diferencía en sí misma. Las traducciones modernas de
la Biblia ya contienen una división por perícopas o párrafos, misma que en la
mayoría de los casos está bien realizada y es de mucha ayuda.
Introducción
Un deseo interno de cualquier maestro, es que sus estudiantes (en este caso
creyentes en Dios) le entiendan. Mi anhelo no solo es que me entiendan a mí, sino
que puedan llegar a entender su posición en Cristo y la tremenda necesidad que
cada uno tiene de que Su Palabra sea real y sea viva en sus vidas. Encaminado a
ello, me ha parecido necesario instruirles primeramente para que cada uno de
ustedes pueda comenzar a comprender por su propia dependencia de Dios las
Escrituras, que las entiendan por el necesario conocimiento que cada creyente debe
poseer acerca de su Creador y, principalmente por el indispensable crecimiento
personal espiritual que cada hijo de Dios debe manifestar, tratándose de algo que
verdaderamente exista en la vida y testimonio del creyente.
INTERPRETACIÓN BÍBLICA
La interpretación bíblica es un proceso espiritual y también racional, que intenta
entender y llega a interpretar a un escritor de la antigüedad que fue inspirado por
el Espíritu Santo, con el propósito de que pueda ser comprendido y aplicado en
nuestro tiempo.
El proceso espiritual es crucial pero difícil de definir. Involucra una rendición
hacia Dios y estar abierto para escucharle. Deben existir en el lector tres tipos de
hambre:
1. Hambre por Dios
2. Hambre por conocer a Dios
3. Hambre por servir a Dios
Este proceso incluye oración, confesión y estar dispuesto a cambiar tu manera de
vivir. El Espíritu Santo es importantísimo en el proceso interpretativo, pero debemos
estar conscientes de una paradoja: los cristianos sinceros y entregados a Dios llegan
a entender la Biblia de manera diferente, y esto es un misterio. Aun así, las
diferencias que salen a la luz, nunca van en detrimento de las verdades doctrinales,
las cuales después de más de dos mil años siguen salvaguardadas por el poder
maravilloso del Espíritu Santo. Más bien las diferencias de interpretación, han
llegado a enriquecer la comprensión que hoy en día tenemos de la Biblia.
El proceso racional es más fácil de describir. Debemos ser consistentes y justos
al texto y no estar influenciados por nuestros prejuicios personales o

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denominacionales. De hecho, todos estamos condicionados históricamente.
Ninguno de nosotros (los creyentes) somos intérpretes completamente objetivos y
neutrales. Mi deseo es brindarles una manera de llevar a cabo tal proceso.
Ofrecerles un proceso racional que contiene cuatro principios interpretativos y
estructurados, para ayudarnos a dejar atrás nuestros prejuicios.
Primer Principio
Se trata de tomar en cuenta la situación histórica en la cual cada libro de la Biblia
fue escrito y la ocasión histórica particular para que se escribiera. Esto es debido a
que el autor original tenía un propósito, un mensaje que comunicar. El texto bíblico
no puede significar o decir algo que el autor antiguo e inspirado originalmente, nunca
hubiera querido decir. Vemos entonces, que la intención del autor original es
ciertamente la clave de la interpretación, y no nuestra necesidad o situación
histórica, emocional, cultural, personal o denominacional. Además, la aplicación es
compañera integral de la interpretación, pero la correcta interpretación debe siempre
anteceder a la aplicación. Cabe reiterar aquí, que cada texto bíblico tiene un solo
significado. Este significado es aquel que el autor bíblico original le dio a través del
liderazgo del Espíritu Santo para comunicarlo a su día. Este único significado puede
tener muchas posibles aplicaciones a diferentes culturas y situaciones. Estas
aplicaciones, sin embargo, deben estar ligadas a la verdad central del autor original.
Segundo Principio
Es identificar las unidades literarias. Cada libro de la Biblia es un documento
unificado. Los que interpretamos la Biblia (y los creyentes tenemos la obligación y
el privilegio de hacerlo), no tenemos derecho de aislar un aspecto de la verdad, a
costa de excluir otros. Por lo tanto, debemos esforzarnos por entender el propósito
del libro en cuestión que estemos estudiando antes de pretender interpretar sus
unidades literarias individuales. Las partes individuales (capítulos, párrafos 1 o
versículos) no pueden significar algo que la unidad completa no signifique. La
interpretación debe ir de un modo deductivo del todo a un modo inductivo de las
partes2. Por lo tanto, mi intención es ayudar a cada uno de ustedes a analizar las
estructuras de cada unidad literaria por párrafos. Las divisiones de párrafos
(perícopas) y capítulos no son inspiradas, pero son de ayuda para identificar el
pensamiento central de un pasaje.
Interpretar a nivel de párrafo (perícopa) en lugar de hacerlo a nivel de oración,
cláusula, frase o palabra; es la clave para seguir el significado intencionado del autor
bíblico. Cada perícopa o párrafo, está basado en un tema unificado, al que se le

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Perícopa o párrafo son en este caso, términos sinónimos
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Tanto el método inductivo como el deductivo son estrategias de razonamiento lógico, siendo que el
inductivo utiliza premisas particulares para llegar a una conclusión general, y el deductivo usa principios
generales para llegar a una conclusión específica.

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puede llamar enunciado o declaración temática. Cada palabra, frase, cláusula y
enunciado en el párrafo se relaciona de alguna manera a este tema unificado
limitándolo, ampliándolo, explicándolo y/o cuestionándolo. Entonces otra clave para
la correcta interpretación es seguir el pensamiento del autor original párrafo a
párrafo a través de las unidades literarias que componen ese libro de la Biblia en
particular. Mi intención es que quien estudie la Biblia pueda hacer precisamente
eso, al comparar las traducciones modernas de la Biblia en español.
Les pido que, para trabajar de forma homogénea, todos utilicemos las siguientes
versiones de la Biblia3:
1. La versión principal de esta guía es la versión Reina-Valera 1960 (RV 1960),
la cual es una traducción literal palabra por palabra basada en una tradición del
manuscrito griego conocido como Textus Receptus. Sus divisiones de párrafos son
más largas que las otras traducciones. Estas unidades más largas ayudan al
estudiante a ver los temas unificados. Generalmente mis sermones expositivos son
versículo por versículo y siguen las divisiones por párrafos de esta versión de la
Biblia, por ello siempre insisto que es la “versión del Señor” (broma).
2. La Biblia de las Américas (LBLA) es una traducción modificada palabra por
palabra. Forma un punto medio entre las siguientes dos traducciones modernas.
Sus divisiones por párrafo son de mucha ayuda para identificar los temas que
contienen.
3. La versión Dios Habla Hoy (DHH) es una traducción dinámica equivalente
publicada por las Sociedades Bíblicas Unidas. Intenta traducir la Biblia de tal manera
que el lector moderno de habla hispana pueda entender el significado del texto
griego. Con frecuencia, especialmente en los Evangelios, divide párrafos basado en
el que habla, en vez de por el tema, de la misma forma que lo hace la Nueva
Versión Internacional (NVI).
4. La Biblia de Jerusalén (JB) también es una traducción dinámica equivalente
pero basada en una traducción católica francesa. Es de mucha ayuda para comparar
las divisiones de párrafos desde la perspectiva europea.
El Tercer Principio
Es leer la Biblia en diferentes traducciones para poder obtener el más amplio rango
de significado (campo semántico) que las palabras bíblicas o las frases puedan tener.
Con frecuencia una frase griega o una palabra pueden ser entendidas de varias
maneras. Estas diferentes traducciones resaltan estas opciones y ayudan a
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Todas las versiones que recomiendo, las encuentran en la app “YouVersion” que la encuentran
gratuitamente en Google Play o en su equivalente de Apple, a excepción de la Biblia de Jerusalén (JB o BJ),
de la cual les paso un link para estudiarla en línea: https://www.bibliatodo.com/la-biblia/version/Biblia-de-
Jerusalen

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identificar y a explicar las variaciones de los manuscritos griegos. Tales variaciones,
no afectan (nunca lo han hecho ni lo harán) la doctrina, pero si nos ayudan a
regresar al texto original escrito por el autor antiguo inspirado.
Una Búsqueda Por la Verdad
¿Podemos conocer la verdad? ¿Dónde se encuentra? ¿Podemos verificarla de
manera lógica? ¿Existe una autoridad máxima? ¿Existen absolutos que puedan
guiar nuestras vidas, nuestro mundo? ¿Tiene significado la vida? ¿Por qué estamos
aquí? ¿Hacia dónde vamos?
Muchos han reclamado tener las respuestas a estas preguntas esenciales, pero si
investigamos y reflexionamos con sinceridad, podemos descubrir que sus respuestas
están basadas en:
1. Filosofías personales
2. Mitos antiguos
3. Experiencias personales
4. Proyecciones psicológicas
Es claro que necesitamos un grado de verificación, alguna evidencia, alguna
explicación racional en la cual basar nuestro entendimiento del mundo, nuestro
centro de integridad, nuestra razón de vivir. Todo esto lo podemos hallar en el
estudio de la Biblia. Buscando evidencia de su confiabilidad, puedo decirles que la
encontré en:
I. La confiabilidad histórica de la Biblia, confirmada por la arqueología
II. La exactitud de las profecías del Antiguo Testamento
III. La unidad del mensaje de la Biblia a través de los más de 1,600 años de su
producción
IV. Los testimonios de personas cuyas vidas habían sido permanentemente
cambiadas por su contacto con la Biblia
El cristianismo, como un sistema unificado de fe y creencia (no simple religión), tiene
la facultad de tratar con las preguntas complejas de la vida humana. Esto no
solamente nos provee de un marco racional, sino que además provee el aspecto de
la experiencia de la fe bíblica que trae estabilidad y gozo emocional. Sin embargo,
debo advertir que se van a sorprender al descubrir sus propios prejuicios históricos,
culturales, denominacionales y de experiencias propias. Estoy seguro que igual que
muchos (o todos), ustedes también han leído la Biblia simplemente para reforzar sus
propios puntos de vista. Se le llega a usar como una fuente de dogma para atacar
a otros mientras reafirmamos nuestras propias inseguridades e insuficiencias. Sin
embargo, les aseguro que, sin lugar a dudas, ustedes pueden convertirse en mejores
lectores y estudiantes de la Biblia, y que pueden llegar a limitar sus prejuicios si los
identifican.
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Deseo compartirles un ABC (por así decirlo) que es conveniente llevar con nosotros
al estudiar la Biblia, para que juntos lo examinemos:
A. La Biblia es la única revelación inspirada del Único y verdadero Dios. Por ello
debe ser interpretada a la luz de la intención del autor original: el Espíritu
Santo, quien inspiró a escritores humanos en una condición histórica
específica.
B. La Biblia fue escrita para personas comunes, es decir; ¡para cualquier
persona! Dios se adaptó a Sí mismo para hablarnos claramente dentro de un
contexto cultural e histórico. Él no esconde la verdad, más bien quiere que
la entendamos, y por ello debe ser interpretada a la luz del día en que fue
escrita, no de nuestros días. La Escritura no significa para nosotros lo que
nunca quiso significar para los receptores originales, quienes la leyeron o
escucharon por primera vez. La Palabra de Dios es entendible para la persona
promedio y usa formas y técnicas de comunicación humanas normales.
C. La Biblia tiene un propósito y mensaje unificados. No se contradice a sí
misma, aunque sí contiene pasajes paradójicos y difíciles. Por ello la Biblia
es la mejor intérprete der sí misma.
D. Cada pasaje, excluyendo los de profecía, tiene un solo significado basado en
la intención del autor original inspirado. Aunque nunca podemos saber con
absoluta certeza la intención del autor original. Hay varios indicadores para
orientarnos y que debemos tener en cuenta:
1. El género literario escogido para expresar el mensaje
2. La situación histórica y/o específica que motivó a que se escribiera
3. El contexto literario del libro entero al igual que cada unidad literaria
4. El diseño textual (bosquejo) de las unidades literarias según se
relacionan con el pasaje completo
5. Las herramientas gramaticales específicas usadas para comunicar el
mensaje
6. Las palabras seleccionadas para presentar el mensaje
7. Los pasajes paralelos
Así, estos indicadores se convierten en el objeto de nuestro estudio sobre un
pasaje de la Biblia. Parece complicado, pero no lo es, solo es concienzudo y
meticuloso, pero bien vale la pena esforzarnos en esto, pues se trata de conocer
mejor la revelación que nuestro amado Dios preparó para nosotros.
En el pasado, técnicas de lecturas diferentes se enfocaron en uno de los siguientes
tres componentes:
1. La intención original del autor
2. El texto escrito
3. Los receptores originales

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Pero para que realmente podamos respetar y afirmar la inspiración única de la
Biblia, es mejor usar el siguiente diagrama:

EL VARIANTES CREYENTES
ESPÍRITU DEL POSTREROS
SANTO MANUSCRITO
La intención El Texto Los
Original del Escrito Receptores
Autor Originales

A pesar de que los tres componentes deben ser incluidos en el proceso de


interpretación, para el propósito de verificación de nuestra interpretación nos
concentraremos en los primeros dos componentes: el autor original y el texto
escrito.
Necesitamos lograr proveer las razones y la lógica (aunque nuestra lógica es
limitada) detrás de nuestra interpretación. La Biblia es nuestra única fuente de
fe y práctica, y en verdad es suficiente. Tristemente muchas veces los creyentes
no están de acuerdo sobre lo que la Biblia enseña o afirma. Resulta terrible
declarar y asegurar la inspiración de la Escritura y luego no poder ponerse de
acuerdo en su enseñanza y requerimientos. Por ello recomiendo que primero se
lea el libro completo de corrido en nuestra versión básica que en este caso es la
Reina Valera 60 e iniciaremos con la epístola a los Filipenses. Después leeremos
las demás versiones que he recomendado de preferencia en el orden especificado
anteriormente y de nuevo el libro de Filipenses completo. Una vez que las hemos
leído todas trataremos de localizar y aislar el tema o temas centrales de la
epístola, luego nos concentraremos en estudiar el primer capítulo del libro
asignado y lo haremos a nivel de párrafo (perícopa). Como una ayuda adicional,
les comparto que el capítulo uno de Filipenses, contiene tres párrafos o perícopas,
y a continuación les muestro un bosquejo simple del capítulo usando la división
por párrafos que contiene la Reina Valera 60:
I. Saludos
II. Oración por los creyentes
III. El vivir es Cristo
Ahora, siguiendo a nivel de párrafos, trataremos de identificar el tema o temas
de cada uno de los mismos para poder entender el mensaje que el apóstol Pablo
envió a los creyentes de Filipos. Por ejemplo, tenemos el primer párrafo, que son
los saludos o salutaciones. El propósito allí es saludar a los hermanos, que ellos
sepan que otros creyentes en otras partes (Pablo, Timoteo y los hermanos que

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están con ellos; capítulo 4:21-22) se han ocupado de amarlos, de orar por ellos y
aún de enviarles saludos. Algo que salta a la vista leyendo este primer párrafo,
es que contiene la evidencia interna acerca del autor de la carta, que en este caso
es Pablo. También podemos notar que en la mayoría de nuestras Biblias (físicas,
por ello es bueno tener una a la mano); aparece una referencia que es Hechos
16:12, aunque en realidad todo el capítulo 16 de Hechos nos muestra el proceso
del nacimiento de la iglesia en Filipos. Como pueden ver, aún en un párrafo tan
pequeño, tenemos información abundante y muy relevante.
Pues bien, este mismo trabajo haremos con los otros dos párrafos que contiene
este primer capítulo de Filipenses y es el trabajo que iremos desarrollando en
cada uno de los cuatro capítulos que contiene esta breve pero importante epístola.
Así mismo es el trabajo que podemos ir haciendo con toda la Biblia, trabajo que
es para nuestro beneficio, bendición y edificación personales, para nuestro
crecimiento en la vida cristiana, que nunca puede ni debe ser una vida estancada.
Les invito a seguirme en esta aventura y a que caminemos juntos en este tiempo
de prueba y aflicción, y una vez terminado podamos hallarnos preparados y
seguros de que estamos esforzándonos en nuestra relación con Dios siendo fieles
y no apáticos, siendo hacedores y no sólo oidores de la Palabra. Que Dios nos
ayude y nos guíe a cada uno como varones, para que seamos verdaderos hijos
de Dios. Les amo en el Señor:
Pastor Álvaro Dader Reyes

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