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Tragedia

La tragedia es una forma literaria teatral o género dramático de lenguaje solemne


cuyos personajes protagónicos son ilustres y se ven enfrentados de manera misteriosa,
invencible e inevitable, a causa de un error fatal o condición de carácter (la llamada hamartia)
contra un destino fatal (fatum, hado o sino) o los dioses, generando un conflicto cuyo final es
irremediablemente triste: la destrucción del héroe protagonista, quien muere o enloquece.

Concepto[editar]
El término procede de la voz griega tragoedia o “canto del macho cabrío” (τραγῳδία, palabra
compuesta de τράγος “carnero” y ᾠδή “canción”) y alude a la canción de los griegos
atenienses que era entonada procesionalmente en honor del dios Dioniso en sus
fiestas Dionisias.
El género se define como una obra dramática de asunto terrible y desenlace funesto en la que
intervienen personajes ilustres o heroicos, y emplea un estilo de lenguaje sublime o
solemne. Aristóteles, en su Poética, dejó la primera definición del término:
La tragedia es la imitación de una acción de carácter elevado y completa, dotada de
cierta extensión, en un lenguaje agradable, llena de bellezas de una especie particular
según sus diversas partes, imitación que ha sido hecha o lo es por personajes en
acción y no por medio de una narración, la cual, moviendo a compasión y a temor,
obra en el espectador la purificación (catarsis) propia de estos estados
emotivos […] Necesariamente hay en toda tragedia seis partes constitutivas, según las
cuales cada obra trágica posee su cualidad propia; estas partes son la fábula o trama,
los caracteres, la elocución, la manera de pensar o ideología, el espectáculo y el canto
Las tragedias acaban generalmente en la muerte, el exilio o en la destrucción física, moral
y económica del personaje principal, quien se enfrenta a un conflicto insoluble que le
obliga a cometer un error fatal o hamartia al intentar "hacer lo correcto" en una situación
en la que lo correcto simplemente no puede hacerse. El héroe trágico es sacrificado así a
esa fuerza que se le impone, y contra la cual se rebela con orgullo insolente o hybris.
También existe un tipo de tragedia de sublimación, en las que el personaje principal es
mostrado como un héroe que desafía las adversidades con la fuerza de sus virtudes,
ganándose de esta manera la admiración del espectador, como es el caso
de Antígona de Sófocles.
La tragedia nació como tal en Grecia con las obras de Tespis y Frínico, y se consolidó con
la tríada de los grandes trágicos del clasicismo griego: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Las
tragedias clásicas se caracterizan, según Aristóteles, por generar una catarsis en el
espectador.

Evolución[editar]
Tragedia griega[editar]
Artículo principal: Tragedia griega

La tradición atribuye a Tespis la primera composición trágica, pero apenas se conservan


restos de sus obras. Después, entre otros autores, destacaron e hicieron evolucionar la
tragedia, por orden cronológico, Esquilo, Sófocles y Eurípides.
Aristóteles en su Poética señala sobre las partes de la tragedia se dividen
en prólogo, episodio, éxodo, y la parte del coro que se divide a la vez
en párodo y estásimo. El prólogo precede al párodo del coro. Después vienen siete
episodios entrelazados por cada estásimo para concluir con el éxodo, intervención del
coro que no es cantado. En cuanto al estásimo, es un canto de coro
sin anapesto ni troqueo.

 Prólogo: Según Aristóteles es lo que antecede a la entrada del coro. Las


características generales son: se da la ubicación temporaria y se une el pasado del
héroe con el presente; pueden participar tres actores pero sólo hablan dos y el otro
está mudo o puede ser un monólogo. Se le informa al espectador el porqué del
castigo que va a recibir el héroe y en esta parte no interviene el coro.
 Párodos: cantos a cargo del coro durante la entrada por el párodo izquierdo presidido
por un flautista. En esta parte se realiza un canto lírico, se dan danzas de avance y
retroceso; se utiliza el dialecto dórico (más adecuado a los cantos corales debido a su
musicalidad).
 Episodios: pueden ser hasta cinco, hay diálogo entre el coro y los personajes o entre
personajes; es la parte más importante por ser la dramática por excelencia y expresa
el pensamiento e ideas del personaje. Dentro de los episodios se pueden encontrar
los agones, los cuales son pasajes en los que el protagonista se enfrenta
dialécticamente con otro personaje.
 Estásimo: es la parte lírica-dramática donde el autor expresa sus ideas políticas,
filosóficas, religiosas, etc.; hay de tres a cinco, es la segunda entrada del coro y en
esta parte no danza. Los episodios son siempre separados por los estásimos. Estos
mismos pueden estar divididos en estrofas y antiestrofas, las cuales son siempre
pronunciadas por el coro, aunque en la festividad griega antigua, las antiestrofas eran
dichas por un Corifeo (un representante del coro).
 Éxodo: es la parte final de la tragedia, hay cantos líricos y dramáticos, el héroe
reconoce su error y es castigado (a veces con la muerte) por los dioses, sufriendo
el pathos y muchas veces convirtiéndose en el pharmakon (el remedio para el mal).
Es aquí donde aparece la enseñanza moral. El éxodo, como los estásimos, siempre lo
pronuncia el coro o el Corifeo.1
Tragedia latina[editar]
Véase también: Teatro latino

La primera tragedia latina la compuso Livio Andrónico y se representó en la vieja Roma en


el año 514 de su fundación (240 a. C.) en tiempo del consulado de Cayo Claudio
Centón y M. Sempronio, unos ciento sesenta años después de la muerte de Sófocles y
Eurípides y doscientos veinte años antes de la de Virgilio. Trasidas
de Ennio, Pacuvio y Accio, Séneca compuso ya en la Edad de plata de la literatura latina
once que se han conservado e influyeron poderosamente el teatro en lengua vulgar del
Renacimiento y el Barroco; destaca en especial la inspirada en la tragedia homónima de
Sófocles, Fedra.2
Tragedia moderna[editar]
La tragedia reapareció hasta la época del Renacimiento y aún por traducciones o
imitaciones de la antigüedad. Cierto que se encuentran algunos ensayos en lengua vulgar,
sobre todo, en Grecia, desde los siglo XIII al XVI pero es indudable que la primera
tragedia regular es Sofonisba, compuesta por Gian Giorgio Trissino3 y representada en
Roma en 1515. En 1552, el poeta Jodelle, el primero en Francia, hizo representar la
tragedia de su invención Cleopatra cautiva. Robert Garnier4 (1544 - 1590), Alexandre
Hardy5 y Jean Mairet siguieron su ejemplo hasta que en 1635 apareció Corneille, con su
primera tragedia, Medea,6 siguiéndole después Racine que elevó a la perfección el
restaurado género. Entre los autores modernos que más se han distinguido en la tragedia
hay que citar:
 En España a Lope de Vega (El caballero de Olmedo, El castigo sin venganza)
y Calderón de la Barca (El príncipe constante, El médico de su honra, La hija del aire)
que compusieron verdaderas tragedias a pesar de titularlas comedias. También
a Quintana, Cienfuegos, Huerta, Jovellanos, Francisco Martínez de la Rosa, Manuel
Tamayo y Baus, Benito Pérez Galdós. En el siglo XX destacan especialmente Miguel
de Unamuno (El otro) Federico García Lorca (Mariana Pineda, Bodas de sangre, La
casa de Bernarda Alba) y Antonio Buero Vallejo (En la ardiente oscuridad, El
tragaluz, Las meninas, La fundación).
 en Francia, los ya citados Corneille y Racine, además
de Crebillon, Voltaire, Lemercier,7 Casimir Delavigne.
 en Italia, Metastasio, Alfieri y D'Annunzio.
 en Inglaterra, Shakespeare, Ben Jonson, Marlowe, Otway, Dryden, Addison.
 en Alemania y Austria, Goethe, Schiller, Grillparzer.
 en Dinamarca, Johannes Ewald.
 en México a Sergio Magaña, Rodolfo Usigli y Héctor Azar.
Tragedia griega
La tragedia griega es un género teatral originario de la Antigua Grecia. Inspirado en los ritos y
representaciones sagradas que se hacían en Grecia y Anatolia, alcanza su apogeo en
la Atenas del siglo V a. C. Llega sin grandes modificaciones hasta el Romanticismo, época en
la que se abre la discusión sobre los géneros literarios, mucho más de lo que lo hizo durante
el Renacimiento.
Debido a la larga evolución de la tragedia griega a través de más de dos mil años, resulta
difícil dar una definición unívoca al término tragedia, ya que el mismo varía según la época
histórica o el autor del que se trate.
En la Edad Media, cuando se sabía poco o nada del género, el término asume el significado
de «obra de estilo trágico», y estilo trágico deviene en un sinónimo bastante genérico
de poesía o estilo ilustre, como De vulgari eloquentia, de Dante Alighieri.
El argumento de la tragedia es la caída de un personaje importante. El motivo de la tragedia
griega es el mismo que el de la épica, es decir el mito, pero desde el punto de vista de la
comunicación, la tragedia desarrolla significados totalmente nuevos: el mythos (μύθος) se
funde con la acción, es decir, con la representación directa (δρᾶμα, drama). En donde el
público ve con sus propios ojos personajes que aparecen como entidades distintas que actúan
en forma independiente, la escena (σκηνή), provisto cada uno, de su propia dimensión
psicológica.
Los más importantes y reconocidos autores de la tragedia
fueron Esquilo, Sófocles y Eurípides que, en diversos momentos históricos, afrontaron los
temas más sensibles de su época.

Origen y evolución de la tragedia[editar]


Canción del macho cabrío
El origen de la tragedia griega es uno de los tradicionales problemas no resueltos por
la filología clásica. La fuente primaria de este debate se encuentra en
la Poética de Aristóteles. En esta obra, el autor recoge documentación de primera mano sobre
las etapas más antiguas del teatro en Ática. Su obra, por lo tanto, es una contribución
imprescindible para el estudio de la tragedia antigua.
Respecto del origen de la tragedia los antropólogos han indicado, tal como lo confirma
la etimología de la palabra, que se trata de un ritual de sacrificio, en el que se ofrecían
animales a los dioses. Esto se hacía sobre todo para obtener buenas cosechas y buena caza.
Momentos cruciales que determinaban la vida de los antiguos eran los de
cambios astrales (equinoccio y solsticio, que marcan el cambio de una estación a otra). Los
sacrificios se daban, por lo tanto, en estos momentos, por ejemplo, poco después del solsticio
de primavera para asegurarse el advenimiento de esta buena estación para la agricultura.
Como en otras religiones, incluso en la cristiana el momento de los sacrificios coincidía con la
primavera en razón de que la difusión debió adaptarse a las fiestas paganas preexistentes,
como el 25 de diciembre que cae cercano al solsticio de invierno. En una época prehistórica
reciente, tales sacrificios tuvieron que ser transformados en danzas rituales, en las cuales la
lucha primordial era de lo bueno (representado por el día, la luz, la primavera) contra lo malo
(la noche y el invierno). Triunfaba finalmente lo bueno contra lo malo.
Quedan todavía muchos puntos oscuros sobre el origen de la tragedia. El primero refiere a
la etimología de tragedia (τραγῳδία). Se distinguen en ésta la raíz de «macho cabrío»
(τράγος / trágos) y cantar (ῳδία / odía), sería por lo tanto «el canto del macho cabrío», quizás
en referencia al premio que era dado al vencedor del certamen trágico (un macho cabrío); o el
sacrificio de este animal sagrado a Dioniso, que frecuentemente acompañaba la fiesta en
honor al dios. Una teoría más reciente de J. Winkler hace derivar el término tragedia del
vocablo raro traghìzein (τραγὶζειν) que significa «cambiar de voz, asumir una voz de balido
como las cabras», en referencia a los actores. A menos que, sugiere D'Amico, tragoidía no
signifique más que simplemente «canto del macho cabrío» de los personajes satíricos que
integraban el coro de las acciones sagradas a Dioniso. Otras hipótesis tentativas, han
señalado una etimología que refiere a la tragedia como una oda a la cerveza.1
Lo que es posible afirmar con certeza es que la raíz trag- (τραγ-), incluso antes de referirse al
drama trágico, fue utilizada para significar el estado «similar al de un macho cabrío», pero
también a la aspereza, la lujuria, el placer de la comida, en una serie de palabras derivadas
que gravita en torno al ámbito lingüístico del rito dionisíaco.
Del ditirambo al drama[editar]
Señala Aristóteles que la tragedia nace al inicio como improvisación, precisamente «del coro
que entonaba el ditirambo» (ἀπὸ τῶν ἐξαρχόντων τὸν διθύραμβον, apò tōn exarchòntōn tòn
ditýrambon), un canto coral en honor a Dionisio. Al inicio estas manifestaciones eran breves y
de un tono burlesco porque contenían elementos satíricos; luego el lenguaje se hace más
grave y cambia incluso la medida, que de verso trocaico deviene en yámbico.
El ditirambo, originalmente improvisado, asume luego, una forma escrita y preestablecida. El
primer ditirambo escrito fue la obra de Arión. El coro se dirigía al thymele (θυμέλη), el altar de
los sacrificios y cantaba en círculo disponiéndose en torno al mismo.
Se puede suponer que en determinado momento en el que el coro entonaba este canto en
honor a Dioniso, el corifeo, es decir el portavoz del coro, habría sido separado y habría
comenzado a dialogar con el coro, convirtiéndose así en un verdadero personaje.
Posteriormente el mismo coro, desdoblándose en dos semicírculos, daría vida a un diálogo
entre los dos corifeos, y se introduce un hypocritès (ὑποκριτής, un contestador, posteriormente
significará actor), que pronunciaba las palabras de Dioniso, mientras el coro se movía a su
alrededor, dando así nacimiento al drama. Del canto épico-lírico, el ditirambo se transforma en
teatro.
Mientras nacía y se estructuraba la tragedia propiamente, el espíritu más popular de los ritos y
de las danzas dionisíacas sobrevivía en el drama satírico.
Las primeras tragedias[editar]
La tradición atribuye a Tespis la primera composición trágica. De esta tragedia se sabe poco,
salvo que el coro estaba formado todavía por sátiros y que fue la primera tragedia ganadora
de un concurso dramático. Otros dramaturgos de la época fueron Frínico, Quérilo, autor
probablemente de ciento setenta tragedias (con trece victorias) y Prátinas autor de treinta y
dos dramas satíricos, que en aquel momento afianzaron la representación de la tragedia.
De Frínico se tiene mayor información. Más allá de introducir en los diálogos el verso yámbico,
invento el género de la tragedia con argumento histórico (La Toma de Mileto), introduciendo
una segunda parte: la tragedia se encaminaba así a la trilogía, que será introducida
por Esquilo. Su primera victoria en competencia se da en el año 510 a. C.
Esquilo: la codificación[editar]
Habría sido Esquilo quien fijó las reglas fundamentales del drama trágico. Se le atribuye la
introducción de máscaras y coturnos. Por otra parte, con él la tragedia empieza a ser una
trilogía. Al introducir un segundo actor, hace posible la dramatización de un conflicto. La
representación de la tragedia asume una duración definida (del amanecer a la puesta del sol,
tanto en la realidad como en la ficción), y en el mismo día se representa la trilogía, en la cual
las tres partes están relacionadas con la misma historia.
En su trabajo, si se confrontan las primeras tragedias con los de años sucesivos, se nota una
evolución y un enriquecimiento de los elementos propios del drama trágico: diálogos,
contrastes, efectos teatrales. Esto se debe también a la rivalidad que el viejo Esquilo debe
sostener en los concursos dramáticos: con un joven rival, Sófocles, que aumenta en
popularidad y que ha introducido a un tercer actor, ha complicado las tramas, desarrollando
caracteres más humanos, con los cuales el público se ve identificado.
Esquilo acepta las innovaciones, aunque siendo siempre fiel a un rigor extremo, a una
religiosidad casi monoteísta cuya divinidad suprema, Zeus, aparece representado a veces
como un tirano, a veces como un dios omnipotente. En cuanto a los personajes, son siempre
héroes; casi todos tienen características superiores a las humanas. Esquilo no busca en ellos
el realismo, la naturalidad, o una cotidianeidad que llegará con Eurípides, sino una
sublimación suprema.
La reforma de Sófocles[editar]
Plutarco, en la Vida de Cimón relata el primer triunfo del joven y talentoso Sófocles contra el
célebre y hasta ese momento invicto Esquilo, concluido de modo insólito, sin el acostumbrado
sorteo de los árbitros, que provocó el exilio de Esquilo a Sicilia. Las innovaciones que Sófocles
introdujo y que le merecieron al menos veinte triunfos, referían a muchos aspectos de la
representación trágica, desde los detalles más insignificantes (como los calzados blancos y
los bastones curvados) hasta cambios de más peso.
Introdujo un tercer actor, que permitió que la tragedia multiplicara el número de personajes
posibles, aumentó a quince el número de coreutas, interrumpió la hasta entonces obligatoria
trilogía, haciendo posible la representación de dramas independientes, introdujo el uso de
la escenografía. Con respecto a Esquilo, los coros trágicos de Sófocles tuvieron cada vez
menos participación en la acción y comenzaron a ser espectadores de la escena y
comentaristas de los hechos. Pertenece a Sófocles la introducción del monólogo (por
ejemplo, Áyax o Edipo), cuya duración permitía al actor demostrar su capacidad, y al
personaje expresar completamente su pensamiento. La psicología del personaje se profundiza
y emerge un análisis desconocido de la verdad y del hombre. Sófocles intentó quitar el énfasis
en ese estilo ampuloso, recargado y espectacular (ónkos/ὄγκος) de sus personajes y de la
propia acción, para restituirlos totalmente a su función dramática. En Edipo en Colono el coro
repite "la suerte mayor no nace". Las peripecias que sufren los héroes no son consecuencia
de una culpa y en esto podemos ver el principio de una reflexión sobre el sufrimiento como
elemento central de la condición humana.
El realismo de Eurípides[editar]
Las particularidades que distinguen a Eurípides de los otros dos dramaturgos son, por un lado,
la búsqueda de la experimentación técnica efectuada en casi todos sus trabajos y, por otro, la
mayor atención que pone en la descripción de las emociones de los personajes, analizando su
evolución durante el desarrollo de los acontecimientos que narra.
La innovación absoluta del teatro de Eurípides, sin embargo, se halla en el realismo con el
cual el dramaturgo traza la dinámica psicológica de los personajes. Los héroes descritos en
sus obras ya no son los resueltos protagonistas de los dramas de Esquilo y Sófocles, sino que
a menudo son personas problemáticas e inseguras, muy alejadas del modelo del héroe
clásico. De hecho estos continúan procediendo del mundo del mito, pero su comportamiento
es el de seres humanos, asediados en muchos casos por la locura, la perversidad o un deseo
de venganza que pueden parecer monstruosos. No es, pues, frecuente encontrar en Eurípides
los personajes luminosos de la tragedia sofocleana, ya que el sufrimiento y las humillaciones
que experimentan les afectan en lo más hondo de su alma. Ésta es la razón por la que sean
tan importantes las mujeres (a veces, incluso extranjeras), los esclavos y las víctimas de las
guerras.
En efecto, las protagonistas femeninas de los dramas, como Andrómaca, Fedra, Medea, son
las nuevas figuras trágicas de Eurípides, que presenta sabiamente como mujeres
atormentadas y con impulsos irracionales que chocan con el mundo de la razón.

Estructura de la tragedia[editar]
La tragedia griega está estructurada siguiendo un esquema rígido, cuyas formas se pueden
definir con precisión. Se inicia generalmente con un prólogo, que según Aristóteles es lo que
antecede a la entrada del coro. Las características generales son que se da la ubicación
temporal y se une el pasado del héroe con el presente, pueden participar hasta tres actores,
pero sólo hablan dos y el otro interviene o puede recitar un monólogo. Se informa al
espectador del porqué del castigo que va a recibir el héroe y en esta parte no interviene el
coro.
Prosigue la párodos que son cantos a cargo del coro durante su entrada en la «orchestra»
ὀρχήστρα, por el lateral izquierdo. En esta parte se realiza un canto lírico, donde se dan
danzas de avance y retroceso; se utiliza el dialecto ático, más adecuado a los cantos corales
debido a su musicalidad.
Luego comienzan los episodios que pueden ser hasta cinco. En ellos hay diálogo entre el coro
y los personajes o entre personajes; es la parte más importante por ser la dramática por
excelencia y expresa el pensamiento e ideas del personaje. Entre los episodios se hallan
los estásimos, que son intervenciones del coro en las que se expresan las ideas políticas,
filosóficas, religiosas o morales del autor.
Por último, el éxodo es la parte final de la tragedia, hay cantos líricos y dramáticos; el héroe
reconoce su error. A veces es castigado con la muerte por los dioses y es allí donde aparece
la enseñanza moral.

La tragedia de Aristóteles a los contemporáneos[editar]


Mímesis y catarsis[editar]
Como ya se ha dicho, el primer estudio crítico de la tragedia se encuentra en la Poética de
Aristóteles. En ella encontramos los elementos fundamentales para la comprensión del teatro
trágico, sobre todo los conceptos de mímesis (μίμησις, del verbo μιμεῖσθαι, imitar) y
de catarsis (κάθαρσις, purificación). Escribe en la Poética:
La tragedia es por lo tanto imitación de una acción noble y terminada [...] la cual por medio de la piedad
y del miedo termine con la purificación de tales pasiones.

En pocas palabras, las acciones que la tragedia representa no son otra cosa que las acciones
más torpes que los hombres puedan realizar: su contemplación hace que el espectador se
introduzca en los impulsos que los generan, por un lado simpatizando con el héroe trágico a
través de sus emociones (pathos), por otro lado condenando la desmesura o el defecto a
través del hýbris (ὕβρις - 'soberbia' o 'malversación', es decir, actuación contra las leyes
divinas que lleva al personaje a cometer el crimen). La mímesis final representa la
«retribución» por el crimen. El castigo recibido hace nacer en el individuo que asiste a la
representación sentimientos de piedad y terror que permiten que la mente se purifique de las
pasiones negativas que cada hombre posee. La catarsis final para Aristóteles representa la
toma de conciencia del espectador, que, comprendiendo a los personajes, alcanza este
estado final de conciencia, distanciándose de sus propias pasiones y alcanzando un avanzado
nivel de sabiduría. El defecto o la debilidad del personaje conlleva necesariamente a su caída
en cuanto predestinada (el concatenamiento de las acciones parece en cierta manera inducido
por los dioses, que no actúan directamente, sino como deus ex machina). La caída del héroe
trágico es necesaria, porque de un lado podemos admirar la grandeza (se trata casi siempre
de un personaje ilustre, y poderoso) y por otro podemos, como espectadores, obtener un
beneficio a partir de la historia. Citando las palabras de un gran estudioso de la antigua
Grecia, la tragedia «es una simulación», en el sentido usado en campo científico, casi un
experimento del laboratorio:
La tragedia monta una experiencia humana a partir de personajes famosos, pero los instala y los hace
conducirse de tal manera que [...] la catástrofe que se presenta soportada por un hombre, aparecerá en
su totalidad como probable o necesaria. Es decir, el espectador que ve todo con piedad y terror adquiere
la sensación de que cuanto sucede a ese individuo, habría podido sucederle a él.
J.P.Vernant

Diferente fue, no obstante, la posición anticlasicista, fruto de la polémica romántica contra la


poética neoaristotélica, que consideraban privada de sentimientos y distante de los tiempos
modernos: sucede entonces que el elemento del pathos es exaltado, a veces en exceso, y
que el personaje trágico aparece como víctima de una suerte injusta. El héroe trágico, en este
punto tiende a acercarse a las clases sociales medias y bajas y por lo tanto a asumir el tono
de denuncia política.
Las tres «unidades dramáticas»[editar]
La famosa cuestión respecto a las llamadas tres unidades aristotélicas, de tiempo, de lugar y
de acción tiene un interés puramente histórico. Aristóteles había afirmado que la fábula debía
ser completa y perfecta, debe, en otras palabras, tener unidad, es decir un principio, un
desarrollo y un final. El filósofo también afirmaba que la acción de la epopeya y de
una tragedia se diferencian en la longitud
... porque en la tragedia se hace todo lo posible para realizarse la acción en una vuelta del sol, mientras
que la epopeya es ilimitada en el tiempo.
Aristóteles

Así que Aristóteles exige las unidades de tiempo y de acción, pero no dice nada de la unidad
de lugar. Lo importante, dice, es que el espectador pueda entender y recordar el conjunto de
la representación.
Apolíneo y dionisíaco: el análisis de Nietzsche[editar]
Fue Friedrich Nietzsche, al final del siglo XIX, quien pone en evidencia el contraste entre dos
elementos principales: por un lado lo dionisíaco (la pasión que experimenta el personaje) y por
otro lo apolíneo (la sabiduría y la justicia que es el elemento racional simbolizado exactamente
por el dios Apolo). Contraste que estaría en la base de la némesis, el castigo divino que
determina la caída o la muerte del personaje.
En la cultura de la Grecia antigua, afirma Nietzsche, «existe un contraste, enorme para el
origen y el fin, entre el arte plástico, esto es lo apolíneo, y el arte no plástico de la música, que
es lo dionisíaco.»
[...] estos dos instintos, por lo tanto, caminan uno al lado del otro, pero lo más distante posible,
estimulándose recíprocamente a siempre nuevas reacciones gallardas para perpetuar en sí mismo
incesantemente la lucha de esos contrastes, en la cual la palabra común “del arte” lanza un puente que
es sólo aparente: mientras finalmente, se reúnen conjuntamente gracias a un milagro metafísico
producido por la “voluntad helénica”, aparecen finalmente en apoyo y generan a este respecto la obra de
arte de la tragedia del ática, que es tanto dionisíaca como apolínea.
El nacimiento de la tragedia, Nietzsche

El teatro trágico como fenómeno de masas[editar]


La tragedia antigua no era solo un espectáculo, como lo entendemos hoy, más bien se trataba
de un rito colectivo de la polis. Se desarrollaba durante un período sagrado en un espacio
consagrado (el centro del teatro se hallaba el altar del dios). El teatro asume la función de caja
de resonancia para las ideas, los problemas y la vida política y culturales de la Atenas
democrática: la tragedia trata de un pasado mítico, pero el mito se vuelve inmediatamente
metáfora de problemas profundos de la sociedad ateniense.
Respecto de lo anterior es emblemática la tragedia Los persas de Esquilo: la historia está
ambientada en el palacio de Susa, capital del Imperio persa, donde desde el principio una
serie de oscuros personajes, incluso el fantasma del difunto rey Darío que acusa a su
sucesor, Jerjes I, de haber pecado de soberbia, es el preludio de una gran catástrofe,
anunciada al final por un mensajero que, con dramatismo extraordinario, cuenta como la tropa
persa es destruida en la batalla de Salamina.
La tragedia (la única de argumento histórico llegada hasta nuestros días) fue representada en
el año 472 a. C., ocho años después de la batalla de Salamina, mientras la guerra contra
Persia continuaba: la voz de Esquilo fue entonces un fuerte instrumento de propaganda, tanto
fue así que el corego, esto es el que costeó la escenificación de la obra, fue Pericles.
¿Una tragedia de argumento mítico de éxito, pero como vehículo de mensajes de relieve de
interés civil y social implica al público tanto desde un punto de vista partícipe como difuso?
Aristóteles responde a esta pregunta formulando el concepto de «catarsis» (κάθαρσις,
purificación), según el cual la tragedia pone ante los hombres los impulsos pasionales e
irracionales (matricidio, incesto, canibalismo, suicidio, infanticidio...), que se encuentran, más o
menos conscientes, en el ánimo humano, permitiendo a los individuos desahogarse
inocuamente, en una suerte de «exorcismo» en masa.
Las representaciones de las tragedias en Atenas se realizaban en las grandes Dionisias,
fiestas en honor al dios Dioniso, hacia fines de marzo. Las Dionisias eran organizadas por el
Estado y el arconte epónimo; quien apenas asumido el cargo, preparaba la elección de los
tres ciudadanos más ricos a quien confiar la «coregia», esto es la organización del coro
trágico: en la Atenas democrática los ciudadanos más acomodados eran responsables de
financiar servicios públicos como «liturgias», a modo de un impuesto especial.
Durante las Dionisias se desarrollaba un torneo trágico, una competición entre tres poetas,
elegidos por el arconte, posiblemente sobre la base de un guion provisional. Cada uno de
ellos debía presentar una tetralogía compuesta de tres tragedias y un drama satírico. Toda la
tetralogía era representada el mismo día, por la mañana; de esta manera la representación de
las tragedias llevaba tres días, mientras que el último día era dedicado a la puesta en escena
de los tres dramas satíricos. Al final de los tres días de competencia se le daba el premio al
mejor coro, al mejor actor y al mejor poeta. El jurado estaba integrado por diez personas,
elegidas al azar. Al término de las representaciones, disponían una urna y unas tablas en las
que se escribía el nombre de los tres poetas en orden al mérito.
La población acudía en masa a los espectáculos y, probablemente a partir del siglo V a. C.,
comenzaron a acudir mujeres, niños y esclavos. La pasión de los griegos por la tragedia era
arrolladora: Atenas, se decía, destinaba más dinero para el teatro que para la flota. Cuando el
costo por espectador aumentó y se estableció un precio de ingreso, Pericles instituyó
el theoricòn, un fondo especial para pagar la entrada de los menos pudientes.

Las tragedias conservadas[editar]


De las grandes producciones de la Atenas democrática se conservan sólo algunas tragedias
de tres autores: Sófocles, Eurípides y Esquilo.
Esquilo[editar]
De Esquilo se tiene noticia de setenta y nueve obras, entre tragedias y dramas satíricos, de
las que sobreviven siete, entre las cuales se encuentra la única trilogía sobreviviente de las
tragedias antiguas, la Orestíada.

 Las suplicantes (Ἱκέτιδες / Hikètides) del 490 a. C. aproximadamente.


 Los persas (Πέρσαι / Pèrsai) del 472 a. C.
 Los siete contra Tebas (Ἑπτὰ ἐπὶ Θήβας / Heptà epì Thèbas) del 467 a. C.
 La trilogía Orestíada del 458 a. C., compuesta por:
 Agamenón (Ἀγαμέμνων / Agamèmnon).
 Las coéforas (Χοηφόροι / Choefòroi).
 Las euménides (Εὐμενίδες / Eumenìdes).
 Prometeo encadenado (Προμηθεὺς δεσμώτης}} / Prometheus desmòtes), de fecha
incierta.
Sófocles[editar]
De aproximadamente ciento treinta obras, entre tragedias y dramas satíricos, han llegado
hasta nuestros días siete tragedias:

 Áyax (Αἴας / Aias) del 445 a. C.;


 Antígona ( Ἀντιγόνη / Antigone) del 442 a. C.;
 Las Traquinias (Tραχίνιαι / Trachìniai);
 Edipo Rey (Οἰδίπoυς τύραννoς / Oidìpous Tùrannos) 430 a. C.;
 Electra ( Ἠλέκτρα / Helèktra);
 Filoctetes (Φιλοκτήτης / Philoktètes) del 409 a. C.;
 Edipo en Colono (Oἰδίπoυς ἐπὶ Κολωνῷ / Oidìpous epì Kolonò) del 406 a. C.
Eurípides[editar]
De Eurípides se conocen noventa y dos dramas. De ellos, sobreviven dieciocho tragedias (sin
embargo una de ellas, la titulada Reso es de atribución discutida y predomina la opinión de
que se trata de una obra anónima) y un drama satírico: el Cíclope. Las obras son las
siguientes:

 Alcestis (Ἄλκηστις / Alkestis) del 438 a. C.;


 Medea (Μήδεια / Mèdeia) del 431 a. C.;
 Hipólito (Ἱππόλυτος στεφανοφόρος / Ippòlytos stephanephòros) del 428 a. C.;
 Los Heráclidas (Ἡρακλεῖδα / Herakleìdai);
 Las Troyanas (Τρώαδες / Troàdes) del 415 a. C.;
 Andrómaca (Ἀνδρομάχη / Andromàche);
 Hécuba (Ἑκάϐη / Hekàbe) del 423 a. C.;
 Las Suplicantes (Ἱκέτιδες / Hikétides), del 414 a. C.;
 Ion (Ἴων / Ion);
 Ifigenia entre los Tauros (Ἰφιγένεια ἡ ἐν Ταύροις / Iphighèneia he en Taùrois);
 Electra (Ἠλέκτρα / Helèktra);
 Helena (Ἑλένη / Helène) del 412 a. C.;
 Heracles (Ἡρακλῆς μαινόμενος / Heraklès mainòmenos);
 Orestes (Ὀρέστης / Orèstes) del 408 a. C.;
 Ifigenia en Áulide (Ἰφιγένεια ἡ ἐν Αὐλίδι / Iphighèneia he en Aulìdi) del 410 a. C.;
 Las Bacantes (Βάκχαι / Bàkchai) del 406 a. C.;
 El Cíclope (Κύκλωψ / Kùklops) (drama satírico);
 Reso (Ῥῆσος / Rèsos) (probablemente apócrifo).

Otros tragediógrafos[editar]
No han subsistido obras completas de autores trágicos menores, algunos muy valorados y
galardonados en su tiempo; según Snell, en el siglo VI y V hubo 46 tragediógrafos seguros,
descontando los tres clásicos y los dudosos; en el IV, 45; en el III, 35, y el número sigue
disminuyendo en siglos posteriores. Aparte de algunos de los ya mencionados, hay que citar
a Evetes, Polifrasmón, Eveón, Notipo, Aristias, Mesato, Euforión (hijo de
Esquilo), Évetes, Aristarco de Tegea, Neofrón, Agatón, Ion de
Quíos, Critias, Jenocles, Aqueo, Filocles, Meleto, Licofrón, Nicómaco, Carcino el
Viejo, Teodectas, Timocles, Diógenes de Sínope, Astidamante el Joven, Carcino. Lo que
queda de todos estos autores puede consultarse en la edición de B. Snell- R. Kannicht
(Tragicorum Graecorum Fragmenta I: Didascaliae tragicae, catalogi tragicorum et
tragoediarum, testimonia et fragmenta tragicorum minorum, Gotinga 1986), así como en la
edición bilingüe griego-alemán con bibliografía y notas editada por R. Kannicht (Musa Tragica.
Die griechische Tragödie von Thespis bis Ezechiel, Tubinga 1991).
Comedia
La comedia (del latín «comoedĭa-ae», y este del griego antiguo κωμῳδία,1 «kōmōidía») es el
género dramático opuesto a la tragedia2 y, por tanto, relacionado casi siempre con historias
con final feliz. Esa lectura epicúrea, placentera y optimista,3 tuvo su origen en los primitivos
cultos de la fertilidad en honor del dios Dioniso («Diônysos») y se desarrolló como género
derivado del ditirambo, asociado a los dramas satíricos y al mimo.4 5
En la Antigua Grecia adquirió su máximo esplendor con Aristófanes (periodo antiguo) y pasó a
la cultura romana de la mano de Menandro (periodo medio), en el siglo IV.6 7Durante
el medievo adquiere un tono más ligero y elemental, llegando a ser burlesco en muchos
subgéneros y convirtiéndose en espectáculo muy popular como en el caso de la «Commedia
dell'Arte»,8 Como género dramático global definió el conjunto del teatro clásico español, con
las coordenadas del conjunto de la obra dramática de Lope de Vega.9a Está clasificada, junto
con la tragicomedia,b como una de las formas clásicas del drama griego, y uno de los tres
géneros dramáticos llamados realistas.10
A partir del siglo XX se convirtió en uno de los géneros básicos del Séptimo Arte,11 y en el
lenguaje ha alumbrado expresiones más amplias como hacer comedia o, referido a
la dramaturgia, autor de comedia.2

Comedia es en la escena «imitación de


hombres inferiores, pero no en toda la
extensión del vicio, sino en lo que tienen de
risible, pues lo risible es un defecto y una
fealdad que no causa dolor ni ruina.»

—Aristóteles.6

Historia[editar]
De Grecia a Roma[editar]
Se considera al autor griego Aristófanes (444 a. C.-385 a. C.]]) como uno de los primeros
comediógrafos, quizá el más puro, en razón de las once obras desarrolladas a partir de la
tradición del drama satírico y con una estructura definida en la que alternan el diálogo y el
canto.12 Pero el auténtico transformador del rito griego en un modelo claro de lo que será
luego el teatro fue Menandro (342-291 a. C.) que suprime prácticamente la presencia del Coro
y traslada los valores dramáticos al interior del texto dándole así mayor participación al
público, que será a partir de entonces un espectador vivo.13
Siglos después, en el teatro romano, la comedia genera dos grupos diferentes, según su
asunto:6

 La «fabula palliata, crepidata» o comedia romana de asunto griego;


 y la «fabula togata, tabernaria», de asunto romano.
Ambos utilizaron música y danza, ampliando el modelo antecesor y quedando definidos en las
variedades métricas «cánticum» y «diverbium».6
El gran heredero de Menandro fue Plauto, autor de unas ciento treinta comedias, de las que
se conservan veintiuna.14Plauto, formado como clown-mimo, incorporó el gesto y la acción al
contenido del texto, multiplicando su efectividad cómica y dramática.14
«Commedia dell'Arte»[editar]
Artículo principal: Comedia del arte

Como su propio nombre la define, es uno de los productos más singulares del espíritu de la
comedia, si bien hay que considerar que un fenómeno teatral que duró más de tres siglos y
que se desarrolló con personalidad propia en varios países, no puede describirse con claves
absolutas y concretas.15 La máscara, por ejemplo, es un elemento característico de la comedia
del arte, pero hay abundantes ejemplos y fuentes que demuestran que no siempre se usó. El
mismo criterio habrá que aplicar a las siguientes diez claves, algunas de ellas medulares en el
conjunto de prototipos de comedia en el mundo del espectáculo:

1. Personajes fijos, y en su mayoría 'cómicos'.


2. Improvisación
3. Herencia de juglares, bufones y malabaristas.
4. Creación colectiva
5. Interactividad de los actores con el público.
6. Esquema de "bandos": los enamorados (o "bando grave"); los amos o ancianos
("bando ridículo"); y los criados, distribuidos en primer «zanni» y segundo «zanni».
7. Puesta en escena adelantada a su tiempo.
8. Disfraces y travestismos.
9. Abuso del quiproquo.
10. El ritmo y la ilusión dramáticos priman sobre lo verosímil.16
La comedia del arte generó a su vez otros hijos naturales, como la «Comédie Italienne»,
desarrollada en Francia y que todavía pervive.17
Fénix de las Comedias[editar]
Con el Renacimiento la comedia se mimetizó,18 ello supuso que se bautizaran con su nombre
productos de la literatura dramática que poco o nada se acercaban a su esencia "cómica" y
"lúdica". Buenos ejemplos de ello fueron la Comedia de Calisto y Melibea,19 la Divina
Comedia y una parte importante de la producción dramática del Siglo de Oro (dentro y fuera
de España), incluyendo el teatro isabelino, que también recibió el apelativo de «comedy» de
forma genérica, aunque se tratase de dramas.20
En la corte española,c la cúspide de la comedia entre el siglo XVI y el siglo XVII, queda
encarnada por Lope de Vega, autor —según Juan Pérez de Montalbán— de unas 1800
piezas, y de un tratado que el propio Fénix de los Ingenios construyó sobre el Arte nuevo de
hacer comedias en este tiempo (1609). A partir de su obra y de una aportación posterior de
Calderón, se catalogarían por eruditos contemporáneos y posteriores hasta ocho tipos de
comedias. Así por ejemplo,21Narciso Díaz de Escobar recoge la clasificación del crítico Alberto
Lista en la que figuran comedias: de costumbres, de intriga y amor (o capa y espada),
pastoriles, heroicas (o históricas), mitológicas, de Santos e ideales (o filosóficas).d
En el prólogo a las Comedias de Lope, Miguel de Cervantes lo presenta así:22
...entró luego el monstruo de la Naturaleza, el gran Lope de Vega, y alzóse con la monarquía cómica;
avasalló y puso debajo de su jurisdicción a todos los farsantes; llenó el mundo de comedias propias,
felices y bien razonadas, y tantas, que pasan de diez mil pliegos lo que tiene escritos...

Iconografía[editar]
De las personificaciones o representaciones iconográficas de la comedia, y más allá de las
diferentes versiones de la musa Talía (una mujer con una careta en la mano y en ocasiones
primitivos instrumentos musicales a sus pies), José Luis Morales y Martín en su Diccionario de
iconología y simbología (1984), describe una antigua personificación de la Comedia como
"una matrona con túnica y manto recogido debajo del brazo, llevando una flecha en una mano;
junto a ella hay un mono que le ofrece una canastilla llena de víboras.23

Características[editar]
Al igual que la Tragedia, la Comedia persigue provocar emoción en el espectador. Pero
mientras que en la primera —dicho con palabras de Ramón María del Valle Inclán— el autor
contempla a sus personajes como fuerzas superiores gobernadas por el destino, en el espacio
de la comedia "autor y personajes conviven, el primero como titiritero y los segundos como
marionetas", que incluso pudiendo llegar a situaciones esperpénticas,6 se muestran como
seres libres, dueños de su propio destino y por tanto, capaces de conducir el hilo de la trama
(a veces muy enmarañado) hacia un desenlace feliz. Esa libertad esencial que impregna el
género hace de la comedia el paraíso de la versatilidad, la sorpresa, la genialidad, los cambios
de ritmo y el disparate.2
Marcados unos y sugeridos otros, desde su origen clásico se han mantenido
unos arquetipos asociados a la comedia. Así, sus personajes conductores o protagonistas ya
no son los héroes —y casi siempre víctimas— trágicos, sino tipos vulgares con los que
cualquiera de los espectadores puede indentificarse. Si el personaje trágico era esclavo de su
ética y su dignidad, el personaje cómico se salva muchas veces gracias al azar más que a sus
habilidades. La moderna filmografía y los antihéroes cómicos del siglo XXI ofrecen modelos
infantiles tan contundentes como Charlot, Cantinflas o los Hermanos Marx en el cine —o Mr.
Bean y Los Simpson en televisión—, personajes tan impresentables como el necio dios
Dioniso en Las ranas de Aristófanes o el «miles gloriosus» de Plauto en la comedia
«palliata».24
Personaje, trama y moraleja[editar]
En la popular y variopinta galería de personajes cómicos es fácil encontrar con frecuencia
al mentiroso, el charlatán, el fanfarrón, el pícaro e incluso el enamorado, a la vez crédulo,
inconsciente y amoral. Como complemento natural, las tramas más habituales están bien
servidas de ingredientes como el engaño, el robo, la burla y la estafa.
En su origen, la comedia solía exagerar los vicios y defectos humanos, con una intención
moralizante y educativa, y para ello ponía en ridículo esos vicios o malas costumbres con el fin
de corregirlos mediante la risa o como método preventivo para evitar que los adquiriera el
espectador. El tratamiento dramático de esos vicios, por lo general contrarios al bienestar
social de la comunidad en la que vive el protagonista (y asociado a la época y al lugar), le
lleva a transgredir esa sociedad. En el esquema de la comedia tradicional su castigo será el
ridículo. Así, por ejemplo, en el caso del Tartufo, Molière usa la hipocresía del personaje,
prototipo del mojigato que finge vivir valores que en verdad no tiene y que solo persigue su
bienestar a costa del daño que produce a los demás.10
El desenlace es feliz para el desgraciado, sorprendente y rocambolesco. Los obstáculos que
el protagonista tendrá que sortear a lo largo de la trama, azarosa pero optimista, serán
finalmente superados por su esfuerzo unas veces y por casualidad otras. Los buenos ganarán
y los malos serán castigados y puestos en ridículo.25 3

Poética y estructura[editar]
Semiólogos, críticos y teóricos de la dramaturgia han dejado numerosa y en ocasiones densa
documentación analítica en torno a la comedia.26 La síntesis que reúne el teórico francés
Patrice Pavis en su diccionario teatral Dramaturgia, estética, semiología (1996), propone que
la fabulación en la que se desarrolla la comedia pasa sucesivamente por las fases de
«equilibrio, desequilibrio, nuevo equilibrio». La define —a la comedia— como 'perspectiva
contradictoria del mundo' expresada siguiendo esquemas pedagógicos, y valiéndose de
recursos como el «quid pro quo» o el malentendido. La versatilidad y flexibilidad de la
comedia, su vocación natural de 'autoparodia' la convierten en herramienta y prototipo del
llamado teatro en el teatro.27

Tipos[editar]
Diversos manuales y diccionarios especializados enumeran y definen distintos tipos de
'comedia', entre los que puede destacarse:28 29 30

 Comedia antigua,31 tiene su origen en el siglo V a. C., y nació como sátira política, en


ocasiones violenta y otras veces grotesca, e incluso obscena. Sus principales autores:
Aristófanes, Cratés y Cratinos.27

 Comedia de bandoleros,3 genuino producto del teatro español desarrollado desde fines


del siglo XVI y con ejemplos clásicos como El condenado por desconfiado de Tirso de
Molina o El esclavo del demonio de Antonio Mira de Amescua.32

 Comedia burlesca o de "disparates",31 muchas veces en torno a las bufas aventuras de


un personaje extravagante.27

 Comedia de capa y espada asociada a la Comedia de enredo32 y opuesta a


la comedia de carácter. De entre los numerosos ejemplos de este género pueden
mencionarse El acero de Madrid de Lope o El mercader de Venecia de sir William.33

 Comedia de episodios o de folla,33 un conjunto de paos o escenas cortas en torno a un


tema o conflicto común. En las follas clásicas estos breves cuadros cómicos solían
mezclarse con otros musicales.34

 Comedia de figurón, de "caracteres" o de "carácter"35 , con personajes cuya psicología,


minuciosamente dibujada, suplanta en ocasiones la necesidad de intriga o acción. Es afín
a la variedad inglesa llamada «comedy of humours», en la que se considera a Ben
Jonson y a Shakespeare sus principales maestros.36

 Comedia griega, evaluación de origen griego en función de los contenidos del drama
con una diferenciación entre "comedia alta" y "baja";25 a su vez la historia de la comedia
clásica en Grecia Antigua se suele dividir en tres periodos de estudio: la antigua, la media
y la nueva.37

 Comedia de género asociada a las llamadas de costumbres, "de carácter" y "de


intriga",34 tuvo especial desarrollo durante el siglo XIX, a partir de intentos moralizantes o
de crítica social.

 Comedia de magia,35 como sugiere su nombre, está protagonizada por todo tipo de


personajes mágicos, además de demonios, criaturas mitológicas y profusión de efectos y
maquinaria de tramoya.33 También se la ha nombrado como comedia de aparato.3

 Comedia mitológica,38 como su nombre indica con tramas protagonizadas por dioses


paganos.39
 Comedia negra,39 cercana a la tragicomedia, con una trama pesimista y oscura que se
resuelve en un final feliz casi siempre forzado, literario o irónico.40 Son ejemplares las
piezas negras de Jean Anouilh.e

 Comedia nueva,41 comprende la tercera etapa de la comedia clásica griega (siglos IV y


II a. C.)39

 Comedia palatina,42 subclasificación amplia y poco definida, evaluable a partir de


ejemplos como El perro del hortelano, de Lope, o El vergonzoso en palacio de Tirso.

 Comedia de privanza,43 también "drama de privanza" o "comedia de validos", es una


variante específica dentro del género de comedias palatinas.

 Comedia pastoral o pastoril,40 dedicada a la idílica vida del campo y con ejemplos


prototípicos en Lope de Vega (La amorosa o La selva sin amor). Parte de la comedia
pastoral italiana que tuvo su cumbre en la Aminta de Torquato Tasso.39

 Comedia romana (también tabernaria, "togada" o «fabulae togatae»),39 o comedias


latinas de argumento romano. Le dieron el relevo a las comedias de capa
griega («palliata»), y aunque en su comienzo ridiculizaban el lenguaje popular o de
taberna, incluyendo en los argumentos humildes personajes del pueblo, acabaron
criticando la vida de la élite (triunfadores y los magistrados).44

 Comedia de salón, o comedia neoclásica, muy apoyada en la intelectualidad del texto


y muy poca acción.39 Sus mejores ejemplos: La comedia nueva o el café de Leandro
Fernández de Moratín.

 Comedia de santos o retablo,39 heredera de la estética y los objetivos de


los autos y misterios medievales, gira en torno a las leyendas milagreras de los
componentes del santoral católico.43 29

 Comedia sentimental, un producto de la Ilustración derivado de la «comédie


larmoyante»;45 por lo general un intento moralista a partir de la crítica ‘sentimentaloide’ de
vicios sociales o personales.39

 Comedia de situación o "de situaciones",39 partiendo de La comedia de las


equivocaciones de Shakespeare, como uno de sus modelos más antiguos, presenta una
vertiginosa sucesión de golpes de teatro, malentendidos y sorpresas, encadenados sin
excesivo rigor dramático.46

 Comedia satírica, en el teatro clásico muy asociada a la obra de Molière y obras


como Tartufo, El avaro o El enfermo imaginario,40 ridiculiza de forma descarnada los vicios
o defectos de un determinado individuo o una institución.3
Otras variantes y denominaciones[editar]
También se han catalogado: la comedia-ballet; la comedia 'de cuerpo' (de Luis Vélez de
Guevara); la comedia heroica (con grandes ejemplos como El mejor alcalde, el rey;
la comedia ypolita, la comedia seraphyna y la comedia thebayda (variantes tragicómicas
asociadas a La Celestina).
Otras denominaciones que no responden al contenido del drama o su estilo sino a
circunstancias externas al género, son por ejemplo la comedia de limosna (por
representaciones que se hacían con fines benéficos) o la comedia de cortinas propia de los
antiguos corrales de comedias, cuando la compañía representante era singularmente pobre y
su escenografía eran cortinas mal pintadas. Antonio Machado acuñó el término comedia
cúbica, referido al espacio del teatro a la italiana; el poeta y dramaturgo proponía la ruptura
con ese espacio y la evolución hacia una "comedia no euclidiana de ‘n’ dimensiones.3 47
La comedia musical[editar]
Emparentada en ocasiones con el musical y el vodevil, la comedia musical (en ocasiones
llamada comedia de bulevar),3constituye, por su desarrollo y evolución un subgénero con
múltiples variantes a su vez, aunque en esencia desciende del modelo original griego. Se
considera un género hijo de la opereta,39 que se desarrolló en Estados Unidos y Europa a lo
largo del siglo XX. En España dio lugar a la popular comedia musical española en síntesis con
la Revista.48
La comedia lírica[editar]
Denominación académica de la variante musical conocida como género chico, endémico de
España y desarrollado durante el siglo XIX y parte del XX.49

En el cine[editar]
Artículo principal: Comedia cinematográfica

Tipología[editar]

 Comedia romántica o de enredo amoroso: Historias de Filadelfia (1941) de George


Cukor, El secreto de vivir (1936) de Frank Capra
 Comedia burlesca: La quimera del oro (1925) de Charles Chaplin.
 Comedia negra, en la línea del humor negro y con un variado espectro, desde
prototipos como Arsénico por compasión (1944) hasta American beauty (1999).
 Comedia sofisticada, cuando aborda la psicología de los personajes: Todo lo que
quiso saber sobre el sexo y no se atrevió a preguntar (1972) de Woody Allen.
 Parodias, imitaciones burlescas de situaciones o películas anteriores: la
primitiva Casino Royale (1967), con Woody Allen y Peter Sellers casi encubiertos, o The
Naked Gun (1988) de Zucker.
 Comedia animada (cartoon): desde clásicos como los personajes creados por Tex
Avery, o rescatados del mundo del cómic (La máscara, de 1994), hasta hallazgos
como Shrek (2001) o creaciones de Pixar como The Incredibles (2004), ya dentro de las
nuevas tecnologías de animación digital.

En la televisión y la historieta[editar]
En el medio televisivo, las variantes más frecuentes son la comedia de situación (sit-com), la
"comedia en vivo" (stand-up comedy y la telecomedia en general y en especial en el conjunto
de las teleseries.
La "comedia de situación", de origen americano, es el producto más popular en el formato de
telecomedia. Se diseñó como subgénero en la década de 1950, con el auge y difusión de la
televisión como electrodoméstico tras la Segunda Guerra Mundial, y se suelen considerar
como modelos dos producciones norteamericanas de la CBS: I love you, Lucy (1951-1960)
y The Honeymooners (1955-1956). El sit-com es de breve duración con episodios que no
superan los 30 minutos, lo que la hizo el producto televisivo más adecuado para la sobremesa
(«access prime time»).50
 En el medio gráfico o de las publicaciones gráficas queda representada por
la historieta cómica, y dentro de los géneros historietísticos más antiguos y
populares.51 Entre los ejemplos internacionales más conocidos que la definen pueden
citarse Astérix el Galo, Mortadelo y Filemón, Aquiles Talón o las tiras cómicas de Mafalda.
Comedia griega
Los ejemplos de comedia griega que han llegado hasta nuestros días son atenienses.
Las comedias se representaban bajo los auspicios del estado y eran tema de competición.
Obtuvieron el reconocimiento del Estado después que las tragedias, habiendo sido puestas en
escena previamente por los actores a sus propias expensas. Fueron representadas por
primera vez en la festividad anual de las Dionisias Urbanas en el año 486 a. C. (cuando un tal
Quiónides ganó el certamen) y en las Leneas (otra festividad dionisíaca), c. 440 a. C. Antes y
después de la Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.) se representaban cinco comedias al año
en cada festividad. Durante esta guerra al parecer el númestrado era el arconte epónimo, y en
las Leneas el arconte basileo. La obligación de proporcionar un coro recaía sobre los
ciudadanos acaudalados. Los dramaturgos, a quienes se les pagaba una cantidad,
presentaban normalmente solo una obra cada uno, y competían por el primer premio, que
podía no haber sido más que una corona de yedra. En las Leneas parece que se otorgaba
también un premio al mejor actor cómico, aunque no en las Dionisias Urbanas hasta finales
del siglo I.

El origen de la comedia griega[editar]


La comedia más antigua que se conoce, Los acarnienses, de Aristófanes, se representó en el
año 425 a. C.] procesión durante las Dionisias de Atenas que intercambiaban chirigotas con
los miembros del cortejo y con los propios espectadores. Esta teoría queda reforzada por la
palabra griega komoidía, que quiere decir "canto de un komos", y deriva del griego komos,
procesión de comparsas que cantaban y bailaban (no deriva de kome, "aldea", como
creía Aristóteles). A su vez la Comedia Antigua de Atenas dio un papel importante al coro,
mantuvo el elemento fálico y estuvo relacionada con el culto a Dioniso. La segunda influencia
detectada fue la del drama siciliano (teniendo presentes las comedias de Epicarmo, que fue
ligeramente mayor que los primeros comediógrafos atenienses), que a su entender se habría
tenido en cuenta a efectos de la trama de la comedia ateniense (muy distinta de la sátira).

Comedia antigua o aristofánica[editar]


El término Comedia Antigua designa las comedias representadas en Atenas en el siglo
V a. C. De todas estas obras las únicas que se han conservado completas son once obras
de Aristófanes, y de ellas las dos últimas (Las asambleístas y Pluto) se escribieron en el siglo
IV a. C., y son de un estilo muy distinto del resto, en especial en el papel tan reducido del coro
y el dionisio rey del vino. . Una comedia aristofánica responde en su elaboración a una
estructura y puede dividirse en las siguientes partes (que se encuentran, con algunas
variantes, en las primeras nueve obras):

 a. prólogos, "prólogo", una escena que abre la obra, de tipo expositivo, antes de la
entrada del coro.
 b. parodos, "entrada del coro", escena en la que el coro entra y se le presenta al
público.
 c. agôn, "debate" entre dos adversarios con argumentos a favor y en contra del tema
capital de la obra. Normalmente tiene la forma de un par de discursos en tetrámetros (la
llamada sizigia epirremática) y el primero en hablar es siempre el perdedor.
 d. parábasis, "marcha hacia adelante". Tras el agón todos los personajes abandonan
el escenario, el coro "se adelanta" y el corifeo se dirige al público directamente
en tetrámetros anapésticos, sin que el contenido de sus palabras tenga mucho que ver
con el argumento.
 e. Siguiendo a la parábasis viene una serie de episodios (epeisódia) separados por
breves cantos del coro que a veces continúan la línea de la trama principal, aunque por
regla general se limitan a ilustrar la conclusión que se desprende del agón.
 f. éxodos, escena final, en la que la nota predominante es la alegría que generalmente
da paso a una boda o a una fiesta. La obra puede concluir con un córdax o danza ritual.
Para poner en escena una comedia se requerían tres o cuatro actores, a veces con la ayuda
de actores secundarios, y un coro de veinticuatro miembros (todos varones). El coro era de
importancia capital. Muchas obras tomaban sus títulos del coro (por ejemplo, Los
acarnienses, Avispas, Aves), cuyos trajes y danzas proporcionaban el espectáculo. El traje era
acorde con la naturaleza tosca de la Comedia Antigua, en la que los chistes tenían mucho que
ver con el sexo y la excreción y se expresaban en un lenguaje desinhibido. La comedia
tomaba como punto de partido un objeto fantástico por parte del héroe cuya consecución,
totalmente imposible en la vida real, constituía el argumento. Unos pocos ciudadanos
distinguidos eran ridiculizados despiadadamente; en algunas comedias aparecen en papeles
importantes, bien con sus propios nombres, por ejemplo Sócrates en Las Nubes,
o Eurípides en Las Tesmoforias, o con un ligero disfraz, por ejemplo Cleón como Paflagonio
en Caballeros. De igual modo los dioses, o algunos dioses, recibían un trato irreverente,
aunque nunca de un modo que pudiera poner en tela de juicio su existencia.
Es difícil ver hasta qué punto subyace una crítica seria a la sociedad detrás de los chistes y las
bromas. La Comedia Antigua era al mismo tiempo una amalgama de creencias religiosas,
sátira y crítica (política, social y literaria) mezclada con bufonadas.

Autores de Comedia Antigua[editar]


Es poco lo que sabemos de los autores de la Comedia Antigua, al margen de afanes.
Tenemos los títulos de veintisiete comedias de corre que me meo (c. 520-c. 423 a. C.), quien
obtuvo el primer premio seis veces en las Dionisias Urbanas y tres en
las Leneas. Aristófanes se burló de él en Los caballeros (424 a. C.) diciendo que la bebida
había acarreado su declive. Al año siguiente, Cratino se vengó con su obra Pytine ("la
botella"), en la que se metía con las Nubes de Aristófanes. Crates logró tres victorias en
las Dionisias Urbanas, la primera en el 450 a. C. Tenemos los títulos de seis de sus obras.
Ferécrates imitó el estilo de Crates y obtuvo premios entre el 400 y el 430 a. C. Tenemos unos
diecinueve títulos de obras suyas.
Eupolis representó su primera obra en el 429 a. C.; obtuvo el primer premio tres veces en
las Leneas y al menos una vez en las Dionisias Urbanas. Murió poco después del 415 a. C.
De todos los mencionados, los dos más importantes después de Aristófanes, según los
griegos, fueron Cratino y Eupolis.
Otros autores de comedia contemporáneos de Aristófanes fueron Aristónimo y Amipsias.

Comedia Media[editar]
Apenas hay datos sobre la comedia media. Ponía en ridículo a personas que el pueblo
reconocía por sus hechos y dichos, pero sin nombrarlas directamente. La Comedia Media. La
comedia de Aristófanes no tuvo continuadores. Después del siglo V y hasta el 330
aproximadamente, se desarrolla una comedia llamada ya por los alejandrinos Media, para
diferenciarla de la Antigua. Ya no es una producción política, centrada en Atenas, y han
desaparecido los elementos tradicionales. Cada vez se van incorporando más elementos que
llamaríamos de comedia burguesa: temas eróticos, intrigas, reconocimiento, personajes tipo
como el rufián, la prostituta, el enamorado, el fanfarrón, el esclavo, el cocinero, etc. Influye
decisivamente la tragedia tardía de Eurípides, en que ya aparecían estos temas y personajes.
Conservamos escasos fragmentos.

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