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LOS AVANCES CIENTÍFICO-TECNOLÓGICOS Y EL CAMBIO GLOBAL Joan

Grimalt Obrador a ciencia y la tecnología son ciertamente un bien para todos


los países. De hecho, han transformado la historia humana y el mismo planeta.
Y todo ello ha ocurrido recientemente. Los humanos hace varios millones de
años que habitamos la Tierra. En el pasado descubrimos dos actividades que
nos permitieron trascender nuestra condición de simples componentes de los
ecosistemas en que habitábamos: saber hacer fuego y la agricultura. Sin
embargo, el invento más fundamental ha sido mucho más reciente. Hace
aproximadamente unos doscientos años aprendimos a obtener trabajo a partir
del calor. Este fue un paso esencial porque liberó a muchas personas de la
dependencia del trabajo manual. Este descubrimiento puso en marcha la
revolución industrial. L Disponer de un porcentaje mayor de personas que
podían dedicarse a pensar cambió el mundo. En estos últimos doscientos años
se han establecido las bases científicas de la física, la química, la biología. A
nivel tecnológico se han inventado el motor de vapor y el motor de explosión,
se desarrolló la energía nuclear y se empezó la conquista del espacio. En el
ámbito sanitario se inventaron las vacunas y los antibióticos, y la cirugía ha
alcanzado un desarrollo enorme. Como consecuencia de todo ello, la
esperanza media de vida ha pasado, de alrededor de unos cuarenta años, a
situarse en el intervalo de setenta y cinco u ochenta años. Todo ello también se
ha traducido en un enorme incremento de la población. El número total de
humanos en el planeta estuvo en torno a los 50 millones; en tiempos de
Jesucristo, por ejemplo, entre 100 y 150 millones a lo sumo. Y solo hubo un
crecimiento pequeño hasta que, al llegar al periodo de la Revolución industrial,
aumentó hasta los 6.300 millones de personas que somos ahora. Ello
representa una situación nueva en la historia. Única. Y plantea una serie de
problemas nuevos que habrá que resolver. Por ejemplo, hoy en día algunos
contaminantes, como por ejemplo los compuestos orgánicos persistentes
(policlorobifenilos, DDT, hexaclorobenzeno), están extendidos por todos los
rincones de la Tierra. Nosotros mismos, los humanos, también llevamos en
nuestro cuerpo una carga de ellos, y muchos se encuentran presentes en todas
las etapas del crecimiento, desde que nos formamos en el vientre materno
hasta que morimos. Por otro lado, estamos cambiando aspectos básicos del
planeta, como la cantidad de gases de efecto invernadero de la atmósfera, con
lo que estamos introduciendo un cambio en la evolución climática. La
naturaleza, que para los antiguos era un medio hostil, ahora se ha convertido
en algo manejable, una especie de jardín grande que tenemos que preservar
porque de él depende nuestra existencia y bienestar. Otro problema importante
es el de la pobreza. Los contrastes entre el mundo desarrollado y el
subdesarrollado son enormes. Es necesario asegurar unas mínimas
condiciones de vida a toda la población. Estos retos no son solo trascendentes
para las ciencias ambientales. Son los retos de nuestra sociedad y por tanto de
toda la actividad científica. Necesitamos mejoras en maANUARIO
CERVANTES 08 4/8/06 08:49 Página 574 – 575 – teria de tecnología para
disponer de bienes cuya producción requiera el consumo de menos recursos,
en economía y urbanismo para mejorar las condiciones de vida a más gente, y
en medicina y, ciertamente, en ciencias básicas para comprender hacia dónde
vamos y anticipar la resolución de los problemas que nos encontraremos en el
futuro. Por lo que se refiere a España, tenemos que felicitarnos porque en 2005
el Ministerio de Medio Ambiente, la Generalitat de Catalunya, la Confederación
Hidrográfica del Ebro y el Ayuntamiento de Flix han decidido retirar 500.000
toneladas de residuos depositados en el cauce del río Ebro, que contenían
niveles muy altos de mercurio, compuestos organoclorados y radionúclidos
derivados del 238U. El riesgo que representaban estos residuos sobre el delta
y los últimos noventa kilómetros del río quedará eliminado. Ello es comparable,
salvando las distancias, con las iniciativas que hace algunos años se tomaron
para eliminar la amenaza que representaban para el Parque de Doñana los
fangos vertidos en el accidente de Aznalcóllar. Los deltas del Ebro y del
Guadalquivir constituyen, junto con el del Danubio, los tres ecosistemas de
mayor biodiversidad de vertebrados de Europa. Los tres dependen del estado
de salud de los ríos que los soportan. En el caso de los dos primeros, la
resolución de las amenazas que comprometían su futuro no hubiese sido
posible sin el espíritu abierto al consenso y a la innovación científica de los
organismos responsables de su gestión. Este caso constituye un ejemplo de la
sensible mejora de las capacidades científicas de los grupos españoles que
trabajan en ciencias ambientales. Si bien el grado de desarrollo e implantación
de las disciplinas relacionadas con esta actividad todavía no está a la altura del
nivel correspondiente al desarrollo económico de nuestro país y a sus
necesidades, la mejora experimentada en los últimos diez años ha sido
importante. Tal como hemos visto, los retos que tiene nuestra civilización son
únicos. Nunca antes los humanos habíamos dispuesto de unas condiciones de
vida tan excelentes ni de una capacidad tecnológica tan avanzada. Hemos
pasado de estar sometidos a la naturaleza a ser los reyes de la misma. Y ello
se lo debemos a la ciencia y la tecnología. Sin embargo, el conocimiento
científico también nos advierte de que estamos explotando el planeta por
encima de sus posibilidades. Ojo que no nos pase como a don Quijote, cuyas
andanzas, a pesar de sus buenas intenciones, fueron de fracaso en fracaso
porque sus fantasías, autosuficiencia y vanidad le hacían incapaz de adaptarse
a la realidad que lo rodeaba. Ser los reyes de la naturaleza, aunque suena
bien, no quiere decir nada si no somos capaces de alcanzar un desarrollo
sostenible. En nuestro planeta se ha dado un nú- mero incontable de casos de
reyes destronados. ■ Joan Grimalt Obrador es profesor de Investigación del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas y premio Jaime I de Protección
del Medio Ambiente 2005.

¿Qué es el Socialismo?
El socialismo es la teoría, doctrina o práctica social que promueve la posesión
pública de los medios de producción y un control colectivo y planificado de la
economía en pro del interés general de la sociedad. El socialismo puede
ser no-estatal (mediante la propiedad comunitaria en un sentido amplio)
o estatal (a través de la nacionalización y la planificación económica de la
producción).
En un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los
medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los
bienes de capital y con esta el capitalismo como forma de apropiación del
trabajo asalariado.

Definición

Frecuentemente coexisten diferentes movimientos políticos que adoptan el


título Socialismo: desde aquellos con vagas ideas de búsqueda del bien común
e igualdad social, hasta los proyectos reformistas de construcción progresiva
de un Estado socialista en términos marxistas, o las variantes pre y post-
marxistas de socialismo (sean obreristas o nacionalistas), o al
intervencionismo, definiciones de socialismo o de sus métodos que pueden
variar drásticamente según varíen los interlocutores políticos y que algunas
veces se distancian en mayor o menor medida de su etimología: estatistas,
nacionalistas, marxistas, cooperativistas, corporativistas gremiales clásicos,
corporativistas de Estado o fascistas, socialistas de renta, socialistas de
mercado, mutualistas, socialdemócratas modernos, etc.
El socialismo continúa siendo un término de fuerte impacto político, que
permanece vinculado con el establecimiento de un orden socioeconómico
construido por, para, o en función de, una clase trabajadora organizada
originariamente sin un orden económico propio, y para el cual debe crearse uno
público (por vía del Estado o no), ya sea mediante revolución o evolución social
o mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad
sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras; idea esta última que no
era originaria del ideario socialista sino del comunista y cuya asociación es
deudora del marxismo-leninismo. La radicalidad del pensamiento socialista no
se refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a los principios que
se persiguen.

Principios básicos

Por socialización de los medios de producción, se entiende, en economía


política y ciencia política, etc, el proceso de pasar de un régimen de propiedad
privada individual de tales medios hacia uno de propiedad social, ya sea
comunitaria o estatal.
La propiedad comunitaria de activos u organizaciones, es aquella donde éstas
se poseen y se controlan a través de ciertos mecanismos deliberativos o de
representación democrática que permitan a una comunidad o grupo ser parte
de su gestión, ya sea, usando o disfrutando de los beneficios que se
presentasen con dicho activo. El desarrollo de la propiedad comunitaria, como
concepto y herramienta social, representa un símbolo de la emancipación
colectiva, lo cual hace del concepto un principio de corrientes políticas y
sociales, tal como lo es, el Anarcocomunismo, del cual se amparaba Piotr
Kropotkin junto a otros pensadores del Anarquismo.
La estatización o estatalización es el conjunto de disposiciones y operaciones
mediante las cuales el Estado asume, en forma variada, la administración de
empresas privadas, de grupos de empresas o de la totalidad de ciertos
sectores económicos manejados con anterioridad por particulares. La
estatización es lo opuesto a la privatización. También se le denomina
nacionalización de los medios de producción, aunque una empresa estatizada
puede ser previamente tanto de propiedad nacional  como extranjera.
La propuesta de socializar los bienes no se extiende a los bienes de
consumo y/o pertenencias personales, ni busca evitar sueldos o ganancias
derivadas del esfuerzo personal. Así, por ejemplo, Makhaiski escribe “La
socialización de los medios de producción no significa otra cosa que la
abolición del derecho de propiedad privada y de la gestión privada de las
fabricas y de la tierra”.
Para corrientes comunitarias -tales como el comunismo, socialismo,
cooperativismo, anarquismo, mutualismo etc.- el concepto tiene el sentido
especifico de reintegrar los procesos económicos al control de la sociedad a fin
de lograr la libertad del ser humano: “La otra idea que es enormemente
importante es esta noción de libertad, la idea que es tan diferente de la noción
liberal. No podemos ser libres a menos que controlemos nuestro destino, a
menos que nosotros, en lugar de ser arrastrados por el viento de las
circunstancias económicas (para Marx) o dirigidos por la mano invisible de la
razón (para Hegel) realmente tomemos control, realicemos nuestro poder,
realicemos la capacidad colectiva de los seres humanos para controlar nuestro
destino, y lo hagamos... es una idea de gran importancia. Ahora que ha sido
presentada por Hegel y Marx, no creo que será olvidada”. En ese sentido, se
puede decir socialización es el proceso opuesto a alienación.
Sin embargo, de hecho, existen diferencias sobre medios y fines en relación a
como se podría o debería efectuar tal control social, por ejemplo, poniendo
tales procesos bajo el control de alguna forma u organización política
(comunas, consejos, federaciones de tales comunas o consejos, etc.) o bajo el
control directo de los trabajadores, lo que junto a otras consideraciones sobre
lo que una socialización implica o no (ej. el contraste entre el Estado socialista,
el comunismo sin Estado -ideal supremo del marxismo- y el anarcocomunismo)
han ocasionado un debate prolongado -aunque no siempre activo- acerca de lo
que el proceso es y el cómo efectuarlo.

Teóricos

La palabra "socialismo" (que apareció por primera vez en 1834 bajo los
auspicios de Robert Owen) describe la organización colectiva de la producción
y la distribución en tanto el consumo permanece siendo particular. En el siglo
XIX en proceso de proletarización masiva por el ascenso del capitalismo
industrial la idea socialista evolucionó como concepto e ideología de economía
política proponiendo un sistema social, económico y político basado en la
organización consciente (planificada) de la producción de acuerdo a unos fines
preestablecidos de contribución al bien general: sería el denominado
movimiento socialista (en algunos lugares movimiento para la reforma del
trabajo).
Sintetizado a partir de las ideas y escritos de distintos grupos y pensadores que
buscaban alumbrar un sistema justo, el socialismo recibe un gran impulso de la
teoría marxista que desprende al socialismo de todo idealismo moral y político,
y lo fundamenta como una necesidad para el desarrollo del presente período
tecnológico, que es lo único que podría hacerlo realizable (no-utópico) según la
doctrina del materialismo histórico.
El Comunismo, entendido como movimiento socio-político, es un conjunto de
corrientes y agrupaciones cuyo principal objetivo histórico es -particularmente
desde la adopción de la doctrina marxista- la supresión revolucionaria de la
sociedad capitalista en tanto última forma de sociedad con clases, y el
establecimiento de una sociedad socialista como paso previo a la construcción
gradual de una organización social comunista. Las doctrinas de las diversas
corrientes comunistas coinciden en la necesidad de suprimir la propiedad
privada (especialmente la de los medios de producción sociales) y en la
emancipación social del proletariado  como la primer clase oprimida sin
economía propia, negación de toda posible apropiación privada y por ende
tendiente a desaparecer como clase en una comunidad comunista.
La teoría marxista se construye en debate con el anarquismo. El anarquismo se
podría inscribir dentro de los debates tempranos del socialismo, que como ideal
busca que las personas decidan sobre sus vidas directamente. Propugna la
abolición del Estado y de toda autoridad. Es la corriente con un trasfondo de
respeto y valoración al sujeto o individuo, y que considera a la libertad como el
camino y el objetivo del socialismo y que propone la horizontalidad en las
asociaciones humanas voluntarias, la autonomía local junto con la
autoorganización de los movimientos sociales frente a las instituciones del
Estado y a las multinacionales y monopolios propios del capitalismo. La meta
del socialismo libertario es construir una sociedad basada en las libertades
civiles, la equidad social, la iniciativa personal, la cooperación moral de un
individuo, eliminando las clases sociales estratificadas, promoviendo
estructuras políticas y económicas autogestionarias, descentralizadas o
distribuidas.
 
¿Qué es el comunismo?
El comunismo es una forma de organización social, económica y política que
tiende a la colectivización de los medios de producción, a la distribución de los
bienes de consumo según las necesidades de cada uno y a la supresión de las
clases sociales. Las teorías comunistas, partiendo especialmente desde
el marxismo, abogan por suprimir la sociedad capitalista y establecer una
sociedad socialista para, poco a poco, construir una organización social
comunista.
comunismo
La idea de una organización social y política basada en la propiedad colectiva
de los bienes y de los medios de producción sin discriminación de clase,
apareció en el siglo XV con el movimiento taborita en Bohemia. El primero en
fundar el comunismo en una concepción materialista de la historia fue François
Babeuf, quien afirmó que todos los bienes deben ser “de propiedad común”, ya
que la tierra no pertenece “a nadie” y los frutos “son de todos”.
Los historiadores y pensadores comunistas también hablan del “comunismo
primitivo”. Sería una hipótesis por la cual las sociedades primitivas estarían
caracterizadas por la ausencia de propiedad privada. Karl Marxapoyó en su
momento esta premisa, justificando el modelo de cazadores y recolectores en
el que se asentaba la sociedad primitiva.
Se puede hablar del inicio del comunismo, tal y como lo conocemos hoy, con la
redacción del Manifiesto Comunista en 1848. Fue creado por Marx y por
Friedrich Engels y negaba la sociedad tal y como era, apostando por el valor de
la clase obrera industrial frente a la burguesía. Criticaba y rechazaba el
concepto de propiedad. A lo largo de los años, serviría para alimentar nuevas
teorías comunistas y variaciones de las ideas principales, en función del
continente o país donde apareciesen. Se crearon dos “Internacionales”,
para unir a los trabajadores y a los partidos políticos socialistas de las distintas
naciones.
Hay gran variedad de doctrinas comunistas que varían en gran medida unas El
de las otras. Sin embargo, todas ellas abogan por la supresión de la propiedad
privada y la emancipación del proletariado. La doctrina más extendida es
el marxismo. Tuvo un auge especial a partir de la llegada de Lenin al poder en
Rusia con la Revolución de Octubre (noviembre de 1917).
El mandatario ruso pensaba expandir la revolución que había ideado en su país
al resto del mundo. Por lo que se creó un congreso de los delegados del ala
izquierda de la socialdemocracia europea, que decidió crear la III
Internacional y un órgano ejecutivo denominado Komintern.
El comunismo habla de varios conceptos que lo definen. El igualitarismo es uno
de ellos. Este término pretende considerar a todos los seres humanos como
iguales. Elimina cualquier privilegio que pudieran tener unos sobre otros y
pretende terminar con cualquier tipo de discriminación.
Otro de las características del pensamiento comunista es la lucha de clases. Se
quiere erradicar el sistema de clases que rige la sociedad, por el cual un obrero
(proletario) no puede alcanzar puestos de poder. Da a entender que existen
conflictos sociales entre las distintas clases y que sólo se pueden terminar una
vez que hayan sido erradicadas los estamentos sociales. De aquí se emana
una premisa aún más relevante: la dictadura del proletariado.
La dictadura del proletariado, según Marx, es el estado intermedio entre el
capitalismo y la sociedad comunista. La culminación de la revolución mundial y
obrera sería este estado de control proletario. Desde cierto punto de vista, esta
idea también incluye la división estatal en comunas. Es un sistema por el
cual no habría líderes como tales, sino asambleas autosuficientes que
decidirían su devenir.
En definitiva, el comunismo surgió como respuesta a la represión a la que
fueron sometidos los distintos sectores obreros europeos. Abogaba por eliminar
la propiedad individual, fortalecer el colectivo, terminar con el capitalismo y
establecer un estado comunista mediante una revolución universal del
proletariado.
Es el único sistema de organización social que ha hecho frente al
capitalismo desde que este se extendió por el mundo. Mantuvo una dura lucha
durante la segunda mitad del siglo XX, pero la acabó perdiendo debido a la
corrupción de los estados comunistas soviéticos. En la actualidad, muchos
pensadores consideran del comunismo un sistema organizativo utópico, debido
a la naturaleza de la condición humana.

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