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Los Biocombustibles 2a Ed PDF
Los Biocombustibles 2a Ed PDF
ENERGÍAS RENOVABLES
RENOVABLES
Los biocombustibles
2.a edición
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Los
biocombustibles
2.a edición
Ediciones Mundi-Prensa
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2008
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Colaboración de:
Saturnino de la Plaza
Rector de la Universidad Politécnica de Madrid
Prólogo
Cada día cobra más importancia e interés la obtención de combustibles a partir de
materias renovables, tratando de sustituir a los combustibles fósiles (carbón, petróleo,
gas natural). Estas materias renovables son los llamados biocombustibles, que pueden
ser sólidos (paja, cardo, leñas, astillas y carbón vegetal, por ejemplo), líquidos (aceites,
metilésteres, alcoholes, ...) o gaseosos (los diferentes biogases).
En este libro nos detenemos a realizar un estudio de los biocombustibles sólidos y
líquidos considerando sus propiedades físico-químicas, su forma de obtención y sus
usos. Tras una introducción en la que se presentan los conceptos fundamentales, la pri-
mera parte se dedica a los biocombustibles sólidos: Paja, cardo, leñas, astillas, pelets,
briquetas y carbón vegetal. El director de esta parte es el profesor Manuel Camps, está
ocupada con temas referentes a los biocombustibles líquidos.
La publicación va destinada a dos tipos de público. El primero a estudiantes de las
ramas de ingeniería agronómica, forestal, industrial y de minas y a estudiantes de
Ciencias Físicas, Químicas y Biológicas que realizan trabajos de investigación o de
pura consulta bibliográfica relacionada con las energías renovables, la planificación
energética o el impacto ambiental en el mundo de la energía.
El segundo, a las personas que desde las empresas privadas o desde la administra-
ción se ocupan de estos temas. La necesidad de datos que estas personas demandan es
cada día mayor, pues la realización de proyectos o la necesidad de toma de decisiones
en planificación energética demanda conceptos y datos que pueden ser consultados en
este libro.
En definitiva, se trata de hacer llegar a las personas que nos rodean datos que no
siendo muy novedosos muchos de ellos, hemos ordenado y clasificado para que sean
útiles a los lectores de este libro.
Las tablas de unidades finales se deben al encomiable trabajo de José Ignacio de la
Fuente Domínguez, profesor de Física en el Instituto de Enseñanza Secundaria de
Madrid quien, dirigido por los autores y con gran meticulosidad, ha realizado un gran
esfuerzo tras la consulta de libros de Física y horas de trabajo personal. Pensamos que
su utilidad es grande, pues la energía se contempla desde usos muy distintos y se mide
desde ópticas muy diferentes (energía térmica, energía calorífica, energía eléctrica,
energía derivada de la transformación de masa en energía, ...).
Índice general
0. Perspectivas de las energías renovables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1. Presente y futuro de los biocombustibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
2. Paja y otros biocombustibles sólidos agrícolas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3. Leñas y astillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
4. Biocombustibles sólidos densificados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
5. Carbón vegetal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
6. Obtención de energía eléctrica con biocombustibles . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
7. Los biocombustibles líquidos. Aceites . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
8. El cultivo de la colza y del girasol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273
9. Planta de metiléster . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 301
10. Alcoholes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311
11. Combustibles gaseosos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 335
12. Aspectos ambientales de la obtención y uso de los biocombustibles . . . . 343
0
Perspectivas
de las energías
renovables
15
16 Los biocombustibles
TABLA 0.1
Cuotas de reducción de GEI, contribución asignada y objetivos de TER
de los Estados miembros de la UE
Emisiones GEI Consumo Objetivo
País GEI 1990 acordado* eléctrico TER TER
(%) (%) (%) (%)
1
EUFORES participará en el proyecto ENER-IURE, cuyo objetivo es entrenar a jóvenes y
adultos en el ámbito de las TER.
2
SAFIRE es un modelo contrastado, desarrollado por Energy for Sustainable Development,
que analiza el impacto de los diferentes modelos de consumo y diversificación energéticos,
así como las distintas políticas en función de un número de indicadores. Se ha utilizado en la
elaboración del Libro Blanco de ER de la CE.
Perspectivas de las energías renovables 19
TABLA 0.3
Puestos de trabajo creados por cada TER
3
En la estimación se han tenido en cuenta los empleos directos e indirectos creados, así como
los puestos de trabajo desplazados de los distintos sectores convencionales de la energía.
20 Los biocombustibles
que las cifras relativas de mayor número de puestos de trabajo pertenecen a Aus-
tria, Dinamarca y Grecia.
• En cifras globales la contribución neta de las TER en el empleo de La UE hacia
el año 2020 representa algo más del 2%.
• El incremento de empleos se estima que repercute en los sectores agrícola e
industrial principalmente. En la industria de la energía convencional se espera
perder como efecto del desplazamiento provocado por las TER menos del 2% de
los empleos para el año 2020.
• Si bien en general casi todas las TER producen un incremento de puestos de tra-
bajo en la fase de construcción de plantas de generación de energía, alguna de
ellas causa una pérdida neta durante esa fase.
4
A partir de aquí entendemos por energía minihidráulica la acotada por la potencia máxima
de 10 MW.
Perspectivas de las energías renovables 21
sas que los obtienen del primer recurso hay dos hegemónicas: la francesa Diester
Industrie y su rival Novaol, subsidiaria del Grupo Eridania Beghin Say. Juntas englo-
ban una facturación de aproximadamente 30.500 millones de euros. En procesos de
transformación y distribución de biocombustibles derivados del etanol los grupos Elf,
Total y Arco han sido los más emprendedores.
El crecimiento de cada TER en el mundo durante el período 1990-97 está conden-
sado en la tabla 0.4.
TABLA 0.4
Tasa anual de crecimiento de cada TER en el mundo (1990-97)
Solar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16,8
Geotérmica* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,0
Gas natural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,1
Hidroeléctrica* . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,6
Petróleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,4
Carbón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1,2
Nuclear . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,6
Fuente: Worldwatch Institute, Worldwatch, estimación basada en Birger Madsen, BTM Consult, (Ringkobing,
Dinamarca, carta al autor Flavin 10 de febrero de 1998) y en BTM Consult, International Wind Energy
Development: World Market Update 1996, (Ringkobing, Dinamarca, Marzo 1997).
* Datos de 1996.
4.1. Minihidráulica
TABLA 0.5
Capacidad hidráulica mundial en el año 2010
África . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4,8
Asia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126,8
Oriente Medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Iberoamérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23,6
América del Norte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,2
Europa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5,3
Fuente: Barómetro EurObserv´ER, publicado como resultado 132 en la revista Sistemas Solares.
4.2. Eólica
De acuerdo con la tasa anual de crecimiento de la energía eólica (véase tabla 0.4),
la potencia instalada en el mundo ha crecido desde los 1.350 MW en el año 1996 a los
22 Los biocombustibles
2.035 MW en 1998. Este crecimiento representa ya el 39% en 1999, el más alto entre
todas las fuentes de energía (renovables y no renovables), y se ha reflejado en el volu-
men de ventas, desde 1,3 billones de euros en el año 1997 hasta 1,7 billones de euros
en 1998 y 3,2 billones de euros en 1999. Además, la industria eólica ha creado 90.000
puestos de trabajo hasta 1999, la mayoría de ellos en la UE y la India, país líder este
último entre los países no desarrollados.
Como se deduce de la tabla 0.6 la capacidad de potencia eólica acumulada hasta
1999 en la UE representa el 66,3% del total mundial, correspondiendo el 18,9% a Esta-
dos Unidos y el 10,1% a la India.
TABLA 0.6
Capacidad acumulativa de potencia eólica hasta 1999, por regiones
La tabla 0.7 presenta la capacidad de potencia eólica acumulada hasta 1999 por
países.
TABLA 0.7
Capacidad acumulativa de potencia eólica hasta 1999, por países
Las perspectivas de desarrollo a corto plazo de esta TER son inmejorables. Hasta
el año 2002 se espera instalar en el mundo 10.500 MW contando solamente los pro-
yecto puestos en marcha, lo que supondría un total acumulado de 20.300 MW. Europa
mantendría el primer lugar de producción de energía eólica, con una contribución del
61,4%, seguida de Estados Unidos, con el 18,6%, y de Asia, con el 15,1%. Entre los
Perspectivas de las energías renovables 23
países no desarrollados, la India contempla planes para instalar 12.000 MW, y las esti-
maciones del potencial eólico de China, sobre todo en Mongolia, superan la potencia
eléctrica instalada en ese país.
Según el Worldwatch Institute, dentro de 20 años se habrá cubierto el 10% de la
energía eléctrica mundial con la fuente eólica, que a largo plazo puede superar las
cotas de contribución hidráulica (actualmente el 23% de la electricidad total del
mundo). Como datos orientativos pueden servir la cifra potencial de tres Estados nor-
teamericanos (Dakota del Norte, Dakota del Sur y Texas), suficiente para nutrir de
electricidad a los Estados Unidos, y la de un parque potencial planetario construido
respetando las limitaciones ambientales, superior a los 55.000 TWh anuales, es decir
cuatro veces el consumo mundial de electricidad.
Especial interés ofrece el desarrollo tecnológico experimentado por esta TER.
Sirva como referencia el coste de 2.800 euros por kW instalado de 1981, reducido a
800 euros en la actualidad, lo que supone más del 6,5% de caída anual acumulada
durante los últimos 20 años. A esta cantidad habría que descontarle externalidades
ambientales, como costes asociados a residuos radiactivos, o a emisiones de CO2, o a
otros gases emitidos por cualquier combustible no renovable. De cualquier modo, la
fuente eólica roza la frontera de la competitividad sin este descuento.
4.3. Fotovoltaica
La producción de células y módulos fotovoltaicos en el mundo ha evolucionado
desde los 57,9 MWp en 1992 hasta los 149,2 MWp en 1998, lo que supone un creci-
miento anual del 17%. La tabla 0.8 representa la capacidad de potencia acumulada de
los países con mayores instalaciones hasta 1999.
TABLA 0.8
Capacidad de potencia fotovoltaica instalada hasta 1998, por países
4.4. Biocombustibles
Desde el año 1992 al 1999 la producción de biocombustibles ha experimentado un
espectacular crecimiento en Europa, especialmente en Francia y España. En ocho años
se ha multiplicado por 8,5, pasando de 55.00 toneladas a 470.000, si bien los últimos
tres años se ha estabilizado. Francia ha contribuido al 58% de la producción europea, y
en el ámbito mundial ocupa el cuarto lugar de producción de etanol, tal y como se
indica en la tabla 0.9, aunque España se está esforzando por alcanzar cotas de produc-
ción semejantes construyendo nuevos centros de producción de biocombustibles.
TABLA 0.9
Producción de etanol de 1998
Brasil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.910,0
Estados Unidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.573,0
Canadá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190,6
Francia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95,3
España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79,4
Suecia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15,9
Fuente: Barómetro EurObserv´ER, publicado como resultado 132 en la revista Sistemas Solares.
Los gobiernos europeos han propuesto ambiciosas pero reales iniciativas para pro-
mocionar TER, algunas de las cuales representan de hecho abordar voluntariamente la
reducción de emisiones de GEI antes de la ratificación del PK. Así pues el mercado
europeo de TER merece consideración especial. Desde comienzos de la década de los
90, se han promocionado TER por casi todos sus Estados miembros.
5.1. Objetivos
Los últimos datos de producción en la UE a partir de TER son de 1997. Este año se
han sumado 82,1 Mtep, con un crecimiento anual acumulativo del 5,1%, que resulta
Perspectivas de las energías renovables 25
TABLA 0.10
Objetivos de desarrollo de TER en el período 1999-2003
TABLA 0. 11
Distribución de energía eléctrica procedente de distintas TER en el año 2010
Energía eléctrica procedente de TER
TABLA 0.12
Consumo bruto interno procedente de distintas fuentes de ER en 1997
Cuota
Hidráulica Eólica Solar Geotérmica Biomasa Otras Total
País ER
(ktoe) (ktoe) (ktoe) (ktoe) (ktoe) (ktoe) (ktoe)
(%)
TABLA 0.13
Generación eléctrica procedente de distintas fuentes de ER en 1997
TABLA 0.14
Consumo de energía final procedente de distintas fuentes de ER en 1997
TABLA 0.15
Capacidad instalada y producción de energía minihidráulica en 1997
5.4.1. Alemania
En generación eléctrica su aportación alcanza casi la mitad5 de la energía europea
fotovoltaica y mundial eólica en cifras absolutas. Esta última TER ha ascendido de 100
MW de potencia en 1990 a 2.570 MW en 1998, y el año 1997 ya existían 25 MW insta-
lados de fotovoltaica, la mayor parte procedente de pequeñas instalaciones conectadas a
la red. La energía solar térmica se ha extendido en 1997 hasta 2,2 millones de m2, lo que
sitúa a Alemania en el segundo lugar europeo después de Grecia en su desarrollo. Sin
embargo, las TER representan sólo el 2,3% del consumo alemán de energía primaria. Las
de mayor predominio son la biomasa (RSU incluidos) y la energía hidráulica; la primera
cubre el 76,3% del consumo total de ER, y el 19,3% la segunda.
5.4.2. Austria
En cifras relativas es el segundo país consumidor de energía procedente de TER,
detrás de Suecia, con el 23,3%, dividido casi equitativamente entre la energía hidráu-
lica y la biomasa. Asimismo, encabeza la generación eléctrica proveniente de TER en
cifras relativas. Este factor resulta determinante para que las emisiones austríacas de
CO2 por habitante permanezcan por debajo de la media europea. El uso de biomasa en
los sectores de calefacción para viviendas y redes de calefacción es tradicional, lo que
ha elevado notablemente su desarrollo tecnológico. La producción de biocombustibles
también ha alcanzado cierto desarrollo comercial.
5.4.3. Bélgica
Después del Reino Unido es el país de menor consumo relativo de TER en la UE,
junto con Luxemburgo. La biomasa contribuye con el 82,2% como fuente principal de
consumo procedente de ER.
5.4.4. Dinamarca
Ocupa el segundo lugar en Europa (el primero en magnitudes relativas), detrás de
Alemania, en la producción de energía eólica, que se sigue desarrollando a buen
5
Las dos terceras partes si se incluye la energía generada por las centrales hidráulicas mayores
de 10 MW.
Perspectivas de las energías renovables 29
5.4.5. España
5.4.6. Finlandia
5.4.7. Francia
Ocupa la posición de primer consumidor europeo absoluto de ER, con más de 16
millones de tep, distribuidos entre la biomasa y RSU (65,4%) y la energía hidráulica
(33,7%). Especial relevancia tiene el consumo de biomasa, en el que también es líder
absoluto europeo, y su promoción en el ámbito de los biocarburantes.
5.4.8. Grecia
6
El 60% si se incluye la energía generada por las centrales hidráulicas mayores de 10 MW.
30 Los biocombustibles
5.4.9. Holanda
5.4.10. Irlanda
Es el penúltimo país europeo en cifras relativas, sólo delante del Reino Unido, en
generación eléctrica procedente de las TER. Éstas representan en el balance energé-
tico nacional una contribución de apenas el 2%, y la biomasa y la energía hidráulica
son prácticamente las únicas fuentes productivas renovables. Para el futuro se espera
un desarrollo importante de la energía eólica y de los cultivos energéticos de corta
rotación.
5.4.11. Italia
5.4.12. Luxemburgo
Después del Reino Unido es el país de menor consumo relativo de TER, junto con
Bélgica, y ocupa el último lugar de consumo relativo de energía final procedente de
TER, junto con el Reino Unido.
5.4.13. Portugal
5.4.15. Suecia
España, como cada Estado miembro de la UE, ha desarrollado una política de esti-
mulo de las TER a partir del programa ALTENER. Las ayudas se han encauzado a tra-
vés de las Comunidades Autónomas (CC.AA.), encargadas de concretar las subvencio-
nes por el uso de determinadas TER.
En general, las disposiciones de las CC.AA. otorgan subvenciones para favorecer
la inversión en ER, ahorro energético y mejora ambiental, y fomentan proyectos de
ahorro, sustitución y diversificación energética. Las ayudas alcanzan a todas las TER
(solar térmica, fotovoltaica, eólica, biomasa y minihidráulica7), al ahorro de energía
mediante su uso racional en pequeñas y medianas industrias, al sector servicios y edifi-
cios de oficinas y viviendas, a mejoras ambientales por cambio de combustible (susti-
tución de derivados del petróleo por gas natural) y a la cogeneración.
El sector energético español, que depende en el 70% del consumo de energía pri-
maria de las importaciones, mantiene dos características principales bien diferenciadas
respecto a la UE, cuya subordinación importadora se reduce al 50% del consumo8. La
primera se refiere al consumo interior bruto: en el año 1996, el petróleo ha contribuido
al consumo en España más de 12 puntos por encima del índice de la UE, en perjuicio
del gas natural, más de 12 puntos por debajo. La segunda característica explica el ori-
gen principal del uso deficitario del gas natural: en la producción eléctrica de natura-
7
La Comunidad Autónoma de Navarra restringe la potencia a 5 MW para poder recibir ayu-
das, por debajo de los 10 MW reconocidos universalmente por la minihidráulica.
8
Datos procedentes de la Comunicación de la CE Energy for the future: Renewable Energy
Sources - White Paper for a Community Strategy and Action Plan, Bruselas 26-11-1997,
COM (1997) 550 final, pág. 5.
32 Los biocombustibles
leza térmica España utiliza el 6,4% de gas natural, 14 puntos por debajo de la UE, que
compensa con combustibles sólidos9. En resumen, consumimos mucho más petróleo
que nuestros socios y vecinos europeos en menoscabo del gas y se constata un despla-
zamiento insuficiente de los combustibles sólidos por el gas natural a causa del inter-
vencionismo estatal en favor del carbón de procedencia nacional.
Aunque los esfuerzos realizados en el desarrollo de TER y en el mantenimiento de
la moratoria nuclear son satisfactorios desde la perspectiva ambiental, suponen un
serio problema para el proceso de liberalización de la energía. Este problema puede
agravarse, sobre todo teniendo en cuenta que el consumo interior bruto de energía en
España ha crecido 0,7 puntos por encima de la UE durante el periodo 1990-96, y que
los crecimientos de generación y demanda eléctrica han superado en 0,4 y 1,0 puntos a
los europeos correspondientes en este mismo periodo. Los últimos datos de 1997 con-
firman la importancia de la diferencia de crecimiento en consumo interior bruto en el
periodo 1990-97: 0,7 puntos por encima del periodo 1990-96, según el último informe
de la International Energy Agency.
Todo ello repercute en notables diferencias entre el crecimiento de los indicadores
energéticos: España excede a la UE en 0,9 puntos en consumo interior bruto de energía
por habitante; en 0,7 puntos en consumo interior bruto por PIB; en 0,6 puntos en elec-
tricidad generada por habitante y en 1,4 puntos en consumo eléctrico por habitante. El
prolongado estacamiento del índice demográfico español (subida anual del 0,2% frente
al 0,4% de la UE) favorece el distanciamiento entre indicadores. Y para corregirlo se
hace urgente incrementar la eficiencia térmica de las plantas de generación españolas,
que precisan de mayor esfuerzo inversor en centrales de gasificación integrada y
ciclos combinados.
El sector eléctrico está sufriendo una transformación gradual de liberalización con
el fin de mejorar su competitividad, tanto en precios como en calidad. A finales de
1996, el Gobierno firmó un protocolo con las empresas eléctricas con el objeto de
introducir mayor competencia en el sector y lograr así una reducción del coste de los
factores productivos. El protocolo sigue las pautas de la Directiva comunitaria
96/62/CE.
La introducción de la competencia en el mercado eléctrico se ha realizado
mediante la separación de las funciones de propiedad, transporte y servicio, que cons-
tituían una actividad indivisible en manos de las empresas antes del protocolo. El libre
acceso de terceros a la red mediante pago de peaje ha permitido operar al mercado en
las fases de distribución de electricidad y gas. Los plazos establecidos pare definir los
umbrales de consumo para clientes cualificados son los siguientes: en el año 1998 se
precisaban al menos 15GWh/año; a partir del 1 de enero de 1999, al menos 5GWh;
desde el 1 de abril de 1999, al menos 3 GWh; desde el 1 de julio de 1999, al menos 2
GWh; y desde el 1 de octubre de 1999, al menos 1 GWh.
En cuanto a las TER, la nueva ley 2820/1998 del sector eléctrico establece la dife-
renciación entre productores de energía eléctrica en régimen ordinario y sujetos al sis-
tema de ofertas y autoproductores acogidos al régimen especial y fuera de la compe-
tencia del mercado. Entre estas últimas se encuentran los productores de TER.
9
Fuente: Annual Energy Review. Energy in Europe (CE, 1999).
Perspectivas de las energías renovables 33
6.2. Objetivos
TABLA 0.16
Distribución de los objetivos de producción a partir de TER* en el año 2010
Producción Producción
Total
eléctrica térmica
(106 tep)
(106 tep) (106 tep)
10
Plan de Fomento de las Energías Renovables en España, IDAE, diciembre de 1999.
11
Esta cifra incluye toda la energía hidráulica. Excluidas las potencias superiores a 10 MW, la
cifra desciende a 13.962 ktoe.
34 Los biocombustibles
TABLA 0.17
Distribución de la energía eléctrica generada en 1998 en función de las TER
Fuente: Las energías renovables en España. Balance y perspectivas 2000, IDAE, 1999.
** Datos provisionales.
** Están descontados 2.587 GWh consumidos en bombeo aguas arriba.
Las retribuciones por generar energía eléctrica de régimen especial varían en fun-
ción del TER. En la tabla 0.18 se presenta el precio retribuido por cesión a la red eléc-
trica durante el primer semestre del año 1999, así como la energía cedida y las horas de
funcionamiento de cada tipo a plena potencia.
TABLA 0.18
Energía cedida a la red primer semestre de 1999 y precio
Energía Funcionamiento Precio
TER
(106 kWh) plena potencia (h)* (10–2 euro/kWh)
TABLA 0.19
Distribución de la energía térmica producida en 1998 en función de las TER
Fuente: Las energías renovables en España. Balance y perspectivas 2000, IDAE, 1999.
TABLA 0.20
Programas realizados y en ejecución de cada TER a finales de 1998
Los objetivos del año 1998 de producción de energías eléctrica y térmica a partir
de ER se resumen en las Tablas 21 y 22.
TABLA 0.21
Producción de energía eléctrica de cada TER a finales de 1998
TABLA 0.22
Producción de energía térmica de cada TER a finales de 1998
6.4.1. Minihidráulica
6.4.2. Eólica
A finales de 1998 España ocupaba el tercer puesto entre los Estados miembros de
la UE en instalaciones eólicas; en el año 200012, ocupa el tercero del mundo, detrás de
Alemania y Estados Unidos únicamente. La competitividad tecnológica de las empre-
sas en nuestro país en potencias entre 100 y 1.000 kW es de las más altas de Europa, lo
que equivale a decir del mundo, dado que la UE se ha constituido en la región de
mayor promoción global de las TER.
En el año 1998 se han instalado 379 MW, sumando las Comunidades de Navarra y
Galicia los 2/3 de esta potencia. A finales de 1998 la potencia total instalada era de
834,1 MW, sumando el 95% entre las CC.AA. de Navarra, Galicia, Aragón, Andalucía
y Canarias.
El potencial eólico neto de España se aproxima a 15.000 MW, donde Galicia ocupa
el primer lugar con 3.000 MW, seguida de Aragón con 2.000 MW, y de las Comunida-
des de Andalucía, Castilla León, Castilla La Mancha y Cataluña con 1.000 MW cada
una. La ayuda pública a esta TER dentro del Programa de ER se eleva a finales de
1998 a 52 millones de euros.
12
El Worldwatch Institute estima la potencia eólica instalada en España en 2.235 MW, lo que
supone casi el 50% añadido de la potencia instalada en 1999.
38 Los biocombustibles
6.4.3. Fotovoltaica
De acuerdo con la radiación solar media recibida España es de los países de mayor
mercado potencial de la UE. Se estima que a medio plazo este mercado puede alcanzar
cerca de 30 millones de m2 de colectores, que corresponden principalmente a los secto-
res residencial y comercial. No obstante, a finales de 1998 la superficie instalada de
colectores era aproximadamente de 340.000 m2, distribuidos esencialmente entre las
CC.AA. de Andalucía, Baleares y Canarias, que suman más del 60% de esta superficie.
La ayuda pública a esta TER dentro del Programa de ER se eleva a finales de 1998 a
10,4 millones de euros.
6.4.5. Biomasa
TABLA 0.23
Distribución del consumo de biomasa por sectores a finales de 1998
Doméstico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54,6
Fabricación de pasta y papel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19,0
Madera, muebles y corcho . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10,5
Alimentación, bebidas y tabaco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7,1
Cerámicas, cementos y yeso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,6
Biogás . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,3
Otros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2,9
Fuente: Las energías renovables en España. Balance y perspectivas 2000, IDAE, 1999.
pública a esta TER dentro del Programa de ER se eleva a finales de 1998 a 18 millones
de euros.
6.4.6. RSU
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1
Presente y futuro
de los biocombustibles
TABLA 1.1
Reservas y recursos de combustibles fósiles y «combustibles nucleares» en el mundo.
(Saiz de Bustamante, 1981)
TABLA 1.2
Energía primaria y final en el mundo por fuente (1992)
TABLA 1.3
Algunas externalidades puestas de manifiesto en sector combustibles fósiles.
Pero, además, Europa y España son deficitarias en petróleo por lo que el precio de
los combustibles líquidos y gaseosos derivados de este recurso fósil han experimen-
tado un alza continua de sus precios (tabla 1.4):
TABLA 1.4
Evolución de los precios de los combustibles fósiles en España
Sirva un dato: cuando la segunda crisis energética hacía sus estragos en el centro
de Europa, en Alemania la astilla como combustible se pagaba más cara que la astilla
como materia prima para fabricar tableros de partículas o de fibras. En esos años, en
la feria Ligna de Hannover se llegaron a presentar más de cien fabricantes de máqui-
nas briquetadoras y peletizadoras que obtenían pelets y briquetas a partir de biomasa
forestal.
En la agricultura europea se ha planteado, en los últimos años un problema impor-
tante: hay excedentes de producción. Ello conlleva a:
— Pérdida de trabajo rural.
— Despoblamiento rural.
El ruralita se convierte en urbanita, es un hombre que no se adapta a la vida de las
ciudades, se crean problemas de delincuencia y además el campo pierde acervo cultu-
ral. Así, aparece como una posible salida a los productos agrícolas su uso energético.
Una sociedad puede consumir toda la energía que llega, incluso cada día más. Sin
embargo, los miembros de esa sociedad no pueden comer en cantidades cada vez más
crecientes. Es una pena contemplar cómo a la vez que se mueren de hambre miles de
personas en países africanos, sudamericanos o asiáticos en Europa sobran alimentos;
pero es una realidad que está ahí, y que no debe ser olvidada.
Cuando la Política Agraria Comunitaria (PAC) deje de subvencionar las plantacio-
nes agrícolas actuales ha de buscarse una alternativa a ellas y, sin lugar a dudas, la
alternativa energética es una de las más interesantes y atractivas.
TABLA 1.5
Productividad neta de biomasa en la Tierra
2. Concepto de biocombustible
Se entiende por biocombustible aquel combustible de origen biológico que no se
ha fosilizado. Si no se añade «no se ha fosilizado» el petróleo, los carbones minerales
(hulla, lignitos, turba y antracitas) y el gas natural serían considerados biocombusti-
bles, ya que su origen también es biológico; pero han sido fosilizados hace cientos de
miles de años. Marcos (2001).
Por otro lado, la definición más sencilla de combustible es «cuerpo sólido,
líquido o gaseoso capaz de arder». A nivel popular, se entiende como combustible
toda materia que, mezclada con el oxígeno produce una reacción (de combustión)
que desprende energía calorífica. En el fondo científico de la cuestión un combusti-
ble es un «almacén de energía química». En última instancia, el origen de los bio-
combustibles es la energía solar que es almacenada por algunos seres vivos en forma
de biocombustible.
Presente y futuro de los biocombustibles 47
Una de las grandes ventajas de los biocombustibles frente a los denominados com-
bustibles fósiles es que aquéllos son renovables y se consideran como una energía
renovable destinada a suplir las carencias futuras de combustibles fósiles.
De todos es sabido que los biocombustibles han sido utilizados desde siempre por
el hombre, el primer combustible que utilizó fue la paja y la leña. Por este motivo, las
investigaciones recientes tratan de aplicar tecnologías más eficaces y rentables, emple-
ando los nuevos materiales, en la obtención y transformación de la biomasa en bio-
combustible apto para generar calor y/o energía eléctrica.
Equivocadamente, en cierta bibliografía se manejaba (más antes que ahora) la
palabra biocombustible para designar a los biocombustibles líquidos olvidándose de
los principales biocombustibles, que son los sólidos (leñas, astillas, paja, pelets, bri-
quetas, carbón vegetal...) y de los biocombustibles gaseosos.
TABLA 1.6
Clasificación de los biocombustibles en función de su origen
TABLA 1.7
Clasificación de los biocombustibles según su aspecto físico
BIOMASA
4.200-4.500 20-60 VARIABLE INDUST. FÍSICA
SOL. C.
Gráfica 1.1
sido tradicional, pues tenía la ventaja de devolver al suelo buena parte de las sales inor-
gánicas no volátiles exportadas por las plantas. Pero el fuego no es un buen aliado del
suelo: Coagula coloides, destruye materia orgánica, incluida la microflora y la micro-
fauna, elimina volátiles decisivos para el desarrollo radicular, modifica el pH, le hace
perder porosidad y capacidad de retención de agua, etc. A todo ello hay que añadir las
pérdidas energéticas, el consumo de oxígeno y las emisiones de CO2 y de vapor de
agua a la atmósfera.»
La primera impresión, tras estudiar los posibles usos de los residuos, puede hacer
pensar que el uso menos noble es quemarlos para producir energía. Sin embargo, esta
impresión no es del todo correcta pues con los residuos de biomasa se pueden obtener
los dos vectores energéticos de mayor calidad que son la energía eléctrica y los bio-
combustibles líquidos. La energía eléctrica presenta grandes ventajas (como veremos
en el capítulos posteriores) que nunca deben ser obviadas. Sin embargo, los combusti-
bles líquidos presentan la ventaja de su almacenaje y su facilidad de movimiento
debido a que los líquidos (a diferencia de los sólidos) ocupan el volumen del recipiente
que los contiene (esa es la gran ventaja del uso de gasolina, gasoil, fueloil y otros com-
bustibles líquidos).
La estimación de los residuos biomásicos totales (RBT) o residuos orgánicos tota-
les en una zona concreta es difícil de realizar. Los residuos biomásicos pueden ser
agrupados en:
1. Residuos forestales que pueden proceder de trabajos selvícolas y/o de las indus-
trias forestales de primera y/o segunda transformación (RF).
2. Residuos agrícolas que proceden de trabajos agrícolas y/o de industrias agro-
alimentarias (RA).
3. Residuos de explotaciones ganaderas (RG).
4. Residuos de biomasa incluidos en los RSU (RBSU).
La suma de todos ellos supone los residuos de biomasa totales.
RBT = RF + RA + RG + RBSU
Vamos a tratar de suministrar unos coeficientes obtenidos de la bibliografía consul-
tada y de nuestra experiencia de trabajo en inventariación de biomasas.
Según ASINEL (1992) los residuos son el 28% en volumen de la madera de los
aprovechamientos forestales, medida en metros cúbicos con corteza.
Los residuos forestales (RF) son la suma de los residuos que pueden proceder de
trabajos selvícolas (RTS) más los residuos que proceden de las industrias forestales de
primera y/o segunda transformación (RIF):
RF = RST + RIF
Los residuos de los trabajos selvícolas (RTS) son agrupados en residuos de claras y
clareos (RCC), residuos de podas (RP) y residuos de cortas finales (RCF), medidos en
miles de toneladas por año, que agrupan ramas, raberones y tocones (cuando éstos son
Presente y futuro de los biocombustibles 51
TABLA 1.8
Composición media del árbol, en masa
% en Parte del % en
Parte del árbol
masa seca árbol masa seca
Gráfica 1.2
Presente y futuro de los biocombustibles 53
TABLA 1.9
Residuos de algunos cultivos agrícolas herbáceos españoles
TABLA 1.10
Productividad de los principales cultivos agrícolas españoles
Superficie Productividad
Productividad comercial
cultivada en cosechable
(hc) kg/ha
España (ha) (hc) kg/ha
Cultivo
Vida Rural Fuentes
ASINEL ASINEL MAPA
(varios números, propias
(1982) (1982) (1998)
1998-99) (1999)
TABLA 1.11
Producción de residuos, especies agrícolas leñosas
Centro de Jímenez
Estudios de la Gómez ASINEL
Especie (s) Energía (1980) (1991) (1982)
Los residuos de las explotaciones ganaderas son de dos tipos: Líquidos y sólidos.
Con los residuos líquidos se puede obtener biogás con un alto poder calorífico. Con los
sólidos, debido a que son muy ricos en nitrógeno, suelen obtenerse abonos de calidad.
56 Los biocombustibles
TABLA 1.12
Productividad de los principales cultivos frutales españoles 1
Cataluña 98 —
Valencia 69 —
Andalucía 48 —
Almendro Aragón 60 —
Baleares 60 —
Secano — 204
Regadío — 885
Naranjo — 20.561
Mandarino — 21.215
Limonero — 10.948
Manzano Secano — 6.097
Regadío — 19.418
Melocotón Secano — 3.430
Ragadío — 10.138
Peral Secano — 5.426
Regadío — 13.763
Viñedo Secano — 3.393
Regadío — 17.359
Olivar Secano — 678
Regadío — 2.362
Cacahuete Secano — 891
Regadío — 2.558
Maíz forrajero Secano — 39.264
Regadío — 53.699
Alfalfa Secano — 18.336
Regadío — 54.804
Remolacha Secano — 24.548
forrajera Regadío — 47.082
(1) De la superficie en producción, no la plantada.
Los residuos de biomasa incluidos en los llamados residuos sólidos urbanos (RSU)
son una fracción de ellos. Los RSU son una mezcla de residuos orgánicos e inorgáni-
cos (plásticos, metálicos, de vidrio, de materiales de construcción, ...). Su problemática
puede ser muy distinta a la de todos los residuos considerados anteriormente. Los RSU
contienen una parte importante que no son residuos orgánicos, compuesta por vidrio y
otros residuos que no arden. Según el IDAE (1992), la composición de los RSU de una
gran ciudad como Sevilla es la siguiente (tabla 1.13).
Además, la fracción combustible de los RSU contiene plásticos en un 6,5% que
pueden presentar graves problemas ambientales en su combustión ya que es suscepti-
Presente y futuro de los biocombustibles 57
TABLA 1.13
Composición de los RSU de Sevilla (IDAE, 1992)
Material %
TABLA 1.14
Tipo de transformación para obtener un biocombustible a partir de biomasa
ble de emitir compuestos orgánicos peligrosos como las dioxinas y furanos. También
estos gases pueden contener (Sáiz de Omeñaca, 1997):
— «partículas sólidas, con metales pesados y distintos compuestos orgánicos, clo-
rados o no: entre un 3 y un 5% de inquemados sólidos y cenizas del combusti-
ble, con óxidos, cloruros y sulfatos, generalmente poco reactivos, de mercurio,
cinc, plomo, cromo, níquel, cadmio, manganeso y arsénico.
— gases ácidos: ClH formado a partir de PVC (policloruro de vinilo) y otros plás-
ticos, SOx (principalmente SO2) y FH, formado a partir de plásticos como el
teflón, pero en una proporción entre centésimas y milésimas de la cantidad
58 Los biocombustibles
Gráfica 1.3.
5. Obtención de biocombustibles
Para obtener un biocombustible a partir de la biomasa agrícola, forestal, ganadera,
urbana o mezcla de alguna de ellas, las transformaciones pueden ser físicas, químicas o
ambas a la vez.
Dentro de las transformaciones físicas utilizadas podemos señalar las siguientes:
1. Fragmentación. Su objetivo es aumentar la superficie específica, con ello se
facilita la ignición y combustión del biocombustible y homogeneizar el
tamaño del combustible, facilitando su manipulación.
2. Secado. Su objetivo es aumentar su poder calorífico y facilitar el proceso, como
en el caso de los pelets y briquetas de madera, ya que si la materia prima está muy
húmeda el proceso es muy caro y se obtiene un producto final de mala calidad.
3. Compactación o densificación. Para así aumentar su densidad y disminuir
gastos de almacenaje y transporte. Debido a la baja densidad de algunos
biocombustibles es preciso compactarlos con lo que a igualdad de peso
ocupan menos volumen. Así se obtienen los pelets y briquetas.
Presente y futuro de los biocombustibles 59
TABLA 1.15
Características físicas, químicas y físico-químicas de los biocombustibles y sus unidades
de medida, a partir del trabajo "Normalización de biocombustibles sólidos",
financiado por el Ministerio de Industria y Energía (2000), no publicado.
Físicas 1. Forma —
2. Aspecto (color, brillo) —
3. Densidades kg/dm3
4. Peso del estéreo1 kg/estéreo
5. Humedades %
6. Superficie específica1 cm2/dm3
7. Porcentaje de corteza2 %
8. Friabilidad Índices
9. Resistencia a la compresión kg/cm2
10. Viscosidad3 poise
11. Índice de Kuop3 Índice Kuop
12. Temperatura de ebullición3 °C
13. Otros índices físicos exclusivos de combustibles Índices
líquidos y gaseosos
Químicas 1. Composición química elemental %
2. Composición química por compuestos %
3. Composición química de cenizas %
4. Composición química de gases de escape %
5. Poderes caloríficos kJ/kg, kcal/kg
6. Índice de yodo (3) Índice yodo
7. Índices de octano y cetano (3) Índices
8. Otros índices químicos exclusivos de combustibles Índices
líquidos y gaseosos
Físico- 1. Coeficiente de conductividad térmica W/m.s
químicas 2. Combustibilidad: Temperaturas y tiempos de °C, s
combustión
3. Inflamabilidad: Temperatura y tiempo de inflamación. °C,s,°C
Temperatura máxima de llama
4. Potencia calorífica W/s
5. Densidad energética y energía del estéreo1 kJ/dm3, kJ/est
1
Sólo en biocombustibles sólidos.
2
Sólo en las leñas, podría emplearse en biocombustibles sólidos densificados.
3
Sólo en biocombustibles líquidos.
60 Los biocombustibles
Gráfica 1.4.
Gráfica 1.5.
Presente y futuro de los biocombustibles 61
Gráfica 1.6.
62 Los biocombustibles
Gráfica 1.7.
Gráfica 1.8.
1 El poder calorífico superior de pelets y briquetas es función de la materia prima empleada para obtener los
mismos. El dato de 4.500-5.300 kcal/kg se refiere a cuando únicamente se emplean madera y productos deri-
vados de la madera (restos de tableros de fibras, partículas o contrachapados).
64 Los biocombustibles
TABLA 1.17
Poderes caloríficos (Palz y Chartier) citado por ASINEL
Glucosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.100
Celulosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.550
Proteínas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.300
Grasas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9.300
Grano Avena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.700
Trigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.300
Cebada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.500
Maíz y centeno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.500
Paja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.800
Raíces feculentas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 800
Remolacha azucarera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 680
Patata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900
Legumbres secas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.500
Fruta fresca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 550
Fruta seca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.800
Azúcar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.900
Maíz forrajero en verde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900
Madera seca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.600 - 4.700
Los poderes caloríficos son medidos en kcal/kg por ser ésta una unidad muy utili-
zada en la industria. Científicamente, debe tenderse a expresar el poder calorífico
según unidades del Sistema Internacional de Unidades, es decir, en kJ/kg. El poder
calorífico superior, determinado en bomba calorimétrica, se calcula por encima del 9%
(humedad a peso seco). Por debajo de esta humedad residual habría que secar utili-
zando aire a 150 °C, y esta operación provoca alteraciones en los componentes de la
muestra a ensayar, falseando los resultados obtenidos.
Una fórmula propuesta por Elvira y Marcos, no del todo correcta (pero aproxi-
mada), para determinar el poder calorífico a la humedad h, en los biocombusti-
bles sólidos de origen ligno-celulósico, siendo h la humedad en base seca:
Presente y futuro de los biocombustibles 65
PCIh = PCS0 [1/(1 + h)] – 665 [(0,54 + h)/(1 + h)] en kcal/kg [2]
Si la humedad se mide en base húmeda H:
TABLA 1.18
Consumo de biomasa en España. Año 1997
TABLA 1.19
Plantas de bioetanol previstas en España, enero, 2001
Producción
Lugar
Millones de litros anuales de bioetanol
TABLA 1.20
Previsiones energéticas 1999-2010 por origen y aplicación de la biomasa
Producción Tep
TABLA 1.21
Aplicaciones previstas en 2010, para la biomasa, en España
Aplicación Tep
dos plantas de bioetanol, una en Salamanca y otra en La Coruña (tabla 1.20), aparte de
las plantas de biodiesel que están siendo estudiadas en la actualidad (enero, 2001):
A continuación transcribimos, por su interés para España y como modelo para países
hispanoamericanos, el Plan de Fomento de las Energías Renovables, elaborado por el
IDAE. Queremos comentar que este plan es fruto de varias personas, investigadores uni-
versitarios y de centros públicos y privados y según el autor del presente capítulo se debe
fundamentalmente a la coordinación que llevó a cabo el ingeniero de Montes don Julio
Presente y futuro de los biocombustibles 67
Artigas Cano de Santayana, ayudado por don Carlos Fernández y supervisados ambos
por don Cayetano Fernández y demás personal responsable en la dirección del IDAE.
«Las previsiones energéticas para el final del período 2010 son de un aumento de
la contribución energética a partir de biomasa de 6.000.000 tep, repartidos entre bio-
masa residual y cultivos energéticos, y que en el ámbito de la aplicación se distribuirán
en 900.000 tep para aplicaciones térmicas y 5.100.000 tep para aplicaciones eléctricas.
A continuación, se recoge la distribución de este objetivo tanto en lo que se refiere al
origen de la biomasa utilizada, como a su aplicación energética, teniendo en cuenta en
el primer caso superficies afectadas y rendimientos en producciones y energía.
En el caso de distribución uniforme esta ocupación sobre todos los tipos de terre-
nos de cultivo la superficie cubierta por cultivos energéticos sería de 814.190 ha, apro-
ximadamente un 15 % del total de cada tipo de terreno con la distribución que se
muestra a continuación (tabla 1.22):
TABLA 1.22
Hipótesis 1 de producción de biomasa en España en 2010, según IDAE (2000)
Secanos Secanos Secanos de Regadíos
Total
semiáridos húmedos alto potencial con cereal
TABLA 1.23
Hipótesis 2 de producción de biomasa en España en 2010, según IDAE (2000)
TABLA 1.24
Distribución orientativa, por Comunidades Autónomas, de la producción de biomasa
prevista según el Plan de Fomento de las Energías Renovables español, para el año 2010.
IDAE (2000)
Residuos
Residuos Residuos
Comunidad Cultivos Residuos de industrias
forestales agrícolas Total
Autónoma energéticos agrícolas forestales
leñosos herbáceos
y agrícolas
TABLA 1.25
Producción prevista orientativa en 2010 según origen de la la biomasa. IDAE (2000)
Producción Tep
TABLA 1.26
Aplicación de la biomasa prevista en 2010, desglosada en usos. IDAE (2000). Hipótesis
conservadora.
Aplicación Tep
Esta hipótesis supone 2,899 millones de tep, bastante menor que la llamada por
nosotros «hipótesis expansiva», que suponía 6,0 millones de tep.
Presente y futuro de los biocombustibles 69
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2
Paja y otros
biocombustibles
sólidos agrícolas
TABLA 2.1
Año Potencia Consumo de paja
Central térmica
funcionamiento MWe t/año
1.2.2 Aspecto
La paja de cereales tiene un color amarillento típico que se degrada a colores más
blanquecinos con el tiempo. El color amarillento es debido a la existencia de azufre,
calcio, cloro, potasio y silicio. Si es más rojiza es porque tiene hierro.
Paja y otros biocombustibles sólidos agrícolas 75
1.2.3. Densidad
1.2.4. Humedad
TABLA 2.2
Principales propiedades energéticas de la paja de cereales
1. Forma y tamaño.
2. Aspecto.
Físicas 3. Densidad.
4. Humedad.
5. Superficie específica.
1. Composición química elemental.
Químicas 2. Composición química por compuestos.
3. Poder calorífico y energía del estéreo.
1. Coeficiente de conductividad térmica.
2. Combustibilidad. Temperaturas y tiempos de combustión.
Físico-químicas 3. Inflamabilidad: Temperatura máxima de llama.
4. Potencia calorífica.
5. Índices de calidad energética.
La paja empacada tiene pequeña superficie específica por lo que seca mal y se
transporta bien. Ha de buscarse un equilibrio y, por tanto, secar la paja suelta antes de
empacarla, como hemos señalado.
La composición química de la paja es variable y depende del cereal del que este-
mos hablando, las características químicas del suelo y de los fertilizantes empleados.
Además, la pluviometría anual, distribuida irregularmente, favorece unas reacciones
químicas frente a otras provocando alteraciones en la composición química de la paja.
76 Los biocombustibles
Este epígrafe recoge los datos de una de las últimas publicaciones del pionero de
los estudios de la biomasa en España: el catedrático de Botánica Agrícola de la Escuela
Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid, D. Jesús Fernández González
(Madrid, 2000).
«Entre los posibles cultivos para la producción de la biomasa lignocelulósica en las
tierras cerealistas de secano que van quedando retiradas de la producción agrícola en
aplicación de la Política Agraria Comunitaria (PAC) destaca el cardo (Cynara cardun-
culus L.), ya que tiene unas excelentes condiciones de producción y adaptación a la
gran mayoría de los secanos españoles.»
«El cardo es una especie próxima a la alcachofa (Cynara scolymus L.) pertene-
ciente a la familia de las Compuestas lo mismo que el cártamo o el girasol. Es una
especie herbácea vivaz (perenne), con un ciclo anual de producción de biomasa
aérea, muy bien adaptada a las condiciones de clima mediterráneo de veranos secos
y calurosos. En años con pluviometría adecuada (del orden de 500 mm), cuando el
cultivo está bien establecido, puede llegar a dar producciones totales de biomasa, en
condiciones de secano, de 15 a 20 t de materia seca (m.s.) por ha y año...» Es decir,
de tres a cinco veces lo que producen los cultivos de cereales de secano plantados
en la actualidad en la Meseta castellena, como son el trigo, la cebada, la avena, el
centeno…
78 Los biocombustibles
Según el autor citado: «El cardo consigue estas producciones gracias a las siguien-
tes características ecofisiológicas:
— Temprano recubrimiento de toda la superficie de cultivo desde principios de
otoño, debido al desarrollo rápido de la roseta de hojas basales, que se realiza
inicialmente a expensas de las reservas acumuladas en las raíces. La cobertura
total del terreno» (lo que los forestales conocemos como fracción de cabida
cubierta) «contribuye a una mayor captación de la radiación solar y a eliminar
la competencia de malas hierbas.»
— Período de producción y, por tanto, aprovechamiento de la radiación solar: de
octubre a julio, es decir, nueve a diez meses. Está adaptado a realizar la fotosín-
tesis con bajas temperaturas durante la época invernal.
— «Sistema radicular muy profundo que le permite utilizar las aguas de lluvia
infiltradas en el subsuelo durante el otoño, invierno y primavera y los abonos
lixiviados de los cultivos agrícolas anteriores.
— Ciclo de desarrollo adaptado para evitar la sequía estival secándose la parte
aérea en verano y manteniendo frescas las raíces con abundantes sustancias de
reserva.
En el ciclo natural del cardo, la semilla que se ha producido y diseminado durante
el verano, germina en otoño, cuando las condiciones de humedad y temperatura son
favorables formando una roseta basal de hojas que va desarrollándose durante el resto
del otoño, el invierno y la primavera. Durante este tiempo la raíz va acumulando los
azúcares que han ido produciendo las hojas. A mediados o finales de la primavera, del
centro de la planta sale un tallo de alrededor de un metro de altura, con uno o varios
capítulos, que se seca al final del verano, permaneciendo vivas las raíces y las yemas
remanentes de la base del tallo. Al final del verano o a principios de otoño, varias de
las yemas de recambio (de dos a cuatro normalmente) que habían quedado en la base
del tallo, brotan con fuerza a expensas de los azúcares que contiene la médula de la
raíz dando una nueva roseta de hojas que se desarrolla durante el otoño, invierno y pri-
mavera siguiente, acumulándose los azúcares formados en la raíz, que sigue engro-
sando. Al final de primavera se forma un nuevo tallo floral, que se desarrolla rápida-
mente a expensas de las reservas acumuladas en la raíz. En el verano, tras la madurez
de los frutos, la planta empieza a desecarse hasta quedar completamente seca la parte
aérea, pero la raíz y las yemas remanentes de la base del tallo permanecen vivas. El
ciclo se vuelve a iniciar en el otoño siguiente, pudiendo repetirse durante un número
indeterminado de años.»
llo, la pluviometría durante los meses de otoño, invierno y primavera debe ser igual o
superior a los 450 mm. Con menos pluviometría las producciones bajan considerable-
mente. La pluviometría más efectiva es la de primavera.
Suelo. Esta especie requiere suelos ligeros y profundos, de naturaleza caliza y con
capacidad de retener el agua de otoño, invierno y primavera en la zona del subsuelo
(1-5 metros). Tolera mal el encharcamiento. Aunque la pedregosidad del terreno no
afecta al desarrrollo de las plantas, desde un punto de vista práctico, para facilitar la
labor de siega, son preferibles terrenos poco pedregosos.»
El autor citado presenta dos posibles épocas de siembra para el cardo: Otoño y pri-
mavera.
«Siembra de otoño. Se debe realizar tan pronto como las condiciones de tempero
de la tierra lo permitan, al objeto de que forme la roseta de hojas antes de que lleguen
los fríos invernales. Para prever el caso de que las lluvias de otoño puedan retrasarse,
es preferible sembrar en seco en el mes de septiembre o principios de octubre,
debiendo tener preparado el terreno previamente. Durante el primer año de desarrollo
la producción es baja, pero a partir del segundo año y sucesivos las producciones ya
son normales, dependiendo en gran manera de las condiciones climáticas.
Siembra de primavera. Se recomienda para las zonas en que las primeras heladas
otoñales sean muy tempranas. En este caso conviene realizar la siembra tan pronto
como haya desaparecido el riesgo de heladas. Las plantas utilizan el agua de primavera
para nacer y desarrollarse inicialmente, llegando al verano en estado de roseta. Si el
verano es cálido y seco, pueden perder algunas de las hojas por desecación, pero en
general, las plantas siguen vivas. En otoño, con las primeras lluvias, las plantas conti-
núan el desarrollo vegetativo aumentando el tamaño de las hojas de la roseta llegando
a completar el ciclo en el verano siguiente. En el otoño siguiente las plantas rebrotan y
continúan el ciclo de desarrollo normal que se repite durante los años sucesivos.
TABLA 2.3
Operación:
Abandono de fondo.
Subsolado (en su caso).
Alzar.
Pases de grado cutivador.
Desinfección del suelo si fuera preciso (atención a la posible presencia de «rosquillas» o gusa-
nos grises).
Siembra.
Tratamiento herbicida.
Tratamientos fitosanitarios.
Cosecha y transporte de la biomasa a la planta industrial.
TABLA 2.4
Operación:
Abandono de restitución.
Tratamientos fitosanitarios.
Cosecha y transporte de la biomasa a la planta industrial.
TABLA 2.5
Campaña 1994-1995 Campaña 1995-96
Localización de los cultivos Lluvia Media Máxima Lluvia Media Máxima
(**) t/ha t/ha (**) t/ha t/ha
TABLA 2.6
Tipo de producción
Tipo de biomasa Valor
Baja Media Alta medio
«En este apartado se presentan los datos obtenidos en un estudio realizado para el
IDAE para estimar el potencial de los cultivos energéticos en las distintas Comunida-
des Autónomas. El estudio se ha realizado con los datos estadísticos sobre las superfi-
cies geográficas dedicadas a la producción de cultivos herbáceos de secano. Como cul-
tivo energético de secano se ha considerado el cardo (Cynara cardunculus L.). El
trabajo se ha realizado en base al concepto de Unidades de Producción de Biomasa
(UPB), definidas según las siguientes premisas:
a) Superficies geográficas de un radio máximo de 30 km.
b) Aprovechamiento para la producción de cardos del 10% de la superficie agrí-
cola dedicada a cultivos de secano, dentro de la superficie geográfica definida
en el apartado anterior.
c) Producción de biomasa de cardo en la superficie definida en el apartado ante-
rior con un contenido energético mínimo de 20.000 toneladas equivalentes de
petróleo (1 tep = 10 millones de kcal) referido al poder calorífico inferior de la
biomasa de cardo producida. Esta energía sería la que se necesitaría para hacer
funcionar una central de 8 MW durante un año, funcionando 7500 horas anua-
les, con un rendimiento medio de 25,8%». En capítulos posteriores veremos
cómo se realizan estos cálculos. «Para efectuar la transformación de biomasa
de cardo en unidades energéticas de PCI se ha supuesto que la biomasa de
cardo se recoge a una humedad del 24% y con un PCI de 2680 kcal/kg. Con
estas premisas, la producción necesaria de cardo para obtener las 20.000 tep
sería de 74.627 t.
d) Aprovechamiento adicional de los residuos agrícolas generados en el 50% de
la superficie agrícola de cada UPB.
La productividad estimada de la biomasa de cardo aplicable a cada provincia se
recoge en la tabla 2.7 y se ha establecido en base a un modelo de producción basado en
la pluviometría anual y los rendimientos de los cereales y del girasol.
En la tabla 2.7 faltan los datos de Murcia y del País Vasco, que no lo referencia el autor.
«Según los resultados del análisis realizado para todo el territorio peninsular en
base al concepto de UPB, en la tabla siguiente se presenta un resumen de las superfi-
84 Los biocombustibles
TABLA 2.7
Rendimiento Rendimiento medio
Comunidad autónoma Provincia provincial por com. autónoma
t (m s) (ha año) t (m s) (ha año)
Cádiz 17,62
Córdoba 18,27
Granada 13,77
Andalucía Huelva 16,63 16,05
Jaén 13,58
Málaga 15,46
Sevilla 17,01
Huesca 17,70
Aragón Teruel 14,91 15,15
Zaragoza 13,84
Albacete 14,10
Ciudad Real 14,08
Castilla-La Mancha Cuenca 16,14 14,78
Guadalajara 15,13
Toledo 13,94
Ávila 15,05
Burgos 18,47
León 16,83
Palencia 17,19
Castilla- León Salamanca 15,00
Segovia 15,41
Soria 17,26
Valladolid 15,56
Zamora 14,73
Barcelona —
Cataluña Gerona 25,02 20,20
Lérida 15,37
Badajoz 15,02
Extremadura 15,26
Cáceres 15,49
La Rioja La Rioja 17,77 17,77
Madrid Madrid 15,00 15,00
Navarra Navarra 22,02 22,02
Rendimiento medio 15,22 16,93
cies agrícolas asociadas a las UPB en las diferentes Comunidades Autónomas conside-
radas, así como el número potencial de UPBs (942.353 ha). Según el criterio utilizado,
las Comunidades de Asturias, Cantabria, Galicia y Comunidad Valenciana no dispon-
drían de UPB por no disponer de suficiente terreno agrícola de secano, en base a las
premisas establecidas inicialmente.»
«En general, el aprovechamiento de los residuos agrícolas para alimentar centra-
les eléctricas no tiene viabilidad debido principalmente a la inseguridad en la conti-
nuidad del suministro de combustible y a la aleatoriedad del precio. La existencia de
una UPB con una central eléctrica alimentada por biomasa de los cultivos energéticos
generados en el área de influencia de la UPB posibilitaría el aprovechamiento de una
Paja y otros biocombustibles sólidos agrícolas 85
TABLA 2.8
Superficie Superficie
Coumunidad Cantidad agrícola de cultivos SCE/SA
autónoma de UPBs tradicional energéticos %
(SA) (SCE)
Bibliografía
Fernández González, J. (1996): Balance energético de la producción de biomasa en La bio-
masa: fuente de energía y productos para la agricultura y la industria. Junta de Castilla y
León. CIEMAT.
Fernández González, J. (2000): Posibilidades de producción de biomasa en España mediante el
cardo (Cynara cardunculus L.). Jornadas sobre la biomasa en España. Oportunidades de
negocio y posibilidades de mercado. ALTENER. Ministerio de Ciencia y Tecnología. IDAE.
Madrid.
Itóiz, C. (2000): Planta de biomasa en Sangüesa de combustión de paja con una potencia total
neta de 25 MW. Jornadas sobre la biomasa en España. Oportunidades de negocio y posibili-
dades de mercado. ALTENER. Ministerio de Ciencia y Tecnología. IDAE. Madrid.
3
Leñas y astillas
La leña es la «parte de los árboles y arbustos que, hecha trozos, se destina a uso
energético». Al ser una parte del árbol y arbusto, está compuesta sobre todo por
madera y corteza; pero también puede contener en pequeñas cantidades hojas, flores y
frutos que no se han separado del tronco o de las ramas. En inglés la leña se denomina
«firewood», es decir, madera de fuego. En francés se emplea «bois de feu» (madera de
fuego), aunque a veces en la bibliografía de temas energéticos emplean la palabra
«bois» (madera) solamente, para distinguirlo del carbón vegetal al que llaman «char-
bon». La leña, energéticamente, se puede usar directamente, puede ser transformada en
astillas o carbón vegetal y también, puede triturarse para que pudriéndose se incorpore
al suelo aportando nutientes al mismo. (Véase gráfica 3.1).
Las leñas han sido a lo largo de la historia el biocombustible más empleado por
la humanidad. Desde el hombre de las cavernas hasta el hombre actual siguen siendo
uno de los combustibles sólidos de mayor uso en el mundo. Han constituido una de
las principales fuentes de energía del hombre, si no la principal. El hombre primitivo
hizo fuego con residuos sólidos de tipo agro-forestal (pajas y leñas) y toda la revolu-
ción industrial pudo desarrollarse gracias al uso de leñas, carbón vegetal y carbón
mineral. Incluso hoy día, millones de hombres en el mundo dependen energética-
mente de las leñas, los residuos agro-ganaderos y del carbón vegetal. En 1985, alre-
dedor de 2.000 millones de personas dependían de la leña como única fuente de
energía, en este siglo este número aumentará a 3.000 millones. Los países en vías de
desarrollo obtienen de la madera el 17% de la energía que necesitan. Sin embargo,
los países más pobres obtienen el 70% de sus necesidades de la madera. En los paí-
ses desarrollados la aportación de la madera al consumo energético no llega al 2%
del total.
En ciertas zonas de Asia, África, América Central y del Sur las leñas, el carbón
vegetal y los restos de ciertas biomasas son los únicos combustibles asequibles, los
combustibles fósiles son muy caros de adquirir y, a veces, no llegan hasta estos
lugares. En el subcontinente indio el 50% de la energía obtenida de la biomasa pro-
cede de residuos de cosechas y de estiércol. En China los residuos suponen 2,2
veces el aporte energético de la madera. Se estima que 800 millones de personas en
todo el mundo dependen energéticamente de los residuos de la agricultura y del
estiércol.
89
90 Los biocombustibles
Energía Energía
Consumo
Población Leña equivalente comercial Leña
por
millones millones leña. Millones Millones del total
persona
m3 de GJ (*) de GJ
Las astillas de madera, como se observa en la gráfica 3.2, pueden utilizarse con
distintas finalidades, no todas ellas energéticas:
1. Para obtener tablero de partículas, de fibras o cualquier otro tipo de tableros
que utilice astillas.
TABLA 3.2
Usos de la madera en el Mundo
Bosque
Uso energético Uso industrial Papel
transformado
Zona del mundo
M m3 % M m3 % M m3 % Mt %
TABLA 3.3
Consumo leña/carbón en países subdesarrollados (Banco Mundial, 1991)
% leña (sobre % carbón
el total de vegetal
Zona
leña y carbón (sobre el total
vegetal) anterior)
Mauritania Nouakchott 5 95
Otros centros urbanos 28 72
Centros rurales 88 12
Senegal Cinco ciudades mayores 20 80
Semiurbano 40 60
Rural 90 10
Zambia Centros urbanos 40 60
Para algunos autores este tercer uso es el menos noble de los tres; pero a veces es el
que debe hacerse, como es en caso de residuos en los que la heterogeneidad de la mate-
ria prima (hay mezcla de madera y corteza) y su humedad no aconsejan los otros usos
más nobles. En este libro nos ocuparemos de las astillas como biocombustible. En
inglés las astillas se denominan «chip» y «chipfuel», si bien el primer término también
se emplea para otros pequeños elementos empleados en electrónica y en componentes
de máquinas, motores, juguetes, televisores, electrodomésticos...
En la tabla 3.4, obtenida a partir de la tabla inicial facilitada por ASINEL en 1982,
ampliada y modificada, siguiendo a Ceballos y Ruiz de la Torre en sus apreciaciones
semánticas y de nomenclatura botánica, se presentan las exigencias climáticas de espe-
cies forestales españolas, señalando su familia botánica:
Leñas y astillas 93
TABLA 3.4
Especies forestales utilizadas para producir leñas y biomasa.
CONÍFERAS
Pinus canariensis Pino canario Pinaceae X X
Pinus pinaster Pino negral Pinaceae X X X
Pinus radiata Pino insignis Pinaceae X X
Pinus sylvestris Pino silvestre Pinaceae X
FRONDOSAS
Acacia cyanophylla Acacia Leguminosae
Acacia dealbata Acacia Leguminosae X
Acacia melanoxylon Acacia Leguminosae X
Acer negundo Arce Aceraceae X X
Ailanthus altissima Ailanto Simaroubaceae
Brachychiton populnea — —
Castanea sativa Castaño Fagaceae X
Casuarina cunninghamiana Casuarina Casuarinaceae
Celtis australis Almez, latonero Ulmaceae X X
Ceratonia siliqua Algarrobo, garrofo Leguminosae X X
Eucalyptus camaldulensis Eucalipto Myrtaceae X X X
Eucalyptus gomphocephala Eucalipto Myrtaceae X X
Eucalyptus hemiploia Eucalipto Myrtaceae X X
Eucalyptus robusta Eucalipto Myrtaceae X X
Eucalyptus rudis Eucalipto Myrtaceae X X
Eucalyptus xideroxilon Eucalipto Myrtaceae X X
Eucalyptus teriticornis Eucalipto Myrtaceae X
Ficus Ficus Moraceae X
Fraxinus angustifolia Fresno Oleaceae X X
Fraxinus (otros) Fresno Oleaceae X
Gleditsia triacanthos Acacia de 3 puntas Leguminosae X X X
Grevillea robusta — — X X
Liquidambar orientalis — — X X X
Morus alba Morera blanca Moraceae X X X
Morus nigra Morera negra Moraceae X X X
Melia azedarach Melia Moraceae X X
Parkinsonia aculeata — — X X
Pistacia atlantica Pistacho Anacardiaceae X X
Platanus orientalis Plátano de sombra Platanaceae X
Populus Chopo Salicaceae X
Quercus ilex Encina Fagaceae X X X
Quercus petraea Roble Fagaceae X X X
Quercus pyrenaica Rebollo Fagaceae X X X
Quercus faginea Quejigo Fagaceae X X
Quercus robur Roble Fagaceae X X
Quercus suber Alcornoque Fagaceae X X
Robinia pseudoacacia Robinia Leguminosae X X X
Salix Sauce Salicaceae X
Schinus molle — — X
Ulmus pumilla Olmo Ulmaceae X X X
La producción y, sobre todo el uso, de leñas en las distintas partes del mundo es
muy variable. Depende de los precios de otros combustibles, del precio de la mano de
obra y de la riqueza económica. Así, los países pobres utilizan leña por que no dispo-
nen de otros combustibles o por que disponiendo de ellos (como algunos países centro-
africanos) dedican esos combustibles a la exportación.
En los países ricos las leñas se aprovechan para cocinar y calentar y el «ir a hacer
leña» en algunos casos es una disculpa para ir al monte y abandonar por un tiempo
corto (una mañana, una tarde, un día) la ciudad. En otros casos se va a recoger leña
como un trabajo complementario; la leña recogida es vendida a carboneros y a envasa-
dores que, a su vez, la venden envasada o al por mayor en camiones.
Según estudios de la FAO, en plantaciones energéticas, la producción o el creci-
miento se ve en la tabla 3.5.
Las astillas pueden proceder (según se observa en la gráfica 3.3) de:
1. Residuos forestales y/o agrícolas. Como por ejemplo restos de operaciones
selvícolas en un pinar o podas de olivo.
TABLA 3.5
Producción de leñas. FAO, 1983
Producción
Lugar
o crecimiento
TABLA 3.6
Principales características energéticas de las leñas y astillas
3.1.2. Aspecto
TABLA 3.7
Peso del estéreo. Varias fuentes (Servicios Forestales del antiguo ICONA, Asociación de
Propietarios Forestales) y cálculos propios.
el Eucaliptus globulus, y 800 dm3 real/m3 aparente para leñas con corteza de longitud
igual a 1,20 m y un diámetro de 16 cm para Pinus sylvestris.
A partir de estos datos y del peso específico de la madera con corteza (c.c), al 20%
de humedad en base seca, se han obtenido en la tabla 3.7 los valores siguientes para el
peso del estéreo, en kg/estéreo.
Estos datos están medidos con humedad del 20% en base seca. La razón de tomar
una humedad del 20% en base seca es que, tras el instante de la corta, en que los resi-
duos tienen hasta un 80% de humedad en base seca, la madera va perdiendo agua en
función del tiempo y de las condiciones ambientales, influyendo también las condicio-
nes de apilado. Ante la imposibilidad de considerar todos estos factores en este trabajo,
se toma este valor del 20% como medio de la humedad que puede presentar una pila de
residuos tras varios días de apilado en unas condiciones ambientales medias.
La densidad de las astillas es muy baja (0,25 a 0,35 kg/dm3), lo cual encarece su trans-
porte, ya que para transportar grandes pesos se necesitan volúmenes muy grandes. Al
igual que con los pelets debe distinguirse la densidad real de la densidad aparente, ésta
última presenta valores menores que aquélla; casi todos los datos de densidad se refieren
a densidad aparente pues es la que se maneja en el transporte y manipulación de astillas.
Debido a su baja densidad en la saca y el transporte de astillas se utilizan remol-
ques ampliados o cajones de camión ampliados: para permitir mover grandes volúme-
nes que son poco pesados. Se han descrito varias unidades para medir la densidad de
las astillas, sobre todo en aquellos países en que se emplean en grandes cantidades con
fines energéticos.
3.1.4. Humedades
Es función del material del que se obtienen las leñas. Es caro para un laborato-
rio obtener la composición química de éstas, debido a su heterogeneidad y a que en
las leñas hay tres elementos de composición química muy variable: madera, corteza
e impurezas que quedan adheridas a la corteza en las operaciones de obtención de
las mismas.
Uno de los últimos datos publicados que conocemos (García Bacaicoa, Bilbao y
Usón, 1998) se refieren a residuo forestal, es decir, leña, y son los siguientes:
TABLA 3.8
Análisis elemental e inmediato, humedad y poder calorífico inferior de los
residuos forestales (García Bacaicoa, 1998)
TABLA 3.9
Composición química de la madera
2. La leña tiene un contenido de nitrógeno también muy bajo. Otros órganos del
árbol (hojas, flores y frutos) lo tienen mayor. Ello implica que su combustión
produce pocos óxidos de nitrógeno y es poco contaminante.
3. La leña tiene bajos contenidos en elementos nutrientes del suelo. Otros órga-
nos del árbol (hojas, flores y frutos) los tienen mayores.
Las hojas, flores, frutos y corteza tienen un contenido en materiales diferentes al
carbono, hidrógeno y oxígeno que varía desde 2% al 5%.
La composición química elemental influye, a su vez, en: los poderes caloríficos,
los gases emitidos en la combustión y la composición química de las cenizas.
Antolín y Valladares (1998) citan como normativa utilizada para medir las compo-
siciones químicas la siguiente:
— Para medir el contenido en azufre: UNE 32 004 84 1R; UNE 32 009 58
— Para medir el contenido en volátiles: ASTM D 1762 64; UNE 32 019 84 1R.
La composición química elemental de las astillas es la que corresponde a la materia
prima de la que proceden las astillas, más la de las impurezas que puedan añadirse en
su transporte y manejo.
Si las astillas sólo son de madera estarán formadas por carbono, hidrógeno y oxí-
geno en un porcentaje casi del 100% respecto a la materia seca.
Si las astillas proceden de madera y corteza el carbono, hidrógeno y oxígeno se
verán acompañados en pequeñas proporciones por otros compuestos muy varibles y
que dependen de la especie vegetal de la que procede dicha corteza.
de unos 1.505 kJ/kg según Villegas (1988). Si el poder calorífico inferior se refiere a la
unidad de volumen, conocida la densidad real del combustible, podemos definir un
poder calorífico inferior volumétrico medido en kJulio/dm3, también llamada densidad
energética.
TABLA 3.10
Poderes caloríficos y poderes caloríficos volumétricos de algunas especies forestales
españolas. Humedad del 20% base seca
Madera Corteza
TABLA 3.11
Modelo simplificado de combustión de la madera
Temperatura °C 0-100 100-(190-210) (190-210)-280 280-500 > 500
como ocurre con las astillas procedentes de madera de coníferas (pinos, abetos, cedros,
cipreses), entonces la combustión es más rápida (a igualdad de gradiente de temperatu-
ras hogar-astilllas).
El correcto funcionamiento del horno o del hogar donde se realiza la combustión.
Es muy importante en los hogares que queman astillas la entrada de aire primario y
aire secundario; si no hay suficiente aire secundario (a la altura de la llama) la combus-
tión de las astillas no es completa por lo que aumenta la contaminación y la combus-
tión es más lenta y la potencia calorífica menor.
E1 0,9 Mejor
E2 0,8
E3 0,7
E4 0,6 Peor
Contenido de Comparación
Clase
humedad %, máximo (*) de calidad
K1 40 Mejor
K2 50
K3 60
K4 65 Peor
Tamaño de la Comparación
Clase
astilla 95% < mm de calidad
P1 30 Mejor
P2 45
P3 60
P4 100 Peor
110 Los biocombustibles
C1 E1 y K1 y P1
C2 No es de la clase C1
Ninguno de ellos es E3, ni E4, ni K3, ni K4, ni P3, ni P4
C3 No es de la clase C1
No es de la clase C2
Ninguno de ellos es E4, ni K4, ni P4.
C4 Ninguna de las anteriores
donde:
K1 = Constante. Vale 0,002 dm3/kJ.
PCv = Poder calorífico volumétrico, o densidad energética, medido en
kJ/dm3
K2 = Constante. Medida en kg/W. Su valor se está investigando actualmente.
PCA = Potencia calorífica, medida en kW/kg
K3 = Constante, vale 0,7 cm–1
TM = Tamaño medio de la astilla, como media entre el valor medio de la
longitud, anchura y espesor, medidos en cm
K4 = Constante, vale 2
CQ = Suma de los porcentajes, en tanto por ciento, de cloro, azufre y nitró-
geno.
Hh = Humedad de la astilla, medida en base húmeda. Adimensional.
Leñas y astillas 111
como suma de los volúmenes de las trozas, cubicadas por fórmulas sencillas, estando
limitada la última troza por una sección en punta delgada impuesta por un criterio
comercial.
Además de este método, se pueden utilizar para estimar volúmenes de fustes, las
tablas de cubicación en función del diámetro normal y la altura total, o las tarifas de
cubicación en función sólo del diámetro, teniendo en cuenta que ambas nos proporcio-
nan generalmente el volumen del fuste hasta una sección limite en punta delgada pre-
determinada, y que sólo se deben utilizar para cubicar lotes de árboles. Si se poseen
datos fiables de pesos específicos de madera y corteza, se puede pasar fácilmente de
datos de volumen a datos de peso. En caso contrario, habrá que obtener estos datos
como se indica a continuación.
Una tabla muy genérica pero muy útil para determinar la composición del árbol, y
que es admitida a falta de cálculos concretos, es la siguiente (tabla 3.12):
TABLA 3.12
Composición del árbol medio
Tronco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
Ramas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Hojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Tocones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
Suponiendo que el porcentaje medio de residuos por árbol oscila entre el 25% y el
30% en volumen del fuste se pueden calcular las masas disponibles a partir de los
inventarios. Estos cálculos son tan inexactos como útiles, cuando no se dispone de
otros mejores o no se tiene dinero para adquirirlos; pero, eso sí, son sólo una aproxi-
mación. El valor empleado en España en nuestros trabajos ha sido el recomendado por
ASINEL, es decir, el 28%.
Según ASINEL, la cantidad de residuos forestales aumentó en España de 3.175
miles de metros cúbicos teóricos en 1975 a 4.060 miles de metros cúbicos teóricos en
1979.
Este aumento del 27% se produjo en el mismo período en que el aprovechamiento
de leñas disminuyó en un 49%. Posteriormente experimentó unos ligeros aumentos
para situarse en torno a un valor de 4.300.
La tabla 3.13 por ASINEL (1982) donde (cc = con corteza).
Hasta 1995 la cantidad de residuos generados en el monte era mayor que la de leña
aprovechada, lo que provocaba un riesgo alto de inicio y propagación del incendio
forestal.
Se observa que, sólo en 1995, la extracción de leñas superó los residuos generados.
Este cambio aparecido en 1995 ha sido causado por dos motivos:
— El consumo cada vez mayor de leñas destinadas a chimeneas y viviendas unifa-
miliares, donde la leña se consume para fines culinarios y de creación de un
ambiente campestre en torno a la chimenea. Esto está provocado por el cambio
de hábitos en la vivienda experimentado en España en estos últimos años.
114 Los biocombustibles
TABLA 3.13
Aprovechamientos forestales y leñas en España. ASINEL, 1982 y actualización propia
Leña,
Madera,
aprovechamiento
Año aprovechamiento, Residuos = 0,28.A
en miles de
miles de m3 cc (A)
estéreos, cc
TABLA 3.14
Madera y leña según el Segundo Inventario Forestal Nacional. ICONA. 1985-95
Cortas en
Cortas Precio ptas./m3
m3 conen Valor en miles de ptas.
m3 con con corteza
Grupo de especies corteza
corteza
en pie en cargadero en pie en cargadero
TABLA 3.15
Energía del estéreo, para algunas especies forestales españolas
(Gimeno, Marcos y Villegas, 1989).
Gráfica 3.6. Dos caminos distintos para determinar la energía del estéreo.
bién tener en cuenta que las frondosas duras (especies del género Quercus) arden más
lentamente que las coníferas, desprendiendo su calor de combustión de manera uni-
forme a lo largo de un lapso de tiempo mayor que las coníferas. Se debe considerar así
qué utilización se va a dar al calor desprendido en la combustión.
Si la madera se va a adquirir por volumen, la situación cambia radicalmente. El
mayor peso específico de las frondosas frente a las coníferas, hace que el poder calorí-
fico de la unidad de volumen de éstas sea inferior al de las especies del género Quer-
cus, aunque superior al de los eucaliptos, pues el bajo poder calorífico referido a peso
de éstos no puede ser compensado por su relativamente alta densidad.
La adquisición de combustibles forestales por estéreos se utiliza mucho para ramas
y troncos pequeños y de forma irregular procedentes de operaciones selvícolas (claras,
clareos, entresacas, desbroces, limpias y podas). El estéreo tiene un interés puramente
comercial, pues ya se comprende que, dada la cantidad y naturaleza de los factores que
intervienen en su determinación, no es un concepto que se pueda manejar con fines
científicos, especialmente si pensamos que depende de la habilidad del operario a la
hora de apilar las leñas. Sin embargo, es ésta la forma habitual de enajenación de leñas
y ramas en zonas rurales.
Aún cuando por lo general las leñas de los Quercus tienen formas más irregula-
res que las de las coníferas, las circunstancias de densidad y poder calorífico hacen
que el poder calorífico inferior húmedo de un estéreo de leñas con corteza (el estéreo
no se suele referir a madera descortezada ni, por supuesto, a sólo corteza) sea mucho
mayor para las especies del género Quercus e incluso para los eucaliptos que para las
coníferas.
Para los trabajos de apeo se emplean en España las motosierras y las procesadoras.
En la fase de saca se puede emplear un trineo, un cable teledirigido o un cable de direc-
ción convencional. La carga la realiza a veces la misma astilladora o se realiza de
forma manual. El astillado en monte lo efectúa la astilladora.
El transporte de la astilla se realiza en containers de muy distintos tamaños depen-
diendo de la pendiente, densidad de vías de saca, disponibilidad de vehículos, cantidad
de astilla y distancia de transporte.
El astillado en planta no siempre se efectúa. Se realiza con astilladoras fijas simila-
res a las empleadas en fábricas de elaboración de la madera. El movimiento de la asti-
lla en planta suele realizarse con tornillos sinfín o con cintas transportadoras de goma.
La clasificación de la astilla en planta se realiza con cribas de distintas luces.
Como ejemplo, una posible línea de flujo de obtención de las astillas es la que pre-
sentamos en la página anterior.
Existe una gran familia de máquinas que reciben nombres muy variados (descuarti-
zadoras, picadoras) y que seccionan los troncos en trozos más pequeños, aunque aún
mayores que las astillas.
El modelo más sencillo es el de una cuña rompedora que se coloca en la parte tra-
sera de un tractor agrícola y que se hinca en los troncos; al aumentar gradualmente la
presión, la cuña penetra en el tronco, desgarrándolo. En otros casos, sobre una plata-
Leñas y astillas 119
Gráfica 3.7. Ejemplo de obtención de astillas a partir de biomasa forestal residual. Caso de
aprovechamientos forestales.
forma se coloca el tronco (suele ser el tocón) y es presionado contra una reja afilada
que lo rasga en dos mitades.
Hay otros modelos más sofisticados como el de la máquina picadora que secciona,
corta y apila. Se presenta en dos versiones. La primera requiere un tractor de 15 kW,
produciendo 3 m3/hora y admitiendo un diámetro máximo de la madera a cortar de 135
mm. La segunda es mayor pues requiere un tractor de 25 kW, produciendo 4 m3/hora y
admitiendo madera de hasta 185 mm. La máquina se acciona desde la toma de fuerza
del tractor. El sistema de corte consta de dos partes: un disco con cuchillas para cortar
el tronco según un plano perpendicular al eje y unas «hachas» para picar el tronco.
La madera picada recuerda a la clásica leña y cada día es más solicitada en los cha-
lets de las zonas periféricas a los grandes núcleos urbanos españoles. En España, la
leña se convierte poco a poco, como en el resto de Europa, en un combustible domés-
tico, de apoyo al fuel, al butano, al gas natural o a la energía eléctrica.
Existen en el mercado numerosas máquinas trituradoras de madera de construc-
ción, palets, muebles, tableros y embalajes que se emplean para triturar residuos de
madera y obtener astillas de calidad. Reciben el nombre de rompedoras... Está fuera
del alcance de esta publicación detenernos en ellas. Su accionamiento suele ser con
motor eléctrico si son instalaciones fijas y bajo techo y con motor térmico si son insta-
laciones móviles o situadas a la intemperie. Estas máquinas han aflorado en el mer-
120 Los biocombustibles
Gráfica 3.8. Otro ejemplo de obtención de astillas a partir de biomasa forestal, sin desramado.
cado para retirar maderas residuales y suelen ser máquinas muy versátiles cuyos moto-
res van desde los 2 CV hasta los 350 CV.
A título meramente indicativo presentamos el modelo alemán WEIMA que desme-
nuza la madera de derribo, tableros y residuos industriales a una media entre 30 y
100 mm mediante un sistema de dos rodillos de alimentación que acercan el residuo a
dos rodillos de corte. Los rodillos de corte llevan cuchillas reversibles encastradas. El
tamaño final de la astilla lo fija (como siempre) una criba, en este caso denominada
parrilla. Esta casa ofrece máquinas con tolvas dese 0,6 hasta 6 m3 que se pueden ali-
mentar de forma manual o de forma mecánica mediante cintas transportadoras.
CORTA Y
CORTA ASTILLADO
TRABAJO
EN SACA SACA
MONTE
ASTILLADO
TRANSPORTE
ASTILLADO
TRABAJO EN
LA PLANTA
DE ASTILLADO
SECADO
MOLIDO
COMBUSTIÓN GASIFICACIÓN
COMBUSTIÓN EN
CALOR MOTOR CI
122 Los biocombustibles
de árboles a turnos muy cortos (5 a 7 años como máximo), actualmente se están estu-
diando turnos a 1 ó 2 años.
El precio de la astilla depende del tamaño de la misma. Así, la planta de astillado
de Palencia clasifica la astilla en tres tamaños. El primero es la astilla procedente de
monte, sin elaboración en planta; los otros dos precisan elaboración en planta, obte-
niendo tamaños menores, más fáciles de mover y de mejor combustión por tener
mayor superficie específica. A menor tamaño, mayor precio. Los precios oscilan
(noviembre de 1992) entre las 8 y las 15 pta/kg.
Los equipos especializados para la obtención de biomasa forestal con fines energé-
gicos son diferentes si el aprovechamiento se refiere únicamente al residuo o si se
refiere a una plantación energética. En primer lugar nos vamos a referir a los utilizados
en el caso de residuos.
La máquina clásica, y de uso actual, es la astilladora. Las astilladoras pueden clasi-
ficarse según su instalación, el mecanismo astillado, la forma de alimentación de la
materia prima, la entrada de la materia prima y la salida de la astilla:
Instalación Fijas
Autopropulsadas
Montadas
Móviles
Arrastradas
Acopladas
Mecanismo astillado Tambor
Cuchillas
Disco
Alimentación del material Manual
Mecánica
Salida de la astilla Por gravedad
Por ventilador
Son astilladoras de instalación fija las que se utilizan en las plantas de astillado para
obtener (en la mayor parte de los casos) astillas que se destinarán a la producción de
tableros de partículas o bien para la producción de pasta celulósica. De este tipo de
máquinas no nos ocuparemos en el presente capítulo. Sí debemos señalar que en el
Norte de Palencia existe una planta de astillado para producir astilla con fines energéti-
cos; esta astilla palentina se emplea en hornos de panadería y otras pequeñas industrias.
Las astilladoras móviles son las conocidas como «astilladora clásica». Los datos de
una astilladora son:
— Capacidad de astillado: 30-70 m3/hora
— Potencia de motor Diesel: 160 kW
— Apertura de boca de alimentación:
• Ancho: 560 mm
• Alto: 420 mm
Leñas y astillas 123
El control del tamaño de la astilla se efectúa mediante una criba metálica cuadrada.
La astilla tiene 3 dimensiones: largo, ancho y grosor. El grosor se controla principal-
mente mediante la separación de la cuchilla con el disco o con el tambor. El largo y
ancho de la astilla son controlados por la situación de la cuchilla respecto al disco o
tambor y la luz de la criba. El largo de la astilla siempre será igual o menor a la mayor
dimensión de la luz de la criba (que es la diagonal de la misma); normalmente el largo
de la astilla es menor que la luz de la criba.
Gráfica 3.9.
6. Plantas de astillado
zables» (Peraza, 1985). Por este motivo cuando se trata de localizar las plantas de
astillado ha de evaluarse in situ no sólo la cantidad de la biomasa disponible sino
también su disponibilidad.
donde b1, b2..., bj son las cantidades máximas de astillas a extraer del monte 1, 2,... j.
Por razones de existencia y ecológicas la cantidad de astilla a extraer presenta un tope
que nunca debe ser superado, en el proyecto de ordenación del citado monte debe figu-
rar b1, b2..., bj.
B) xj+1 ≥ dj+1
xj+2 ≥ dj+2
xj+3 ≥ dj+3
.........
xk ≥ dk
donde dj+1, dj+2..., dk son las cantidades mínimas de astillas que demandan los consumi-
dores j+1, j+2..., k.
C) x1 + x2 + x3 + ... + xj ≥ xj + 1 + xj + 2 + ... + xk
la cantidad de astilla extraída es superior o igual a la consumida. El número de varia-
bles que aparecen en esta función es k: Hay j montes de los que se extraen astillas y
k-j consumidores de astillas.
Sin embargo puede convenir conocer la cantidad de astillas que van del monte i al
consumidor l, llamémosla xil. Entonces la función coste es:
c = c11x11 + c12x12 + ... + c1nx1n + c21x21 + ... + c2nx2n + ... + cinxin
donde n = n.° de consumidores = k-j.
Las restricciones serán:
A) Para cada monte i:
k–j
冱 xil ≤ bi
l=1
Expert LINDO
GIS System
VP-EXPERT
EXSYS
OP-PLAN
SIMULATION: GPSS
SIMFACTORY
130 Los biocombustibles
De todas formas, el empleo de este tipo de herramientas nunca debe suplir la com-
probación en campo de los resultados obtenidos. Los resultados obtenidos mediante
sistemas informatizados son muy útiles, cómodos y bien empleados baratos; pero pue-
den estar muy alejados de la realidad bien por que los datos no sean del todo correctos,
bien porque la interpretación final no sea la deseada por el que diseñó el programa que
es distinto del usuario.
nar, calentar la vivienda y como materia prima para obtener carbón vegetal en todos
los países subdesarrollados, es decir constituyen allí un vector energético de vital
importancia. En los países desarrollados las leñas tienen fundamentalmente su uso en
la cocina, extendiéndose cada vez más el uso en restaurantes, y para la obtención de
carbón vegetal. Su uso como calefacción es más testimonial que real pues no pueden
competir, por motivos de precio y de comodidad con otros combustibles. En España,
está aumentando el uso de leña en panaderías para obtener pan de calidad y en restau-
rantes para cocinar carnes; aunque en restaurantes se suele preferir el carbón vegetal.
El transporte de la leña es caro debido a que es un biocombustible de poca densi-
dad, que contiene agua y de forma muy heterogénea. La distancia de transporte es uno
de los principales factores que inciden en el precio de la leña en los países subdesarro-
llados o en vías de desarrrollo. Cuando la distancia desde el lugar donde se corta la
leña al lugar de consumo es grande, resulta más rentable, en general, la obtención de
carbón vegetal. Estudios de varios autores (Nigeria, Gowen y Leach, Banco Mundial,
1987; Ghana, Schram y Jirhad, 1984; ...) indican el uso de la leña en algunos de estos
países (tabla 3.16).
TABLA 3.16
Porcentaje del coste ocasionado por el transporte de biocombustible
en países subdesarrollados
manera uniforme a lo largo de un lapso de tiempo mayor que el de las coníferas. El euca-
lipto, el haya, el castaño y en general las maderas densas también producen leñas de cali-
dad, pues al ser muy lenta su combustión permanecen en el hogar mucho tiempo y sus
brasas son las que mejor mantienen el calor. Por contra las maderas muy poco densas,
entre las que el chopo es el ejemplo más claro, no son estimadas como buenas leñas.
Es de muy buena calidad la leña obtenida de ciertas operaciones agrícolas como
restos de vides (sarmientos), podas de olivos y de árboles frutales; cuanto más densa es
la leña, mejor es su calidad.
Si la madera se va a adquirir por volumen, la situación debe estudiarse en cada
caso. El mayor peso específico de las frondosas frente a las coníferas, hace que el
poder calorífico de la unidad de volumen de éstas sea igual o inferior al de las especies
del género Quercus, aunque superior al de los eucaliptos, pues el bajo poder calorífico
referido a peso de éstos no puede ser compensado por su relativamente alta densidad.
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En este capítulo, como en otros, hay citas que no han sido referenciadas. Por su
interés creemos conveniente no suprimir estas citas; pero de la publicación de la que
fueron obtenidas no se disponía referencia correcta.
4
Biocombustibles sólidos
densificados
Dos son los biocombustibles sólidos densificados más importantes que pueden
encontrarse en el mercado español, europeo e iberoamericano: los pélets y las bri-
quetas.
137
138 Los biocombustibles
los 15 y 50 cm. Otras formas usuales son las de prisma cuadrado o prisma hexagonal
hueco. En otros casos las briquetas tienen forma de ladrillo. Las briquetas de carbón
vegetal, hechas con carbonilla y polvo de carbón al que se ha añadido harina y se ha
humedecido ligeramente para su compactación.
La briqueta se vende a granel o en bolsas de 10 kg a 20 kg. También se vende en
cajas de 11-15 kg.
Las briquetas se han desarrollado por cuatro motivos:
1.° Para revalorizar un conjunto de residuos sólidos orgánicos que producían
calor en su combustión. Entre estos residuos sólidos orgánicos se incluyen:
— Residuos de industrias forestales de primera transformación (aserraderos,
cajoneras y otras) o de segunda transformación (fábricas de puertas, ven-
tanas, muebles, ...).
— Residuos de industrias agrícolas y/o ganaderas.
— Residuos sólidos urbanos (RSU) entre los que se incluyen residuos de
muebles, tablones, tableros, palets, embalajes, ...
— Residuos sólidos de aprovechamientos agrícolas y forestales.
2.° Para aumentar la densidad de ciertos biocombustibles que eran muy caros de
transportar debido a los bajos valores de la misma.
3.° Para sustituir combustibles sólidos fósiles.
4.° Para eliminar residuos sólidos de tipos muy variables.
En este capítulo nos ocuparemos principalmente de las briquetas obtenidas con
biomasa leñosa, bien procedentes de aprovechamientos forestales (podas, claras,
clareos, ...), podas de plantaciones agrícolas leñosas (almendros, olivos, naranjos,
vides, ...) bien de industrias de primera o segunda transformación de la madera. No
nos referiremos a las briquetas de carbón vegetal.
TABLA 4.1
Características físicas, químicas y físico-químicas de los pélets y briquetas
y sus unidades de medida
Gráfica 4.2.
TABLA 4.2
Diferentes formas de briquetas existentes en el mercado
Cilíndrica Cilíndrica
TABLA 4.3
Longitudes, diámetros, relación longitud/diámetro,
lugares de venta de algunas briquetas cilíndricas
esto puede resultar ventajoso o perjudicial (dependiendo del objetivo buscado). Otra
forma es la sección rectangular, ligeramente «comida» o «redondeada» en las cuatro
esquinas para así no desintegrarse con los golpes. Este tipo de briquetas arden más des-
pacio pero se almacenan mucho mejor pues ocupan menos volumen a igualdad de peso
que el tipo cilíndrico o el de prisma octogonal hueco.
La casa Krupp (Krupp Industrietechnik, Werk Buckau Wolf, D-4048 Greven-
broich, Alemania), ofrece prensas briquetadoras en las que la matriz final puede ser
alterada con lo que la forma de la briqueta es muy variable, desde formas cilíndricas
hasta prismas rectangulares ligeramente recortados en los bordes pasando secciones
que asemejan a varios cilindros unidos o varios prismas octogonales unidos. En la
figura adjunta se observan mejor estas formas.
Las briquetas de sección octogonal tienen una distancia entre dos caras opuestas de 62
mm y un orificio interior central de diámetro igual a 15 mm. El largo es variable y depende
del fabricante de la briqueta, pues puede cortar la briqueta al largo que estime oportuno.
Se comercializa en Estados Unidos, y cada vez más en Europa, una briqueta de
forma 1/4 de cilindro cuya composición química es muy poco habitual pues lleva
serrín y parafina. Además lleva unas estrías a lo largo de la cara redondeada, estas
estrías facilitan la entrada de aire pues la briqueta tiende a abrirse por ellas. En esta bri-
queta el propio papel que la envuelve se utiliza como mecha, de manera que se quema
la briqueta después de quemarse el envoltorio. Además, la parafina es un magnífico
conductor del calor por lo que la briqueta arde muy bien.
Las briquetas de forma prismática y sección cuadrangular «comidas en las esqui-
nas» tienen una sección cuadrangular cuyo lado mayor está entre 12 y 15 cm y el lado
menor entre 6 y 9 cm. Su longitud varía entre 70 y 90 cm. En España, la empresa
EXFASA fabrica una briqueta compuesta por parafina, gacha y serrín y la emplea en la
lucha anti-helada. La forma de esta briqueta era, según el diseño original, de prisma de
sección cuadrada. Esta forma no es la más idónea pues la relación superficie-volumen
es baja; una forma de favorecer la combustión de la misma es variando su forma y otra
añadiendo un aditivo con mucho oxígeno como el nitrato potásico.
2.1.2. Tamaño
El pélet (siempre cilíndrico) se fabrica siempre de menor tamaño que la briqueta,
esa es una diferencia con ella, para poder ser manipulado con medios mecánicos
Biocombustibles sólidos densificados 143
mejor, y por tanto, facilitar y abaratar su movimiento. Por este motivo las peletizadoras
son máquinas diferentes de las briquetadoras.
El diámetro del pélet no debe superar los 2,5 cm, siendo los diámetros más norma-
les los que oscilan entre 1,2 y 2,0 cm. La longitud del pélet es variable y además
cuando se desmorona, lo cual ocurre a menudo en el transporte, la longitud disminuye;
hemos medido pélets desde 1 cm de longitud hasta 7 cm de longitud.
En la tabla 4.4 se presenta un resumen de la forma y tamaño de las briquetas
encontradas en el mercado europeo en la actualidad (enero, 2001).
TABLA 4.4
Dimensiones (en cm) de algunas briquetas del mercado
2.1.4. Densidades
La principal característica de los pélets y briquetas frente a las astillas es que son
más densas que éstas con lo que facilita el transporte, manipulación y almacenaje. El
inconveniente es que resultan más caras que las astillas, pues requieren un proceso
industrial de fabricación. El objetivo final de los procesos de peletización y briquetado
es siempre el mismo: obtener un producto final de mayor densidad que los productos
144 Los biocombustibles
iniciales. Al tener mayor densidad este producto se transportará ocupando menos volu-
men (a igualdad de peso) que las leñas y astillas y será más sencilla su manipulación.
En los pélets deben considerarse dos valores de la densidad: la densidad real y la
densidad aparente.
La densidad real es el cociente entre la masa real y el volumen real de los pélets.
dr = Masa real / Volumen real
La densidad aparente es el cociente entre la masa aparente (que es igual a la masa
real) y el volumen aparente (que es el volumen real más el volumen de los huecos
entre los pelets). Como el volumen aparente es mayor que el volumen real la densidad
aparente es menor que la densidad real.
da = Masa aparente / Volumen aparente = Masa real / (Volumen real + huecos)
Los factores que influyen en la densidad del pélet y briqueta son de dos tipos:
1. La materia prima empleada. Cuanto mayor sea la densidad de la materia prima
mayor será la densidad del producto final. Si la materia prima es madera debe-
mos indicar que por lo general las maderas de las frondosas (encina, robles,
haya, castaño, ...) son más densas que las maderas de las coníferas (pinos, abe-
tos, cedros, ...). Con la corteza ocurre algo parecido siendo más densas las cor-
tezas de frondosas que las de coníferas.
Se acompaña la tabla 4.5 obtenida por el desaparecido Instituto Forestal de Investi-
gaciones y Experiencias en la que se indica la densidad de algunas maderas españolas
al 12% de humedad.
2. La presión ejercida por la prensa en el proceso de fabricación y el correcto
diseño y manipulación de la misma. Las presiones de compactación son varia-
bles, dependiendo de la maquinaria empleada.
Para determinar la densidad de las briquetas deben realizarse ensayos de laborato-
rio en los que basta evaluar su masa (en una balanza) y su volumen (cálculos geométri-
cos) para obtener la densidad aproximada.
Si se desea un resultado muy exacto se utiliza el llamado método de «desplaza-
miento de agua» que consiste en pesar una determinada cantidad de pelets o briquetas
y embutirlos en silicona. Si el peso antes de embutirlas es «p» y el peso cuando están
embutidas en la silicona es «t», el peso de la silicona será «t-p». A continuación se
introducen en el agua y se mide el volumen de agua desplazada, la densidad de la bri-
queta se obtiene por la fórmula:
P
db =
t–p
Vad –
ds
donde:
db = Densidad de las briquetas (g/cm3)
p = Masa de las briquetas (g).
Vad = Volumen de agua desplazada (cm3).
t = Masa total de pélets más silicona (g).
ds = Densidad de la silicona (g/cm3).
Biocombustibles sólidos densificados 145
TABLA 4.5
Densidad 12%
Nombre vulgar Nombre científico Localidad
Humedad
2.1.5. Humedades
2.1.6. Friabilidad
suelo cerámico, desde una altura de 100 cm, 100 pélets o briquetas y contar el número
de pélets o briquetas que se rompen en 2, 3, 4, 5 o más trozos, ... y obtener a partir de
esos resultados un índice de friabilidad FR1.
Este método es más sencillo que el siguiente pero reproduce peor lo que ocurre en
la realidad.
Para calcular el índice FR1 se utiliza la fórmula siguiente:
FR1 = NF/NI
donde:
NF = Número de pélets al final del ensayo.
NI = Número de pélets al inicio del ensayo.
El valor del índice FR es siempre mayor o igual a 1.
A mayor valor de FR1 mayor será la friabilidad y, por tanto, menor la resistencia al
golpeteo.
2. Método del golpeteo entre sí. El segundo método se basa en la rotura de pélets
y briquetas por golpeteo entre ellos. Consiste en introducir en un recipiente de dimen-
siones estandarizadas pélets o briquetas enteros, contando el número de pélets o bri-
quetas introducidos al inicio del ensayo (NI) y tenerlos vibrando un tiempo determi-
nado en condiciones también estandarizadas dicho recipiente. Pasado ese tiempo se
cuenta el número de pélets o briquetas finales (NF).
El cociente FR2 = NF/NI será el valor del índice buscado.
donde:
NF = Número de pélets al final del ensayo.
NI = Número de pélets al inicio del ensayo.
El valor del índice FR2 también es siempre mayor o igual a 1.
A mayor valor de FR2 mayor será la friabilidad y, por tanto, menor la resistencia al
golpeteo.
La temperatura de combustión es superior en los pélets que en las astillas. Con las
leñas la comparación depende del tipo de leña, normalmente la temperatura de infla-
mabilidad es ligeramente superior en pélets, excepto con leñas cuya corteza arde muy
mal como ocurre, por ejemplo, con las leñas de alcornoque y de otras especies del
género Quercus. El motivo de este aumento de temperatura es que la composición quí-
mica de la superficie lateral del pélet es distinta de la madera ya que en el proceso de
peletizado esta superficie se calienta y la madera sufre una combustión incompleta for-
mándose una fina película carbonosa que ennegrece a esta superficie y en la que el
coeficiente de conductividad térmica es inferior al de la madera.
El tiempo de inflamabilidad de pélets y briquetas es similar o ligeramente
superior al de las leñas. Las leñas presentan temperaturas y tiempos de inflamabi-
lidad muy variables, pues dependen de la existencia o no de corteza, el tipo de
corteza, el porcentaje de corteza, la disposición de la leña respecto al tiro del
hogar y la superficie específica de la leña. Los biocombustibles forestales que más
pronto se inflaman suelen ser las astillas y el carbón vegetal (a igualdad de otros
parámetros).
Al ser el pélet y la briqueta materiales más densos que la madera, y por tener
menos contenido de aire en su interior, el coeficiente de transmisión térmica de las bri-
quetas es mayor que el de aquélla. La alta densidad y el bajo valor de este coeficiente
provocan que las briquetas ardan más despacio que la madera y que permanezcan más
tiempo en el hogar, lo cual puede ser ventajoso en el caso de que se desee una combus-
tión lenta.
TABLA 4.6
E1 1,8 K1 25 P1 3
E2 1,7 K2 35 P2 8
E3 1,6 K3 45 P3 15
E4 1,5 K4 50 P4 20
Utilizando las clases anteriores (E, K y P) obtenemos las clases de calidad finales
(C). Los pélets de calidad C1 son los mejores y los de C4 son los de peor calidad.
152 Los biocombustibles
TABLA 4.7
C1 E1 y K1 y P1
C2 No es de la clase C1
Ninguno de ellos es E3, ni E4, ni K3, ni K4, ni P3, ni P4
C3 No es de la clase C1
No es de la clase C2
Ninguno de ellos es E4, ni K4, ni P4.
C4 Ninguna de las anteriores
donde:
— K1 se mide en kg/kJ. Un valor útil puede ser 1/18.810 kg/kJ = 1/4.500 kg/kcal.
— PCS0 es el poder calorífico superior, medido en kg/kJ o en kg/kcal.
— K2 se mide en dm3/kg. Un valor útil puede ser 1/1,1 dm3/kg.
— D es la densidad, medida en kg/dm3. Es la densidad de la briqueta sin envolver.
— K3 se mide en s–1. Un valor útil puede ser 1/3.600 s–1.
— TT es una variable que mide el tiempo total de combustión, para una briqueta
de un peso estandarizado. Se mide en s.
— K4 es adimensional = 0,5.
— M = Tanto por uno en material mineral.
— Hs = Humedad en base seca.
— FR = Friabilidad como media entre la friabilidad en hogar cerrado y la friabili-
dad en hogar abierto.
TABLA 4.8
Calidad de las briquetas según el Centre de Recherches Agronomiques de Gembloux
TABLA 4.9
Humedad en
Clase Densidad kg/litro Clase PCI kcal/kg Clase base húmeda
(%)
TABLA 4.10
F1 > 70
F2 60 - 70
F3 50 - 60
F4 < 50
Desde este punto de vista se citarían 4 calidades de astilla o biomasa sólida forestal
triturada. Las de mayor calidad son de calidad 1 (C1), las de menor calidad son de cali-
dad 4 (C4).
TABLA 4.11
C1 D1 y P1 y H1 y F1
C2 No es de la clase C1
Ninguno de ellos es D3, ni D4, ni P3, ni P4, ni F3, ni F4, ni H3, ni H4
C3 No es de la clase C1
No es de la clase C2
Ninguno de ellos es D4, ni P4, ni F4, ni H4.
C4 Ninguna de las anteriores
154 Los biocombustibles
1
5
2 7
6
3
pesetas (sin tener en cuenta la obra civil). Se incluyen secaderos. Este tipo de
instalaciones pueden trabajar con material verde o húmedo. Son iguales a las
anteriores pero con la salvedad de que precisan un secadero y un sistema de
almacenamiento posterior al secadero. Suelen ser instalaciones mayores, con
mayores producciones y mayores inversiones.
En las figuras siguientes se presenta el esquema de tres plantas briquetadoras, la
primera de pequeña a mediana producción (figura 4.1), la segunda de mediana a alta
producción (figura 4.2), con un silo y sin secadero y la tercera de alta producción
(figura 4.3.) con dos silos y secadero.
3.2. Briquetadoras
158
(sin secadero)
Los biocombustibles
2. Electroaspirador. 6. Refinador. 10. Control de precalefacción/enfriamiento, expulsor.
3. Silo. 7. Ciclón de sedimentación. 11. Canal de enfriamiento.
4. Extractor. 8. Dosificador. 12. Sistema de corte de briquetas.
7
2
11
8 12
4 9
1
5 10
6
Figura 4.2.
PLANTA BRIQUETADORA DE ALTA PRODUCCIÓN
159
160 Los biocombustibles
TABLA 4.12
Características de las briquetadoras de la marca RB
Se debe tener asegurada la materia prima, nos parece que en este caso hay materia
prima para dos turnos diarios.
Los pélets son utilizados en estufas de alimentación automática, como las que des-
cribiremos a continuación. También pueden ser empleados en calderas de calefacción
y/o agua caliente sanitaria.
El precio de los pélets a la salida de fábrica depende de:
• El precio de compra del material que lo compone.
• La humedad de este material.
• El coste de la energía eléctrica.
• El coste de la mano de obra.
• El tamaño y ubicación de la instalación.
En general una fábrica de pélets es rentable cuando se dispone de materia prima a
menos de 3 pta/kg y la humedad de la misma no es superior al 25% en base seca. En
todos los casos el precio de la briqueta para el fabricante de la misma, después de pasar
por el canal de enfriado, nunca debe sobrepasar las 11 pta/kg.
Los pélets se comercializan actualmente de tres formas:
1. A granel o sobre pedido. Se piden en un camión de 20.000 kg, medio camión o
un cuarto de camión. La descarga corre a cargo de la empresa que los lleva. Se
pueden conseguir precios de 22 pta/kg.
2. A granel comprándolos en sacos que lleva el propio comprador y que son de
material y tamaño muy variable.
3. Envasados ya en sacos de plástico retractilado. Es la presentación más exten-
dida. El precio de estos envases depende del peso de los mismos y el lugar de
venta. Estos sacos contienen desde 15 hasta 35 kg de pélets. Hay sacos de
15-20-25 y 30 kg. Este es el envase más caro y de mayor calidad pues no per-
TABLA 4.13
Presentación, lugares de venta y precios de algunas briquetas cilíndricas
del mercado español
mite el paso del agua, con lo que los pélets no se hinchan ni pierden poder
calorífico.
El precio es más caro en las tiendas pequeñas que no son autoservicio y más barato
en las grandes superficies de autoservicio, bien sean tiendas que venden todo tipo de
artículos como tiendas de jardinería-bricolaje que son una gran superficie. El precio de
este pélet es de 22 a 35 pta/kg.
artículos como tiendas de jardinería-bricolaje que son una gran superficie. El precio de
esta briqueta es de 22 a 35 pta/kg.
Claves de los tipos de establecimiento:
1. Tiendas de atención personalizada, no autoservicio.
1.1. Carbonería.
1.2. Tienda de jardineria y calefacción.
1.3. Ferretería.
2. Autoservicio o gran superficie.
2.1. De ferretería y bricolaje.
2.2. General.
TABLA 4.14
Elemento Modelo
(*) El consumo por hora es función de las horas de uso diarias y de las temperaturas exteriores. A mayor núme-
ro de horas de uso y menor temperatura exterior mayor será el consumo de pélets y habrá que rellenar con más
frecuencia la tolva.
Bibliografía
Carre, J. et al. (1987): Briquetting Agricultural and wood residues. Workshop on handing and
procesing of biomass for energy. Hamburgo.
Erikson. (1988): Briquetting of agricultural wastes for fuel. SEBRA. Trosa. Sweden.
Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía. 1992 y 1996. Energía de la biomasa.
IDAE. Madrid.
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de las maderas españolas. Inst. Forestal de Investigaciones y Experiencias. Madrid.
Marcos Martín, F. (1994): «Pelets y briquetas». Rev. AITIM. 171:54-62. Madrid.
Marcos Martín, F. (1998): Otros aprovechamientos forestales. Ed. Fernando Martín Asín.
Madrid.
Marcos Martín, F. (2001): Biocombustibles sólidos de origen forestal. AENOR. Madrid.
Míguez, J.L.; Ortiz, L. y otros. (1998): Criterios de valoración de las briquetas combustibles. en
Energía de la Biomasa: Realidades y perspectivas. OTRI de la Univ. de Córdoba. Córdoba.
Ortiz, L. (1989): Compactación de biomasa residual, en la Biomasa como fuente de energía y
productos para la agricultura y la industria. Junta de Castilla y León. CIEMAT. Madrid.
5
Carbón vegetal
Como hemos señalado (Marcos, 1989) hay varias definiciones de carbón vegetal.
Una de las más acertadas, y también de las más antiguas, es la de Kollmann según la
cual el carbón vegetal es el producto de la combustión incompleta de la madera. Decir
que el carbón vegetal es «un combustible sólido de color negro con mayor poder calo-
rífico que la madera» puede suponer el olvido de que el carbón vegetal también es un
«material con gran superficie específica muy apto para su uso como filtro». Ambos
usos (combustible y carbón activo) son importantes actualmente. En el presente capí-
tulo nos centraremos en su uso como combustible.
La diferencia fundamental entre la madera y el carbón vegetal, aparte de que su
apariencia física es muy distinta, es que el carbón vegetal tiene mayor contenido en
carbono que la madera, por lo que su poder calorífico es mayor y es mejor combustible
que ésta. Al contener menos oxígeno el carbón vegetal es inerte, difícilmente alterable
con las condiciones atmosféricas normales y no es atacado por los agentes biológicos
(hongos e insectos xilófagos) que atacan la madera.
Para apreciar los usos y la valía del carbón vegetal, como hemos hecho con otros
biocombustibles sólidos, es preciso conocer primeramente algunas de sus característi-
cas físicas, químicas y físico-químicas.
La forma del carbón vegetal recuerda a la de las leñas o de los trozos de madera de
los que procede. Su color es negro brillante. El brillo es debido a los líquidos piroleño-
sos que se quedan en la materia sólida al carbonear. Su aspecto es muy variable.
En el proceso de carbonización de la leña se produce un cambio de la composi-
ción química pero no se debe alterar la estructura física, para mantener la alta
superficie específica de la madera. Por eso, si se mira atentamente el carbón vege-
tal se pueden apreciar los distintos anillos de crecimiento de la madera de la que se
ha obtenido.
170 Los biocombustibles
Variable Unidad
Los trozos de carbón vegetal tienen formas muy variadas. Si la leña se carbonea sin
trocear, como ocurre algunas veces, la forma es más o menos cilíndrica. Si la leña está
troceada, como ocurre otras veces, el carbón vegetal tiene un aspecto que recuerda per-
fectamente la madera y corteza de donde procede.
La leña se carbonea sin descortezar, que es lo que se hace casi siempre, excepto en
tecnologías industriales como el horno Lambiotte donde a veces se emplea residuo
descortezado. Ello implica que el aspecto exterior del carbón vegetal recuerda a la cor-
teza de la leña de la que procede.
2.2. Tamaño
El diámetro de la leña se mantiene en el carbón vegetal y suele oscilar entre los 5
cm y los 50 cm. Cuando la leña es de mayores diámetros suele trocearse antes de fabri-
car el carbón vegetal. En los sacos de papel en los que se envasa y vende el carbón
vegetal para barbacoa el tamaño suele ser homogéneo. Si aparecen trozos de leña de
mayores diámetros suele trocearse antes de fabricar el carbón vegetal. En los sacos de
papel en los que se envasa y vende el carbón vegetal para barbacoa el tamaño viene
fijado por las tres dimensiones.
— Largo: Mayor de 5 cm y menor de 80 cm.
— Ancho: Entre 5 y 20 cm.
— Alto: Entre 5 y 20 cm.
Para homogeneizar el tamaño se emplean cribas. Así, antes de ser envasado en bol-
sas o sacos de papel el carbón debe cribarse para desechar las piezas en las que la
mayor de sus dimensiones sea superior a los 80 cm. Estas bolsas suelen contener unos
3 kg de carbón vegetal (si el carbón procede de especies densas como el roble, la
encina, el castaño o el eucalipto) y 2,5-2,7 kg (si el carbón procede de especies menos
densas como los pinos). El volumen de estas bolsas es cercano a los 20 litros (inclu-
yendo los huecos entre piezas de carbón). Las bolsas pueden venderse con asa o sin
asas, son preferibles, para su transporte por el comprador, las segundas.
Carbón vegetal 171
2.3. Densidades
La densidad del carbón vegetal es una propiedad física bastante importante, sobre
todo en su uso energético ya que densidades altas suponen, a igualdad de peso, volú-
menes más pequeños y, por tanto, una disminución de costes a la hora de su transporte.
Además, en el uso industrial se buscan carbones densos, ya que producen, a igualdad
de volumen, mayor número de calorías en su combustión. La densidad del carbón
vegetal depende fundamentalmente de la madera utilizada para su obtención y es fun-
ción de la del material cargado en el horno de carbonización, aumentando con la densi-
dad del material cargado en el horno.
Los valores medios de densidad aparente, es decir, peso/(volumen de carbón+volu-
men de poros de aire existentes en el carbón) son de 0,170 kg/dm3 a 0,500 kg/dm3. El
carbón vegetal utilizado actualmente en España tiene una densidad aparente entre 0,17
kg/dm3 y 0,35 kg/dm3. Con maderas tropicales, y utilizando fosas de tierra para carbo-
nizarlas, se obtienen densidades que van desde 0,261 kg/dm3 para carbón en bruto de
Wallaba a los 0,708 kg/dm3 para carbón pulverizado de Dakama, según señalan estu-
dios de la FAO. En los altos hornos de Brasil se considera carbón vegetal de calidad
aquel que, entre otros requisitos, tiene una densidad aparente en condiciones naturales
entre 0,250 y 0,300 kg/dm3, y ya seco entre 0,230 y 0,270 kg/dm3.
Para maderas europeas, Mariller (citado por Kollmann) facilita los siguientes datos
de densidad (obtenido el carbón vegetal en carbonera y medido en kg/dm3):
— Carbón de abeto rojo y pino silvestre . . . . . . . . . . . . . . . . 0,140-0,180
— Carbón de pinabete de los Vosgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,125-0,150
— Carbón de frondosas blandas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,147-0,200
— Carbón de frondosas duras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,200-0,280
— Carbón de roble y frondosas muy duras . . . . . . . . . . . . . . 0,300-0,350
Se observa claramente que la densidad del carbón vegetal aumenta con la madera
de origen, ya que generalmente las frondosas son más densas que las coníferas. Como
las frondosas españolas, sobre todo encinas y robles, presentan mayores densidades
que las coníferas, representadas por los pinos, la densidad del carbón vegetal de fron-
dosas es mayor que la de coníferas. Si durante el proceso de carbonización la madera
ha soportado grandes presiones, el carbón vegetal obtenido presenta mayor densidad.
Por esta razón en los hornos de ladrillo y metálicos el carbón de la parte baja del horno
puede ser más denso que en las zonas superiores. La madera procedente de estaciones
secas, como es el bosque de encinas español, produce un carbón consistente, duro y
más denso que el de estaciones húmedas y con maderas menos densas. Algo similar
ocurre con el carbón de alta calidad que obtienen los argentinos en la zona de Salta,
172 Los biocombustibles
Santiago del Estero y zonas limítrofes. Los eucaliptos, por ser maderas densas, produ-
cirán casi siempre carbón vegetal de calidad.
En cuanto a la densidad del carbón obtenido con cortezas puede indicarse lo que
hemos afirmado para el de maderas. Los datos existentes indican densidades aparentes
de 0,213 kg/dm3 (conífera) a 0,245 kg/dm3 (frondosa).
La densidad real, es decir, peso/volumen de carbón sin huecos de aire toma valores
de 1,300 kg/dm3 y está influenciada fundamentalmente por la densidad de la madera
origen de dicho carbón. Algunos autores señalan densidades reales más altas pero que
corresponden a temperaturas de carbonización de 1.600 °C, que no se emplean en los
procesos de carbonización más usuales. Así, Violette (recogido por Marcos, 1989),
señala las siguientes densidades reales en función de la temperatura:
150 1.500
240 1.500
270 1.400
1.600 2.000
Para conseguir carbón vegetal con altas superficies específicas, que son los utilizados
como carbón activo, el proceso de carbonización debe respetar la estructura de la madera
Carbón vegetal 173
natural. Ahora bien, para que el carbón vegetal tenga un alto poder de absorción no basta
con que su superficie específica sea alta, también es necesario que en su superficie interna
no se depositen materiales alquitranosos, poco volátiles. Hay sustancias como el cloruro
de cinc y los ácidos bórico y fosfórico que facilitan la volatilización o descomposición de
los materiales alquitranosos. El procedimiento Aussig, por ejemplo, calentaba la madera
con cloruro de cinc obteniendo un carbón vegetal para el filtro de las caretas anti-gases.
La industria de filtros es capaz de fabricar filtros mucho más eficaces que los obte-
nidos a partir de carbón activo, sin embargo, esos filtros son también más caros. La
relación calidad/precio del filtro obtenido a partir de carbón activo es en muchos casos
la mejor del mercado.
En 1995 García Benedicto, Marcos Martín, Martínez Llamas, Pascual y Sáiz de
Omeñaca, estudiamos a partir de microfotografías facilitadas por Guindeo Casasús y
García Esteban. Por su interés transcribimos la comunicación presentada al Sympo-
sium Internacional de Filtración y Separación, celebrado en Salamanca ese mismo año.
A partir de preparaciones de madera obtenidas en laboratorio (según secciones
transversales al eje de la planta), las preparaciones se observaron con microscopio
Leitz Laborlux S mediante circuito cerrado de televisión provisto de cámara Sony
CCD-Iris. Las imágenes a analizar se imprimieron mediante una videocámara Sony
UP-2200P, utilizando con todas ellas los mismos aumentos. Para estimar superficies en
un modelo tridimensional a partir de un corte de dos dimensiones, se considera a las
líneas como superficies y a las superficies como volúmenes. A igualdad de superficie
en la fotografía las líneas sumarán más longitud cuanto mayor sea el número de círcu-
los - y menor su tamaño. Por ejemplo, un cuadrado de cuatro centímetros de lado
posee un perímetro de 16 cm. Sin embargo, cuatro cuadrados de 2 cm de lado, que
ocupan la misma superficie, tienen un perímetro total de 32 cm (8 cm por cada cua-
drado) y 16 cuadrados de 1 cm de lado, 64 cm.
Estas consideraciones nos llevaron a realizar el siguiente modelo operativo:
1. Se hizo un cómputo diferencial de las celdillas, clasificadas en función de sus
tamaños. Se tomó como valor 1 el de las más pequeñas, y se separó en los
siguientes intervalos:
a: 0,1
b: 1,4
c: 4,16
d: 16,36
2. A cada intervalo se le asoció un coeficiente, igual al valor intermedio de los
perímetros comprendidos en el intervalo:
a.- 2. b.- 6. c.- 12. d.- 20.
3. Se aplica un índice (IST: Índice de superficie total) para poder comparar unas
maderas con otras:
IST = 2a + 6b + 12c + 20d
Donde a, b, c y d son las frecuencias en que aparecen dichos tamaños en la micro-
fotografía, dentro de un cuadrado de 25 cm2.
174 Los biocombustibles
Especie IST
Como puede observarse, las maderas más adecuadas, desde el punto de vista de su
estructura física, son las de Populus nigra, Pinus canariensis y Pinus pinaster. Sin
embargo, la de Populus nigra es muy blanda y hay que tener mucho cuidado al carbo-
nizarla para no destruir su estructura física.
2.5. Humedades
Figura 5.1.
150 21
250 7
350 6
450 4
1.500 2
Figura 5.2.
Figura 5.3.
Especie de procedencia R R’
Temperatura
%C %H %N %O
de pirólisis
1
1 Poder calorífico
2 Rendimiento
Tpta
Figura 5.4.
correcta. Al hablar de la tecnología hemos señalado tres de los factores propios de cada
tecnología y que se interrelacionan mutuamente.
Velocidades de calentamiento altas suponen, en casi todos los casos, tiempos de
residencia en el horno bajos y a su vez conductos y formas de escape de humos bien
diseñadas. También se requiere un buen diseño en la forma de entrada de aire, si bien
esto influye de forma menos directa en la composición química del carbón, aunque sí
condiciona la velocidad de calentamiento, e indirectamente su composición química.
El poder calorífico del carbón vegetal es una de las mayores diferencias entre este
biocombustible y otros biocombustibles sólidos forestales. Es mucho mayor en el car-
bón vegetal que en la madera, leñas, cortezas, astillas, pelets, briquetas de madera, bio-
masa agrícola triturada, ...
El poder calorífico del carbón vegetal depende de la composición química del
mismo y, por tanto, del proceso de carbonización del que hemos hablado en epígrafes
anteriores.
Como la densidad del carbón vegetal es baja, entre 0,25 y 0,35 kg/dm3, la densidad
energética también lo es.
Tipo 1:
El calor empleado en secar y calentar la madera procede de la propia leña de la
carga:
— Parvas (tradicional y sueca).
— Fosas de tierra
— Hornos de ladrillo (media naranja, colmena, ...).
— Horno Missouri.
— Horno TPI.
— Horno Carbofrance.
Tipo 2:
El calor empleado en secar y calentar la leña procede de otro combustible separado
de la carga.
Tipo 2.1:
El calor se transmite de forma indirecta, a través de las paredes de la retorta:
— Hornos de retortas metálicas.
Tipo 2.2:
El calor se transmite de forma directa a través de un gas neutro caliente que circula
entre la leña que se va a carbonizar:
— Horno Schwartz.
— Horno Lambiotte.
En el desarrollo de este capítulo dividiremos las tecnologías de carbonización aten-
diendo sobre todo a la complejidad de los instrumentos empleados, a la producción
obtenida y al número de días transcurridos desde que se carga el horno o la parva hasta
182 Los biocombustibles
Gráfica 5.1.
Carbón vegetal 183
que se obtiene el carbón (tiempo de ciclo). El tiempo de ciclo es la suma de los tiempos
de carga del horno, tiempo de carboneo, tiempo de enfriado del carbón y tiempo de
descarga del horno, como señala la gráfica 5.1. El objetivo del carbonero es hacer estos
tiempos lo más breves posibles, sin disminuir la calidad del carbón y sin permitir que
entre aire dentro del horno. Con instrumentos escasos y sencillos la producción es baja
y el tiempo de ciclo de carbonización es largo. Generalmente a medida que aumenta la
complejidad de los instrumentos el tiempo de ciclo disminuye y la producción
aumenta.
Las tecnologías más sencillas son las artesanales, el instrumental requerido puede
ser únicamente un par de hachas y unas horcas. En este caso el tiempo de ciclo puede
ser superior a un mes y la producción anual es baja, refiriéndola a toneladas de carbón
por hombre y año. En estos casos la barrera física que separa la carga de madera a car-
bonizar y el aire del ambiente es muy económica, por estar constituida por tierra. Las
tecnologías más evolucionadas utilizan hornos con sistemas de control más o menos
sofisticados.
Las tecnologías más sofisticadas suelen corresponder a procesos continuos. Deci-
mos que el proceso es continuo cuando el carbón se obtiene de forma continua. En
contraposición, un proceso es discontinuo cuando el carbón se obtiene de forma dis-
continua, es decir, transcurren varios días entre una obtención de carbón y la siguiente
obtención. Con un ejemplo lo entenderemos mejor: un proceso discontinuo es el arte-
sanal de parvas de tierra, en las que una vez obtenido el carbón, éstas se han de rellenar
y esperar, según los casos, de 20 a 40 días para volver a obtener carbón en el mismo
lugar. Otro proceso discontinuo sería el del horno metálico tipo TPI (Tropical Products
Institute) en el que transcurren como poco tres días desde que se obtiene una carga de
carbón hasta la siguiente.
A las tecnologías continuas y de alta producción, con sistemas de control más o
menos sofisticados, como el horno Lambiotte, llamaremos industriales. Entre éstas y
las artesanales aparecen las tecnologías que denominaremos semi-industriales, que se
corresponden con procesos discontinuos, tiempos de ciclo más breves que en las arte-
sanales y empleando todas ellas hornos más o menos sofisticados. La producción de
los hornos semi-industriales es mayor que la de los artesanales pero, también requieren
mayores gastos de inversión inicial. Según esta clasificación, tendremos la tabla
siguiente:
Gráfica 5.2.
186 Los biocombustibles
carga, aumentando la estabilidad de la pila. Además, este poste suele ser útil para el
operario, ya que se ayuda de él cuando está colocando las trozas pues le sirve como
punto de apoyo. Cuando se ha terminado de construir la parva este poste central es reti-
rado y el hueco que queda en su lugar puede hacer las veces de chimenea, facilitando
el tiro de aire en el centro de la carga.
La parva suele tener forma tronco-cónica o de montículo más o menos ovalado.
Las trozas mayores, que serán las más pesadas, son las que dan solidez a la parva y se
colocan en la parte inferior. Si se colocaran en la parte superior podrían provocar hun-
dimientos en la parva, y crearían un factor de inseguridad. Los espacios que aparecen
entre estas trozas grandes son rellenados con madera de dimensiones menores; se
obtiene así una parva más compactada y densa. La superficie exterior de la parva ha de
ser lo más uniforme posible y ello se consigue colocando madera de pequeñas dimen-
siones. No debe quedar ninguna troza libre con posibilidad de movimiento o capacidad
de rodar sobre las inferiores. Entre las trozas siempre quedarán huecos que permitan el
flujo de aire necesario para el proceso. Estos huecos deben estar uniformemente repar-
tidos en todo el volumen de la parva, existiendo una o varias aperturas en el techo de la
parva, por donde sale el aire utilizado en la carbonización. Como ya hemos indicado,
en la correcta circulación del aire por entre los huecos de la parva radica el éxito de
esta tecnología. Son, por tanto, operarios experimentados los que consiguen rellenar la
parva de forma óptima.
Una vez que la madera está apilada se aconseja dejar unos días la pila aireándose
y secándose. Todo este secado natural disminuye el tiempo empleado en secar la
madera durante el proceso. Lo que ocurre es que a veces no se deja secar la pila por
falta de tiempo y tarda mucho en empezar a carbonizarse, ya que el calor despren-
dido en las primeras combustiones se emplea en evaporar el agua de las restantes
trozas de madera.
Es importante que la superficie externa de la parva sea lo más uniforme posible
para que en el tapado posterior no se caiga la tierra dentro de la parva. Los buenos y
experimentados carboneros de Salamanca, Cáceres, Badajoz, País Vasco, Navarra,
Huelva y otras provincias españolas consiguen superficies muy uniformes. Este detalle
indica generalmente la experiencia del operario. La tierra que cae dentro hay que sepa-
rarla del carbón al deshacer la parva, lo que supone un trabajo adicional.
Una vez apilada la madera y después de que se ha secado, se procede a tapar la
parva. Para taparla se utiliza en primer lugar ramillas con hojas, paja, hierbas,
pasto, etc. Sobre esta capa se echa otra de tierra procurando que no sea arcilla, ya
que puede encoger mucho con el calor desprendido en la carbonización y formar
una costra que impida totalmente la salida de aire o rajarse dejando grandes grietas.
En la parte superior de la parva ha de dejarse al menos un hueco por donde salga el
aire. Este hueco, que puede ser dejado al retirar el tronco central ya indicado, actúa
como chimenea y los operarios, a lo largo del proceso, lo tapan o destapan retar-
dando o acelerando la carbonización. La mejor tierra es la franco-arenosa que se
altera poco con el calor. A veces, se utilizan tepes, es decir, tierra con hierbas y se
colocan entonces con la hierba hacia el interior de la parva quedando la tierra en la
cara vista exterior.
188 Los biocombustibles
Los grosores de la capa de tierra son muy variables y dependen del tipo de tierra y
del operario que realice el proceso. Grosores de más de 50 cm son raros, oscilando el
valor medio entre los 10 y 30 cm.
La correcta ejecución del tapado de la parva es vital para el futuro control del pro-
ceso. El objetivo es lograr un equilibrio entre tomas de entrada y zonas recubiertas. El
número de tomas ha de ser el indispensable para que entre y salga aire. Si no existieran
estas tomas el proceso sería muy lento. Si hay más tomas de lo debido puede entrar
aire en exceso y entonces la madera se quema, llegándose a incendiar la parva. El
tapado debe ser siempre revisado, no sólo antes de comenzar la carbonización de la
parva sino también durante toda la carbonización.
Hay dos formas de encender las parvas. La más utilizada es quemar madera en algu-
nos huecos inferiores o introducir carbón madera ardiendo en estos huecos. Otra forma
es meter carbón o madera ardiendo por el agujero superior de la parva y observar que la
madera o carbón introducidos incendian, sin llegar a quemar totalmente, la madera más
cercana. El humo inicial es blanco y denso. Cuando el proceso está en pleno desarrollo
el humo se vuelve azulado y finalmente transparente. El tiempo que transcurre desde
que se enciende la parva hasta que la madera se ha carbonizado depende de muchos fac-
tores entre los que cabe destacar la climatología (temperatura, humedad y pluviosidad),
tamaño de la parva, humedad y dureza de la madera, tamaño de la madera, compacta-
ción de la carga, forma de la parva y, sobre todo, correcto control del proceso.
El carbonero debe controlar la parva, incluso por la noche. Cuando se detectan
zonas frías en la parva el carbonero abre los huecos más cercanos a esas zonas frías.
Por el contrario, cuando se detectan zonas calientes el carbonero cierra los huecos cer-
canos a las mismas. De esta manera el carbonero controla la circulación del aire dentro
de la parva. Si desea abrir agujeros pincha con un palo con la punta. Para taparlos uti-
liza la banasta que es como una bandeja de mimbre.
tiro, y los humos salían por ella sin encontrar obstáculos. La capacidad de las parvas
suecas oscila entre los 100 y 250 metros cúbicos aparentes (estéreos). Los tiempos
empleados en el proceso eran:
— Carga de madera: 4 días.
— Carbonización de la parva: 6 días.
— Enfriamiento del carbón: 10 días.
— Descarga del carbón: 4 días.
— Total: 24 días.
El rendimiento en volumen de este tipo de parvas es del 55% en carbón respecto a
la madera empleada. El carbón vegetal obtenido es de alta calidad (alto contenido en
carbono) y baja densidad (130 a 160 kg/m3).
El segundo método para obtener carbón vegetal utilizando la tierra como barrera
física de separación entre el medio externo y la madera es la fosa. Este método, que en
esencia consiste en excavar una fosa donde se echa la madera a carbonizar y luego
taparla con tierra vegetal, está poco extendido en España, pero sí se utiliza en países
africanos como Ghana y en toda Sudamérica. Presenta el inconveniente, frente a la
parva, de que hay que cavar una fosa. Al igual que con las parvas no requiere ningún
desembolso económico al comienzo ni durante el transcurso del proceso.
El carbón vegetal obtenido es muy irregular. Generalmente el proceso de carboni-
zación comienza en un extremo de la fosa y termina en el otro. Debido a esto, el car-
bón vegetal del inicio suele estar más quemado, contiene volátiles y puede quedar con-
vertido en cenizas, desperdiciándose en estos casos madera que de otra forma sería
hecha carbón vegetal. La otra parte queda carbonizada sólo parcialmente, incluso no se
seca correctamente y no llega a convertirse en carbón en su totalidad.
Se distinguen dos tipos de fosas de carbón vegetal. Unas pequeñas de hasta un
metro de ancho y otras mayores, de varios metros de ancho.
En las primeras, tras excavar la fosa, se prende fuego en su interior y se añade
madera de pequeñas dimensiones, lo más seca posible, que provoque un buen fuego. A
continuación, se añade madera hasta tapar la fosa, de modo que el fuego se apague
pero continúe la combustión sin llama. Cuando se ha llenado de madera la fosa se
cubre con una capa de hojarasca, pastos o hierba y luego con otra capa de tierra
dejando huecos para que respire la madera que se carboniza y también para que entre
el aire en la fosa. Algunas veces se emplea una chapa metálica, rellenando algunos
huecos con tierra pero dejando otros libres, para que entre aire limpio y salgan los
gases quemados.
La calidad del carbón vegetal así obtenido depende de la pericia de los operarios.
No es una calidad uniforme, aunque puede ser un carbón aceptable para usos domésti-
cos en África y en América del Sur, donde este tipo de carboneras es más frecuente.
Uno de los problemas de este tipo de fosas, y también de las mayores, es el origi-
nado por el agua de lluvia que puede arrastrar los gases.
190 Los biocombustibles
chapa
R R
respiraderos (R)
Figura 5.5.
Carbón vegetal 191
El material con el que está construido es ladrillo y tiene forma de media naranja.
Son hornos muy utilizados en toda Argentina, en especial en las regiones Centro y
Norte, destacando Salta, Santiago del Estero y zonas limítrofes. También se usan en
Paraguay. La construcción de los mismos se realiza por parte de especialistas y han
conseguido un carbón de muy alta calidad ya que aparte de fabricar bien el horno, con-
trolan muy bien el proceso y disponen de maderas duras (quebracho blanco y quebra-
cho rojo o colorado).
Los hornos media naranja tienen tamaños muy variables, con diámetros desde 2
metros hasta los 16 metros. Un tamaño muy usado es el de unos 6 metros de diámetro.
El número de hornos de una batería suele estar compuesto por un múltiplo de 4 hornos
de algo más de 6 metros de diámetro, ya que el carbón producido con estos cuatro hor-
nos llena un camión. Los ladrillos son de barro cocido y suelen ser todos del mismo
tamaño independientemente del tamaño del horno.
La puerta de carga y la de descarga deben estar en dirección perpendicular a los
vientos dominantes para evitar que entre mucho aire y se queme el horno. Este acci-
dente también ocurre cuando una de las puertas se cae y permite la entrada de aire.
Es un tipo de horno muy estudiado por lo que con él se consigue carbón de gran
calidad, como ya se ha indicado. El número y disposición de los huecos en las paredes
es función del tamaño del horno. A mayor tamaño mayor número de huecos. La dispo-
sición suele ser en rombo, en las partes más bajas del horno, circunferencias paralelas
al suelo de mayor diámetro, hay más huecos que en las partes más altas. Estos huecos
permiten la entrada de aire y cuando el proceso de carboneo ya está en pleno funciona-
192 Los biocombustibles
miento se van cerrando con barro. El orificio superior siempre permanece abierto para
permitir el escape de los gases.
Tiene la forma de cilindro acabado en casquete esférico y está fabricado con ladri-
llos. Su coste oscilaba alrededor de 700 dólares USA en 1978. Su período de vida
puede llegar a los 6 años. Los rendimientos son aceptables, obteniendo un metro
cúbico de carbón vegetal por 1,6 estéreos de madera.
La duración del ciclo de carbonización es mucho menor que en los artesanales vis-
tos hasta ahora. Suele ser de 8 a 12 días, con una producción de unas 5 toneladas por
ciclo. El enfriamiento es uniforme, ya que las paredes del horno son de espesor uni-
forme y están en contacto con el aire ambiental. La duración del ciclo podría dismi-
nuirse si el período de enfriamiento se viera forzado añadiendo agua pulverizada, pero
esto supondría costes adicionales de transporte de agua que tal vez no esté disponible
en las cercanías del horno.
En toda España se han utilizado y se utilizan cada vez más hornos metálicos trans-
portables para la producción de carbón vegetal. La ventajas de estos hornos son:
1.a Al ser transportables pueden trasladarse de un lugar a otro y como transportar
carbón es más barato que transportar madera resultan más rentables que los
hornos fijos.
2.a Pueden ser tamaños muy variables.
3.a Su coste es muy competitivo, resultando desde 1986 hasta la fecha la tecnolo-
gía semi-industrial transportable más económica pues se pueden fabricar con
chapas ya utilizadas en otros usos.
El ser transportables exige que sean desmontables por lo que se construyan con
chapas de metal, formando diferentes piezas denominadas virolas.
El horno metálico Marcos, descrito en 1989, tiene formas y tamaños variados. En
esencia su forma es de prisma octogonal o hexagonal en su base terminado en cono de
planta octogonal o hexagonal.
Si es octogonal consta de cuatro secciones llamadas virolas, la primera, segunda y
tercera tienen forma de prisma octogonal, cada virola consta de 4 piezas. Si es hexago-
194 Los biocombustibles
nal hay cuatro virolas con tres piezas por sección. Utiliza chapas de acero nuevas o
recicladas (procedentes de remolques agrícolas o cajas de camiones), con lo que su
precio es económico y se recicla un material.
Figura 5.3. Línea de flujo para la obtención de carbón vegetal en los hornos continuos.
gráfica 5.4 donde se señala la línea de flujo del método industrial del horno Lambiotte,
si la planta es completa se realiza el envasado del carbón que se envia al almacenista
y/o al distribuidor.
Otra gran ventaja es su alto rendimiento, llegando a producir 2.000 toneladas/ año
de carbón vegetal (con un porcentaje de carbono fijo entre el 80 y el 90%) a partir de
196 Los biocombustibles
8.000 toneladas de leña con una humedad del 25% en base húmeda. Si se consigue
garantizar el aprovisionamiento continuado del horno, el coste del carbón vegetal es
el más rentable de todos los casos ya que el proceso está muy bien desarrollado y la
mano de obra requerida (10 personas) es escasa en comparación con la producción
obtenida.
El gas excedentario, si es aprovechado, puede producir 11.000 kcal por tonelada de
madera. Como veremos después, el propio horno genera el calor sufiente para el
secado y carbonización de la leña. Al ser un proceso continuo el horno funciona 350
días al año y 24 horas diarias, teniendo en cuenta que los procesos de preparación de la
leña y acondicionamiento del carbón vegetal transcurren durante 5 días a la semana y 8
horas al día.
La leña que alimenta al horno no puede tener un diámetro superior a los 0,1 m. ni
una longitud que exceda los 0,3 m. Su humedad debe ser inferior al 25% en base
húmeda. El horno consume al año entre 6.600 y 9.000 toneladas de materia seca o
bien entre 8.800 y 12.000 toneladas de madera al año con un 25% de humedad en
base húmeda. Que equivalen a 8.250 y 11.250 toneladas al año de madera con un 25%
en base seca. Para realizar el proceso se necesitan 300 litros/hora de agua. La instala-
ción tiene una potencia instalada de 160 kW, siendo la potencia media de consumo
unos 40 ó 60 kW.
El proceso industrial de obtención de carbón vegetal a partir de leña consta de tres
etapas claramente diferenciadas:
1. Recepción y preparación de la leña.
2. Carbonización continua.
3. Acondicionado y envasado del carbón vegetal.
Una planta de carboneado Lambiotte consta de los siguientes dispositivos:
1. Dispositivos para la recepción y preparación de la madera:
— Un tractor equipado con pala cargadora.
— Un transportador de cadena de 8 · 2,5 m.
— Una guillotina hidraúlica de 35 kW de potencia.
— Un transportador de banda nervada de 15 · 0,5 m.
— Un transportador de banda lisa de 21 · 1 m.
2. Dispositivos de carbonización continua.
— Un horno Lambiotte de 24,27 m de alto, 3 m de diámetro y 5.500 kg de
peso, con una estructura metálica de acceso y sostén.
— Tres ventiladores para reciclaje de gases calientes, gases fríos y entrada de
aire de combustión.
— Una bomba de agua de 10 metros cúbicos por hora de caudal.
— Una vagoneta para alimentación del horno.
— Un sistema hidráulico equipado con dispositivos de accionamiento para las
compuertas del horno.
— Una columna de refrigeración de gases.
— Dispositivos de control y seguridad que incluyen sistemas informatizados.
3. Dispositivos para el acondicionamiento y envasado del carbón vegetal.
— Transportador de banda nervada de 4,5 × 0,5 m.
— Criba de desempolvado, selección y molino de carbón.
Carbón vegetal 197
— Tolva de recepción.
— Dos envasadoras semiautomáticas para pesaje y envasado.
— Cosedora de sacos.
— Máquina paletizadora.
— Transportador de banda lisa para máquina de sacos de 5 × 0,5 m.
— Dispositivo de introducción de sacos en la cosedora.
— Dispositivo para introducción de papel rizado en la costura.
— Compresor de aire.
— Cuadros de extinción de incendios.
El horno Lambiotte, la pieza fundamental del proceso, es un horno cerámico-metá-
lico que realiza una carbonización continua. A veces, si la leña viene con humedades
mayores del 40% se la somete a un proceso de secado antes de introducir la leña en el
horno. La madera se introduce por la parte superior del horno donde la temperatura es
de unos 150 °C, a medida que va bajando la leña dentro del horno la temperatura de éste
va aumentando y el calor desprendido por la leña que está más abajo seca a la que está
por encima. Por tanto, tras la zona de alimentación aparece una zona de secado (con una
temperatura entre los 150 y 600 °C). La leña sigue cayendo por gravedad hasta llegar a
la zona de carbonización (con una temperatura que puede alcanzar los 1.000 °C). Por
último, cuando la leña ha pasado a ser carbón vegetal, aparecen las zonas de enfria-
miento (con temperaturas entre los 250 y 300 °C). El éxito de esta tecnología radica en
que el carbón está muy poco tiempo a altas temperaturas, rápidamente pasa a la zona de
enfriamiento. El carbón es recogido, ya enfriado, en la parte inferior del horno.
Es importante controlar la emisión de gases piroleñosos, ya que son inflamables.
Parte de los mismos pueden ser utilizados para obtener gases y compuestos químicos o
ser quemados en una antorcha y otra parte puede ser utilizada para mantener la tempe-
ratura de la carbonización. Un quemador, situado junto al horno y que toma aire de la
atmósfera, realiza la misión de inflamar los gases cuando no se dispone de equipo de
aprovechamiento de los mismos. También entra aire atmosférico por la parte inferior
del horno, mezclándose con los gases y vapores; pero este aire no debe quemar la leña
hasta llegar a la zona de carbonización.
La madera se mantiene a nivel constante en el interior del horno gracias a un dispo-
sitivo de rayos gamma que controla su alimentación. A su vez, el carbón vegetal, es
extraído del horno de forma continua y automática. A medida que sale el carbón entra
la leña. Por tanto, las fases por las que pasa la materia prima en el horno (secado de
leña, carbonización y aclimatación de carbón) se suceden en su interior; no hay una
barrera física de separación pues son las temperaturas de los vapores piroleñosos las
que separan las fases. Todo el control del proceso lo puede realizar un ordenador. Un
hombre es suficiente para controlar el ordenador del horno, alimentar el horno y mane-
jar los mecanismos de salida del carbón.
poreros cuya actividad es difícil de cuantificar. Las zonas donde más se carbonea son
Extremadura, Castilla-León (especialmente Salamanca, Zamora y Ávila), Andalucía,
Castilla-La Mancha, Navarra, Galicia y Levante.
Los carboneros obtienen el carbón vegetal sobre todo a partir de la leña de especies
frondosas duras, destacando la encina y el alcornoque. También se carbonean las coní-
feras (pinos) y cada vez más, los tocones de eucaliptos. Con las ramas pequeñas proce-
dentes del «olivo» y de la «tarama» de la encina, se obtiene el picón y el cisco, que son
consumidos, en su mayor parte, en las zonas próximas al lugar de carboneo.
La leña de la que se obtiene el carbón se consigue de muy diversas formas y a unos
precios muy diferentes. A veces los almacenistas y exportadores financian al carbonero
las operaciones técnicas y comerciales. Otras veces, al ser los gastos de financiación
bajos, el carbonero se autofinancia. En algunos casos el mismo carbonero es quien rea-
liza las operaciones selvícolas de las que se obtiene la leña (podas, limpias, claras, des-
moches, olivos, taramas) y se queda con la misma, sin cobrar jornal. En otras ocasio-
nes el carbonero compra la leña ya cortada o bien pacta con el propietario del monte el
precio de la misma dependiendo de su tamaño y situación, comprometiéndose a efec-
tuar parte de los trabajos de mantenimiento de la dehesa.
El carbón se vende a granel o envasado. El que se vende a granel va destinado al
mayorista, usuario final o la exportación. El envasado tiene tres destinos:
— El minorista, que puede vender al mayorista o al consumidor a través de unos
comercios que se ocupan de otras actividades (ferretería, supermercado, bazar)
o comercios especializados (gasolineras y carbonerías).
— El mayorista.
— La exportación directa. En este caso el envasador es a la vez el exportador o
bien lo vende al exportador.
El carbón que llega al mayorista (procedente del envasador o del minorista, que a
veces pueden ser el mismo) puede ir al consumo interior en capitales de provincia de
baja población o incluso a las grandes urbes. En éstas se vende en supermercados, gaso-
lineras y carbonerías. Se hace especial hincapié en vender el carbón en las zonas residen-
ciales cercanas a Madrid o a otros grandes núcleos de población españoles donde abun-
dan las urbanizaciones y chalets con barbacoas y/o chimeneas individuales. Los precios
más altos los alcanza el carbón envasado vendido en pequeñas tiendas de ferretería y jar-
dinería y gasolineras y los más bajos son para el carbón a granel en núcleos rurales.
Debido a la falta de control citada, los datos publicados y en las estadísticas del
consumo de carbón vegetal en España son menores que los datos reales. El consumo
de carbón vegetal en España ha ido en aumento desde 1970.
Las empresas que existen en el mercado español (y que exportan e importan carbón
vegetal) están bien establecidas. Fabrican y compran leña y carbón vegetal, conocen
perfectamente los canales de distribución en España, Europa y Sudamérica, la materia
prima (la leña), las tecnologías y el producto final (el carbón).
La demanda de carbón vegetal se divide en dos grandes grupos: Demanda de car-
bón vegetal y demanda de briquetas de carbón vegetal.
El carbón vegetal es demandado a su vez por: Usos domésticos (Para barbacoas y
calefacción), usos industriales (diferentes del carbón activo) y uso como carbones activos.
200 Los biocombustibles
Las briquetas de carbón vegetal son demandadas únicamente por el sector indus-
trial aunque, a veces, en algunos sacos-envases de 3 kg de carbón vegetal para barba-
coas se añadan briquetas (de 1 a 5) para aprovechar la carbonilla. El consumidor de
carbón para barbacoa generalmente no quiere estas briquetas.
Carbón vegetal 201
El carbón vegetal para usos industriales diferentes al carbón activo se suele vender
a granel, por que es más barato y se venden grandes cantidades. Se utiliza en la side-
rurgia, refino de acero y ferro-aleaciones; resultando insustituible en acero de muy alta
calidad. También en la industria química (aunque en cantidades muy variables) para
sulfuro de carbono, ácido acético y acetileno, carburo de calcio, cloruro y/o policloruro
de vinilo. En la fabricación de ciertos silicatos artificiales y ciertos vidrios de calidad
también se emplea el carbón vegetal.
Este uso merece un estudio aparte de otros usos industriales debido al alto precio
de venta de los carbones activos. En este uso el carbón vegetal es la materia prima que
debe ser elaborada para obtener otros productos finales, los carbones activos. Es
importante el plural, pues no existe un único carbón activo, sino muchos carbones acti-
vos, según se activen para usos concretos.
El uso principal del carbón activo es como filtro de muy alta calidad empleado en
mascarillas, filtros de depuradoras de aguas, plantillas de los pies, filtros de equipos de
aire acondicionado, filtros para la industria de energía nuclear, filtro de la industria
química en general.
202 Los biocombustibles
Una de las empresas españolas líder en ventas de filtro de carbón activo en dispositivos
(es decir filtro diferente del que se vende en bolsas, plantillas de los pies y usos químicos)
según datos facilitados recientemente, afirma que sus ventas de filtros de carbón activo son:
— 10% en filtros para dispositivos de aire acondicionado.
— 90% en filtros para agua.
Las otras empresas vendedoras de carbón activo en España de mayor relevancia
venden el carbón activo en bolsas, para su uso posterior o en recipientes muy especifi-
cados para usos muy variados de filtraje en la industria química, o como catalizadores.
A precios elevados, con un control de calidad alto y el carbón activo se fabrica fuera de
España. Son multinacionales de la industria química.
Las cantidades son menores, variables y difíciles de evaluar pues se almacenan
compras y ventas de años anteriores. Sus calidades son variables y sus precios no son
uniformes. El valor añadido del carbón activo es muy alto, las tecnologías de obten-
ción están patentadas y dependiendo de la calidad final deseada así es el coste de la
inversión.
Bibliografía
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6
Obtención de
energía eléctrica
con biocombustibles
será interesante realizar centrales térmicas que funcionen con biomasa, como ocurre en
Canadá, el Norte de Estados Unidos, Suecia, Finlandia, Noruega, ... En general pode-
mos afirmar que si se consigue comprar un kilogramo de astillas al 25% de hume-
dad en base seca, en la actualidad (enero 2002) a menos de 3,80 pta. es rentable
producir energía eléctrica con astillas de madera, si la potencia instalada es supe-
rior a 8-10 MWe. De todos modos, hay que estudiar cada caso particular.
Por motivos ecológicos, económicos y sociales cada vez abundan más en todo el
mundo las centrales térmicas que utilizan como combustible la biomasa. Son especial-
mente abundantes en Estados Unidos, Canadá, Suecia, Noruega y Finlandia.
Los motivos ecológicos que influyen en esta realidad son:
1. La biomasa, especialmente si es madera, no tiene o tiene muy poco azufre en
su composición por lo que emite pequeñas cantidades de anhídrido sulfuroso,
que es uno de los compuestos que al oxidarse provoca la lluvia ácida.
2. La biomasa, especialmente si es madera, no tiene compuestos clorados que
produzcan dioxinas. Si se trata de residuos sólidos urbanos sí que aparece este
problema.
3. La biomasa, especialmente si es madera, tiene poco nitrógeno. Si su combus-
tión es correcta apenas produce NOx.
4. El ciclo de dióxido de carbono, al referirnos a la combustión de biomasa plan-
tada se cierra o llega a ser negativo ya que el anhídrido emitido a la atmósfera
es el mismo que absorve la plantación en su fotosíntesis, e incluso es más si
tenemos en cuenta el carbono fijado en las raíces que no se extraen.
Obtención de energía eléctrica con biocombustibles 207
Los motivos económicos que hacen posible este tipo de centrales son el encareci-
miento de otras centrales de generación de energía eléctrica. Las centrales nucleares se
encarecen por motivos de seguridad, las térmicas por motivos del encarecimiento de
los sistemas de filtrado, depuración de aguas, ... y las hidroeléctricas por motivos eco-
nómicos derivados del impacto ambiental que originan (ocupación de fértiles vegas,
ocupación de zonas de alto valor histórico o cultural que encarecen la construcción de
la presa, anegación de terrenos que implica migraciones humanas, ...).
Los motivos sociales aparecen en los llamados complejos agroeléctricos, que cada
día se ven con mejores perspectivas, si bien hay que señalar que en la actualidad son
sólo excelentes proyectos. Se proponen para fijar la población rural evitando éxodos a
las grandes ciudades con lo que esto conlleva (problemas de inadaptación, delincuen-
cia, drogradicción, ...) y mantener o mejorar su calidad de vida es preciso buscar una
salida a los productos agrícolas que no sea la alimenticia ya que hay excedentes de ali-
mentos. Este planteamiento a veces carece de solidaridad, ya que hablar de excedentes
de alimentos cuando miles de niños mueren de hambre en el Sur parece una contradic-
ción egoista y de difícil explicación, en una sociedad que se dice «avanzada». Nuestro
avance parece ser tecnológico; pero tal vez no tan humano. Falta una ética de valores
basada en la solidaridad y el amor y no en el egosimo.
Siguiendo el razonamiento anterior: ante la búsqueda de una salida no alimenticia a
los productos agrícolas se plantea su uso energético. Con la gran ventaja, como señala
Jesús Fernández, de que los productos alimenticios tienen un consumo limitado pero
los consumos energéticos parece que son casi ilimitados. Aquí también debemos seña-
lar que, claramente, cuanto más energía se consuma mayor será el aumento de entropía
y esta es la gran motivación científica del impacto ambiental.
La biomasa forestal utilizada para generar energía eléctrica puede proceder de
plantaciones o bien ser biomasa residual (de industrias de primera o segunda transfor-
mación de la madera, o de residuos sólidos urbanos).
La biomasa en general, como energía renovable requiere modernas tecnologías,
estando sus recursos distribuidos de forma no uniforme. Esto hace que sea poco atrac-
tiva para el sector eléctrico, aún más si tenemos en cuenta la necesidad de un contacto
directo con una multitud de propietarios distintos donde se distribuye este recurso.
Pero dentro de lo que se puede denominar biomasa, se encuentran los RSU (aunque
actualmente muchos expertos los calsifican como un tipo de energía renovable distinta
de la biomasa) los cuales no adolecen de los problemas que acabamos de citar si consi-
deramos su generación en grandes ciudades en las cuales deben ser gestionados por el
ayuntamiento. Esto supone un punto muy importante frente a la biomasa pues mante-
niendo muchos de sus beneficios para la producción de energía eléctrica, los RSU no
tienen los problemas más importantes de la biomasa frente a las empresas del sector
eléctrico.
Además, esta energía renovable se hace cada día más necesaria si se considera
como un recurso autóctono que supone a su vez una mejora en la depuración de resi-
duos urbanos. Hay que añadir un hecho particular de la biomasa, su aprovechamiento
en centrales térmicas la hace más parecida al actual sistema de generación de electrici-
dad disminuyendo los problemas antes mencionados respecto a la calidad y seguridad
del suministro. A esto debe añadirse que en las grandes ciudades existen sistemas de
208 Los biocombustibles
gestión de los RSU muy desarrollados con una reducción en los gastos de recogida de
los mismos y por tanto una disminución del precio de la unidad energética producida.
Otro punto que mejora los precios de este tratamiento es la posibilidad de cogenera-
ción así como la generación de subproductos debidos al reciclaje y recuperación como
son el vidrio, el aluminio, el papel, el compost, ...
Una tabla de los factores sociales y medioambientales en los que incide positiva-
mente el uso de la biomasa urbana en la generación de energía eléctrica es la siguiente
(tabla 6.1):
TABLA 6.1
Factores sociales y medioambientales que inciden en la generación de energía
(García Benedicto y Marcos)
Sensibilidad Respuesta
TABLA 6.2
Emisiones de CO2 en las tecnologías eléctricas
Tecnologías Extracción
de Construcción Operación Total
combustible
Con las astillas de madera se puede obtener energía eléctrica ya que al quemarse las
astillas producen calor que calienta un fluido como es el agua transformándolo en vapor.
A su vez, este vapor es introducido en una turbina de vapor que mueve el eje de un gene-
rador eléctrico y produce, al final del proceso, energía eléctrica. Estudios detallados de
los biocombustibles sólidos y su problemática han sido analizados recientemente por
Marcos y otros (2001).
Los problemas de los biocombustibles líquidos son descritos por varios autores:
«Para el caso del girasol el precio de 1 l de aceite desgomado está alrededor de las 75
pta. Teniendo en cuenta que para fabricar 1 l de biodiesel se gasta 1 l de aceite y 0,087 l
de metanol, se deduce fácilmente que el coste de producción del biodiesel va a venir
influido principalmente por el coste del aceite... si el precio del aceite es 95 pta/l (en la
actualidad es mayor)... Tomando como base un precio del gasóleo A de 95 pta/l (de las
que 43,2 pta son del impuesto especial de hidrocarburos, 25,5 pta/l son debidas al coste
de producción, 13,2 al coste de distribución y benerficio industrial y 13,1 al IVA), para
que el biodiesel pudiera ser competitivo frente al gasoil, desde el punto de vista econó-
1.1. Introducción
Las plantaciones energéticas para producir energía eléctrica pueden ser agrícolas o
forestales. Son los llamados «complejos o plantaciones agroeléctricas». La especie
más estudiada en España ha sido el cardo (Cynara cardunculus). Las plantaciones
forestales energéticas son de turnos muy cortos. Las especies empleadas suelen ser de
la familia de las Salicaceas (chopos y sauces), Myrtaceas (eucaliptos) y también coní-
feras (pinos).
Los chopos, especialmente clones seleccionados hibridados, llegan a producir
grandes cantidades de biomasa. En España podrían plantarse en zonas húmedas, lle-
gando a las 20 t/ha-año en turnos de cinco años y marcos de plantación de 2m.2m,
2m.1m, 2m.0,5m e incluso 1m.1m. Las condiciones de mecanización de los trabajos de
plantación y cosecha son las que influyen en el marco de plantación.
En las Myrtáceas los eucaliptos son las especies de crecimiento rápido que se
proponen para producir grandes cantidades de biomasa. LLegan a producir (Brasil)
más de 40 mc/ha-año de materia seca. Sin embargo, en nuestras latitudes, requieren
abundante agua. Hay muchas especies de eucaliptos, por lo que es fácil encontrar
una que se adopte a las condiciones del terreno; pero no todas ellas son de creci-
miento rápido.
Obtención de energía eléctrica con biocombustibles 211
TABLA 6.5
Comparación plantaciones agrícolas con forestales en España
Forestales (Chopo) Agrícolas (Cardo)
TABLA 6.6
Gastos de implantación del cultivo de cardo, realizados durante el primer año
(pta/ha, Jesús Fernández, 1998)
TABLA 6.7
Coste de producción de biomasa de cardo (Cynara cardunculus L.), durante los años
siguientes al de implantación, sin incluir la recolección ni el transporte.
(pta/ha, Jesús Fernández, 1998)
TABLA 6.8
Para determinar la superficie necesaria para generar energía eléctrica con biomasa
podemos utilizar la fórmula que se presenta a continuación. Si denominamos:
POT = Potencia eléctrica instalada de la central térmica que deseamos cons-
truir, medida en MWe.
t = Tiempo de funcionamiento de la central en un año, en horas.
η = Rendimiento de la central, en tanto por uno, adimensional.
PR = Productividad del cultivo, o cantidad de residuos, medidos en t/Ha (a la
misma humedad en que se va a considerar el poder calorífico inferior).
PCI = Poder calorífico inferior, medido en kcal/kg (la humedad a la que se
mide el PCI debe ser la misma a la que se considera la productividad).
La superficie necesaria (SUP) medida en hectáreas será:
SUP = (POT.t.3,6.109) / (η.PROD.PCI.4,18.106) =
= (POT.t.0,861.103) / (η.PROD.PCI) [1]
Ejemplo: Sean POT = 5 MWe, t = 8000 horas y η = 0,30,
PR = 12 t/ha a una humedad del 32% en base húmeda.
PCI = 3.000 kcal/kg a una humedad del 32% en base húmeda.
La superficie necesaria (SUP) medida en hectáreas será de 3.189,79.
TABLA 6.9
Producciones termo-eléctricas con biomasa seca y húmeda. G. Antolín. 1995.
BIOMASA Proceso Producto Uso
Siendo los rendimientos energéticos de los diferentes procesos (Antolín G., 1995):
TABLA 6.10
Procesos técnicos y sus rendimientos energéticos. Antolín, 1995.
Combustión 65 - 95
Pirólisis 30 - 90
Gasificación 65 - 75
Digestión anaerobia 20 - 35
218 Los biocombustibles
— Lecho fluido circulante: Aquí hay velocidades elevadas del aire de fluidiza-
ción, con arrastre de gran número de sólidos, pudiéndose reciclar parte
mediante un ciclón o multiciclón.
4.2. La gasificación
— Ciclo energético.
— Limpieza de gases.
— Limpieza de partículas sólidas.
— Retirada de cenizas.
No debemos concluir ningún resultado de la incidencia de la variable V3, hay
que estudiar cada caso concreto, con las subvenciones y ayudas institucionales (tanto
españolas como procedentes de programas europeos de ayuda a energías limpias) que
pueden conseguirse y analizar, para ese caso concreto, el VAN, TIR y pay-back.
De todos modos y, a efectos orientativos, aconsejamos al potencial inversor
ponerse en contacto con los autores de este capítulo (Francisco Marcos, Esc. Técn.
Sup. de Ingenieros de Montes de Madrid, Ciudad Universitaria, s/n., 28040 Madrid,
Tfno: 91-3367120. Fax: 91-5439557), el IDAE (Paseo de la Castellana, 91, Pta. 21,
28046 Madrid, Tfno: 91-456 4900) o el CIEMAT (preguntar por D. Juan Carrasco, D.
Eloy García, Dña. Pilar Ciria o D. Luis Esteban, en su centro de Lubia, Soria).
Las barreras existentes hoy en los diferentes procesos y etapas en la transformación
termoquímica de la biomasa son las siguientes (tabla 6.11):
TABLA 6.11
Barreras a los procesos técnicos de obtención de energía eléctrica con biomasa.
García Benedicto (1997)
Proceso técnico Barreras
Los rendimientos eléctricos brutos, según el IDAE (1998) son variables; espe-
cialmente cuando lo que obtenemos es vapor y electricidad, es decir, se hace cogene-
ración:
TABLA 6.12
Rendimientos eléctricos brutos. IDAE, 1998.
Ciclo de vapor:
1. Cogeneración de electricidad y vapor en centrales de pequeña
potencia (< 5 MW) 18-22
2. Cogeneración de electricidad y calor en centrales de media y alta
potencia (> 5 MW) 20-25
3. Generación eléctrica en centrales trabajando a condensación 25-32
Otros sistemas:
4. Aprovechamiento en motores alternativos 30
5. Gasificación de biomasa y utilización en central de ciclo combinado
(P > 5 MW) 37
222 Los biocombustibles
A pesar de que la tabla anterior puede ser muy discutida, también es innegable que
es muy práctica a la hora de realizar estudios de viabilidad económica y desde luego,
es totalmente aceptable hasta que las tecnologías demuestren lo contrario.
Los defensores del proceso de combustión basan sus argumentos en que el proceso
de la combustión (desde el punto de vista químico, teórico) es alto.
Los valores medios del rendimiento de una instalación para generar energía eléc-
trica con combustión oscilan entre el 28% y el 32%. En la instalación de Mortagua
antes citada el rendimiento global esperado es menor: 24,2%.
Los sistemas combustión presentan algunos inconvenientes entre los que destacan
la carestía de los sistemas de almacenaje y transporte de la biomasa debido a su baja
densidad física y energética. En muchos casos el problema de la humedad condiciona
y encarece el aprovechamiento por lo que se diseñan sistemas de combustión en los
que la biomasa cae por gravedad y se va secando según cae al horno donde se realiza la
combustión.
Centrales eléctricas que utilizan biomasa mediante combustión pueden verse traba-
jando en Estados Unidos, Canadá y Europa. En Portugal, por ejemplo, la central de
Mortagua.
Sistema 2: Es el sistema clásico de cogeneración de vapor y energía eléctrica.
La biomasa se quema y desprende calor en su combustión. El calor de la combustión
caliente agua líquida que en la caldera se transforma en vapor. El vapor es introducido
en una turbina que alimenta el movimiento de un generador eléctrico produciendo, final-
mente, energía eléctrica. En la turbina entra agua que se transforma en vapor y ese vapor
es útil en otros procesos termodinámicos. En este sistema, a diferencia del sistema ante-
rior se producen energía eléctrica y vapor, con lo que el rendimiento global es mayor.
224 Los biocombustibles
Figura 6.4. Sistema 3. Producción de vapor mediante combustión en lecho fluido para generar
energía eléctrica.
Obtención de energía eléctrica con biocombustibles 225
En Chile pueden verse centrales de este tipo, como la central de Concepción; pero
también en países nórdicos europeos, en Estados Unidos y Canadá. Las emisiones de
gases contaminantes de estas instalaciones dependen de biomasa utilizada y del sis-
tema de filtros. Para biocombustible que no incluye basuras y tiene un 25% de astillas
de madera, 40% de corteza, 25% de serrín y 10% de astillas de industrias de 2.a trans-
formación las emisiones son: 80-85 mg/MJ de NOx, 100-110 mg/MJ de CO, 35
mg/Nm3 de partículas sólidas en el gas de escape.
Sistema 3: Es el sistema clásico de generación de vapor mediante el uso de una
combustión en lecho fluido. En esencia el sistema 3 es igual al sistema 1 pero en este
caso la combustión se realiza en un lecho fluido. En la combustión de lecho fluido la
biomasa se comporta como un fluido y se consigue un mejor control de las variables
de la combustión, especialmente la temeratura, con lo que no se corre el eligro de lle-
gar a quemar el nitrógeno del aire y llegándose, además, a rendimientos mayores.
El problema de la combustión en lecho fluido es que la biomasa debe ser homoge-
neizada previamente para conseguir un buen funcionamiento del lecho y esta opera-
ción encarece el proceso.
Sistema 4: Este sistema es igual que el sistema 3; pero en este caso se produce,
además de energía eléctrica, vapor de proceso. Presenta un mayor rendimiento que el
sistema 3 ya que aprovecha el calor residual. Tiene la misma ventajas frente al sistema
3 que las que tenía el sistema 2 frente al sistema 1, es decir, que se aprovecha el calor
residual de la turbina para producir vapor.
Pondremos algunos ejemplos conocidos de este proceso (tabla 6.13):
TABLA 6.13
Las emisiones suelen ser bajas y dependen del tipo de residuo, si se emplea madera
y corteza o residuo de industria forestal de primera transformación son muy bajas. Por
ejemplo, en una de las centrales citadas las emisiones son las siguientes (tabla 6.14):
226 Los biocombustibles
TABLA 6.14
Figura 6.5. Sistema 4. Cogeneración con lecho fluido generación de energía eléctrica y vapor
de proceso.
producir energ a
el ctrica
1˚Patio de
1 almacenamiento
2˚Silo
3 Alimentaci n
de biomasa
4 Gasificador
5 Compresor
2 6 Turbina de gas
7˚Generador el ctrico
M Mezclador de aire-gas.˚˚˚
5 6 7 Agua
4 M
Aire (1… y 2…)
Biomasa
Cenizas
3 Biog s
Humos
Part culas s lidas
Figura 6.6. Sistema 5. Gasificador con turbina de gas para producir energía eléctrica.
En el lecho móvil el flujo del sólido es cercano al de flujo pistón, por lo que no
hay mezcla de sólidos. Si en el reactor se produce un aumento de temperatura en una
zona del mismo, por ejemplo en gasificación con aire en la zona de oxidación donde
se produce una combustión parcial del residuo carbonoso, se forman perfiles longitu-
dinales y radiales de temperaturamuy acusados, lo que origina la formación de regio-
nes a muy distinta temperatura y los diversos procesos implicados (secado, pirólisis,
oxidación, ...) tienen lugar gradualmente y en distintas zonas del gasificador, lo cual
puede dificultar el control de los productos a obtener. En el lecho móvil la pirólisis la
pirólisis tiene lugar en una zona de baja temperatura (300-400 °C), por lo que se for-
man muchos productos líquidos, principalmente alquitranes. (Bilbao, 1990).
Además, para un mismo volumen de reactor el lecho fluidizado permite procesar
una mayor cantidad de sólido que un lecho móvil.
Como ejemplo de gasificador (hay muchos más) podemos citar los construidos por
García Bacaicoa, citando 3 plantas piloto: una de 50 kg/h, otra de 200-300 kg/h y otra
de 100 kg/h. Este gasificador presenta la ventaja de de que genera, simultáneamente
con el gas, un residuo carbonoso susceptible de ser aprovechado en otros procesos. Por
este motivo, se plantearon dos opciones desde el punto de vista operacional: genera-
ción simultánea de gas y residuo carbonoso, o bien, gasificación con el único objetivo
de producir gas. Los resultados obtenidos se presentan en la tabla siguiente:
TABLA 6.15
Gasificación experimentada en España por García-Bacaicoa, Bilbao y Usón
(1998)
1 Patio de almacenamiento
2 Silo
3 Pretratamiento
Sistema 6. Gasificador con
4 Alimentaci n de biomasa
motor de gas para producir 5 Gasificador
energ a el ctrica y agua 6 Cicl n
caliente 7 Filtros
8 Filtros
1 9 Turbocompresor
10 Motor de gas
11 Colector de escape del motor
12 Intercambiador de calor
2 13 Generador el ctrico
14 Tanque de agua caliente
9
15 Instalaci n de ACS o
calefacci n
M 11
M Mezclador aire-gas
3 14 15
7
4 6 10 13
5 8
12
Aire
12
Biomasa
Agua
Humos
Gas
Gases de escape Cenizas
Figura 6.7. Sistema 6. Gasificador con motor de gas para producir energía eléctrica
y agua caliente
El motivo es que para pequeñas potencias el motor de gas suele ser más económico
que la turbina de gas.
Este sistema es aconsejable cuando la cantidad de biomasa a procesar no es muy
grande; es decir, para potencias instaladas pequeñas.
Presente algún inconveniente en la limpieza de gases antes de entrar en el motor.
Se han de colocar unos sistemas de filtrado cuya calidad y precio depende de la pureza
del gas que se vaya a introducir en el motor.
Sistema 7: Consiste en utilizar dos combustibles: biomasa y gas natural. Con el
gas natural se produce energía eléctrica (bien con una turbina de gas o bien con un
motor de gas), el calor excedentario se utiliza para producir vapor que se recalienta
con el calor procedente de quemar la biomasa o se mezcla con vapor procedente de
esa combustión, el vapor resultante se utiliza para producir energía eléctrica en una
turbina de vapor. Este sistema supone unos altos costes de inversión pues se precisan
dos turbinas (una de gas y otra de vapor) o un motor de gas y una turbina de vapor y
dos generadores eléctricos. Presenta como ventaja el hecho de que se genera más
energía eléctrica.
En el caso habitual de disponer de turbina de gas se coloca una caldera de recupe-
ración (recupera el calor excedentario de la turbina) que se compone de tres intercam-
230 Los biocombustibles
Figura 6.8. Sistema 7. Ciclo combinado con gas natural y biomasa para producir energía
eléctrica y vapor.
TABLA 6.16
Descripción de los sistemas considerados
TABLA 6.17
Distribución de inversiones, IDAE, 1996
Concepto Porcentaje
Hogar-caldera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43,0
Turbina-alternador . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20,0
Sistemas combustible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10,0
Ingeniería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6,0
Obra civil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5,0
Varios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16,0
TOTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100,0
232 Los biocombustibles
AGUA
PARTÍCULAS
GAS NATURAL SÓLIDAS (*) CENIZAS
GENERADOR AGUA
EE
GENERADOR
TURBINA DE VAPOR
EE
(*) FILTROS
Figura 6.9
AGUA
PARTÍCULAS
GAS NATURAL SÓLIDAS (*) CENIZAS
VAPOR
GENERADOR
EE
GENERADOR
TURBINA DE VAPOR
EE
(*) FILTROS
Figura 6.10
Obtención de energía eléctrica con biocombustibles 233
AGUA
INTERCAMBIADOR HUMOS
DE CALOR
PARTÍCULAS
GAS NATURAL SÓLIDAS CENIZAS
AIRE
TURBINA DE GAS
O MOTOR DE GAS
COMBUSTIÓN
,
LECHO FLUIDO
* BIOMASA
+
AIRE
VAPOR CALDERA DE
VAPOR
GENERADOR
EE
AGUA
GENERADOR
TURBINA DE VAPOR
EE
* PRETRATAMIENTO DE LA BIOMASA
Figura 6.11
AGUA
INTERCAMBIADOR HUMOS
DE CALOR
PARTÍCULAS
GAS NATURAL SÓLIDAS CENIZAS
VAPOR
GENERADOR
EE
GENERADOR
TURBINA DE VAPOR
EE
* PRETRATAMIENTO DE LA BIOMASA
Figura 6.12
234 Los biocombustibles
Figura 6.13
El IDAE maneja como media, «para plantas de producción eléctrica con ciclos de
vapor, alimentados con biomasa, ... inversiones necesarias en torno a las 200.000
Pta/kW instalado». En nuestros cálculos estimamos que este valor es correcto pero que
deben hacerse dos aclaraciones:
— Según nuestros estudios y los del CIEMAT, el coste de un central de biomasa
depende en gran medida de la escala. A mayor escala menor es el coste varia-
ble en comparación con el coste fijo. Es decir, en pequeña escala el coste fijo
es muy alto. Por este motivo las centrales térmicas de poca potencia son siem-
pre menos rentables que las de media potencia. Por encima de 20 MW, en
España, apenas se pueden considerar este tipo de centrales por falta de materia
prima.
— El pre-tratamiento, tratamiento y transporte de material combustible dentro de
la central debe ser cuidado evitando autocombustiones y consiguiendo que el
combustible entre en el hogar en condiciones de humedad y tamaño correctas.
A partir de los datos del IDAE, del CIEMAT y de ciertas empresas (ENDESA,
IBERDROLA, Unión-Fenosa, Abengoa) en la fecha actual (enero, 2002), los costes de
funcionamiento de una central térmica de biomasa, son:
1. Costes del combustible. Variable entre el 42 y el 50%. La potencia instalada
apenas influye directamente en el valor absoluto de estos costes; pero sí
influye abaratando el resto de los costes, por lo que en porcentaje relativo
cuanto mayor es la central mayor es el coste de combustible. En los proyectos
Obtención de energía eléctrica con biocombustibles 235
Figura 6.14
Figura 6.15
236 Los biocombustibles
Figura 6.16
Figura 6.17
Obtención de energía eléctrica con biocombustibles 237
Figura 6.18
en los que hemos participado el interés del grupo eléctrico era comprar este
combustible lo más barato posible, por estimar que era un residuo, no una
materia prima. Repetimos de nuevo la importancia que tiene el correcto pretra-
tamiento del combustible. Como dato básico se maneja que nunca deben supe-
rarse las 3,75 pta/kg (25% de humedad y limpio) y que 1 kg produce 1 kWhe.
2. Costes de amortización. Descienden a medida que aumenta el tamaño de la
potencia instalada. Oscilan entre el 35% (para pequeñas potencias y tecnolo-
gías más modernas como gasificación y fluidificación) y el 28%.
3. Costes de operación y mantenimiento. Son el resto, disminuyen con la poten-
cia instalada. Varían entre el 15% y el 25%. Dependen del tipo de instalación.
A partir de datos suministrados por el CIEMAT y por nuestra experiencia se
obtiene la siguiente tabla de costes de generación de energía eléctrica con biomasa. Se
consideran varios sistemas de generación y el coste de la biomasa con 2 valores: 7
pta/kg y 5 pta/kg. La potencia instalada es importante, ya que como hemos indicado a
mayor potencia más rentable es la instalación.
Por otro lado, en España (1998), el Instituto para la Diversificación y Ahorro Para la
Energía (IDAE) maneja los siguientes datos para centrales energéticas de biomasa.
Estos datos no son de costes económicos. Sin embargo, los efectos y «costes» energéti-
cos, sociales y ambientales guardan una estrecha relación con los efectos económicos:
238
Los biocombustibles
TABLA 6.18
Coste de la energía eléctrica producida con biomasa
Rendimiento Consumo Inversión Vida útil Coste de biomasa Coste Coste O y M Coste total
Sistema y potencia
% kg/kWhe pta/kWe años 7 pta/kg 5 pta/kg pta/kWh pta/k (1) (2)
Combustión Turbina Vapor (TV) 20 1,24 250.000 25 8,68 6,2 4,81 1,35 14,8 12,3
lecho fijo TV, 8-15 MWe 20 1,24 235.000 25 8,68 6,2 4,41 1,35 14,4 11,9
Combustión
parrilla móvilTV, 30-50 MWe 30 0,83 180.000 25 5,79 4,15 3,46 0,9 10,1 8,51
Gasificación
lecho fijomotogenerador < 1 MW 25 0,99 200.000 16 gasif 6,94 4,95 3,54 2,3 12,7 10,7
Gasificación
lecho fluidoTurbina de gas 30-100 32 0,78 275.000 20 5,43 3,90 4,76 2 12,1 10,6
IGCC, 20-150 MWe 42 0,59 350.000 20 4,13 2,95 6,73 2 12,8 9,68
OYM: Operación y mantenimiento.
*(*) Poder calorífico inferior: 3.490 kcal/kg = 14,6 MJ/kg.
(**) Horas de funcionamiento 7.500 h/año. Interés 10% anual.
Obtención de energía eléctrica con biocombustibles 239
TABLA 6.19
Efectos energéticos, económicos, sociales y ambientales de una central eléctrica de
biomasa, según el IDAE, 1998.
Datos referidos a
CO2 SO2
Bibliografía
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Centro de Estudios de la Energía. (1981): La biomasa como fuente energética. Centro de Est. de
la En. Madrid.
240 Los biocombustibles
Aceites
Aceite de
Parámetro Metanol 1 Etanol 1 vegetales
girasol 2
en general
Figura 7.4
250
Diagrama de flujo de energía para la obtención de metiléster
Los biocombustibles
de aceite de colza (RME)
energía solar
156 GJ/ha
paja de colza
78.2 GJ/ha
Figura 7.5
28.2 GJ/ha
almazara
transesterificación
semilla de colza
77.8 GJ/ha
aceite refinado de colza aceite de colza
refino
RME
en bruto parcialmente refinado
47.8 GJ/ha
49.6 GJ/ha 48.1 GJ/ha
medios técnicos
17.7 GJ/ha
La subida de los precios del petróleo en el año 1973, la crisis energética de 1979 y
la nueva subida de los precios del petróleo en 2003, que se mantiene hasta nuestras
fechas (2008), junto al problema del cambio climático, han tenido como consecuencia
un nuevo diseño en la política económica de los países desarrollados. Uno de los obje-
tivos es la disminución de las importaciones de petróleo, carbón y gas natural, para
asegurar la estabilidad del precio de la energía con respecto a las fluctuaciones interna-
cionales.
Los biocombustibles presentan la ventaja de ser renovables, autóctonos y de inte-
rés medioambiental. Sin embargo, su producción cuesta en la actualidad el doble del
252 Los biocombustibles
precio del derivado del crudo, antes de la aplicación de impuestos. Por lo tanto, no son
competitivos sin alguna forma de apoyo económico.
El coste de la materia prima es cada vez más importante, por lo que las decisiones
de la PAC en cuanto a precios agrícolas son decisivas. La cosa cambiaría mucho si se
tratara de cultivos excedentarios.
En la actualidad, el coste mínimo de producción se obtiene cuando se trata de plan-
tas de tamaño intermedio, como puede ser el caso del girasol. En cuanto a su uso, los
principales consumidores de energía son el transporte y la industria.
En cualquier caso, el cambio no podría ser drástico, sino gradual a lo largo de un
gran período de tiempo. Se considera más fácil empezar por el uso de los compuestos
oxigenados como aditivos para alcanzar el número de octano necesario.
También se ha de tener en cuenta la existencia de subproductos, como la glicerina,
cuyo mercado se vería enormemente afectado.
La política tiene que pasar por la subvención del gobierno, para que, poco a poco,
se vaya introduciendo este nuevo tipo de combustible.
Dentro de los combustibles líquidos, la elección se debe realizar hoy en día entre
dos tipos de productos provenientes de la biomasa: los alcoholes, por un lado, y los
aceites y sus derivados, por el otro.
En la búsqueda por combustibles alternativos, nos encontramos con la posibilidad
de los aceites vegetales y, dentro de este mundo, con los metilesteres, para emplear en
motores que utilicen el ciclo termodinámico Diesel.
Nosotros empezamos tanteando la utilización de aceites vegetales puros o en mez-
clas con el combustible convencional (en Córdoba, en 1981, se leyó una tesis doctoral
con aceites de soja y algodón en mezclas con gasoil que tenían hasta un 50 % de
aceite); las diferencias con el combustible que aspiraban a sustituir eran lo bastante
acusadas como para que no se insistiera demasiado en el estudio.
La tipología de los aceites es muy diversa, y depende también del cultivo de proce-
dencia; así, en el caso del olivo, en función de su calidad (sobre todo, alimenticia),
debemos tener en cuenta los siguientes tipos:
1. Aceite de oliva virgen: obtenido por procedimientos mecánicos o físicos, en
condiciones térmicas que no alteren el aceite, y sin haber sufrido tratamientos
distintos al lavado, decantación, centrifugado y filtración. Hay tres tipos:
A) Aceite de oliva virgen extra, con acidez máxima de 1 º.
B) Aceite de oliva virgen fino, de acidez inferior a 2 g por 100 g, expresado en
ácido oleico (2 º).
C) Aceite de oliva virgen lampante, hasta 3,3 g por 100 g, lo que le confiere un
gusto defectuoso.
2. Aceite de oliva refinado.
3. Aceite de oliva puro: constituido por una mezcla de aceite de oliva virgen apto
para el consumo y de aceite refinado.
Los biocombustibles líquidos. Aceites 253
9. Esterificación
NORMATIVA ITALIANA
Acidez total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,5 mg KOH/g
Agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 700 ppm
Cenizas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,01%
Densidad a 15 °C . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 860 - 900 kg/m3
Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 ppm
Metanol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,2%
Metiléster . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Más de 98%
Punto de inflamación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100 °C
Azufre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,01%
Viscosidad a 40 °C . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,5 - 5,0 mm2/s
NORMATIVA FRANCESA
Metiléster . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Más de 96,5%
Monoglicéridos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Menos de 0,8%
Agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200 ppm
Metanol . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,1%
Acidez total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 mg KOH/g
Fósforo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 ppm
El país que más se está dedicando en Europa es Austria, con una capacidad que
alcanza ya las 15.000 t/año, siendo la pionera la Sociedad Biodiesel de Ascharach, con
una red comercial de distribución propia.
Le secunda Francia, que está poniendo en servicio unas instalaciones que le permi-
tirán procesar 25.000 t/año de biocarburante en breve plazo.
256 Los biocombustibles
Son numerosos los países europeos que están realizando pruebas para esterificar los
aceites vegetales, tanto en laboratorio como en plantas piloto. Estas últimas se encuentran
actualmente beneficiadas fiscalmente, con la exención del impuesto de hidrocarburos.
Los biocombustibles líquidos. Aceites 257
Es cierto que, en la actualidad, resulta inferior al del mismo funcionando con el com-
bustible convencional, para el que está diseñado, y además, desde hace mas de 100 años.
258 Los biocombustibles
Muestra
Especificaciones
Unidades Método Biogirasol
UE
OP01
Acidez total . . . . . . . . . . mg KOH/g ISO 660 0,35 < 0,5 < 0,5 <1
Metanol . . . . . . . . . . . . . % m/m DIN41413.1 < 0,02 < 0,3 < 0,2 < 0,1
Monoglicéridos . . . . . . . % m/m GLC < 0,2 < 0,8 < 0,8 < 0,8
Diglicéridos . . . . . . . . . . % m/m GLC < 0,1 < 0,2
Triglicéridos . . . . . . . . . . % m/m GCL < 0,1 < 0,2
Glicerina libre . . . . . . . . % m/m GCL 0,02 < 0,03
Glicerina total . . . . . . . . % m/m HPLC 0,1 < 0,25
Índice de yodo . . . . . . . cálculo 119 < 115
Fósforo . . . . . . . . . . . . . mg/kg DIN 53241 <2 < 10 < 10 <3
Agua . . . . . . . . . . . . . . . mg/kg < 500 < 500 < 700 < 200
Metiléster total . . . . . . . % peso 98 > 98 > 96,5
Densidad 15 °C . . . . . . g/l 885,1 860-900 860-900
Viscosidad . . . . . . . . . . mm2/s 5,4 3,5-5,0 3,5-5,0
Azufre . . . . . . . . . . . . . . % m/m < 0,01 < 0,01 < 0,1
Poder calorífico inferior . J/kg 9.500
El gran número y variedad de compuestos y mezclas de lípidos que forman las gra-
sas (sólidos) y los aceites (líquidos), hace muy difícil su caracterización, por lo que, a
tal fin, desde el punto de vista de su estructura química, es frecuente la definición de
algunas constantes, entre las que se cuentan:
• Índice de refracción.
• Índice de saponificación.
• Índice de Reichert- Meissel.
• Número de Polanske.
• Número de acetilo.
• Índice de yodo.
Algunas de estas propiedades se pueden observar en las tablas que se acompañan.
La composición de los aceites está estudiada por fuentes diversas y no siempre
exactamente coincidentes.
Esta composición media está próxima a un 65% de grasas linoleicas, un 20% de
grasas oleicas y cerca de un 5% de grasas palmíticas y esteáricas, amén de otras en
menor proporción.
Mirístico . . . . . . . . . . . . . . . . . . — — —
Palmítico . . . . . . . . . . . . . . . . . 3,5 5 6,38
Esteárico . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 2 4,09
Araquídico . . . . . . . . . . . . . . . . 0,6 1 0,30
Oleico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33 35 23,68
Linoleico . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 57 63,79
Linolénico . . . . . . . . . . . . . . . . . — — 0,36
Índice de yodo . . . . . . . . . . . . . 130 128 131
Índice de saponificación . . . . . 188 191 —
1
Centro de Investigación y Desarrollo en Automoción. Boecillo-Valladolid. E.T.S.I. Industriales.Valladolid.
262 Los biocombustibles
Las características más importantes de los aceites y de sus ésteres se pueden apre-
ciar en la siguiente tabla:
17.1. Viscosidad
Los valores en las normas ISO (aceites sin tratar), 30,7 mm2/s a 40 °C, son muy
superiores a la viscosidad del gasóleo, de 3,1 mm2/s, lo que incide negativamente en la
Los biocombustibles líquidos. Aceites 263
Es una característica muy importante, y en la que también sale el gasoil con cierta
ventaja:
El del gasóleo: 43.000 kJ/kg
El del éster: 42.000 kJ/kg
El del aceite: 36.980 kJ/kg
17.4. Densidad
17.7. Otras
Además, no hay presencia de azufre, con enormes ventajas desde un punto de vista
de conservación del ambiente.
Contenido en fósforo: Con la introducción de los catalizadores de oxidación en
los motores Diesel modernos, y con el objetivo de una reducción adicional de las
Los biocombustibles líquidos. Aceites 265
— Los valores demuestran muy bajo nivel de toxicidad de un producto que prácti-
camente puede ser comparado al aceite de las ensaladas.
— Ecotoxicidad. En un intento de evaluar la toxicidad de los carburantes en los
ecosistemas, se llevaron a cabo varias pruebas en los organismos principales de
la vida acuática, probando tanto el biodiesel como el gasoil, en el Instituto aus-
tríaco de calidad del agua. Los resultados mostraron en general una reducción
del 80 al 100% en toxicidad del biodiesel frente al gasoil, de acuerdo con los
criterios de la Comunidad.
21. Conclusiones
1.1. Introducción
La colza es una planta oleaginosa de gran expansión, principalmente en la última
década, aunque su cultivo en España es relativamente reciente. En el año 1974, el
Departamento Nacional de Plantas oleaginosas del INIA inició un programa de investi-
gación para estudiar las posibilidades de introducir el cultivo de la colza en nuestro
país y mejorar las técnicas de su cultivo. En 1975 se plantaron 300 ha y, a partir de
entonces, hubo una gran expansión, llegando a un máximo 300.000 ha en 1982. Desde
ese momento, el cultivo de la colza ha ido disminuyendo en España hasta nuestros
días. La superficie cultivada de colza en la campaña 1994-95 era de 68.976 ha, con una
producción de 55.702 toneladas.
El cultivo de la colza empezó en España en los secanos frescos del norte y, de forma
más significativa, en Navarra. Sin embargo, desde la campaña del 94, se ha ido diri-
giendo la producción hacia el sur de la península, fundamentalmente hacia las provin-
cias de Sevilla y Badajoz. No se ha llegado a alcanzar las superficies cultivadas de gira-
sol, aunque en la campaña del 94 (como consecuencia de las limitaciones impuestas por
la PAC al cultivo del girasol), se produjo un crecimiento que permitió alcanzar las
70.000 ha.
La evolución del cultivo de colza en España se muestra en la siguiente tabla:
Dado que la colza es un cultivo de invierno, que puede aprovechar las lluvias de
esa época del año, su desarrollo presenta más ventajas que el girasol, aunque tiene
como inconvenientes el mayor consumo de nitrógeno, mayor sensibilidad a las plagas
y peor adaptación a los sistemas de cultivo de bajos «inputs».
274 Los biocombustibles
Familia: Cruciferae.
Género: Brassica.
Especie: Brassica napus, variedad oleífera.
Raíz: Raíz primaria pivotante, con tendencia a profundizar, con buena aptitud
para ramificarse en un sistema de raíces secundarias, sobre todo si la raíz primaria
encuentra a su paso algún obstáculo que le impida profundizar en el suelo.
Tallo: altura de 1,40 a 1,80 m.
Hojas: hojas inferiores pecioladas; superiores lanceoladas y enteras.
Flores: pequeñas, de color amarillo. Tienen 4 sépalos, cuatro pétalos dispuestos
en cruz, seis estambres (cuatro de ellos más largos que los otros dos) y el pistilo. La
inflorescencia es en racimo terminal.
Frutos: silicuas, vainas de 5 a 6 cm de longitud, con 20 a 25 granos por vaina.
Las semillas tienen forma esférica, de pequeño tamaño (2-2,5 mm de diámetro) y
color castaño rojizo o negro una vez maduras.
En el proceso industrial, los rendimientos medios que se obtiene de la semilla
son:
— Aceite crudo: 39%.
— Torta: 55%.
— Residuos: 2%.
1.4.2. Humedad
El cultivo de la colza se puede desarrollarse a partir de los 400 mm, pero deben
estar bien repartidos. El exceso de agua en el suelo no es bueno. En cambio, responde
muy bien a las lluvias abundantes de primavera durante la floración y el cuajado del
fruto. Es resistente a la sequía invernal.
1.4.3. Suelo
Se puede cultivar en cualquier tipo de suelo. El intervalo óptimo de pH se encuen-
tra entre 5,5 y 7, aunque soporta bien hasta 7,7.
Resiste cierta salinidad. Por su raíz pivotante, prefiere suelos profundos y bien dre-
nados.
1.5. Variedades
Existen variedades de ciclo largo o de invierno, de 9 a 10 meses, con parada inver-
nal, y variedades de ciclo corto o de primavera, con una duración de 5 a 6 meses. En
Andalucía Occidental y Badajoz resultan mejor las variedades de primavera sembradas
en otoño; en cambio, en zonas más frías es recomendable variedades de invierno en
siembras otoñales.
Algunas de las variedades comerciales de origen español inscritas en el Registro de
Variedades del Instituto Nacional de Semillas y Plantas de Vivero son las siguientes:
Anouk (ciclo largo), Husky (ciclo largo), Kabel (ciclo corto), Malpa (ciclo medio),
Navafría (ciclo largo).
1.6. Abonado
1.6.1. Extracciones del cultivo
Las cantidades extraídas por la colza, por 1.000 kg de grano producido, son:
Tallo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36 15 9
Hojas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 10 15
Total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 25 24
N = 66 Ud.
P2O5 = 37 Ud.
K2O = 36 Ud.
1.6.2. El nitrógeno
La respuesta de la colza al abonado nitrogenado es muy buena. El cultivo necesita
nitrógeno antes de la parada invernal para tener un buen desarrollo; por tanto, una gran
parte de éste se incorporará en el abonado de fondo. Se aplican unas 50 Ud.
El abonado de cobertera se realiza cuando termina la fase de roseta y comienza el
período de entallado, debiendo añadir entre 70 y 90 Ud N/ha. Así, junto con el abonado
de fondo, se dispone de una dosis total de 120 a 140 Ud N/ha.
1.6.3. El fósforo
Restituyendo al suelo lo que la planta necesita, se debe añadir de 50 a 60 Ud de
fósforo, aplicándose en el abonado de fondo.
1.6.4. El potasio
Se aportan de 40 a 50 Ud de potasio en el abonado de fondo.
1.6.5. El azufre
La colza tiene mucha necesidad de azufre. Si el fósforo y el potasio se añaden al suelo
(en el abonado de fondo) con un abono compuesto en el que no exista azufre, se deberá
aplicar el abonado nitrogenado de fondo en forma de sulfato amónico, que sí contiene.
1.8. Siembra
1.10. La recolección
1.10.1. Época de recolección
En las zonas más cálidas, la recolección del cultivo de colza otoñal se realiza en los
meses de mayo-junio y, en el resto del país, en junio-julio. La colza sembrada en pri-
mavera se recolecta entre finales de agosto y principios de septiembre.
278
Los biocombustibles
Principales plagas del cultivo de colza
Gorgojo del tallo Ceuthorrhynchus La larva se desarrolla dentro del tallo, deformándolo No se suele tratar. Se puede emplear un piretroide
napi y encorvándolo. El crecimiento del brote terminal se sintético: Karate (Lambda Cihalotrín 2,5%) a dosis
reduce y emite numerosos brotes secundarios. La de 80 cc/hl, o Endosulfán en pulverización, a dosis
floración se retrasa y las semillas maduran mal. de 800 g m.a./ha.
Gorgojo de la yema Ceuthorrhynchus Las larvas viven durante el invierno en la yema ter- Tratamientos en polvo o en pulverización, con los
terminal picitarsis minal, destruyéndola y obligando a la planta a pro- mismos productos y dosis que para el gorgojo del
ducir brotes laterales. tallo.
Gorgojo de las Ceuthorrhynchus Los adultos inician su actividad a finales de marzo, Tratamientos durante el período de floración, con
silicuas assimilis mordiendo las jóvenes silicuas, que se deforman. los mismos productos indicados para el gorgojo del
Las larvas roen las semillas, pudiendo causar una tallo.
fuerte disminución de cosecha. Realizan heridas
que facilitan el ataque de enfermedades criptogámi-
cas.
Cecydomia Dasyneura Díptero que aparece en abril realizando la puesta Tratamiento con los mismos productos empleados
brassiceae sobre las silicuas jóvenes y heridas. Las primeras para el gorgojo del tallo.
generaciones hacen daño en la colza de invierno y
las siguientes en la de primavera.
Meligetos de las Meligethes sp. Los adultos aparecen en marzo-abril e invaden las Vigilar el campo de colza desde que la temperatura
crucíferas plantas de colza, roen los botones florales. Las lar- alcanza de 8 a 12 °C. Los adultos se destruyen con
vas son poco nocivas. tratamientos anteriores a la apertura del botón flo-
ral, usando Karate en dosis de 40-80 cc/hl o Fosa-
lón a dosis de 1 kg de m.a. /ha en pulverización.
Pulguilla de la colza Psyllodes Ataca principalmente las plántulas del cultivo de Se puede usar Karate a la dosis de 40-80 cc/hl.
chrysocephala otoño, royendo las hojitas y pudiendo destruir gran
cantidad de plantas.
Principales enfermedades de la colza
Enfermedad Especie Daños Medios de lucha
Mancha negra de Alternaria sp. Síntomas iniciales en hojas, pequeños puntos Destruir restos de cultivos anteriores, eliminar cru-
la colza necróticos rodeados de un halo más claro, que cíferas espontáneas y emplear variedades resis-
aumentan de tamaño hasta convertirse en manchas tentes.
circulares de 5 a 12 mm de diámetro de color negro
con centro grisáceo. En tallo y pecíolos las manchas
son alargadas.
Pie negro de la Phoma lingam Síntomas en los primeros estados de desarrollo. Distanciar el cultivo más de tres años, pues el
colza Manchas en cotiledones y hojas, de color gris hongo vive hasta tres años en los restos del cultivo
ceniza con puntos negros. Manchas alargadas en que quedan en el suelo.
tallos, con borde púrpura; a nivel de suelo de color
gris oscuro, pudiendo llegar a la raíz, rompiendo por
ese punto.
Podredumbre gris Botrytis cinerea El hongo invade la base del tallo y a veces las hojas, No sembrar en suelos demasiado húmedos y des-
Hernia de la col Plasmodiophora Formación de tumores o hernias. Marchitez tempo- Encalados para subir el pH y emplear abonos alcali-
(«Potra») brassicae ral de hojas, muerte de la planta y retraso en su cre- nizantes.
cimiento.
Sclerotinia Sclerotinia Planta recubierta por una pelusa blanquecina y Segar alto al recolectar, pues se evita que un gran
sclerotiorum seca en toda su longitud. El hongo se sitúa general- número de esclerocios vayan mezclados con la
mente a la altura de los nudos, formando esclero- semilla.
cios (gránulos negros de varios mm).
279
280 Los biocombustibles
1.12. Aprovechamientos
En nuestro país, se mantiene como un cultivo que ofrece una fuente importante de
ingresos para los agricultores y es una materia prima para la obtención de aceite de
gran calidad dietética y sustituto de grasas de origen animal, con excelente nivel de
aceptación por parte de los consumidores.
Otra ventaja que ofrece para su industrialización y comercio es la sencillez de las
técnicas industriales que se emplean para su extracción y conservación.
En España, el girasol está aún lejos de alcanzar su máximo potencial productivo,
precisamente porque, al tratarse de una planta rústica de fácil adaptación a multitud de
condiciones, no se ha considerado rentable en la mayoría de las ocasiones aplicar
mejores y más modernas técnicas para optimizar su productividad.
Son tres las zonas donde en España se cultiva girasol: Andalucía Occidental, Casti-
lla-La Mancha y Castilla-León; estas zonas representan aproximadamente el 85% de la
superficie total cultivada.
En Andalucía Occidental, el cultivo se centra principalmente en Sevilla, Córdoba y
Cádiz, en suelos profundos, de textura franco-arcillosa o arcillosa, con gran capacidad
de retención hídrica.
En Castilla-La Mancha, la provincia de mayor tradición en el cultivo del girasol es
Cuenca.
En Castilla-León, el cultivo no está tan extendido como en las otras dos regiones.
Aunque de menor importancia, también se puede hablar de las regiones de Extre-
madura (principalmente Badajoz) y Aragón.
Orden: Synandrales
Familia: Compositae
Subfamilia: Tubuli florae
Tribu Heliantheae
Género: Helianthus
Especie: H. annuus
El nombre latino Helianthus alude generalmente a la forma y aspecto de la in-
florescencia que corona la planta, por su parecido a un sol. En latín: helios = sol; y
anthos = flor.
El nombre latino de la especie (H. annuus) alude a la característica de anualidad
del ciclo vegetativo-reproductivo de la planta.
El género Helianthus comprende 68 especies, entre las que se encuentra la especie
Helianthus annuus. Las numerosas especies del género Helianthus, cultivadas o silves-
tres, al convivir en áreas geográficas cercanas, han podido hibridarse espontánea-
mente, lo cual ha supuesto una dificultad añadida a la hora de identificar las especies
de este género.
282 Los biocombustibles
Raíz: está formada por un eje principal que penetra verticalmente en el suelo (raíz
pivotante) y un sistema de raíces secundarias muy desarrollado en los primeros 30 cm,
del que nace una cabellera de raíces terciarias que exploran el suelo en sentido hori-
zontal y vertical.
La raíz del girasol penetra profundamente en el suelo si no encuentra obstáculos
tales como superficies compactadas por el paso repetido de máquinas a cierta profun-
didad (suela de labor); en ese caso, puede desviarse de su trayectoria vertical, dejando
de explorar las capas profundas del suelo, con el consiguiente perjuicio para el desa-
rrollo de la planta.
Tallo: recto, cilíndrico, estriado y velloso, de consistencia semileñosa y macizo.
Su diámetro varía entre 2 y 6 cm, y su altura, entre 60 cm y 2 m. Cuando la planta llega
a su madurez, debido al peso del capítulo, el tallo se dobla, quedando el capítulo incli-
nado hacia el suelo. El ángulo y la altura de inclinación dependen también de la varie-
dad y de las condiciones de cultivo.
Hojas: son grandes, de limbo lanceolado-acorazonado, con el borde aserrado,
vellosas y con largo pecíolo acanalado que, por su flexibilidad, permite una buena
adaptación al viento. La forma y tamaño varían también según la altura a la que nacen
sobre el tallo.
Los primeros tres pares de hojas son opuestas y el resto presenta disposición
alterna. Pueden estar en número de 12 a 40 según variedades y condiciones ambienta-
les y de cultivo.
Inflorescencia (capítulo): es un disco de 10 a 40 cm de diámetro, según varieda-
des y condiciones de cultivo. Su cara inferior, generalmente plana, está cubierta de
hojitas en forma de escama. Está formado por un tejido esponjoso en el que se insertan
las flores, que en número entre 700 y 3.000 (en variedades para aceite), y hasta 6.000
(en variedades para consumo directo), nacen sobre su cara superior. Dentro del capí-
tulo existen dos tipos de flores:
• Flores liguladas: ocupan el verticilo o anillo exterior del capítulo. Son estériles,
de pétalos amarillos, cuya función es atraer visualmente a los insectos poliniza-
dores.
• Flores tubulosas: ocupan el interior del capítulo formando círculos espirales
desde el centro hasta el anillo de flores liguladas que lo rodea. Están formadas
por un ovario inferior, 2 sépalos, una corola tubular de 5 pétalos unidos excepto
en su extremo, y 5 anteras unidas en tubo con los filamentos separados y unidos
a la base del tubo de la corola. Se encuentran separadas entre ellas por paleolas
de 2 a 3 lóbulos amarillo-verdosos.
La fecundación es alógama (fecundación cruzada entre flores distintas). La polini-
zación y la fecundación se producen rápidamente.
A primeras horas de la mañana emergen los estambres; por la tarde salen los estilos
y, a la mañana siguiente, se despliegan los estigmas en forma de 2 lengüetas curvas que
recibirán el polen. Una vez fecundada la flor, el estilo se marchita y se retrae.
La mañana del tercer día siguiente a la salida de los estambres, las anteras y el
estigma marchitos, una vez consumada la fecundación, se esconden dentro del tubo de
El cultivo de la colza y del girasol 283
Estado Semanas
Siembra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . –2
Nascencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0
Cotiledones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Botón floral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Inicio floración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Final floración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Llenado frutos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Maduración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Recolección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2.9.2. Abonado
Secano 700-800 20 30 60
Secano 1.000-1.100 40 40 90
Regadío 2.000-2.500 80 60 100
Regadío 3.000 100 80 150
2.9.3. Siembra
2.9.5.1. Binas
Tras la nascencia, y hasta el estado de 4 a 5 hojas, se realizan binas (2 ó 3) muy
superficiales para evitar dañar a las pequeñas plantas. Esta labor se hace con culti-
vador.
2.9.5.2. Herbicidas
Durante la presiembra, cuando se prepara el terreno, se emplea Trifluralina 48%
(Treflán). Este herbicida tiene una persistencia de 4 a 6 meses, con lo que cubre todo el
ciclo del girasol. Controla las gramíneas, pero no las crucíferas ni compuestas. Se
aplica en enero-febrero, es decir, lo antes posible, con el fin de evitar los residuos en el
cultivo siguiente, ya que puede resultar perjudicial para el trigo o el maíz. La dosis a
emplear es de 1,25-1,50 l/ha. Se incorpora al terreno mediante un pase de grada.
En preemergencia, tras la siembra, se aplica generalmente Terbutrina 49%
(Igrán L.), con una persistencia de 1 a 6 meses. La dosis es de 2 a 3 l/ha. Controla cru-
cíferas y compuestas. Otro herbicida de preemergencia es el Alacloro. Este herbicida
necesita humedad para ser eficaz, por lo que se emplea sobre todo en regadío. Controla
gramíneas y además crucíferas, cosa que no hace la Trifluralina, por lo que se aplica
como complemento de ésta.
2.9.6. Riego
Las necesidades brutas totales del cultivo del girasol, en regadío, oscilan entre
3.000 y 6.000 m3/ha, según precipitación, fecha de siembra y textura del suelo. El pe-
ríodo de riego va desde el inicio de la floración hasta la madurez fisiológica del fruto.
El riego se inicia a la 8a-9a semana del cultivo, es decir, en el inicio de la floración,
en cuyo período las necesidades medias son de unos 7 mm/día.
Posteriormente, se da un riego cada diez días, con una dosis de 700 m3/ha. El
número de riegos depende del objetivo que se tenga en cuanto al rendimiento:
• Para rendimiento de 2.500-3.000 kg/ha, 2 riegos: el primero, cuando el capítulo
tenga unos 5 cm de diámetro, y el segundo, 5-7 días después de la plena flora-
ción.
• Para rendimiento de 3.000-4.000 kg/ha, 3 ó 4 riegos: el primero, en estado de
botón floral; los otros, se repartirán en el tiempo hasta la caída de los pétalos.
• Para rendimiento de 4.000-5.000 kg/ha, de 5 a 8 riegos.
2.9.7. Recolección
Gusanos grises Orden: Lepidoptera. Desde germinación hasta plantas de 10-15 cm Siembras tempranas. Cebos (Triclorfón
(Rosquillas) Familia: Noctuidae. de altura. Las larvas roen la raíz y base del tallo 1 kg + salvado 20 kg + melaza 0,5
Especie: Agrotis segetum. provocando marchitez. kg/ha). Pulverizar con insecticida: Lin-
dano, Triclorfón o piretroides.
Gusanos de Orden: Coleoptera. La oruga destruye el interior de la semilla provo- Pulverizar con Lindano (1-1,5 kg/ha) o
alambre (alfilerillos) Familia: Elateridae. cando fallos en nascencia. En plantas nacidas aplicar insecticidas granulados en
Especie: Agriotes lineatus. penetra en el tallo o raíz destruyéndolos, lo que líneas de siembra (Carbofurano, Terbu-
debilita la planta. fos, Bendiocarb...).
Gusanos blancos Orden: Coleoptera. Las larvas se alimentan de la raíz ocasionando Aplicar insecticidas organofosforados y
Familia: Escarabeidae. marchitez, con retraso del crecimiento y pérdida carbamatos sobre las líneas de siembra
Especie: Melolontha melolontha. de cosecha. (los indicados para los gusanos de
alambre).
Insectos aéreos
Polilla del girasol Orden: Lepidoptera. Ataca al capítulo; comen polen, flores y semillas. Sembrar variedades resistentes.
Familia: Piralididae.
Especie: Ornesoma nebulella.
Heliothis Orden: Lepidoptera. Las orugas muerden las hojas y el capítulo, Pulverizar con fosforados: acefato,
Familia: Noctuidae. donde se alimentan de pipas blancas. metomilo, triclorfón o piretroides.
Especie: Heliothis.
293
294
Los biocombustibles
Principales enfermedades del girasol
Mildiu (Plasmopara helianthi) Escaso desarrollo de la planta (enanismo), hojas Uso de semilla híbrida certificada, tratada con
color verde pálido. anticriptogámicos.
Podredumbre carbonosa de raíz y tallo Ataca a plantas adultas y en maduración, provo- Evitar estrés hídrico.
(Macrophomina phaseolina) cando muerte prematura y ennegrecimiento de
sus órganos.
Podredumbre de raíz y tallo Ataca raíz, tallo y capítulo en maduración, produce Rotaciones con cultivos inmunes (cereal, remola-
(Esclerotinia esclerotiorum) marchitez de hojas, rotura del tallo y destrucción cha y maíz), siembras poco densas, poco abo-
del capítulo. nado nitrogenado, tratar semillas con anticriptogá-
micos.
Verticilosis (Verticillium dahliae) Invade tejidos interior de raíz y tallo, produciendo Uso de híbridos resistentes, semilla certificada tra-
manchas amarillas entre los nervios de hojas, tada y buen control de malas hierbas.
oscurecimiento y muerte de tejidos. Ataques
tempranos ocasionan enanismo y capítulos
pequeños.
Podredumbre gris (Botrytis cinerea) Manchas marrones en parte posterior del capítulo. Tratamientos químicos con Diclofuanida o tiofa-
nato-Metil Maneb.
Podredumbre de cabeza (Rhizopus sp.) Ataca sobre capítulos dañados. Aparece en fase Tratamientos químicos.
de maduración. Produce manchas marrones en el
capítulo.
Plantas parásitas y otros daños
Jopo (Orobanche cumana) Planta parásita del girasol de pipa blanca. Ocasiona En girasol de pipa negra sólo se deben sembrar híbri-
graves problemas al germinar y establecerse sobre dos resistentes al jopo, en girasol de pipa blanca se
las raíces del girasol, de las que extrae agua y trata con glifosato a las dosis recomendadas.
nutrientes, haciendo que el girasol crezca poco, dé
poca cosecha y pueda llegar a morir.
Necrosis del capítulo Ocasionada por desarreglos fisiológicos debidos a Evitar estrés en la fase de desarrollo del capítulo. Ade-
transpiración elevada. Si se produce cuando el capí- lantar lo más posible la siembra y regar en momentos
tulo empieza a desarrollarse deja de crecer y muere. críticos.
Ataque de pájaros Ataques en germinación, afectando al nº de pl./ha y al Evitar fechas de siembra tempranas y ciclos precoces.
llenado de frutos y maduración. Reducir la permanencia en campo después de la madu-
rez fisiológica. Repelentes químicos o grabaciones de
sonidos.
295
296 Los biocombustibles
Alzar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10.800
Dos pases de grada, a 3.100 pta/ha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.200
Pase de rulo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 800
Semilla: 5,5 kg. de híbrido, a 1.100 pta/kg . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.050
Siembra con sembradora a golpes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.850
Desinfección de suelos (1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.680
Herbicida de preemergencia (2) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.900
Dos binas entre líneas (una aporcando), a 1.800 pta/ha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.600
Recolección con cosechadora contratada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.500
Transporte a fábrica: 1.000 kg, a 2 pta/kg. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.000
Desbrozado de cañas:
– Un pase de rulo para volcar cañas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 800
– Un pase de rastrillo hilerador y quema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.900
SUMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48.080
Interés del capital circulante: 6% sobre 48.080 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.885
TOTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50.965
1
15 kg de Lindano 2%, a 112 pta/kg
(aplicado con localizadora a la vez que se siembra) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.680
2
2,5 l de Igrán L. (Terbutrina 49%), a 1.600 pta/l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.000
Aplicación terrestre: 900 pta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900
SUMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.900
1. Como personal fijo hay un tractorista cuyo sueldo ya va incluido en los cos-
tes directos. Además, por responsabilidad en funciones de encargado de la
explotación, se puede considerar que recibe una gratificación de 275.000
pesetas anuales, que repercute en una hectárea en . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.375
TOTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6.996
El cultivo de la colza y del girasol 297
Girasol regadío
(Cultivo único)
1
1,5 l de Treflán (Trifluralina 48%), a 930 pta/l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.395
Aplicación terrestre: 900 pta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900
Suma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.295
2
15 kg. de Lindano 2%, a 112 pta/kg
(aplicado con localizadora a la vez que se siembra) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.680
3
2,5 l de Igrán L. (Terbutrina 49%), a 1.600 pta/l . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.000
Aplicación terrestre: 900 pta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 900
SUMA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.900
298 Los biocombustibles sólidos
1. Como personal fijo hay un tractorista cuyo sueldo ya va incluido en los cos-
tes directos. Además, por responsabilidad en funciones de encargado de la
explotación, se puede considerar que recibe una gratificación de 275.000
pesetas anuales, que repercute en una hectárea en. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.500
TOTAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19.902
En el flujo del proceso de obtención del biodiésel se diseñan tres líneas distintas,
bien diferenciadas: la del aceite, la del metanol (alcohol) y la del producto resultante.
— La línea de aceite empieza por un depósito que mantiene el aceite a tempera-
tura ambiente; unas tuberías que lo sitúan en un cambiador de calor, donde se
calienta con agua hasta unos 90 ºC, temperatura necesaria para la reacción; otra
serie de tuberías que llevan el aceite hasta el reactor.
— La línea de metanol consta del depósito inicial, unas tuberías que lo llevan a un
dosificador, donde se mide un exceso de un 20 a un 60% sobre la cantidad este-
quiométrica, y unas bombas y conductos que lo llevan al reactor en las cantida-
des justas. Es normal que el depósito de metanol reciba el catalizador, que es
una base, normalmente sosa o potasa.
— La línea del producto empieza en el reactor y se dirige por unas tuberías hasta
el evaporador, donde se elimina el exceso de alcohol a base de calor proporcio-
nado por vapor de agua a unos 140 ºC; sigue un cambiador de calor, para
enfriarlo a temperatura ambiente, con objeto de conseguir una mejor separa-
ción de las fases; ésta se suele realizar en centrífugas a velocidades angulares
de varios miles de vueltas por minuto. El éster metílico se manda al almacén y
la glicerina a los correspondientes depósitos, donde esperará también a ser
comercializada, si ello es posible.
Existe, además, como es natural, todo tipo de filtros, bombas y válvulas propias de
cualquier industria de este tipo. La línea de flujo básica para la obtención de metiléster
o etiléster a partir de semillas oleaginosas puede ser de dos tipos:
1. Cuando se añade alcohol (metanol o etanol) en exceso, en presencia de un
catalizador alcalino o ácido, que suele ser lo más habitual. Esta es la línea de
flujo que se presenta en la figura siguiente.
2. Cuando se añade alcohol en la relación estequiométrica. En este caso no hay
que recircular el metanol. La línea de flujo es muy similar a la anterior, pero
sin la recuperación del alcohol.
Las etapas de una planta de obtención de metiléster dependen de las tecnologías y
del investigador que las clasifica, pero generalmente suelen considerarse las siguien-
tes cinco etapas (si en la planta al final se obtiene glicerina con «grado farmacéutico»):
Etapa 1. Obtención de aceite crudo o sin refinar, a partir de semilla oleaginosa.
Etapa 2. Obtención de aceite refinado a partir de aceite crudo. En la etapa 2 el
aceite crudo es refinado. Las etapas 1 y 2 reciben, en algunos casos, los nombres de
pretratamiento y refino; en algunos casos, el nombre de pretratamiento hace referencia
únicamente a la etapa 1.
Etapa 3. Transesterificación. Esta es la etapa en la que se produce el metiléster,
que usualmente se denomina incorrectamente biodiésel. Puede hacerse con varias tec-
nologías, en algunas de ellas (la mayoría) ha de añadirse alcohol en exceso.
Etapa 4. Separación de la glicerina.
Etapa 5. Purificación de la glicerina hasta la obtención de glicerina grado farma-
céutico y grado técnico.
Planta de metiléster 305
PRETRATAMIENTOS: PRENSADO,
MOLTURADO,…
Etapa 1
ACEITE SIN
REFINAR
Etapa 2
ACEITE
REFINADO
TRANSESTERIFICACIÓN
Etapa 3
Alcohol ÉSTER
Etapa 4
Glicerina Sales
sin purificar Otros
Etapa 5
Glicerina
purificada
A continuación, vamos a comentar en qué consisten cada una de estas etapas por
separado y algunos de los aspectos tecnológicos más importantes de las mismas.
Esta etapa inicial, la primera de todo el proceso, consiste en obtener aceite crudo a
partir de las semillas oleaginosas de colza, girasol, soja, palma, jatrofa, cacahuete,
arroz, cardo, ... Algunas plantas de biodiésel no la realizan, pues compran el aceite
crudo procedente de extractoras de aceite o compran aceite refinado. Esta etapa recibe,
a veces, el nombre de pretratamiento o de pretratamiento 1. En la tabla siguiente, se
presentan las principales características físicas y químicas, ya citadas, de algunos acei-
tes utilizados para producir biodiésel.
TABLA 2
Comparación de las principales características energéticas de algunos aceites vegetales
Aceite de
Propiedad Unidad
Colza Girasol Soja
Densidad a 20 ºC . . . . . . . . . . . . . . g/l 0,918 0,925 0,919
Temperatura de ignición ........ ºC 142 180 157
Viscosidad a 20 ºC ............ cst 71,5 63,5 60,4
Viscosidad a 100 ºC ........... Variable Variable Variable
Temperatura de fluidez ......... ºC Variable Variable Variable
Poder Calorífico Inferior, PCI . . . . . kJ/kg 36620 36582 36795
% de coque . . . . . . . . . . . . . . . . . . % Variable Variable Variable
% de cenizas, en peso . . . . . . . . . . % 0,069 ———— 0,027
% de hidrógeno, en peso . . . . . . . . % 12,2 11,4 11,3
% de azufre, en peso . . . . . . . . . . . % 0 0 0
% de oxígeno, en peso ......... % 9,6 10,6 10,4
Oxígeno mínimo .............. 2076 2011 1996
TABLA 3
Ácidos grasos saturados y sus principales características
Ácido Punto de
Número de Fórmula Punto de fusión
ebullición a 16 mm
Unidad átomos de C química ºC
ºC
Butírico . . . . . . . . . 4 C3H7COOH 163 (a 760 mm) –8
Caproico . . . . . . . . 6 C5H11COOH 107 –3,4
Caprílico . . . . . . . . 8 C7H15COOH 135 16,7
Capricho . . . . . . . . 10 C9H19COOH 159 31,6
Laúrico . . . . . . . . . 12 C11H23COOH 182 44,2
Mirístico . . . . . . . . 14 C13H27COOH 202 54,4
Palmítico . . . . . . . . 16 C15H31COOH 222 62,9
Esteárico . . . . . . . . 18 C17H35COOH 240 69,6
Aráquico . . . . . . . . 20 C19H39COOH — –75,4
Behénic . . . . . . . . . 22 C21H43COOH — –80.0
Lignocérico . . . . . . 24 C23H47COOH — –84,2
TABLA 4
Composición media en ácidos grasos y otras variables de los aceites vegetales
TABLA 5
Entradas de materia y energía en una planta de obtención de aceite crudo a partir
de semilla de girasol
Entradas
— Semilla de girasol kg 2,386
— Agua kg 1,5036
— Hexano kg 0,000050119
— Gas natural MJ 2,639
— Energía eléctrica kWh 0,1403
Salidas
— Aceite crudo de girasol kg 1
— Harina kg 1,284
— Residuos kg 0,0388955
CIEMAT. 2006.
308 Los biocombustibles
Semilla RECEPCIÓN Y
Cáscara Emisiones
2,386 kg PREPARACIÓN DE LA
SEMILLA
Harina
Gas natural 1,284 kg
Aceite filtrado
2,639 MJ
Torta
Agua Residuos
1,5036 kg 0,038895 kg
Electricidad
0,1403 kWh
EXTRACCIÓN
Hexano
5,0119 10 3 kg
Aceite crudo
1kg
TABLA 6
Entradas de materia y energía en una planta de obtención de aceite
crudo a partir de semilla de colza
Entradas
— Semilla de colza . . . . . . . . . kg 2,56
— Agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . kg 1
— Hexano . . . . . . . . . . . . . . . . kg 1,32
— Vapor de agua . . . . . . . . . . . kg 0,79
— Energía eléctrica . . . . . . . . . kWh 0,1403
Salidas
— Aceite crudo de colza . . . . . kg 1
— Harina . . . . . . . . . . . . . . . . . kg 1,284
— Residuos . . . . . . . . . . . . . . . kg 0,0388955
CIEMAT, 2006.
Planta de metiléster 309
En esta segunda etapa, que no todas las plantas realizan (ya que algunas plantas de
biodiésel compran aceite ya refinado) se produce la transformación del aceite crudo en
aceite refinado. Es llamada por algunos tecnólogos refino y por otros refinado o pretra-
tamiento 2. En el mercado europeo y americano hay varias tecnologías, todas ellas
contrastadas, que realizan el refino. Actualmente, el aceite crudo se transporta en
camión, barco o ferrocarril, pero se está estudiando el transporte de aceite crudo, aceite
refinado y biodiésel por oleoductos; tiene problemas técnicos que con el tiempo se
espera ir solventando, pues no son graves. Los motivos fundamentales del refino del
aceite, para hacer posteriormente biodiésel, son la eliminación de ciertas sustancias,
como:
1. Ácidos grasos libres (AGL), para facilitar la transesterificación y posterior-
mente la purificación de la glicerina.
2. Gomas, que podrían resultar en formación de emulsiones durante el proceso.
Las gomas dan problemas en los inyectores si pasan al biodiésel.
3. Fosfátidos (para que los efluentes del proceso no tengan fosfatos y se reduzcan
sus costos de tratamiento).
4. Ceras (para mejorar el uso en frío del biodiésel).
Por ello, los principales procesos para el refino de aceite vegetal crudo, con el que
se desea fabricar metiléster, son la neutralización, el desgomado, el blanqueo, el desce-
rado y el lavado.
1. Neutralización
Al aceite caliente se agrega metanol en cantidad adecuada para reaccionar con los
ácidos grasos libres (AGL), utilizando ácido sulfúrico como catalizador. Después de la
reacción, se separa el agua. Esta separación puede hacerse por decantación o por cen-
trifugación. Lo que queda es una mezcla de aceite (triglicéridos) y metiléster con
menos de 1 % de ácidos grasos libres. Con esta mezcla ya se puede realizar una tran-
sesterificación alcalina. Una de las dificultades de este proceso es la presencia de agua.
La acumulación de agua que se va produciendo durante la esterificación puede llegar a
detener la reacción antes de que sea completa. Para resolver este problema es necesario
trabajar en dos o más etapas, para ir separando el agua antes de continuar la esterifica-
ción (Van Gerpen, 2005). Otra desventaja es la gran cantidad de metanol necesaria:
mientras que, con la catálisis alcalina, se requiere una cantidad de 6 moles de alcohol
por cada mol de triglicérido (razón molar de 6:1), algunos autores han encontrado que
con la catálisis ácida se necesita entre 30:1 y 50:1 (Zhang et al., 2003). Otro problema
de este proceso es el uso de ácido sulfúrico: este ácido, muy corrosivo, para su almace-
namiento requiere de tanques con materiales costosos como es el acero inoxidable de
alta calidad, y además su utilización produce efluentes ácidos contaminantes (Wang et
al., 2006). Es por esto por lo que la esterificación ácida se justifica sólo si las materias
primas a utilizar tienen un contenido de AGL realmente alto.
Por esto, Wang et al. (2006) propusieron el uso de sulfato férrico como catalizador
para la esterificación ácida. En sus experimentos, encontraron que este catalizador es
ventajoso porque es sólido (catalizador heterogéneo), de manera que es fácilmente
separable de los productos, es reutilizable y no contamina los efluentes (por la misma
razón). También es más eficiente que el ácido sulfúrico: Con una cantidad de cataliza-
dor de 2% en peso, una razón molar de 10:1 de metanol a triglicéridos (mucho menor a
la necesaria cuando se trabaja con ácido sulfúrico) y una temperatura de reacción de
95 °C, se alcanzó una conversión de 97% de los ácidos grasos libres de un aceite usado
Planta de metiléster 311
2. Desgomado
La neutralización se suele acompañar con un proceso que elimine las gomas. Esto
es importante pues las gomas pueden producir problemas en los inyectores, cuando se
emplea el biodiésel. Las gomas son sustancias orgánicas, tipo resinosas, con un alto
peso molecular, estructuralmente muy complejas, siempre con carácter ácido. Son pro-
ducidas por especies vegetales que suelen desarrollarse en zonas desérticas o en otras
zonas. Normalmente no se encuentran preformadas en el vegetal, sino que se producen
(se secretan del vegetal) como mecanismo de defensa al causar una lesión a la planta.
Se cree que se producen a partir de la pared celular y del almidón. Las gomas mezcla-
das con agua tienen poder adherente, por lo que se utilizan mucho en farmacia y en
otras industrias relacionadas con los adhesivos y pegamentos. También, en la fabrica-
ción de materiales compuestos tipo “sándwich”. La goma de mascar, el chicle, se obte-
nía antes de la resina de los árboles, concretamente de la fracción llamada colofonia
(que resulta de quitar de la miera el aguarrás). Las gomas aparecen en los aceites que
tienen gomas, como el de soja o el de semilla de algodón, o se forman en los procesos
de eliminación de fósforo, en el refino de otros aceites.
El desgomado con agua es la forma más simple de reducir la cantidad de fosfolípi-
dos y fosfátidos en los aceites. El aceite se caliente aproximadamente a 90 °C, y se
agregan pequeñas cantidades de agua para hidratar las gomas y hacerlas insolubles en
el aceite. La cantidad de agua a usar debe ser similar al peso seco de las gomas a remo-
ver. Pasados unos 5 minutos, las gomas hidratadas pueden ser eliminadas por centrifu-
gación. Las impurezas que se pueden quitar por este método son fosfátidos hidratables,
triglicéridos ocluidos y otros compuestos solubles en agua, como azúcares. El proceso
antes descrito sólo permite la remoción de las gomas hidratables. Por eso, a veces se
utiliza ácido cítrico o ácido fosfórico para mejorar la velocidad y la eficacia del pro-
ceso y permitir la separación de las gomas no hidratables. El ácido puede estar disuelto
en agua para facilitar la separación, y luego el aceite es lavado con agua (Dorsa, 2004;
Lawson, 1994).
Algunos fabricantes de vehículos europeos como los del grupo Volkswagen
(Volkswagen, Audi, SEAT, Skoda) y, previsiblemente serán algunos más en el futuro,
ponen en algunos de sus vehículos «no biodiésel» debido a la existencia de gomas en
el mismo. Es un problema en los inyectores; si el biodiésel tiene residuos que formen
gomas, acaban obturando el inyector o dando problemas. Por eso, las tecnologías utili-
zadas Bulgaria deben garantizar por escrito que el metiléster fabricado no formará
gomas en la inyección y está de acuerdo con la normativa europea EN (DIN) 14214. Y
ésto, parece ser que lo garantizan ciertos tecnólogos (Lurgi, Westfalia, Desmet Balles-
tra, …). El problema de las gomas no es un problema grave si la mezcla es pobre en
metiléster (un B5 o un B10); pero hace que el inyector dure menos (es cuestión de
cambiar más a menudo los inyectores, que puede ser un problema). Sin embargo,
puede ser la disculpa que las petroleras utilicen para ponerle pegas al biodiésel.
312 Los biocombustibles
3. Blanqueo y descerado
Con el blanqueo y descerado se eliminan o reducen los pigmentos mediante la adi-
ción de un adsorbente, como son las tierras de blanqueo (bentonita cálcica, por ejem-
plo). Si han quedados ácidos y gomas, así como jabones y otras impurezas (entre las
posibles ceras), éstos son adsorbidos. Suele hacerse en un tanque hermético que se ha
sometido a vacío.
4. Lavado
A veces, en el refino del aceite, se precisa también un lavado para eliminar resi-
duos de la neutralización. A continuación, y siguiendo datos medios del Centro de
Investigaciones Energéticas Medio Ambientales y Tecnológicas (CIEMAT), se presen-
tan los consumos de las diferentes materias primas necesarias en el proceso de refino
de aceite, en este caso de girasol, soja y colza. Se han incluido las materias primas
necesarias para el tratamiento de las aguas residuales producidas durante el proceso.
Los datos sobre la producción de las distintas materias primas, el consumo de materias
primas, así como las emisiones y residuos, referidos a 1 kg de aceite refinado son:
TABLA 7
Balance de materia en la obtención de aceite refinado
Glicerina/alcohol/mezcla álcalis
de la transesterificación Glicerina/metanol/jabón/
gomas
Metanol
+ álcalis
Ácido
Metanol
Aceite neturalizado
y desgomado para
la transesterificación
Vapor
Lodo
Aceite
crudo Condensado
Separador tipo
Westfalia
4. Transesterificación
El aceite es un éster viscoso y hay que hacerlo reaccionar con alcohol para obtener,
por un lado, los ésteres de los ácidos grasos correspondientes, menos viscosos que el
314 Los biocombustibles
Además, los ácidos grasos libres contenidos en el aceite también reaccionan con el
catalizador básico:
TRANSESTERIFICACIÓN
Agua
Catalizador
LAVADO DEL
METILÉSTER
Alcohol
Energía Ácidos grasos libres
eléctrica, Mono, di y triglicéridos
Metiléster lavado
gas natural
SECADO DEL
METILÉSTER
Biodiésel
TABLA 8
Transesterificación con catalizador. Clasificación por el tipo de catalizador
KOH
Básico o alcalino
1.Homogéneo NaOH
1. Inorgánico
Àcido
o no biológico
Másico
2. Heterogéneo
Soportado
2. Biológico Enzimas
Metanol
Agua a proceso
Catalizador
Aceite
Reacción Decantación Lavado Evaporación
refinado
R
e
c Agua de lavado Multiléster
Glicerina
i
r bruta
c
u
l
a Neutralización
c
i
ó
n
Esterificación Fase grasa Decantación Glicerina neutralizada Separación
Glicerina Sales
Aceite refinado
Metanol TRANSESTERIFICACIÓN
Catalizador alcalino ALCALINA
Metanol
Ácidos grasos
Jabón Glicerina
Monoglicéridos
Metiléster lavado Agua
Diglicéridos
Metanol
Triglicéridos
SECADO DEL
METILÉSTER DESTILACIÓN DE
LA GLICERINA
Biodiésel
Glicerina
destilada
para asegurar el éxito. En Brasil, se está experimentando con un método que usa dos
catalizadores para permitir la transesterificación con etanol, con un tiempo de reacción
de sólo 30 minutos (Ribeiro, 2004). La transesterificación con catalizador alcalino, tal
como hidróxido de sodio o de potasio, ofrece la ventaja de trabajar en condiciones sua-
ves y temperaturas bajas (aproximadamente la temperatura de ebullición del alcohol);
sin embargo, como los ácidos grasos libres contenidos en el aceite inicial no son esteri-
ficados en este proceso, deben ser extraídos antes de la transesterificación, esterificar
en una etapa de reacción adicional o bien separar la fracción no esterificable con la
fase glicerina.
— Catalizadores homogéneos ácidos. Los catalizadores ácidos presentan la ven-
taja de que pueden catalizar tanto la transesterificación como la esterificación
posterior de los ácidos grasos libres. Sin embargo, cuando se emplean cataliza-
dores ácidos (casi siempre homogéneos) las condiciones de reacción son más
exigentes en cuanto a los reactantes. Son ácidos diversos, cada tecnólogo pro-
pone uno. Se están investigando nuevos ácidos; el más empleado es el ácido
sulfúrico.
Planta de metiléster 319
TABLA 9
Comparación entre catalizadores homogéneos y heterogéneos
TABLA 10
Condiciones para la transesterificación supercrítica con metanol
De esta manera, bajo condiciones de alta temperatura y presión, se logra una con-
versión casi completa del aceite en biodiésel en muy poco tiempo (5-10 minutos), sin
necesidad de catalizador. Algunos autores critican los altos costos operativos de este
proceso, debido a los altos requerimientos de temperatura y presión (mayor consumo
energético) y también altos costos de inversión para contar con equipamiento que
resista estas condiciones de operación. Algunos autores, como Van Kasteren y Nis-
woro (2006), señalan que este proceso sí que podría ser competitivo, ya que permite
aprovechar aceites comestibles usados de bajo costo, sin necesidad de pretratrata-
miento ácido (que también aumentaría los costos de operación e inversión) y, a pesar
de los altos consumos energéticos, el tiempo de reacción es menor, lo cual compensa
en cierta manera este aspecto. Además, el glicerol final resulta casi puro (96,4%), lo
cual le da un mayor valor de mercado que en el proceso de transesterificación alcalina
(pureza de sólo un 85%) y el biodiésel obtenido sólo requiere la destilación del meta-
nol para tener una alta pureza (un 99,8%), lo que reduce los costos de inversión y ope-
ración necesarios para purificar el biodiésel en la transesterificación alcalina.
5. Separación de la glicerina
Aceite destilado
TRANSESTERIFICACIÓN
Metanol
ALCALINA
LAVADO DEL
METILÉSTER
ACONDICIONAMIENTO
DE LA MEZCLA DE
GLICERINA
Glicerina
destilada
Fase glicérica:
Glicerina: 80,9%
Impurezas: 12,4%
KOH: 6,7%
Su densidad ahora es de 1,037 kg/l
Fase éster:
Éster: 99%
Aceite: 1%
Su densidad es de 0,87 kg/l.
Para la totalidad de una planta de características medias, se estima una capacidad
de reserva equivalente a una semana de trabajo, lo que nos llevaría a tener que dimen-
sionar los depósitos para las correspondientes capacidades:
Así, en volumen, sobre un valor de 100 para el aceite, tendríamos, aproximada-
mente:
Aceite: 100 l
Metanol: 25 l
KOH: 1l
Biodiesel: 103 l
Glicerina: 10 l
En el caso de una planta de procesado grande, por razones obvias, no se construirá
un solo depósito para cada producto, sino varios; así, en el caso del aceite, si la indus-
tria procesara un millón de litros, nos decidiríamos por poner dos depósitos, con lo que
se podría proceder a la limpieza o la reparación de cualquiera de ellos. Las dimensio-
nes serían, en este caso:
— Diámetro: 15 m
— Altura: 3,2 m
— Volumen: 566 m3
En cuanto al biodiesel, se utilizarán del mismo tamaño y el mismo número, por el
ahorro que supone en cálculo, por un lado, y en compra, por otro. Ya se explicó que
debemos tener un especial cuidado con el metanol, pues es inflamable. Se podrían usar
tres pequeños depósitos cilíndricos horizontales.
En el caso de la base, sosa o potasa, se puede comprar en sacos de 50 kg, con la
única precaución de que hay que abrirlos en el mismo momento de su utilización ya
que se trata de un producto muy higroscópico, y que se carbonata muy deprisa en pre-
sencia de CO2. Se elige como material el acero inoxidable, para que resistan un pH
básico. En general, cuando se afronta el proyecto de una instalación, la base de cálcu-
los suele ser la correspondiente a una hora de trabajo.
El estudio completo debería tener en cuenta otros cálculos que, por la índole de
este trabajo, no vamos a realizar. No obstante, podemos apuntar que se trata de cálcu-
los termotécnicos, referentes a:
— Cantidad de vapor necesario para los procesos de evaporación.
— Calentamiento del metanol y del aceite antes de entrar en el reactor.
— Condensación del metanol.
Planta de metiléster 323
7. Cálculos
Esta primera mezcla se debe realizar antes de su unión con el aceite; en caso con-
trario, el tiempo total de la reacción aumenta de forma desmesurada. El calor produ-
cido en la mezcla del metanol con el KOH es beneficioso y lo podemos aprovechar en
el calentamiento de la mezcla que se introduce en el reactor, pues la temperatura de
esta reacción no llega a los 40 ºC y la temperatura del reactor debe ser de 50 ºC. Se
elige como material el acero inoxidable, para que resistan un pH básico. En cuanto a
los cálculos, podemos tomar como base las cantidades correspondientes a 1 hora.
7.5. Reactor
8. Transporte
El transporte se hace por carretera desde la planta hasta el lugar donde se deba
hacer permanentes los depósitos de almacenamiento; de este modo, se transporta el
metilester ya obtenido en lugar del aceite. En principio, podría caber las dos posibilida-
des, ya que las densidades de ambos compuestos son parecidas y no supondría una
gran variación, pero lo que tiene una gran importancia es la distinta viscosidad de
ambos compuestos, por lo que se elige transportar el menos denso, para facilitar todas
las operaciones de carga y descarga en los camiones, así como la descarga en los tan-
ques de almacenamiento.
Además, así se sigue la tendencia generalizada de ubicar las plantas de proceso
cerca de las fuentes de abastecimiento, y se consigue de paso que las industrias estén,
normalmente, lejos de las ciudades, y que el valor añadido se aproxime lo más posible
al campo, a la agricultura, y por el notable ahorro en mano de obra.
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328 Los biocombustibles
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10
Alcoholes
Los problemas más importantes con que nos encontramos en relación con el com-
bustible empleado para conseguir energía son de diversa índole. Así, empezamos por
la dependencia general de los países productores de petróleo, y acabamos con la reali-
dad ecológica imperante hoy en día. Si buscamos la solución de ambos a través de la
producción de combustibles basándonos en fuentes renovables, podremos obtener,
además, otras ventajas.
Dentro de estas fuentes renovables aparece, en los primeros lugares, el alcohol,
tanto por la posibilidad de obtención en la Comunidad Europea como por el ejemplo
que nos ofrecen países que han empezado programas en este sentido, y que aún los
mantienen, lo que quizás quiera decir que han obtenido resultados considerados favo-
rables.
La obtención de este alcohol pasa por la producción en masa de vegetales ricos en
materias azucaradas, y su posterior fermentación. Con esta producción, se podría resol-
ver, en cierta forma, el problema de la conservación de los suelos, tan preocupante en
los últimos tiempos. Con este tipo de fermentación y utilización, se podría resolver el
problema de la superproducción que ataca al medio rural. Con el empleo de este alcohol
en los motores de combustión interna, podríamos poner remedio al problema acuciante
de la polución atmosférica, tan problemático en todos los países comunitarios, bandera
enarbolada por las más diferentes posiciones políticas. Con la producción y uso de este
tipo de combustible, en fin, pondríamos final a esta dependencia legendaria de esos paí-
ses, con los que no tenemos, en la actualidad, más unión que la relativa al petróleo.
Esta dependencia, que aún se puede mantener, acabará siendo catastrófica para los
países que no disponen de la fuente natural. Los países de la OPEP (Organización de
Países Exportadores de Petróleo) no tardarán en subir los precios del crudo a medio
plazo, en primer lugar porque tienen limitadas sus reservas, pero también por la necesi-
dad de utilizar estas reservas para sus propias industrias, que crecen de forma especta-
cular de año en año.
Poco a poco, habrá menos países donde escoger, y finalmente, sólo los países del
Golfo Pérsico se encontrarán en situación de subvenir las necesidades, cada vez más
acuciantes también, del resto de los países del mundo.
El uso de alcoholes como combustible no es completamente desconocido, pero
hasta hace poco no ha sido utilizado mas que en pequeñas aplicaciones prácticas, del
332 Los biocombustibles
tipo de iluminación. Para empezar a usarlo en gran escala sería necesario que se diera
una rara combinación de altos precios del petróleo a la vez que una caída de los pre-
cios de la materia prima empleada para la obtención del bioalcohol. Por otra parte,
parece evidente que esta utilización de alcohol a gran escala iría en perjuicio de los
suelos, ya que la expansión de estos cultivos provocaría un aumento de la erosión en
general.
La obtención del metanol a partir de la madera es una técnica muy antigua, aunque
originalmente era un subproducto del carbón vegetal; entonces, la producción era muy
baja, porque casi todo el producto final era el carbón; hoy en día, esta técnica se usa
con mejores resultados en muchos países: Brasil, Suecia y otros de la Comunidad Eco-
nómica Europea.
En algunos de estos procesos, se quema algo del alimento con el fin de proporcio-
nar parte del calor necesario para el funcionamiento de la planta, teniendo en cuenta
que es la fuente de calor más barata.
El metanol se puede convertir en combustible de alto número de octano a muy bajo
coste, con la ventaja de que no contiene sulfuros y contamina menos. Esto se puede
emplear en países donde no están preparados para utilizar motores que empleen meta-
nol directamente.
De todos modos, la conversión de una energía en otra entraña un coste.
Al principio, se pensaba que este alcohol etílico proveniente del suelo a través de
los cultivos llegaría a utilizarse solamente como un aditivo, y no como un combustible
por sí mismo, habida cuenta de las modificaciones que su uso en solitario acarrearía en
los motores de explosión. Así, en U. S., se decidió que una proporción aceptable sería
la del 10%. En América del Sur, en cambio, en algunos países se llega hasta un 20% en
las mezclas de alcohol con gasolina.
En los Estados Unidos, la caña de azúcar, lo mismo que otros cultivos productores
de azúcar, como el sorgo dulce, representan un potencial bastante escaso, de modo que
las posibles fuentes de alcohol tendrían que ser principalmente el almidón de los cere-
ales o de otros cultivos como la patata. El alcohol etílico también se puede obtener a
partir de materiales que contienen celulosa, como la madera y residuos vegetales, aun-
que las condiciones en este caso son más severas.
También se han hecho pruebas con el alcohol metílico, pero hay mayores proble-
mas técnicos con este tipo de mezclas, aunque no son insalvables en absoluto.
En todo caso, la realidad es que cualquier paso dado en el sentido de ahorrar petró-
leo a base de mezclar sus derivados con otro tipo de combustible como los alcoholes,
requiere subsidios para ser económicamente rentable.
Hay tres principales caminos para producir alcohol etílico a partir de materiales
biológicos; todos ellos incluyen una primera fase de fermentación por levaduras,
seguida de una posterior destilación mediante la aplicación de calor. La duración de
cada sistema es distinta, así como la producción de alcohol y su coste, dependiendo
del elemento inicial, que puede ser un producto azucarado, almidón o material celu-
lósico.
El método más sencillo es el que usa un producto azucarado, como puede ser caña
de azúcar o sorgo dulce. Como el rendimiento del cultivo es alto, es también el que
Alcoholes 333
produce mayor cantidad de alcohol por unidad de superficie, aunque ésto no es com-
pletamente cierto en el caso de la caña, pues habría que tener en cuenta que este cultivo
utiliza el suelo los doce meses del año. En climas tropicales o subtropicales, la alterna-
tiva puede incluir dos o mas cultivos al año. En cualquier caso, el cultivo se trata por
medios mecánicos para extraer un mosto azucarado. En la caña y el sorgo basta con un
simple molino.
El jugo azucarado fermenta en un tanque hasta convertirse en alcohol de bajo
grado, que contiene demasiada agua para poderse usar como combustible. La mayor
parte del agua se elimina en columnas de destilación. La última parte es más costosa.
Para usar en mezclas, el alcohol debe ser totalmente anhidro. Cuando se usa sólo,
puede contener hasta 10% de agua, o incluso mas, dependiendo del tipo de motor.
Esto encarece su uso en la mezcla con gasolina, llamada «gasohol», por lo que se
puede pensar en la extracción del etanol a partir de almidón o de celulosa. Las fases de
fermentación y destilación son idénticas con estos tipos de alimento que con el azúcar.
Cuando se trata de productos que contienen almidón (grano ó tubérculo), se nece-
sita un camino más largo. Antes de la fermentación, el almidón debe ser convertido en
azúcar, para lo que se requiere un tratamiento enzimático en un tanque especial.
Experiencias realizadas en muchos países avalan la utilización de alcoholes en
motores de encendido por chispa. El etanol es, con diferencia, el más usado hasta
ahora, pero se empieza a pensar en serio en la alternativa del metanol, aunque con la
principal desventaja de la peligrosidad.
Los países pioneros son Brasil y Estados Unidos. El etanol se puede usar sólo o
mezclado con gasolina, dependiendo de su pureza; así, cuando está puro (99,5%), se
puede mezclar, sin apenas modificaciones en el motor; si impuro (95-96%), se utiliza
en solitario, si bien es preciso realizar modificaciones de cierta importancia.
Los principales programas son el Proalcohol, en Brasil (etanol a partir de caña de
azúcar) y Gasohol en Estados Unidos (mezcla de gasolina super y de etanol obtenido a
partir de maíz).
Podemos enumerar las principales modificaciones que sufrirían los motores para
poder emplear alcohol como combustible en solitario (en conjunto, superan el número
de 300):
• Nuevos colectores de admisión.
• Válvulas y asientos capaces de soportar mayores esfuerzos, al ser mayor la rela-
ción de compresión.
• Distinto grado térmico en las bujías.
• Variación del adelanto al encendido.
• Juntas más resistentes.
• Carburador con revestimiento de níquel y bombas de alcohol con cromo o cad-
mio, para evitar la corrosión.
• Tuberías de nylon, y diafragma de la bomba de combustible de materiales que
no sean atacados por el alcohol.
• Tratar con plomo o estaño el depósito de combustible.
Ford Motor Company construyó un motor capaz de trabajar con metanol puro, en
el modelo Escort, denominado con las siglas FFV (flexible fuel vehicle), que puede
utilizar mezclas de gasolina y metanol en cualquier proporción, y que tiene en cuenta
automáticamente cada nuevo porcentaje.
En cualquier caso, la obtención de alcohol de forma industrial se realiza a partir de
tres distintos substratos: producto azucarado, almidón o material celulósico. Cual-
quiera de ellos requiere una preliminar molienda o desagregación, seguido de una fer-
mentación y la destilación final. Cada uno de ellos es más costoso que el anterior. En el
caso del metanol, el substrato es material celulósico, que se puede obtener tanto de
especies arbóreas como de cultivos herbáceos.
leo sin plomo. La mejor sustitución surge cuando ambos precios son altos. Tal como
sucedió durante el primer semestre de 1991.
Se observa que la volatilidad de estos componentes es más alta que la del petróleo,
excepto para el caso del MTBE, siendo ésta una de las razones por las que se considera
como el compuesto oxigenado más apropiado. Para compensar esta volatilidad, algu-
nos de los elementos que usualmente se encuentran en las mezclas deberían ser elimi-
nados, generalmente el butano. Este hecho ha sido tenido en cuenta en el momento de
hacer un estudio económico, porque ésto puede implicar una pérdida para la refinería,
cuando se encuentra forzada a separarlo del petróleo y venderlo en otro mercado, en el
que el precio es más bajo.
Objetivo prioritario de la Política Energética Comunitaria es la diversificación de
las fuentes de energía. Los biocarburantes serán, entonces, una fuente de energía reno-
vable, dependiente de los cultivos.
La empresa Ecocarburantes Españoles, participada mayoritariamente por Abengoa,
se va a dedicar a la explotación de una planta en Cartagena, para producir 100.000 m3
de etanol deshidratado al año, partiendo de 300.000 t/año de cereales.
La planta está diseñada de forma flexible, para permitir la alimentación alternativa
de distintos tipos de materias primas, aunque fundamentalmente se deban tener en
cuenta la cebada, el trigo, el maíz y los alcoholes vínicos.
La utilización de importantes cantidades de cereales por Ecocarburantes se
enmarca dentro de las directrices Comunitarias, manteniendo el nivel de renta de los
agricultores, generando puestos de trabajo, pues la superficie a cultivar para satisfacer
las necesidades de la planta sería de unas 60.000 ha, que equivaldrían en mano de obra
a una cantidad aproximada de 1.600 puestos de trabajo.
Además, cumple con los objetivos de la Política Agraria Comunitaria, en referen-
cia a la conservación del espacio rural y del medio ambiente.
El ETBE se obtiene por síntesis química de etanol con los isobutilenos procedentes
del craking del etileno o de FCC producidos en las refinerías, siendo apto para
incluirse en la formulación de gasolinas en sustitución del MTBE, obtenido de metanol
importado.
La capacidad de fabricación de MTBE en España se cifra en 280.000 t/año aproxi-
madamente. Suponiendo que todas las plantas se reconviertan a ETBE, la demanda de
etanol sería de 210.000 t/año.
Repsol dispone de 5 plantas de MTBE, que se encuentran en Puertollano, La
Coruña, Tarragona (2) y Somorrostro. CEPSA, por su parte, dispone de una en Algeci-
ras. La producción de etanol de la planta de Cartagena iría destinada a la refinería de
CEPSA en Algeciras y a las refinerías de Puertollano y La Coruña, de Repsol.
La instalación será la primera planta industrial en España productora de carburante
no fósil, siendo una tecnología de vanguardia a nivel mundial. Además, será capaz de
dar empleo directo a unas 80 personas, además del que se generaría en la agricultura, y
en el proceso de transporte del cereal.
Por otro lado, el etanol sustituye al metanol, obtenido en su mayoría de gas natural,
siendo necesaria su importación desde terceros países a la Unión Europea. Por ello, se
ahorrará el arancel de la importación, estimándose en unas 259.800.000 pesetas al año.
Alcoholes 337
La idea es que el metanol es más interesante que el etanol para ser obtenido a partir
de la biomasa. El etanol podría servir en un sector limitado, y obtenerse a partir de una
agricultura de tipo marginal.
Hay dos tipos de destilerías: las que usan grano (principalmente, maíz) de manera
convencional, o incluso algún otro tipo de materia prima para producir un combustible
de menor grado que puede ser usado como base para gases combustibles.
En el otro tipo, el alimento puede estar formado por ensilado, pero mejor si es cés-
ped, alfalfa o cualquier otro tipo de cultivo, como pataca. Si se recogen en su
momento, estos cultivos están casi exentos de celulosa, y se pueden almacenar durante
largo tiempo, con pérdidas de peso inferiores al 5%.
El resultado es que el alcohol etílico, en mezclas del tipo gasohol, no parece ser la
solución de los problemas energéticos de la humanidad; ni siquiera de la Comunidad
Europea. La realidad es que la producción es baja, del orden de 2500 litros por hectá-
rea, y que se obtiene con un coste energético muy alto. Incluso, en mezclas con el 10%
de etanol no es rentable.
Si, de todos modos, se pudiera llegar a alguna solución, las consecuencias serían
muy importantes en cuanto a erosión y daño al suelo. Se tendrían que utilizar grandes
cantidades de fertilizantes y de pesticidas, que producirían peores condiciones en el
suelo y en las aguas freáticas.
— La vía húmeda («wet milling» o vía larga) trata del fraccionamiento de los
cereales en medio acuoso; se basa en el proceso del almidón: después de la cocción y
la sacarificación, se obtiene una solución de glucosa.
— La vía seca («dry milling» o vía corta) consiste en una trituración grosera de los
granos, seguida de una cocción - liquefacción en agua caliente. Es la solución más sim-
ple, y se encuentra más cerca de la molinería que de la producción de almidón.
En cualquier caso, se procede a la posterior fermentación, que convierte la glucosa
en etanol y CO2 mediante una reacción de tipo anaerobio y con la presencia de com-
plejos enzimáticos, donde la levadura más conocida es la «saccharomyces cerevisiae».
La reacción libera una energía de 1,2 MJ/kg.
Hoy se procede a la realización del proceso de forma continua, bien mediante fer-
mentadores en cascada (Vogelbusch y Speichim), bien por el procedimiento Biostil (de
Alfa Laval) con un solo fermentador aireado donde, inicialmente, una débil concentra-
ción de etanol (5%) evita la inhibición de las levaduras. Este sistema se ha adaptado
recientemente a los cereales en Suecia, con una producción de 200 hl/día.
Ambos procesos consiguen la extracción del etanol mediante destilación que llega
hasta una concentración del 96,4%, seguido de una deshidratación hasta el 99,5%
deseado.
La destilación continua en vacío no parece tener porvenir, al menos a corto plazo.
Los subproductos de la obtención de 285 kg de etanol por tonelada de trigo, son los
siguientes:
— 370 kg de torta.
— 130 kg de salvado.
— 240 kg de residuos de bajo contenido en celulosa.
Una alternativa potencial al camino clásico de hidrólisis y posterior fermentación
para la transformación de lignocelulosa en etanol, consiste en la gasificación de la lig-
nocelulosa; es una tecnología conocida y madura, aplicable a un gran número de mate-
rias orgánicas. El producto obtenido, llamado gas de síntesis, está compuesto princi-
palmente por monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2) e hidrógeno (H2),
en proporciones variables.
Después de dos series de experimentos, dirigidos a la obtención de distintos por-
centajes de estos gases, se ha llegado a la conclusión de que, por este método, se puede
llegar a obtener distintos tipos de combustibles, incluido el etanol. Sin embargo, no ha
sido posible distinguir si este etanol deriva del gas de síntesis de alimentación o de la
solución nutritiva que se usa como medio de fermentación.
En la actualidad, hay dos sistemas fundamentales de producir etanol por fermenta-
ción: el clásico proceso de fermentación por levadura, utilizando materiales amiláceos
fácilmente hidrolizables o ricos en azúcar, que presenta un coste aproximado de 50
euros/hl, y el segundo en importancia (hidrólisis de la lignocelulosa seguida de fer-
mentación), que tiene mayores costes y necesita una optimización ulterior del proceso.
Hoy, este proceso da 0,17 kg etanol/m3 reactor y hora.
Los azúcares fermentables que se podrían usar para producir alcohol etílico, tienen
un valor aproximado de 16 pesetas por kilo; a este precio, el etanol saldría a 60 pesetas
por litro, aproximadamente, que no está muy lejos del precio actual.
340 Los biocombustibles
La extracción de productos agrícolas como el sorgo se puede hacer con dos técni-
cas distintas:
a) Por presión.
b) Por difusión.
También se podría usar una combinación de ambos métodos.
a) Debemos disponer de una cantidad de compresores en serie en una cantidad
tal que nos permita obtener la producción deseada. Entre cada dos prensas ten-
dremos que insertar un difusor para que permita absorber de nuevo agua al
material inicial para que pueda ser llevado otra vez a la prensa.
La cantidad obtenida por esta primera prensada puede ser del 41,5%.
b) La difusión del producto para la extracción de los azúcares naturales presen-
tes, se puede hacer de dos formas distintas:
1. Por inmersión.
2. Por percolación.
Conclusiones
— El producto no puede ser conservado en un almacén a menos que se trate de
pequeños intervalos de tiempo.
— Es posible concentrar parte del zumo obtenido.
— Hay varias formas de extracción de zumo, una por compresiones múltiples y
otra por presión y difusión alternadas.
Alcoholes 341
Se trata de una cosechadora Claas, con un rendimiento de 50 t/h, con las desventa-
jas de que es demasiado grande, bastante cara y necesita llevar un remolque lateral.
En unas pruebas realizadas en 1987, se obtuvo un 50% del azúcar presente en los
tallos en una primera compresión; una segunda presión extrajo un 50% del azúcar que
quedaba en el bagazo (orujo, brisa), con lo que se consiguió un total del 75%.
El orujo restante se secó hasta un 10%, humedad perfecta para su combustión,
dando los anteriormente expresados 17 MJ por cada kg.
El sorgo dulce presenta un tipo fotosintético en C4, caracterizado por una gran efi-
ciencia de la fotosíntesis, una mejor eficiencia para la utilización del agua y una mejor
utilización del nitrógeno.
Todo esto representa una importante producción de biomasa por unidad de
superficie.
Tiene numerosas ventajas:
— más de 30 t/ha de materia seca en zonas del sur de Europa;
— múltiples usos: producción de etanol a partir de las zonas azucaradas del tallo,
producción de aceites pirolíticos y producción de pasta de papel a partir del
orujo;
— estos usos se pueden dirigir en el sentido de mejorar unos a costa de los otros;
— esta especie ya ha sido estudiada en otros países (USA, Brasil, India), con lo
cual nuestro trabajo se reduciría a una adaptación a nuestras condiciones.
El rendimiento es de 33 t/ha en el sur de Europa y de 25 en Europa Central.
La investigación se centraría en los siguientes aspectos:
— Caracterización de rendimientos potenciales en Europa;
— Análisis de procesos de mejora del rendimiento;
— Elaboración de un modelo de funcionamiento;
— Estudio del efecto de las bajas temperaturas y estrés hídrico;
— Definición del tipo óptimo de cultivo.
Los estudios llevados a cabo hasta ahora tratan de mejora genética (Italia, Alema-
nia y España), recogida y almacenamiento (Italia y Alemania), y usos industriales y
energéticos (Italia y Alemania).
El jugo azucarado fermenta en un tanque hasta convertirse en alcohol de bajo
grado, que contiene demasiada agua para poderse usar como combustible. La mayor
parte del agua se elimina en columnas de destilación. La última parte es más costosa.
Para usar en mezclas, el alcohol debe ser totalmente anhidro. Cuando se usa sólo,
puede contener hasta 10% de agua, o incluso mas, dependiendo del tipo de motor.
342 Los biocombustibles
Parece ser, entonces, que debemos contar con la alternativa del metanol. Cierta-
mente, el resultado final, en cuanto a energía, es más positivo en el caso del metanol
que en el del etanol. El etanol tiene una producción baja y unos costes altos, además de
dos problemas de gran importancia, como son el almacenamiento y el efecto sobre el
suelo.
Algunos cultivos son capaces de ejercer su propio control de las hierbas no desea-
das. Por ejemplo, la pataca (Helianthus tuberosus) desarrolla bajo ciertas condiciones
una especie de sombrerete que puede impedir el crecimiento de malas hierbas a partir
de sus semillas.
Existe la posibilidad de emplear cultivos selváticos de forma intensiva, queriendo
dar a entender especies que se mantienen hasta diez años, o algo mas en algunos casos.
Como no se recoge todos los años, la erosión disminuye.
Un sistema de producción de biomasa podría ser aquél que tuviera en cuenta unas
fuentes tan distintas como las de esta silvicultura intensiva, cultivos herbáceos peren-
nes, o bosque convencional.
En USA se utilizan al año unos cuatrocientos mil millones de litros de gasolina y
ciento cincuenta mil millones de litros de gasoil, lo que representa una energía aproxi-
mada de 2 · 1013 MJ. ¿Qué cantidad de biomasa se necesitaría para proporcionar toda
esta energía? Un litro de metanol equivale a 18 MJ; pero, al tener mejor rendimiento
que la gasolina, podemos suponer 20 MJ por litro. Necesitaríamos, por lo tanto, unos
1012 litros de metanol, que se podrían obtener a partir de mas de 109 toneladas de bio-
masa seca. A una media de 15 toneladas de materia seca por hectárea, se necesitarían
unos 70 millones de hectáreas, lo cual no resulta demasiado descabellado en una ó dos
décadas, si se asumiera esta solución, naturalmente.
En cuanto a cultivos herbáceos, hay algunos que llegan a 30 toneladas por ha; la
alfalfa puede alcanzar 20, y tiene necesidades moderadas de agua.
Otra idea a tener en cuenta es producir especies selváticas en plan intensivo; ésto
significa especies de producción de madera de rápido crecimiento, y que puedan ser
cortadas en breves períodos de tiempo, entre 4 y 10 años. Algunas de éstas pueden
alcanzar producciones de 4 ó 5 toneladas por año.
El bosque convencional nos puede proporcionar también buenos resultados, cono-
ciéndose especies que alcanzan las 2,5 toneladas de madera por año, aunque, con otros
elementos que también entran en la denominación de biomasa, se podría llegar hasta 5
toneladas. Todas estas cantidades se podrían duplicar en cuanto se generalizara este
empleo alternativo de la madera, al mejorar el rendimiento en todos sus aspectos
(incluida la ingeniería genética).
En el presente o en un futuro cercano no se puede hablar de rentabilidad de estos
sistemas; pero, mientras los costes de la biomasa tienden a bajar, los de las fuentes
fósiles no van a hacer otra cosa que subir. Tardará mas o menos, pero acabarán encon-
trándose ambos costes.
Alcoholes 343
Sobre todo, las ventajas aparecen a grandes velocidades, mientras que las desven-
tajas se pueden achacar aún a que los motores de metanol no han sido estudiados tanto
como los de otros combustibles.
Por otra parte, motores que usan el metanol casi puro se encuentran actualmente en
el mercado.
Después de todo lo visto, hay razones para eliminar la posibilidad del etanol,
incluso para el transporte por carretera.
El metanol, en cambio, puede ofrecer buenas perspectivas. Y, dentro de este com-
bustible, la biomasa parece ser más beneficiosa que el carbón.
En las condiciones actuales, es posible disminuir los costes totales del bioetanol
en un 10 o un 20%, debido a alguna de las siguientes razones:
— Reducción en el precio del producto agrícola.
— Reducción en los costes de conversión.
— Cambios en los precios de los subproductos.
La mayor parte de las plantas de la Comunidad Europea se sitúan en Francia,
España e Italia. El sustrato es, fundamentalmente, remolacha y vino.
Otros posibles usos del bioetanol:
Es posible la conversión del bioetanol en etileno para su empleo en la industria
química.
Opciones posibles en la agricultura:
El actual sistema agrícola tenderá a aumentar la producción, principalmente de
cereales. También aumentará la producción de cualquier alimento proteínico, así como
el de cultivos oleícolas. Todo ésto supondrá un mayor coste para la Comunidad Euro-
pea y sus Estados miembros.
• Con los subproductos se puede alimentar al ganado (torta de aceite), con lo que
se podría ahorrar una cantidad sustancial de otro tipo de alimento.
• Entre los impactos que produce en el ambiente se incluyen los efectos contra-
rios producidos por los cultivos intensivos, la polución debida a los procesos de
fermentación, el impacto directo por el transporte y almacenamiento, y otros.
Muchos de estos efectos se pueden disminuir mediante un diseño más sensible,
una localización apropiada y la correspondiente investigación en medida y pre-
caución de la polución. Es notable el beneficio que se percibe en la atmósfera
por el cambio del plomo a derivados oxigenados.
• Experiencias en Brasil, USA y Suiza confirman que, cuando el apoyo de los
gobiernos, tanto financiero como legislativo, es grande, se establece y se man-
tiene a gran escala un programa de bioetanol; sin esta premisa, los proyectos
son muy vulnerables, en especial cuando los precios de los aceites son bajos.
• El efecto de un programa de bioetanol en el balance del comercio de los hidro-
carburos puede llegar a ser pequeño si se compara con el volumen total del
comercio de la Comunidad Europea.
• Un programa de bioetanol es capaz de crear puestos de trabajo en las áreas rura-
les, aunque también es posible que se pierdan en los sectores de la petroquímica
y de la refinería.
• El análisis energético es positivo, en el caso de la remolacha y del trigo, siem-
pre que se omita la presencia de la energía solar en los cálculos. En este mismo
contexto, la remolacha es superior al trigo.
No es apropiado, por consideraciones técnicas, comparar los balances energéticos
de los derivados oxigenados fósiles con los del etanol que proviene de la biomasa.
346 Los biocombustibles
13. Conclusiones
• El resultado de estos análisis sugiere que el énfasis puesto en los programas del
bioetanol no siempre es interesante, en las condiciones asumidas en la actuali-
dad, para la Comunidad Europea.
Alcoholes 347
• Aunque los modelos son relativamente sensibles a los costes de las materias
primas y al valor de mercado del bioetanol, el alcance de la variación que se
requeriría para que los modelos llegaran a ser rentables sería demasiado grande.
• Un precio del aceite del orden de 30-40 USD/barril, o una reducción de las
tasas se hará necesario para poder introducir cualquier otro tipo de combustible
distinto al tradicional.
Algunas características de los cultivos azucarados implican unas ventajas y unos
inconvenientes. Entre estos últimos, uno de las más importantes es la poca tolerancia
que los alcoholes tienen con el agua. Entre los derivados oxigenados, la superioridad
está del lado del MTBE, porque sus parámetros son más cercanos a las especificacio-
nes de las gasolinas. Entre los alcoholes, el GTBA es superior al etanol en términos a
sus posibilidades de mezcla, mientras que el OXINOL - 50 es superior a las mezclas
del M3E3.
Cambios en los métodos de cultivo, en la eficiencia de los fertilizantes, en las téc-
nicas de aplicación de los productos fitosanitarios, y ayudado todo ésto por la mejora
genética, han producido un aumento en las producciones de todo tipo de cultivos; por
ejemplo, en cereales se puede cifrar en 2 ó 3%, mientras que en remolacha llega al 1%.
La producción de cereales para la Europa de los 10 fue de 160 millones de tonela-
das en 1992; con la ampliación a 12 miembros alcanzó la cifra de 180 millones, repre-
sentando el trigo unos 80 a 85 millones de toneladas.
El dato referido al exceso de azúcar era de 11 millones de toneladas.
La producción media en los principales productores de Europa era de 5.9 tonela-
das/ha de trigo y de 49.9 en el caso de la remolacha.
Estas tendencias observadas en el pasado reciente continúan en la actualidad, y la
producción media de trigo se estima en 7 t/ha y de casi 60 para la remolacha. Con los
adelantos de la biotecnología, se espera dar un salto hasta valores de 10 y de 75 o más,
respectivamente.
Los resultados obtenidos en ensayos recientes son esperanzadores, con unas pro-
ducciones de 9 t/ha en pataca en España, y 5-6 t/ha de sorgo dulce en Italia.
El etanol se emplea en muchos procesos de las industrias de alimentación, farma-
cia y cosmética. Lacas, barnices, tintas, fluídos hidráulicos, jabones, detergentes, deso-
dorantes, perfumes y otros.
Cualquier alternativa propuesta representaría un mayor coste a la Comunidad y a
sus Estados Miembros, que el actual coste de apoyo a los cereales, y este apoyo para el
bioetanol representa el mayor coste financiero por un margen considerable.
Este análisis nos enseña que muchos ejemplos demuestran un «output» positivo de
energía en la producción de bioetanol. Sin embargo, también hay una minoría de ejem-
plos que muestran un balance negativo de energía.
Por consideraciones técnicas, se puede concluir que no es apropiado comparar los
balances de energía de los derivados del petróleo con los de los derivados de la biomasa.
La mayor ganancia de calor se obtiene con sorgo, ensilado, caña de azúcar, maíz
grano, trigo, semilla de soja y avena.
El coste de producción neto para el bioetanol es función de tres factores, principal-
mente:
348 Los biocombustibles
Coste de producción
Alimento base
Euro/hl Bioetanol
Trigo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9,5
Remolacha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22,0
Patata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50,0
Vino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72,0
Maíz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16,3
Pataca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23,0
l. de etanol/
Producto l. etanol/ha
t. de producto 1
Etanol Etanol
Propiedad Gasolina Metanol
anhidro hidratado
C2H5OH
Fórmula química . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (CH)x C2H5OH 19H2O CH3OH
Peso molecular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114 46 – 32
Densidad a 20 °C . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,73 0,79 0,81 0,79
Relación estequiométrica . . . . . . . . . . . . . 15,2/1 9,0/1 8,3/1 6,45/1
% carbono (en peso) . . . . . . . . . . . . . . . . 84 52 – 37,5
% hidrógeno (en peso) . . . . . . . . . . . . . . . 16 13 – 12,5
% oxígeno (en peso) . . . . . . . . . . . . . . . . . – 35 – 50
Ebullición (principio) (°C) . . . . . . . . . . . . . 40 78,3 78,2 65
Ebullición (final) (°C) . . . . . . . . . . . . . . . . . 250 78,3 78,2 65
Calor latente de vaporización (kcal/kg) . . . 90 216 273 270
Autoignición (°C) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367 550 580 570
Poder calorífico inferior (kcal/kg) . . . . . . . 10.500 6.400 5.952 4.600
Calor de combustión mezcla . . . . . . . . . . 0,860 0,815 0,815 0,760
Índice de octano (RM) . . . . . . . . . . . . . . . 73 106 110 110
Índice de octano (MM) . . . . . . . . . . . . . . . 73 89 92 90
Efecto sobrealimentación (%) . . . . . . . . . . 1,68 7 9 14
Grado alcohólico en volumen . . . . . . . . . . – 99,5 95 99,5
Figura 10.6. Diagrama de masa (por hectárea) de la producción de etanol del trigo.
Máquina granuladora:
Operación 1,7 GJ
Paja +
6.400 kg < > 95,1 GJ Manufactura 0,1 GJ
Figura 10.9. Diagrama de flujo de energía para la obtención de etanol a partir de remolacha azucarera.
11
Combustibles gaseosos
2. Biogás
El biogás tiene la ventaja de que se puede considerar casi como un subproducto,
siendo el motivo fundamental de la fermentación, en este caso, la reducción de la con-
taminación, sobre todo cuando se trata de residuos de granjas y de industrias agroali-
mentarias.
La proporción de gas metano presente en el biogás depende de la materia prima
empleada:
Tiempo de Contenido
Material
fermentación (días) CH4 (%)
Requisitos para implantar una instalación de biogás son, además de la propia pro-
ducción, que el residuo se pueda utilizar aún como abono y que, en conjunto, la renta-
bilidad esté asegurada, es decir, que sea rentable económicamente.
Contenido en M. S. Grado de
(% ) aprovechamiento
N P2O5 K2O
de 30 GJ/ha. En ambos casos, como es usual, se desprecia la energía solar pues, de otro
modo, el resultado nunca llegaría a ser positivo.
La potencia obtenida con estos combustibles gaseosos en motores es menor que en
el caso de la gasolina o el gasoil, debido sobre todo al menor poder calorífico de este
combustible, así como a su baja densidad, razón por la cual también es muy inferior su
autonomía; salvo casos excepcionales, se suelen emplear en motores fijos, o ver res-
tringido su uso a tiempos de crisis o de guerra, como ocurrió en Europa durante la
Segunda Guerra Mundial.
Incluso, en estos casos, no es raro que se transforme en energía eléctrica, para lo
que se usa un motogenerador, con un motor de explosión de poca velocidad.
Funcionan bien a velocidad media y con pares altos. El biogás tiene problemas con
la presencia de SH2, ya que es muy corrosivo.
Para llegar a una concentración menor del 0,1% en volumen, en instalaciones gran-
des se usa un sistema de adsorción física mediante productos aminados; el fluído resul-
tante, cargado de SH2, se elimina por calentamiento, con lo que se consigue quitar tam-
bién una gran parte del CO2, y el gas obtenido queda enriquecido en metano, con el
consiguiente aumento de poder calorífico. Tiene la desventaja fundamental en que el
coste del sistema es altísimo, y exige personal altamente cualificado.
En el caso de instalaciones de menor capacidad, se puede recurrir, para la elimina-
ción del SH2, a alguno de los siguientes métodos:
• empleo de una solución de sosa, con el principal inconveniente de la mano de
obra necesaria para preparar la solución, el propio consumo de sosa, alta corro-
sión y, también, el precio;
• viruta de hierro, como elemento de un filtro de forma cilíndrica; hay que oxidar
antes la viruta, para facilitar las reacciones químicas; se necesita una soplante;
la reacción con la viruta es muy exotérmica, pudiéndose llegar a fundir;
• quelatos, asimismo como elementos de un filtro, pero se tienen que usar en gran
cantidad;
• cloruro férrico añadido a la carga diaria del digestor, que no parece haber dado
los resultados que, en un principio, se esperaban;
• tierras a base de óxidos de hierro, que dieron un resultado bastante bueno
durante algunos meses, para bajar de rendimiento a continuación, lo que
impulsó al cambio del material.
3. Gas de gasógeno
En cuanto al gas de gasógeno, obtenido a base de residuos forestales o agrícolas,
supone también el aprovechar unos combustibles que, de otro modo, no se emplearían
con esta facilidad y, sobre todo, no se podrían usar, en forma de gas, como combustible
en motores de combustión interna.
El sistema usual para la obtención del gas de gasógeno consiste en hacer pasar una
pequeña cantidad de aire (mezclado con vapor de agua) a gran velocidad a través de una
gran masa de leña o carbón en combustión. El oxígeno presente en el aire quema el car-
bón, y desprende CO y CO2; éste se reduce de nuevo a CO al entrar en contacto con el car-
358 Los biocombustibles
bón al rojo. El vapor de agua se disocia en H2 y en oxígeno, que se aprovecha para seguir
quemando combustible, y produciendo mas CO y CO2. En todo el proceso, se produce
también metano, y el nitrógeno, inerte, aparece en los gases finales de la combustión.
El porcentaje de cada producto depende, como es natural, de la composición inicial
del sustrato:
CO H2 CH4 O2 CO2 N2
Bio-gas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60% CH4; 40% CO2 21,6 17,8 5,72 3,21 > 120 –36 76
Gas de gasógeno . . . . . . . . . . . . . . . . 23% CO; 18% H2
............................... 10% CO2; 2% CH4 5,57 5,05 1,17 2,57 > 100 –130 51
Metano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CH4 35,9 50,1 9,53 3,41 115 –82,5 47
LPG . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90% C3H8; 10% C4H10 93,5 46,3 – 3,68 112 90 44
Gasoil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . C16H34 – 41,8 – 3,97 – – –
Gasolina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . C8H18 – 43,1 – 3,77 > 90 296 24,2
Combustibles gaseosos
Fuente: Ortiz-Cañavate, J. et al, 1981.
Figura 11.1. Propiedades del biogás y gas de gasógeno en comparación con otros combustibles líquidos y gaseosos.
359
360
Los biocombustibles
Energía solar Medios técnicos
40.000 GJ 2,4 GJ
Hierba Digestor
10 td. m < > 170 GJ 27,4 GJ
Figura 11.2. Balance de masa y energía para 1 ha de ensilado de hierba para producir biogás.
12
Aspectos ambientales
de la obtención y uso
de los biocombustibles
1. Planteamiento de la cuestión
...sin la considera-
ción cuidadosa, res-
petuosa, solidaria de
las realidades natu-
rales, incluidas las
humanas, el desarro-
llo no será verdadero
progreso.
(A. Ramos)
Gráfica 12.1
Juan Carrasco (1990) ya afirmaba que «...una mayor implantación de las ener-
gías renovables se presenta como un elemento imprescindible y de gran significa-
Aspectos ambientales de la obtención y uso de los biocombustibles 365
ECONÓMICAS
Gráfica 12.2
Gráfica 12.3
Gráfica 12.4
Estos impactos podemos agruparlos como efectos físicos negativos y como efectos
químicos negativos.
4.2.1.1. Erosión
Depende de la fase del proceso de extracción que estemos considerando y del
método de saca que se emplee; pero en general, se produce un incremento en la erosión
por varias razones. Así, de una manera directa, en la retirada de residuos forestales y de
fustes de pequeño diámetro se facilitarán los fenómenos de erosión ya que ésta provoca
un gran rozamiento sobre el suelo, que puede ser atacado por las lluvias con los posibles
problemas de escorrentía, pérdidas de horizontes, etc. Si hay un horizonte superior de
materia orgánica (A) muy reducido, la saca provoca una grave alteración sobre el
mismo, al producirse un arrastre mecánico de la capa superficial de materia orgánica.
Desde el punto de vista de la estructura física del suelo los trabajos realizados en la
saca de los fustes pueden originar compactaciones del terreno por pisoteo de los opera-
rios y por el efecto compactante de las máquinas. El segundo problema, generalmente,
es mucho más grave que el primero. Se provoca un problema de erosión al aumentar la
escorrentía y provocar, subsidiariamente, un descalce de raíces. También aparece como
posibilidad el aumento de erosión por arroyada.
Existe una interrelación entre los restos orgánicos del suelo y la erosión. Si llueve a
los pocos días del aprovechamiento, retirar todo el residuo en suelos con un horizonte
superior de materia orgánica (A) muy reducido provoca una grave alteración sobre el
suelo. Pero además, la disminución de restos orgánicos al dejar desnudo el suelo,
aumenta la erosión por salpicadura.
En resumen, aparecen problemas de erosión por arrollada y por salpicadura que
pueden contribuir a aumentar las pérdidas del suelo.
Este problema de erosión depende de las características de la zona, (pendiente,
relieve, materia orgánica,...). Así en zonas de grandes pendientes el suelo debe estar
cubierto para que al llegar las épocas de lluvias se evite en la mayor medida posible.
En terrenos más llanos el problema anterior queda sensiblemente reducido.
4.2.1.2. Compactación
Dependerá de la maquinaria utilizada, generalmente las presiones sobre el suelo se
encuentran entre los 5 y los 11 N/cm2. Los efectos que provoca la compactación de un
suelo son : disminución de la porosidad, así como, un incremento en la escorrentía.
La extracción de troncos no debe realizarse cuando el terreno este húmedo; Stein-
brenne (1955) observó que la compactación provocada por un tractor después de la llu-
via es la misma que produce dicho tractor en terreno seco tras cuatro operaciones.
El método de extracción tiene un gran influencia en la compactación. Siendo el
mejor método la tracción animal, siempre y cuando pueda usarse, y el que más afecta
es el arrastre de los troncos o de los residuos, pudiendo producir un incremento de la
densidad por encima del 40% a 15 cm de profundidad. Los efectos secundarios de la
Aspectos ambientales de la obtención y uso de los biocombustibles 371
Gráfica 12.5
Aspectos ambientales de la obtención y uso de los biocombustibles 373
balance químico de estos elementos. Es decir, retirar madera afecta muy poco a la quí-
mica del suelo. El azufre suele aparecer en hojas, flores y frutos. Si al retirar el residuo
no se extraen hojas, flores y frutos, el azufre sigue permaneciendo en el ecosistema.
Por otro lado, KIMMINS (1987), citado sin referenciar, en la tabla siguiente, mues-
tra el incremento en la pérdida de nutrientes que supone el cambio de método de apro-
vechamiento (de sólo fuste a árbol completo) para edades crecientes de pino silvestre.
El impacto sobre la fauna silvestre puede ser provocado cuando se retira matorral
que sirve de cobijo y alimento para la misma. Del mismo modo hay microorganismos
vivos que viven de la descomposición de restos orgánicos y que forman parte de la
cadena ecológica.
El monte en su totalidad forma un ecosistema mezcla de organismos vegetales y
animales que se verá influenciado cuando parte de su estructura sea eliminada.
En el apeo de los árboles y su posterior salida del monte, se está eliminando un ele-
mento importante del ecosistema, ya que están relacionados no sólo con el suelo, con
el que se produce un intercambio de nutrientes, sino también con el resto de la vegeta-
ción y los numerosos organismos que viven con ellos en simbiosis, además de los posi-
bles animales que los empleen como cobijo o alimento.
Se debe indicar también que los insectos xilófagos y perforadores, como el Blas-
tophagus piniperata, Hilobius abietes, Pissodes notatus, Ips acuminatus y ciertos eco-
líticos provocan y son transmisores de plagas. El hecho de no evacuar los residuos de
madera y dejar que se pudran en el monte puede provocar el aumento de las poblacio-
nes de estos insectos de forma desproporcionada, con los consiguientes problemas de
plagas. Esto se tendrá en cuenta en el momento de la elección del método empleado.
Ahora bien, esto es difícil de cuantificar y analizar ya que en realidad cualquier
entrada en el monte provocará un impacto en este sentido. En cualquier caso éste será
mayor cuanto más interrelacionado esté el organismo que vamos a evacuar y por lo
tanto mayores precauciones se deben disponer.
Gráfica 12.6
Recogida Saca
Apeo Desrame
y apilado
Fustes Residuos
Suelo * N * *** **
Vegetación principal ** + * *** **
Fauna *** P * ** **
Paisaje *** * N N N
Fuente: García-Cañete (trabajo no publicado) y elaboración propia.
* Impacto leve
* * Impacto medio
* * * Impacto medio-severo
P Impacto muy pequeño
N Impacto casi nulo
+ Impacto positivo
376 Los biocombustibles
Emisiones Emisiones
Input de CO2 de CO2
Combustible / operación
energético (kg de CO2 /t (% de las
de ms) totales)
fijación de CO2 para las condiciones españolas. Sus datos publicados en 1997 son los
siguientes:
Caso 1: Producción de electricidad con biomasa de cardo
(Cynara cardunculus L.) (Fernández, 1997).
Para estimar el balance de producción de CO2 del cultivo de cardo, se supone que
por cada kg de materia seca producido en la parte aérea de la planta se fijan 1,53 kg de
CO2 más un 25% que permanece bajo tierra, una parte mineralizada y el resto como
materia orgánica. Tomando como base los datos obtenidos en una plantación experi-
mental que dio una productividad de 23,5 t/ha, con un 25% de humedad (17,8 t de
materia seca por ha) y un PCI (poder calorífico inferior) de 11,17 MJ/kg, se puede
establecer el siguiente balance global de CO2:
— Fijación de CO2 en 1 ha de cardo (17,8 t de materia seca) . . . . . . . . . 34,05 t
— Producción de CO2 en el proceso productivo:
• Maquinaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,25 t
• Materias primas (abonos, plaguicidas, etc.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,46 t
• Transporte de la biomasa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0,06 t
— Producción de CO2 en la combustión de 15 t de materia seca . . . . . . 27,29 t
Fijación neta por ha . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5,99 t
Si posteriormente la biomasa producida se combustiona en una central térmica con
un rendimiento del 33,3%, el citado autor supone que se producen 25,216 MWh eléc-
tricos, por lo que concluye que por cada kWh eléctrico así generado se eliminarían de
la atmósfera 214 g de CO2.
Caso 2: Producción de biocombustible líquido (biodiesel) a partir de cultivo
de girasol (Fernández, 1997).
La especie considerada en este caso es el girasol, Helianthus annus L. (de la que
nos hemos ocupado en capítulos anteriores). Jesús Fernández, para realizar sus cálcu-
los, supone que para fabricar 1 l de biodiesel se emplean 1 l de aceite y 0,087 l de
metanol, obteniéndose como producto residual 0,1 g de glicerina. El girasol se cultiva
en condiciones de secano, en el área mediterránea. Descontando la energía atribuida a
la mano de obra, el cultivo de una hectárea supone el gasto de 4.840 MJ. «Tomando
como base la equivalencia de producción de 76 g de CO2 por cada MJ de energía con-
sumido, en el cultivo de 1 ha de girasol se producirán 0,37 t de CO2). La producción de
biomasa aérea es de 2.300 kg/ha de m.s. (700 kg de pipas y 1.600 kg de paja) y una
biomasa remanente bajo el suelo de 575 kg/ha (25% del total), y teniendo en cuenta la
composición en carbono de las diferentes partes de la planta (63% en las pipas y 43%
en el resto de la biomasa), se puede establecer que por cada ha de cultivo se fija anual-
mente una cantidad total de 5,045 t de CO2.»
La cantidad que se obtendría de aceite a partir del fruto sería del orden del 45% de su
peso (315 kg/ha), con un contenido energético de 37,5 MJ/kg. Teniendo en cuenta que en
la obtención del biodiesel se gastan 2 MJ/l, que producirían 125 g de CO2 (a razón de 76
g/MJ), se podría establecer el siguiente balance global de CO2 para la producción de un
litro de aceite, necesario para la producción de un litro de biodiesel (32,5 MJ/l):
378 Los biocombustibles
chamiento energético). Habría que recalcularlo para el caso del I-214, nuestros
cálculos en España y Chile han dado valores aproximados a las 0,77 t. El tema
del riego lo consideraremos como un factor reductor al final de los cálculos, ya
que es muy variable con la zona en la que se realiza la plantación de I-214. Si se
desea calcular aquí el dato de referencia es: Emisión de 76 g de CO2 por cada
MJ empleado en bombeo de agua.
Denominamos E1 al valor 0,77 t de CO2.
• Como la molécula-gramo de CO2 pesa 44 gramos frente a los 12 gramos que
contiene de carbono el CO2 fijado será:
18.000 kg · 0,5 · (44/12) · 1,25 = 41.250 kg = 41,250 t de CO2 = FI.
Fase 2.a Combustión y generación de energía eléctrica.
— Poder calorífico superior anhidro: 4.200 kcal/kg = 17.556 kJ/kg. Siguiendo las
citas de Gimeno (1989) los valores del poder calorífico superior del Populus
nigra L. están comprendidos entre 4.449 kcal/kg (Fabricius y Gross, citados
por Elvira) y 4.601 kcal/kg (Feher, citado por Elvira), por lo que el valor de
4.200 kcal/kg nos parece aceptable. Según análisis de laboratorio publicados
[Elvira y Hernando Lara (1989)] y valor esperado teniendo en cuenta la com-
posición química de la madera de I-214 aplicando la fórmula de Dulong Petit.
— Secado de la biomasa: Natural y muy leve contracorriente.
— Horas de funcionamiento de la central térmica: 6.750 horas/año = 24.300.000
s/año; según la publicación Energía 99, editada por el Forum Atómico Español
y que recoge datos de la AIE (Agencia Internacional de la Energía).
— Rendimiento energético, en términos de energía eléctrica; es decir, el cociente
entre kWh eléctricos y el producto de la masa por el poder calorífico de refe-
rencia, de la central propuesta: 30% (debido a las buenas características com-
bustibles de la madera de chopo). Las cenizas y partículas sólidas obtenidas en
la combustión son recicladas en la propia parcela o tallar donde se realizó la
plantación, cerrando así el ciclo de nutrientes.
— Unidad de transformación: 1 MJ eléctrico = 1.000 kJ eléctricos = 1.000 kWs =
= 1.000 kWs (1 hora / 3600 s) = 0,2777 kWh eléctricos.
• Energía eléctrica obtenida: 18.000 kg · 17.556 kJ/kg · 0,3 = 94.802,4 MJ =
= 94.802,4 · 0,2777 kWh eléctricos = 26.326,626 kWh eléctricos.
Supondremos que un 3% de la energía disponible se emplea en el secado (se utiliza
para secar el secado natural y un secadero contracorriente), por lo que la energía eléc-
trica realmente disponible es:
26.326,626 · 0,97 = 25.536,27 kWh eléctricos = PE
• Potencia instalada: 94.802,4 · 0,97 MJ / (6.750 · 3.600 s) = 3,78 kW
• CO2 emitido en la combustión.
18.000 kg · 0,5 · (44/12) = 33,00 t de CO2 = E2
• Balance de CO2 fijado, por hectárea:
BA = FI – E1 – E2 = (41,250 – 0,77 – 32,99) t = 7,48 t = 7.480 kg
Aspectos ambientales de la obtención y uso de los biocombustibles 381
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Anexo
Autor: José Ignacio de la Fuente Domínguez.
TABLA 1
Prefijos y símbolos de los múltiplos y submúltiplos decimales de las unidades del S.I.
Múltiplos Submúltiplos
TABLA 2
Unidades de masa
TABLA 3
Unidades de longitud
TABLA 4
Unidades de tiempo