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Vitamina D - La vitamina del sol

viernes, 3 de abril de 2020 14:09:08 (Europe/Berlin)

Dra. Heidi Fritz, MA, ND - Bolton Naturopathic Clinic, Ontario (Canadá)


La vitamina D, también conocida como colecalciferol o "la vitamina del sol”, además de su conocido
papel en la salud ósea, la vitamina D ha sido estudiada como un agente importante en la modulación
de la función inmune, el humor, y la función cognitiva, así como en los factores de riesgo
cardiovascular y efectos protectores contra el desarrollo del cáncer (1). En este artículo se revisará la
ciencia más reciente en algunas de estas áreas.
La vitamina D y el Estado de Ánimo
La vitamina D es especialmente importante cuando nos adentramos en los meses de invierno. Debido
a la reducción de la exposición al sol durante este tiempo, los niveles de vitamina D de una persona
tienden a ser más bajos en los meses de invierno y en la primavera. Esto puede desempeñar un papel en
el trastorno afectivo estacional (TAE), o las menos graves, pero aún desagradables como la
"depresión de invierno" (2).
Las neuronas del cerebro expresan el receptor VDR y por lo tanto responden a la vitamina D. Más de
7.300 adultos con enfermedad cardiovascular fueron evaluados por sus niveles de vitamina D en sangre
y su asociación a la depresión. En comparación con los niveles óptimos (> 125 nmol/L, 50 ng/ml), los
pacientes con niveles bajos (38-75nmol/L, 16-30 ng/ml) y muy bajos (≤ 37 nmol/L, 15 ng/ml) de vitamina
D estaban en riesgo elevado de tener depresión, con un riesgo aumentado en más de dos veces en cada
grupo (3).
Un estudio examinó el efecto de la suplementación de vitamina D en los síntomas depresivos durante los
meses de invierno entre nueve mujeres con niveles de vitamina D en sangre <100 nmol / L (40 ng / ml).
Después de la administración de suplementos de vitamina D, los niveles aumentaron en casi un 50 nmol /
L y se registró una reducción de 10 puntos en la puntuación de la depresión (Inventario de Depresión de
Beck) (2).
Otro ensayo controlado aleatorio evaluó los efectos de la suplementación con vitamina D entre más de
440 adultos con depresión. Después de un año a una dosis diaria de a 3000 a 6000 UI, hubo una mejoría
significativa en la puntuación de la depresión en los dos grupos que recibieron vitamina D, pero no en
el grupo placebo (4).
Por último, un ensayo comparó la efectividad de la vitamina D en combinación con un antidepresivo
(fluoxetina), con la medicación sola. Un total de 42 pacientes con un diagnóstico de trastorno depresivo
mayor fueron asignados al azar en dos grupos para recibir diariamente ya sea 1500 UI de vitamina D3
más 20 mg de fluoxetina o fluoxetina sola durante ocho semanas. Los resultados mostraron que la
fluoxetina combinada con vitamina D fue superior a la fluoxetina sola, a partir de unas cuatro
semanas (5).
La vitamina D y la Función Cognitiva
El papel de la vitamina D en los pacientes mayores con deterioro cognitivo leve o enfermedad de
Alzheimer está empezando a recibir más atención por parte de los investigadores. Un estudio reciente
demostró que la vitamina D puede ayudar a proteger las neuronas de la degeneración causada por la
beta-amiloide (implicado en la enfermedad de Alzheimer) y el glutamato (un producto químico excitante
potencialmente tóxico para el cerebro) (12).
Varios estudios han demostrado una asociación entre los niveles de vitamina D en la sangre y el
deterioro cognitivo leve. Un estudio encontró una asociación entre los niveles de vitamina D y el
deterioro cognitivo en un grupo de 165 pacientes con diabetes tipo 2 (13). Otro estudio siguió a más de
10.000 personas danesas durante 30 años. Este estudio encontró que los niveles de vitamina D se
asociaron significativamente con el riesgo de desarrollar Alzheimer o demencia vascular (14).
Recientemente, una revisión sistemática analizó la relación entre la vitamina D y la memoria y diversas
"funciones ejecutivas", como la velocidad de procesamiento, el cambio mental, y la actualización de la
información. Los niveles más bajos de vitamina D se asocian con un mayor riesgo de las funciones
ejecutivas pobres. Por otro lado, la suplementación con vitamina D resultó en la mejora de las funciones
ejecutivas, aunque esto no fue significativo en comparación con grupos control (15).
Por último, un estudio prospectivo evaluó la capacidad de los niveles de vitamina D en sangre para
predecir el riesgo de desarrollar demencia no asociada a Alzheimer. Cuarenta mujeres mayores fueron
divididas en dos grupos en función de si tenían o no deficiencia de vitamina D. Tras 7 años de
seguimiento encontraron una asociación entre un déficit de vitamina D al inicio del estudio y un aumento
de casi 20 veces en la aparición de la demencia no asociada a Alzheimer. Esto sugiere que el tener
unos niveles óptimos de vitamina D puede ser un importante factor protector contra el deterioro
cognitivo y la demencia, incluso dentro de un período de tiempo relativamente corto de siete años (16).
El primer ensayo en humanos con altas dosis de vitamina D en el tratamiento de la enfermedad de
Alzheimer está actualmente en curso (17).
La Vitamina D y la Inmunidad
Otro importante papel de la vitamina D es la modulación de la función inmune. Curiosamente, la
vitamina D puede tanto mejorar la función inmune como disminuir la hiperreactividad inmune
en enfermedades autoinmunes, asma o alergias.
La suplementación con vitamina D durante el invierno ha demostrado reducir las infecciones del tracto
respiratorio superior, tales como el resfriado y la gripe. Por ejemplo, un estudio evaluó los efectos de
1.200 UI de vitamina D en escolares en los meses de invierno. Los resultados mostraron una reducción
en el riesgo de gripe A del 40% en el grupo de vitamina D con respecto al grupo placebo. También hubo
una reducción del 80% de ataques de asma entre los niños con un diagnóstico previo de asma (18).
Un estudio alemán evaluó el efecto de la vitamina D en combinación con otros micronutrientes (vitamina
C, ácido fólico y selenio), en la función inmune en 192 pacientes propensos a infecciones recurrentes de
las vías respiratorias alta. El estudio encontró que la mejoría de los síntomas fue significativamente
mayor en el grupo con suplemento en comparación con el placebo. La vitamina D y suplementos de
micronutrientes también mejoraron la frecuencia y severidad de los síntomas (19).
El asma es un estado de hiperreactividad inmune donde las vías respiratorias se inflaman, producen un
exceso de moco y se contraen en respuesta a los desencadenantes ambientales como el polvo y
los alérgenos. La vitamina D se ha demostrado mejorar los síntomas y la función inmune en
pacientes con asma.
Un estudio que evaluó a más de 1.000 niños encontró que la deficiencia de vitamina D se asoció con
peores resultados de la función pulmonar (20). Entre los niños que toman corticosteroides inhalados la
función pulmonar de los niños deficientes en vitamina D fue menos de la mitad que la de los niños con
niveles suficientes de vitamina D. (18).
Otro estudio encontró que los suplementos de vitamina D en niños con asma pueden reducir las
exacerbaciones del asma experimentadas cuando los niños se resfrían o enferman de gripe. (21). La
deficiencia de vitamina D en los adultos también se ha asociado con una peor función pulmonar, el
aumento de la hiperreactividad de las vías respiratorias, y una peor respuesta al tratamiento con
corticosteroides (22). Estas evidencias han hecho que incluso los expertos se hagan la pregunta de si la
vitamina D merece tener un papel en el tratamiento convencional del asma (23).
Estos son sólo algunos de los beneficios de la vitamina D. Una evaluación del estado de la vitamina D (un
análisis de sangre) puede ayudar a guiarle en la toma de la dosis más adecuada de vitamina D para
usted.
Bibliografía:
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621.
2. Shipowick, C.D., et al. “Vitamin D and depressive symptoms in women during the winter: a pilot study”. Applied Nursing Research Vol. 22, No. 3
(2009): 221–225.
3. May, H.T., et al. “Association of vitamin D levels with incident depression among a general cardiovascular population”. American Heart Journal Vol.
159, No. 6 (2010): 1037–1043.
4. Jorde, R., et al. “Effects of vitamin D supplementation on symptoms of depression in overweight and obese subjects: randomized double blind trial”.
Journal of Internal Medicine Vol. 264, No. 6 (2008): 599–609.
5. Khoraminya, N., et al. “Therapeutic effects of vitamin D as adjunctive therapy to fluoxetine in patients with major depressive disorder”. The Australian
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9. Annweiler, C., et al. “Meta-analysis of memory and executive dysfunctions in relation to vitamin D”. Journal of Alzheimer’s Disease Vol. 37, No. 1
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10. Annweiler, C., et al. “Serum vitamin D deficiency as a predictor of incident non-Alzheimer dementias: a 7 year longitudinal study”. Dementia and
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12. Urashima, M., et al. “Randomized trial of vitamin D supplementation to prevent seasonal influenza A in schoolchildren”. The American Journal of
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14. Wu, A.C., et al; Childhood Asthma Management Program Research Group. “Effect of vitamin D and inhaled corticosteroid treatment on lung function
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17. Gordon, B.R. “Should vitamin D supplementation be a regular part of asthma care?” Otolaryngologic Clinics of North America Vol. 47, No. 1 (2014):
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