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INTRODUCCION

El derecho como ciencia social se caracteriza por ser dinámico, el derecho debe
adaptarse para responder y atender a las necesidades sociales que así lo demanden. En esta
adaptación o cambio, es importante también que el derecho atienda a la validez formal y a la validez
intrínseca de la norma, pero además, debe resolver una problemática real, esto es, lo que se busca es
que las normas sean justas, formales y eficaces.

Después del enfrentamiento entre el ius-naturalismo y el ius-positivismo, por mucho


tiempo se han considerado como opuestas, según Norberto Bobbio, el positivismo jurídico en relación
con el iusnaturalismo, bajo ciertos puntos de vista, se contraponen o excluyen; sin embargo, bajo otros,
coinciden, lo cual resulta importante. Reforzando ésta idea, también Eduardo García Máynez en su
Teoría de los tres círculos, igual como lo propone Bobbio en torno al positivismo y iusnaturalismo, no se
excluyen, pero tampoco se incluyen una dentro de la otra.

Si bien, el derecho objetivo no implica forzosamente el que esas normas formalmente


válidas, por haber sido creadas por el estado, deban ser intrínsecamente justas, tampoco lo es el que no
deban serlo; más bien, pueden complementarse; por lo que debe privilegiarse a la validez formal e
intrínseca de la norma, de manera conjunta ni una arriba de la otra; ambas al mismo nivel. Y si a esa
validez formal e intrínseca se le agrega como una tercera dimensión, el aspecto de la eficacia de la
norma, como lo advierte que Eduardo García Máynez, nos remite a una tercera categoría, distinta al
positivismo y iusnaturalismo, lo que se conoce como "el realismo jurídico"; ésta última, tampoco viene a
contraponerse o a excluirse con las anteriores; por tanto, la norma jurídica ideal debería ser aquella que
sea justa por los valores que encierra; formal por la validez del proceso de creación; y eficaz, ya que
realmente deberá ser obedecida o cumplida.
ANTECEDENTES DE LOS MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS.

TRANSFORMACIÓN DE LOS SISTEMAS DE JUSTICIA PENAL.

Desde el surgimiento del Derecho hace miles de años en las primeras civilizaciones de
la Edad Antigua, hasta hoy en día con el surgir de las grandes urbes modernas, existe entre la población
la idea generalizada de que el hecho del endurecimiento de las penas, y en general el rigorismo punitivo
pueda ser la solución a todos los problemas de la sociedad. Esto se puede constatar a través de
vestigios históricos que reafirman los principios de la justicia retributiva como lo son:
 La Ley del Talión (Lex Talionis),
 el Código de Hammurabi,
 la Ley de las XII Tablas,
 la Blutrache germánica,
o actualmente en las legislaciones penales vigentes que contemplan:
 La pena de muerte, Siendo esta misma el ejemplo máximo de justicia retributiva
y rigor punitivo.
La brutalidad y complejidad de los crímenes que aquejan a las sociedades modernas,
derivado principalmente de una descomposición social latente nulamente atendida, además de
psicopatías y degeneraciones entre los individuos que derivan en conductas criminales que tienden a
magnificarse morbosamente en los medios de comunicación modernos, aunado a factores propios y
diversos de la Era Moderna, parecieran justificar esta noción, ante la mirada horrorizada del ciudadano
común que teme por su integridad y vida misma. Pero la eficacia real del rigor punitivo en la práctica, se
encuentra bastante alejado de ser la solución absoluta a todos los problemas de justicia de la sociedad.
Esto cobra vigencia cuando analizamos que no todos los conflictos emergentes, en especial aquellos que
por su mínima o nula peligrosidad pudiese ser desahogado por una vía alterna, debieran pasar de forma
forzosa por un proceso tradicional de impartición de justicia retributiva. La saturación de tribunales por
casos de menor cuantía o ínfimas disputas que rayan en lo absurdo, los cuales en el común del ejercicio
son los más de los 6 menos, aunado a una carga burocrática y un proceso judicial que resulta costoso,
lento y poco eficiente en su funcionamiento para el ciudadano y contribuyente común, revela que en la
cruda realidad la implementación de medios tradicionales de resolución de conflictos y su respectivo
incremento en la rigurosidad de la pena no se traduce positivamente en una mejor atención a la víctima,
ni una disminución en la criminalidad que embarga a las sociedades modernas. Esto impacta
directamente en el principio de la impartición de justicia pronta y expedita, el cual no siempre se cumple
en la praxis como consecuencia de las causas antes mencionadas.
Es precisamente por lo anteriormente expuesto que surge gradualmente la necesidad de
una transformación del sistema de justicia penal. Siendo a partir del último cuarto y finales del siglo XX,
así como principios del siglo XXI, donde nacen de forma institucional dentro de los organismos de
procuración de justicia modernos fundamentados bajo un propósito muy claro los medios alternativos de
solución de conflictos, bajo un enfoque de justicia restaurativa, como una respuesta práctica a una
necesidad real de la sociedad actual, “buscando centrar la atención en las víctimas, brindando la
atención adecuada como es debido, y logrando que el delincuente asuma la responsabilidad por el daño
que ha hecho a las personas y sus familias1 ”. Es aquí donde se origina la transformación tanto a nivel
ideológico, académico, operativo, cultural y jurídico, de los diversos sistemas de justicia penal en la gran
mayoría de los países del mundo durante fines del siglo XX, con miras a eficientar sus procesos de
administración de justicia bajo un marco de economía y prontitud, apegado al estricto velo de los
derechos humanos, y permitiendo la inclusión de medios alternos de solución de conflictos, que provean
una resolución más humana y cercana a los conflictos cotidianos del hombre en sociedad.

MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE


CONTROVERSIAS COMO DERECHO HUMANO.

Los Derechos Humanos son los que posee la persona por el solo hecho de serlo, que
todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar,
proteger y garantizar, de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad. En el caso concreto de México, el Artículo 17 segundo párrafo de la
Constitución Política de México contempla el derecho fundamental de acceso a la justicia como el
derecho público subjetivo que toda persona tiene para que se le imparta justicia por tribunales expeditos,
dentro de los plazos y términos previstos por las leyes, bajo principios de prontitud, justicia completa e
imparcial. En el cuarto párrafo del mismo precepto constitucional a partir de junio de 2008, se han
reconocido como un derecho humano para acceder a la justicia los mecanismos alternativos de solución
de controversias, que consisten en la negociación, mediación, conciliación y el arbitraje
EL CONFLICTO Y LOS MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE
CONTROVERSIAS.
Existen diversas formas para poner fin a un conflicto, sin embargo, no equivalen todas a
una verdadera solución al mismo, por ejemplo; a través de la fuerza, una de las partes impone su
voluntad a los demás, pero el conflicto subsiste. En el caso de las formas heterocompositivas, un tercero
imparcial es quien decide sobre la controversia, ejemplo de ellas son la jurisdicción y el arbitraje. Por su
parte, en las formas autocompositivas son los involucrados quienes dan fin al conflicto, como sucede en
la negociación, la conciliación y la mediación, y se presentan mayores posibilidades de brindar una
solución que satisfaga a los implicados. Las formas auto-compositivas comparten elementos comunes,
principalmente que existe el acercamiento entre las personas en conflicto porque son ellas quienes
aceptan o deciden sobre la solución, sin embargo, poseen elementos distintivos. En la vía jurisdiccional
los juzgados resuelven conflictos derivados de cualquier relación jurídica. El juez juzga y ejecuta lo
juzgado. Reúne la autoría y la protestad. En el arbitraje el tercero decide sobre el caso que se le
presenta, y las partes deben aceptar la decisión. Él reúne la autoría pero no tiene potestad. La decisión
del árbitro se asimila a la sentencia de un juez y es denominado laudo arbitral. En la negociación las
partes involucradas llegan a un acuerdo, por lo general cada una se asiste de un experto (asesor,
abogado, etcétera), pero durante la negociación son ellos directamente los que dirigen y desarrollan el
proceso. Se diseñan estrategias (analizar hasta dónde conceder o hacer creer que se cede), para
obtener y lograr cada parte su mayor beneficio, que sea el mejor para todos es secundario. La dinámica
es que alguien gana en la medida que el otro cede (o pierde).
Conciliar al igual que mediar, también aproxima. La conciliación comparte con la
negociación la idea de equiparar el éxito del resultado con la celebración de un acuerdo por escrito. Se
recurre a ella con mayor frecuencia en el ámbito civil y laboral. El conciliador no sólo reconduce sino que
orienta y puede proponer soluciones. Por otro lado, comparte con la mediación la asistencia de un
tercero, la nota distintiva es el protagonismo de ese tercero. El conciliador tiene mayor relevancia en la
solución, en su función está el sugerir alternativas; en tanto que el mediador se pone al servicio de los
mediados, colaborando con ellos para que puedan lograr la solución. Deja el protagonismo a los
involucrados en el conflicto, se encarga de generar las condiciones óptimas para la comunicación y el
entendimiento. En la mediación, el mediador provoca la construcción de puentes de comunicación entre
los mediados. No es terapia pero tiene efectos terapéuticos. El mediador escucha a las partes
involucradas para identificar los intereses y facilitar un camino que permita encontrar soluciones
equitativas y justas para los participantes de la controversia. No se cede, se construye hacia el futuro.
Los mediados se mueven en la dinámica ganar-ganar. Lo primordial no es llegar a un acuerdo, sino la
gestión del conflicto, conciliar diferencias con base en el respeto y el reconocimiento
Como podemos observar en las formas auto compositivas mencionadas anteriormente,
todas y cada una de ellas, cuentan con elementos característicos muy específicos que las definen y que
marcan diferencias sustanciales, tanto en el fondo como en su forma.
Conciliación. Desde el punto de vista doctrinal se define como: “…la conciliación es
aquel procedimiento consistente en facilitar el relacionamiento y comunicación entre las partes,
designando a un tercero neutral, cuya función es la de compenetrarse con la controversia y sugerir
fórmulas de solución a las partes siendo estas quienes resuelven el conflicto
. Conciliación: Procedimiento no jurisdiccional de resolución de conflictos entre
particulares en materia penal, civil, mercantil, familiar o justicia para adolescentes, que tiene como
propósito que un tercero, ajeno al conflicto, proponga soluciones pacíficas y concretas entre las partes, y
éstas lleguen a un acuerdo…”
Arbitraje. Desde el punto de vista doctrinal: “Aquella institución jurídica por la que dos o
más personas establecen que cierta controversia específicamente determinada, existente entre ellas, sea
resuelta, conforme a un procedimiento legalmente establecido, por tercero o por terceros, a los que se
designa voluntariamente y a cuya decisión expresamente se someten, ya sea esta dictada conforme a
Derecho, ya conforme a equidad”.
El arbitraje es un procedimiento alterno de solución de conflictos, a través del cual, las
partes deciden voluntariamente, someter sus diferencias ante un tribunal arbitral.
Negociación. Es definida por el jurista Villalba desde el punto de vista doctrinal como: "
proceso mediante el cual dos o más partes -que tienen intereses tanto comunes como opuestos
intercambian información a lo largo de un período, con miras a lograr un acuerdo para sus relaciones
futuras ”.
Correa y Navarrete la definen como: "Proceso de lograr aceptación de ideas, propósitos
e intereses, buscando el mejor resultado posible, de tal manera que todas las partes sean beneficiadas".

La Mediación. Es un procedimiento extrajudicial de solución de controversias, por el cual


las partes, asistidas por un tercero neutral llamado mediador, procuran un acuerdo voluntario”.
Mediación: Método Alterno no adversarial, a través del cual en un conflicto interviene un
Prestador de Servicios de Métodos Alternos o varias personas con cualidades de independencia,
neutralidad, imparcialidad, confidencialidad y capacidad, denominadas Prestadores de Servicios de
Métodos Alternos, quienes sin tener facultad de decisión en las bases del acuerdo que se pudiera lograr,
ni de emitir juicio o sentencia, facilitan la comunicación entre los participantes en conflicto, con el
propósito de que tomen el control del mismo y arriben voluntariamente a una solución que le ponga fin
total o parcialmente”.
Juntas Restaurativas. La junta restaurativa se define como el mecanismo mediante el
cual la víctima u ofendido, el imputado y, en su caso, la comunidad afectada, en libre ejercicio de su
autonomía, buscan, construyen y proponen opciones de solución a la controversia, con el objeto de
lograr un Acuerdo que atienda las necesidades y responsabilidades individuales y colectivas, así como la
reintegración de la víctima u ofendido y del imputado a la comunidad y la recomposición del tejido social.

PRINCIPIOS RECTORES DE LOS MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN


DE CONTROVERSIAS
Según lo estipulado por la Ley Nacional De Mecanismos Alternativos De Solución De
Controversias en Materia Penal en su artículo cuarto, los principios rectores de los mecanismos
alternativos de solución de controversias son:
- Voluntariedad; La participación de los Intervinientes deberá ser por propia decisión,
libre de toda coacción y no por obligación.
-Información; Deberá informarse a los Intervinientes, de manera clara y completa, sobre
los Mecanismos Alternativos, sus consecuencias y alcances
- Confidencialidad; La información tratada no deberá ser divulgada y no podrá ser
utilizada en perjuicio de los Intervinientes dentro del proceso penal, salvo que se trate de un delito que se
esté cometiendo o sea inminente su consumación y por el cual peligre la integridad física o la vida de una
persona, en cuyo caso, el Facilitador lo comunicará al Ministerio Público para los efectos conducentes.
-Flexibilidad y simplicidad; Los mecanismos alternativos carecerán de toda forma
estricta, propiciarán un entorno que sea idóneo para la manifestación de las propuestas de los
Intervinientes para resolver por consenso la controversia; para tal efecto, se evitará establecer
formalismos innecesarios y se usará un lenguaje sencillo.
- Imparcialidad; Los Mecanismos Alternativos deberán ser conducidos con objetividad,
evitando la emisión de juicios, opiniones, prejuicios, favoritismos, inclinaciones o preferencias que
concedan u otorguen ventajas a alguno de los Intervinientes.
- Equidad; Los Mecanismos Alternativos propiciarán condiciones de equilibrio entre los
Intervinientes.
- Honestidad; Los Intervinientes y el Facilitador deberán conducir su participación
durante el mecanismo alternativo con apego a la verdad.

REGULACIÓN NACIONAL DE LOS MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE


CONTROVERSIAS.
En 1981 México se incorpora al régimen internacional de los derechos humanos, toda
vez que se ratificó un bloque de diferentes tratados internacionales, entre los que destacan:
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el marco regional del sistema
interamericano;
Los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos, y de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, en el ámbito universal de las Naciones Unidas.
En 1998 México acepta la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos —incorporándose plenamente al sistema interamericano establecido en la
Convención Americana de Derechos Humanos, de la que ya era parte.
La reforma constitucional de seguridad y justicia del 18 junio de 2008, está orientada a
otorgar una mayor certeza jurídica a las víctimas y a los presuntos responsables; establece que el
proceso penal será oral (buscando eficacia y expedites) y asigna un nuevo reparto de responsabilidades
entre los actores del sistema; instituye nuevos mecanismos para combatir la delincuencia organizada, y
crea los mecanismos alternativos de solución de controversias.
Es así que a partir de 2008 la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
reconoce los mecanismos alternativos de resolución de controversias (MARC) o formas alternativas de
justicia, en el artículo 17, relacionado estrechamente con el artículo 18. En efecto, si revisamos el diario
de los debates que tuvieron como resultado la reforma de seguridad y justicia del 18 de junio de 2008, en
específico los que se refieren a la reforma del artículo 17 de nuestra carta Magna, encontraremos la
confirmación a esta aseveración.
“Mediación en el Sistema de Justicia Penal Art. 17 Constitucional. … Las leyes
preverán mecanismos alternativos de solución de controversias. En la materia penal regularán su
aplicación, asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos en que se requiera supervisión
judicial. .…” La iniciativa dictaminada en la Cámara de Senadores en conjunto con la minuta de la
Cámara de Diputados, respecto a las propuestas de modificación del artículo 17, indicó: “Se adiciona un
último párrafo para que los mecanismos alternativos de solución de controversias sean eje toral del
sistema de justicia en general y, por supuesto, del penal.”
Actualmente los principales mecanismos previstos en los procedimientos orales que
están en vigor en los códigos locales son:
a) Criterios De Oportunidad, que se aplican a hechos ilícitos de menor jerarquía y que
no afectan el interés público;
b) Juicio Abreviado, cuando el imputado admite el hecho ilícito que se le atribuye, sea
solicitado por el Ministerio Público en la audiencia donde se dicta el auto de vinculación a proceso y no
haya oposición fundada de la víctima u ofendido;
c) Acuerdos Reparatorios, que consisten en un pacto o arreglo entre el imputado y la
víctima, que se aplican sobre todo en los delitos culposos o de contenido patrimonial;
d) Suspensión Del Proceso A Prueba, en el cual el juez fija el plazo y las condiciones
bajo las cuales se suspende el proceso y aprueba el plan de reparación del daño propuesto por el
imputado, si transcurre el plazo sin que la suspensión haya sido revocada, se extingue la acción penal y
el tribunal dicta el correspondiente sobreseimiento.
Debe aclararse que aunque la doctrina en general ha clasificado a la negociación,
mediación y conciliación como los “medios alternativos de solución de controversias”, éstos son sólo los
métodos orgánicos para llegar al resultado alternativo, es decir, a los acuerdos reparatorios.
Por su parte, el artículo 18 constitucional refiere al sistema integral de justicia aplicable a
quienes cometan conductas tipificadas como delitos por las leyes penales, que sean mayores de 15
años.
La operación de dicho sistema, estará a cargo de instituciones, tribunales y autoridades
especializadas en la procuración e impartición de justicia para adolescentes en el ámbito de sus
respectivas competencias. Se podrán aplicar medidas de orientación, protección y tratamiento,
atendiendo las particularidades de las situaciones, pero siempre atendiendo la protección integral y el
interés superior del menor.
El párrafo sexto del mismo artículo 18 Constitucional menciona: “Las formas alternativas
de justicia deberán observarse en la aplicación de este sistema, siempre que resulte procedente. En
todos los procedimientos seguidos a los adolescentes se observará la garantía del debido proceso legal,
así como la independencia entre las autoridades que efectúen la remisión y las que impongan las
medidas. Éstas deberán ser proporcionales a la conducta realizada y tendrán como fin la reintegración
social y familiar del adolescente, así como el pleno desarrollo de su persona y capacidades. El
internamiento se utilizará solo como medida extrema y por el tiempo más breve que proceda y podrá
aplicarse únicamente a adolescentes mayores de catorce años de edad por la comisión de conductas
antisociales calificadas como graves.

SOLUCIONES ALTERNAS Y FORMAS DE TERMINACIÓN ANTICIPADA

CODIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES


Artículo 183. Principio general
En los asuntos sujetos a procedimiento abreviado se aplicarán las disposiciones
establecidas en este código.
En todo lo no previsto en este Título, y siempre que no se opongan al mismo, se aplicarán
las reglas del proceso ordinario.
Para las salidas alternas y formas de terminación anticipada, la autoridad competente
contará con un registro para dar seguimiento al cumplimiento de los acuerdos preparatorios, los procesos
de suspensión condicional del proceso, y el procedimiento abreviado, dicho registro deberá ser
consultado por el Ministerio Público y la autoridad judicial antes de solicitar y conceder, respectivamente,
alguna forma de solución alterna del procedimiento o de terminación anticipada del proceso.

Artículo 184. Soluciones alternas


Son formas de solución alterna del procedimiento:

I. El acuerdo reparatorio, y
II. La suspensión condicional del proceso.
Artículo 185. Formas de terminación anticipada del proceso
El procedimiento abreviado será considerado una forma de terminación anticipada del proceso.

ACUERDOS REPARATORIOS
Artículo 186. Definición
Los acuerdos reparatorios son aquéllos celebrados entre la víctima u ofendido y el imputado
que, una vez aprobados por el Ministerio Público o el Juez de control y cumplidos en sus términos, tienen
como efecto la extinción de la acción penal.

Artículo 187. Control sobre los acuerdos reparatorios


Procederán los acuerdos reparatorios únicamente en los casos siguientes:
I. Delitos que se persiguen por querella, por requisito equivalente de parte ofendida o que
admiten el perdón de la víctima o el ofendido;
II. Delitos culposos, o
III. Delitos patrimoniales cometidos sin violencia sobre las personas.
No procederán los acuerdos reparatorios en los casos en que el imputado haya celebrado
anteriormente otros acuerdos por hechos que correspondan a los mismos delitos dolosos, tampoco
procederán cuando se trate de delitos de violencia familiar o sus equivalentes en las Entidades
federativas. Tampoco serán procedentes los acuerdos reparatorios para las hipótesis previstas en las
fracciones I, II y III del párrafo séptimo del artículo 167 del presente Código.
Tampoco serán procedentes en caso de que el imputado haya incumplido previamente un
acuerdo reparatorio, salvo que haya sido absuelto.
Artículo 188. Procedencia
Los acuerdos reparatorios procederán desde la presentación de la denuncia o querella hasta
antes de decretarse el auto de apertura de juicio. En el caso de que se haya dictado el auto de
vinculación a proceso y hasta antes de que se haya dictado el auto de apertura a juicio, el Juez de
control, a petición de las partes, podrá suspender el proceso penal hasta por treinta días para que las
partes puedan concretar el acuerdo con el apoyo de la autoridad competente especializada en la materia.
En caso de que la concertación se interrumpa, cualquiera de las partes podrá solicitar la
continuación del proceso.
Artículo 189. Oportunidad
Desde su primera intervención, el Ministerio Público o en su caso, el Juez de control,
podrán invitar a los interesados a que suscriban un acuerdo reparatorio en los casos en que proceda, de
conformidad con lo dispuesto en el presente Código, debiendo explicarles a las partes los efectos del
acuerdo.
Las partes podrán acordar acuerdos reparatorios de cumplimiento inmediato o diferido. En
caso de señalar que el cumplimiento debe ser diferido y no señalar plazo específico, se entenderá que el
plazo será por un año. El plazo para el cumplimiento de las obligaciones suspenderá el trámite del
proceso y la prescripción de la acción penal.
Si el imputado incumple sin justa causa las obligaciones pactadas, la investigación o el
proceso, según corresponda, continuará como si no se hubiera celebrado acuerdo alguno.
La información que se genere como producto de los acuerdos reparatorios no podrá ser
utilizada en perjuicio de las partes dentro del proceso penal.
El juez decretará la extinción de la acción una vez aprobado el cumplimiento pleno de las
obligaciones pactadas en un acuerdo reparatorio, haciendo las veces de sentencia ejecutoriada.

Artículo 190. Trámite


Los acuerdos reparatorios deberán ser aprobados por el Juez de control a partir de la
etapa de investigación complementaria y por el Ministerio Publico en la etapa de investigación inicial. En
este último supuesto, las partes tendrán derecho a acudir ante el Juez de control, dentro de los cinco
días siguientes a que se haya aprobado el acuerdo reparatorio, cuando estimen que el mecanismo
alternativo de solución de controversias no se desarrolló conforme a las disposiciones previstas en la ley
de la materia. Si el Juez de control determina como válidas las pretensiones de las partes, podrá declarar
como no celebrado el acuerdo reparatorio y, en su caso, aprobar la modificación acordada entre las
partes.
Previo a la aprobación del acuerdo reparatorio, el Juez de control o el Ministerio Público
verificarán que las obligaciones que se contraen no resulten notoriamente desproporcionadas y que los
intervinientes estuvieron en condiciones de igualdad para negociar y que no hayan actuado bajo
condiciones de intimidación, amenaza o coacción.
SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCESO
Artículo 191. Definición
Por suspensión condicional del proceso deberá entenderse el planteamiento formulado
por el Ministerio Público o por el imputado, el cual contendrá un plan detallado sobre el pago de la
reparación del daño y el sometimiento del imputado a una o varias de las condiciones que refiere este
Capítulo, que garanticen una efectiva tutela de los derechos de la víctima u ofendido y que en caso de
cumplirse, pueda dar lugar a la extinción de la acción penal.

Artículo 192. Procedencia


La suspensión condicional del proceso, a solicitud del imputado o del Ministerio Público
con acuerdo de aquél, procederá en los casos en que se cubran los requisitos siguientes:
I. Que el auto de vinculación a proceso del imputado se haya dictado por un delito
cuya media aritmética de la pena de prisión no exceda de cinco años;
II. Que no exista oposición fundada de la víctima y ofendido, y
III. Que hayan transcurrido dos años desde el cumplimiento o cinco años desde el
incumplimiento, de una suspensión condicional anterior, en su caso.
Lo señalado en la fracción III del presente artículo, no procederá cuando el imputado
haya sido absuelto en dicho procedimiento.
La suspensión condicional será improcedente para las hipótesis previstas en las
fracciones I, II y III del párrafo séptimo del artículo 167 del presente Código.

Artículo 193. Oportunidad


Una vez dictado el auto de vinculación a proceso, la suspensión condicional del proceso
podrá solicitarse en cualquier momento hasta antes de acordarse la apertura de juicio, y no impedirá el
ejercicio de la acción civil ante los tribunales respectivos.

Artículo 194. Plan de reparación


En la audiencia en donde se resuelva sobre la solicitud de suspensión condicional del
proceso, el imputado deberá plantear, un plan de reparación del daño causado por el delito y plazos para
cumplirlo.
Artículo 195. Condiciones por cumplir durante el periodo de suspensión condicional del
proceso
El Juez de control fijará el plazo de suspensión condicional del proceso, que no podrá ser
inferior a seis meses ni superior a tres años, y determinará imponer al imputado una o varias de las
condiciones que deberá cumplir, las cuales en forma enunciativa más no limitativa se señalan:

I. Residir en un lugar determinado;


II. Frecuentar o dejar de frecuentar determinados lugares o personas;
III. Abstenerse de consumir drogas o estupefacientes o de abusar de las bebidas alcohólicas;
IV. Participar en programas especiales para la prevención y el tratamiento de adicciones;
V. Aprender una profesión u oficio o seguir cursos de capacitación en el lugar o la institución que
determine el Juez de control;
VI. Prestar servicio social a favor del Estado o de instituciones de beneficencia pública;
VII. Someterse a tratamiento médico o psicológico, de preferencia en instituciones públicas;
VIII. Tener un trabajo o empleo, o adquirir, en el plazo que el Juez de control determine, un oficio,
arte, industria o profesión, si no tiene medios propios de subsistencia;
IX. Someterse a la vigilancia que determine el Juez de control;
X. No poseer ni portar armas;
XI. No conducir vehículos;
XII. Abstenerse de viajar al extranjero;
XIII. Cumplir con los deberes de deudor alimentario, o
XIV. Cualquier otra condición que, a juicio del Juez de control, logre una efectiva tutela de los
derechos de la víctima.

Para fijar las condiciones, el Juez de control podrá disponer que el imputado sea sometido a
una evaluación previa. El Ministerio Público, la víctima u ofendido, podrán proponer al Juez de control
condiciones a las que consideran debe someterse el imputado.

El Juez de control preguntará al imputado si se obliga a cumplir con las condiciones impuestas
y, en su caso, lo prevendrá sobre las consecuencias de su inobservancia.
Artículo 196. Trámite
La víctima u ofendido serán citados a la audiencia en la fecha que señale el Juez de control.
La incomparecencia de éstos no impedirá que el Juez resuelva sobre la procedencia y términos de la
solicitud.
En su resolución, el Juez de control fijará las condiciones bajo las cuales se suspende el
proceso o se rechaza la solicitud y aprobará el plan de reparación propuesto, mismo que podrá ser
modificado por el Juez de control en la audiencia. La sola falta de recursos del imputado no podrá ser
utilizada como razón suficiente para rechazar la suspensión condicional del proceso.
La información que se genere como producto de la suspensión condicional del proceso no
podrá ser utilizada en caso de continuar el proceso penal.

Artículo 197. Conservación de los registros de investigación y medios de prueba


En los procesos suspendidos de conformidad con las disposiciones establecidas en el
presente Capítulo, el Ministerio Público tomará las medidas necesarias para evitar la pérdida, destrucción
o ineficacia de los registros y medios de prueba conocidos y los que soliciten los sujetos que intervienen
en el proceso.

Artículo 198. Revocación de la suspensión condicional del proceso


Si el imputado dejara de cumplir injustificadamente las condiciones impuestas, no cumpliera
con el plan de reparación, o posteriormente fuera condenado por sentencia ejecutoriada por delito doloso
o culposo, siempre que el proceso suspendido se refiera a delito de esta naturaleza, el Juez de control,
previa petición del agente del Ministerio Público o de la víctima u ofendido, convocará a las partes a una
audiencia en la que se debatirá sobre la procedencia de la revocación de la suspensión condicional del
proceso, debiendo resolver de inmediato lo que proceda.
El Juez de control también podrá ampliar el plazo de la suspensión condicional del proceso
hasta por dos años más. Esta extensión del término podrá imponerse por una sola vez.
Si la víctima u ofendido hubiese recibido pagos durante la suspensión condicional del
proceso y ésta en forma posterior fuera revocada, el monto total a que ascendieran dichos pagos
deberán ser destinados al pago de la indemnización por daños y perjuicios que en su caso corresponda
a la víctima u ofendido.
La obligación de cumplir con las condiciones derivadas de la suspensión condicional del
proceso, así como el plazo otorgado para tal efecto se interrumpirán mientras el imputado esté privado
de su libertad por otro proceso. Una vez que el imputado obtenga su libertad, éstos se reanudarán.
Si el imputado estuviera sometido a otro proceso y goza de libertad, la obligación de
cumplir con las condiciones establecidas para la suspensión condicional del proceso así como el plazo
otorgado para tal efecto, continuarán vigentes; sin embargo, no podrá decretarse la extinción de la acción
penal hasta en tanto quede firme la resolución que lo exime de responsabilidad dentro del otro proceso.

Artículo 199. Cesación provisional de los efectos de la suspensión condicional del proceso
La suspensión condicional del proceso interrumpirá los plazos para la prescripción de la
acción penal del delito de que se trate.
Cuando las condiciones establecidas por el Juez de control para la suspensión
condicional del proceso, así como el plan de reparación hayan sido cumplidas por el imputado dentro del
plazo establecido para tal efecto sin que se hubiese revocado dicha suspensión condicional del proceso,
se extinguirá la acción penal, para lo cual el Juez de control deberá decretar de oficio o a petición de
parte el sobreseimiento.

Artículo 200. Verificación de la existencia de un acuerdo previo


Previo al comienzo de la audiencia de suspensión condicional del proceso, el Ministerio
Público deberá consultar en los registros respectivos si el imputado en forma previa fue parte de algún
mecanismo de solución alterna o suscribió acuerdos reparatorios, debiendo incorporar en los registros de
investigación el resultado de la consulta e informar en la audiencia de los mismos.
CONCLUSIÓNES

Se considera que los medios alternativos de solución son:


a) Una garantía otorgada para que la población pueda tener acceso a una justicia pronta
y expedita.
b) Permitirán cambiar del sistema retributivo al restaurativo.
c) Propiciarán la comunicación, el diálogo y la participación activa de la población para
encontrar nuevas formas de privilegiar la responsabilidad personal y el respeto al otro para el desarrollo
colectivo.
d) Servirán para despresurizar las altas cargas de trabajo de los órganos
jurisdiccionales, ya que la intención es que menos asuntos se ventilen en la etapa de juicio oral.
e) Permitirán el descongestionamiento del sistema penitenciario.
f) Facilitarán el acceso a la reparación del daño.
g) Permitirán el equilibro de garantías a favor de la víctima y del agresor.

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