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RESUMEN | LA CUESTION AMERICANA | ALBERDI

- El derecho quiere ser entendido como un fenómeno vivo y progresivo, objeto de una ciencia experimental.
Savigny, Lerminier, deben ser nuestros maestros. El derecho sigue un desarrollo armónico con el del sistema
general de los otros elementos de la vida social.  El elemento jurídico de un pueblo se desarrolla a la par de los
elementos políticos, sociales, económicos y culturales. Según el desarrollo de estos elementos, será el desarrollo
del estado jurídico.
- La ley debe ser un reflejo del derecho que vive en armonía con la sociedad.  Esta armonía es objeto de estudio
de la filosofía del derecho. La filosofía es el primer instrumento de la jurisprudencia porque es el espíritu de las
leyes. Se ocupa de indagar de dónde vienen las leyes, cuál es su objetivo.
- ¿Cuál es el espíritu de todas las leyes que existen? La razón.  Conocer y aplicar la razón a los hechos morales, es
pues conocer y aplicar las leyes, como quieren las leyes.
- Relación filosofía-jurisprudencia: La filosofía es la ciencia de la razón en general, mientras que la jurisprudencia es
solamente la ciencia de la razón jurídica, que conoce y aplica adecuadamente las leyes.

Alberdi señala que al momento se vive bajo una independencia fraccionaria ya que la vida civil aun no tiene una ley basada
en la razón. Las leyes deben responder a la realidad y evolucionar según lo va a haciendo la organización social. (organizar
axiomas de derechos es cosa de todos los tiempos).

La ley preside al desarrollo de los otros elementos que la componen. Las formas y manifestaciones que la ley adoptan son
propias de cada organización social: siempre es la misma en cuanto universal pero distintiva en sus manifestaciones. Los
principios son humanos y no varían; que las formas son nacionales y varían. Se buscan y se abrazan los principios pero se
les da la forma más adecuada.  Lograr esto es para Alberdi, lograr la emancipación.

- Una nación no es nación sino por la conciencia profunda y reflexiva de los elementos que la constituyen. Ahí es
civilizada: antes era instintiva, espontánea. Un pueblo es civilizado únicamente cuando se basta a sí mismo,
cuando posee la teoría y la fórmula de su vida, la ley en su desarrollo.
- Para Alberdi es tiempo de que Argentina realice la conquista de su conquista nacional por la aplicación de nuestra
razón naciente, a todas las fases de nuestra vida nacional. Debe descubrirse que es nuestro, y debe quedar, y que
es exótico, y debe eliminarse. No hay emancipación mientras se está bajo el dominio del ejemplo extraño.
“Gobernémonos, pensemos, escribamos, y procedamos en todo, no a la imitación de pueblo alguno de la Tierra,
sea cual fuere su rango, sino exclusivamente como lo exige la combinación de las leyes generales del espíritu
humano, con las individualidades de nuestra condición nacional”.  Para Alberdi, esta es la razón por la que
“nuestra patria ha perdido más sangre en sus ensayos constitucionales, que en toda la lucha por la
emancipación”. Nuestra historia constitucional no es más que una continua serie de imitaciones forzadas, y
nuestras instituciones, una eterna y violenta amalgama de cosas heterogéneas. De allí nuestra inestabilidad
política.

La emancipación es el acceso a la libertad en todos sus aspectos: político, artístico, cultural, económico. “Tener
libertad política y no tener libertad artística, filosófica, industrial, es tener libres los brazos, y la cabeza
encadenada.”
- La Revolución de Mayo de 1810, fue una revolución material, que nos dio la independencia material. A la
generación de Alberdi le toca, según el, la conquista de una forma de civilización propia, la independencia mental.
 “La inteligencia americana quiere también su Bolívar, su San Martín. Hay que conquistar la filosofía americana,
la sociabilidad americana, el arte americano, la política americana.” “Un pueblo ignorante no es libre porque no
puede: un pueblo ilustrado no es libre porque no quiere.” La inteligencia es la fuente de la libertad. La soberanía en
fin, deriva de la inteligencia, de modo que la forma de gobierno de un pueblo es un resultado de su situación
moral e intelectual.

-La democracia es la condición futura de la humanidad. No la presente y por eso no se debe apresurarla impulsivamente.

Libertad y civilización son paralelos. La libertad es una conquista progresiva y de todos modos nunca es total. Para acceder
a la libertad hay que primero desarrollar los otros elementos de la civilización: la industria, el arte, la filosofía y la religión.
 Dice Alberdi: falta la emancipación intima, que viene del desarrollo inteligente. (A esta generación le toca) construir una
soberanía nacional, que reúna las soberanías provinciales, sin absorberlas.

Rosas  Alberdi ve que Rosas tiene un sentimiento de lo americano y un discernimiento de lo que el pueblo necesita por su
antipatía hacia lo exótico. Considera que esta realizando el ensayo de la juventud política y que deberá realizarse en otros
ámbitos. “es llamada la juventud a investigar la ley y la forma nacional del desarrollo … sin plagio, sin imitación, y
únicamente en el íntimo y profundo estudio de nuestros hombres, y de nuestras cosas”

El gobierno de Rosas es legítimo  el pueblo es más fuerte que cualquier poder, de modo que si sostiene uno, es porque
lo aprueba. Además, la popularidad es el signo más importante de la legitimidad. Los gobiernos reflejan el carácter del
pueblo que los cría. Si llegan a degenerar, la menor revolución los derroca. Sin embargo, también dice que las revoluciones
materiales suprimen el tiempo, copan los años, y quieren ver de un golpe lo que no puede ser desenvuelto sino al favor
del tiempo. Toda revolución material (…) abunda en sangre y esterilidad, en vez de vida y progreso. Esta actitud de
“derrocar un gobierno cuando no cumple nuestras expectativas” debe ser eliminada por el fortalecimiento de la
revolución íntima, moral. Finalmente, las sucesivas revoluciones materiales nos hacen objeto de burla de los pueblos
cultos.

El peor orden es preferible a una revolución incompleta, porque aunque sea el peor orden da siempre lugar al desarrollo
espontáneo.

- Libertad = libertad económica | La libertad es el pan que los pueblos deben ganar con el sudor de su rostro.

Evaluación del pensamiento del siglo XVIII al XIX: El siglo XVIII se vio bajo una acción progresiva que hubiera sido funesta si
no hubiese sido templada por la acción moderatriz del siglo XIX. El Atlántico es un agente de civilización y los pasos de la
libertad europea son otros tantos pasos de la libertad americana. (…) Las repúblicas americanas son tan hijas legítimas del
siglo XVII como de la Revolución Francesa y de los síntomas progresivos (románticos) que hoy agitan el mundo. Ya no se
puede volver atrás (involucionar).

Excesos del siglo XVIII  El Romanticismo los modera y continua con sus principios de emancipación. ¿Cuáles son? Haber
comprendido el pensamiento puro, la idea primitiva del cristiano y del sentimiento religioso, bajo los ataques contra la
forma católica, en haber proclamado el dogma de la voluntad pura del pueblo, sin restricción ni límite, en haber difundido
la doctrina del materialismo puro de la naturaleza humana.  Estos excesos crearon un pueblo incrédulo y que se quedó
en las lecturas del siglo XVIII (menciona al contrato social) Alberdi dice: Nuestro siglo acepta la materialidad del hombre,
pero también profesa su espiritualidad. Cree que la voluntad del pueblo complementa la ley, pero que, no ella, sino la
razón, la constituye.

“No niega los extravíos del cristianismo, pero tampoco niega su divinidad ni su indestructibilidad”

El siglo XIX tiene un espíritu de edificación y sociabilidad que fertilizara el suelo para el surgimiento de una moral justa,
desinteresada y panteísta.

Sobre Rosas y la concepción de pueblo: “El Señor Rosas, considerado filosóficamente, no es un déspota que duerme sobre
bayonetas mercenarias. Es un representante que descansa sobre la buena fe, sobre el corazón del pueblo. Y por pueblo no
entendemos aquí la clase pensadora, la clase propietaria únicamente, sino también la universalidad, la mayoría, la
multitud, la plebe.” Queda claro que de haber despotismo no lo sería de un hombre, sino que sería el despotismo de un
pueblo.

“Los pueblos, como los hombres, no tienen alas,; hacen sus jornadas a pie, y paso a paso. Como en toda la creación, los
pueblos tienen su ley de progreso y desarrollo, y este desarrollo se opera por una serie de transiciones y transformaciones
sucesivas. La edad representativa es la virilidad de los pueblos.”  Alberdi señala que con la independencia nosotros
quisimos alcanzar nuestros tiempos representativos, queriendo ser viejos cuando recién nacíamos. Con la ingenuidad de
pensar que la independencia externa hace a la interna.

Alberdi señala entonces que necesariamente la democracia del momento debe ser imperfecta y más visible que íntima.
(Es una aceptación indirecta del gobierno de Rosas y una acusación a quienes degradan su gestión, ya que lo estarían
haciendo sin pensar en profundidad). Nuestra realidad, dice Alberdi, era inevitable, y si las consecuencias no fueron
buenas fue porque los que sentaron las premisas lo hicieron mal, y el pueblo de haber seguido su lógica. Alberdi señala
que el pueblo no cometió ningún delito, ya que es ignorante, y eso lo excluye de toda responsabilidad.

La emancipación de la plebe es la emancipación del género humano, porque la plebe es la humanidad, como ella es la
nación. Todo el porvenir es de la plebe. Por eso, en la educación de la plebe, descansan los futuros del género humano. El
siglo XIX, parece que va a acabar plebeyo y que sus instituciones tienen por finalidad mejorar la condición intelectual,
moral y material de la plebe.
Para construir una civilización indestructible hay que revolucionar el tiempo, seguir su método. Las verdaderas
revoluciones son materiales y morales. Son invencibles porque son populares: lo que el pueblo no pide, no es necesario.
Respetemos al pueblo, venerémosle: interroguemos sus exigencias, y no procedamos sino con arreglo a sus respuestas.
“Respetemos su inocente ignorancia, y compartamos con ella nuestra odiosa superioridad mental… instruidla, educadla,
aconsejadla con severidad: no la envanezcais con lisonjas”.

Alberdi, se suma a la idea de Jouffroy: “Porque todo hombre, que comprende su época, tiene una misión patriótica que
llenar, y consiste en hacerla comprender a los demás.” Entender donde estamos genera tranquilidad y permite pensar,
trabajar y vivir. Pero si todas las mañanas se cree que vamos a naufragar, que estamos próximos a una catástrofe, uno se
olvida de sí mismo: no hay paz, no se trabaja, no se piensa, no se conduce a ningún lugar.

El hombre es espacio y tiempo.

La lengua  es una faz del pensamiento, la nuestra pide armonía con nuestro pensamiento americano. A partir de nuestra
historia y sus legados, Alberdi distingue dos influencias: francesa y española. El sostiene que desde la independencia ya no
somos hijos de España sino de Francia. A la España le debemos cadenas; a la Francia libertades.

La lengua argentina no es la española: es hija de la lengua española. Una lengua y una facultad inherente a la
personalidad de cada nación, y no puede haber identidad de lenguas, porque Dios no se plagia en la creación de naciones.
 La lengua es uno de estos elementos de la vida social que hacen a una emancipación completa ya que el pueblo fija la
lenguam como fija la ley; y en ese punto, ser independiente, ser soberano, es no recibir su lengua que no sea de sí mismo,
como en política uno recibe las leyes de sí mismo. A Alberdi lo critican por su forma de escribir, americana, rechaza la
pulcritud clásica de estilo, que sería tan impertinente como pedantezca.  Para nosotros, pobres demócrtas, ¿en qué
palacios, en qué salones, para qué monarcas cultivaremos furtos tan exquisitos? Nuestro rey es el pueblo; sus palacios y
sus salones son las plazas y las calles públicas. Ya se deja ver que su cortesía exige proporciones adecuadas: que las
modulaciones delicadas, la periocidad armónica, la exquisita redacción, son cosas perdidas para sus órganos colosales que
quieren un tono poderoso y fuerte.

Cristianismo para el espíritu, filosofía para la mente.  Tal sería la fórmula para la civilización de los pueblos.

Escribimos para aprender, no para enseñar, porque escribir es muchas veces estudiar. Queremos críticos que construyan.
Alberdi señala en este contexto que reconoce sus errores de estilo, y se justifica por otro lado, diciendo que ya no están
importante la forma cuando se dicen algunas verdades útiles. El dirige ese fragmento a la juventud, que tiene por aliada el
tiempo, y la responsabilidad, según piensa, de perseguir las ideas de su tiempo.

Sobre la legislación  es doblemente jurídica y teológica; conserva rasgos góticos, germánicos, feudales y romanos. Peca
más por exceso que por escasez de contenido. La ciencia jurídica debe reunir los principios o los hechos fundamentales del
derecho y legislar a partir de ellos. Estos principios se forman lentamente y nunca son generales en su totalidad. De ahí la
necesidad de una movilidad permanente en legislación. Alberdi piensa que como gobierno joven todavía hay mucho de
instinto y feudalismo y piensa que la feudalidad es una forma normal de las sociedades jóvenes. En este sentido, Alberdi
defiende la idea federal de gobierno porque corresponde más con lo que él ve: rasgos instintivos y el predominio de lo
particular sobre lo público. Alberdi cierra el fragmento diciendo que es preciso madurar económicamente para luego
legislar en favor del progreso y la civilización.

Tiranía de Rosas y cuestión francesa (1838)  Alberdi arranca sosteniendo que el conflicto en cuestión es entre Francia y
Rosas, y no entre Francia y la República Argentina. Alberdi dice que Francia está en su derecho de reclamar las aguas del
Plata y se opone a la iniciativa del gobierno rosista de defender las aguas nacionales. Su argumento es que Rosas sostiene
una mirada tradicional sobre la relación con Francia, ya que si quisiera conservar su amistad podría legislar leyes en favor
de eso. Finalmente, se queja de que para legislar no se tenga en cuenta la opinión sino sólo la fuerza.

INFERIORIDAD SOCIAL DE AMERICA DEL SUR RESPECTO DE AMERICA DEL NORTE  Alberdi menciona que EEUU se ha
expandido sobre México porque lo ha encontrado inculto, atrasado y políticamente desorganizado. Teme que a nosotros
nos pase lo mismo. Luego, señala que los obstáculos para el progreso es la falta de hombres apropiados para llevar
adelante el sistema republicano y representativo. Estos deben venir de la Europa, puesto que se puede educar un
araucano pero nunca se logrará convertirlo en un obrero inglés. Alberdi sostiene que nos faltan cabezas que se hagan
cargo del progreso, que a Europa le llevaron siglos formar y que a América no le queda otra que importarlas.

Para que la Europa no nos consuma (como a México) a Alberdi le parece propicio no ejercer resistencia sino usarlo a favor
de Argentina: “Porque es una verdad incontestable: contra el extranjero que nos amaga, no tenemos mejor medio de
resistencia que el extranjero mismo. Contra la civilización invasora, la civilización nacional.”

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