Está en la página 1de 22

Profesor : Luis Balboa Gustian

Asignatura: Historia medicina

Presentado Por ; Jane bateza Clermont

Matricula: 218 - 15-80

Grupo : 005

Fecha: 04-04-2020
Manuel Antonio nació en Salcedo el 17 de diciembre de
1907, no en 1910 como se ha repetido.
Era hijo de María Heriberta Tejada y Luis María Florentino,
padre de otros 20 hijos pero la que fue su esposa. Luis
María lo reconoció después que se graduó de médico.
Entonces él lo aceptó como segundo apellido, el Tejada que
lleva es de su mamá.
María Heriberta, modista, maestra, partera, alfabetizó al
inquieto muchacho y le enseñó las reglas básicas de
matemáticas. Él compensó el esfuerzo de la abnegada
mujer trabajando desde niño para ayudarla
económicamente.
Fue limpiabotas, mensajero, cargador de maletas del
ferrocarril. En su afán de estudiar se trasladó a la casa de
su abuela Leonora Toribio viuda Tejada, en San Francisco
de Macorís, que completó su enseñanza.
Regresó a Salcedo e ingresó en la Escuela Graduada de la
señorita María Josefa Gómez, y viajaba a Santiago a recibir
los exámenes para obtener el título de Bachiller en Ciencias
Físicas y Naturales.
Aprendió música con el profesor Ramón Díaz y tuvo la
oportunidad de ser el primer salcedense en dirigir la Banda
de Música local.
Tocaba guitarra, tambora, cornetín, bandoneón. Su hijo , el
gran músico Manuel Tejada, manifiesta que era de carácter
alegre, gustaba de las fiestas, era gran bailador y en sus
años mozos llevaba serenatas.
Moro Pillet, de La Vega, le enseñó ebanistería por lo que
más tarde instaló en Salcedo el taller que le facilitaría los
medios para entrar a la Universidad de Santo Domingo a
estudiar medicina.
Terminada la carrera se estableció en Villa Tenares donde
fundó clubes y organizó sociedades, como había hecho en
Salcedo con la introducción de los Boy Scouts, el odfelismo,
la masonería.
Gran Maestro de la Logia Número 39, fue también miembro
prominente del Club Rotario.
En Tenares y Salcedo construyó escuelas, bibliotecas,
logias, centros deportivos, algunos de los cuales llevan hoy
su nombre.
El 23 de marzo de 1942, dos años después de graduarse,
nació en Salcedo su primer hijo, Víctor Manuel, cuya madre
es Altagracia Polanco con quien el doctor Tejada Florentino
procreó también a Lucía Altagracia.
En Tenares conoció a Sofía Tabar, con quien casó el 27 de
diciembre de 1942. Es la madre de sus hijos Rosa Leonor,
José Ignacio, Ana Sofía y Manuel Antonio.
Otra hija es Marina Estela, fruto de su unión con Josefa
Fernández.
Todos son profesionales reconocidos, Manuel Antonio,
además de médico veterinario, es músico y arreglista
exitoso.
Dice que "Papá reconoció a todos sus hijos, nos dio calor de
padre, quiso que todos conviviéramos como familia, nos
conociéramos y quisiéramos como hermanos. Le debo los
recuerdos más gratos de mi infancia, los mejores Reyes de
Salcedo eran los míos. Pero su preocupación principal con
nosotros era la educación. Año por año me mandaba los
libros que necesitaba. Cuando entré al bachillerato me
inscribió en La Salle, el mejor colegio de varones de esa
época, los muchachos estudiaron en el Santo Domingo. O
sea que, lo que él no tuvo, quiso dárnoslo, comenta."
Lo evoca alto, con unos dientes hermosísimos, agradable,
simpático, caballeroso, galán. Tejada escribió poemas y
discursos que se perdieron. Su oratoria más memorable fue
la que pronunció en San Cristóbal, Trazando nuestro propio
rumbo hacia la paz, en la que dejaba entrever su oposición
al régimen.
En el 14 de Junio
Aunque no hay una obra dedicada a la vida y el martirio del
destacado patriota, escritor, músico, masón, odfelo, poeta,
maestro, muchos son los trabajos publicados sobre su
actuación en la resistencia antitrujillista.
En 1951, cuando regresó de México donde hizo su
especialidad en el Instituto Nacional de Cardiología, pocos
podían sospechar sus sentimientos contra el régimen pues
era el médico de José Arismendi Trujillo (Petán) y de Julia
Molina, madre del tirano. Jamás sacó provecho de estas
relaciones, afirma su hijo.
Su estancia en México le permitió entrar en contacto con un
sistema de gobierno muy distinto al nuestro, opina Tejada
Polanco, y esa diferencia reafirmó su oposición, ya
afianzada por el dolor que le produjo el asesinato y la
desaparición de su hermano Rafael, también víctima de la
satrapía.
Recuerdo que hablaba abiertamente de Trujillo, no se
cuidaba, y mamá le decía: Manuel, no hables así.
Fue uno de los más decididos fundadores del Movimiento
Revolucionario 14 de Junio y, según Fafa Taveras, colaboró
con la organización de todos los focos antitrujillistas
distinguiéndose como uno de los principales orientadores
intelectuales del Movimiento.
Fue electo presidente del Comité del Distrito Nacional,
añade, pero declinó. De su autoría, según Taveras, es el
esbozo de lo que vendría a ser la plataforma de lo que
Tejada Florentino llamaba Partido Revolucionario
Institucional Dominicano.
En papeles de la Logia se asegura que Minerva Mirabal lo
convenció para el cambio de nombre.
En Santo Domingo, Tejada Florentino vivió en la calle
Socorro Sánchez y en la avenida Bolívar. Su hijo cuenta: Se
levantaba de madrugada, iba al Gautier, regresaba al
medio día, de ahí salía para el consultorio y llegaba tarde
porque hacía visitas domiciliarias a los pacientes.
Asistía al club, la logia, después compró una finca en
Sevicos y viajaba los fines de semana. En la casa
organizaba reuniones científicas para mantenerse al día.
Entre sus colegas estaban José Antonio Fernández
Caminero y Nicolás Pichardo.
Gustaba brindar las cosas más nuestras: agua de coco, de
limón, dulces criollos. Era una persona admirable. Nos dejó
como legado su sensibilidad, el patriotismo, el haber sido
de procedencia tan humilde y llegar donde llegó. Se dolía
de los pobres y le mortificaban la explotación y la
ignorancia. Colegas suyos, como Antonio Zaglul y Ángel
Concepción, decían que su consultorio era el más lleno, por
eso siempre salía más tarde, cansado y cojeando, pero
siempre sonreído…
Trataba, en su mayoría, pacientes de escasos recursos
económicos a quienes regalaba la consulta y el tratamiento.
Después de una agotadora jornada de trabajo, sus bolsillos
estaban vacíos…

Andrea Evangelina Rodríguez Perozo (San Rafael del Yuma, La


Altagracia, República Dominicana,10 de noviembre de 1879- 1947)
fue escritora y médica dominicana. Primera mujer dominicana que
fue graduada en Medicina.
Nació el 10 de noviembre de 1879 en San Rafael del Yuma, La
Altagracia, República Dominicana. Hija natural de Felipa Perozo y
de Ramón Rodríguez, un comerciante de la zona que era también
oficial en el ejército de Pedro Santana.
Sus padres fallecieron cuando ella era una niña y su abuela
paterna, Tomasina Suero de Rodríguez, se hizo cargo de ella.
En 1911 se convirtió en la primera mujer dominicana en graduarse
de medicina. Sin embargo, pese a haber sido la primera médica
graduada en el país con una especialidad en Pediatría,
Otorrinolaringología y Ginecología cursada en París (1920-1925), el
régimen de Trujillo designó como primera maestra en Obstetricia a
Consuelo Bernardino, debido a la influencia que ejercían en el
gobierno sus hermanos, Minerva y Félix.
Además de su faceta como profesional médica, Evangelina
Rodríguez fue también poeta y narradora. Publicó su primer libro.
"Granos de polen" en 1915 y posteriormente colaboró en la revista
"Fémina", dirigida por Petronila Angélica Gómez, quien imprimió sus
poemas y algunos artículos de su autoría durante su estancia
parisina. A su regreso de la capital francesa publicó un segundo
volumen titulado "Le Guerisseur: Cuento Chino Bíblico Filosófico de
Moral Social" cuyas fechas son desconocidas.
Su biógrafo Antonio Zaglul además indica que Rodríguez preparó el
manuscrito de una novela titulada "Selene" en honor a su hija
adoptiva, pero que la destruyó en un arranque de ira.
En la biografía que el doctor Zaglul escribió sobre ella se afirma que
por su oposición al régimen de Rafael Leónidas Trujillo y sus fuertes
críticas al gobierno fue apresada, llevada a la Fortaleza México en
San Pedro de Macorís y torturada. Después fue abandonada en un
camino cerca del pueblo de Hato Mayor. La última imagen de ella,
arrodillada con los brazos en cruz frente a la iglesia de la Altagracia
vociferando en contra del régimen.
Falleció el 11 de enero de 1947 tras una agonía de varios días, en
la que destacaron algunos episodios esquizofrénicos.
La prensa de la época apenas si se hizo eco de su defunción
puesto que la dictadura de Trujillo la había marginado de la
sociedad dominicana. Había sido excluida de congresos médicos,
eliminada del Directorio y de la Síntesis Bibliográfica que incluía los
nombres de sus colegas. La revista "Fémina" le cerró sus puertas e
incluso el doctor Moscoso Puello, su otrora amigo de infancia y
compañero de profesión.

Dr. Julio Arturo Grullón Julia Destacado médico santiaguense, considerado


uno de los fundadores de la cirugía dominicana. El doctor Julio Arturo
Grullón Julia nació en Santiago el día 8 de febrero de 1869. Sus padres
fueron Máximo Grullón Salcedo y doña Eleonora Julia de Grullón. Se
graduó de maestro normal en el primer grupo de maestros de la primera
Escuela Normal de la República, donde tuvo como profesor al educador
don Eugenio María de Hostos, en la ciudad de Santo Domingo. Se recibió
de médico en el Instituto Profesional de Santo Domingo. Estudió en París,
y por enfermedad se vio obligado a ir a la ciudad de Argel, inscribiéndose
allí en la universidad de esa ciudad, regresando luego a París, donde
terminó sus estudios médicos hacia el 1902, año de su graduación. Regresó
al país a fines de ese mismo año, y comenzó a ejercer su profesión en la
ciudad capital. Más tarde, en 1907, fue a La Habana, donde revalidó en la
universidad habanera, para luego regresar a su patria. Se le concedió
exequátur el 10 de enero de 1903, año en el cual dio inicio a su encomiable
labor como cirujano. Practicó operaciones de ojo, garganta, pterigium,
estrabismo, catarata, amigdalectomía con la pinza de Raoult. En el 1906, el
doctor Grullón practicó la primera gastroentero-anastomosis que realizara
en el país por estrechez pitórica. En 1907, el doctor Grullón instaló, en una
dependencia de la Farmacia Normal de la ciudad de Santiago, una sala de
operaciones y dos habitaciones para enfermos. En las cirugías de las vías
urinarias, el doctor Grullón fue el primer cirujano en la República
Dominicana, que operó la hipertrofia de la próstata por el método Frejed.
En 1912 fue nombrado director del hospital San Rafael de la ciudad de
Santiago, y luego también en 1921. Había sido director del Hospital de San
Pedro de Macorís, donde había instalado además una clínica privada. El
doctor Grullón dirigió el Hospital Militar de Santo Domingo en el 1914.
Fue catedrático en la Universidad de Santo Domingo, en Ginecología y
Anatomía Topográfica. Arturo Grullón se destacó también como artista,
situándosele dentro del selecto grupo de los pintores precursores de la
plástica nacional. Falleció el 14 de julio de 1942 En la actualidad, el
Hospital Infantil de la ciudad de Santiago de los Caballeros lleva su
nombre, con lo cual se rinde homenaje a su persona.

Bencosme

Una familia que no permaneció indiferente al drama que se inició en


1930 con la llegada de Trujillo al poder fue la familia Bencosme.

En efecto, el General Cipriano Bencosme fue un digno exponente


del patriotismo y del valor, al desafiar abiertamente a Trujillo,
alzándose en una guerrilla con unos 500 hombres en su finca de El
Mogote, de Moca, poco antes de que el incipiente dictador se
juramentara como Presidente.

En 1911, tras la muerte a tiros en Santo Domingo del Presidente


Ramón Cáceres, el general Cipriano Bencosme, que ya contaba 47
años, se estrenó en el mundo de las conspiraciones y las revueltas.
En 1913 se adhirió a su amigo, el también mocano Horacio
Vásquez, bajo cuyo liderazgo participó en la llamada "Revolución de
los dos meses" y al año siguiente formó parte de los alzamientos
contra el presidente José Bordas Valdez.

Cipriano Bencosme, destacado ya por su arrojo, no permaneció


indiferente ante la ocupación militar norteamericana de 1916-1914,
pues fue uno de los que planeó una rebelión secreta contra los
marines, que no llegó a materializarse debido a que fue traicionado
y denunciado, resultando apresado y maltratado físicamente por los
interventores.

Su nieto, Cipriano Bencosme García Gautier (a) Cibién, narró (1)


que su abuelo "fue apresado y conducido a la fortaleza San Luis, de
Santiago, donde pasó dos años".

Bencosme adoptó el camino de la sublevación contra Trujillo


Molina, resultando muerto trágicamente a manos de sicarios del
régimen el 19 de noviembre de 1930, dentro de una vivienda del
paraje El Caimito, en Jamao del Norte, convirtiéndose en uno de los
primeros mártires de la democracia dominicana. Tenía 66 años.
Había nacido en Moca, en el año 1864, hijo de Donato Bencosme y
Doña Enemencia Comprés, dueños de grandes extensiones de
tierra. Se dedicó desde temprana edad a las faenas del campo,
destacándose por su responsabilidad y amor al trabajo.

En las elecciones de 1924 triunfó el general Horacio Vásquez y en


ellas Bencosme fue elegido diputado al Congreso Nacional, desde
cuya curul su lealtad fue puesta a prueba en muchas ocasiones,
pero jamás resultó quebrantada. En todas las circunstancias
acompañó a Horacio Vásquez con postura firme y sin dobleces de
ninguna especie. Estuvo a su lado cuando en 1928 patrocinó la
extensión del período presidencial a 6 años y también en 1930
cuando intentó reelegirse.

Cuando Trujillo depuso a Horacio Vásquez y se pensaba que habría


elecciones más o menos libres, Cipriano Bencosme fue postulado
por los grupos horacistas y velazquistas como candidato a diputado
por Moca. En esas elecciones, Trujillo, usando el terror y el fraude,
se impuso, y fue juramentado como Presidente el 16 de agosto,
dando inicio a la época de terror recordada tristemente como la Era
de Trujillo.

Los investigadores históricos coinciden en que cuando Cipriano


Bencosme se aprestaba a sublevarse contra la naciente dictadura,
Trujillo lo sabía, por lo que intentó hacerle desistir de sus planes,
valiéndose del presidente provisional Rafael Estrella Ureña, quien
era amigo de Bencosme, ofreciéndole garantías de su vida. El
propio Trujillo visitó dos veces a Bencosme en su finca, tratando en
vano de atraerlo a su bando.

Bencosme, sin embargo, no se dejó engañar por las ofertas del


flamante tirano, lo que explica no solamente la negativa a desistir de
sus planes, sino incluso la solicitud que hizo a su amigo Estrella
Ureña de sumarse a ellos. El viejo guerrillero, sin armas, pero
esperanzado en que le serían enviadas desde Puerto Rico por su
hijo Sergio, se alzó el 26 de junio en las lomas del Mogote,
cercanas a Moca. Las armas nunca llegaron, ni tampoco pudieron
conseguirse en el país.

Bencosme, desarmado, y con escasos partidarios, estaba


condenado al fracaso. No se daba cuenta de que el país era distinto
al que había conocido hasta la llegada de los marines
norteamericanos en 1916. El poder militar era monopolio exclusivo
del Ejército de Trujillo, quien estaba dispuesto a usarlo sin límites
para destruir a todos los que, como Bencosme, osaran desafiarlo.
Fue así cómo Trujillo asesinó a Sergio, Donato, Alejandro y Boil,
cuatro de sus 27 hijos, así como también a Ramón Camilo
Bencosme y al doctor Toribio Bencosme, quien fue torturado hasta
la muerte, tras ser capturado junto a varios de los guerrilleros que
vinieron en la expedición armada contra Trujillo, el 14 de junio de
1959.

Cipriano Bencosme, sin posibilidades de triunfo, se refugió en una


finca localizada en Jamao del Norte, propiedad de Louis D'Orville.
Siempre se ha dicho que a los pocos días de ser acogido allí, el
propio D'Orville lo delató ante Trujillo. El guerrillero fue avisado de la
traición, intentó marcharse apresuradamente, pero el Ejército no
tardaría en llegar y, mientras se calzaba apresuradamente las
botas, un certero disparo de fusil le atravesó la frente, cayendo
herido de muerte. Esto fue el 19 de noviembre de 1930. En
noviembre próximo, cuando se cumplirán 79 años de esa muerte, la
familia Bencosme planea un gran encuentro en Moca para recordar
a Cipriano y demás adversarios de Trujillo.

El cadáver de Cipriano fue inhumado en el mismo lugar donde cayó;


dos días después, Trujillo ordenó su exhumación y traslado a Moca,
adonde fue llevado en parihuela, como un delincuente. El cuerpo
exánime fue exhibido durante dos días frente a la Gobernación
Provincial, a modo de escarmiento y advertencia.

En medio del dolor reprimido de los mocanos, el periodista Armando


Almánzar Veras preguntó a un nutrido grupo de amigos si no era
posible reunir ocho o diez hombres "con cojones bien puestos" para
reclamar el cadáver y darle cristiana sepultura.

En efecto, esos hombres aparecieron, entre ellos, Jacobito de Lara,


Juan Contín, Julio Sánchez Gil, otro íntimo de Cipriano Bencosme
que se armó de valor, recogió el cadáver cuando se dispuso
oficialmente su retiro y se procedió a sepultarlo. Almánzar pronunció
un encendido panegírico en el que resaltó la valentía de Bencosme
y lanzó duros epítetos contra Trujillo. Más tarde, eso le costó la
cárcel. Los cronistas de la época relatan que pocos dolientes
acudieron al sepelio de Cipriano Bencosme. El temor prevalecía. El
autor de esta historia tuvo el privilegio de trabajar bajo el mando de
Armando Almánzar, cuando fue Jefe de Redacción del matutino
Listín Diario en la década de 1960.

Francisco Mosco Puello

Francisco Moscoso Puello nació en Santo Domingo el 26 de marzo de


1885. Médico, educador, escritor e investigador científico. Hijo de Juan
Elías Moscoso Rodríguez y Sinforosa Puello. Realizó sus estudios primarios
y secundarios en la capital. Se gradúa de Bachiller en Ciencias y Letras en
la Escuela de Bachilleres de Santo Domingo en el año1907. En 1910
obtuvo el título de Doctor en medicina en la Universidad de Santo
Domingo. Su tesis fue: “La Carioclesmatosis linfocítica. Nueva función del
sistema linfático”. El jurado de tesis estuvo integrado por los doctores
Ramón Báez, Rodolfo Coiscou y Salvador B. Gautier, obteniendo la
calificación de sobresaliente. Ingresó a la Universidad de Santo Domingo
como Catedrático Numerario de la Facultad de Medicina, nombrado por el
Poder Ejecutivo en el decreto No.857 del 21 de noviembre de 1933, donde
impartió las asignaturas de Fisiología, Anatomía Topográfica y Patología
Quirúrgica. Consagró gran parte de su vida a la investigación científica y al
ejercicio de la medicina, rama en la que escribió su importante obra
“Apuntes para la Historia de la Medicina de la Isla de Santo Domingo”,
única en su género en el país, a la que dedicó veinte años de su vida y para
lo cual contó con la colaboración de su esposa Lidia Balaguer de Moscoso.
Esta fue publicada en forma póstuma en 1977 y reeditada en seis tomos
de 1983 a 1985 por la Universidad Central del Este.

El ejercicio profesional del doctor Moscoso Puello es muy interesante,


pues introdujo la raquianestesia y practicó las primeras apendicetomías e
histerectomías en el país. Creó la Clínica de Macorís y la dotó de los
primeros equipos de Rayos X (1916). En su clínica se hicieron las primeras
radiografías de estómago, de aparato urinario, incluso pielografías,
broncografías, colecistografías, etc. Cabe la gloria a este brillante médico
de organizar y presidir, en 1911, el “Primer Congreso Médico
Dominicano”. Dirigió los hospitales San Antonio, de San Pedro de Macorís
y el Hospital Padre Billini de Santo Domingo. Como escritor legó dos obras
importantes a la bibliografía literaria dominicana: la novela Cañas y
bueyes y el libro de ensayos Cartas a Evelina. La primera, cuyo escenario
es San Pedro de Macorís, retrata la desgracia de los trabajadores de la
industria azucarera dominicana de la primera mitad del siglo XX. La
segunda, compuesta por una serie de artículos periodísticos aparecidos en
la prensa nacional entre 1913 y 1935, describe el comportamiento social y
político de los sectores más conservadores de la sociedad dominicana de
su época. Cañas y bueyes sitúa a Moscoso Pueblo entre los pioneros de la
llamada novela de la caña dominicana. Al publicar, en pleno auge de la
tiranía trujillista, el libro Cartas a Evelina fue apresado. En la cárcel, según
Zaglul, intenta cortarse la yugular, pues prefiere la muerte a la
humillación. Trujillo no tiene un preso cualquiera; en sus mazmorras está
uno de los mejores cirujanos del país y un intelectual de valía. En un gesto
increíble del déspota, lo deja en libertad y lo nombra director del Hospital
Padre Billini, sin exigirle nada, ni siquiera una letra de adhesión como era
su costumbre. El doctor Moscoso Puello era una persona activa y de gran
iniciativa, dictó numerosas conferencias sobre sífilis, tuberculosis, Rayos X,
hospitales, Cruz Roja, historia de la medicina dominicana, etc., y publicaba
con frecuencia en las revistas médicas nacionales. El Dr. Moscoso Puello,
atildado escritor, novelista brillante, biólogo ilustre, médico distinguido,
notable cirujano y Profesor Meritísimo, falleció a los 74 años, el día 20 de
enero de 1959. Obras científicas • Nuevas función del sistema linfático.
(1910) • Consideraciones sobre apendicetomía (1931) • Varias
conferencias acerca del cáncer (1942) • Cáncer del esófago” (1945) •
Cuadernos de cirugía (1945) Obras literarias • Caña y Buelles (1936). •
Sabanas y Fundos. • Estampas Dominicanas. • Cuentos y Navarijo. •
Anfibiografía noveladas.

Robert Reid Cabral

Robert Reid Cabral nació en 1929 en Santiago de los Caballeros. Médico,


pediatra y humanitario. Realizó sus estudios primarios en el colegio Luís
Muñoz Rivera y finalizó su bachillerato en la Escuela Normal. Tras
graduarse de Doctor en Medicina en la Universidad de Santo Domingo,
viajó a Washington D.C. para realizar su especialidad en pediatría en el
hospital de niños de esa ciudad. Luego viajó a Baltimore City Hospital de
Maryland, completando allí su formación. Regresó al país en 1958 donde
por sus conocimientos en el área de la pediatría fue nombrado en el
hospital infantil "Angelita", hoy Robert Reíd Cabral. La academia
Americana de pediatría le otorgó el Foreign Special Certifícate, siendo de
los primeros dominicanos en recibir esta distinción. En el hospital Padre
Billini laboró junto al Dr. Francisco Moscoso Puello, a quien admiró por sus
grandes aportes. Las condiciones humanas del doctor Reíd Cabral
quedaron de manifiesto en varias ocasiones, una de ellas fue la creación
de "La casa de la Providencia", la cual ofrecía servicios gratuitos a los
sectores más desposeídos de la sociedad. La otra muestra de su
humanismo lo constituye el refugio desinteresado que prestó a Juan
Tomás Díaz, Antonio de la Maza, Salvador Estrella Sadhala y a Marcelino
Vélez Santana, luego del ajusticiamiento de Rafael Leónidas Trujillo
Molina. Era hermano de Donald Reid Cabral, quien figuraba en el grupo
político del complot contra el tirano. El doctor Robert Reid Cabral murió
en 1961. Se suicidó en su casa cortándose las venas al verse atrapado por
los esbirros y conocer cuál sería su destino por haber ayudado a los
ajusticiadores del tirano, se desangró antes de llegar a la Clínica
Internacional. En honor a sus eminentes aportes y a su gran capacidad
intelectual se modificó el nombre del Hospital Angelita por Hospital
Infantil Robert Reid Cabral.

Darío Contreras nació en Santo Domingo el 27 de noviembre de 1879.


Bachiller en Ciencias y Letras en el Instituto Profesional de Santo Domingo,
1896. Se graduó de Licenciado en Medicina y Cirugía en 1900. Su tesis fue
“Tratamiento del Chancro Blando”. Realizó el Doctorado en la Universidad
de París, Francia, graduándose el 10 de julio de 1914. Realizó estudios en
Cirugía y Ginecología con los profesores Pozzi, Faure, Marion y Cosset. En
referencia a su vida en París, Joaquín Balaguer cuenta que Darío Contreras
participaba en una reunión con el reconocido escritor y luchador
antiimperialista colombiano José Ma. Vargas Vila, y que éste habló en
términos despectivos de Santo Domingo como tierra de tiranos y
dictadores, en alusión al general Ulises Heureaux. El joven médico
dominicano salió en defensa de su país y retó a un duelo personal con
pistola al detractor de su patria. Vargas Vila, sorprendido ante aquella
inesperada reacción patriótica, le pidió excusas. A su regreso al país
ejerció la profesión en varias ciudades del norte, como San Francisco de
Macorís, Santiago y Montecristi. En Santiago practicó algunas
intervenciones a domicilio, como era costumbre, dadas las condiciones del
tiempo y de la época; luego fundó la clínica “Altagracia”, donde acudían
pacientes de todo el país. Después de varios años de intenso trabajo se
trasladó a la capital de la República ejerciendo a nivel público y privado.
Refiriéndose a su labor en el Hospital Padre Billini, el Dr. Miranda afirma
que “La intensa y eficiente labor quirúrgica del Dr. Contreras en aquellos
días es admirable, hubo ocasiones en que desde las horas de la
madrugada comenzaba a trabajar para terminar muy pasado el mediodía.
Infatigable como el más joven y activo como el más fuerte, allí estuvo
presente resolviendo con verdadera capacidad todos los problemas que se
presentaban y enseñando a un grupo de estudiantes que sedientos de
aprendizaje colmaban el quirófano diariamente”. Cuando ocupó el cargo
de Secretario de Estado de Salud y Beneficencia, además de dedicarse al
mejoramiento de todas las dependencias, puso especial atención a la
profesión de enfermería, elevando el sueldo de estas consagradas
servidoras de los servicios de salud. Trabajó la profesión durante largos
años y ocupó numerosos cargos en la administración pública: - Cirujano
del Hospital San Rafael, Santiago, 1924. - Médico Legista del Distrito
Judicial de Santiago de los Caballeros. - Director del Hospital Padre Billini,
Santo Domingo, 1942-1943. - Ministro de Sanidad, 1941-1943 - Diputado
al Congreso Nacional - Senador de la República - Ministro Consejero de la
Embajada Dominicana en Washington, 1949-1951. Ingresó a la
Universidad de Santo Domingo mediante decreto del Presidente de la
República Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, de fecha 13 de
noviembre de 1940. Impartió las cátedras de Semiología Quirúrgica,
Clínica Quirúrgica y Patología Quirúrgica. Con motivo del proceso de
reforma curricular en la Universidad, el Dr. Contreras le escribió el 14 de
octubre de 1944 una comunicación al señor Rector de la institución
expresándole su preocupación por la falta de conocimientos prácticos por
parte de los estudiantes de medicina: “La falta de conocimientos prácticos
se hace manifiesta al graduarse de médico el estudiante, entonces al no
saber siquiera orientarse ante el enfermo, ni cómo tratarlo, se ve obligado
a tratar al enfermo como lo hacen los boticarios o lo curanderos, esto es,
indicando patentizados tomados de almanaques o folletos de Laboratorios
comerciantes”. Para la mayoría de los dominicanos la historia médica del
Dr. Contreras se circunscribía a un solo acto: el acto quirúrgico en que fue
personaje central Rafael Leonidas Trujillo Molina. “El viejo maestro- dice el
Dr. Zaglul- se quejaba amargamente de que olvidaran su historia como
persona y como cirujano para convertirlo única y exclusivamente en el
Salvador del Tirano, pues en la década del 40 un inofensivo forúnculo en la
nuca del dictador se convierte en una terrible ántrax que le hace peligrar
la vida. Se traen médicos del exterior y también se niegan. El tirano va
irremisiblemente hacia la muerte. Los familiares llaman al Dr. Contreras,
que para esa época era un cirujano olvidado. El paciente inconsciente,
febril por el efecto de una grave septicemia. Contreras decide operar con
una espada de Damocles sobre su cabeza. El éxito no se hizo esperar y el
paciente duraría veinte años más gobernando con mano férrea a nuestro
sufrido pueblo”. En su libro Memorias de un Cortesano de la Era de
Trujillo, Balaguer expone que cuando el Dr. Contreras se disponía a llevar a
Trujillo a la mesa de operaciones, los hermanos de éste se interpusieron
en su camino para preguntarle con aire de consternación: “Doctor ¿y qué
pasaría si el Jefe muere?”, a lo que el cirujano se limitó a contestar: “Si se
muere hiede a los cinco días”.

Luís Eduardo Aybar Jiménez médicos dominicanos, los 23 años, el Instituto


Profesional le otorgó el título de “Licenciado en Medicina y Cirugía”.
Finalizó sus estudios en Francia en 1911 natal. Fue un gran gremialista,
llegando a Dominicana y de la Cruz Roja Dominicana. 1930 convirtió su
clínica en un hospital de socorro. Luís E. Aybar gozaba de fama en
importantes operaciones. Este reputado cirujano tenía una gran preo
social y escribió al respecto un bien adiestrado cuerpo de cirujanos, tan
numeroso como lo reclama densidad de la población y la extensión de su
territorio, indicios equivocados de un lamentable atraso, puesto a que
carece de algo que es considerado como valioso instrumento de
protección para la vida individual, y como organismo que e importancia
culminante que tiene una nación de proteger la vida nacional”. En 1961, el
Dr. Mairení Cabral Navarro le propuso al Consejo Nacional de Salud
cambiarle el no estadounidense que había dispensado servicios médicos a
Trujillo Luís Eduardo Aybar , argumentando que este médico dominicano,
un excelente cirujano mayo de ese año se dispuso el cambio de s Eduardo
AybarJiménez Jiménez Jiménez s eminentes médicos dominicanos s
Eduardo Aybar Jiménez, reconocido como uno de los más eminentes
médicos dominicanos, nació en Santo Domingo el 21 de Junio de 1881. el
Instituto Profesional le otorgó el título de “Licenciado en en Francia en
1911, y ya para 1912 estaba en su tierra Fue un gran gremialista, llegando
a ser presidente de la Aso y de la Cruz Roja Dominicana. Durante el
huracán San Zenón en su clínica en un hospital de socorro. Luís E. Aybar
gozaba de fama en el país por haber realizado con éxito importantes
operaciones. Este reputado cirujano tenía una gran preo social y escribió
al respecto en 1930: “El país, que en la actualidad no posee un bien
adiestrado cuerpo de cirujanos, tan numeroso como lo reclama densidad
de la población y la extensión de su territorio, indicios equivocados de un
lamentable atraso, puesto a que carece de algo que es considerado como
valioso instrumento de protección para la vida individual, y como
organismo que en un momento dado puede adquirir la importancia
culminante que tiene una nación con todos los resortes capaces de
proteger la vida nacional”. En 1961, el Dr. Mairení Cabral Navarro le
propuso al Consejo Nacional de Salud cambiarle el nombre al Hospital
William Morgan (mé estadounidense que había dispensado servicios
médicos a Trujillo , argumentando que este último había sido un desta un
excelente cirujano de relevantes virtudes se año se dispuso el cambio de
nombre. reconocido como uno de los más eminentes l 21 de Junio de
1881. A el Instituto Profesional le otorgó el título de “Licenciado en y ya
para 1912 estaba en su tierra ser presidente de la Asociación Medica
Durante el huracán San Zenón en por haber realizado con éxito
importantes operaciones. Este reputado cirujano tenía una gran
preocupación “El país, que en la actualidad no posee un bien adiestrado
cuerpo de cirujanos, tan numeroso como lo reclama la densidad de la
población y la extensión de su territorio, está ofreciendo indicios
equivocados de un lamentable atraso, puesto a que carece de algo que es
considerado como valioso instrumento de protección para la vida n un
momento dado puede adquirir la todos los resortes capaces En 1961, el
Dr. Mairení Cabral Navarro le propuso al Consejo Nacional de illiam
Morgan (médico estadounidense que había dispensado servicios médicos
a Trujillo) por el de había sido un destacado de relevantes virtudes.
Marcelino Vélez Santana era oriundo de La Romana, nació el 14 de abril
de 1921, en el hogar formado por su padre de oficio pescador, Marcelino
Vélez, y su madre, Dolores Santana. Era el menor de ocho hermanos. Don
Marcelino falleció durante el embarazo de su esposa, víctima de la
epidemia de influenza que afectó al país en el año 1921. Doña Dolores era
una mujer de carácter fuerte y pese a la condición de humildad en que le
tocó desenvolverse logró que dos de sus hijos se graduaran de médicos, lo
cual no era fácil para la época. Su hermano Baudilio era 10 años mayor y
asumió el papel de padre en la relación con su hermano más pequeño.
Marcelino realizó los estudios primarios en su ciudad natal y el
bachillerato en la antigua Escuela Normal, ubicada frente al parque
Independencia, en ciudad Trujillo. Era un estudiante brillante y de gran
facilidad para las matemáticas. Se decidió a estudiar Medicina siguiendo
los pasos de su hermano, que ya se había graduado de médico. Ingresó a
la Universidad de Santo Domingo en el año 1939 y para costear los
estudios ingresó a la Marina de Guerra, prestando labores en el Cuerpo
Médico del Hospital Militar “Dr. Marión”. Al cuarto año abandonó la
Marina para laborar en la Oficina Sanitaria del Distrito Nacional ubicada en
la zona colonial. En los años quinto y sexto trabajó como practicante en el
Hospital Padre Billini. Durante esta época surgió su admiración por
Francisco Moscoso Puello y Heriberto Pieter, personajes fascinantes y
profesores maravillosos, además de críticos velados de la dictadura
trujillista. Aprendió la Clínica Médica con el reconocido catedrático y
maestro de la Medicina Nicolás Pichardo. Se casó en 1945 con la señora
Gladys Pacheco constituyendo una pareja siempre unida. Doña Gladys fue
un importante apoyo para su marido en la vida llena de sobresaltos por
sus posiciones políticas en un determinado período de la historia
dominicana. El matrimonio procreó cuatro hijos: Gladys Dolores, Carlos
Eugenio, Marcelino e Ignacio Augusto. Marcelino Vélez Santana obtuvo el
título de Doctor en Medicina en 1945. Reingresó a la Marina de Guerra
como alférez de navío y fue trasladado a la Base Naval de Las Calderas,
Baní. Se le considera como el fundador del Cuerpo Médico de la Marina de
Guerra. En 1947 renuncia de la vida militar e ingresa a la Caja Dominicana
del Seguro Social donde es nombrado en su lar nativo, La Romana, con
sueldo de RD$ 250.00 mensuales. En esta ciudad fue de los organizadores
del Seguro Social y de los fundadores del Hospital Dr. Arístides Fiallo
Cabral. A la vez laboraba en el Hospital Juan Pablo Pina de San Cristóbal,
en el área de Urología. En 1955 la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) le otorgó una beca para estudiar Administración de Hospitales en el
Hospital Obrero de la Seguridad Social de Lima, Perú. Aprovecha esta
situación para dedicarse también al estudio de la Bacteriología en el
referido hospital. A su regreso (1957) es nombrado director de
Bacteriología del Hospital Dr. Salvador B. Gautier, del Seguro Social,
departamento del cual también fue fundador. Durante su ejercicio
profesional era la referencia nacional en relación a la Bacteriología. Dictó
numerosas conferencias por todo el país; publicó numerosos artículos en
revistas médicas y, además, incursionaba en casos especiales en la prensa
nacional, sobre todo en momentos específicos de crisis de la salud pública,
como durante las epidemias de fiebre equina, fiebre porcina y Dengue.
Desde muy joven Marcelino Vélez se comprometió con la lucha por las
libertades democráticas y la justicia social. Así, siendo estudiante
universitario participó en actividades clandestinas contra la dictadura;
estuvo involucrado en el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas
Trujillo; fue una activo militante contra el golpe de Estado al gobierno
constitucional del profesor Juan Bosch y combatiente durante la Guerra de
Abril de 1965, en defensa de la constitución y en contra de la ominosa
ocupación militar norteamericana. Durante los estudios de medicina era
compañero de promoción de Pericles Franco, de los fundadores de la
Juventud Democrática, quien organizó células universitarias – públicas y
clandestinas- para combatir la tiranía de Trujillo. Marcelino formaba parte
de una célula junto a Carlos Adolfo Ariza Mendoza, Carlos Mejía Feliú y el
propio Pericles Franco. Entre sus actividades estaban las de aparentar
reuniones científicas, impartir charlas, distribuir volantes por debajo de las
puertas casa por casa e incorporar nuevos miembros a la resistencia
antitrujillista. Tras el ajusticiamiento de Trujillo y debido a su relación con
los complotados a los cuales prestó ayuda médica, Marcelino Vélez
Santana fue apresado y se le sometió a las más crueles torturas, llegando a
pensar que no saldría vivo de ese infierno; sin embargo, el 19 de
noviembre fueron expulsados del país los remanentes de la dictadura y
una semana más tarde es liberado para retornar a sus labores cotidianas
como jefe de Servicio de Microbiología del Hospital Salvador B. Gautier y
como profesor de la Universidad de Santo Domingo, a la cual fue
reintegrado luego de ser expulsado por su compromiso político en el
ajusticiamiento del tirano. Además de sus labores profesionales, Vélez
Santana se involucra en las actividades de la Asociación Médica
Dominicana, llegando a convertirse en su presidente en dos ocasiones y en
un abanderado de la lucha por la constitucionalidad y la vuelta al poder
del profesor Juan Bosch, luego de su derrocamiento en 1963. También,
tiene la inmensa gloria de haber sido Ministro de Salud del Gobierno
Constitucional en Armas del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Vélez Santana fue un consagrado académico desde el año 1962 en que
ingresa a la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Era catedrático de
las asignaturas Microbiología, Semiología Clínica e Infecciosa. Después de
veinte años de servicio en la UASD fue jubilado en 1983. En las Escuelas de
Medicina del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y de la
Universidad Central del Este (UCE) fue fundador de las cátedras de
Microbiología, Infecciosa y Semiología. Era un profesor que explicaba con
sencillez, y lo más notable durante su labor docente era la relación
fraterna que mantenía con los estudiantes, con los cuales conversaba y
discutía en los pasillos acerca de los problemas sanitarios del país y de los
problemas sociales durante la atormentada vida política de los años 1961-
1978. La fecunda vida de este ejemplar Maestro de la Medicina
Dominicana y Profesor Meritísimo se agotó el primero de septiembre de
1995, cuando muere en la ciudad de Santo Domingo a los 74 años de
edad. Un moderno y eficiente hospital del sector de Herrera del municipio
Santo Domingo Oeste, inaugurado el 12 de enero de 2003, fue bautizado
con el nombre de este dominicano ilustre.

En las postrimerías del siglo XIX, ejercia en nuestro


país un medico venezolano que consideraba a la
Republica Dominicana su segunda patria. Ese medico,
consiguió reunir a un grupo de colegas con la idea de
formar una sociedad medica, con fines científicos y de
orientación a la población sobre enfermedades y
epidemias. El nombre de ese medico fue Dr. Manuel
Durán Bracho y fue el Primer Presidente de la Sociedad
Medica de Santo Domingo, nombre que adopto la
recién creada asociación. Su fecha de fundación fue el
18 de agosto del 1891. La primera directiva la
componían además, los Dres. Juan Francisco
Alfonseca como Vicepresidente y Julio Lyon como
Tesorero. Sin embargo la situación política bajo la
dictadura de Ulises Hereaux, dificulto las labores de la
nueva sociedad. Sus actividades se limitaban a
orientaciones y consejos a la población y a las
autoridades sobre temas sanitarios. El nuevo siglo no
trajo grandes diferencias en la situación del país, tras
la muerte del Dictador Hereaux, y las guerras internas
que siguieron. En 1908 se intento crear una gran
campaña a favor de la salud infantil, que activó la
Sociedad y llevó a la realización del Primer Congreso
Medico Dominicano celebrado en el 1911, y organizado
por los Dres. Aristides Fiallo Cabral y Francisco
Moscoso Puello. En ese Congreso se decidio
incrementar las actividades de la Sociedad, para lo
cual se encargo al Dr. Salvador B. Gautier. En 1916 con
la ocupación militar norteamericana, las actividades
de la Sociedad de nuevo se duermen por las
condiciones imperantes. Los médicos dominicanos
como Francisco Henriquez y Carvajal, Alejandro
Coradin o Federico Aybar se opusieron con fervor
patriotico a la invasión de las fuerzas norteamericanas
y sufrieron cárcel o exilio. Dos años luego de la
retirada de las tropas norteamericanas, en septiembre
del 1926 se reinician las actividades de la Sociedad
Medica de Santo Domingo. En noviembre de ese año se
adopta para la sociedad el nombre de Asociacion
Medica Dominicana. Sus actividades se llevaban a
cabo en la Sociedad “Amigos del Pais” que estaba
situada en la calle Isabel la Catolica 101. Esa Directiva
que inicio esa nueva etapa de la Sociedad estaba
presidida por el Dr. Pedro de Marchena y junto a el, los
Dres. Luis Eduardo Aybar, Arturo Grullon, Antonio
Elmudesi, Emilio Rodriguez Oca, Felix Raymond,
Viriato Fiallo, Heriberto Pieter, Rodolfo Coiscou y
Fernando Defillo. Se iniciaron reuniones científicas y
de discusión y presentación de casos con la
participación de la mayoría de los médicos del país,
que en ese entonces eran unos 160. En 1933 se realiza
un nuevo Congreso Medico, ya en la época de Trujillo.
Los Medicos Dominicanos dieron una muestra de
coraje al seleccionar como Directivos de ese Congreso
a los Dres. Ramon de Lara y Viriato Fiallo, ambos
conocidos contrarios a Trujillo. El Tirano se disgusto y
esto motivó un intento de control de la Asocacion por
el gobierno y una considerable merma en sus
actividades. Tras la caída de la Dictadura, la
Asociacion Medica Dominicana renace y tras las
primeras elecciones democraticas, en 1961, se elige
una nueva Directiva que quedó Presidida por el Dr.
Jordi Brossa, quien junto a un grupo de valiosos
médicos dominicanos propiciaron las bases para una
mejoría en la situación de los Medicos. El camino de la
Asociacion Medica Dominicana ha estado lleno de
grandes logros a favor de la salud de los dominicanos y
de las condiciones de trabajo de nuestros médicos. En
febrero del 2003, el Presidente Hipolito Mejia,
promulgo la Ley de Colegiacion Medica, que convirtió a
nuestra asociación en el hoy Colegio Medico
Dominicano.

También podría gustarte