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Abraham Maslow y su teoría de la motivación humana

Publicado el junio 29, 2012por psicopedagogiaaprendizajeuc

Maslow propone la “Teoría de la Motivación Humana”, la cual trata de una


jerarquía de necesidades y factores que motivan a las personas; esta jerarquía
identifica cinco categorías de necesidades y considera un orden jerárquico
ascendente de acuerdo a su importancia para la supervivencia y la capacidad de
motivación. (Quintero; J; 2007:1). Es así como a medida que el hombre va
satisfaciendo sus necesidades surgen otras que cambian o modifican el
comportamiento del mismo; considerando que solo cuando una necesidad está
“razonablemente” satisfecha, se disparará una nueva necesidad (Quintero; J;
2007:1).
Las cinco categorías de necesidades son: fisiológicas, de seguridad, de amor y
pertenencia, de estima y de auto-realización; siendo las necesidades fisiológicas las
de más bajo nivel. Maslow también distingue estas necesidades
en “deficitarias” (fisiológicas, de seguridad, de amor y pertenencia, de estima) y
de “desarrollo del ser” (auto-realización). La diferencia distintiva entre una y otra
se debe a que las “deficitarias” se refieren a una carencia, mientras que las de
“desarrollo del ser” hacen referencia al quehacer del individuo (Quintero; J;
2007:1)
Necesidades fisiológicas: son de origen biológico y refieren a  la supervivencia
del hombre; considerando necesidades básicas e incluyen cosas como: necesidad de
respirar, de beber agua, de dormir, de comer, de sexo, de refugio (Quintero; J;
2007:2).
Necesidades de seguridad: cuando las necesidades fisiológicas están en su gran
parte satisfechas, surge un segundo escalón de necesidades que se orienta a la
seguridad personal, el orden, la estabilidad y la protección. Aquí se encuentran
cosas como: seguridad física, de empleo, de ingresos y recursos, familiar, de salud y
contra el crimen de la propiedad personal (Quintero; J; 2007:2).
Necesidades de amor, afecto y pertenencia: cuando las necesidades
anteriores están medianamente satisfechas, la siguiente clase de necesidades
contiene el amor, el afecto y la pertenencia o afiliación a un cierto grupo social y
buscan  superar los sentimientos de soledad y alienación. Estas necesidades se
presentan continuamente en la vida diaria,cuando el ser humano muestra deseos
de casarse, de tener una familia, de ser parte de una comunidad, ser miembro
de una iglesia o asistir a un club social (Quintero; J; 2007:2).
Necesidades de estima: cuando las tres primeras necesidades están
medianamente satisfechas, surgen las necesidades de estima que refieren a la
autoestima, el reconocimiento hacia la persona, el logro particular y el respeto
hacia los demás; al satisfacer estas necesidades, las personas tienden a sentirse
seguras de sí misma y valiosas dentro de una sociedad; cuando estas necesidades
no son satisfechas, las personas se sienten inferiores y sin valor (Quintero; J;
2007:2).
Maslow propuso dos necesidades de estima: una inferior que incluye el respeto de
los demás, la necesidad de estatus, fama, gloria, reconocimiento, atención,
reputación, y dignidad; y otra superior, que determina la necesidad de respeto de sí
mismo, incluyendo sentimientos como confianza, competencia, logro, maestría,
independencia y libertad (Quintero; J; 2007:2).
Necesidades de auto-realización: son las más elevadas encontrándose en la
cima de la jerarquía; responde a la necesidad de una persona para ser y hacer lo
que la persona “nació para hacer”, es decir, es el cumplimiento del potencial
personal a través de una actividad especifica; de esta forma una persona que está
inspirada para la música debe hacer música, un artista debe pintar, y un poeta debe
escribir (Quintero; J; 2007:3).
A continuación se presenta la pirámide de la jerarquía de necesidades de Maslow.
Además de las cinco necesidades antes descritas, Maslow también identificó
otras tres categorías de necesidades, lo que dio origen a una rectificación de
la jerarquía de necesidades (Quintero; J; 2007:4).
Necesidades estéticas: no son universales, pero al menos ciertos grupos de
personas en todas las culturas parecen estar motivadas por la necesidad de belleza
exterior y de experiencias estéticas gratificantes (Quintero; J; 2007:4).
Necesidades cognitivas: están asociadas al deseo de conocer, que posee la
mayoría de las personas; como resolver misterios, ser curioso e investigar
actividades diversas fueron llamadas necesidades cognitivas, destacando que este
tipo de necesidad es muy importante para adaptarse a las cinco necesidades antes
descritas (Quintero; J; 2007:4).
Necesidades de auto-trascendencia: Hacen referencia a promover una causa
más allá de sí mismo y experimentar una comunión fuera de los límites del yo; esto
puede significar el servicio hacia otras personas o grupos, el perseguir un ideal o
una causa, la fe religiosa, la búsqueda de la ciencia y la unión con lo
divino (Quintero; J; 2007:4).
Aplicando la teoría al área educacional
Es necesario destacar que esta teoría,  forma parte del paradigma educativo
humanista, para el cual el logro máximo de la auto-realización de los estudiantes en
todos los aspectos de la personalidad es fundamental, procurando,
proporcionar una educación con formación y crecimiento personal (Quintero; J;
2007:5). Se debe tener en cuenta, además, que para que un alumno pueda llegar a
la autorealización se requiere que las otras necesidades estén cubiertas, lo que se
plantea como una dificultad para aulas en que los niños no han satisfecho
necesidades de tipo fisiológicas, de seguridad o de amor, pertenencia y de estima.
Por ello las formas en que se aborda la satisfacción de estas necesidades también se
torna como un desafío para las instituciones educativas y el sistema escolar en
general, considerando que las carencias como por ejemplo el hambre, la
inseguridad o sentido de indefensión, la falta de constitución en la familia, entre
otras problemáticas están muy presentes en la vida de muchos alumnos sobre todo
de los que provienen de contextos más vulnerables y por ende afectan su educación
y la búsqueda de su auto- realización.

Teoria de Maslow y Teoria del desarrollo a escala


humana
Teoria de Maslow

La pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades


humanas, es una teoría psicológica propuesta por
Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la
motivación humana (en inglés, A Theory of Human
Motivation) de 1943, que posteriormente amplió.
Obtuvo una importante notoriedad, no sólo en el
campo de la psicología sino en el ámbito empresarial
del marketing o la publicidad. Maslow formula en su
teoría una jerarquía de necesidades humanas y
defiende que conforme se satisfacen las necesidades
más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres
humanos desarrollan necesidades y deseos más
elevados (parte superior de la pirámide).
Jerarquía de necesidades
La escala de las necesidades se describe como una
pirámide de cinco niveles: los cuatro primeros niveles
pueden ser agrupados como «necesidades de déficit»
(deficit needs o D-needs) (primordiales); al nivel
superior lo denominó por última vez
«autorrealización», «motivación de crecimiento», o
«necesidad de ser» (being needs o B-needs).

La idea básica es: sólo se atienden necesidades


superiores cuando se han satisfecho las necesidades
inferiores, es decir, todos aspiramos a satisfacer
necesidades superiores. Las fuerzas de crecimiento
dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía,
mientras que las fuerzas regresivas empujan las
necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía.
Según la pirámide de Maslow dispondríamos de:
                          

                 

Necesidades básicas
Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referentes a la
supervivencia):

          Necesidad de respirar, beber agua (hidratarse) y alimentarse.


          Necesidad de dormir (descansar) y eliminar los desechos corporales.
          Necesidad de evitar el dolor.
          Necesidad de mantener la temperatura corporal, en un ambiente cálido o con
vestimenta.
          Necesidades de seguridad y protección[editar]
          Surgen cuando las necesidades fisiológicas están satisfechas. Se refieren a
sentirse seguro y protegido:3
          Seguridad física (asegurar la integridad del propio cuerpo) y de salud
(asegurar el buen funcionamiento del cuerpo).
          Necesidad de seguridad de recursos (casa, dinero, automóvil, etc.)
          Necesidad de vivienda (protección).

         Necesidades sociales (afiliación)

Maslow describió dos tipos de necesidades de estima,una alta y otra baja.

La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales
como confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.

La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio,
reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.
La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima e ideas de inferioridad. El tener
satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional,
que tranquilamente puede escalonar y avanzar hacia la necesidad de la autorrealización.

La necesidad de autoestima es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que se


constituye en el pilar fundamental para que el individuo se convierta en el hombre de éxito que
siempre ha soñado, o en un hombre abocado hacia el fracaso, el cual no puede lograr nada por sus
propios medios.

Autorrealización

Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación
de crecimiento», «necesidad de ser» y «autorrealización».

Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías, y es a
través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante
el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han
sido alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto punto.

Personas autorrealizadas

Maslow consideró autorrealizados a un grupo de personajes históricos que estimaba cumplían


dichos criterios: Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Mahatma Gandhi, Albert Einstein, Eleanor
Roosevelt, William James, entre otros.

Maslow dedujo de sus biografías, escritos y actividades una serie de cualidades similares. Estimaba
que eran personas:

         Centradas en la realidad, que sabían diferenciar lo falso o ficticio de lo real y genuino.

         Centradas en los problemas, que enfrentan los problemas en virtud de sus soluciones.

         Con una percepción diferente de los significados y los fines.

En sus relaciones con los demás, eran personas:


         Con necesidad de privacidad, sintiéndose cómodos en esta situación.

         Independientes de la cultura y el entorno dominante, basándose más en experiencias y juicios


propios.

         Resistentes a la enculturación, pues no eran susceptibles a la presión social; eran inconformistas.

         Con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la condición humana.

         Buena aceptación de sí mismos y de los demás, tal como eran, no pretenciosos ni artificiales.

         Frescura en la apreciación, creativa, inventiva y original.

         Con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la humanidad.

Metanecesidades y metapatologías

Maslow también aborda de otra forma la problemática de lo que es autorrealización, hablando de


las necesidades impulsivas, y comenta lo que se necesitaba para ser feliz: verdad, bondad, belleza,
unidad, integridad y trascendencia de los opuestos, vitalidad, singularidad, perfección y necesidad,
realización, justicia y orden, simplicidad, riqueza ambiental, fortaleza, sentido lúdico,
autosuficiencia, y búsqueda de lo significativo.

Cuando no se colman las necesidades de autorrealización, surgen las metapatologías, cuya lista es
complementaria y tan extensa como la de metanecesidades. Aflora entonces cierto grado de
cinismo, los disgustos, la depresión, la invalidez emocional y la alienación.

Teoría del Desarrollo a Escala Humana

Un Desarrollo Escala Humana. Tal desarrollo se concentra y sustenta en la satisfacción de las


necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de auto dependencia
y en la articulación

Orgánica de los seres humanos con la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los
comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la autonomía y dela
sociedad civil con el Estado. Necesidades humanas, auto dependencia y articulaciones orgánicas,
son los pilares fundamentales que sustentan el Desarrollo a Escala Humana. Pero para servir a su
propósito sustentador deben, a su vez, apoyarse sobre una base sólida. Esa base se construye a
partir del protagonismo real de las personas, como consecuencia de privilegiar tanto la diversidad
como la autonomía de

Espacios en que el protagonismo sea realmente posible. Lograr la transformación de la persona


objeto en persona-sujeto del desarrollo es, entre otras cosas, un problema de escala; porque no
hay protagonismo posible en sistemas gigantescos organizados jerárquicamente desde arriba
hacia abajo.

                      

El Desarrollo a Escala Humana apunta hacia una necesaria profundización democrática. Al facilitar
una práctica democrática más directa y participativa, puede contribuir a revertir el rol
tradicionalmente semi-paternalista del Estado latinoamericano, en rol estimulador de soluciones
creativas que emanen desde abajo hacia arriba y resulten, por lo tanto, más congruentes con las
aspiraciones reales de las personas

                                 .
Principio No. 1

“La economía debe servir a las personas y no las personas a la economía”

Este principio contrasta duramente con las prácticas de nuestras organizaciones, dentro de las
cuales el ser humano es UN RECURSO. Por eso es doloroso ver cómo la mayoría de las
dependencias humanas de las organizaciones siguen aún denominándose RECURSOS
HUMANOS. Y suena irónico, cuando menos, escuchar a más de un ejecutivo de primera línea
decir a boca llena: “En esta Organización lo Primero es el Recurso Humano”. ¡Vaya si no sabe de
qué está hablando!: el ser humano no es un recurso. El ser humano es el fin, el único fin del
desarrollo. Mientras esta realidad no se asuma con seriedad, las organizaciones seguirán siendo
depredadoras del desarrollo humano y no gestoras del mismo.

Principio No. 2

“El desarrollo se refiere a personas, no a objetos”

Hemos construido un modelo de desarrollo hacia afuera: objetos, posesiones, riqueza, estatus,… Y
tenemos un subdesarrollo interior que raya con la miseria. Es el modelo de desarrollo centrado en
el tener, a diferencia del desarrollo centrado en el ser. Por ello, no es raro que, en los últimos 50
años, la sociedad norteamericana registre los mayores indicadores de crecimiento jamás
experimentados en su riqueza material (léase PIB per cápita) y la más decreciente curva de
felicidad jamás registrada (ver gráfica No. 1). Vaya paradoja del desarrollo mal entendido.

Principio No. 3

“El crecimiento no es desarrollo, y éste puede tener lugar sin crecimiento”

Los modelos de desarrollo economicistas, en todos sus sabores (capitalistas, socialistas,


comunistas) nos llevaron a la vana ilusión de que no hay desarrollo si no hay crecimiento. E,
implícitamente, está dicho CRECIMIENTO CUANTITATIVO, por supuesto. Es decir: más horas-per
cápita, más autos-por habitante, más celulares-per cápita, más kilómetros-hora, etc. Parecería ser
que la matemática que inspiró a los diseñadores del modelo economicista de desarrollo sólo tenía
un signo matemático: MÁS. Ahora empezamos a entender que, al lado de la riqueza económica
producida (PIB), que siempre suma (bienes y servicios producidos), hay una serie de RESTAS
cada vez más preocupantes: la huella hídrica, la huella de carbono, la huella cerebral, los índices
de desarrollo humano, los índices de felicidad humana, el índice de oportunidades humanas, etc.,
etc. Por eso resulta dramática la paradoja de que, a mayor riqueza individual se produce, mayor
pobreza, mayor depredación ambiental y mayor conflicto social se producen. Algo no anda bien. Y,
en buenahora, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, contrató a los premios nobel de economía
Joseph Stiglitz y Amartya Sen para proponerle una medida del desarrollo diferente del PIB y más
omnicomprensiva de las realidades modernas. Hace cosa de un mes, precisamente, esta comisión
entregó sus propuestas al gobierno francés y nuevas esperanzas se abren entonces frente a la
obtusa mirada del desarrollo que ha primado hasta hoy.

Principio No. 4

“La economía es un subsistema de un sistema mayor que es la biosfera, el cual es finito”

Esta realidad la conocemos hace buen rato. Hacia finales de la década del 60, el Club de Roma
contrató con el MIT un estudio prospectivo del desarrollo, bajo la óptica de indagar qué mundo
tendríamos en 100 años de continuar la dinámica de las variables económicas, sociales y
ambientales conocidas entonces. El resultado quedó plasmado en el informe, cuyo admonitorio
título es “Los Límites del Crecimiento”. Por primera vez, la humanidad tuvo una evidencia científica
de que no es posible crecer indefinidamente en un sistema finito, como muy bien lo expresa Annie
Leonard en el reciente documental “La Historia de las Cosas”. Dicho diagnóstico quedó confirmado
hace poco menos de 5 años cuando, a 30 años de haberse producido el informe inicial, se produjo
su segunda versión “Los Límites del Crecimiento 30 años Después”.

La Teoría del Aprendizaje Social, conceptos


básicos
La teoría se basa en que hay tipos de aprendizaje donde el refuerzo directo
no es el principal mecanismo de enseñanza, sino que el elemento social
puede dar lugar al desarrollo de un nuevo aprendizaje entre los individuos.
Teoría del aprendizaje social es útil para explicar cómo las personas
pueden aprender cosas nuevas y desarrollar nuevas conductas
mediante la observación de otros individuos. Así pues, esta teoría se
ocupa del proceso de aprendizaje por observación entre las personas.
En la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura elaborada el año 1977
se basa en teorías del aprendizaje conductista sobre el condicionamiento
clásico y el condicionamiento operante. Sin embargo, añade dos ideas
importantes:
1. Los procesos de mediación se producen entre estímulos y
respuestas.
2. Conducta es aprendida desde el medio ambiente a través del proceso
de aprendizaje por observación.
Aprendizaje mediante la observación
Los niños observan a las personas que los rodean para ver e imitar cómo se
comportan. Los individuos observados son llamados modelos. En la
sociedad, los niños están rodeados de muchos modelos influyentes, como
los padres y otros miembros de la familia, personajes de la televisión (o de
YouTube), amigos, maestros de la escuela, etc.

Los niños prestan atención a todas estas personas o modelos y codifican


su comportamiento. Posteriormente, ellos pueden imitar (es decir, copiar)
la conducta que han observado. Pero pueden hacer esto sin importar si el
comportamiento es «apropiado” o no, aunque hay una serie de procesos
que hacen que sea más probable que un niño reproduzca el
comportamiento que su sociedad considere apropiado para él o ella.
En primer lugar, el niño tiene más probabilidades de imitar a aquellas
personas que percibe como más semejantes. En consecuencia, es más
probable que imite la conducta modelada por personas del mismo sexo.
Posteriormente, las personas que rodean al niño responderán al
comportamiento imita, ya sea con el refuerzo o el castigo. Si un niño imita el
comportamiento de un modelo y las consecuencias son gratificantes, el niño
es probable que continúe realizando dicho comportamiento. Por ejemplo, si
un padre ve a su hija consolando a su osito de peluche y le dice «eres una
niña muy amable», esto será gratificante para ella y hará que sea más
probable que repita dicho el comportamiento. Su comportamiento habrá sido
reforzado.
El fortalecimiento de una conducta puede ser externo o interno y
puede ser positivo o negativo. Si un niño busca la aprobación de sus
padres o compañeros, esta aprobación será un refuerzo externo, sentirse
feliz por haber sido aprobado es un refuerzo interno. Un niño se comportará
de manera en la que piense que va a ganar una mayor aprobación, ya que
la desea de forma innata.
Por lo general, el refuerzo positivo (o negativo) tendrá poco impacto si
el refuerzo ofrecido externamente no coincide con las necesidades del
individuo.  El refuerzo puede ser positivo o negativo, pero lo importante es
que éste conduzca a un cambio en el comportamiento de una persona.
Por otro lado, el niño también tendrá en cuenta de lo que le sucede a otra
persona antes de decidir si copiar o no sus acciones. Una persona
aprende mediante la observación de las consecuencias del
comportamiento de otro, por ejemplo un hermano menor puede observar
un tipo de comportamiento de su hermano mayor que es premiado, por lo
que será más probable que repita ese comportamiento en particular. Esto se
conoce como refuerzo vicario.
La identificación se produce nuevamente a través de un modelo, y
consiste en copiar o adoptar comportamientos, valores, creencias y
actitudes observadas en la persona con la que uno se está identificando.

La identificación es diferente a la imitación ya que implica toda una serie


de actitudes y comportamientos, mientras que la imitación por lo general
implica la copia de un solo comportamiento.
Los procesos de mediación
Bandura creía que los seres humanos son procesadores activos de
información, que valoran la relación entre su comportamiento y sus
consecuencias. Por tanto, el aprendizaje por observación no puede ocurrir
a menos que los procesos cognitivos estén implicados. Estos factores
mentales median en el proceso de aprendizaje para determinar si una
nueva respuesta se adquiere o no.
Así pues, las personas no observan de forma automática el comportamiento
de un modelo y la imitan. Hay un proceso de pensamiento antes de la
imitación y se llama proceso de mediación. Esto se produce entre la
observación del comportamiento (estímulo) y la imitación o no del mismo
(respuesta).
Hay cuatro procesos de mediación propuestos por
Bandura:
1. Atención: Es la medida en la que observamos el comportamiento de
otros. Para que imitemos un comportamiento éste tiene primero que
captar nuestra atención. Observamos muchos comportamientos a lo largo
del día, pero muchos de ellos no nos interesan. Por lo tanto, la atención es
extremadamente importante para que comportamiento tenga una influencia
suficiente en nosotros como para querer imitarlo.
2. Retención: La retención de la conducta recién aprendida es necesaria
para que ésta se mantenga. Sin retención, no se establecería el aprendizaje
del comportamiento, y es posible que se tenga que volver a observar el
modelo nuevo, ya que no fuimos capaces de almacenar la información
sobre el comportamiento.
3. Reproducción: Esta es la capacidad de realizar la conducta que el
modelo acaba de mostrar. Diariamente nos gustaría ser capaces de imitar
ciertos comportamientos, pero esto no siempre es posible. Estamos
limitados por nuestra capacidad física e incluso mental, y por esas razones
o cualquier otra, incluso queriendo reproducir un comportamiento, a veces
no podemos. Esto influye en nuestras decisiones de tratar de imitar o no. En
esta fase, la práctica de la conducta de forma repetida es importante para la
mejora de nuestras capacidades.
4. Motivación: Se trata de la voluntad de realizar una conducta. Las
recompensas y los castigos que siguen un comportamiento serán valorados
por el observador antes de imitarlo. Si las recompensas percibidas superan
los costos percibidos (si los hay), entonces el comportamiento tendrá más
probabilidades de ser imitado por el observador. Por el contrario, si
el refuerzo vicario no es lo suficientemente importante para el observador,
entonces no va a imitar el comportamiento.
Valoraciones finales
El enfoque de aprendizaje social tiene en cuenta los procesos de
pensamiento y reconoce el papel que desempeña en la decisión de imitar o
no cierto comportamiento. Sin embargo, a pesar de que esta teoría puede
explicar algunos comportamientos bastante complejos, no puede explicar
adecuadamente cómo desarrollamos toda una gama de comportamientos
incluyendo los pensamientos y sentimientos. Tenemos una gran cantidad
de control cognitivo sobre nuestro comportamiento, y sólo porque hemos
tenido experiencias negativas no significa que tengamos que reproducir
dicho comportamiento.
Es por esta razón que Bandura modificó su teoría en 1986 y llamó a su
Teoría del Aprendizaje Social, Teoría Social Cognitiva (TSC), como una
mejor descripción sobre la forma en que aprendemos de nuestras
experiencias sociales.
Algunas de las críticas de la Teoría del Aprendizaje Social se deben a que
se limita a describir el comportamiento únicamente en función de la
naturaleza o experiencias, y subestima la complejidad de la conducta
humana. Es más probable que el comportamiento de una persona se deba
a una interacción entre la naturaleza (biología) y la experiencia (medio
ambiente).

La Teoría del Aprendizaje Social de Bandura no es una explicación


completa de todos los comportamientos. Por ejemplo, el descubrimiento de
las neuronas espejo ha enfatizado la importancia del componente biológico
en el aprendizaje, algo que no plantea esta teoría. Aunque la investigación
está en sus inicios todavía, el reciente descubrimiento de este tipo de
neuronas y su estudio en los primates puede ser una interesante base
neurológica para comprender la imitación. Básicamente estas son
neuronas que se activan tanto si el animal hace algo por sí mismo como si
observa un comportamiento en otro.
La Teoría del Aprendizaje
Social de Albert Bandura
Analizamos uno de los cuerpos teóricos más
influyentes en psicología social.
Adrián Triglia

Puede que el concepto de "aprendiz" pueda parecer plano y sin matices,


pero lo cierto es que ha evolucionado mucho a lo largo del tiempo. Al fin
y al cabo, si nos ponemos filosóficos, no existen respuestas fáciles para
ninguna pregunta. ¿De qué hablamos cuando hablamos de
aprender? ¿El hecho de llegar a dominar una habilidad o tema es un
mérito únicamente nuestro? ¿Cuál es la naturaleza del proceso
de aprendizaje y qué agentes intervienen en este? 

En occidente, lo habitual era considerar al hombre como el único


motor de su proceso de aprendizaje: la idea del hombre en busca de la
virtud (con permiso de la deidad correspondiente). Luego, llegaron los
psicólogos conductistas y revolucionaron el panorama: el ser humano
pasaba de ser el único responsable de su propio desarrollo personal para
pasar a ser un trozo de carne esclavo de las presiones externas y los
procesos de condicionamiento. 

Se había pasado en pocos años de creer en un libre albedrío ingenuo a


sostener un determinismo feroz. Entre estos dos polos opuestos apareció
un psicólogo canadiense que hablaría del aprendizaje en términos más
moderados: Albert Bandura, la mente pensante que hay detrás de la
moderna Teoría del Aprendizaje Social (TAS).

La Teoría del Aprendizaje Social de Albert


Bandura: interacción y aprendizaje
Tal y como hizo Lev Vygotsky, Albert Bandura también centra el foco de
su estudio sobre los procesos de aprendizaje en la interacción entre el
aprendiz y el entorno. Y, más concretamente, entre el aprendiz y el
entorno social. Mientras que los psicólogos conductistas explicaban la
adquisición de nuevas habilidades y conocimientos mediante una
aproximación gradual basada en varios ensayos con reforzamiento,
Bandura intentó explicar por qué los sujetos que aprenden unos de otros
pueden ver cómo su nivel de conocimiento da un salto
cualitativo importante de una sola vez, sin necesidad de muchos
ensayos. La clave la encontramos en la palabra "social" que está incluida
en la TAS.

Los conductistas, dice Bandura, subestiman la dimensión social del


comportamiento reduciéndola a un esquema según el cual una persona
influye sobre otra y hace que se desencadenen mecanismos de
asociación en la segunda. Ese proceso no es interacción, sino más bien
un envío de paquetes de información de un organismo a otro. Por eso, la
Teoría del Aprendizaje Social propuesta por Bandura incluye el factor
conductual y el factor cognitivo, dos componentes sin los cuales no
pueden entenderse las relaciones sociales.
Aprendizaje y refuerzo
Por un lado, Bandura admite que cuando aprendemos estamos ligados a
ciertos procesos de condicionamiento y refuerzo positivo o negativo. Del
mismo modo, reconoce que no puede entenderse nuestro
comportamiento si no tomamos en consideración los aspectos de nuestro
entorno que nos están influyendo a modo de presiones externas, tal y
como dirían los conductistas. 

Ambiente

Ciertamente, para que exista una sociedad, por pequeña que esta
sea, tiene que haber un contexto, un espacio en el que existan todos
sus miembros. A su vez, ese espacio nos condiciona en mayor o menor
grado por el simple hecho de que nosotros estamos insertados en él. 

Es difícil no estar de acuerdo con esto: resulta imposible imaginar a un


jugador de fútbol aprendiendo a jugar por sí sólo, en un gran vacío. El
jugador refinará su técnica viendo no sólo cuál es la mejor manera de
marcar goles, sino también leyendo las reacciones de sus compañeros
de equipo, el árbitro e incluso el público. De hecho, muy probablemente
ni siquiera habría empezado a interesarse por este deporte si no le
hubiera empujado a ello una cierta presión social. Muchas veces son los
demás quienes fijan parte de nuestros objetivos de aprendizaje.

El factor cognitivo

Sin embargo, nos recuerda Bandura, también hay que tener en cuenta la
otra cara de la moneda de la Teoría del Aprendizaje Social: el factor
cognitivo. El aprendiz no es un sujeto pasivo que asiste
desapasionadamente a la ceremonia de su aprendizaje, sino que
participa activamente en el proceso e incluso espera cosas de esta etapa
de formación: tiene expectativas. En un contexto de aprendizaje
interpersonal somos capaces de prever los resultados novedosos de
nuestras acciones (de manera acertada o equivocada), y por lo tanto no
dependemos totalmente del condicionamiento, que se basa en la
repetición. Es decir: somos capaces de transformar nuestras
experiencias en actos originales en previsión de una situación futura que
nunca antes se había producido. 

Gracias a los procesos psicológicos que los conductistas no se han


molestado en estudiar, utilizamos nuestra continua entrada de datos de
todos los tipos para dar un salto cualitativo hacia adelante e imaginar
situaciones futuras que aún no se han dado.

Aprendizaje vicario
El pináculo del aspecto social es el aprendizaje vicario remarcado por
Bandura, en el que un organismo es capaz de extraer enseñanzas a
partir de la observación de lo que hace otro. Así, somos capaces de
aprender haciendo algo difícilmente medible en un laboratorio: la
observación (y atención) con la que seguimos las aventuras de alguien.
¿Recuerdas las polémicas que se desatan periódicamente sobre la
conveniencia o no de que los niños y niñas vean ciertas películas o
series de televisión? No son un caso aislado: muchos adultos encuentran
tentador participar en Reality Shows al ponderar los pros y los contras de
lo que les pasa a los concursantes de la última edición.

Nota: un truco mnemotécnico para recordar el aprendizaje vicario del que


habla Bandura es frijarse en las serpientes o "proyecciones" que le salen
por los ojos al señor del videoclip Vicarious, en el que también aparecen
muchos ojos y muchas cosas extrañas.

Un término medio
En definitiva, Bandura utiliza su modelo de la Teoría del Aprendizaje
Social para recordarnos que, como aprendices en continua formación,
nuestros procesos psicológicos privados e impredecibles son
importantes. Sin embargo, a pesar de que son secretos y nos pertenecen
sólo a nosotros, estos procesos psicológicos tienen un origen que, en
parte, es social. Es precisamente gracias a nuestra capacidad de vernos
a nosotros mismos en la conducta de los demás por lo que
podemos decidir qué funciona y qué no funciona. 

Además, estos elementos del aprendizaje sirven para construir la


personalidad de cada individuo:

"La Teoría de la Personalidad de Albert Bandura"

Somos capaces de prever cosas a partir de lo que les pasa a otros, del
mismo modo en el que el hecho de vivir en un medio social nos hace
plantearnos ciertos objetivos de aprendizaje y no otros. 

Por lo que respecta a nuestro papel como aprendices, está claro: no


somos ni dioses autosuficientes ni autómatas

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