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Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

Teoría Social
Eddie Bolaños L.

Sesión 7 – Freud, S. “El malestar en la cultura”

Sigmund Freud fué un médico austriaco quien se impuso a indagar en las profundidades de
la mente a través de la palabra como acceso al inconsciente, en 1930 escribe “El malestar
en la cultura” una de las obras más influyentes de su época con respecto al Psicoanálisis.
En el siglo XX los médicos aceptan al Psicoanálisis como rama de la medicina. El libro está
dividido en ocho capítulos, en cada capítulo se desarrolla un tema específico con las
principales ideas planteadas por el autor.

En el capítulo uno, Freud expone varios ejemplos, para comprender que: varios estadios del
pasado se conservan en el presente y estos pueden subsistir en la vida psíquica, que no
están necesariamente condenados a la destrucción. Freud toma como ejemplo la glándula
“timo” que desarrollamos cuando somos embriones y esta estructura se va perdiendo al
desarrollarnos como adultos, mencionando que solo en lo psíquico es posible la persistencia
de todos los estadios previos los cuales siguen latentes en la adultez.

En el capítulo dos, Freud se refiere a la religión como un “infantilismo psíquico” para


descifrar los enigmas de la vida, hace referencia a las conocidas palabras del poeta Goethe:
“Quien posea ciencia y arte también tiene religión; quien no posee una ni otra, ¡tenga
religión!” Decididamente, solo la religión puede responder al interrogante sobre la
finalidad de la vida. Freud además señala que los hombres aspiran a la felicidad, quieren
llegar a ser felices, no quieren dejar de serlo y la buscan de dos formas: por un lado
evitando el dolor y el displacer; por el otro, experimentando intensas sensaciones
placenteras.

El capítulo tres, Freud habla de la cultura, sospechando que lleva gran parte de culpa por
nuestro sufrimiento y asevera que podríamos ser mucho más felices si la abandonásemos
para retornar a condiciones de vida más primitivas, las tres fuentes de sufrimiento humano
que señala en este capítulo son: la supremacía de la naturaleza, la caducidad de nuestro
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Eddie Bolaños L.

propio cuerpo y la insuficiencia de nuestros métodos para regular las relaciones humanas en
la familia, el Estado y la sociedad.

El capítulo cuatro, Freud explica el amor como un elemento cultural, específicamente el


amor sexual (genital), que ofrece al hombre las más intensas vivencias placenteras,
estableciendo, en suma el prototipo de toda su felicidad, de tal manera, el erotismo genital
vendría a ocupar el centro de su existencia.

En el capítulo cinco, se trae un precepto postulado por la sociedad civilizada: “Amarás al


prójimo como a ti mismo” y Freud se cuestiona: ¿Cómo poder cumplir esto y por qué
tendría que el ser humano hacerlo? Freud piensa que los comunistas creen haber
descubierto el camino hacia la redención del mal. Según ellos, el hombre sería bueno de
todo corazón, tendría las mejores intenciones para con el prójimo, pero la institución de la
propiedad privada habría corrompido su naturaleza. La posesión privada de bienes concede
a unos el poderío y con ello la tentación de abusar de los otros.

Dentro del capítulo seis, Freud menciona un aforismo del poeta filósofo Shiller, según el
cual “hambre y amor” hacen girar coherentemente el mundo. El hambre representa aquellos
instintos que tienden a conservar el individuo, mientras que el amor tiende hacia los
objetos, su función principal reside en la conservación de la especie.

En su antepenúltimo capítulo, Freud advierte que: la conciencia moral es la consecuencia


de la renuncia a nuestros instintos; o bien: la renuncia instintual (que ha sido impuesta
desde afuera) crea la conciencia moral, que a su vez exige nuevas renuncias instintuales.

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