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Rítmica en La Pedagogía Dalcroze PDF
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Pedagogía Dalcroze
Biografía
Émile Jaques-Dalcroze fue un músico nacido en Viena el 6 de julio de 1865, aparte de
músico, fue compositor y un gran educador musical suizo desarrollando eurhythmics o
método Dalcroze, el cual consistía a groso modo en la enseñanza musical a través del
movimiento de la mano de la gran importancia del ritmo.
La primera vez que se dio a conocer sería como compositor en 1882 con “La
Soubrette” (La Confidente). A los dos años se trasladaría a París para continuar sus
estudios.
En 1887 estudió música bajo la tutela de Anton Bruckner y Robert Fuchs en Viena,
completando sus estudios de órgano, y en París con Gabriel Fauré, Lavignac, y más
tarde con Léo Delibes. En 1892 ingresó en el Conservatorio de Ginebra, donde sería
profesor tanto de armonía como de solfeo ya empezando a experimentar sus ideales
pedagógicos.
Sus estudios fueron dedicados especialmente al ritmo en todos sus ámbitos. Se ha
proclamado como un gran compositor pero más aún como un pedagogo extraordinario
imaginando ejercicios rítmicos especiales y originales para el estudio de solfeo y el
desarrollo correcto del sistema auditivo, esencial en la música.
Fue así surgiendo un nuevo sistema de enseñanza rítmica llamado en un principio
Gimnasia Rítmica. Inspirado por Mathiz Lussy, su maestro y amigo, en el fraseo y los
matices, fue rechazado su proyecto en el conservatorio. En 1905 hizo una demostración
en el Congreso Pedagógico de Soleure.
Abandonaría el Conservatorio de Ginebra en 1910 con el objetivo de establecer su
propia escuela en Hellerau, cerca de Dresde, con el objetivo de infundir su método y
sus ideas y que atrajo a numerosos intelectuales y artistas de Europa, escritores,
actores, compositores, bailarines, músicos y compositores del s. XX, entre ellos: el
príncipe Serge Wolkonsky, Valeria Cratina, Hanya Holm, Kurt Joos, Rudolf Laban,
Marie Rambert, Uday Shankar, Mary Wigman, entre otros muchos.
Edward Claparéde, psicólogo de la Universidad de Ginebra ayudó a instaurar a
Dalcroze su terminología que permitía establecer relaciones entre experiencias
pedagógicas y hechos científicos aceptados por la nueva psicopedagogía. A pesar del
gran apoyo que lo respaldaba, la escuela tuvo que ser abandonada con el inicio de la
Primera Guerra Mundial en 1914 y la muerte de Wolf Dohrn.
En 1818 se crearon numerosas escuelas que ayudaron a difundir el método de Dalcroze
por toda Europa:
En Londres, “London School of Dalcroze Eurythmics”
En Ginebra, el instituto “Jaques-Dalcroze”
En París, la “Ecole de Rythmique J-D”
Y otras muchas por las principales ciudades de Europa y EE.UU.
Divulgó sus teorías en numerosos artículos, conferencias y libros. En 1926 se celebró
el 1º Congreso Internacional del Ritmo en Ginebra donde acudieron numerosas y
reconocidas personalidades de toda Europa de la pedagogía musical.
En 1935, a sus 70 años, le fue otorgado el título de ciudadano de honor de Ginebra y
ofrecido un álbum con firmas de todos los alumnos de rítmica recogido en las
diferentes instituciones de las 5 partes del mundo donde está instaurado su método
oficialmente.
En 1950, a la edad de 84 años muere en Ginebra.
La rítmica
Aunque pueda confundirse con la danza o la gimnasia rítmica, la rítmica de Dalcroze se
trata de un medio para llegar a otras artes.
La base de los ejercicios son desplazamientos a distintas velocidades (caminar, correr,
saltar...). Aunque también hay movimientos de todas las partes del cuerpo, pero siempre
movimientos enérgicos, precisos y que consten de voluntad artística, y siempre
precedidos de un calentamiento previo.
Son muy comunes los ejercicios en los que los brazos marcan los tiempos del compás y
los pies realizan figuraciones rítmicas. Por ejemplo: las negras se marcan con pasos, las
corcheas con pasos más rápidos, las blancas con un paso y una flexión de rodilla
(porque tienen dos tiempos), las blancas con puntillo con un paso y dos movimientos
del pie hacia un lado y hacia el centro (porque tiene 3 tiempos), la redonda con un paso
y tres movimientos del pie (cruzarlo con la otra pierna, llevarlo hacia fuera y hacia el
centro, como los 4 tiempos de la redonda), etc.
También podemos usar algún tipo de complemento como aros, pelotas o incluso
guirnaldas…
La posición de partida para estos ejercicios es la siguiente: muy estirados, con los
brazos hacia arriba y las palmas de las manos hacia delante, con el pie que va a dar el
primer paso estirado hacia atrás. Esto es muy importante, ya que implica una
preparación para el ejercicio. Es necesario que en el momento de la posición se calcule
la energía que se necesita para cada movimiento. Pensemos en los músicos que deben
preparar para tocar una pieza: igual que en la rítmica, sería muy bueno que hiciesen un
pequeño calentamiento y que antes de tocar se tomasen su tiempo para pensar el pulso
que van a llevar, el carácter que quieren darle a la pieza, es decir, tener una posición de
salida.
En la rítmica también es importante el espacio y su utilización.
Lo ejercicios se realizan siempre según el ritmo de la música: puede ser grabada, pero
generalmente se toca el piano (improvisando normalmente). La improvisación al piano
no será nunca un acto mecánico: también tendrá voluntad artística. Los alumnos deben
reaccionar ante cambios de música o indicaciones verbales (por ej. gritar “hop” y que en
ese momento los desplazamientos cambien de dirección o de velocidad).
Se llama plástica animada a la parte de la rítmica que da gran importancia al
componente visual, creando coreografías y puestas en escena. Esto ha llevado a algunos
a creer que la rítmica consiste sólo en ejercicios de danza o expresión corporal.
También hay quien olvida las bases de la rítmica y recurre enseguida a la plástica
animada para captar fácilmente la atención del público o los propios alumnos.
Lo importante de los ejercicios es que sirvan para aprender algo, para interiorizar una
sensación musical, para analizar la forma de una pieza que se escucha, etc. Insisto en
que la rítmica es un medio, no un fin.
Respecto al trato a los alumnos, es importante crear un clima de confianza y seguridad,
que favorezca la expresión y la creatividad. Cada alumno debe sentirse importante y ha
de tener su espacio: hay que conocer los nombres de todos y emplearlos con frecuencia.
Hay que evitar las conductas represivas: no resaltar que algo se hace mal. Es muy difícil
aprovechar este tipo de clases si los alumnos se sienten cohibidos o juzgados. Con el
trabajo grupal, los propios alumnos se irán adaptando a los demás en la medida de sus
posibilidades.
Algunas técnicas de trabajo grupal pueden ser las siguientes: trabajar con ostinatos
(fórmulas rítmicas repetitivas y cortas), ecos (un grupo hace una estructura y otro lo
imita), en cadena (igual que el eco pero con más grupos), sumando grupos, en canon o
con fórmulas de pregunta-respuesta.
ACTIVIDADES
1. El ritmo de los colores:
El profesor o los estudiantes escogerán diferentes lápices de colores, los cuales se deben
colocar en fila. El maestro, deberá marcar un tempo determinado (puede marcarlo con
las palmas) y se da inicio al juego, el niño dirá en cada pulsación el nombre del color.
Se puede variar este juego sacando los lápices de colores y en su lugar hacer silencio.
Recursos: lápices de colores
Observaciones: aunque sean o no los niños conscientes de las figuras rítmicas que están
haciendo, lo importante de este ejercicio es llevar al niño a tener la pulsación de manera
clara y precisa.
Objetivo: mantener el pulso
3. Rape – rapero:
El profesor formará con los niños 3 grupos y a cada uno de corresponderá una frase
rítmica que después interpretarán en conjunto. Para añadir dificultad, los niños
interpretarán una de las frases hablada y otra con las palmas.
Les pide, además, que cuando digan el primer motivo lo ilustren subiendo los brazos y
cuando hagan el segundo los bajen.
Una vez que han escuchado y realizado varias veces el ejercicio anterior, el maestro
toca al piano uno de los dos pentacordos y les pide que adivinen cuál es, realizando el
movimiento correspondiente de brazos y cantando a la vez.
De esta manera se practica el aprendizaje por imitación y el dictado.
También se puede complicar el ejercicio con las siguientes variantes:
6. El ascensor: educación del oído
Objetivos: entonar correctamente la melodía y trabajar en forma de canon
Duración: 15 minutos
Recursos: partitura de la canción y espacio libre.
Desarrollo:
El profesor enseña a los niños 4 frases por imitación, primero con la sílaba “lu” y luego
incorporando el texto.
En el espacio, los niños caminan a la vez que cantan la canción:
-haciendo lo que dice el texto
-marcando el compás de 4/4
-marcando el ritmo con los pies
-marcando el pulso con los pies y el ritmo con las manos
Se canta el canon en 4 grupos situados en 4 zonas del espacio y haciendo lo que dice el
texto, y más tarde, se canta el canon todos revueltos (más difícil).
En esta actividad no se trata de que los niños entonen de manera correcta el canon a 4
voces, sino que aprendan bien la melodía y que experimenten la forma canon musical.
Conclusión
Dalcroze fue pionero de las nuevas metodologías pedagógicas musicales. A partir de la
puesta en marcha e implantación de su método fue el punto de partida para todos los
métodos sucesivos.
Hoy en día sigue vigente su enseñanza y se aplica desde infantil hasta enseñanzas
superiores como escuelas de música, universidades y conservatorios, aunque no se
utiliza mucho durante los estudios de instrumento y de lenguaje musical, por lo que creo
que es un error.
Pienso que la adaptación y creación de actividades basadas en el método Dalcroze son
una herramienta útil para la enseñanza del ritmo, y no solo de éste, sino también del
solfeo, la entonación y la educación auditiva, trabajando así aspectos como la relajación
y concentración, todo esto complementado con la expresión musical, lo que nos podría
llevar al desarrollo de la creación, parte fundamental de la música.
Además, para llevar a cabo este método, el número de alumnos y la duración de las
actividades son puntos clave, siendo idóneo un grupo de no más de 15 personas y que la
duración de las actividades no superen los 30 minutos, ya que es muy difícil mantener a
un niño concentrado tanto tiempo seguido. Deben ser actividades dinámicas que
combinen la música con el movimiento, la improvisación, los diferentes instrumentos, y
así se trabajarán la atención, la inteligencia, la rapidez mental, la sensibilidad…,
elementos principales para una educación integral de la persona.
Nuestro cuerpo es el medio por el cual expresamos sentimientos, nos comunicamos con
el entorno que nos rodea y a la vez, es un gran perceptor de estímulos, además de esto,
nuestro cuerpo se desenvuelve en un entorno (espacio) y un tiempo. Por otro lado, la
música, nos llega como un estímulo, con la cual podemos expresar sentimientos y
emociones, y también nos sirve de medio de comunicación. Así mismo, la música
también necesita de un tiempo y un espacio para desarrollarse.
Por lo tanto, la conexión entre cuerpo y música está clara y nos es fundamental. A
medida que más desarrollemos un aspecto, mayores beneficios tendremos sobre el otro.
Bibliografía
ARROYO ESCOBAR, Mª Virginia (2009). Los métodos en la educación musical.
Enfoques educativos, 30, 25-35. En:
http://www.enfoqueseducativos.es/enfoques/enfoques_30.pdfç
Carrascoa Vernia Ana M.; Gustems Carnicer, Josep y Caterina Calderón Garridoc:
“Ritmo y procesamiento temporal. Aportaciones de Jaques-Dalcroze al lenguaje
musical”. Universidad Jaume I, Castellón, España, Departamento de Didáctica de la
Expresión Musical y Corporal, Universidad de Barcelona, Barcelona, España,
Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos, Universidad de
Barcelona, Barcelona, España (2016), pp 2-7.
LAGO, P. y GONZÁLEZ, J.: “El pensamiento del solfeo dalcroziano, mucho más que
rítmica”, en ENSAYOS, Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº 27, 2012.
(Enlace web: http://www.revista.uclm.es/index.php/ensayos )
MEAD, VIRGINIA HOGE, More than Mere Movement: Dalcroze Eurhythmics. Music
Educators Journal Feb 1986 v72 n6 p42-46 ERIC EBSCOhost. UWEC McIntyre
Library, Eau Claire, WI. 1 December 2006.