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Cómo cuidar a un gato con leucemia felina

4 partes:Confirmar el VLFeCuidar de un gato diagnosticado con el VLFeLimitar la


propagaciónCuidado regular

El virus de la leucemia felina (VLFe) es una enfermedad viral relativamente común en los
gatos. Algunos gatos contraen esta infección a una edad muy temprana al nacer de una gata
infectada con el VLFe y otros contraen esta enfermedad por medio del contacto directo con
la saliva de un gato infectado. La mayoría de los gatos con el VLFe llevan vidas plenas y
normales, pero estos gatos tienen requerimientos ambientales y de salud especiales y son
susceptibles a algunas consecuencias de salud una vez infectados.[1]

Parte 1

Confirmar el VLFe

Asegúrate de que tu gato en realidad tenga el VLFe. Lleva a tu gato a un


consultorio veterinario de forma que se le pueda extraer sangre y hacerle una
prueba. La prueba para el VLFe es muy sensible y precisa.

o A menudo también se hará una prueba para el virus de inmunodeficiencia


felina (VIF).
o Las pruebas para el VLFe (y el VIF en gatos de 6 meses de edad en
adelante) se llevan a cabo rutinariamente en los albergues de animales antes
de las adopciones, así que los resultados deben incluirse en la historia
veterinaria de los gatos cuando los adopten.
o Si encontraste a tu gato o gatito o lo adquiriste de una parte privada, las
pruebas virales deben ser parte de tu plan inmediato de salud. Esto es
especialmente importante si planeas llevar al gato a un hogar en donde ya
vivan gatos.

Busca síntomas de infección. Los gatos que hayan entrado en contacto


recientemente con el virus pueden mostrar síntomas de la infección viral inicial que
no sean específicos, como baja energía, fiebre o una disminución en el apetito.

o Después de la "viremia" inicial (cuando el virus se multiplica en el torrente


sanguíneo), los sistemas inmunológicos de algunos gatos en realidad
combatirán y eliminarán el virus completamente, mientras que otros
progresarán a una etapa persistentemente infectada o de infección "latente".
En esta etapa, los gatos a menudo son asintomáticos y pueden permanecer
así por muchos años.[2]

Comprende las complicaciones que pueden surgir si tu gato tiene el VLFe. Si


bien la enfermedad puede manejarse e incluso puede entrar en remisión, los
recrudecimientos siempre son posibles. El VLFe puede ocasionar cáncer, una
continua susceptibilidad a la infección, supresión del sistema inmunológico y
anemia severa.[3] También puede contribuir a anormalidades en la reproducción y
anormalidades en la artritis con los glóbulos rojos.[4]

Debes estar preparado para tomar precauciones y medidas de cuidado


adicionales si tu gato tiene el VLFe. Él o ella puede vivir por muchos años sin que
la enfermedad ocasione grandes problemas si se le da el cuidado apropiado.[3] En
algunos casos, los gatos incluso pueden volverse negativos, lo que significa que
vivirán una vida larga y feliz.[5]

Parte 2

Cuidar de un gato diagnosticado con el VLFe

Dale a un gato no vacunado una inyección con la vacuna si estuvo expuesto


recientemente. No hay un tratamiento o "cura" para este virus.[6] Si tu gato es
expuesto a la infección, la vacuna contra el VLFe incrementará en gran medida sus
posibilidades de eliminar la infección en lugar de infectarse persistentemente, lo
cual es más probable si tu gato no está vacunado. Los gatos pueden iniciar una serie
de vacunas contra la leucemia incluso a las 8 semanas de edad.[7] Se revacuna cada 1
a 3 años dependiendo de la cantidad de la exposición al riesgo y el tipo de
vacunación usado.

Dale a tu gato medicamentos para los gusanos, los ácaros de las orejas, las
pulgas, las garrapatas y cualquier otra cosa que pueda ocasionarle molestias.
No lo trates contra todas estas cosas a la vez o el gato simplemente se sentirá peor.
Espera una o dos semanas antes de tratarlo contra otro problema.

Mantén tu casa libre de estrés. Si tu gato está asustado o agitado por alguna cosa
en tu casa, elimina la causa. Pídeles a tus familiares y amigos que guarden silencio y
eviten hacer ruido cuando estén dentro de la casa.

o Mantén el ambiente de tu gato lo suficientemente cálido. Él o ella puede


necesitar más calor que un gato no infectado. Las mantas y áreas de dormir
acogedoras son esenciales.

Alimenta a tu gato con una dieta balanceada y de buena calidad. La comida de


mejor calidad mejorará el problema de tu gato y es una garantía de que obtenga los
nutrientes requeridos que la comida más barata no contiene. No lo alimentes con
dietas caseras o dietas crudas preparadas comercialmente, ya que los gatos con
VLFe tienen un sistema inmunológico comprometido y podrían enfermarse con
bacterias perjudiciales de esta forma.[8]

o No lo alimentes solo con pescado, ya que este no tiene muchos nutrientes


esenciales.
Asegúrate de que los enseres del gato sean higiénicos. Mantén muy limpias todas
las cajas de arena, tazones de comida, tazones de agua, etc., de tu gato. Esto
significa una limpieza diaria sin falta. Si no estás ahí para realizarla, a alguien más
se le debe asignar esta tarea.

Parte 3

Limitar la propagación

Practica la buena higiene. El VLFe no sobrevive mucho tiempo fuera del gato
infectado, pero puede transmitirse por las manos, la ropa u otros objetos.[9] Practica
la buena higiene personal y lávate las manos si vas a tocar a diferentes gatos, sobre
todo si acaricias o manipulas a un gato que se sepa que es positivo.

o El VLFe no infecta a las personas.

Mantén a tu gato dentro de casa para evitar propagar la enfermedad o


empeorar su problema. El VLFe se transmite a través de la sangre, la saliva y el
excremento. Los gatos que pasan mucho tiempo al aire libre tienen un mayor riesgo
de contraer esta enfermedad debido a la mayor probabilidad de entrar en contacto
con gatos infectados.[3]

o Los gatos se transmiten el virus unos a otros a través del acicalamiento


mutuo, el contacto de nariz a nariz y las mordeduras.[3] Compartir los
tazones de comida y de agua también puede transmitir la infección.[3]

Esteriliza o castra a tu gato si aún no lo has hecho. Esto ayudará a evitar


transmitir la infección a los gatos nonatos o a los gatos con los que se crucen.

o Asegúrate de que en el consultorio a donde lleves a tu gato para esta


operación sepan que tu gato tiene el VLFe. Le brindarán un cuidado
adicional y proporcionarán la esterilización apropiada a la sala de
operaciones y los instrumentos.

Hazle a tus otros gatos la prueba del VLFe. Si están libres de la infección,
vacúnalos. Ten en cuenta que la vacunación no significa necesariamente que puedan
estar con tu gato enfermo. Espera un tiempo antes de permitírselo de forma que la
vacuna haga efecto. Pregúntale a tu veterinario los detalles exactos.

o La vacuna es efectiva si se administra antes de que el gato contraiga la


enfermedad.[4]
o Todos los gatos domésticos deben revacunarse cada tres años.

Vacuna a cualquier gatito que tengas en casa. Si tienes un gatito en la misma


casa que tu gato enfermo, adminístrale su primera vacuna cuando tenga de 12 a 14
semanas de edad. Adminístrale la segunda de 3 a 4 semanas después. A medida que
tu gatito crezca, desarrollará una resistencia natural al VLFe.

Haz tu mejor esfuerzo por mantener a tus gatos no infectados lejos de tu gato
enfermo. Es posible que no les guste estar separados de su amigo, pero es lo mejor
para todos hasta que tu gato se sienta mejor. Y, desafortunadamente, incluso con la
vacunación (esta no es 100 % efectiva), el contacto persistente con el gato infectado
bien puede ocasionar que otro gato no infectado contraiga la enfermedad.[3] Es
mejor evitar esta posibilidad.

o Las mordeduras y rasguños son rutas comunes de transmisión, pero incluso


las interacciones amistosas, como tocarse el rostro, compartir tazones de
comida o agua y acicalarse unos a otros pueden dar como resultado la
infección.[10]
o Evita adquirir otro gato. Mientras menos gatos tengas, la infección tendrá
menos posibilidades de propagarse.

Parte 4

Cuidado regular

Lleva a tu gato para un chequeo cada 6 meses. Mientras más viva un gato
infectado con el VLFe, es más probable que desarrolle ciertos tipos de problemas
oculares, infecciones orales, enfermedades sanguíneas y cáncer.[11] Los gatos
infectados deben recibir un examen físico y hemogramas dos veces al año. Un
examen más completo de sangre, orina y heces debe realizarse una vez al año.[12]

o Tu veterinario se asegurará de que el gato reciba las vacunas requeridas


regulares, incluyendo la de la rabia si es relevante a tu ubicación.
o Los chequeos cada 6 meses son cruciales, incluso si no ves ningún síntoma
de enfermedad en tu gato.[3]

Mantén las visitas al veterinario tranquilas y libres de estrés. Si estás


preocupado y molesto, tu gato se percatará de esto.[5] Mantén la calma, proporciona
una jaula transportadora cómoda y oscura para tu gato y viaja durante periodos de
tráfico leve de forma que no estés atascado dentro del auto durante más tiempo del
requerido para ir y regresar. Tranquiliza al gato mientras estén en el veterinario y
mantente a su vista en todo momento que el veterinario lo permita. Haz a un lado
los miedos; el veterinario está de tu lado y hará su mejor esfuerzo por tu gato.

Mantente alerta a cambios en el bienestar de tu gato. Cualquier señal de


enfermedad debe recibir atención rápida, ya que es probable que el resultado sea
mejor mientras más pronto se detecten y aborden los problemas.

o Pídele a tu veterinario una lista actualizada de cosas a las que debes prestar
atención en términos de la progresión de la enfermedad. Cuando notes
cualquier cosa que pueda estar en esa lista, contacta a tu veterinario para
discutir cualquier cambio necesario en los arreglos de cuidado para tu gato.
o Ten en cuenta que tienes que detectar infecciones secundarias rápidamente,
ya que tu gato tiene un sistema inmunocomprometido, lo que significa que
es probable que este se vea más afectado que un gato no infectado con el
VLFe y, mientras más pronto se administre el tratamiento, tu gato tendrá una
mayor posibilidad de superarlo más pronto.[3]

Ocúpate de la comodidad máxima de tu gato. Juega con él, dale atención (cuando
la quiera) y asegúrate de que siempre esté cómodo y feliz.

Consejos
 Si tu gato se niega a comer, trata de convertir el comer la comida en un juego.
Lanza trozos de comida para gatos por el suelo. Tu gato correrá detrás de ellos e
incluso podría comerlos.
 El VLFe se propaga normalmente en situaciones en las que haya muchos gatos,
como en criaderos de gatos, exhibiciones de gatos y en colonias de reproducción.[4]
[3]
Los criaderos respetables de gatos pedirán pruebas de las vacunaciones a todos
los clientes, mientras que las colonias de reproducción a menudo son manejadas por
grupos para el bienestar de los animales que a veces
 adoptan algunos de los gatos. Si adoptas a un gatito o a un gato de tales
organizaciones, pregúntales sobre los antecedentes de salud del gatito o el gato.
Ellos te explicarán la historia de vacunación, etc.

Advertencias
 Si bien el virus que ocasiona el VLFe no puede vivir por mucho tiempo fuera del
cuerpo del gato, practica la higiene adecuada después de tocar o manipular a tu gato
de forma que no se lo transmitas inadvertidamente a otros gatos. Siempre lávate las
manos con jabón después del contacto con mascotas.
 No alimentes a tu gato con carne cruda, huevos, productos no pasteurizados o
chocolate. Su sistema inmunológico puede estar comprometido por el VLFe, así que
será más susceptible a otros problemas de salud.
 No tengas miedo de seguir manipulando a tu gato. No hay evidencia de que este
virus pueda transmitirse a los humanos.[3]

¿Cómo cuidar a  nuestro gato  si NO tiene síntomas?

Si nuestro mínimo no se encuentra mal, debemos dejarle hacer vida normal. Es importante
que le aportemos un pienso de calidad, con  muchaenergia y muy palatable para que no deje
de comer, ya que algunos tienen heriditas en la boca. Además, hay que ponerle agua fresca
y un arenero limpio.
Cómo nuestro gato tiene una enfermedad crónica, seria recomendable realizarle un
hemograma cada mes para ver como va su hematocrito y valorar sus glóbulos rojos y sus
eritrocitos.

Hay que estar alerta al menor síntoma de enfermedad para empezar a tratarlo, ya que al
tener las defensas muy bajitas, es muy probable que enferme ( tendrá moquitos, tos,
diarrea….). También la pérdida rápida de peso es un mal síntoma.

¿Cómo cuidarlo cuando YA tiene un hematocrito MUY bajo?

Cuan
do nuestro gato entra en fase terminal, va a requerir de todos nuestros mimos y cuidados.
Debemos de comprarle una comida aún más energetica llamada RECOVERY y si no quiere
comer debemos forzarle con una jeriguilla de 5 ml, dandole de poquito en poquito para no
provocarle vómitos. Y vigilar que al menos haga un pipí al día.  Hay que continuar con sus
tratamientos habituales si estaba con antibiótico y es importante que este en un sitio
tranquilo y calentito que no le genere estrés.

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