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Continuando con la lectura del libro virtualmente, pero está vez desde mi
computador, ya en mi casa, continué con la lectura del libro. Continuaba con
una lectura suave, pausada, “calmada”. La lectura fue inicialmente significativa
debido a que pude avanzar, el único inconveniente fue que al realizar la lectura
en el computador con el pasar del tiempo, sentía que mis ojos con cada párrafo
leído se agotaban cada vez más, haciendo que obligatoriamente hiciera una
pausa en la lectura, en este momento recordaba las palabras que usted nos
hablaba sobre la necesidad de leer los libros y los documentos físicamente. En
los minutos en los cuales debía de descansar la vista, recibí varias notificaciones
de WhatsApp las cuales no pude obviamente ignorar, y me entretuve tanto que
ni descansé los ojos, ni mucho menos retomar la lectura. Esto me recordaba la
importancia de tener el habito de la lectura que precisamente se buscaba con
estos ejercicios, comprendía que también conseguir este habito es un proceso
lento y donde se necesita disciplina como en cualquier buen habito que se puede
lograr.
Ese día decidí leer en el bus mientras me dirigía al Metro, así que pude
adelantar mucho más, al llegar a la Estación Envigado alrededor de las 5:27PM,
a pesar de estar en hora pico el Metro se encontraba muy flexible, así que decidí
sacar me celular y continuar con la lectura no percatándome en absoluto de las
personas que estaban a mi alrededor. Llegando a la Estación San Antonio para
hacer transbordo a la Línea B, en dirección San Javier, decidí guardar mi celular
en el bolsillo delantero, para al ingresar al tren sacarlo y continuar con la
lectura, pero me encuentro con la sorpresa que abordando el tren un
“desadaptado” por no llamarlo de otra forma y con respeto a usted profe, bajo la
modalidad del “cosquilleo” me sacó el celular justamente abordando al tren. Ya
estando en el vagón, me percato de que mi celular no está, le pedí a mi amigo
con el que iba que me marcase rápido a mi celular, y pues timbraba pero no lo
cogían, así que procedí inmediatamente a presionar el botón rojo y en preciso
instante que el tren se detiene en la estación Cisneros y llega el oficial de
policía, contestan mi celular y lo que me dicen es que “hablo con un Policía y
que se encontraban realizando la captura del que me robó el celular y lo tenían
en la Estación San Antonio en la parte A” Así que muy ingenuamente decidí
devolverme, logrando que aquel que me hurtó el celular consiguiera ganar
tiempo para así lograr su objetivo. Al devolverme a la estación le comento la
situación al verdadero oficial de policía no logrando ninguna solución a mi
situación, y así fue como me hurtaron el celular en el Metro. Después de ello me
sentía un poco desanimado y frustrado de no poder haber realizado algo más
para encontrar el celular, así que permanecí durante mucho tiempo sin continuar
con la lectura.
Pasé mucho tiempo sin continuar con la lectura, por desanimo y cosas externas,
hasta que pude continuar con ella, esta vez en mi casa en un lugar donde
pudiese concentrarme, un lugar en silencio y tranquilo. Día tras día realice el
ejercicio así encontrando concentrarme mucho más y entendiendo la lectura, y
estableciendo paralelos entre lo leído en el libro como, lo visto en mis clases de
Introducción al Derecho.
Por ejemplo Kelsen en el primer capítulo, hace una distinción entre Derecho y
naturaleza, en la cual el autor nos habla en el libro nos habla de una teoría sobre
el Derecho positivo, diferenciando los sucesos de la naturaleza que no son
relevantes para el Derecho, en este caso recuero la explicación dada por mi
profesor José Leonardo Ospina, el cual nos explicaba que el Ius Naturalismo
concibe el Derecho desde ese aspecto que no cambia, que es el mismo desde
antes, y que en este se encuentran mezclados el Derecho, la política y la
religión, diferente al Ius positivismo que considera que el Derecho se da a partir
de consensos, este Derecho positivo se diferencia del Ius Naturalismo en que
éste toma como fuente del Derecho el ordenamiento jurídico escrito creado por
el hombre, mientras que el segundo sostiene que existe un Derecho natural de
carácter universal que emana la propia condición humana.
Distinción que no logré realizar hace un año, cuando por primera vez estaba
leyendo este libro, y viendo la materia de Introducción al Derecho. Igual para
hacer la anterior distinción me toco coger mis apuntes de la materia donde pude
recordar aquellos momentos de primer semestre.
Kelsen en este segundo capitulo nos habla mucho sobre la moral, como una
norma que regula el comportamiento de los hombres llamados normas sociales,
según lo visto en mi clase de Introducción al Derecho e Introducción al Derecho
Civil, existe una clara y cierta distinción entre la moral y el derecho, debido a
que la primera es unilateral, incoercible, interna, autónoma, y óntica. Mientras
que la segunda tiene como características ser bilateral, coercible, externa,
heterónomo, deóntico. Y el autor remata la anterior distinción haciendo alusión
la moral como justificación del Derecho, recibe ese carácter de validez debido a
que no existe una moral absoluta, sino una variedad de moralidades que a veces
son contradictorias. Relacionar cada vez más lo leído en el libro con lo visto en
mi vida académica me hacia entender de que si estaba haciendo el ejercicio
como era.
Debido a lo anterior para mi era necesario leer siempre sin interrupción alguna,
en silencio para poder entender un poco más y si era necesario volver a leer
pasajes o párrafos sin ninguna complejidad. Cada vez más le dedique más
tiempo a la lectura, pues el libro era un poco denso en cuanto a la cantidad de
páginas. Por toda esta situación del Covid-19, se me fue imposible volver a leer
sin la interrupción de tener que ir al baño cada media hora al baño y con la
sicosis de haber dejado el virus pegado en las hojas del libro, así que trataba en
lo máximo de leer y no volver a tocar las hojas, esto hizo de que cada vez que
iba avanzado en paginas trababa de subrayar de una vez palabras desconocidas,
ideas fundamentalmente ya denominadas etc.
Esta mañana fue muy productiva para mí, tanto que volví a leer el texto
instructivo dado para desarrollar los informes pues en esa mañana inicié a
transcribir y pasar notas al computador y desde ya irle dando forma al informe.
Este proceso solamente lo realicé durante la mañana pues después de almuerzo
me dio mucha pereza continuarlo y me dediqué mejor a ver películas y series,
dormir un rato, sacar ese espacio de tiempo también a descansar que son uno de
los puntos clave de los fines de semana.
Llegó la semana de clases y con tantos trabajos y cosas por hacer hubo muchos
días en los cuales no realicé el ejercicio, quedando un poco descontextualizado
de lo que ya había leído incluso de lo que iniciaba a escribir.
Un viernes debido a que me cancelaron una clase, me dediqué a leer y por fin,
pude llegar al capitulo numero tres del libro, donde Kelsen nos hace una clara
diferencia entre la ciencia del derecho y el derecho, que la primera se encarga de
los enunciados jurídicos, es decir, de las oraciones que describen las relaciones
jurídicas; mientras que el derecho se encarga de las normas jurídicas producidas
por los órganos del derecho que constituyen prescripciones puesto que ordenan,
permiten o facultan determinadas conductas.
Constitución
N. Ordinarias: Leyes,
actos legislativos, etc.
Todo esto era un poco más entendible cuando lo relacionaba con algo ya visto y
pues cada vez me daba cuenta que lo tratado en Introducción al Derecho
básicamente es lo mismo que habla Kelsen en su libro, pero con palabras más
técnicas y menos entendible a mi punto de vista.
Igual pues solamente fueron dos días en los cuales transcurrió la situación pero
que igual tuvo sus repercusiones, pues sentía que al leer y por toda la bulla no
estaba entendiendo bien lo que leía y no estaba encontrando relación entre lo
leído y lo visto. En las tardes decidí sacar una silla y sentarme en el balcón para
ver si así lograba concentrarme más, ahora el ruido que producían mis
familiares se quedaba dentro de la casa, pero mi casa queda al pie de toda una
calle donde precisamente al momento de sentarme allí, era donde más carros y
motos pasaban e igualmente el ruido era incluso peor. La única alternativa que
me sirvió para seguir leyendo fue el leer en las noches a partir de las 8 y tomar
los apuntes y seguir con el informe lo realizaba al otro día en la mañana.
En la lectura de este libro, mire desde un principio la diferencia que existe con
el libro anterior, como con las lecturas trabajadas en clases, toda vez que ésta ya
no se trata de un relato de experiencias vividas por un autor, si no que contiene
explicaciones y definiciones, es decir pretende por medio de significados
entender el Derecho, igualmente, los elementos que lo conforman.
Por eso necesité un poco mas de concentración pues no se trataba de un libro de
aventuras, ni de cultura, ni mucho menos, si no de un texto académico que
trataba de desarrollar temas aun más profundos, de conocimiento de un autor,
de sus pensamientos en determinada manera.
Durante el proceso sentí que fue agotador, porque cada vez que me tocaba
volver a leer porque no entendía era un poco cansón, pero después de que
entendía lo que estaba leyendo era algo satisfactorio para mí. Analizando las
sensaciones cuando terminaba de leer la primera vez el libro y ahora, esa
primera vez me quedó ese vacío de no haber entendido absolutamente nada, se
me quedó en la mente una que otra cosita, pero en general nada, y ahora que
termino de leer esta vez siento que entendí lo que lector quería transmitir, se me
quedaron aquellas cosas que son muy importantes para la vida de un estudiante
de Derecho, y no solamente por ser estudiante de esta carrera, sino también de
conocimiento común.
Del libro me quedó con muchas cosas que incluso me sirven para este semestre
como por ejemplo lo hablado por Kelsen en el capitulo VII, del Derecho
Internacional, que a pesar del momento en que se escribieron a hoy ha pasado
mucho tiempo, son conceptos que aún se tienen muy vivos, intactos por decirlo
así. Al igual que toda la base de jurisprudencia y jerarquía normativa que se
maneja en el Derecho Internacional, las sanciones que se utilizan, todas aquellas
cosas las logré afianzar tras la lectura de este libro.
De verdad que este proceso fue muy enriquecedor, a pesar de todos los
inconvenientes que pasé mientras hacía el proceso tanto de lectura como de
escritura, igualmente todo esto dejo en mí una experiencia más de la que puedo
ser merecedor y en las que cada vez más estoy dispuesto a adquirir. Y es de ver
que cada vez más estoy dispuesto a dar más de mi en cada uno de los informes.
Preguntas.
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