Siendo el precedente judicial un deber jurídico, además fuente formal de
la creación del Derecho, en el cual los que administran justicia deben de aplicar debido a que este está dictaminado por cualquiera de las Altas Cortes adquiriendo un carácter de obligatoriedad, deben de convertirse dichas sentencias, dicho precedente en fuente obligatoria para los jueces. La Corte Constitucional en especial, ha establecido que, para el juez, debe ser muy importante seguir este precedente debido a que este tiene un carácter universal, coherente y consistente con el animo de hacer valer el principio de igualdad. Siendo el juez del caso no indiferente al papel que juega el precedente judicial, el cual hace necesario que casos iguales reciban un tratamiento igual por parte de los jueces. El abogado de la parte demandante sostuvo reiteradamente su argumentación jurídica para que le sirviese en beneficio de su representado, tal argumentación basada sobre el precedente judicial ya establecido por la corte que llevaría a su cliente a obtener la pensión de invalidez, siendo dicho precedente el cual llevó al juez a tomar la decisión de otorgarle la demanda ya mencionada para que aquel joven pudiese acceder a dicha pensión. El papel de los jueces esta dado entonces, por el deber que tienen de interpretar adecuadamente las normas aplicables al caso, encontrando su verdadero significado. De esta manera el juez en su labor de aterrizar a la vida cotidiana, debe tener en cuenta todo el marco constitucional, incluyendo todos los principios y valores, así como los derechos fundamentales. No siendo el juez indistinto al carácter de que la sentencias de las Altas Cortes son fuentes obligatorias, y el papel que reside sobre el precedente judicial, como también los fundamentos esenciales de los fallos de tutela las cuales no solo se limitan a resolver conflictos particulares, sino que tiene efectos pedagógicos, siendo está la que acobijó a la parte demandante para obtener aquella pensión.