HOMO DEUS, “El vertiginoso desarrollo de ámbitos tales como la ingeniería genética, la medicina regenerativa y la nanotecnología fomenta profecías cada vez más optimistas. Algunos expertos creen que los humanos vencerán a la muerte hacia 2200, otros dicen que lo hará en el 2100”. Hay una minoría de investigadores empecinados en vencer la muerte y garantizarle la eterna juventud a los seres humanos, entre ellos se encuentran Ray Kurzweil, quien fue el ganador en 1999 de la Medalla Nacional de la Tecnologia y la Innovación de Estados Unidos y el gerontólogo Aubrey de Grey. Desde el 2012 Kurzweil dirige CALICO, una subsidiaria de ALPHABET, dueña también de GOOGLE, cuyo objetivo primordial es “vencer la muerte”. Lo cual significa que los fundadores de GOOGLE quieren ser amortales, en lugar de inmortales que por supuesto ya lo son. Por otro lado y para no ir tan lejos nuestros vecinos Quechuas cuando llegan a los 70 años dicen que están en unión con DIOS y se preparan para vivir 70 años más, se cuenta que han visto personas con más de 100 años viviendo en pueblos del Perú a 5000 metros de altura con muy buena salud y sin tanta tecnología. Hasta ahora hemos doblado prácticamente la esperanza de vida que paso a ser de 40 años a finales del siglo XIX a 70 años en el siglo XX, seguramente a finales del siglo XXI, los años de vida aumentarán considerablemente y nuestra calidad de vida también. Los avances tecnológicos nos han permitido llevar las enfermedades hasta la cronicidad simplemente porque desconocemos las causas que las originan. Si bien se ha mejorado la calidad de vida, al final nuestro cuerpo sucumbe ante la patología, el paso de los años y la polimedicacion, entre otras causas. Mantenernos longevos y sanos es un reto no menor que conlleva diferente factores, los cuales podemos cultivar mientras llegan los nuevos descubrimientos. Hace poco un monje hindú sorprendió a los oficiales de inmigración de Abu dabi, cuando mostró su pasaporte y se dieron cuenta que tiene 123 años, cuando le preguntaron por su estilo de vida afirmó, que hacía tres rutinas esenciales, practicar yoga, no tener sexo y comer sano, específicamente alimentos sin picantes. Lo anterior lo podemos adaptar a nuestra vida de la siguiente manera: 1-Comer sano: Implica alimentarnos de manera balanceada, con carbohidratos, proteínas vegetales y animales, grasas, frutas y verduras, en las proporciones adecuadas que es donde está la clave. Evitar los azucares y los fritos en exceso. La sabiduría está en comer de manera consciente e inteligente. Se ha demostrado que las personas que comen menos, es decir involucran menos ingesta calórica en su alimentación viven más años. Cuando nos atiborramos indiscriminadamente de comida, al final ocurre un desequilibrio que desemboca inevitablemente en una enfermedad. No es fácil ser equilibrados al comer, se adquiere el hábito mediante la disciplina, el conocimiento de nuestro cuerpo y la consciencia alimentaria, en el entendido que todo exceso es perjudicial. Comer es una experiencia que involucra placer cuyo único objetivo es que podamos sobrevivir, sencillo sino comemos nos morimos. Todo lo que involucre placer no es fácil de controlar. 2-Tener sexo: A diferencia del monje claro que sí, pero con responsabilidad. Tener sexo al igual que comer también involucra placer cuyo único objetivo es reproducirnos. Sencillo, sino tenemos sexo no nos reproducimos y por lo tanto nos extinguimos.
3-Hacer deporte: Evolutivamente
estamos diseñados para movernos, desde que el hombre era cazador y recolector debía permanecer en movimiento para subsistir, acomodándose a los ciclos climáticos, las migraciones de los animales de caza y los ciclos de los árboles frutales. Después de hacer deporte se generan en nuestro cerebro endorfinas que generan placer. Hacer deporte en forma moderada es la clave.
4-Meditar: Nos permite reconocernos
como seres finitos y pasajeros en este universo infinito. Nos permite buscar en nuestro interior la verdadera esencia de nuestro ser y conectarnos con la energía que todo lo mueve ya que compartimos algo en común, estamos hechos con las mismas partículas.
Sin embargo la mayoría de las veces los
seres humanos estamos sujetos a exposiciones de diferentes sustancias químicas extrañas llamadas Xenobioticos, como son los fármacos, aditivos de alimentos, plaguicidas, etc., de los cuales hay más de 200.000 sustancias químicas manufacturadas. Éstos compuestos se metabolizan en el cuerpo humano y el hígado es el principal órgano involucrado. Dentro de las principales funciones de los antioxidantes endógenos ésta el impedir que estos compuestos se metabolicen evitando un serio daño celular, por eso son un importante mecanismo de defensa. Actualmente tenemos a nuestra disposición sustancias naturales, cuyos metabolitos activos han sido identificados, aislados, purificados y encapsulados en estructuras liposomales de aproximadamente 20 nm, que hacen tránsito intestinal e ingresan directamente a las mitocondrias, depositando los metabolitos activos los cuales se involucran en reacciones internas para aumentar la producción de los antioxidantes endógenos y equilibrar el estrés oxidativo considerado como la génesis de múltiples enfermedades neurodegenerativas, autoinmunes y síndrome metabólico entre otras, que aquejan a la humanidad. Mayor información al wp 3014266000, citando el articulo.