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JESUS RUIZ DURAND

1. Biografía:
Jesús Ruiz Durand es un hombre múltiple. Es científico, filósofo, políglota, artista
plástico con pincel y con computadoras de última generación; toca instrumentos e
incluso es cinturón negro en karate. “Duermo poco y soy perfeccionista”, dice.

Cuando tenía 20 años de edad enseñaba matemáticas en el colegio militar Leoncio


Prado en una plaza que había ganado en un concurso de profesores; estudiaba doctorado
en Educación en la Universidad Católica; enseña estética y diseño en la antigua
Facultad de Letras, también de La Católica; aprendía los misterios del dibujo y la
pintura en la Escuela de Bellas Artes; tocaba el contrabajo en el famoso Negro Negro.

“Pero colapsé a los 23 años. Me dio una terrible úlcera. Me internaron dos meses y pude
leer todos los libros del canon occidental, esos imprescindibles, aquellos que mucha
gente sólo los conoce por el título sin haberlos siquiera hojeado; desde Homero, Dante,
Cervantes, Tolstoi, Lautreamont, Cernuda, Rilke, hasta Arguedas, Gadamer y Guamán
Poma. Me llevaron de emergencia, pero ni bien me sentí mejor seguí para adelante”,
recuerda

Trabajó para comisión de Bellas Artes con decreto supremo de por medio en el 2009,
pero “sólo aguanté dos meses y hasta ahora no me terminan de pagar porque „no hay
presupuesto‟; una comisión con decreto supremo desfinanciada ¡qué raro!”, dice

El apego a sus convicciones lo empujó a alejarse de mucha gente. Ni siquiera ve


televisión. “Es un festival de corruptos, morbosos, chismosos, vulgares y cínicos. Un
campeonato sin freno por conseguir los puntos del RATING con los peores paradigmas
del antivalor; sin duda existen algunos poquísimos programas y esfuerzos rescatables
pero sumidos en un océano putrefacto” añade.

2. Estudios e influencia Artística


Ruiz Durand era ese tipo de niños lectores y sensibles, sabelotodos, que querían
conocerlo absolutamente todo, de curiosidad inagotable, interés por todo. Fue
monaguillo que contestaba en latín las misas en la hermosa catedral barroca
de Huancavelica con cuadros de Zurbarán y órgano del Siglo XVII incluídos. Nadador
incansable en las piscinas termales, empleado infantil de un cine cuyo trabajo era revisar
las películas y que llegó a hacer un filme propio con los recortes de tantas películas; fue
niño ayudante de fotógrafo de estudio de esas máquinas antiquísimas; fue carpintero
que más parecía un escultor fino; bordador y aprendiz de una famosa talabartería
huancavelicana.
Cuando concluía la secundaría en un colegio de Huancavelica unos señores de la
Universidad La Cantuta llegaron para ofrecer becas a los mejores estudiantes de la
ciudad. Ruiz ganó una de las siete becas. Así tuvo la oportunidad de estudiar en la época
gloriosa de Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta) con profesores
como José María Arguedas, Washington Delgado, Emilio Romero, Javier Sologuren y
tantos otros. El rector era nada menos que el filósofo y educador Walter Peñaloza.

“Era un paraíso académico La Cantuta. Como los profesores vivían en la ciudad


universitaria y los becados también entonces por la noche podíamos charlar con ellos y
eso para mí era una maravilla. Conocí a poetas, novelistas, actores, músicos,
bailarines. Yo estudiaba para enseñar física y matemática y tres de mis profesores eran
discípulos Albert Einstein. Todos nuestros libros estaban en inglés o francés y por
suerte soy muy hábil para los idiomas. Yo he accedido al nivel de programar
computadores con ceros y unos, a acceder al leguaje de la máquina. El apogeo de La
Cantuta en la década del 50 solo duró unos siete años. Era tanta la presencia de este
universidad a nivel académico en el país que los burócratas mediocres del Ministerio
de Educación de entonces malograron todo. Intervinieron. Protestamos, marchamos,
pero ahí quedó”, dice.

“Cuando estudié en Bellas Artes también tuve mucha suerte porque mis profesores eran
connotadísimos y la escuela era un punto de encuentro para todo el que quería pasarla
bien. Tuvimos uno de los primeros cine-club de Lima. Era hermosa aquella época y es
una pena que Bellas Artes esté como está ahora con gente que lo único que quiere es
sacar provecho, es una olla de grillos”, por la ventana ingresa un viento fresco. “Son
muy frescos, sinvergüenzas, los que le están haciendo daño a Bellas Artes”, dice.

“No pierdo el tiempo. Estoy en mis cosas. Te cuento que un afiche de Túpac Amaru que
hice en la década del 60 ha sido elegido como imagen de un simposio internacional
sobre estética y emancipación de las post colonias. Es un mega-evento organizado por
la Universidad Nacional deMéxico (la famosa UNAM), la Universidad de California y
el Museo de Arte Contemporáneo deBarcelona. Acudirán más de 20 académicos y
artistas internacionales que desde su propia especialización en el tema discutirán una
revisión de la condición colonial, las posibilidades de una crítica de la emancipación y
de la violencia. Estarán presentes las mentes más críticas y referenciales de la estética
contemporánea y de los estudios culturales relacionados al tema, claro, estará el
infaltable Nestor García Canclini, entre muchos otros. Esto empieza el 27 de octubre.”

2.1. Las matemáticas y el arte (op art)


Matemático, artista visual, curador, diseñador, fotógrafo, melómano Jesús Ruiz Durand,
es en estos momentos, uno de nuestros artistas más importantes de estas últimas cuatro
décadas. Sus obras además de exhibirse en el Museo de Arte Moderno de Nueva York
(MOMA), han recorrido el mundo y actualmente figuran en una muestra en Brasil y en
México. Esta noche, Jesús inaugura en la galería Ccori Wasi del Centro Cultural de la
Universidad Ricardo Palma, la exposición Poéticas del Número, un conjunto de veinte
nuevas piezas de arte cinético, óptico y electrónico que le rinden homenaje a los
matemáticos Mandelbrot, Moebius y Fibonacci.

-Poéticas de números, es una exposición que le rinde tributo a tres matemáticos de su


predilección…
-¡Son matemáticos de diferentes épocas! Esta Mandelbrot (Siglo XX), Moebius
(SigloXX) y Fibonacci (Siglo XVI). Cada uno de estos matemáticos tiene
particularidades muy especiales. Fibonacci, por ejemplo, jugó con una serie de números
que tienen propiedades especiales, casi mágicas, incluso algunos pares están
relacionados con el número de oro: (FI) y para muchos éste número es muy especial en
cuanto representa la perfección de las proporciones, es el número áureo. En alguna
época, se pensó que la belleza intrínseca matemática en esa proporción, en esos
números, contagiaba con su belleza a los elementos donde estaba inserto: edificios,
obras, pinturas, cuyas proporciones comulgaban con esa armonía, con esa belleza de
números de oro o áureo.

-A través de la asociación de la belleza apolínea. Según los historiadores del arte, hay
dos tipos de belleza: el arte apolíneo: arte perfecto, tranquilo, racional, limpio, sereno,
mientras que el arte opuesto es el arte dionisiaco: el arte del exceso, de la irracionalidad,
de la emoción, de la embriaguez, de la transgresión y de la autodestrucción.

3. Obras
Artes digitales y poética visual no nació como un proyecto de exposición. Ruiz Durand
tampoco concibió las obras para que sean colgadas en las paredes de una galería. Las
veintiún piezas que conforman esta muestra son, en realidad, una selección antológica
de las ilustraciones –más de quinientas– que el artista ha venido realizando para la
revista Martín, publicación que suele entregar ediciones monográficas sobre escritores
peruanos. Así, lo que vemos en la sala principal de Ccori Wasi es, en una mirada inicial,
una particular aproximación visual a los climas, el humor y las obsesiones de siete de
nuestros más importantes escritores: Martín Adán, César Moro, Washington Delgado,
Alfredo Bryce, Carlos German Belli y César Calvo.

De sólida formación matemática y cibernética Jesús Ruiz Durand mantiene su interés


por la exploración de las relaciones de la matemática con la estética, la visualidad y las
teorías cromáticas de la visión humana. Ruiz Durand es un artista plástico y diseñador
multimedia con estudios de matemáticas, educación, cine animado, video online offline
y arte digital, quien inició sus muestras individuales en 1965 dentro de la tendencia Op,
Pop y el Cinetismo. Su labor en el diseño gráfico, la comunicación social y la
investigación estética es muy amplia y vigente dentro de las múltiples actividades y
especialidades que lo ocupan.
Según destaca Ruiz Durand, la visualidad pura tiene su poética en el número, en el
ritmo y en el algoritmo, nos descubre universos organizados en constantes repeticiones
que crecen en pequeñas variaciones que se auto reproducen y juegan en nuestra retina,
con el espacio creado que cobra vida en una danza armoniosa secreta, juguetona y
jubilosa.“El número nos acompaña con su secreta presencia en toda nuestra existencia
y trasciende nuestra pequeña unidad contenida en un universo numérico organizado
que apenas podemos intuir y torpemente investigar. Nuestros sentidos reaccionan en
sus ventajas y limitaciones dentro de un entorno numérico que los gobierna, los
gratifica y los limita”, explica el artista. Poéticas del Número de Jesús Ruiz
Durand es una invitación a sumergirnos en la belleza y el misterio del universo del
número y disfrutar de la poética matemática. La muestra va hasta la última semana de
Julio en la Sala Ccori Wasi (Av. Arequipa 5198, Miraflores). Ingreso Libre.

La Galería de arte 80m2 arte&debates inaugura el año 2010 con la muestra “A-
Grabados”. Esta exposición, que se inicia el miércoles 3 de marzo, se enmarca en
la III Bienal de Grabado ICPNA.
Para esta muestra se han invitado a tres influyentes artistas: Alfredo Márquez, Juan
Javier Salazar y Jesús Ruiz Durand, quienes han realizado nuevos trabajos con el
medio del grabado.
Las preocupaciones y motivos que los han caracterizado a lo largo de su trayectoria:
incisivos e irónicos comentarios acerca de la realidad nacional se reúnen esta vez
“agravados” y en el grabado. Cada uno recurre a su particular lenguaje visual para
aproximarse a íconos que representan al Perú en diferentes niveles: Ruíz Durand
explora los límites de las responsabilidades políticas de los gobernantes, Salazar
extiende su propuesta de una nueva moneda y Márquez continúa su acercamiento a
personajes gravitantes para la historia nacional.

4. Criticas

Todas esas cosas se resolvieron sobre el


caballo. Nadie se detuvo a pensarlo mucho.
Estábamos atravesando el año 1968 y
vivíamos una especie de cumbre de
inquietudes juveniles: el antibelicismo, las
drogas psicodélicas, la revolución de Mao, el
Che Guevara. Había pues una especie de
efervescencia de la creatividad y la
renovación, y todo estaba a flor de piel. En
esa época el pop estadounidense e inglés era
nuestro pan de cada día, era el arte que
consumíamos, y con voracidad. En ese
contexto fue que se me encargó lo de los afiches, y recuerdo que tenía muy clara la idea
de que esos afiches demandaban un mensaje urgente, inmediato, entusiasta. Yo no tenía
tiempo de elaborar demasiadas ideas: simplemente se trataba de pensar que eran afiches
para la calle, rústicos, de gran tiraje. ¿Por qué no usar la técnica de la historieta?, me
dije entonces, ¿quién no conoce ese lenguaje? Así fue que recurrí a imágenes de colores
planos, capaces de comunicar a pesar de la agresión del clima; capaces de ser impresas
con la tecnología más precaria. Pero había algo aún más importante. Dicha técnica me
permitía utilizar imágenes documentadas en el campo: todos los afiches fueron basados
en fotos que yo tomaba de los campesinos en su propio contexto, redibujadas luego a
mano como si fueran historietas.

Un conjunto de
veinte nuevas piezas de arte
cinético, óptico y electrónico de
Jesús Ruiz Durand se exhibirán
como parte de las celebraciones
institucionales por los 42 años de
vida académica.

En la exposición titulada Poéticas


del Número 2011, Ruiz Durand
hace un homenaje a sus
matemáticos favoritos,
Mandelbrot, Moebius y
Fibonacci, entre otros, en
trabajos plásticos
tridimensionales donde se combina la programación de series numéricas muy
particulares con aplicaciones de variaciones cromáticas espaciales.

Se trata de cuadros tridimensionales con módulos geométricos organizados dentro de


espacios visuales controlados en paisajes geométricos con logros estéticos
sorprendentes. La muestra incluye videos realizados en base a la geometría fractal
provenientes de fórmulas y ecuaciones matemáticas no lineales combinadas con pistas
sonoras intervenidas.

Ruiz Durand es un artista multimedia que no ha


abandonado esta cantera cinética de su
producción desde los años 70, cuando el MOMA
de Nueva York adquirió dos de sus obras en esta
tendencia.

El título de la muestra se refiere a la experiencia


matemática como instancia humana para
asomarnos a un universo inmaterial cuya
omnipresencia apenas la percibimos por nuestras limitaciones sensoriales y racionales.
La matemática siempre ha presentado un universo de múltiple misterio con su presencia
en el orden y el desorden cósmico generando un discurso propio de profunda esencia
poética, física y metafísica.

De sólida formación matemática y cibernética Jesús Ruiz Durand mantiene su interés


por la exploración de las relaciones de la matemática con la estética, la visualidad y las
teorías cromáticas de la visión humana. Ruiz Durand es un artista plástico y diseñador
multimedia con estudios de matemáticas, educación, cine animado, video online offline
y arte digital, quien inició sus muestras individuales en 1965 dentro de la tendencia Op,
Pop y el Cinetismo. Su labor en el diseño gráfico, la comunicación social y la
investigación estética es muy amplia y vigente dentro de las múltiples actividades y
especialidades que lo ocupan.

Según destaca Ruiz Durand, la visualidad pura tiene su poética en el número, en el


ritmo y en el algoritmo, nos descubre universos organizados en constantes repeticiones
que crecen en pequeñas variaciones que se auto reproducen y juegan en nuestra retina,
con el espacio creado que cobra vida en una danza armoniosa secreta, juguetona y
jubilosa. “El número nos acompaña con su secreta presencia en toda nuestra existencia y
trasciende nuestra pequeña unidad contenida en un universo numérico organizado que
apenas podemos intuir y torpemente investigar. Nuestros sentidos reaccionan en sus
ventajas y limitaciones dentro de un entorno numérico que los gobierna, los gratifica y
los limita”, explica el artista.

Poéticas del Número de Jesús Ruiz Durand es una invitación a sumergirnos en la


belleza y el misterio del universo del número y disfrutar de la poética matemática. La
muestra va hasta la última semana de Julio en la Sala Ccori Wasi (Av. Arequipa 5198,
Miraflores).

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