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1).

¿Cuál sería una jornada laboral y días de descansos idóneos


para los trabajadores en México?

El artículo 123 de la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos


(CPEUM), establece en el apartado A:

“A).Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo contrato de trabajo:

I). La duración de la jornada máxima será de ocho horas.

II). La jornada máxima de trabajo nocturno será de 7 horas. Quedan prohibidas: las labores insalubres o
peligrosas, el trabajo nocturno industrial y todo otro trabajo después de las diez de la noche, de los menores de
dieciséis años;

III).Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de quince años. Los mayores de esta edad y
menores de dieciséis tendrán como jornada máxima la de seis horas.

IV). Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos.
(CPEUM,2020)

De este precepto constitucional podemos deducir que actualmente es una garantía


laboral la jornada de ocho horas, la jornada en el horario nocturno es de 7 horas,
de igual forma la jornada para los mayores a 15 años es de seis horas y por cada
seis días de trabajo se disfrutara de un día de descanso.
Recordemos que una de las aportaciones sociales de la constitución de 1917, es
precisamente la jornada de ocho horas, la jornada en el horario nocturno es de 7
horas, de igual forma la jornada para los mayores a 15 años es de seis horas y por
cada seis días de trabajo se disfrutara de un día de descanso, como parte del
proceso y de las demandas sociales conquistadas durante la revolución mexicana,
que al ser incorporadas en el Plan de Guadalupe del General Venustiano
Carranza en 1914, y al triunfar el Ejército Constitucionalista, quedan plasmadas
como conquistas sociales de esa época, con adecuaciones a lo largo del tiempo
hasta nuestros días.
El sector laboral al ser una parte de la sociedad muy sensible a las necesidades y
exigencias de una época determinada, son los distintos actores y sujetos de la
producción, que durante el últimos años de la década que recién finalizo, los que
por un lado han solicitado la modificación a la Ley federal del Trabajo,
incorporando figuras como la subcontratación y el outsourcing, que en la práctica
han representado una regresión en cuanto a las condiciones laborales, ya que
para el empresario o dueño de los sistemas productivos, representan una ventaja
competitiva y una ahorro que se traduce en mayor rentabilidad, sacrificando el
nivel salarial y las condiciones generales de trabajo de grandes grupos de
trabajadores, que como nunca antes se han visto atropellados en sus derechos y
con la consecuente pérdida de sus prestaciones o la modificación drástica en las
mismas, en cuanto a los sistemas de ahorro para el retiro, jubilaciones y
pensiones.
En este sentido, hay empresarios como Ing. Carlos Slim Helú, que se han
pronunciado, en dos vertientes:
1). Modificar la concepción de la semana laboral sin reducir salarios. Reducir
los días laborables a 3 por semana, donde los trabajadores, utilicen 2 días
para la superación personal, es decir, estudiar un oficio, profesión o
capacitación técnica, que les agrege valor y dos días a la semana para la
convivencia familiar y descanso. Modelos que en países nórdicos se está
implementando de manera escalonada, en este tipo de países la semana
laboral es de 4 días. Yo en lo particular estoy a favor de esta propuesta, me
parece sensata y equilibrada y va permitir la transformación del sistema
laboral bajo una visión positiva, desapegada de la cuestión material.
2). Modificar el horario de trabajo, sin reducir salarios. Esta propuesta va
encaminada a reducir la jornada laborar de 8 horas a 4 horas diarias, dejando al
trabajador en aptitud de utilizar las 4 horas restantes para que se agrege valor
estudiando, capacitándose o en su defecto superándose de manera personal de
acuerdo a su interés particular. Esta propuesta por un lado, busca aumentar la
productividad, ya que se contrataría más personal y permitiría en el corto plazo
reducir los índices de desempleo.
Cada sociedad vive de acuerdo a las condiciones que les toca vivir, que están
mutuamente relacionadas a las percepciones sociales, tecnológicas y políticas de
una época determinada. Lo que sí es evidente en nuestros días, que nuestro
modelo laboral, debe de ser modificado, siempre cuidando el equilibrio entre los
dos factores de la producción, ya que como se citó anteriormente, las últimas
reformas de la Ley Federal del Trabajo, en una visión conservadora resultan en
una regresión, y bajo otra perspectiva, han representado una perdida en las
condiciones laborales para los trabajadores mexicanos, que en nuestra actualidad,
no es desconocido el abuso que las empresas están cometiendo de la
subcontratación y del outsourcing, en perjuicio de un grupo importante de la
sociedad, aunado al deterioro salarial que esto trae consigo, lo que al corto plazo
avizora conflictos de índole social que tiene su origen en la modificación facciosa,
con la complicidad de los grupos y la elite política del país, que sumidos en la
insensibilidad, ignorancia y la corrupción han modificado el tenue equilibrio social,
con las consecuencias que esto tiene para nuestra sociedad actual.

Fuentes de Consulta:
1). Honorable Cámara de Diputados, Constitución política de los Estados
Unidos Mexicanos, articulo 123, disponible en:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/cpeum.htm, consultada:
19/03/2020

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