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Neurosis obsesiva, melancolía y estados depresivos

Dra. Teresa Barrera

Leslie Alejandra Mendoza Martínez

DE LA HISTORIA DE UNA NEUROSIS INFANTIL (1918-1914)

 El tratamiento comprendió de febrero de 1910 a julio de 1914.


 Aporta, entre otras cosas, que los sueños dan cuenta de que en la infancia los niños han
sido espectadores de un comercio sexual.
 La dinámica del erotismo anal.
 Conceptos como incorporación, identificación, formación del ideal del yo, sentimiento de
culpa y estados patológicos de depresión.

PUNTUALIZACIONES PREVIAS

A los 18 años adquiere una infección de gonorrea, es dependiente e incapaz de sobrellevar la


existencia.

Le antecede una historia de angustia antes de los 4 años ante la cual se traspuso una neurosis
obsesiva de contenido religioso.

Fue internado en diversos sanatorios y diagnosticado con insania maniacodepresiva.

Sus síntomas como secuela de una neurosis obsesiva, extinta de manera espontánea pero sanada
ineficientemente. Al respecto, Freud señala que un análisis consigue descender hasta los estratos
más profundos y primitivos del desarrollo y recoger desde ahí las soluciones para los problemas
de las conformaciones posteriores.

Durante el tratamiento el Px. Se atrincheró en una postura inabordable de dócil apatía, escuchaba,
comprendía, pero no permitía aproximación, hizo falta una prolongada educación para que
participara de manera autónoma en el trabajo. Su horror a una existencia autónoma
contrarrestaba todas las penurias. Tras la educación surgieron las primeras liberaciones, suspendió
al punto el trabajo a fin de prevenir ulteriores alteraciones y mantenerse cómodo y Freud, refiere,
que tuvo que esperar hasta la ligazón con su persona deviniera lo bastante intensa para
equilibrarlo, el tratamiento debía terminar en cierto tiempo.

II. PANORAMA SOBRE EL AMBIENTE DEL ENFERMO Y SU HISTORIAL CLÍNICO

Sus padres se casan jóvenes, viven un matrimonio dichoso y vienen las enfermedades las cuales
arrojan las primeras sombras; afecciones abdominales en ella y desazón en él, l que lo llevaron a
ausentarse a causa de sus achaques, la madre se dedicaba poco a sus hijos. Tiene una hermana
dos años mayor vivaracha, inteligente y prematuramente díscola.

Lo cuida una aya, una anciana inculta de origen humilde que le demuestra incansable ternura, él
hace las veces del hijo que perdiera. Durante la infancia vivió en una finca y luego más tarde en la
ciudad.
Al inicio fue un niño manso, débil, tranquilo y decían de él que debió haber sido niña y su hermana
varón. Cierta vez que sus padres regresaron de un viaje de verano lo hallaron mudado. Se había
vuelto descontentadizo, irritable, violento, se embravecía y gritaba como salvaje, los padres al
verlo así expresaron temor de no poderlo enviar a la escuela. La gobernanta inglesa; persona
chiflada, irritable, dada a la bebida. La madre adjudicaba la irritabilidad a la personalidad de ésta,
la abuela a las disputas entre la gobernanta inglesa y la aya.

La primera de sus escenas fue una navidad cuando no recibió su regalo adicional ya que también
era su cumpleaños. La hermana lo martirizaba; había cierto libro ilustrado donde se figuraba un
lobo erguido en posición de avanzar cuando veía esa figura comenzaba a gritar enfurecido, tenia
miedo de que el lobo viniera y se lo comiera, la hermana se divertía con su terror.

Sentía angustia y horror ante escarabajos, mariposas, orugas y los martirizaba, cortaba las orugas,
otras veces azotaba al caballo. Durante largo tiempo había sido muy piadoso, antes de dormir
rezaba y hacia la señal de la cruz, rondaba y besaba las imágenes sagradas en la habitación cuando
aparecían pensamientos sacrílegos como envío del diablo. Era obligado a pensar “Dios cochino”
“Dios caca”

Lo martirizó la compulsión a pensar en la santísima trinidad cuando veía tres montones de caca de
caballo, otro ceremonial surgía cuando veía gente que le causaba pena, pordioseros, tullidos,
ancianos, debía espirar con ruido para no volverse como ellos.

Los años mas maduros estuvieron regidos por una relación muy desfavorable con su padre, tras
repetidos ataques de depresión. En los primeros años de su infancia esa relación había sido muy
tierna. El padre lo amaba mucho, jugaba con él. De pequeño estaba orgulloso de su padre y llegó a
decir que quería ser un señor como él.

Al terminar la infancia el padre mostró preferencia por la hermana.

III. LA SEDUCCIÓN Y SUS CONSECUENCIAS INMEDIATAS

Recuerdos encubridores referidos a la gobernanta, incomprensibles en sí mismos.

Una vez que marchaba delante dijo a los que venían detrás: ¡Pero miren mi rabito! Otra vez que
iban en coche se le voló el sombrero para gran satisfacción de los hermanitos. Esto apuntaba al
complejo de castración, una amenaza de castración y podía admitir esta construcción, una
amenaza dirigida al niño habría contribuido mucho a la génesis de su comportamiento anormal.

Es por completo inofensivo comunicar al analizando tales construcciones, nunca perjudican al


análisis, aunque sean erróneas, y no se las formula si no se tienen perspectivas de lograr por
medio de ellas alguna aproximación a la realidad. Como efecto inmediato de esa formulación
emergieron sueños que no fue posible interpretar acabadamente, pero siempre parecían jugar con
el mismo contenido. Sobre acciones agresivas hacía su hermana o hacía la gobernanta inglesa y de
reprimendas y correctivos enérgicos por ese motivo. Sólo podía tratarse de fantasías que el
soñante se hubiera formado acerca de su infancia en algún momento, probablemente en su
pubertad, y ahora volvían a aflorar:

-como si… después del baño… arrancarle las vestiduras… o velos- y cosas de ese tenor.
El paciente se acordó de manera repentina que su hermana siendo él todavía muy pequeño, en la
primera finca, lo había seducido a incurrir en manejos sexuales. Primero acudió el recuerdo de que
en el escusado, que los niños a menudo usaban en común ella le propuso: “Enseñémonos la colas”
después de esto acudió la seducción con todos lo detalles. Fue en la primavera, en una época en la
que el padre estaba ausente; los niños jugaban en el suelo de una habitación y la madre hacia
labores en la habitación vecina, la hermana le agarró el pene, jugó con éste y tras eso dijo cosas
inconcebibles sobre la nana, que la nana hacía lo mismo con toda la gente, por ejemplo, con el
jardinero. Esto permitió entender con evidencia las fantasías hasta ese momento colegidas.

Destinadas a extinguir el recuerdo de un suceso que más tarde pareció chocante al viril
sentimiento de sí del paciente, remplazando la verdad histórica por un opuesto deseo. Según estas
fantasías no habían desempeñado frente a la hermana el papel pasivo, sino al contrario, había sido
agresivo, había querido verla desvestida, fue rechazado y castigado, y por eso cayó en un estado
de furia al que tanto se refería la tradición hogareña.

También esta adecuado al fin entretejer a la gobernanta en este relato de invención, puesto que
su madre y abuela le había atribuido lo principal de la culpa por sus ataques de furia. Así le
permitió sacar a relucir en la gobernanta la repugnancia que como veremos, había desarrollado
hacia su hermana a raíz de la seducción.

La credibilidad con relación a la seducción fue reforzada por un primo más de 10 años mayor que
dijo que la hermana cierta vez teniendo la niña 4 o 5 años se le sentó en el regazo y le abrió los
calzones para agarrarle el pene, recordaba qué clase de personita sensual y curiosa había sido.

La hermana 2 años mayor, siempre lo aventajó, de niña siempre fue como un varón y luego inició
un desarrollo intelectual, se destacó por una inteligencia aguda y realista, prefirió en sus estudios
las ciencias naturales, al cumplir los 20 años empezó a sufrir desazón, se quejaba de no ser lo
bastante bella y se apartó de todo trato social. Al regresar a casa después de un viaje con una
amiga contó cosas como que había sufrido maltrato, a pesar de lo cual permaneció
manifiestamente fijada a la supuesta atormentadora. Poco después en un segundo viaje se
envenenó y murió dejos del hogar. Su afección podía referirse a una demencia precox incipiente,
herencia neuropática.

Un tío, hermano del padre murió, tras largos años de llevar una existencia solitaria, con signos que
permiten inferir una neurosis obsesiva grave.

La hermana fue una incómoda competidora en el reconocimiento de los padres, sentía como algo
muy opresivo la superioridad de ella. Le envidió el respeto que su padre testimoniaba de sus
aptitudes y logros intelectuales, mientras él inhibido en ese terreno a partir de su neurosis
obsesiva, debía conformarse con una mediocre estima.

A los 14 años empezó a mejora la relación con la hermana, una disposición espiritual semejante y
una oposición a los padreas los acercaron, convirtiéndose en camaradas.

En el tormentoso estado de excitación sexual de su pubertad, él osó buscar una aproximación


física íntima y al sufrir un rechazo tan hábil se apartó de ella para volverse a una muchacha
campesina que servía en casa y tenía el mismo nombre que la hermana.
Ante tal hecho estaba consumando un paso decisivo para su elección de objeto heterosexual y
bajo los signos mas nítidos de la compulsión: chicas de servicio con una inteligencia muy inferiores
a la suya. Si todos estos objetos fueron personas sustitutivas de la hermana, sería irrefutable una
tendencia a degradar a ésta, a cancelar la superioridad que tanto la oprimió, recibía así el poder de
decidir su elección de objeto. El px. No refirió indicio alguno de dolor ante la muerte de la
hermana y con toda frialdad pudo alegrarse de que ahora sería el único heredero.

Lo anterior en virtud de los celos todavía eficaces, la contaminación del enamoramiento


incestuoso, Pocos meses después de la muerte de su hermana hizo un viaje a la comarca donde
ella había fallecido, buscó allí la tumba de un gran poeta que era por entonces su ideal y vertió
ardientes lagrimas sobre esa tumba, sólo comprendió al recordar que su padre solía comparar la
poesía de la hermana muerta con las de ese gran poeta. Primero había señalado que la hermana
se había dado un tiro para luego rectificar que había tomado veneno. Era el poeta en que había
muerto de un tiro en un duelo a pistola.

La edad en la que fue seducido 3 ¼ años ocurrió la primavera del mismo año en que los padres, al
regresar en el otoño, lo hallaron tan radicalmente cambiado. Esa mudanza correspondía al
despertar de su actividad sexual. ¿Cómo reaccionó? Con desautorización, pero la desautorización
se dirigía a la persona, no a la cosa o acción misma. La hermana no le resultaba grata como objeto
sexual, porque su relación ya estaba marcada por la hostilidad con relación a la competencia por el
amor de los padres. Le rehuyó.

Ante lo enunciado de la nana por la hermana, él empezó a jugar con su miembro ante la nana, lo
cual debe ser concebido como un intento de seducción. La nana lo desengaño y puso una cara
seria diciendo que eso no estaba bien, que los niños que hacen eso reciben una herida allí. Resultó
aflojada la dependencia hacia la nana, debió enojarse con ella y luego cuando empezaron sus
ataques de furia, mostró que sentía encono hacia ella. La seducción le había dado la meta pasiva
de ser tocado en los genitales.

En esa época vio orinar a su hermana y su amiga, desautorizó la idea de que ahí veía la herida con
la que amenazaba la nana. Referencia a la castración, de todo lo que iba escuchando: cortar una
serpiente en pedazos por el padre, escuchar la historia de cómo el lobo quiso pescar usando su
rabo de carnada y entonces el rabo se le partió en el hielo.

Se ocupaba de pensamientos relaticos a la castración, pero todavía no creía en ella ni lo


angustiaba.

En el cuento de caperucita y en el de los 7 cabritos los niños son rescatados del vientre del lobo ¡El
lobo era un ser femenino?

Tras el rechazo y la amenaza de la nana abandonó el onanismo. Así la incipiente vida genital
sucumbió a una inhibición extrema y por influjo de esta fue arrojada hacía atrás hasta una fase
anterior de organización pregenital. A consecuencia de la sofocación del onanismo, la vida sexual
del niño cobró carácter sádico anales. Se volvió irritable, atormentador, se satisfacía de esa
manera en animales y seres humanos.

Con su objeto principal, la nana, se las ingeniaba para atormentarla. Así se vengaba de ella por el
rechazo y al mismo tiempo satisfacía su concupiscencia sexual, correspondiente a la etapa
regresiva. Empezó a cometer crueldades en animales pequeños. Eran unos quehaceres
enteramente activos, sádicos, mociones anales.

emergían fantasías simultaneas, su contenido: unos muchachos eran azotados y castigados, en


particular les pegaban en el pene, seguido de su fantasía donde el sucesor del trono era encerrado
en una habitación y azotado. El sucesor era él mismo, el sadismo se había vuelto hacia él mismo.
Aquí ya aparece el sentimiento de culpa ante el onanismo.

La condición de que las aspiraciones pasivas habían emergido al mismo tiempo que las activo
sádicas o muy poco después corresponden a la ambivalencia. En el px. hubo una oscilación
constante entre ambas, que demostró ser inconciliable con la adquisición de un carácter fijo.

Cuando la nana lo rechaza, se soltó de ella como objeto sexual y miró hacia otro, esa otra fue el
padre. A esa elección fue llevado por conjunción de factores, algunos accidentales, como el
recuerdo del desplazamiento de la serpiente, sobre todo renovó su primera y mas originaria
elección de objeto, que corresponde al narcicismo del niño pequeño, se había consumado por vida
de identificación. El padre había sido su admirado objeto modelo. Solía decir que quería ser “un
señor como su padre”. Este objeto de identificación de su corriente activa pasó a ser el objeto
sexual de una corriente pasiva en la fase sádico anal, sus ataques de furia y escenas de rabia
servían frente a la nana a fines sádico-anales y frente al padre perseguían propósitos masoquistas.
Mediante la exhibición de su conducta díscola quería obligar al pare a aplicarle correctivos y
pegarle, recibiendo de él la anhelada satisfacción masoquista. Sus ataques de gritos eran
seducción y los correctivos alcanzados satisfacen los sentimientos de culpa.

El niño que se comporta de manera tan indomeñable está haciendo una confesión y quiere
provocar un castigo. Busca la satisfacción de su aspiración sexual masoquista y el apaciguamiento
de su conciencia de culpa.

Su infancia puede dividirse en dos fases: Primera conducta díscola y de perversidad, desde la
seducción a los 3 ¼ años y hasta los 4 años y una siguiente más prolongada en la que predominan
los signos de la neurosis. El sueño del que despertó con angustia.

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