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GUERRA, S., CHACÓN, G., MONTALVO, A., VILLAMARÍN, M., El Arte de Vivir Con Sentido. Manual de Consultoría Filosófica Latinoamericana, Fragmento PDF
GUERRA, S., CHACÓN, G., MONTALVO, A., VILLAMARÍN, M., El Arte de Vivir Con Sentido. Manual de Consultoría Filosófica Latinoamericana, Fragmento PDF
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2. El cómo hacer manifiesto el logos conduce al método y a las técnicas, cuyo valor y
eficacia debe medirse en función de si logran (y en qué medida lo logran) transparentar el
logos, es decir si logran o no descubrir principios de inteligibilidad que permitan
comprender la vida de los individuos, las instituciones, las sociedades o la culturas.
Con otras palabras: la exploración del mundo interior del consultante requiere de métodos
(tanto tradicionales de la filosofía como propios de la consultoría filosófica), técnicas
(preventivas, consolatorias, exhortatorias, de orientación, de persuasión, etc.) y recursos
(como ejemplos llamativos, paralelismos, técnicas narrativas, estímulos para la memoria y
la imaginación, la conversación amigable, la convivencia, etc.) con el objeto de hacer pasar
toda la vida del consultante a través del proceso de investigación.
3. Las "artes" propias de logos son: la persuasión, la prevención, la consolación, la terapia
(lo fue en el caso de los epicúreos, escépticos y estoicos), la exhortación, la crítica, el
apaciguamiento, el asesoramiento/ orientación/consultoría, etc. El asesor filosófico debe
haber desarrollado en su formación las capacidades y habilidades para la utilización en el
ejercicio profesional de las artes que conduzcan a una reconstitución del equilibrio anímico
(ánima) o espiritual de las culturas, sociedades, individuos, organizaciones e instituciones.
5. Si los males del alma son inducidos por la sociedad, la filosofía práctica y la consultoría
filosófica no pueden abandonar la crítica a la sociedad, es decir el análisis de los
fundamentos que hacen que una sociedad determinada produzca o genere sufrimientos
existenciales y específicos malestares del alma. Por eso, el encuentro filósofo/ discípulo o
consultor/consultante requieren de complejas interacciones humanas en las que los
recursos argumentativos de la razón se alían con los de la imaginación, la narración, la
retórica, la empatía, la amistad, la comunidad, etc.
6. Las pautas generales del método deben emanar de la filosofía misma. Se puede decir que
todo método debe favorecer el descubrimiento o desarrollo de un logos personal (para los
casos individuales) o un logos común para los ámbitos socio-culturales emergentes. En la
consulta privada se procurará que el consultante acceda por sí mismo y mediante su propia
elaboración racional a puntos de vista cada vez más englobantes de su vida hasta llegar a
un logos personal, esto es un principio de inteligibilidad de su vida y sus problemas
existenciales (o males del alma). Por tratarse de una "corrección de la razón" mediante la
cual el consultante transforma en "cosmos" el ''caos" de su vida, este trabajo es "filosófico"
incluso en el sentido tradicional de filosofía como búsqueda de la sabiduría; una sabiduría
de sí mismo y de la vida en este caso. Otros métodos de asesoramiento filosófico (como los
revisados en el capítulo respectivo) deben respetar aquel principio de inteligibilidad de la
propia vida, que emana de la naturaleza misma del saber/pensar filosóficos. El método es
racional y, en tanto lo es, abre la dimensión moral (no solo cognoscitiva) del ser humano.
La finalidad del método es precisamente llegar al núcleo de inteligibilidad racional y moral
de las culturas, sociedades, instituciones o individuos, para resolver allí sus patologías del
alma y reconstituir, de ese modo, su equilibrio ético o anímico.
GUERRA, S., CHACÓN, G., MONTALVO, A., VILLAMARÍN, M., (Ecuador 2007), El arte
de vivir con sentido. Manual de Consultoría filosófica Latinoamericana, Ediciones Abya-
Yala, PP. 121- 124