A3 GESTION Y POLITICAS PUBLICAS

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL

Facultad de Ciencias Económicas

Estado y Bien Común.

El Principio de Subsidiariedad.

Unidad 1- Tema B

Cátedra: Administración Pública

Carrera: Contador Público Nacional

Titular: Cont. Oscar Alberto Costa

Adjunto: Cont. Américo José Demaría
Jefe de Trabajos Prácticos: Mg. Horado Capanegra
Jefe de Trabajos Prácticos: Cont. María Cristina Gormet

Autor Rodolfo Barra

Santa Fe,

CO
Doctrina

ESTAD() Y BIEN COMEN

EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD
POR ES DR. RopoLeo Canos tióal(A

El presente &abajo constituye el Capitulo Pionero de la

obra del airar titulada -Principios de Derecho Acto:Misma-
tiva" editada recientemente por Editorial Aboca dé Rodolfo
Depaltna. La reproducción Aer sido endorizado por itt pitada
EdilorialYPent °Huir'

1. EL ESTADO, Su ORIGEN. — La idea clave de la concepción filosófica rea-

lista acerca del Estadoconsiste en que, paniendo del hombre, de su runurakza, se
llega a aquél corno al término necesario de un viaje sin dificidtades.
Santo Tomás afirma que el. hombre, por esencia y naturaleza, Constituye un
ser social y sociable, animal social et politieum'

Por e i, paniendo de una concepción integral de lo humano, es Posible Sos-

tener que á hombre ''... criatura de Dios, su imagen y serpejanzadlo Sólo es tut ser,
dotado de razón y de libertad, sino que al igual que su creador, °Mi hecho para la
sociabilidad, posee una naturaleza social que le mueve naturalmente a convivir,
con sus semejantes, a amarlos, a unirse con ellos ya en comunidad de amor como
en la familia, de amistad fraterna como en los cuerpos intermedios, o de piedad
'filial como en la comunidad nacional o república'''.
Es que el hecho social —inscripta en la propia nattuileza humana— es
expresión de una orden de complementackm de perfecciones relativas e Insuficien- .,7rcyre 1416
tes. orientado a suplir o complementar las mismas mediante los beneficios que “1!. 4543931
resultan de la asociación.
ES as! como el hombre. se une a sus semejanteS para lograr, mediante el con-
curso de sus mutuos esfuerzos, la superación de SI debilidad frente a un univer-

honren& /7
 so que —desde y eiliazón del primer pecado— le es hostil'.
Suplir las impotencias mediante la complementación y unión de potencias
es el incentivo esencial que explica las Múltiples formas asociativas que la inte-
ligencia humana creó en el transcurso de la historia siguiendo los dictados de la
- ley natural.
Esta realidad explica también el nacimiento del Estados, considerada coma
sociedad perfecta precisarnente en razón de representar la Máxima organización
capaz de suplir todas aquellas imperfecciones que las comunidades menores —im-
perfectas a su vez— no logran solucionar.
En cate sentido, la relación del hombre can la sociedad y con su Usan° má-
ximo, el Estado, se da a través de una estructura piramidal o escalonada en la
que cada escalón o segmento de la pirámide significa un orden de necesidades per-
sonales y la agrupación social que las satisface.
Pero MI satisfacción es plena sólo In una medida relativa. Existen otras ape-
tencias humanas, superiores °paralelas, que -requieren de otra agrupación social
que las sufrague.
De esta manera el hombre irá transitando a lo largo y a lo ancho de esta pi- •
rárnide de agrupaciones sociales, colmando sus exigencias, necesarias o acciden-
tales, cada vez en mayor medida conforme se aproMma al vértice de aquélla.
Pero debe tenerse en cuenta "que esta sociabilidad no tiene por fin o con-
secuencia sólo a vida común —para defenderse del medio hostil, como decía
Piaron (La República, II, II)— sino sobre todo permitir la 'vida virtuosa y fe-
liz', puesto que, como lo sefialó Aristóteles, la polis es 'la comunidad de bienes-
tar y de virtud para el bien de las familias, para alcanzar una existencia comple-
ta, que se basta a si misma' "6.
En el vértice de la mencionada pirámide se encuentra el Estado, la agrupa-
ción social perfecta en el orden temporal, es decir, la que satisface plenamente'
aquellas necesidades que no fueron colmadas por las agrupaciones anteriores.
El Estado es, entonces, sociedad natural, por cuanto emana de la misma na-
turaleza dei hombre, quien lo requiere en orden a lograr su propia Perrección,
deja misma manera en que precisa de la alimentación para la subsistencia.
Es también sociedad perfecta, pues, en la medida que agota las apetencias
sociales del hombre, se basta a sf misma, no 'precisa de ninguna otra agrupa-
clon superior para que se realice lo que en su plano quedó pendiente. - tisfacer su propio bien, es instrumental respecto del bien del hombre y por ella
Claro está que es sociedad perfecta en d'orden temporal. En el orden sobre-
natural, la Iglesia _sociedad perfecta en su esfera— satisface el anhelo de sal-
vación del ser humano, conduciéndolo a la obtención del bien eterno'.
2. NATURALEZA DEL ESTADO. ESTADO Y RERSONA HUMANA. — Si bien la
existencia del Estado responde a una exigencia -de la naturaleza humana, no por
ello debe ser concebido corno primer principio y último fin del hombre.
El Estado es consecuencia del hecho social, inserto en la naturaleza humana:
Presupone la taimada de una sociedad de la que forma parte y es su órgano
supremo.
• Es Por ello que la PIRRO= acerca de cuál es la naturaleza del Emado debe
Comenzar a responderse con relación a la naturaleza de la sociedad, pues sin ésta,
el Estado carecería de razón de ser.
La experiencia nos demuestra la presencia del hecho social; la 'sociedad exis-
te corno realidad duradera y supraindivIdual.
/ R.A.R.(23)
. Si la sociedad posee realidad propia ¿en qué consiste este ser? ¿se basta a si
mismo (sustancia) o es dependiente de otro (accidente)?
El totalitarismo responderá que la sociedad posee un ser prmifo y autónomo,
por lo que el individuo (que Será sólo una Individualización de una parte del todo
sustancial) le está conipieta y absolidamente subordinado.
Para el liberalismo, en cambio, la sociedad es sólo un accidente, posee un
ser totalmente dependieálte dc,cada uno de los individuos que la "sostienen",
gis< representan para ella (alón de sustancia. Por ello la sociedad en un producto
exclusivo de la voluntad de los individuos. quienes conservan frente a ella una li-
bertad sólo limitada por las facultades "enajenadas" en el contrato social origi-
narios.
En realidad, sólo el hombre posee un ser sustancial: sustancia individual de
naturaleza racional, conforma la clásica definición de Bocelo.
He ahl la ramón por la cual la sociedad cs un ser de relación no sustancial,
que precisa del hombre —una sustancia— como soporte.
Empero, la accidentalidad puede predicarse de dos maneras diferentes: aqué-
lla que guardo relación esencial Con la I naturaleza de la cosa —accidente orno-
lógico— y la que guarda con ella una vinculación meramente casual —accidente
lógico— sin incidir en la naturaleza misma de la cosas.
La sociedad es, entonces, un accidente ontológico con relación al hombre .
No es autónoma, depende de B. pero en una dependencia necesaria —conna-
tural— y no artificial o voluntaria.
A la vez, no absorbe altombre pues, en tanto que deriva de su propia natu-
raleza, sirve a los fines humanos, o más bien, al fin de cada hombre en su di-
mensión comunitaria, a lo que éste espera o anhela de esa realidad social a la .
que él mismo dio otigenm. . .
Es por ello que, como afirma Messner, la sociedad y el hombre poseen on-
tológica y memfisicamente un ser igualmente originario, ya que ninguno de ellos
puéde ser deducido del otro sin ser reducido a él como elemento primario; errores
caracterlStIcos del indisidualismo y del colectivismo".
La sociedad no es, entonces, una creación artificial ni una realidad autoius-
ti ficada: si se origina en la naturaleza humana es porque ésta la, requiere para sa-
"el principia sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la per-
sona humana, la cual, por su misma naturaleza, tiene absoluta necesidad de la
vida mujeril'.
Lo dicho hasta el momento es plenamente predicable con respecto al Estado,
ya que éste, como fue señalado, es una consecuencia necesaria del hecho social.
En efecto, la sociedad importa una multitud o conjunto que contiene suje-
tos que, si bien son autónomos, se encuentran unidos con relación a un término
Que tiene razón de fin comfut para ellos.
Se genera ul una unión de voluntades que precisa de la unidad en el interior
del conjunto, puesto que si existe un fin único es necesaria una dirección única.
Se requiere, entonces, el ajuste de las conductas de las partes del roda social
a efectos de asegurar esa dirección única. Este ajuste de conductas implica la exis-
tencia de un cierto orden y el orden deriva de un principio ordenador, Ya que
"las cosas diversas no coneunirlan a un orden único, si no estuviesen reunidas
por algo que es uno", conforme lo afirma Santo Tomás. "En efecto —sigue
, Doltrina /9
diélendo el Angélico— la unidad dé orden se realiza mejoí por 'el uno q-ue par fo
múltiple, pues lo uno es de suyo, causa de jo uno"°. •
El Estado es el principio ordenador,' del conjunto social, Y Orlo tal, la causa
formal de la sociedad.
3. EL PRINCITIO DE SUBSIDIARIEDA:D. — En tanto que causa formal de la
sociedad, el Estado o laformo de orden estatal, es lo que más caracteriza a aqué-
lla, a tal punto que es común confundir, en el lenguaje, Estado Y sociedad glo-
bal y predicar de uno la propiedad que es típica del otro.
Aunque esto no es incorrecto en un grado absoluto, la sociedad y el Estado
no son, en si mismos, equívalentesu. 1
Como se señaló en párrafos anteriores, la naturaleza social del hombre no
se agota en la creación de una sola agrupación social, sino que se distribuye
en distintas asociaciones que respondo, cada una de ellas, a un tipo de necesidad
o dimensión humana'a la que satisfacen.
Por tanto, la naturaleza social del hombre es plural en lo inmediato, si bien
en lo mediato o genital requiere que todas estas egruPoeiones BleBOITS tengan un
marco común de referencia; admitan un principio ordenador también' común.
Es decir, se unan en un cuerpo social que las englobe a todas y reciban la dirección
de un principio único y, en su papel, autosuficienre.
Por eso describimos la sociedad como una pirámide, cuyo Wrtice es el Estado,
encontrándose su cuerpo formado por el conjunto de agrupaciones menores en
relamida, (MUTiOteS en su proximidad al hombre e intermedias en la relación de
la percanta= el atado.
Si la sociedad mediatamente es un conjunto de personas, inmediatamente es
cm conjunta de agrupaciones, una de las cuales —la de mayor jerarquía Y Per-
fección plena enel orden temporal— es el Estado.
Así es posible distinguir "... entre las responsabilidades y competencias
propias de los individuos, de las comunidades y de las asociaciones de una Parte Y
la competencia del Estado de otra"'.
Por ello "Sociedad, en este sentido estricto, significa todas las competencias
que no corresponden al Estada y que por ello ponen Emites a la extensión de su.
poder''?.
Esta distribución de competencias nos lleva naturalmente a la formulación
del principio de subsidiariedmin por el cual la competencia del Estado alcanza
sólo a aquellos ámbitos de la vida social en los que la actividad de los particula-
res —individuas a agrupaciones intermedias— no' pueda o no deba desarrollar-
se".
La aplicación del principio de subsidiaradad importará regular los límites
de las competencias estatales y, por consiguiente, fijar las alances de todas las
competencias sociala.
Asi entendido, el principio enunciado es de estricta implicancia jurldica.
Nótese que, como lo explica Mesmer", el principio de subsidieridad regula com-
petencias sociales originadas en las responsabilidades inherentes de cada una de las
agrupacionesy personas gue forman el Mapa comunitario.
Se trata entonces de competencias basadas en responsabilidades propias. CS
lecir de derechos y deberes, puesta que el orden jurídico en un orden de compe-
teracias, tanto que el mismo poder de ordenación social (específico del Estado)
es una de las tomas de competencia que tiene su fundamento en el fin social que
busca realizar.
De Al que, siguiendo a Memoro1 pueda afirmarse que "el orden de sub-
sidiariedad es el arden de fas competencias o derechos fundados en fines socia-
les y, por todo ello, 4 principio de subsidiariedad es un principio iusnaturalista
fundamental del orden jurídica".
Es decir, el ordenamiento jurídico que el Estado establece como válido par
toda la sociedad, a un derecho originado de igual naturaleza que los derecha
originarios de las formaciones sociales menorls, lo que obliga al Estado a respl;
tar y reconocer los derechos originarios de sus súbditos.
Queda así planteada una concepción "pluralista" del orden juridico, que ingl"'
-
rece esta calificación si se la compara con el "monismo" jurídico inddualielc
tu (que sostiene que no existen más derechos originarios que los individuales).
y con el "monismo" juridico colectivista (sólo existen derechos originarios en la -
colectividad, representada por el Estado). Ambas desconocen por igual que- loe
• derechos a facultades cuino las responsabilidades o deberes, tienen su origen ea
los fines existenciales que 'sé encuentran trazados en la naturaleza social Y Per-
sonaldel bailaren.
4. la CAUSA FINAL DEL ESTADO. El. BIEN caoba — Distribuido el cuer-
po social en competencias específicas y originarias, cabe preguntamos acerca
del contenido o malcría propia de esas competencias.
Ya fue dicho que tala competencias —e^ anta que previstas por el orden
juridico— se fundan en el fin social de las pe las y agrupaciones menores'. o-
mejor dicho, sus respectivos fines socialmente, tiderados.
Estos fines o bienes particulares están : dados por la propia natural-Iza
de las asociaciones intermediar; ellas existen p lo que se quiere lograr con ellas,
el fin las determina de manera absoluta.
De esta manera el hombre, cuyos fines mediatos son la verdad y el bien,
satisface sus fines inmediatos y conducentes a aquellos a través de dichas agell; --
naciones menores querqUeden así especificadas en razón del fin.
Parafraseando el axioma temiera, el fin tiene razón de primer prinC1lal0
ultimo término de toda agrupación social; las fundamenta, las explica. SS
fica. les da su razón de sero.
Esto mismo es predicable con respecto al Estada. Pero mientras en las co-/
mutddades inferiores los fines son diversos y variados, conforme la necesidad hu -
mana que busquen satisfacer (y de ahí la esfera de competencia que cada una de-
ellas les reconoce el orden jurldica en apliacan del principio de subsidiariedscl) en
el Estado —cabeza y forma de la sociedad—, el fin es uno y cniuyente el bien
conrimu.
Debe tenerse presente en forma muy especial que en la filosofía amista, el
bien común es la causa final del Estado y como tal causa cousarum del misma •
(véase nota 24),
Es la causa de la causa eficiente, es decir, lo que provoca la
mana, y es también la causa de la causa formal —lo que hace que el Estado sea
tal y no un mero agregado humano— por lo que justifica el poder del Estado, se-
ñalándole sus limites y alcances"
v. Freyre
:el. 456593
 En 'síntesis, en el bien carbón —fin del Estado— se agotad aspecto sustan-
cial de la problemática estatal, ya que es la verdadaa•Ilavé que nos abre las peor- .
tal y echa luz sobre las múltiples dificultades que aquélla plantea.
Pero ¿cuál es la naturaleza propia del bien común? Para responder a este
Interrogante se hace necesario repasar conceptos eXPIleglin en párrafos anteriores.
El Nombre transita el cuerpo de la pirárnide comunitaria buscando satisfa-
cer necesidades inherentes a su personalidad. El avance desde la base hacia el
vértice está signado, entonces, por esta tendencia necesaria y sus ritmos o escalas
se encuentran marcados por la necesidad que queda insatisfecha en cada escalón
• el fin última del hombre, de acuerdo con su propia naturaleza humana... Y este
de esa pirámide. El deseo de satisfacerla obliga a subir un escalón más.
Ad, por ejemplo, el hombre da creación a distintas agrupaciones sociales
(la familia, la asociación vecinal, el gremio, las asociaciones políticas, cultura-
les, deportivas, etc.) buscando en cada una de ellas la satisfacción de determi-
nada necesidad, de determinado bien propio y eSPedfiCa, cuya satisfacción Ple
- en dicha comunidad".
na es de la propia naturaleza dedada agruPación-
- Cada una de estas agnmaziones satisface necesidades que no pudieron ser
colmadas por la otra. Pero, en la medida que cada una de ellas. Y también en su
conjunto, no logran —no son apropiadas— satisfacer integralmente las necesida-
des humanas, el hombre precisa de una agrupación social que sufrague todos
aquellos anhelos no colmados.
De esta fornia'el hombre llega al vértice de la pirámide, es decir, encuentra
ese vértice cuando todas sus aspiraciones de orden temporal han sido colmadas.
Como sabemos, ése es el lugar del Estado. _ El contenido del bien común temporal es. como la define Ordeno; una
Si el fin de cada estadio del cuerpo de la pirámide. social, ea decir, el fin de
cada agrupación intermedia, es la necesidad que el hombre busca satisfacer con-
cha, la misma significacióndebe atribuirse al fin del Estado.
-_-
Pero, en este caso el fin del Estado beneficia en:común a todos los hom-
. tires que se colocan bajo su. poder (y el poder existe para realizas tal fin),. dita;
renda dé los fines inferiores, el de las comunidades menores, que solamente be-
nefician a los miembros de esa determinada agrupación".
Además, el fin del estado es Indeterminado, calma todas aquellas necesida-
des que quedaron insatisfechas en los estadios anteriores; todas, cualquiera que sea
su contenido, si:importancia, su costo, su significación, su alcance cuantitativo
en el número de la población.
• y para tal persona en particular.
" Nótese que, a, las aenlmeioneS intermedias, el fin se determina y limita por
su objeto. La pluralidad del cuerpo social, el orden de competencias que el Estado
reconoce y garantiza, impone la diversidad de objetos y la circunscripción de la
agrupación al cumplimiento de su objeto propio. El fin a aquí determinado.
En cambio, el fin del Estada alcanza todas los objetos: educación, cuando
éste es un cometido propio de la familia: sanidad y salubridad, cuando hay ins-
tituciones privadas, lucrativas o no, que las realizan, esparcimiento, a pesar de
existir una gran variedad de instituciones y personas dedicadas a ello; mrduc-
ción de bienes y servidos, no obstante que en las sociedades no colectivistas esto
es Propio de los particulares, y est la lista podría ampliarse hasta donde la imagi-
nación lo permita y las circunstancias históricas lo exijan.
El Estado carece de "objeto social" detemüsado; se ocupa de todo Y Para
todos. ..
He alai, las. dos carecteristicas finaanterdilei del Hin ¿talón: es expeló
- in
(a todos lús hombres) e Indeterminado (a todos los objetos).
7 4 My
Es qué el bien común "no es otra cosa que el propio bien de la persona
humana, en su totalidad (material y espiritual), pero no un bien como los demás,
'particularizado y apropiable individualmente sino ese bien continente que se da
precisamente en la sociedad y en virtud del cual nada menos que esta misma exis-
te —razón de ser de la propia autoridad del propio gobernante— bien que permite
(en sus contenidos concretos de unión, orden, justicia Y paz) ese conjunto de con-
diciones aptas para obtener la plena suficiencia de vida, en sociedad. Y alcanzar
bien común —causa final de la sociedad misma—no es ni el bien de la comuni-
dad como tal, en cuanto singular, ni la suma de los bienes individuales, sino que
llene un objeto distinto propio, que es tibien del hombre pero en cuanta ser social,
su bien en cuanta vivienda en sociedad, Y ordeñado temporalmente el bien común,
Lo expuesto hasta el presente nos conduce de la ruano a esta necesaria con-
clusión: el bien común "...consiste y tiende a concretarse en el conjunto de aque-
llas condiciones sociales que consienten y favorecen en los seres humanos el desa-
rrolla Integral de su propia persona"», o también: "El bien común abarca el con-
junto de aquellas condiciones de vida social con las cuales los hombres, las fami-
lias y las asociacionce pueden lograr con mayar plenitud y facilidades su propia
'perfección"».
ficiencia perfecta de bienes", es decir, "suficiencia perfecta de medios de vida,
para toda la multitud (...) en la abundancia perfecta de bienes materiales, intelec-
tuales y morales, Y medios de toda clase que os individuos deben encontrar en
. la sociedad para su perfección humana :y- el. desarrollo pleno de su personali-
dad"si.
Comci se ve, el bien común no es un "producto terminado" integrado pot la
suma de bienes particulares, ni mucho menos se reduce a! "bienestar general"
de carácter económico y utilitario.
Es un "conjunto de condiciones" que se alcanzará cuando el Estado realice
esa multitud potencialmente indeterminada de cometidos actualmente determi-
nadas (de objetos en sí mismos determinados) para Iodos los hombres en general
Es mi clima social del que todos participamos y que tiene un porcentaje de
responsabilidad en la producción de nuestras "circunstancias", aquéllas que. se-
gún Ortega, tanto inciden en nuestra personalidad.
' El bien común es, en fin, una realidad existencial que se expresa a través de
una multiplicidad de condiciones —pandeas, culturales, económicas, sociales,
etc.—que permiten al hombre realizane verdaderamente como tal.
Por él y para él existe el Estado; él es la meta de nuestra sociabilidad.
5. BIEN COMUN Y PRINCIPIO DE SUESIDIARIEDAD. — De IO expuesto en
el parágrafo anterior surge esta afirmación central de la filosofía social tomistm
el bien común es subsidiario".
Se señaló en párrafos anteriores que una de sus características más impor-
tantes es la indeterminación: alcanza a todas las actividades sociales que, aqui y
ahora, el hombre y las agrupaciones intermedias no puedan o no deban realizar.
 A la vez, SI bien es expansivo, puesto que Demuela a mulas tus nombres, se
dirige a cada uno según el grado y naturaleza de la necesidad que busque satisfa-
cer.
El bien común no es un fin en.st mismo, según lo afirma Meissner "es el Ins-
trumento que crean los hombres por medio de la cooperación social, para cumplir
las tareas vitales fundadas en sus fines existenciales"".
No es un fin en si mismo porque tampoco lo es la sociedad ni el Estado. La
"pirámide este para el hombre quien es —como ya fue dicho— el principio, su-
jeto y fin de todas las Instituciones sociales. ..,
El carácter subsidiario del bien común no alnada su Jerarquía preeminente
en el orden de los fines sociales, puesto que "... el bien común, el fin de la socie-
dad, es específicamente superior al bien singular, fin del individuo".
¿Supone esta afirmación el triun(p de la sociedad sobre el individuo?, como
se pregunta Graneris". Sin duda que no. Respetando el orden subsidiario, se trata
sólo de evitar que le egoismo de las pasiones individuales conspire contra el bien
camón, el bien detodos.
En definitiv‘el bien común se resuelve en un bien propio, y lo que es obje-
tivamente buenoin el orden individual , mediata o inmediatamente enriquece
el bien común. .%
En síntesis, *no es más que l juego natural del principio de subsidiariedad,
por el cual todo el cuerpo social se enriquece, en acción reciproca, cuando los be.
nefichn transitan de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba de nuestra pi-
rámide comunitaria.
El bien común tiene primacía sobre el bien particular porque en su punto de
referencia, su "testigo", la regla y medida del bien objetivo.
Por lo demás, Santo Tomás afirma que "El bien común es superior al bien
privado si es del mismo género; pero puede suceder que el bien privado sea me-
jor según su género'tM.
Es que "...el bienestar material de la colectividad tiene mayor valor que el
bienestar material del individuo; pero la ciencia, la virtud, la salvación eterna de
un individuo son inconmensurablemente superiores a todas las riquezas de todas
las naciones'i.
Debemos ejercer esta "acción de deslinde" que nos exlje la regla de la sub-
sidiariedad; la jerarquia de las fmes está dada por el ámbito de las respectivas
competencias en que se distribuyeel cuerpo social.
Aun así ¿puede existir una colectividad rica formada por miembros po-
bres? ¿puede el individuo perfeccionarse en ciencia y virtud en suba sociedad cha-
ta e inmoral &podio menos, la perfección en el máximo de las posibilidades del
hombre ordinario?), La respuesta es negativa.
_
La clave del problema estriba en que el carácter subsidiario del bien común
se expresa en dos dimensiones: a) en lo vertical, respetando las competencias
objetivas; b) en lo horizontal, determinando cornportamienki individuales que,
aun considerados buenos si los abstraemos del cuerpo social, sólo merecen tal
• calificación en la vida social por comparación con el bien común. Pena esta di-
mensión horizontal también determina la conducta del Estado, ya que el bien. co-
mún sólo será tal si se distribuye, si objetivamente sirve al bien de cada uno: de.
cada parte del todo.
14/ u.A.P.(28)
Lo contrario Importaría bates un estéril e irreal esfuerzo de abstracción, aun-
que inverso del ejemplo anterior: imaginar al Estado sólo como cabeza de un
conjunto cuyas panes carecen de individualidad real, abstraer al Estado de las
personas a las que sirve". _
Ad, es posible concluir en que por su propia naturaleza el bien común reúne
los siguientes caracteres: sé sl
Ass
a) Expansivo: Pues ese! bien de todas las "partes" o sectores que- - \
gran el todo comunitario.
b) Distributivo: Como consecuencia de lo anterior, el bien común 1 lo
se realiza cuando se distribuye entre los miembros de la comunidad. Realización
y distribución del bien comfin son sólo dos aspectos de una misma realidad..
c) Indeterminado: Pues alcanza a todos los bienes de orden temporal.
C)
cualquiera que fuere su naturaleza, susceptibles de satisfacer las necesidades hu-
.
manas generadas en la vida comunitaria-social.
d) Subsidiario: Pues sólo tiene como objeto aquellos bienes que no pueden
ser alcanzados o satisfechos, o no deben ser gestionados por las agrupaciones
Intermedias entre el hombre y el Estado o por los hombres en su actuación indi-
vidual.
6. BIEN COMUN Y BIEN PARTICULAR. — LO expuesto precedendemente sé
comprenderá con mayor claridad fuego de analizar las diferencias que existen" entre
el bien común y el bien particular, ya sea éste el de la persona individual o el bien
de una determinadaagrupación intermedia.
Por lo pronto, la realización del bien común es de" exclusiva responsabilidad
del Estado, él es el "gerente" del bien común, de acuerdo con la conocida eiele-
sión [amista.
Es que, según ya se vio, el bien común, en tanto rine causa final del Esta o_
es la rausacausarum del mismo.
El Estado existe por y para el bien común: así "la prosecución del bien,o-
mún constituye la razón misma deser de los Poderes Públicos"".
Ahora bien, como causa de las causas, el bien común da origen a la causa
formal estatal. Hace que el Estado sea lo que es y no otra cosa. •
' También da origen a su causa eficiente,.ya que lésociabilidad ene! hombre
Puede explicarse en su necesidad impostergable de que el bien común sea reali-
zado.
La causa material, población y territorio, recibe también la influencia del bien
camita, enterito que esa población, asentada sobre tal territorill, acetakapotes-
tad de un determinado Estado: aquél que les garantice áue el bien comunita-
rio que anhelan será cumplido.
Por último,ossipeel
im
fm
it ce spec i f acción, , cl bienctmi esp eti
icerras r anestteandero
p :dele ri
en cuanto tal; agrupaciones que
distinguirlo
rasgos externos similares.
El bien común distingue al Estado; si lo distingue es porque et k propio de
Doctrina/1S
 SU aduar, porque ninguna otra agnipamón puede realizar taita Semejante (sólo
el Estado es sociedad perfecta en el orden temporal).
Por lo tanto, sólo al Estado compete realizarlo en dicha dimensión tempo-
ral. En el plano sobrenatural, relativo al bien común Sobrenatural, la gestora del
mismo es, por derecho divino positivo" la Iglesia Católica, correspondiéndole al
Estado una actuación de leal colaboración con ella' sin perjuicio de la indepen-
dencia de jurisdicciones y el respeto por la práctica de credos disidentes o no cris-
tianos.
Asimismo —regresando al orden tbmporal— entre bien común y bien pani-
calar existen diferencias profundas de orden ontológico, además de las ya &pues-
En efecto, el individuo, actuando solo o unido a otros, encuentra su acción
guiada por un inter& particular. Aun cuando dicho beneficio lo obtenga gracias
al concurso de otros, quienes aso vez precisan de él (tal es el caso de la relación
de
los socios en una sociedad comercial, ejemplo extensivo a todas las agnmacia-
nes intermedias). el bien buséado por el conjunto en un bien particularizado, in-
dividuallzada en talbs °cuales personas: los miembros de esa sociedadmenor.
Se lata.= sí mismo, de un bien egocéntrico o exclusivista, sólo atiende al
beneficio de sus miembros en el objetivo limitado que justifica la existencia de
esa asociación. '
Sólo analógicamente se podrá afirmar, en ese-caso, la existencia de un "bien
común". És un "bien común para los mienibros, pero particular a distinto (es
decir, no,COMIÍR) para-
quienes no- son miembros de- esa asociación intermedia,
aunque son "socios" dela "sociedad general" que a todos agruPa-
• El bien común es el bien del todo; frente al él —y éste es el quid esencial de
lacuestión— los bienes "comunes" (analógicamente hablando, insisto)sólo
tienen,
razón de bienes particulares.
La clave del problema está —como lo señala Graneris— en el paralelismo
entre los dos sujetos y los dos
bienes que les correponden: "Como la sociedad di-
fiere especificamente del individuo, así el bien común (social) difiere especifica-
mente del bien Individual. Entonces entre la sociedad y los individuos hay una
diferencia específica, no porque aquélla sea la suma de éstos, ni porque sea
y otro, sino porque ella es su otra:
unidad ordenada, en razón de los cuales ellos cons-
tituyen un nuevo organismo. Del mismo modo se dice que el bien común y los
bienes individuales son de diversa especie, no en cuanto el primero sea la suma
de los segundos, sino en cuanto es su unión ordenada,
complejo orgánico de bienes". de la cual surge un nuevo .
Este "nuevo complejo orgánico de bienes" lo es tal aun con respecto a las
sociedades menores, pues con respecto• a ellas también mantiene la relación
parte-todo".
' desarrollo, nos encontramos en presencia del caracterizado y denominado "Es- '
Evidentemente, en la actual situación internacional no puede predicarse lo
mismo en la relación de los Estados con respecto a una autoridad supraestatal,
. pues ésta es ineidstente.
Es
que, si como afirma Santo Tomás "...el bien común de la ciudad y el bien
Singular de una persona no difieren sólo como lo mucho y lo ppco, sino según una
diferencia formal...", ya que
"...la razón del bien común y de bien singular es -
distinta, así como es distinta la razón de todo y parte"", siendo las comunidades
R.A.P. (28)
-inferiores partes con respecto a la sociedad genera, sólo aiGe concluir que frente
al bien común refinado por el Estado, el bien de esas agrupaciones menores tie-
ne razón de bien particular.
7. EL ESTADO DE LA PROCURA EX L C:IAL. — Como se ha dicho en pá-
ginas anteriores, el bien común —causa de las causas del Estado— es un "conti-
nente", un "conjunto de condiciones" o "clima social'', cuyo contenido.concre;
to dependerá de cada circunstancia histórica.
La realización del bien común se concreta en la ejecución de prestaciones por
parte del Estado, o bien en la exigencia de conductas determinadas a cargo de /os
súbditos.
Así, el Estado realiza el bien Común cuando1 frente a las exigencias de la
sociedad, históricamente determinadas, sabe responder con la prestación ade-
cuada, respetando los limites impuestos por el principio de subsidiariedad.
Baste como ejemplo/considerar la situación planteada .por.la, necesidad de
instrucción pública. Hasta no más dnun siglo atrás, la necesidad de instrucción
(elemental yprofesional especialivada) era sólo sentida por sectores reducidos de la
población, no era una necesidad pública. Por lo que SR Prestación o satisfacción
era cubierta suficientemente por instituciones privadas.. Pero hoy, !rente a las
circunstancias de la vida moderna, la necesidad de instrucción en general, es una
necesidadxpública-cuya satisfacción-es-condición del desarrollo y de
la perfección y felicidad personal; tanto que-puede-afirmarse que el analfabeto
es en hombre incompleto. Es evidente que las instituciones privadas no son su-
ficientes para sufragar adecuadamente tal necesidad que, por ser pública, se con-
virtió en una exigencia del bien común, y por ser tal, una gestión de responsa-
bilidad estatal, sin mengua de la actividad privada en una subsidiaria distribución
de competencias".
La revolución industrial del siglo yaR;la cuestión social que 'trajo aparejada;
la importancia de "las masas" en la vida cultural, social y política; las conse-
cuencias de las dos grandes guerras ocurridas en nuestro siglo; la moderna revo-
lución cientlfIco-tecnológica fueron —entre otros de también gran importancia—
acontecimientos que alteraron profundamente las bases del eludo liberal absten-
cionista inaugurado con la Revolución Francesa, modificando sustancialmente
la concepción acerca de los cometidos a cumplir por el Estado en su carácter
de gerente del bien común".
"El Estado liberal —afirma López Rodó"-- ha tenido que ceder paso al Es-
tado social de derecho; es decir, al Estado cuya acción persigue, dentro del mayor
respeto al derecho, la consecución del máximo bienestar social".
Hoy, en nuestro mundo occidental y en las naciones con más alto grado de
tado distribuidor", "Estado social", "Estado de bienestar" o "Estado de la ara-
cura edstencial".
El término "procura existencial'. —gubia el más expresivo de la realidad
que quiere sianificar.— fue desarrollado por Forsthoffo, quien parte de conside-
rar la situación de "menesterosidad social" que sufre el hombre contemporáneo.
La menesterosidad social es "la situación en que se encuentra aquél que tiene
que procurarse los abastecimientos vitales deseados, necesarios o excedentes de
-.
DOC&Mil / 17,

la medida de lo necesario, no-por medio de la utilhación de sus cosas propias,
sino por medio de la apropiación... La vida individual no es autárquica. Tam-
bién et que dispone de un espacio vital dominado relativamente amplio, como
por ejemplo, el campesino, depende de la apropiación. Pero es obvio que la me•
nesterosidad relativa a la apropiación creed en la medida en que se estrecha el es-
pacio vital dominado y se amplia el ámbito vital efectivo"".
La procura existencial consiste en aquellos dispositivos que son adoptados --
para la satisfacción de las menesterosidades de apropiación. A la responsabili-
dad por la satisfacción de esas menesterosidades la llama Forsthoff responsabi-
lidad existenclaP.
Hasta la aparición de los modernos fenómenos enunciados precedentemente,
la responsabilidad existencial era de carácter individual. Pero hoy, reducido ab-
solutamente el espacio vital dominado, el individuo sólo podrá ver aseguradas
sus posibilidades de existencia dentro de la solidaridad del grupo social.
De este Modo. la responsabilidad existencial se convierte en una obligación
de carácter público, transferido a los titulares del poder política, al Estado glo-
balmente hablando, quien se compromete a establecer "una regulación Justa, so-
cialmente adecuada, de las oportunidades de apropiación"".
Fundamedaliihnte„ éstas pueden concretarse en las siguientes:
I) garantizar una relación adecuada de salarios y precios, lo que supone el
derecho al trabajo ya una remuneración equitativa del mismo;
10 regulación de la demanda, de la producción y del consumo:
tii) aportación de piestadones de las cuales depende, de un modo perento-
rio, el hombre remitido a las formas modernas de vida de carácter masificado".
Ahora bien, sus propios caracteres de continuidad, espontaneidad, concre-
ción, como así también su carácter fundamentalmente técnico, asentado sobre
. una estructura organizativa técnico-burocrática. obligan a que las actividades
Inherentes a la procura existencial sean desempeñadas por el sector del comple-
jo organizativo estatal que denominamos Administración Pública.
Es que, señala López Rodó" la "administración está ligada a la vida y ha de
adaptarse con prontitud a las necesidades que ofrece el mundo moderno en un si-
glo en que la vida cambia rápidamente ". "La Administración es la actividad del
Estado que más profundamente penetra en la vida sodal. Cuando el Estado dic-
ta sentencia su acción llega sólo a unos pocos: las panes 'interesadas en el pleito.
Pero cuando construye carreteras, deseca pantanos, cuando abre escuelas y hospi-
tales, cuando m444 los transportes y ordena la circulación. su acción llega a to-
dos, está a la vista., está en la calle. Con sólo llegar a un pais se advierte si tiene
buena o mala Administración: basta con ver el grado de eficacia de sus =nidos
públicos". Soto Kloss, Eduardo. La Demolida ¿pasa qué? Una Wsidn finalista, en ladublieacién con-
.
Asi se origina la nueva situación polltico-social asentada sobre la i•Arimieus:
tración como aponadora de prestaciones"":
En este sentido, se ha podido afirmar que "el Estado social actúa, pero actúa
a través de la eccion conformadara de la Administración que de simple espata-
dora de la realidad social y de las relaciones sociales, ha pasado a ser la más tu-
Portante protagonista".
"La Administración actúa para favorecer realmente las condiciones de igual-
dad entre los ciudadanos, pero de una igualdad sustancial, lejos de aquellas ma-
nifestadones y enunciaciones un tanto abstractas y programáticas del Estado li-
beral. La Administración tiene como nata sobresaliente en nuestros Mas la om-'
nicomprensión. Crece día a día y se desarrolla cada vez más; su actividad es cada
vez más amplia..."0.
El proceso descripto. acompañado (en una interaccióti de causa Y efecto) Por—
una profunda crisis de las instituciones políticas de la democracia liberal, pennitet
comprobar la "sustitución del Estado de la legalidad por el Estado de La Admi-jr
ministración". J'e
A la vez que originar el "Estado-administración", las circunstancias acosa*
les pueden dar nacimiento al "hombre administrada": aquél que se acostum-
bra a que todo se le dé hecho y resuelto, por un sistema fundado en la "Ideología „.
administrativa", cuya expresión es la tecnocradan.
Se nos representa asluna dramática paradoja: la extensión de las competen-
das estatales, respondiendo a una exigencia del bien común, puede significur la
tumba de ese mismo bien común por la importante cuota de socialización des-
personalizante que trae aparejada.
De ahí entonces la importancia de tener siempre presente la tradicional doc.,
trina del bien coman como meta de realización subsidiada y tuyo exclusivo fin
es la perfección plena dela personalidad decadahombre concreto.
E
••••••••••.-
Notas Bibliográficas ••••••••••,.a.....„:
"`"
Ar.f reyrs ?fié
Tel. 456 593 1
I Osan Y Gutierrez El:anulo. La illosajta polltim de Sato Tomás de Aquino. Madrid, UM.
ps. 10 y 11, quien cita del aquirdiense: De o:tintine principal% Lib. I, Cap. 1°. Commentarie in
ocio libros polidconon, Lib. 1. leas. 1 y 2; Lib. 111. leal. Commemmie dn;em libras Ethiesl-
num Lib. M'acr. 1; int vni, tea. iz Omar( disow 1 , De ri xit 9- Su
tonere Geritirer. Lib. 111, Caos. 115, 117, 123. 128, 130, 134 y 136 duma Teológica, la-Zed P. 95, 575;
IladaM 9. 109, a3, 114-2.1e. q.129, en; UIA. o. 65. dr. Adrian:un, S.S. PÍO XII, La verdadera'
noeién del Estado. Monición del IAL/50: "—datado, una mudad vira, una ela11113C011 normal dela
natesalms humana": La Elevotezia, aloarnón del 20/2/46: Estado (...) CDMO la sociedad mis-
ma Ce general, tiene su miden próximo y su fiP al el hombre completd, en la persona humana. i.1114[11
junta "Cns' deis Ponderada", Universidad de Chite, Sanlaeo de Chile, 1975,9.
Cabe transcribir una- hermosa página de Charles Maurias, con hr que abre su obra Mis ideas
~icor. Buenos Airm, 1942: "El nolleotonme le Sala del huevo y se echa a correr. Poca Cose
falta para adamar: '903'11bn' (...)PeroLyed hornbredno7
-
 "Al mita *Ido le falca todo. Mucho anta de correr necesita ser sacado de su madre, havada,
cenacho y abnegado. Antas de azar Sisado lusa dar 109 pritneros pasos, decir las primera pta.
br, deber ser 'guardado de Magos mortales. El escaso Instinto que dote ea impotente para peon-
ad: los cuida* neceas/a, os preciso que loa reciba, bien orchttarlast de O*. - 7 5.5. I.Clan XIII, DICÍC502 Noblintsimo GbrinfUM Gens; "...Pulque ad como en la Itera editen
"Ha nado. Su voluntad no nado, ni su acción proplatenre n asa. No di d'En yo ni ort, y cita
muy lejos de aedo, cuando un circulo de n'idas acciones otacquiosaz se ha dibujado en tono de
él El hombrecillo a inerte, que penaría si afrontase la naturaleza brutal, id recibido en el raro
de otra naturaiezat solicita, demente y humana: no vive sino porque essu *Pleno ciudadana-
"Su addenda ha combando por ess afluencia de ea-vicios merla gratuitos. Su cuente se
Abre con liberalidades que aprovecha sin haber podido merecerlas, ni sigui* ayudarlas COn ni
nano; no puedo pedirlas ni.deszarbs; sus :dedada bread no le fueron reveladas. Aftas pan-
r s„ntes que la memoria y la
razón adquiridas vengan a proponerle ningún débito cdonem94-09
Sin embarbec en el primer minuto del. primer dia, citando tarda vida Personal es muy muna a la
cuerpo, que se asemeja al de una bestezuela. atrae y conciba las fatigas de un Papo
tamo como den taadeecuando estaba encarado ea su seno. del que depende
"Esta attividad social tiene, pues. como primer cargan, el de no campanas ningún grado de red-
procidad. Ella es do sentido único, y proviene de un mismo rato. En mamó al término que el
eilo asnillo:a es mudo, infanta y *á desprovisto de libertad Cómo de poddr, el grupo en que par ti-
cine mili perfectamente puro de Toda igualdad: ningún pacto posible. nada que se asemeje a nn
contrato. Pan esos acuerdosME-alinde requieren dos. La moral &uno de ellos ann flo mide.'
se Podría rebstrado el, términos: demasiados formales. ni admirar denodada ese esid a-
tácale de autoridad puranse palsdedejerarquia absolutamente deliraba: . .•
"Ad. -y - no- de Diradanef a.: Se configura en mrprimeensgo el rudimento' dela sociedad. dejas
honalum".
Asimismo, Sabio Tomas. en De reglenlae Principums citado per Lacha*, _Louis-0.9c El ce ri-
ca*S derecho seitin Aristóteles y Seso Tomás, Buenas Aires. 1953, pi.' ny 59: "A los otras
animales; en efecto. la naturaleza- les ha preparad alinientador vendara de pelos, medios de
defensa. cuelen1m dientes, los cuernos, las garras. o podo menclaria raPidexcs: la Puna.
"El hombre por el contrario, se ha visto creado sin que nada de semejanic• le haya sido cur-
sado parlanaturaleza; pero es- caiublo.ds sa le.ha dedada. Tann.. que lo tapacitapera apresar --
todas las cosas por medio de las manoA y Pudo que e05010 hombre no bananera Preparar iodo Y que
•Per el solo lecho de se solicitud. no incida asegurarse a sl misma los bienes que le permiten man-,
tener su vida. se sigue que. por su narernleca, el nombre debe vivir en sociedad. Aun más, en todos'»
0(105 animales dee una Incidid natural para discernir todo lo que el es útil o nocivo: Ad la °vela
, percibe insilaticadente en el lobo a- un enemigo. -EA virtud de un aptimd endiosa ciertos adeudes
• saben distinguir naturalmente a tal plantas curativas ya todo lo mac les es necesario pasa vivir.
- "El hombre conoce naturalmente aquello. de le que llene necesidad pan 'del,, pro solamente
en general. Puede 1151 par su rano —y por medie/ de prineiplossinirersalm-- llegar al couoniallinl
- de cosas . particulares. acumulas para su vida. Pero no es noble que un hombre solo alcance, por ras
5 razón, las cosas de este orden. Es necesario que los hombres vivan en conjunto pera ayuda* mutua-
mente, pan comagrarse a invenbaciones y Magna diversas, de acuerdo ron la diversidad de si ts
'atentos: uno. pot demplo.dedicado a la tned cine, otros am.aidel ateo cero"'
Granerb, *sean, Coobillnición tesina a lafilcsojk del derecho, Ele* Aires. 1973.
155. aclara N distinción que miste entre la sociabilidad y la poildcidad en el hombre: "La Poli,
tardad no se confunde con ia sociabilidad; en una superestrumura de base natural". En realidad
ti texto de Santo Tomas en De ResCenine Frinri,um c—"Es natural al hombre ate un animal sOci si .
politieo"-- sirve para fundar la necesaria distinción eine sociedad Y Ende, Pero no *hl,
sino que por cf COntrariti, afirma, que la sociabilidad y la policiddad da sociedad y el Estado) e l-
ean:man la misma bese en la naturaleza humana. Ello no quita, como lo nada Grasa*: que tus
distintas formas Meldtirar de Enda reconOzcan "...en si algo de artillar, ya bite "...visco en !u
Integridad y en su *toda, es pues una de las tantas cornnedones haus, es un producto ce 1-
Shapal, que ha nacido osó pero que podría nacer de modo diverso...". Lo que Gra.neris no niega tu
que orcesarkenente deba nacer, ya que ensimismo. es necesario y universal.
' 5 Galán y Ondéeme, oto. ch., pa 33 y 24: "—Pero si la familia es la fumo social más condi-
donante, rendtapor si misma insuficiente: La vida b.unana :lene necesidades que rebasan la rapacidad
'r posibilidades de la sociedad Mralliár y de sólo Pueden ser cumplidas *liante una "orina de o/-
m'anidad asentada sobre las familias, es decir. N comunidad polla, o sia el Enda. E Estado allana
todos loen* humanas oriundos de la convivencia: es una sociedad padecen se basca a si misma y
satisface todas las necesidades del hombre". ,
•.e. 081
"La Mudad es una Ineheión, una gestación perfecta —settala Legitime, ola dt. , p.10—, as
decir, va mesa goza Integralmente de todos los rabian que eldgc el UPO de su natursien...
Soto Wad, ob, cii., n. 5,,. 23. quien eiza a Aristótelea. U/pirar/en, til -5.
dos supremas sociedades, la una el Estado, cuyo fin próximo es proporciona/ al genero humano los
bienes temporales de esta vida, y la otra N Iglesia, que time por objeto conducir al hombre a h fe-
licidad verdadera, Menai, y nema, Para la que !lentas nacido, ad también existan dos poderes,
sometidos ambos a la ley etema ya la ley natural, y consagrado cada uno a un En propio en todo
lo referente la esfera jurídica de sil propia :seáis:ida y competencia". También, desde otra Pms"
pectiva, Consamdin pastoral "Goza:os ei Spot", Concilio Vaticano II."...La Iglesia.* Por rat
Eón da su misión y de su competencia no se confunde ce modo alado con la comunidad puli-
da al está ligada a sistema politica aluno, es a la vez signo Inalveguardia del cara/ trascendente
de la persona humana. La comunidad palidez Y la Iglesia son independientes y autónomas, cada
una en su propio bueno. Ambas, sin embargo, aunque por dreno Mulo. están al servicio de la ve-
nció. personal y social del hombre— El hombre, en efecto, no se Limita al solo horizonte bobo-
nal, sino que, Saleta dela historia humana, mantiene Integramente n vocación eterna" 0.̀110-
11 Suponer k existencia de un contrato fundacional de la vida social m una fantasia propia del
rand, Imaginario construido per el pensamiento literal, si bien los intelectuales de en corriente
que no abjuraron del sentido común advirtieron el absurdo. Ad, orteip y Gane. Jose. Ite rehes
Mb, de/as mesas, Madrid. l972. ps. 13 y 14: "Abora bien, convivencia y sociedad son términos equi-
salames. Sociedad es lo que se produce aurombieamente por el simple hecho de la convivencia. De
• suya, e induclablemene, agrega ésta costumbres. usos,, lengua. derechospoder público. Uno de los
. más graves ernatendei pensamiento 'moderno% cuyas salpinduras. buz padecemos, ha sido confundir
la sociedad con la asociación, que es aproximadamente lo contrario de uélla. Una sociedad la se
<malhaya por annerclo de las voluntades. Al revés: rodo acuerdo de voluntades *unen la Vds-
!ende de una sociedad, de urdes que conviven, y ei acuerdo- no puede consistir sino en precisar
una u otra forma se esa convivencia. de esa sociedad preenidoney La idea de la sociedad como reu-
nión contractual Por lo Marra jurídica. es el mis insensata *ayo que selva realizada deponer la ca.
991a delante d9 los burlo/. Ponme el derecho, b realidad 'derecho —no las ideas de él. del nlósofo.
Mala o deMailoao-c es, si se me tolera la expresión hurra secreción aporran de la sociedad.
T no anude ser otra cosacQueneque el derecho- rija las relaciones entre seres que Previamente lo
rOMI en TidiraNaciedd. inc Parece —y- Perder:same la insolencia— Tener una idea bastante con-
fesar rldinda de toque el derecho es"
Messer, Johannes. Eice sedal. Milico y econdenis ata luz del derecho slaUlaal, Madrid.
190. p. 172: "El. accidente lógico no entrena una relación tumba van la ~uniera de una rosa y
Su vinculación con ella es algo casual: el color de la piel, por !Pitido, no guarda una relación de
arder ineinseco con la naturaleza esencial del hombre. El 00 de la razón a un accidente ontológico
pues el hombre sigue siendo hombre sin él, a diferencia de la razón misma. la cual determina N ma-
r:ralea del hombre, es decir. Convierte al hombre en loquees'.
Sigue diciendo Mesmer (oO. cit.): "A nosotros nos parece que si se da a las expresiones Rolan-
•da y accidente el m'ardo que anzbanial de Indicar, la sociedad no puede ser calificada solamente de
accidente. En todo caso parece ser una cuestión derinia la de saber, si son estos conceptos de man-
da y accidente. dr:zapa:dm de este modo (como disyuntivos) se puede explicar deben ~afren-
te la propia realidad supraindividuid de la sociedad. Esta claro que la sociedad no es sustancia en el
sentido de susrancla autónoma que posee, en si y por d ntisma, realidad con Independencia de los
inffividuns.
"De cito no resulta, sin embargo, de ningún modo, que la sociedad no sea una sustancia en el
senlido Indicado ni que su se en baldo ontológico y ineuillicó posea solamente un carácter secun-
dado frente al ser del individuo. En efecto, y volviendo W diernPlo mencionado, la dallen"' social
!no se puede eliminad como el uso de la razón sln que el hombre sea privado al Mismo tiempo de su ser
'Plenarnenie Emano. La esencia ' d'vklual y social deis naturaleza tiene metallska y ontológica-
Mente el misma carácter entablado. Corno hemos puesto de manifiesto. el hombre por naturaleza
'necesita un complemento para llegar a alcanzar un ser plenamente humano. es decir, para conver-
tirse en el ser cultural • que por naturaleza está destinado. En virtud de esta necesidad y capacidad de
complementa social de in, individuos que la naturaleza condiciona, surge, por medio de la coopera-
d.la soda la nuez realidad y, a su vez, la participación es ata realidad constituya pan el individuo
d T'Impuesto para alcanzar el ser plenaMentebunano".
' • Ob. cit.. pe. 173 y 174: "No se puede atribuir a la sociedad un ser primado Y al hombre indivi-
onl solamente un ser secundarlo, igualmente falsa seda conferir al individuo un ser primario y 7
sociedad un ser meramente secundario. Pues ea ese caso no se podría explicar el hecho dr. 7-.

hambre sólo Llegue a alcanzar os ser verdaderamente humano ~gente su participación en d ser
en lo mm te saciedad ~e de duradera'.
12Conciliosnricano II, Constitución pastoral "Gendlren es Ves". id 25.
is ganta remolco. I, q. 39,t 3. atildo par tachonar, ab. eii,, a quien seguimos en este parlieulae
1fl219S289)L --
" Lachuice. ob. de., p. 2.051. "..,a todas panes done hay o Sea, es ~esta que haya un
prappin pues el orden supone La prioridad y la posteridad. o una diSpaSickin desde un punto de
mita".
" Merina. oh. dt.. p. 1611 "La eccefesda de conceptos puede san consecuencias apela,-
Malte ama en uria hiato as que el Enda, beipulado par tendella 5 colectabas, una de nc al_
da las esfera de su competencia. Máxime el se tiene en atenta Ve te concepción IllealliCista del
Estado. ale es la dominante, asiendo al alado como una mera asticiacidn de ras. Cuyos objetivas
v forma de ordenación quedan completamente d'andando, a la voluntad del Pueblo. corno 'va"
'andad erbio-aria', ea d sentido propugnado pot 8 enia de la soberanía popular absoluta y por la
o-orla de la demacrada, que se apoya en elle".
Mesanbzcob. di.. p.164.
17 lbidemi'boma a evidente. esta concepción de la filosofa goal radian o armilla permite sal-
var unta el error disolvente del individualismo coma el fatalismo imiquilanie del ioralitarismo.
'A Mensual: ola tic., p. 336, aplica el significado nal101ógic0 de la pa/abra. que a lo m'Idee-
amero-e gratiel pera entender sin dficulead el rema: "Paz lo que toa a la palabra latina IlaSidiaria.
es cierto que se derivad illblidny, pm significado principal, que pertenece al lenguaje mallar.
na a de alinda- anda el de 'nada en sentida propia', sino dde 'Emir como reserva, ded
anda ei 9110 4 que fallen las farmacianes qua um en primer lugar inponsabla y comirctemes
se usa especialmente en la =unión 'subsidiaria cohorte?. 'cohorte,de reserva'. nue unten en atolón
cuando las formaciones principales no pueden cumplir erm las obligaciones que en primer lugar les
corinpondea can sus proehrimeRm".
I' S.S. Pbo XI, Enriclke Quadriagertmo Anna: "...queda en a filosofa social lija y permanente
aquel pejesapo, que na'peede ser suprimido ei alterado: corno es Visite quitar a los pardcuares
lo que nin su propia iniciativa y propia lados& punta alisar, para entena:In 1 una comunidad,
ati resabien es injurio y al mismo ileon, de grave l'anido y Perturbación del recto.Prden Social. con-
fiar a una sola sociedad napa y Más elevada la que pueden hacer yVacuas Onmudidades Merman /
Inferiores. Toda Imervenciem de la sociedad debe por su tamalera pealas autillo a los minabais
del cual» social, nunca absorberlos y tomaos. conviene que la autoridad Pedida aunara deje
alas aso/clariones interiores tratar par si mismas los entidades y negocios de menor importancia, pues
de 'olio modo le sean de grandlsimo impedimnun pata cumplir con mayar laminad. firmen y efi-
cacia lo que a ella aula corresponde, y que sólo ella puede realizar, a saber: dirigir, vigilar. urgir.
. amigar, según las casos y la necesidad lo erijan. per tanto, sensan bien entendido esto los que go-
biernan: cuanto más vigorosamente reine el arda!' jerárquico ame las diversas asociaciones. quedan-
&nen pie este principia de la función supletiva del Estado, tamo más firme será la autoridad y d po-
der socia. Y tamomásPróspera y feliz la condición del Estado".
El Peina& de Suberidaridad a una' nota distintiva de la tradición cultural de anadeare, endin-
o-ando diversas manifedecianci en mann historia, cama es el aso deis estructura piramidal del
imperio cristiano ca e1 panda feudal. las fueren locales esparloles. Lal corporaciones veniales de In
siglos XII y XIII. por airar sólo algunos ejemplos. Demuestra qle hace al rondo coma de nuestn.
cultura el mantrarici apresado en la programática de distrintax corrientes politizas, que incluso no
guardan una relación divaa con aquella concepción de la fdosolle Sedal y Se proclaman heredera
de la Revollcióit Francesa. Por ejemplo, Velem asead D'Estala.. Demacrada frolnaral suenas
Aires. 196, p."153 y 154: "Una sociedad cuyos poderes alfil separados y cuyos individuas son res-
ponsables es babor:arioaura sociedad burocratizado .
"Evidentitante, no se pues& pensar en encerrar el Emulo en lis Idas funciones reunan., de
otrora: deferid: justicia y manada. Todas las granda tareas sociales. educación, salud. manera de
vivir, desarrollo industrial y agrícola., piden bajo una n otra toma, cierra intervención o partiriPat
tira del Estado. Como consealencia multa nein definir par adelantado Indulta funciones delEstado
°querer trazarle mancra in:aun& el limite de suslaiersendones.
- "Pera debe entero-lene que un listado no burocrático busca ayudar a. la sociedad pluralista
a hacer frentaa sus responsangdades y no suatituicse atila.
"Solo interviene cuando los yesones de la acción Privada. lucrativa o dedintenuada.
ler impatenin u:neceando- una tasca swid económiaRiandalird»ensablc.
"Da mismo modo. pallen lattervención temporal, que tinabkce una situación o compone un
22 / SA.P. as) , fleerelna
onanismo, a la ininvención arrecia por la vla de convenciones. contratos recomenderionn e ja..,
citaciones.
'Porque el Estado pluralista no se hace panadero con el pretexto de que hace falta pan. rd medico
per el Motivo gas Sem dudadas que gocen de buera salud.
"Respeta la leliiihuided tic las iniciativas pandas. Quiere servir a asociedad de los hombres
y no mantenerse en acecho para devorarla".
. 2e 01. cit.. p. 336.
21 ladea.
22 S.S. luan XXIII. Enriela. Pdiefif in Tenis: "En toda humana convivencia bien organimda
Y fecunda hay que Manar Cada fundamentó a principio de que iodo ser humano ea persiana, es de,
dr. una tiaturalera dorada de inteligencia y de voluntad libre, ya que por 10 tanto, de en misma .ne.
rumien directamente nacen al mismo tiempo derechos y deberes que, al ser universales e inviolablit
son también absolutamente inalienable," •
23 El hombre llene también fines atrictarnente individuales. siendo el principal de ellos a salvd;
ene de su atina. Pero aun este aspecto no carea de trascendencia social ya que la religiosidad "non-
natural al hombre a partir de su anhelo da beatitud— funda especiales relaciones 'Denla Y da su load
ala sociedad goseraL •
24 Lachanec. Luis, ab. cit.. ps. 62 y 63: "Santo Tomás, siguiendo a Aristóteles, no deja de rept.
sir que a fin juega en el dominio de la acción, el papel de los principios en la obra de la dentara-
d6', Cientifica_ Su casualidad el praziadial: 'El fin es ta canse de las causas'. 'Es mejor que todo lo
que le está ordenada' ". Se Asga de la perfección y de la bondad de los Seres. principalmente Para
fin que persiguen "...todo está contenido bajo se perfección. El fin dirige la organización. Es el
gas divino de todos los principios crecedera la naturaleza".
"En la economía anal de la ladón se puede reducir su causalidad a dos postulados principales:
e la Tann de ser del principio efIcieme y del principia ramal de la acción, .n' cause careurnan. Se
puede decir cincel fin Milla la acción y la modela".
"...Es lo que empala al ageme a obrar G..) es causa de su causalidad enciente. Par IO que ralla
que esa en la base misma de nuestra actividad, constituye la gala por la que se Mantienen Y notan.
les rainifinciann &nuestras operaciones...".
"-.Para que produzcamos un acta determinado:es ~poner que tengamos una imención
nide Y. seguidameMt, que todo lo que basamos lo produzcamos bajo el imperio de un fin. Per hala
Panda. desde que a determinado, el fin a principio exterior del organismo formal de-la acción.
Es necesaria —dice Santo Taran— que lo que está ordenada a un fin le esté leo-insano-me propia-
donado. La determinación de lo que se hace en vista de un fin, resulta de Ids exigencias mismas de
ese fin. Asila causa de las dispeolciones particulares de un instrumento, no n otra que cl uso it
se lo quiere afectar. La sierra debe tener forma de data dentada parque está destinada a cortar nric.
'Esta doctrine esa fundada sobre un hecho de diodo& intima. Cuando los proponemos un
lin, organizamos nuestra actividad de acuerdo con él, trabaramos nuestro planes ea (uncirán del mi-
mo. Imprimimos a ramo nimbos una °deflación dirigida por ese fin, de maneta que la earacterlsfica •
de nuestro obrar id la de ser una proporción am
"El lin goza, en el orden práctico, del privilegio de dirigir el metimiento y su meada. SI la acción
se efectúa, es debida a La virtud de un fin, por la etractlan del cual comienza: Para la obreprión del.: -
nal toma tal ~fibrina determinada. y en le posesióndel lin la acción debe terminar y reposar". -
1-1 Galán y Gutierrez. Eustaquio. ob. cit., ps. 9,y 98: "Todo en al universo tesponde un orden.
Este orden a cl tramilla de la tazón y de la voluntad de un tina personal, superior Y trascendente
el tunda. Pral uu0 alrallo a él. En virtud de ese arden, todas las golas tienen prescripto uo fui, un. •
Pasto, un denino. La adecuación entre el ser de una cosa y ci fin a que por naturaleza dendn.se Rama
bici. La idea del bien supone, pues, en el ser, cumplimiento del lin a que-por nen:renta se dirige.
Y asir d'hiPti Piadoso' definido como ro que todos la seres apetecen, entendiendo elero er. Per ene:
teces; no el dein imantaste sama la tendencia ' natural Inmanente, propia delradesrill-EI bita "•-•
clbe como Li perfección del ente, corno la plenitud Cabal de su esencia, tomó la meta nitica a que le
impuim sy propia naturaleza yque Por ella viene exigida". c.. • '••
"' En la contada loaste las causas del Astado son etarra: tu causa apiano cual es la natu- AV, Freyre 2416
raleza social dd basaba; la causa formal. el peden la causa material, que se encuentra en In pobla-
ción kd territorio, y la causa fizal.el bien comlm. Te 1, 456 5 '931
" Galán y Guilerrez ob. cit.. p. 98: "Esse bien del Patada. ate bien de la comunidad agitan,
/ 23
 ha de se- un bien adecuado a la forma de realidad comespondieme; por tanto. un bien iota!, un bien
comunal".
24 Sate Mon. ob. Mond. 18 y 19-
27 S.s. luan XXIII, Encíclica Mater et Magisi t• y Pocero le Terrn.
'Meco:dio Vaticana Constilnekle prianst Caudiuta et Spes, n' 74.
Solo Calaron. Juan C.. "Democracia y bien común", en Crisis de k denuseracia. p. 111, di.
a Urdanoe. Tan°, Sumo 'teológica de Sango T ós de Aquino, BAC, 1956. apéndice II, .. Vm,
p.174.
Mazne 0 . v • " el Principio del bien comGn y el principio de subsidiariedsd
en el N'aoja misma cosa".
la Mesmer ob. ráto p. 229: La inrtrumentalidad o supletoriedad del bien común tiene inmeiter,
lee consecuendaz. Sigue diciendo Mesmer: "La moda social individualista limita el papel supletorio
del bien común a garantizar el libre juego de los Interesas. Ea la concepción colectivista el tién co-
mún no tiene una mera posición subsidierialbsino que se conviene niel fin dominante de la aneada
humana% En cambio "el bien común juega efectivamente sólo un papel supletorio, pero que se adon-
de a toda la existencia humana, ya que el hombre necesite la ayudado la numeración social neta cum-
plir todas las tareas Mala fundadas en sus fines existenciales. De ahi se deduce que el bien coman
no puede convenirseen realidad cuando se mate de aumentarlo a costa del desarrolle de a persona
humana trazado en esos fines".
• ' SGranma. Giuseppe. ob. o,.. p. 142, citando a Santo Tormis,Suma Tealógica.11-11, 5S t., ad. 2.
" faldeas: :
Sumarenkit* II-II, 152, 4.ad.3. citado por Graneas. ob. cito la 144.
"Ibídem.
m Galán y Gutiérrez, ob. dt., ps. 102 y I03: El bien coman es según Santo Tomás, , humo
del bien privado de tos individuos; no se beatifica eón los bienes privados de Sto'. y, sin err bato,
se halla ci un canta relación con Mos, de modo que quien procura el bien común amasa tan,.
bién el suyo propio. y viceversa, lo que pasa cada cual deba ser su bien privado supone amaromas
con el bien común (cha a Santo Tomás, Suma Teológica, II-II, q. 47, a.30.2). Aun cuando insie el
bien común y el bien privado set esta Implicación mutua no se encuentran ambos en un plano do
igualdad. El bien común prima sobre el bien privado". Pero dicha Implicación mutua" es funda-
mental. Tisclficder (citado per Galán.y Gutiérrez, ob. cilo /09) milita Para explicarla una 1.0111161-
ración gaifa: "el bien común uo.debe concebirse como la cala cornea de dividendos de una sociedatl.
par acciones. sino corno el bienestar general del cuerpo social que influye sobre los miembro, Hala-
dos y redunda en su provecho, comed:Maro las fuerzas :Monis. 'aún es alfildei en cada els° el vi"ir
a su función sancto del todo".
S.S. luan XXIII, Enefelica Priam fi, Tett
' Concilio Vaticano LE Consitueión dograchina "Lumen Cenaban', a" gt "Cristo es el Mías
mediador, instituyó y mantiebe continuamente en la tem su Iglesia Santa, comunidad de fe. net
ranzay caddid.conio un indo visible, comunicando mediame ella la verdad y la gracia modos",
41 Art. 2° de la Conselitmlán Nacional: "El Gobierno federal sostiene el culto católico Imottó-
liro romano".
Ob. cit., p. 144. Ampliar en Lachance, ob.M., p,. 155 a 163.
o Lachance. ob. cit., p. 158: "El bien del individuo, de la familia o de toda otra lastiman,, esta
ordenadoal de la sociedad como la materia ala forma, como el fin próximo al fin Glicno".
"Sumo Teológico 1-11,55, 1 ad.2., citado por &urda, ob. cito P.
142-
Sobre el partintlar, véase Legar y Lacambra, Luis. Socialización, edminitinseión. desarrollo.
Madrid, 1971. p.125.
46 Sobre el particular. véase Ba.ene del Alotar, Mariano,
Régimen jurídica d t fitrerrenons
echninistralIvo en la econamas, Madrid, 1%6, pn 5 Y 37- El elitorarinna que "a salema M'atan
co liberal ha mano y amenaza llevarse con el las estructuras lucidas y politices del Estado [p. 22);-
frente ello la median del nuevo papel del alado en sil relación con asociedad, para `ola s'errase
dein paises ccddentatee freno al marxismo y la necesidad de evitar o remediar las contradimiones
y crisis del sistema capitalista' fp. 34). Ola a Jordana de Pozas. para quien "el decidido propala.
intervencionista de la Adrainistracitin de mimos Ofas DO obedece á ninguna ideologla poIllli con-
creta, sino al aumento demográfico, al progreso maiedat y técnico, la coriceltraCirro de la población, •
a elevación del nivel de vida, etc. Esto es, las causas se centran en la serie de hechos económicas y
sociológicosa que da lugar areclusión Interna del capitalismo" (p.35).
Mananede. JA.; llenando, 1.. y Geo« Reina, E.: Cuna de damita adminbiatito roano.
mico. Madrid, 1970, p. 55. sostiene Que "gy lema más fascinante de la historia contemporáneo lo
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constituye el seguir las etapas mediante las cuales el 'Estado-policía nocturno' del laisseof aire dei
siglo inic se ha convertido en 'Estado-providencia' de hoy",
López Rodó, Laureano, Economia y administración, en la publicación conjunta "La Adminis-
tración Pilara y el Estado Contempcaneo". Madrid, 1961, pa 209 a 211, cuenta con unes párra-
fos que por su expresividad, conviene transcribir textualmente: "En todos los países del mundo, los
Galernos dominan el ampo económico. Los gastos públicos determinan el mantenimiento o no del
Pleno emplea los Impuestos influyen en las decisiones de los hombres de negocios: la Administra-
ción controla el coreada exterior y sus disposiciones internas afectan a casi toda a actividad econo.
mica. Asf comienza Anthony Downs si brillante obra titulada An coonanzie thitory uf defeco/gay
(Nueva York. 1957). En con:reste con el párrafo cme acabo de leer, en el Cap. 9°, libro 1B. La riqueza
de las naciones, Aclaro Smith circunscribís el papel del Estado en :lampo eroPronict a la Patadón,
dentro de lo posible, de cada uno de los miembros de la sociedad frente a la injusticia y a la °palien
de que pueda ser víctima por parle de cuas miembros y a Implamar demasiadas institeciones y
servicios públicos cuyo establecimiento o realización no puedan ofrecer nunca interés para un indi-
viduo particular. De Aclaro Smith a Dorna han transcurrido dos siglos. durante los cuales se ha opera-
do una CartsfOrmación radical en la posara de la Administración Pública Ione ala vida econemica.
La doctrina de Adam Smith marca laIInc, de conducta que siguieron la generalidad de as Estados
hasta fines del 1929. Pero el viernes 29 de octubre de aquel silo. sobrevino el 'crack' de Wall Sueco
dieciséis millones de Mulos se liquiden en aquella jornada batata y se desencadena una gran depre-
sión, que. a través de los anales del patrón oro, se extiende a los resientes palas. A raiz de dia, se
someten a revisión una sede de principios que hasta entonen andan inmutables. El 23 de septiembre
de 1911,1nglatefra abandona el patrón oro. Los Foxdos se ven obligados, antela fuerza de los hechos,
a revisar su poma abstencionista en el campo económico y Franklin Delano Roosevelt da el primer
Paro con ro programa del New Dad en el ano 1933. Sc trata fundamentalmente de medidas de emer-
gencias. Los distintos paises, Rente a idénticos problemas, adoptan disposiciones coreradkuirlas;
tal es ei caso de Inglaterra que lord Kanes analizará posteriormente, con su diaklaica demoledora.
en el libro Ensayos Plt penuaeldn. Existan, no obstante. tres paises en los que el problema se Plantea-
ba como cuestión de principio: la U.R.S.S.. la Alemania Nacional Socialista y la Italia Fascista. En •
estos Ires paises no se considera la intervención del Estado de carácter transitorio y parcial, lino tomo
sistema de política n-enómin. Estamos en el momento hisMace de los planes quinquenales sovié-
tico' y del plan ansiad alemán. mientras lo. restantes países intentan vanamente armenias el li-
beralismo nadada dominante con las exigencias de la nueva realidad coortomico-secial. El Mundo
económico ataba todavía sin encontrar su verdadero carero* y fue necesario un hecha sangriento,
la Segunda Guerra Mundial, pata sarara la economía de su marasmo. En una cruel paradoja que Para
POrof en marcha el mecamsmo productivo se haya comenzada por destruir lo que Mula anterior-
mente. La Segunda Guerra Mundial barre do raíz la antigua concepción liberal. Pero Mitibien nene
lete excesos del dirlgamo. Las soluciones se orientan desde emnces en el sentido de las modernas
modas del desarrollo. La radón del Estado va a consistir ea promover el desenvolvimiento de las
fuerzas productivas, comidiendo los desequilibras de las estruauru económicas para alcanzar al
el óptimo económico requerido. Tarea ésta en la que rl mundo entero se encuentra hoy empellado Y
de aya resolución depende, en gran parte, la estabilidad de los próximos roes. Cada dia adquiere
mayor Importancia la proyección de la Administración PUblica en el campo de la economía. La Ad-
ministración " a la vez. sujeta económico —la primera entre las empresas que atinan e^ N Pro—
Cene ordenador de ke ~nomás cuya conducta roartituye ei principal factor cal:dictamine de su
desarrolla".
Tal es la importancia de este nuevo protagonismo satalal que hay aunares que se Sienten inclinados
a disminuir la Importancia de las concepciones ideológicas en el fundamento de la Justificadas
estatal, remplaandola por otra: "la Justilkscion por las obras". Fernández de is Mora, Gonzalo, '
El Estado de obras. Madrid. 1976, atinna roz- r
19/1 "El Estado ha ampliado Mi"mi ámbito
de acción y ha asumido tales responsabilidades planificadoras y gestoras, que casi toda la vida econó-
mica depende de éL Emula una acción gisbernativa errada para provocar la alele de sectores entecos
Y aun de la enmonta nacional. Inflación descontrolada, conflictividad laboral y déficit presupua-
lado o de la batanee de pagos, son feriares cuyo control depende del Estado, y si que el ciudadano
Medio no puede atender. Hoy la grande, la media y la aquella empresa se desarrollan, decaen d pe-
rnea Pdlecipalmente en función de los aciertos o de les morn del Gobierno. El Estado ya no es un
simple gendarme: es el aperemponario nacional".
a Lópei Rod.e, Laureano Política y desarrollo, Madrid, 1971.p. 141.
48 FonthoffErnst,Sociedadindusirkily AdminignrciOn Pública. Madrid, 1967.
49 ponchar, ok gbi.. pa. 46
y 41, explica los conceptos de "tapado dominado" y "espacio
Doetsbia 175