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IX Encuentro Nacional y III Congreso Internacional de Historia Oral de la

República Argentina
“Los usos de la Memoria y la Historia Oral”

Aportes y problemas de los testimonios orales en la construcción del relato


histórico. Memoria y marcas de género.

Lizel Tornay
E mail: lizelt@gmail.com
Archivo de Palabras e Imágenes de Mujeres – Instituto Interdisciplinario de
Estudios de Género (IIEGE) – Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de
Buenos Aires (UBA).

La historia oral ha ocupado un lugar de suma importancia dentro de las


prácticas que nutrieron la historia de las mujeres. Esto es así porque la utilización
de testimonios orales ha posibilitado recuperar la experiencia histórica de ellas
largamente marginadas de los relatos dominantes. Paradójicamente la inclusión
de una amplia gama de voces femeninas en la construcción de una historia con
mujeres ha evidenciado las problemáticas con las que debemos enfrentarnos
quienes estamos interesados en esta empresa.
El presente trabajo abordará las temáticas relativas a la construcción de
fuentes orales y los recaudos epistemológicos y metodológicos que un
investigador debe considerar a la hora de elaborar relatos históricos atentos a las
marcas de género. A modo de ejemplo se analizarán algunas de las entrevistas
realizadas a obreras y empleadas textiles de la Fábrica Argentina de Alpargatas.
En primer lugar sabemos que las fuentes orales se sustentan en la
memoria, para cuya consideración es oportuno aclarar algunos presupuestos. No
se entiende a ésta no como un cúmulo de datos sino como “un activo proceso de

1
creación de significados” 1 . Se trata de los modos en que la gente construye un
sentido del pasado a través del acto de rememorar/olvidar. Nos referimos a un
proceso subjetivo, inestable, construido socialmente y en permanente diálogo e
interacción. En esta construcción dinámica las experiencias pasadas no
dependerán directa y linealmente del acontecimiento sucedido sino que estarán
mediatizadas por el lenguaje y por el marco cultural interpretativo en el que se
expresa, se piensa, se conceptualiza. Así se articulan los niveles individual y
colectivo de la memoria y de la experiencia. Pero “la realidad es compleja y
contradictoria, las inscripciones subjetivas de la experiencia no son nunca reflejos
especulares de los acontecimientos públicos, por lo tanto no podemos esperar
encontrar una integración o ajuste entre memorias individuales y memorias
públicas, o la presencia de una memoria única. .. En resumen, la experiencia es
vivida subjetivamente, es culturalmente compartida y/o compartible. Es la agencia
humana la que activa el pasado, corporizado en los contenidos culturales..La
memoria entonces se produce en tanto hay sujetos que comparten una cultura, en
tanto hay agentes sociales que intentan corporizar estos sentidos del pasado..” 2
Entendida así la construcción de la memoria quedan atrás las discusiones sobre la
credibilidad o veracidad de la misma, objetada por los historiadores que
rechazaban la historia oral. Portelli aclara al respecto que las fuentes orales
presentan una credibilidad diferente, no basada “en su adherencia al hecho, sino
más bien en su alejamiento del mismo, cuando surge la imaginación, el
simbolismo… Por lo tanto no hay fuentes orales falsas.” 3
En segundo lugar consideremos la subjetividad, uno de los componentes de ese
complejo proceso de construcción de sentidos que es la memoria. Lejos de ser
una objeción a la seriedad de una fuente histórica, la subjetividad es asunto de la
historia por lo tanto lo que creen los informantes es un hecho histórico. Esas
creencias están atravesadas por un marco cultural y simbólico en permanente
cambio, la entrevista oral nos permite advertir las variaciones si la contrastamos
con la documentación contemporánea a los hechos referidos. “Una de las ventajas

1
Portelli, Alessandro, “Lo que hace diferente a la historia oral” en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia
Oral, Buenos Aires, CEAL, pág.45.
2
Jelin, Elizabeth “Memorias en conflicto” en revista Puentes nº 1, agosto 2000, pág. 5.
3
Portelli, A. Op,cit., pág. 43.
2
positivas de la entrevista retrospectiva es que la “ideología dominante” ha
cambiado y que lo que no podía decirse antes puede expresarse ahora.” 4 Solo
resta un cuidadoso análisis de los cambios que las diversas fuentes evidencian.
Por otra parte las fuentes orales son construcciones realizadas, por lo
menos, por un historiador/entrevistador y un entrevistado. Son narraciones
conversacionales que presentan la forma de un relato para cuya consideración se
deberán tener en cuenta una serie de recaudos generales válidos para todas las
entrevistas y otros particulares en el caso de aquellas referidas a temáticas de
género. En relación al análisis de esas narraciones debemos recordar que la
relación que se establece entre entrevistado y entrevistador es uno de los
condicionantes de la entrevista como también lo será la relación del informante
con “su propia conciencia histórica” según Grele 5 , o con “la forma narrativa
dominante del discurso histórico profesional” según James 6 , que les llega a través
de programas educativos, documentales televisivos. Este aspecto,
probablemente, sea el más difícil de captar y demandará un tipo de lectura
especial, sintomática. Si son leídas (o escuchadas) una y otra vez, no solo en
busca de hechos y comentarios sino también en busca de percepciones y
descuidos y en especial de respuestas a preguntas que nunca fueron formuladas,
deberíamos poder aislar y describir las problemáticas que contiene la entrevista.
Con estas advertencias consideramos entonces las marcas de género. En
principio debemos tener en cuenta que la experiencia de vida de las mujeres no
puede representarse sino desde el punto de vista del discurso masculino
dominante. Las construcciones de género raramente se expresarán con claridad.
Tomemos, a modo de ejemplo las entrevistas tomadas a un grupo de
obreras y empleadas de la fábrica textil de Alpargatas. La mayoría de ellas
contestó a una pregunta que nunca le fue hecha. Ángela (A. V.) quiso explicar su
ingreso al trabajo extradoméstico en los siguientes términos:

4
Lummis, Trevor “La Memoria” en Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires,
CEAL, pág. 90.
5
Grele, Ronald G. “Movimiento sin meta: problemas metodológicos y teóricos en la historia oral” en
Schwarzstein, Dora (comp.), La Historia Oral, Buenos Aires, CEAL, pág. 129.
6
James,Daniel, Dona María .Historia de vida, memoria e identidad política, Buenos Aires,
Manantial, 2004, pág. 137.

3
M.D.: Primero, les pediría por favor que se presentaran: su nombre, edad y
cuándo empezaron a trabajar en Alpargatas.
A. V.: ¿Yo primero?
(Ríe). Ángela René Venturini, (con V corta), tengo 73 años y empecé a trabajar en
Alpargatas el 13 de marzo de 1953.
M. D.: ¿Y usted?
A. B.: Y yo soy Ana Bulesi, tengo 69 años y empecé a trabajar en Alpargatas el 6
de abril de 1959…
A. V.: Bueno, pasó así: mi papá estuvo operado dos veces seguidas de hernia. Y
mi hermano, en ese entonces, estaba haciendo el servicio militar. Mi papá nunca
quiso que yo saliera a trabajar y por eso me hizo una sala en la casa para que yo
pusiera un negocio, porque yo de chica era muy enferma y él decía “si va a
trabajar se me muere” Sin embargo fue todo al revés.
M. D.: ¿Le hizo bien el trabajo?
7
A. V.: Sí. Y así fue.

Hortensia (H. M.), delegada sindical y con mayores recursos discursivos, los
explicó así:

L.T.: bueno, si a vos te parece bien decinos cuál es tu nombre.


H. M.: Mi nombre es Hortensia Martí, nací en Saladillo, provincia de Buenos Aires,
nací en el año 1944, soy de una familia muy humilde donde he ido progresando
con un gran esfuerzo y trabajando mucho. Tuve la desgracia de perder a mi padre
cuando yo tenía 3 meses de edad, así que me crié en un hogar donde estuvo mi
mamá, mis dos hermanos varones y dos hermanas mujeres más, siempre por ser
la más chiquitita fui un poco la mimada de todos esos hermanos. Mi madre fue una
mujer muy luchadora pero en aquella época, fue una mujer que trabajó en el
hospital de Saladillo como cocinera, o sea, en ese tipo de trabajo, ha trabajado
muchísimo, pero lo principal fue que conservó el hogar en su esencia con los 5
hermanos juntos, eso es fundamental para mí. Empecé a trabajar muy jovencita a
7
Entrevista a Ana Belusi y Ángela R. Venturini realizada por María Damilakou y Lizel Tornay y
filmada por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006.
4
los 14 años. No tuve la suerte de poder estudiar, cosa que me hubiera gustado,
pero por ser de familia tan humilde tenía necesidad de salir a trabajar para no
verla trabajar más a mi madre. Así que yo empecé a trabajar en la empresa
Bagley, no sé si la ubicás, hice mis tres años de menor ahí, entré a los 14, hasta
que cumplí los 18. 8

Paulina (P. M.), la mayor de ocho hermanas que trabajaron en Alpargatas,


también se ve obligada a explicar:

L. T.: Y contame un poquito cómo fue que decidiste y empezaste a trabajar


P. M.: Bueno, te cuento, decidí ir a trabajar era por necesidad porque éramos
tantos… las mujeres prácticamente… mi papá llegó un momento que, en esa
época, viste lo que pasaba… y él era un hombre preparado, era casi contador, no
tenía el título pero ya la había hecho casi toda la carrera, en España. Y
trabajamos. Yo, fue en el primer lugar en el que entré a trabajar, tenía 17 o 16
años, en el ’41 (1941) entré a trabajar.. 9

Si realizamos una lectura sintomática de los fragmentos transcriptos de las


entrevistas podemos observar que en ningún caso se les preguntó ¿por qué
habían empezado a trabajar? Se les pidió que describan cómo había sido su
ingreso, cómo lo habían decidido o simplemente que se presenten. Sin embargo
ellas dieron una explicación causal: Ángela (A. V.): “mi papá estuvo operado dos
veces seguidas de hernia. Y mi hermano, en ese entonces, estaba haciendo el
servicio militar”. Es decir, los hombres de la casa no podían trabajar, no podían
cumplir con las funciones que las construcciones de género de la época atribuían,
casi exclusivamente, a los hombres: ser proveedores de recursos. Hortensia: “..por
ser de familia tan humilde tenía necesidad de salir a trabajar..”, Paulina: “..era por
necesidad porque éramos tantos…”. Estas reiteradas respuestas a preguntas que
no se habían hecho o que demandaban otra respuesta evidencian una tensión. De

8
Entrevista a Hortensia Martí de Frutos realizada por María Damilakou y Lizel Tornay y filmada por
Fernando Álvarez, Buenos aires, 11 de septiembre de 2006.
9
Entrevista a Paulina Muro realizada por Maria Damilakou y Lizel Tornay y filmada por Fernando
Álvarez, Buenos Aires, 28.08.06.
5
ninguna manera se pone en duda el grado de necesidad señalado por las
entrevistadas, lo que se está analizando es la estructura del relato que más que
responder a una pregunta (tal no existió) ha de responder a una tensión
experimentada como consecuencia de su salida a un trabajo extradoméstico. En
principio debemos tener en cuenta que un hombre trabajador no necesitaba hacer
esa aclaración pues las representaciones de género vigentes en ese momento –y
aún perduran- le atribuían –y aún le atribuyen aunque en menor grado- entre sus
funciones prioritarias proveer recursos y para eso ha de trabajar para lograrlo, no
tiene nada que aclarar. Pero para las mujeres el ingreso al mundo del trabajo
fuera de su casa era problemático. Si bien estaba bastante naturalizado entre las
más pobres su destino como trabajadoras, las representaciones de género
dominantes priorizaban otras funciones para el quehacer femenino. Nuestras
entrevistadas posiblemente estaban contestando a esos modelos ampliamente
difundidos. Seguramente la explicación causal basada en la necesidad les
permitía amortiguar los conflictos que se generaban alrededor de su presencia en
la fábrica en medio de las nociones que circulaban en torno a los lugares de
hombres y mujeres.
En el caso de otra trabajadora, Elisa (E. M.) –una de las hermanas de
Paulina, citada más arriba, el motivo que justifica su ingreso al mundo laboral
cambia pero la estructura explicativa causal del relato está presente aunque no se
haya preguntado al respecto.

M. D.: ¿Usted entró como operaria?


E. M.: Como todo el mundo..… En el año ‘42……
M. D.: Y todas sus hermanas ingresaron de la misma manera
E. M.: Todas mis hermanas ingresaron de obreras…. La mayoría del personal...
femenino era. Ahora, los puestos importantes eran más de hombres.... el resto
todas todas mujeres, seleccionadas...
M. D.: ¿Y cómo las seleccionaban?
E. M.: Bueno,... Cuando yo entré tenía que estar recomendada, pero era a pie
juntillas, tenía que estar recomendada por alguien que trabajara en Alpargatas o
familiar

6
L. T.: Y su primera hermana ¿por quién estuvo recomendada?
E. M.: No me acuerdo. Pasaron muchos años, 90 años tiene ahora... yo, (fui
recomendada) por mis hermanas. Pero saben ustedes por qué yo quise entrar a
Alpargatas...
L. T.: No
E. M.: Para ingresar en la banda femenina. Era una fascinación mía. Yo vivía al
lado de Alpargatas, en la calle Patricios, en una casa enorme que hay todavía,
está viejísima pero existe. Y venían las amigas de mis hermanas Blanca,
Margarita y Palmira, que en el ’40 entró ella, entró antes. Venían y contaban que
se estaba formando una banda y tocaban los instrumentos y yo decía: “yo quiero
trabajar ahí” Yo tenía 17 años
M. D.: ¿Usted tocaba algo?
E. M.: No, me enseñaron acá, yo tocaba el trombón a vara. Y en los desfiles
desfilábamos con los tambores tipo colegio Ward. Y yo en los desfiles y en el
escenario a veces no tocaba el trombón sino que hacía las piruetas esas... 10

Paulina (P.M.), su hermana había explicado su ingreso por razones


económicas, aclarando que eran muchas hermanas y su papá tenía problemas.
Pero Elisa hace un relato explicativo basado en su deseo de ingresar a la banda
de música de Alpargatas y aprender a tocar un instrumento, el trombón a vara. La
causa es diferente pero nuevamente nuestra entrevistada –aunque no se le ha
preguntado al respecto- quiere explicar causalmente su ingreso al trabajo
extradoméstico. Esta explicación hubiera resultado casi absurda si se trataba de
un hombre trabajador ya que las construcciones de género le atribuían la función
de proveedor de recursos. Para una mujer, en cambio, el motivo planteado por
Elisa puede justificar su ingreso. En su relato la capacitación que brindaba la
empresa para participar en la banda musical era considerada como un capital
cultural 11 que les posibilitaría ascenso social. Así lo evidencia la comparación que
hace con los desfiles de un prestigioso colegio, el Ward, donde concurren los hijos

10
Entrevista a Elisa Muro realizada por Lizel Tornay y María Damilakou, Buenos Aires, 05-09-05.
11
Bourdieu, Pierre, y Wacquant, J, Respuestas por una antropología reflexiva, México D.F.,
Grijalbo, 1995.

7
de sectores sociales de mayores recursos. También refiere este interés en otra
parte de la entrevista analizada:

E. M. :…Alpargatas tenía una escuela femenina, que era maravillosa, a la cual


concurríamos todas las que teníamos intención de progresar…. 12

En una narración conversacional las voces de las entrevistadas están


atravesadas tanto por el momento histórico en que se producen como por las
lentes con las que se tamiza el pasado. Tiempo histórico, personal, familiar
interactúan en sus relatos. En este caso, las obreras de Alpargatas ingresaron al
mundo fabril entre 1941 y 1962. Si bien durante los gobiernos peronistas (1946-
55) se produjo una ruptura significativa en las formas de representar el trabajo
femenino y el discurso político promovía la participación de las mujeres en los
gremios y en el partido peronista femenino, buena parte de ese mismo discurso
gubernamental promovía la importancia de la mujer en el hogar. 13 Se trataba de
definir las formas apropiadas de comportamiento y las divisiones convenientes
entre lo público y lo privado. Se puede comprender entonces por qué las mujeres
que se habían incorporado al trabajo fabril sentían que debían justificar esta
decisión. Ellas experimentan tensiones, disonancias entre sus experiencias de
cambio y las construcciones de género dominantes. Y si profundizamos un poco
más en la estructura del relato podemos agregar que en el momento de la
entrevista (año 2006) esas trabajadoras -ya entonces jubiladas- seguramente
seguían experimentando esas incomodidades y por eso lo relataron del mismo
modo que se lo habían formulado cuando ingresaron a la fábrica. Sin embargo,
Angelita (A.V.) agrega:

A.V. : “Mi papá nunca quiso que yo saliera a trabajar…porque yo de chica era muy
enferma y él decía “si va a trabajar se me muere”. Sin embargo fue todo al revés.
M. D.: ¿Le hizo bien el trabajo?

12
Entrevista a Elisa Muro, 05-09-05.
13
Véase Tornay, Lizel y Damilakou, María “Representaciones en disputa. Trabajadoras de la fábrica
Alpargatas S.A.” en revista Voces Recobradas, nº 26, Buenos Aires, diciembre 2008. En esa oportunidad solo
se señaló la tensión de género.
8
14
A. V.: Sí. Y así fue.

O sea, por un lado debe justificar su ingreso al mundo del trabajo frente a
ciertas representaciones circulantes, tal vez residuales 15 en el momento de la
entrevista, y al mismo tiempo le otorga a su experiencia laboral cualidades
transformadoras de su vida en términos muy positivos. Significados diversos se
entrecruzan en esta trama que intentamos deshilvanar.
Puestos a considerar los recaudos metodológicos que requiere el
tratamiento de una fuente de información histórica es necesario tener en cuenta
que todo testimonio debe ser contrastado con otro tipo de documentación. En este
caso analizamos las marcas de género teniendo en cuenta las diversas
representaciones circulantes en torno a las mujeres en el trabajo fabril. Veamos, a
modo de ejemplo, las apreciaciones de Paulina 16 respecto de la participación
sindical.

M. D.: ¿Y en qué año nos dijo que entró a trabajar?


P. M.: ¿Yo? En el ’41. …
M. D.: En el ’41, ¿cómo eran esos años…?
P. M.: No estaba el sindicato, todavía no había sindicatos
M. D.: Y más adelante Usted tuvo participación
P. M.: ¡No no no no no! En esa época … 17

Tomaremos otro tipo de fuentes también escasamente usadas por la


historiografía tradicional como son las fotografías. Alrededor de los años 1940-
1943 fueron enviadas al Archivo General de la Nación una serie de fotografías de
la Unión Obrera Textil donde se puede observar una importante presencia
femenina. El análisis de un espectador privilegiado 18 , como es el caso de un

14
Entrevista a Ana Belusi y Ángela R. Venturini realizada por María Damilakou y Lizel Tornay y
filmada por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 30 de agosto de 2006.
15
Véase Williams, Raymond Marxismo y literatura, Barcelona, Península, 1980, p. 144.
16
Entrevista a Paulina Muro, 28.08.06.
17
Entrevista a Paulina Muro, 28-08-06.
18
Esta figura que podríamos equiparar a la del detective de Carlo Guinzburg se refiere a nuestras
posibilidades de acceder a otros conocimientos que nos permiten compensar la falta de contexto, evidenciar
tensiones, reconocer sentidos.
9
historiador, permite considerar el contexto político cultural de esos años y las
representaciones en pugna respecto de la participación femenina en las
actividades sindicales.
Seguramente las disputas internas dentro del sindicato y dentro de la
Confederación General del Trabajo entre socialistas y comunistas explican la
decisión de quienes enviaron estas fotografías a las oficinas del estado nacional
para dejar registradas las reuniones con numerosa asistencia. En nuestro caso
nos interesa observar la fuerte y decidida presencia de mujeres en funciones
organizativas. (fotos 1, 2 y 3)

Foto 1: “Unión Obrera Textil, 14-02-1942” (A.G.N.)

10
Foto 2: A. G. N. Sin epígrafe.

Foto 3: Sin epígrafe (A.G.N.)


11
Estas fotografías, así como otra entrevista tomada a una militante del
Partido Comunista 19 , evidencian diferentes representaciones de género referidas a
la participación sindical de las mujeres interactuando en esos años de 1940, 1950.
La empresa Alpargatas, había resistido sistemáticamente la sindicalización
de sus trabajadores. Si bien la industria textil había experimentado un notable
incremento en las décadas de los treinta, en las grandes fábricas las listas negras
y la organización patronal de entidades “amarillas” dificultaban la acción de la
Unión Obrera Textil. Pero desde 1940 se estaba comenzando a integrar
trabajadores de esas plantas fabriles, como Alpargatas. 20 Según El Obrero Textil
durante una huelga entre diciembre de 1940 y marzo de 1941 se obtuvo un cierto
grado de sindicalización en la empresa. 21 En la década de 1940, los obreros
textiles contaban en sus tareas de organización con la presencia de numerosas
mujeres. La historiografía sindical en términos generales no da cuenta de la
participación femenina y en algunos casos la minimiza dando por sentado “la
poca predisposición sindical de la mayoría femenina.” 22 Sin embargo las
fotografías mostradas evidencian actuaciones que no fueron observadas por los
historiadores. Decíamos que la experiencia de vida de las mujeres se ha analizado
desde el punto de vista del discurso masculino. Por esto es importante contar con
estas fuentes visuales que trascienden lo que ese discurso hegemónico ha
formulado. La lente de la cámara focalizó a los asistentes a una asamblea de la
Asociación Obrera Textil (1942) donde se ve mayoría femenina. (FOTO 1 y 2)
Enfocó también a los organizadores, entre los que se destacan los gestos de una
decidida actuación de las mujeres (FOTO 3). Con la llegada de Perón a la
Secretaría de Trabajo y Previsión, esta corriente de organización sindical se
viabiliza en parte, resultando electa la primera comisión interna (1944), pero la
empresa impide su funcionamiento. Recién en 1945, la participación sindical será
respaldada decididamente por el gobierno, la empresa aceptará entonces el

19
Entrevista con Dora Genkin (1988) Archivo de Historia Oral de la Fundación Simón Rodríguez en Di Tella,
Torcuato “La Unión Obrera Textil, 1930-1945”, en revista Desarrollo Económico, vol. 33, nº 129, abril-junio
1993, pág. 3.
20
Véase Torcuato Di Tella, op. Cit., pág. 4.
21
El Obrero Textil, marzo de 1941.
22
Torcuato Di Tella, op. Cit., pág. 3.
12
funcionamiento de la comisión interna. 23 Pasado el 17 de octubre la Unión Obrera
Textil organiza numerosas conferencias radiales casi todas conducidas por
mujeres que se identifican como pertenecientes, entre otras fábricas, a
Alpargatas. 24 En ese mismo mes de octubre jóvenes militantes simpatizantes de
FORJA con escasa participación en la dirigencia previa formaron la nueva
Asociación Obrera Textil. 25
En el caso de nuestra entrevistada, Paulina, ella ingresó en 1941 y renunció
en 1949, un mes antes de casarse. Estuvo en Alpargatas cuando algunas de sus
compañeras comenzaban a sindicalizarse, luego cuando comienza a funcionar la
comisión interna y algunas trabajadoras participan activamente en la UOT y
finalmente cuando se crea la AOT que adhiere al gobierno peronista. Sin embargo
en su recuerdo no aparece la existencia de algún sindicato en los primeros años,
cuando otras fuentes de información nos indican la participación de trabajadoras
de Alpargatas dentro de las actividades organizadas por la UOT. Luego negó
decididamente su participación cuando el sindicato empezó a ser reconocido por
la empresa (1945), aclarando “en esa época…” a modo de generalizar la ausencia
de participación gremial. Su relato excluye la información obtenida a través de
otras fuentes, tal vez por olvido o porque se trataba de problemáticas que,
estando fuera de su marco de intereses, no fue observada ni conocida. Esto
también nos interesa. Portelli dice que no hay fuentes orales falsas porque las
declaraciones “equivocadas” son psicológicamente verídicas. 26 A través de este
desajuste entre las dos fuentes de información se evidencian diferentes
representaciones en pugna referidas a los atributos de las mujeres. Y en este
caso, si no vemos a nuestros entrevistados interactuando con las diversas
representaciones del pasado corremos el riesgo de considerarlos como receptores
pasivos de los modelos difundidos en lugar de considerar que esas
representaciones constituyen el repertorio de roles con los que las trabajadoras
cotejaban su experiencia.

23
Véase Archivo dirigido por Santiago Senén González, Instituto Torcuato di Tella y catálogo digital
http://www.utdt.edu/ver_contenido.php?id_contenido=2280&id_item_menu=4559.
24
El Obrero Textil, enero de 1946.
25
Torcuato Di Tella, op. Cit., pág. 20.
26
Portelli, A., Op.cit., pág. 43.
13
Durante los gobiernos peronistas fueron ampliamente difundidas
representaciones de las mujeres como figura nutricia marcada por nociones
formales sobre la actuación femenina en torno al poder. A diferencia de los
hombres las mujeres no hablaban de política en términos de poder sino más bien
de servicio, educación, abnegación (papel maternal como protectora y guía). Ellas
eran intrínsecamente desinteresadas, capaces de sacrificarse y solidarias por
naturaleza. En la literatura y el cine de ese período, importantes difusores de las
nociones dominantes, se establecían relaciones de género que fijaban –en general
por omisión- poderosas jerarquías de género en las plantas fabriles. Las mujeres
estaban ausentes del tema principal del surgimiento de la conciencia y
organización sindical. Las imágenes difundidas al respecto son de un universo
abrumadoramente masculino. El repertorio de roles ofrecido en las
representaciones femeninas no se ajustaba a las funciones asignadas a una
sindicalista.
Veinte años más tarde, Hortensia y Beba que habían ingresado en la
empresa en 1962 fueron delegadas sindicales entre 1974 y 1990 y 1993
respectivamente y nos relataron su actividad gremial con satisfacción por sus
experiencias y por los que consideraban logros de su trabajo sindical.
Así lo expresa Beba:
L. T.: El recuerdo que vos tenés de los años que trabajaste, ¿cómo lo podrías
sintetizar?
B. M.: El recuerdo de Alpargatas y de todos mis compañeros es todo muy lindo y
27
tengo satisfacciones hasta la actualidad.

Y Hortensia:
H. M. : Y yo te puedo asegurar que yo, bueno, procedía y actuaba con total y
absoluta libertad, yo jamás le tuve que pedir permiso a un compañero para ir a
hablar con un gerente, un ejemplo que te doy. Y jamás se me cerró una puerta ese
es mi gran orgullos, creo que siempre lo hice con mucha altura y respeto, pero

27
Entrevista a Beba Martínez, realizada por Lizel Tornay y María Damilakou y filmada por Fernando
Álvarez, Buenos Aires, 28-08-06.
14
defendí a muerte lo que consideré que había que defender, que eso para mí era
fundamental. 28
Decíamos que es la agencia humana la que activa el pasado y también que
la realidad es compleja y contradictoria, que las inscripciones subjetivas de la
experiencia no son nunca reflejos especulares en este caso de las
representaciones de género vigentes.
Con estos recaudos las fuentes orales se muestran particularmente
apropiadas para aproximarnos a la experiencia de los sujetos y al significado de
los acontecimientos. “Nuestra meta es revelar el contexto cultural en que se
transmite la información, y así transformar una historia individual en una historia
cultural.” 29 A diferencia de otros trabajadores de campo que utilizan las entrevistas
en sus investigaciones, los historiadores estamos preparados para entender y
analizar las variedades del pensamiento histórico y su contexto cultural.

28
Entrevista a Hortensia Martí, 11-09-06.
29
Grele, Ronald Op.cit., pág. 134.
15
Bibliografía

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Entrevistas

- Entrevista a Ana Belusi y Ángela R. Venturini realizada por María Damilakou y


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- Entrevista a Hortensia Martí de Frutos realizada por María Damilakou y Lizel


Tornay y filmada por Fernando Álvarez, Buenos aires, 11 de septiembre de 2006.

- Entrevista a Paulina Muro realizada por Maria Damilakou y Lizel Tornay y filmada
por Fernando Álvarez, Buenos Aires, 28 de agosto de 2006.

- Entrevista a Elisa Muro realiza por Lizel Tornay y María Damilakou, Buenos
Aires, 05 de septiembre de 2005.

- Entrevista a Beba Martínez realizada por Lizel Tornay y María Damilakou y


filmada por Fernando Alvarez, Buenos Aires, 28 de agosto de 2006.

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