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Egipto
Uno de los papiros que han sobrevivido hasta hoy el pairo Rhind ofrece una gama
de problemas matemáticos sobre todo como se resuelve la multiplicación y la
división, esto a través de la los múltiplos del número, descubriendo a su vez los
números binarios unos tres mil años antes. Otra operación que estaba presente en
el papiro Rhind son las fracciones, por ejemplo para la entrega de hogazas de
pan. Evidentemente para el comercio las fracciones son vitales para la medición
de las mercancías, ellos utilizaron nuevas representaciones para representarlas,
como ejemplo tenemos el ojo de Horus lo cual representaba las partes en que
cada parte significaba una fracción y el ojo el total significaba una unidad (1/64).
En el papiro Rhind también se encontraron series geométricas, la medida de los
objetos de la vida cotidiana, por ejemplo calculando el área de un círculo. Estos
cálculos fueron bastante exactos, estableciendo que un círculo de 9 unidades
tenía un área igual a un cuadrado con laterales que median ocho.
Existe un símbolo egipcio que supera a los otros, la pirámide, pareciera que
ocultan la simetría perfecta, basándose en el número áureo en el cual hay dos
longitudes la longitud total es al segmento más largo lo que el segmento más largo
es al segmento más corto. Esta proporción se asocia a la perfección estética a lo
largo de la historia.
Los babilonios
Los babilonios se radicaron en lo que hoy en día es irán Irak y siria y utilizaron las
matemáticas para expandir su imperio. Los registros que han llegado hasta
nuestros días son de los escribas, que llevaban las cuentas en las sociedades
babilónicos, los aspirantes a escribas se educaban en escuelas y son las tablillas
con las que se educaban estos niños de las que más se tienen registros.
Los babilónicos, al igual que los egipcios se dedicaron a crear formular para
resolver problemas matemáticos prácticos, que se relacionaban con el peso y las
medidas y las soluciones estaban escritas como recetas matemáticas o
ecuaciones, aun sin tener lenguaje algebraico para resolverlos.
Existe una controversia entre los matemáticos en si estos fueron los primeros en
descubrir la fórmula del triángulo rectángulo. En la tablilla plinto 322, estaba
representaba n una sucesión de mediciones de ternas pitagóricas lo cual hizo
pensar que se podría evidenciar que ellos conocían que su diagonal al cuadrado
es la suma de sus lados al cuadrado y que lo conocían siglos antes de los griegos,
sin embargo, se demostró que en esta tablilla estaba representado un problema
de triángulos rectángulos de un docente a sus alumnos por lo que esta sucesión
de mediciones fue una coincidencia accidental. Lo que si conocían eran los
números irracionales, a través de la raíz cuadrada de dos y se sabe que fue
utilizada en los entornos escolares. Los babilónicos tuvieron la supremacía de las
matemáticas por más de dos mil años, hasta antes de la civilización griega
Los griegos
Los griegos al igual que los babilónicos sentían pasión por las matemáticas y
gracias a esa pasión lograron avances impresionantes sobre todo en geometría
que usaban para una arquitectura que buscaba la perfección. Quizá el aporte más
significativo de los griegos fue la prueba de teoremas que aún son válidos. Fue
Pitágoras el representante matemático más notable de la época quien desarrollo
teoremas sobre los cuales se sientan las bases de la matemática actual, se le
atribuye igualmente la teoría de la serie armónica. Fue Hipasis, su discípulo quien
redescubrió los números irracionales al tratar de encontrar el arco de una diagonal
de un triángulo rectángulo. Este descubrimiento fue revolucionario para la historia
de las matemáticas.
Dentro de las escuelas matemáticas griegas surge “la academia”, fundada por
Platón en el año 387 a.c. Siguiendo las bases pitagorianas propone que la
geometría es la llave para desentrañar los secretos del universo, además propone
que el universo podría estar cristalizado en cinco figuras geométricas simétricas y
regulares, estas formas que llamamos solidos platónicos se componían de
polígonos regulares que se unían para formar los objetos tridimensionales. Esta
teoría siguió inspirando a incontables matemáticos y astrónomos a lo largo de la
historia.