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Productividad Aplicada

Investigación aptitudes y destrezas necesarias del consultor.

Maestro: José Salvador Barragán Hernández

Alumnos: Lozano de la Torre José Juan

Fecha: 6-Marzo-2020
#Aprendizaje

Si ya te has movido un poco a través del mundo de la consultoría sabrás que se


trata de un mercado en el que todo fluctúa de manera constante. Todas las
empresas ansían crecer y cada día se inventa algo nuevo para conseguirlo, y
mucho más desde que aparecieron las benditas tecnologías.

Si eres consultor o te apetece serlo, olvídate de permanecer en el sitio sin


moverte, crece tú también y continúa leyendo, formándote y aprendiendo de forma
permanente. De lo contrario, por muy bueno que seas te acabarán adelantando si
no amplias tus conocimientos.

#Proactividad

Aunque resulte evidente, mencionar la actitud proactiva es indispensable llegados


a este punto. Imagina que tienes una empresa que busca un equilibrio, que desea
crecer o que lucha por salvar el cuello; decides contratar a un consultor y éste
muestra pasividad y no sabe cómo reaccionar a vuestros problemas, ¿qué
pensarías? Pues eso.

Se trata, probablemente, de llevar la consultoría corriendo por las venas, tener


capacidad de resolución ante prácticamente cualquier situación y, por supuesto,
coger el toro por los cuernos. Si quieres ser consultor no puedes quedarte a verlas
venir, métete en el barro y muestra de qué pasta estás hecho.

#Implicación

Ésta es una de las actitudes más sencillas a la hora de ser explicada, aunque no
resulta tan fácil cuando se trata de llevarla a cabo. Para hacer un gran trabajo
como consultor es fundamental implicarse en el proyecto en cuestión y tomarlo
como propio.

Jamás se puede mostrar el mismo nivel de interés -ni siquiera con mucho
esfuerzo- cuando una meta se vive en tercera persona en lugar de en primera
persona. Por eso deberías inmiscuirte al máximo en las compañías que te
requieran para sacar adelante la labor que te sea encomendada.
#Objetividad

Es cierto, esta actitud contrasta un poco con la idea de la implicación, pero hay
que encontrar un equilibrio. Uno debe implicarse hasta la médula en sus
proyectos, pero sin perder de vista en ningún momento que parte de una posición
ajena a la compañía para la que trabaja.

Este aspecto es muy importante a la hora de evitar dejarse llevar por las pasiones
y por los impulsos. Analizar antes de actuar es clave; siente los proyectos como
tuyos sin dejar de mantener al mismo tiempo la distancia.

#Capacidad de superación

Este aspecto bien podría ser calificado como una de las aptitudes para ser
consultor, pero no, lo vamos a señalar como actitud porque tiene mucho que ver
con la capacidad de auto exigencia de cada uno, y eso es algo que se puede
asimilar a base de esfuerzo y tesón. No vale con dar siempre lo que te pidan,
tienes que dar un poco más.

Bienvenido al mundo de la consultoría. Toma asiento y nunca te pongas límites, si


ya lo has hecho lo mejor que has podido, trata de perfeccionarlo un poco más
porque seguro que es posible. Cuando termines, sigue intentando optimizar el
resultado y no te canses nunca: la perfección es algo casi imposible de conseguir.

#Positividad y optimismo

Ten muy en cuenta lo que significa tu trabajo y síguelo al pie de la letra.


Suponemos que si estás aquí o quieres estarlo será por vocación, y si eso es así
probablemente tu optimismo te vendrá de serie, por lo que será más bien una
aptitud; sin embargo, qué paradójico, tenemos grandes esperanzas para ti si eres
pesimista: si estás dispuesto a cambiar de actitud, bienvenido al mundo de la
consultoría.

Es muy sencillo, no se puede sacar un proyecto adelante -más todavía teniendo


en cuenta el esfuerzo que esto conlleva- si no se encara con una actitud optimista
y con la mente puesta en que saldrá mucho mejor que bien; de lo contrario será
mejor que ni siquiera lo intentes, ¿o es que acaso te planteas que te pueda salir
mal?
Aptitudes esenciales para ser consultor

Si bien es cierto que en esto de la consultoría no es del todo suficiente con tener
buenas actitudes e intenciones, también es verdad que muchas de ellas sirven
para suplir algunas aptitudes esenciales. Existen consultores con aptitudes
mediocres que han llegado mucho más lejos que otros con actitudes mediocres.

No obstante, cuanto más azúcar más dulce, es decir, una combinación de todos
estos aspectos puede dar lugar a resultados imparables, pero siempre de la mano
del esfuerzo, como en cualquier otro trabajo. Y ¿qué aptitudes se necesitan
exactamente para ser un buen consultor?

Veámoslas detenidamente.

#Empatía

Este factor está directamente relacionado con la capacidad de implicación que


mencionábamos anteriormente; empatizar con el cliente y su proyecto será
esencial para que nos impliquemos al máximo en sacar nuestra tarea adelante.

Cuando un consultor es realmente empático no requiere de muchos esfuerzos


para implicarse en sus trabajos, puesto que su propia forma de ser le empujará a
sentir las empresas de los clientes totalmente como suyas. Esta aptitud puede
suplirse de un modo relativamente sencillo, pero lo cierto es que contar con ella te
hará tener mucho ganado.

#Paciencia

La paciencia es la madre de la ciencia, dicen por ahí, y probablemente también


sea la madre de la consultoría. En muchas ocasiones te encontrarás con clientes
que puedan llevarte un poco al límite, pero aquí entran en juego dos aptitudes
necesarias para ser consultor, la señalada empatía y la bendita paciencia.

Piensa que un consultor es requerido en muchos casos para resolver situaciones


tensas y que los clientes no siempre saben cómo gestionarlas, lo que significa
repetir explicaciones, saber lidiar con las tensiones e insistir en los puntos más
importantes, como mínimo.
#Enfoque comercial

Otra de las aptitudes necesarias en el mundo de la consultoría es el enfoque


comercial. Hablamos de algo que es tan bueno para vendernos al propio cliente
como para, una vez contratados, desarrollar nuestras tareas como consultores.

Tengamos en cuenta que cualquier empresa tiene un cometido lucrativo, y como


sociedad busca recibir un dinero a cambio de unos productos o servicios que
venderá a un público; ¿cómo podría un consultor aportar valor a cualquier
compañía si no tiene esa capacidad comercial nata que se precisa? Imposible.

#Capacidad analítica

Esta aptitud engloba otros muchos aspectos como la capacidad de escucha, y


también algunas actitudes, como lo es la señalada proactividad. Nos referimos, ni
más ni menos, que a la atención que has de poner cuando estés trabajando como
consultor.

No te puedes perder detalle de nada, porque cualquier factor al que los clientes no
le den la menor importancia puede convertirse en una de las claves de tu tarea.
Mantén los ojos y los oídos bien abiertos y no des nada por hecho, y por supuesto,
analiza todo al detalle: la labor de consultoría ha de ser muy minuciosa.

#Comunicatividad

Otro dato prácticamente evidente. Un consultor debe ser un gran


comunicador para lograr transmitir a sus clientes exactamente lo que pretende; ya
lo hemos comentado anteriormente: en ocasiones las relaciones con los clientes
no son un camino de rosas, sin embargo, manejar bien el arte de la
comunicación puede suponer la superación de un escollo importante.

Por otra parte, hablamos de una aptitud íntimamente relacionada con la anterior,
porque si no sabes comunicar, ¿cómo vas a venderte ante tus clientes
potenciales? ¿Y ante los suyos como empresa?

#Metodología

Esta aptitud es indiscutible: un consultor debe ser metódico y llevar su forma de


trabajar por bandera. Esto no quiere decir que uno no intente mejorar o aprender
continuamente, ya lo veníamos diciendo; sin embargo, en estos casos y sobre
todo cuando ya se tiene cierta experiencia, lo mejor es ser fiel a uno mismo
y seguir el método que te haya llevado a conseguir tus éxitos.

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