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ARQUITECTURA VERNÁCULA
DE EXTREMADURA I:
Diseño de un Inventario
OFICINA DE PATRIMONIO ETNOLÓGICO
CONSEJERA DE CULTURA Y TURISMO
Manuela Holgado Flores

DIRECTORA GENERAL DE PATRIMONIO CULTURAL


Esperanza Díaz García

DIRECCIÓN DEL PROYECTO


Ana Jiménez del Moral
(OFICINA DE PATRIMONIO ETNOLÓGICO)

EQUIPO TÉCNICO
Carlos M. Calderón Torres
Ismael Sánchez Expósito

REDACCIÓN
Carlos M. Calderón Torres

EDITA
Dirección General de Patrimonio Cultural

DISEÑO DE CUBIERTA
Creattiva

MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN
Industria Gráfica Igraex, S.L.

DEPÓSITO LEGAL: BA-000299-2011


I.S.B.N.: 978-84-9852-309-6
_índice
prólogo.......................................................................................5
agradecimientos..........................................................................7
01_patrimonio, arquitectura tradicional e inventarios........... 9
02_el inventario de arquitectura vernácula de extremadura.....12 .5
La orografía.............................................................................................. 19
La vegetación. .......................................................................................... 21
La Geología.............................................................................................. 23
03_anexo de tipologías.....................................................................32
04_proyección estadística y cartográfica....................................57
Análisis estadístico de las tipologías funcionales. .......................................... 57
Análisis estadístico de la estructura arquitectónica......................................... 63
05_conclusiones...............................................................................77
06_bibliografía................................................................................ 79
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_prólogo

El Inventario de Arquitectura Vernácula (en adelante IAVE) es un


ambicioso proyecto iniciado por la Consejería de Cultura y Turismo
de la Junta de Extremadura con el objetivo de documentar, proteger y
valorizar un patrimonio extraordinariamente amplio y disperso, en sus
múltiples manifestaciones, por todo el territorio regional. Tanto este
volumen como el que le sigue tratan de exponer de la forma más sencilla
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posible los criterios que sustentaron desde el punto de vista teórico y
metodológico el inventario y los resultados, necesariamente provisiona-
les, de las tipologías establecidas.
Como en los cuadernos anteriores, sin renunciar al rigor científico de
la disciplina antropológica, nuestro objetivo es primariamente pedagógico,
tratando de acercar al público en general, y no sólo al especializado, a una
parcela del patrimonio tan amplia como cotidiana y desconocida a la vez.
Chozos, cortijos, fuentes o molinos son realidades cercanas que, sin em-
bargo, deben ser estudiadas como partes sustantivas de nuestro patrimonio.
La Oficina de Patrimonio Etnológico ha pretendido con el IAVE, de
una parte, y estos dos cuadernos en concreto, de otra, posibilitar a un tiem-
po un mayor y mejor conocimiento de esta arquitectura, entendida como
documento de nuestra historia y nuestra cultura, y también, difundir su
importancia como referente fundamental de nuestro patrimonio.
.8
_agradecimientos
.9
El IAVE es una apuesta institucional de la Junta de Extremadura, en
aras a posibilitar una eficaz gestión del patrimonio cultural extremeño.
En este proyecto, coordinado por la Oficina de Patrimonio Etnológico,
ha participado todo un equipo sin cuyo esfuerzo difícilmente lo hubié-
ramos podido llevar a cabo. En este sentido queremos agradecer a los
técnicos que han trabajado en cada una de las zonas acotadas: María del
Carmen López Díaz, Noelia Grego Martín, María Jacinta Sánchez Mar-
cos, Juan Carlos Rodríguez Masa, Silvia Pérez Simón, José Maldonado
Escribano y Aniceto Delgado Méndez. Junto a ellos los coodinadores
de los equipos, Javier Corbacho y Rocío Blas de GEODATUM y espe-
cialmente a Juan Agudo Torrico, antiguo profesor y asesor científico del
proyecto, por su inestimable colaboración e implicación en este proyecto.
A todos ellos debemos los aciertos de esta publicación; los posibles
errores son responsabilidad exclusiva de los autores.
ALCONCHEL (BADAJOZ) Casa de mediano propietario. Tanto por lo cercano de estas construc-
ciones, como por su ausencia en los antiguos planes de gestión patrimonial, sin olvidar su omisión en
el currículo escolar, la arquitectura vernácula no ha sido valorada como documento histórico y cultural
indisolublemente unido a la identidad de nuestros pueblos. En este caso, la fachada encalada , su dis-
tribución con una planta baja destinada a la vivienda y la superior o doblao relacionada con el trabajo,
nos remiten a unos recurrentes rasgos de nuestra arquitectura meridional.
01_PATRIMONIO, ARQUITECTURA
TRADICIONAL E INVENTARIOS
Nuestro inventario se contextualiza en el marco de la concreción de unos
presupuestos que han modificado sustancialmente el concepto, los límites
y los contenidos de la gestión patrimonial. A pesar de los múltiples obs-
táculos que hoy debemos salvar los técnicos y la propia administración
en sus diferentes ámbitos, se constata el paulatino abandono de un viejo
modelo que definía el patrimonio de acuerdo a variables temporales, es-
téticas, elitistas y en función de soportes exclusivamente materiales. Hoy,
el patrimonio no es histórico o artístico, sino cultural. Lo anterior no
significa que patrimonio y cultura sean una misma cosa; si la cultura nos
remite al “todo complejo” (valores, instituciones, recursos...) que sustenta
y da sentido a la vida social de un determinado colectivo, el patrimonio
nos remitiría a la selección de una serie de elementos que dentro de la
cultura son considerados referenciales y merecedores por tanto de una
serie de medidas arbitradas para garantizar su protección. Planteando así
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las cosas, el patrimonio nos sitúa frente a la identidad de un colectivo
simbolizada, precisamente, en los elementos que hemos valorizado. Como
sostiene Juan Agudo, la idea de patrimonio en tanto abstracción del he-
cho cultural en sí, debe remitirnos a las formas con las que determinados
colectivos han resuelto sus necesidades sociales en el amplio sentido de la
palabra: producción de bienes de subsistencia, organización sociopolítica
y manifestación de sus valores y creencias. Nos interesan los modelos y
sus correspondientes expresiones, materiales e inmateriales, no la fijación
arqueologista de cualquiera de sus fases históricas. Al final, lo que estamos
consiguiendo es compatibilizar patrimonio y dinámica cultural, huyendo
de erradas visiones románticas que idealizan acríticamente determinados
bienes por el simple hecho de pertenecer a un pasado que se sublima des-
de el presente.
Si, como hemos indicado, el patrimonio nos remite a la identidad de
un colectivo, el correlato inmediato es el rechazo del patrimonio sus-
tentado en el esencialismo ahistórico e inalterable a través del tiempo: la
identidad, como la cultura, son constructos humanos revisables histórica-
mente. El patrimonio se inserta en la dinámica del proceso cultural, lo que
nos obliga a la continua resemantización de los elementos seleccionados y
definidos con dicho término. La preservación de aquél sólo tendrá lugar
si se le dota de un sentido social. Lo anterior nos sitúa en la necesidad de
definir el concepto de tradición, la cual dice Juan Agudo, “...conlleva la
referencia a un pasado pero sobre todo a un presente; es más, su significado
deviene precisamente desde su aceptación desde el presente como algo
vivo y dinámico capaz de articular y dar sentido cultural a los nexos de
contacto entre ambos espacios temporales. Al igual que la cultura, nuestra
concepción de la tradición y de aquellos elementos que consideramos
deben formar parte de nuestro patrimonio, estarían en un proceso cons-
tante de cambio y revisión. Y en esta evolución deben predominar las
directrices que contribuyen a mejorar las condiciones de vida individuales
y colectivas de quienes son los creadores, sustentadores y reproductores
de esta cultura”. Juan Agudo ilustra esta cuestión con una construcción
especialmente referencial en Extremadura: los chozos. Y subraya que por
.12 muy ancestrales que puedan parecer, estos inmuebles imponían unas duras
condiciones de vida a quienes los utilizaban, por lo que su desaparición no
debe entenderse con una pérdida significativa para nuestra cultura y nues-
tro patrimonio. La historia nos muestra tanto la riqueza y diversidad del
ser humano, como la capacidad de sustitución de las mismas. Esta reflexión
se constituye en un argumento especialmente importante para la Oficina
de Patrimonio Etnológico frente a quienes se empeñan en inventariar y
proteger la totalidad de los chozos presentes en la geografía extremeña,
cuando lo realmente importante es la documentación exhaustiva de los
chozos, el establecimiento de las tipologías más representativas, y sólo en
casos muy concretos la protección física de aquellos seleccionados por su
valor referencial. Insistimos, por tanto, en el valor del chozo como docu-
mento y testimonio, lo que no nos debe llevar a posiciones románticas y
acríticas que idealizan el pasado a través del deseo de proteger todas y cada
una de estas construcciones.
Chozo de Alcántara (Cáceres). Los Chozos, diseminados por toda Extremadura, con distintos nom-
bres y tipologías, se constituyen en un referente muy importante de nuestro patrimonio vernáculo. Su
documentación es parte del trabajo de la Oficina de Patrimonio Etnológico pero desde planteamientos
científicos y equidistantes con distorsionados posicionamientos, más románticos que reales, que llevan
a la idealización acrítica de unos inmuebles cuya desaparición no es más que el reflejo evidente de la
inherente dinámica cultural que en ningún caso queremos ni podemos detener, lo cual, no es óbice,
desde una gestión patrimonial necesariamente selectiva, para que, en determinados momentos y con
una adecuada justicación, se arbitren medidas especificas de protección y, en su caso, de incoacion de .13
expedientes de declaración de Bien de Interés Cultural.

Si entendemos el patrimonio en clave cultural, si lo consideramos re-


flejo de una identidad dinámica, asumiendo que la identidad presente re-
presenta la última fase de un proceso humano siempre en construcción,
si subrayamos la importancia de los términos tradición/tradicional para
delimitar el sentido de continuidad de determinados elementos culturales,
si contemplamos nuestro patrimonio material e inmaterial como autén-
ticos textos o documentos de nuestra historia y nuestra cultura, vamos
a entender la importancia de la arquitectura tradicional o vernácula y la
perentoria necesidad de conocerla mejor.
Durante mucho tiempo, y aún hoy se podría constatar, la arquitectu-
ra tradicional se definía como un patrimonio menor, lo que implicaba
fundamentalmente estar dentro de la categoría de testimonios culturales
prescindibles sin que ello menoscabara la riqueza patrimonial.
Planteando el tema con perspectiva no deja de ser llamativo este secu-
lar abandono, más cuando, frente a la repetición estilística de las grandes
construcciones, la arquitectura tradicional se vincula a espacios ecológicos
y territorios históricos muy concretos, lo que hace que se caracterice pre-
cisamente por su escasez, al no encontrarse en otros lugares o territorios,
y por la singularidad y diversidad de los modelos creados, como resul-
tante de sus adaptaciones ecológicas, procesos históricos y adecuación a
los diversos usos sociales y económicos, particularidades que se pondrán
de manifiesto en las tipologías y técnicas constructivas, diseños espacia-
les, elementos ornamentales, léxico empleado, etc. De ahí la inclusión de
este tipo de arquitectura entre los rasgos culturales más relevantes junto
a la lengua, los rituales... que contribuyen tanto a identificar y distinguir
a unos colectivos étnicos de otros, como para analizar la propia variedad
interna que se da dentro de los mismos: jerarquización social, sistemas de
aprovechamiento económico etc. Cabe recordar a L.Torres Balbas cuando
afirmaba “la arquitectura popular... por ser utilitaria, local y adaptada al
modo de vivir familiar constituye uno de los signos más distintivos de la
.14 nacionalidad, una pura creación del medio. En sus obras no queda nada al
capricho o al azar, edificándose con los recursos del país, según procedi-
mientos populares”.
A pesar de lo anterior la arquitectura tradicional no ha sido estudiada
y valorada como tal, ni reconocida ni protegida en forma alguna. Sólo
cuando el patrimonio amplía sus bases teóricas y conceptuales es cuando
se subraya la importancia de esa arquitectura para conocer y reconocer
los valores culturales que han formado parte de nuestro pasado y con los
que convivimos en el presente. El conocimiento, estudio, conservación en
determinados casos, ocupa y preocupa a Europa, a la administración estatal
y a la propia autonomía, como así cristaliza en el propio inventario del que
ahora nos ocupamos.
RÍOMALO DE ARRIBA (Cáceres).

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CARTEL DE PROMOCIÓN INMOBILIARIA. La emigración, el abandono de las construcciones ver-


náculas a partir de los años 60, la sustitución por una arquitectura más institucionalizada, la especu-
lación... son procesos que han posibilitado la toma de conciencia en cuanto a la desaparición de este
patrimonio.
De acuerdo a lo anterior, la arquitectura tradicional se constituye en
testimonio, primero de un determinado proceso histórico, segundo, de la
adaptación a un determinado ecosistema y tercero un documento de la
adecuación de los modelos de organización social y sistemas tecnoeconó-
micos de cada territorio y momentos históricos concretos. Frente al patri-
monio monumental, la diversidad y complejidad de estas construcciones
son la consecuencia de ser un patrimonio extraído de la vida cotidiana
que expresa la enorme diversidad de comportamientos sociales, mediante
los cuales hemos resuelto tanto las necesidades de subsistencia como el
complejo mundo de los sistemas sociales y simbólicos que caracterizan
cualquier cultura.
Teniendo presente todo lo anterior, el inventario se constituye en un
instrumento fundamental para conocer lo que gestionamos, como en este
caso la arquitectura tradicional, un instrumento de registro básico pero
fundamental en cuanto que nos va a permitir reconocer la existencia de
los bienes que queremos documentar. Sólo a través de los inventarios po-
demos conocer la realidad de nuestro patrimonio, articular los medios para
.16 intervenir y plantear las necesarias políticas de difusión/valorización.
Los inventarios han sido y son especialmente importantes en la gestión
del patrimonio, no es casualidad que en el contexto del patrimonio his-
tórico-artístico se constituyeran en el paso previo a cualquier política de
protección. Circunscribiendo la cuestión al caso del patrimonio etnológi-
co, la primera cuestión es la ausencia de este tipo de inventarios, tanto por
las propias limitaciones del concepto de patrimonio, como por la tardía,
y no general institucionalización de la antropología en el Estado español.
Así las cosas, en el seno del debate sobre el nuevo sentido y finalidad
del patrimonio, asumimos la necesidad de actualizar los métodos e ins-
trumentos utilizados para la documentación y preservación, incluyendo a
los inventarios. En relación a estos, es también especialmente importante
el establecimiento de las razones e intenciones que justifican el trabajo y,
dentro de aquellas, estarían las de promover, a partir del reconocimiento de
su existencia, su protección. Cualquier intervención se ha de sustentar en
el conocimiento y este será el objetivo primario de todo inventario que,
en último término, se constituye en un corpus documental que trasciende
la lectura individualizada de la ficha para recalar en unos bienes contextua-
lizados que pretendemos proteger en el sentido de documentar, investigar
y valorizar, y también, cuando así se determine desde un planteamiento
global, una protección física.

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02_EL INVENTARIO DE ARQUITECTURA
VERNÁCULA DE EXTREMADURA

La creación de la OPE (Decreto 71/2005 de 29 de marzo, DOE 5 abril


de 2005) suponía de entrada un desarrollo de la Ley 2/99 de Patrimonio
Histórico y Cultural de Extremadura y, al tiempo, situándonos en un pla-
no más amplio, era la materialización del concepto de patrimonio que se
había ido gestando y publicando en los textos de UNESCO y el Consejo
de Europa y que definían el carácter central de la cultura en el patrimonio.
Se oficializa, por tanto, en Extremadura una gestión que lejos de estériles
jerarquizaciones (patrimonios mayores y menores), entre lo material y lo
inmaterial... subraya el valor documental del patrimonio como testimonio
histórico-cultural de lo que somos y lo que hemos sido.
Isac Chiva definía el patrimonio etnológico de un país como “los mo-
dos específicos de existencia material y de organización social de los gru-
pos que lo componen, sus conocimientos, su representación del mundo y, .19
de manera general, los elementos que forman la identidad de cada grupo
social y lo diferencian de los demás”. Esta definición nos interesa en tanto
que a partir de ella aparecen las líneas de trabajo sobre las que aplicar los
principios fundamentales que hoy día rigen la legislación patrimonial: es-
tudio, protección, valorización y todo ello aplicado a las particularidades
del patrimonio etnológico, esto es, el estudio de un patrimonio durante
mucho tiempo olvidado e infravalorado, asumiendo que no es posible
un ejercicio de gestión sin un conocimiento lo más exhaustivo posible
de aquello que vamos a gestionar; la protección, que en ningún caso se
plantea como exclusivamente física, sino que al tratarse de un patrimonio
indisolublemente unido a la vida cotidiana cristaliza también en la misma
documentación como principal resorte para su perpetuación y transmi-
sión a las generaciones venideras; y valorización a través de una adecuada
difusión; si nadie cuestiona el valor patrimonial, por ejemplo del Acue-
ducto de Los Milagros de Mérida, debemos y tenemos que arbitrar las
medidas adecuadas para que lo mismo ocurra con todo lo que englobamos
en el concepto de patrimonio etnológico, empezando, como así lo hemos
hecho, por la arquitectura vernácula o tradicional de nuestra comunidad.
Como no podía ser de otra forma, el estudio de esta arquitectura tradi-
cional pasaba, inexorablemente, por la realización de un inventario funda-
mentado en los puntos que siguen.
Como punto de partida definimos la arquitectura tradicional o ver-
nácula como el modo en que unos materiales, generalmente extraídos
del entorno natural, y técnicas constructivas, adquiridas bien por procesos
evolutivos endógenos o por préstamos culturales, han servido para dar res-
puesta a las necesidades físicas y sociales de un colectivo, generando mode-
los arquitectónicos (técnicas constructivas, diseños espaciales y resultados
estéticos), con unos logros originales en razón de la experiencia histórico-
cultural y adaptaciones ecológicas propias de cada territorio. La diversidad
de sus modelos debe reflejar la diversidad interna de la estructura social
que la crea así como sus valores sociales.
Subrayamos, por tanto, la importancia, primero, del medio ecológico
que nos sitúa frente a unas características bioclimáticas, unos recursos...
.20 segundo, de la tradición cultural que cristaliza en unas técnicas construc-
tivas, en un léxico, en costumbres asociadas a la arquitectura... y tercero la
forma en que todo lo anterior se aplica en función de los sectores sociales
(viviendas), las actividades productivas (arquitectura del trabajo) y activi-
dades sociopolíticas.
La amplitud de contenidos, unido al desconocimiento y ausencia de un
estado de la cuestión se constituyeron en las limitaciones más importantes
en el diseño del proyecto. Extremadura es un territorio exponencialmente
amplio y diverso, con múltiples matices biogeográficos, ecológicos, demo-
gráficos, urbanos... que han posibilitado una arquitectura tradicional muy
rica. En la medida en que el inventario pretendía abarcar la arquitectura
habitacional, la productiva y la de sociabilidad, unido al hecho de plantear
el trabajo de acuerdo al espacio temporal de un año, hace que diseñemos
un inventario temático, extensivo y abierto. Planteamos la necesidad de
seleccionar y registrar los inmuebles más representativos de nuestra arqui-
tectura tradicional pero no la totalidad de manifestaciones; el inventario
queda abierto a futuras incorporaciones generadas por trabajos posteriores,
proyectos de investigación, planes generales de ordenación urbana, etc.
Nuestro trabajo se define, asimismo, por el planteamiento contextual
y global que rechaza el inventario como la sumatoria de las fichas indivi-
duales, y sitúa los inmuebles en el contexto de la comarca para reseñar no
sólo la particularidad local sino los rasgos compartidos de las edificaciones
que se distribuyen en un mismo territorio como respuesta al medio y a
una historia y una cultura compartida que van a explicar las técnicas, las
planimetrías, la funcionalidad de los espacios, etc.
Desde el punto de vista físico la orografía, el clima, la vegetación y la
geología se constituyen en condicionantes de las características arquitec-
tónicas, sobre todo en cuanto a materiales y morfología constructiva, de
nuestra arquitectura vernácula.

La Orografía

El relieve se caracteriza por la distinción de cuatro unidades fisiográficas .21


fundamentales; penillanura, paisaje de montaña, cuencas sedimentarias y
zonas de ribero.
En líneas generales, como plantea Gómez Amelia, cada una de estas es-
tructuras puede ser definida tanto por su configuración como por su génesis:
• Penillanura; es una superficie general de erosión o meteorización
característica y representativa de nuestra región, su altitud oscila so-
bre los 400 metros sobre el nivel del mar y ocupa grandes superficies
configurando un paisaje suavemente ondulado.
• Paisaje de Montaña; dentro de esta unidad podemos analizar diferen-
tes tipologías, ya sea en función de su génesis o su altitud, aunque ambos
factores están estrechamente relacionados. Destacan los Relieves Resi-
duales (Montes de Toledo, que en la región ocupan una franja desde Las
Villuercas en el este, pasando por la Sierra de Montánchez en el centro
y la de San Pedro en el oeste; Hornachos, Los Montes, San Serván y
Tentudía) y las Elevaciones Tectónicas (Sierra de Gredos, Sierra de Gata,
Hurdes-Hervás y Jerte), donde se localizan las mayores altitudes (Calvi-
tero 2401m, Covacha 2399m, etc.).
• Cuencas Sedimentarias; son fértiles llanuras que se formaron gra-
cias a la colmatación terciaria de geosinclinales, fosas o cuencas endo-
rreicas. Destacan el Campo Arañuelo y las Vegas del Alagón en Cáce-
res y Tierra de Barros y Vegas Altas y Bajas del Guadiana en Badajoz.
• Riberos; se caracterizan por su escasa altitud (por debajo de los 400
m) y por su fuerte pendiente. Son el resultado del encajamiento mi-
lenario de los principales ríos que cruzan la penillanura.

El Clima

En cuanto al clima, nuestra región se identifica con un clima mediterrá-


neo con ciertas influencias continentales y atlánticas, en función de la
localización. La irregularidad en las temperaturas y precipitaciones a lo
largo del año es un denominador común, aunque también la irregularidad
.22 interanual es significativa, cobrando aún mayor protagonismo si tenemos
en cuenta el objeto de este estudio.
La temperatura media es de unos 15,5 ªC. En general los veranos son
calurosos y secos, y los inviernos suaves y húmedos. Las precipitaciones se
concentran en los meses de octubre a abril, con una media de 500 mm
anuales. Pero en realidad, como así lo sostiene Sánchez Martín, estos datos
medios esconden una gran diversidad de tipologías climáticas bien dife-
renciadas:
• Subclima de Montaña.
• Subclima de Valle de Montaña.
• Subclima de Penillanura.
• Subclima de Vegas Fluviales.
Las temperaturas aumentan de norte a sur (Piornal, 11,9º; Zarzacapilla,
17,3) y las precipitaciones superan los 1.500 mm en las zonas montañosas
(Garganta la Olla, 1600) mientras en la Penillanura a duras penas se alcan-
zan los 500 mm (Aliseda, 379 mm).
La Vegetación

Respecto a la caracterización de la vegetación hemos creído oportuno


centrarnos en la masa forestal. La superficie forestal de Extremadura, a
la vista de los resultados obtenidos de los trabajos llevados a cabo para
la elaboración del Plan Forestal de Extremadura, es de 2.831.651 has. Es
decir, la superficie extremeña bajo la denominación de monte asciende a
un 68 % del total, cifra que pone de manifiesto la importancia del ámbito
forestal en nuestra región.
La cubierta forestal está constituida por numerosas formaciones y
subformaciones vegetales, dada la diversidad de condiciones climáticas y
físicas que se dan en nuestro territorio y, sobre todo, debido a los diferentes
tipos de manejo y grado de presión humana sobre el medio (Plan Forestal
de Extremadura, 2003). Esta gran diversidad de ecosistemas se han clasifi-
cado en nueve categorías:
• Bosques: densos (11 %), de densidad media (35 %), claros (31%),
repoblaciones (5 %) y cultivos forestales (17 %).
• Matorrales: retamal-escobonal (34 %), mancha (29 %), jara (24 %),
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brezo (7 %) y piornal (6 %).
• Dehesas: encina, alcornoque, rebollo, y mezclas con acebuche o
quejigo.
• Pastizales: arbolados o desarbolados con y sin pastizal.
• Galerías: arbóreas (frondosas, exóticas y mixtas) y arbustivas.
• Humedales: prados juncales, cañaverales y tarajales
• Semidesiertos: formaciones rocosas, arenales, etc.
• Mosaicos agrícola forestales: formaciones arbóreas con cultivos y
matorrales con cultivos.
• Cultivos Marginales: cultivos agrícolas en proceso de abandono
(57%) con usos agroganaderos extensivos y marginales por motivo
de pendientes elevadas, etc.
Distribución de la Vegetación de Extremadura. Fuente: Plan Forestal de Extremadura. Junta de Extrema-
dura (2003). Elaboración propia

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La Geología

Por último, destacamos la distribución de los grandes grupos litológicos


presentes en la región. Esta característica territorial será un condicionante
a tener en cuenta en cuanto a los materiales constructivos se refiere, de
ahí la importancia de plasmar su distribución y tenerlo en cuenta para la
realización de la interpretación de los mapas y estadísticas.

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Litografía. Elaboración propia. Fuente: Mapa Geológico de Extremadura


Desde el punto de vista cronológico son los años sesenta del pasado
siglo los que marcan un límite generado por varios factores como el
abandono de los sistemas de producción/transformación agropecuarios
vigentes hasta ese momento, la modificación sustancial de las técnicas
constructivas gracias a unas mejores vías de comunicación, el abarata-
miento de los materiales industriales, la paulatina desaparición de los
alarifes (constructores tradicionales) y la vertiginosa sustitución de la ar-
quitectura tradicional o vernácula por la arquitectura institucionalizada.
Especialmente importante es la sangría migratoria localizada en los
años sesenta y que reduce el efectivo regional a valores similares a los de
principios de siglo. Esta emigración va a tener consecuencias inmediatas
en la propia configuración territorial, en el abandono de las tierras labradas
y de las propias viviendas. En suma va a tener una repercusión inmediata
en la arquitectura tradicional.

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Evolución de la población (1900-2001). Fuente: INE. Elaboración Propia

Que este inventario haya sido diseñado por antropólogos redunda y


explica el taxativo rechazo a su constitución como catálogo de excep-
cionalidades. Lo que hemos pretendido es reflejar los distintos colectivos
y modos de vida a través de unas construcciones contempladas en lo
que realmente son: testimonios y documentos de nuestra historia y de
nuestra cultura.
El concepto de arquitectura tradicional como patrimonio supone en
realidad un intento de preservar la memoria de unos inmuebles con fre-
cuencia relacionados con el mundo de lo cotidiano, lo que hace que el
valor de estas construcciones no dependa tanto de su mayor o menor cali-
dad arquitectónica como de los valores que manifiestan, a veces de preca-
riedad tecnoeconómica o social, no menos necesarias de documentar y, a
menos, preservar como testimonios de unos determinados modos de vida.

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Detalle de la maquinaria del molino de Almendral (Badajoz).

Tanto en el caso de la arquitectura relacionada con sectores sociales


más humildes, como la relacionada con actividades socioeconómicas se-
cundarias o liminales, nos podemos encontrar con construcciones de no-
table precariedad, auténticos testimonios de los valores y usos sociales vin-
culados a los sectores más dependientes, generalmente los más numerosos
y olvidados de nuestra sociedad. Como ya hemos indicado en líneas ante-
riores, la preservación de este patrimonio lo es en realidad de su memoria,
por la difícil cuando no imposible preservación de su existencia. En este
sentido nuestro inventario quiere reflejar y preservar la existencia de esta
arquitectura documentándola antes de su definitiva desaparición.
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Cartel explicativo en el molino de la casa de la sociedad en Casas de Millán (Cáceres). El


patrimonio etnológico está indisolublemente unido a nuestros recuerdos y experiencias vitales, no por
casualidad, en más de una ocasión su reconocimiento viene de manos no tanto técnicas cuanto de la
localidad en su conjunto o de particulares conscientes del valor de determinados bienes que reflejan
la cultura e historia local. En Almendral (Badajoz) un vecino se ocupa y preocupa de mantener vivo un
molino cuya maquinaria aún hoy se puede poner en funcionamiento; en el caso del molino de Casas
de Millán el texto no necesita comentario alguno.
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Casares de Hurdes (Cáceres).


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Fregenal de la Sierra (Badajoz).


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Ribera del Fresno (Badajoz). La arquitectura vernácula se constituye en testigo de la diversidad
interna de la sociedad, cuestión que podemos visualizar de forma nítida en la arquitectura habitacional,
aquí, en Casares de Hurdes, Fregenal de la Sierra y Ribera del Fresno, respectivamente, no hacemos sino
documentar la presencia de distintos sectores sociales con un acceso diferencial a los recursos.

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A grandes rasgos, estas son las consideraciones a partir de las cuales se
planteó el trabajo de campo, estableciendo una zonificación que respondía
primariamente a la abarcabilidad del territorio. Así tendríamos:
• ZONA 1: compuesta por la Sierra de Gata y Hurdes.
• ZONA 2: comprendida por los municipios de la comarca de Trasie-
rra-Tierras de Granadilla, Valle del Ambroz, Valle del Alagón y parte
de la comarca de Ribera de Fresnedosa.
• ZONA 3: integrada por el Valle del Jerte, La Vera y Campo Arañuelo.
• ZONA 4: que compone los términos municipales de Cáceres, la
mancomunidad Tajo-Salor-Almonte, Sierra de San Pedro y parte de
la comarca de Sierra de Montánchez.
• ZONA 5: compuesta por las comarcas de Trujillo, Sierra de Mon-
tánchez, zona centro,Villuercas, Ibores y La Jara.
• ZONA 6: integrada por las Vegas Bajas del Guadiana y Tierra de
Barros.
• ZONA 7: comprendida por La Siberia, La Serena, Vegas Altas del
Guadiana, Sierra de Hornachos y parte de la Campiña Sur.
• ZONA 8: integra a los muncipios de la comarca de Olivenza, Jerez-
Sierra Suroeste, Río Bodión, Tentudía y comarca de Llerena.
Tal y como desarrollamos a continuación en forma de anexo, diseña-
mos una ficha de campo tratando de aunar el análisis puramente técnico
con el etnográfico, subrayando la necesidad de considerar los referentes
materiales de nuestra arquitectura como documentos de la historia y cul-
tura extremeñas:

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ARQUITECTURA HABITACIONAL

1. LOCALIZACIÓN E IDENTIFICACIÓN
1.1. Provincia.
1.2. Comarca.
1.3. Municipio / Entidad local menor.
1.4. Dirección.
1.4.1. Inmuebles urbanos.
• Calle/plaza y número.
• Ubicación en el contexto urbano si se trata de estructuras arquitec-
tónicas significativas -fuentes, abrevaderos, hornos comunales, lava-
deros, …
 1.4.2. Inmuebles diseminados.
• Georreferencia. Coordenadas.
• Vía de acceso: toponímica de referencia (paraje), punto de partida
(kilómetro desde vía principal), , camino a recorrer, etc. 
 1.5. Denominación/es con la que se le conoce en la localidad.
• Denominación con la que es identificado el inmueble o estructura a
nivel popular o institucional. Importante en el caso de ermitas, corti- .35
jadas, fuentes, etc.

2. TIPOLOGÍA
2.1. Arquitectura habitacional. Usos domésticos.
(VER TIPOLOGÍA EN ANEXO. Imprescindible especificar subtipología según
el mismo).
2.2. Espacio que ocupa el bien inventariado: parte o totalidad
del inmueble.
• Usos compartidos del inmueble que posteriormente quedarán refle-
jados en la descripción: ejemplo de viviendas-tiendas, viviendas y ta-
lleres artesanos, etc.
2.3 Rasgos específicos.
Campo abierto que debe ser rellenado cuando concurran circunstancias
que particularicen la construcción.
• Arquitectura perteneciente a subtipologías específicas: ejmp. casillas
de encargados, vivienda de santeros en las ermitas, etc.
• Singularidad del inmueble por determinadas razones.
3- AUTORÍA
 3.1. Autoría. (Añadir nombre si se conoce).
• Arquitecto.
• Maestro de obra.
• Alarife.
• Autoconstrucción.
• Desconocida.
3.2. Fecha de construcción.
(Fecha o periodo aproximado).

4. USO Y CONSERVACIÓN
4.1. Uso actual.
• En uso o abandonado.
• De estar en uso, a qué se utiliza y si es en su totalidad o en parte.
Indicar los espacios que ya no se utilizan.
4.2. Estado de conservación.
• Bueno, Regular, Malo.

5. SITUACIÓN JURÍDICA
.36
5.1. Titularidad Actual.
(Nombre del propietario. Indicar si es público o privado).
5.2. Evolución de la Titularidad.
• Evolución de la propiedad: indicar en su caso si siempre ha pertene-
cido a la misma familia o si se conocen sus anteriores propietarios.
5.3. Tenencia.
• Indicar el tipo de cesión: arrendamiento, usufructo, etc.

6. PROTECCIÓN
 6.1 Registrado en el catálogo del PGOU o NNSS.
sí/no.
• En caso negativo, indicar si el municipio tiene elaborado el PGOU.
• Normas subsidiarias; en caso de que la población las tenga aproba-
das, ¿se halla el inmueble afectado por las mismas?
6.1.1. Figura de catalogación y nivel de protección.
Tipos Figuras Catalogación.
• Bienes Inmuebles de Interés Histórico.
• Bienes Inmuebles de Interés Arquitectónico.
• Bienes Inmuebles de Interés Ambiental.
Nivel de Protección.
• Grado I Protección Integral o Monumental.
• Grado II Protección Estructural.
• Grado III Protección Ambiental.
6.2. ¿Se encuentra dentro del espacio delimitado por un Plan
Especial de Protección de conjuntos históricos?
6.2.1. ¿Está incluido en el catálogo de protección?
6.3. ¿Está registrado en los bienes inventariados acorde con la
Ley del Patrimonio Histórico y Cultura de Extremadura 2/1999?
Sí/No, y en caso afirmativo enlazar con el Inventario.

7. FUENTES DOCUMENTALES E IMÁGENES ASOCIADAS


7.1. Fuentes documentales escritas.
• Referencias bibliográficas en las que aparezca descrito o referido el
inmueble.
• Otros documentos administrativos en los que se describa o referencie.
7.2. Imágenes. .37
7.2.1. Fotografías antiguas.
• Localización, tanto si se han podido escanear y adjuntar al expediente
como si no.
7.2.2. Fotografías nuevas.
• Indicar el número, qué parte del edificio o estructura arquitectónica
recogen, y, en su caso, indicar su especial interés sí se ha hecho con
una finalidad más específica: mobiliario, singularidad del elemento
arquitectónico reflejado, etc.

8. INTERÉS ETNOLÓGICO
• Antigüedad del inmueble e inserción en la memoria de la localidad.
Condición de pionero en su origen, relacionado con determinadas imá-
genes de la localidad, prácticas rituales, costumbres, leyendas, etc.
• Vinculación con una determinada familia: transmisión de oficio o ac-
tividad intergeneracional.
• Relación con actividades que se han convertido en identificadoras de
la localidad.
ESTRUCTURA ARQUITECTÓNICA

9. ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS
9.1. Materiales.
Referenciarlos e indicar su uso preferente según que parte de la vivienda;
• Materiales elementos sustentables.
• Materiales elementos sostenidos.
• Materiales suelos.
9.2. Elementos sustentantes.
• Indicar el tipo de muros ‑mampostería, tapial‑, arcos ‑tipología, loca-
lización, etc.‑, columnas, pilares.
9.3. Elementos sostenidos.
• Sistemas de cubiertas ‑teja, pizarra, etc.‑ y armadura, forjado de en-
treplantas ‑bóvedas, armazones de la cubierta‑. Chi­meneas.
9.4. Suelos.
9.5. Vanos: distribución, sistemas de cierre.
• Observar su número, amplitud, distribución, cierres de puertas y ven-
tanas.
.38 • Materiales (indicar si son distintos de los de la fachada).
9.6. Elementos ornamentales.
• Características y distribución: encalado de las paredes, zócalos, esca-
yolas, ornamentación de patios y escaleras.
9.7. Otros elementos arquitectónicos de uso diverso.
• Alacenas, vasares, cantareras.

10. PLANIMETRÍA
10.1. Descripción.
10.2. Croquis o dibujos antiguos del inmueble.
 10.3. Croquis/plano del inmueble actual.
 10.4. Estructura del inmueble y distribución de sus elementos.
• Fachada.
• Número de puertas de acceso al exterior y diferenciación entre ellas
-ubicación, tamaño, denominación, etc.‑
• Número de plantas: uso de las mismas.
• Regularidad/irregularidad de la planta.
• Número de crujías.
• Ubicación de las dependencias principales.
• Pasillo.
• Patio /corral.
• Aseos.
• Dependencias anejas: cámara, lavadero, corral, graneros, cuadras, pa-
lomares, etc.
• Pozo.
• Cubierta: número de aguas del tejado y orientación de sus vertientes.
• Dimensiones.

11. ADAPTACIONES Y PROCESOS DE TRANSFOR-


MACIÓN DE LA ESTRUCTURA Y ELEMENTOS DEL
INMUEBLE
11.1. Transformaciones en la estructura. Fecha de las transfor-
maciones más significativas.
• Reseñar los elementos/espacios mejor conservados en razón de su
concepción originaria. Indicar las transformaciones que ha tenido:
fechas en que ocurrieron, materiales empleados, finalidad de los
cambios, espacios abandonados, etc...), transformaciones de uso más
representativas. .39
• ej. antiguas dependencias destinadas a usos agrícolas, almacenaje,
albergue de animales, etc.
11.2. Infraestructura actual del inmueble.
• Agua corriente, luz, teléfono.

12. FUNCIONALIDAD DE LOS ESPACIOS


12.1. Actividades desarrolladas en la vivienda.
12.1.1. Actividades económicas.
• Tiempo cotidiano: alimentación, descanso.
• Actividades extraordinarias: relacionadas con la economía domésti-
ca ma­tanzas, elaboración de otros productos para autoconsumo o
de venta directa como vino, conservas, etc.‑; donde se ha­ce/hacía y
almacenaban.
• Espacios destinados a albergar animales y medios de trabajo, alma-
cenar gra­no, etc.
12.1.2. Celebraciones sociales.
• Celebraciones de ámbito supradoméstico: convite por bautizos, pri-
meras comuniones o bodas; velatorios; actos relacionados con ritua-
les religiosos o profanos ‑decoración de fachada, zaguán, etc. recibi-
miento de hermandades, etc.‑; dónde se hacía y cómo se adap­taba el
espacio de la vivienda.
12.1.3. Cambios habidos en estas prácticas socioeconómicas.
• Se siguen desarrollando o no.
• Nuevos usos.
12.2. Organización del espacio.
12.2.1. Espacios de transición.
• Zaguanes, patios.
• Cómo se cierran estos espacios, accesibilidad o no desde el exterior.
• El umbral como espacio de transición.
• La calle como espacio social: emparrados, utilización para determina-
das tareas domésticas.
12.2.2. Organización/división del espacio entre el grupo doméstico
que la habita.
• Aplicar criterios generacionales, género, edad y ocupación .Conside-
ración de la vivienda como espacio femenino?
12.2.3. Espacios de uso restringido.
• Cocinas, alcobas, despachos, salas.
• Observar la diferencia en amplitud, decoración, relación de personas
.40 por alcoba, número de camas, etc.
12.2.4. Espacios plurifuncionales.
• Comedores, salas de estar, cocinas.
12.2.5. Espacios de recepción.
• Salas, patios.
• Percepción de espacios privado/cerrado ‑ abierto, hasta donde es per-
mitido entrar y donde no, etc., costumbre de dejar la puerta abierta, etc.
12.2.6. Espacios generados para individuos vinculados al grupo do-
méstico por relaciones laborales.
• Sirvientes.
12.3. Prácticas y creencias asociadas al uso y conservación de la
vivienda.
• ¿Qué no se debe hacer dentro de la casa?
• ¿Cómo se la protege?
• En qué fechas se arregla  ‑fiestas, acontecimientos familiares, etc.
Ej.: Son las mujeres las que realizan las principales tareas de conservación
de la vivienda. Son las encargadas de blanquear o pintar. Cada año la casa
se “arregla” y blanquea para las fiestas de…”
12.4. Sistema de transmisión hereditaria de la vivienda.
• ¿Prioridad de algunos de los miembros del grupo doméstico?
• Razones que lo motivan: cuidado de los padres, primogenitura, etc.
12.5. Valoración del entorno creado.
• Iluminación, orden, etc.

13. BIENES MUEBLES ASOCIADOS AL INMUEBLE


13.1. Mobiliario y objetos más significativos.
13.2. Mobiliario doméstico.  Denominación, descripción y funcio-
nalidad.
13.3. Mobiliario relacionado con actividades productivas. Deno-
minación , descripción y funcionalidad.

14. DATOS GENERALES


Fecha de Inventariado:
Código de registro:
Códigos relacionados:
Si el elemento seleccionado forma parte de un complejo, misma cortijada,
.41
etc. en la que se hayan hecho otras fichas específicas.
Investigador:
Informe del Investigador
Anotaciones:
• ¿Se ha recorrido la totalidad del edificio?
• En el caso de no haberse podido observar la totalidad del edificio indi-
car las razones (estado de ruina, negativa del propietario o inquilino,
imposibilidad de localizar al depositario de la llave, etc.)
Informantes:
Transcripción de las Entrevistas
ARQUITECTURA DE PROCESOS DE TRABAJO

1. LOCALIZACIÓN E IDENTIFICACIÓN
1.1. Provincia.
1.2. Comarca.
1.3. Municipio / Entidad local menor.
1.4. Dirección.
1.4.1. Inmuebles urbanos.
• Calle/plaza y número.
• Ubicación en el contexto urbano si se trata de estructuras arquitec-
tónicas significativas -fuentes, abrevaderos, hornos comunales, lava-
deros, …
1.4.2. Inmuebles diseminados.
• Georreferencia. Coordenadas.
• Vía de acceso: toponímica de referencia (paraje), punto de partida
(kilómetro desde vía principal), camino a recorrer, etc.
1.5. Denominación/es con la que se le conoce en la localidad.
• Denominación con la que es identificado el inmueble o estructura a
.42 nivel popular o institucional. Importante en el caso de ermitas, corti-
jadas, fuentes, etc.

2. TIPOLOGÍA
2.1. Arquitectura habitacional. Usos domésticos.
(VER TIPOLOGÍA 2. Especificar subtipologías)
2.2. Espacio que ocupa el bien inventariado: parte o totalidad
del inmueble.
• Usos compartidos del inmueble que posteriormente quedarán refle-
jados en la descripción: ejemplo de viviendas-tiendas, viviendas y ta-
lleres artesanos, etc.
2.3 Rasgos específicos.

3- AUTORÍA
3.1. Autoría. (Añadir nombre si se conoce)
• Arquitecto.
• Maestro de obra.
• Alarife.
• Autoconstrucción.
• Desconocida.
3.2. Fecha de construcción.
(Fecha o periodo aproximado).

4. USO Y CONSERVACIÓN
4.1. Uso actual.
• En uso o abandonado.
• De estar en uso, a qué se utiliza y si es en su totalidad o en parte.
Indicar los espacios que ya no se utilizan.
4.2. Estado de conservación.
• Bueno, Regular, Malo.

5. SITUACIÓN JURÍDICA
5.1. Titularidad Actual.
(Nombre del propietario. Indicar si es público o privado).
5.2. Evolución de la Titularidad.
5.3. Tenencia. .43
• Indicar el tipo de cesión: arrendamiento, usufructo, etc.

6. PROTECCIÓN
6.1 Registrado en el catálogo del PGOU o NNSS.
sí/no.
• En caso negativo, indicar si el municipio tiene elaborado el PGOU.
• Normas subsidiarias; en caso de que la población las tenga aproba-
das, ¿se halla el inmueble afectado por las mismas?
6.1.1. Figura de catalogación y nivel de protección.
Tipos Figuras Catalogación.
• Bienes Inmuebles de Interés Histórico.
• Bienes Inmuebles de Interés Arquitectónico.
• Bienes Inmuebles de Interés Ambiental.
Nivel de Protección.
• Grado I Protección Integral o Monumental.
• Grado II Protección Estructural.
• Grado III Protección Ambiental.
6.2. ¿Se encuentra dentro del espacio delimitado por un Plan
Especial de Protección de conjuntos históricos?
6.2.1. ¿Está incluido en el catálogo de protección?
6.3. ¿Está registrado en los bienes inventariados acorde con la
Ley del Patrimonio Histórico y Cultura de Extremadura 2/1999?
Sí/No, y en caso afirmativo enlazar con el Inventario.

7. FUENTES DOCUMENTALES E IMÁGENES ASOCIADAS


7.1. Fuentes documentales escritas.
• Referencias bibliográficas en las que aparezca descrito o referido el
inmueble.
• Otros documentos administrativos en los que se describa o referencie.
7.2. Imágenes.
7.2.1. Fotografías antiguas.
• Localización, tanto si se han podido escanear y adjuntar al expediente
como si no.
7.2.2. Fotografías nuevas.
• Indicar el número, qué parte del edificio o estructura arquitectónica
recogen, y, en su caso, indicar su especial interés sí se ha hecho con
.44 una finalidad más específica: mobiliario, singularidad del elemento
arquitectónico reflejado, etc.

8. INTERÉS ETNOLÓGICO
• Antigüedad del inmueble e inserción en la memoria de la localidad.
Condición de pionero en su origen, relacionado con determinadas imá-
genes de la localidad, prácticas rituales, costumbres, leyendas, etc.
• Vinculación con una determinada familia: transmisión de oficio o ac-
tividad intergeneracional.
• Relación con actividades que se han convertido en identificadoras  de
la localidad. 
ESTRUCTURA ARQUITECTÓNICA

9. ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS
9.1. Materiales.
• Referenciarlos e indicar su uso preferente según la parte del inmueble.
• Materiales elementos sustentables.
• Materiales elementos sostenidos.
• Materiales suelos.
9.2. Elementos sustentantes.
• Indicar el tipo de muros ‑mampostería, tapial‑, arcos ‑tipología, loca-
lización, etc.‑, columnas, pilares.
9.3. Elementos sostenidos.
• Sistemas de cubiertas ‑teja, pizarra, etc.‑ y armadura, forjado de
entreplantas ‑bóvedas, armazones de la cubierta‑. Calzadas de los
puentes, etc.
9.4. Suelos.
9.5. Vanos: distribución, sistemas de cierre.
• Observar su número, amplitud, distribución, cierres de puertas y ven-
tanas. .45
• Materiales (indicar si son distintos de los de la fachada).
9.6. Elementos ornamentales. 

10. PLANIMETRÍA
10.1. Descripción.
10.1. Croquis o dibujos antiguos del inmueble.
10.2. Croquis/plano del inmueble actual.
10.3. Estructura del inmueble y distribución de sus elementos.
• Fachada.
• Número de puertas de acceso al exterior y diferenciación entre ellas
‑ubicación, tamaño, denominación, etc.‑
• Número de plantas: uso de las mismas.
• Regularidad/irregularidad de la planta.
• Número de crujías.
• Ubicación de las dependencias principales.
• Aseos.
• Dependencias anejas: cámara, lavadero, corral, graneros, cuadras, pa-
lomares, etc.
• Pozo.
• Cubierta: número de aguas del tejado y orientación de sus vertientes
• Dimensiones

11. ADAPTACIONES Y PROCESOS DE TRANSFOR-


MACIÓN DE LA ESTRUCTURA Y ELEMENTOS DEL
INMUEBLE
11.1. Transformaciones en la estructura. Fecha de las transfor-
maciones más significativas.
• Reseñar los elementos/espacios mejor conservados en razón de su
concepción originaria. Indicar las transformaciones que ha tenido:
fechas en que ocurrieron, materiales empleados, finalidad de los
cambios, espacios abandonados, etc.), transformaciones de uso más
representativas
• ej. antiguas dependencias destinadas a usos agrícolas, almacenes,
molinos, lavaderos etc.
11.2. Infraestructura actual del inmueble.
• Agua corriente, luz, teléfono.

.46 12. FUNCIONALIDAD DE LOS ESPACIOS


12.1 Actividades. Procesos de producción y transformación de-
sarrollados en el inmueble.
12.1.1. Descripción de la actividad principal actual y en origen.
Descripción con brevedad de la actividad a la que se ha destinado el edificio.
• Relacionarla con el contexto local  (básicamente para el caso de in-
muebles relacionados con actividades de transformación y distribu-
ción): número de inmuebles  similares, importancia de la actividad
para la economía local, particularidades a nivel de reconocimiento
local del inmueble, etc.

13. ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO DE TRABAJO


13.1. Funcionalidad de los espacios creados.
Tomando como referencia la descripción específica realizada en el epígrafe
de la Planimetría indicar:
• Función de los espacios descritos.
• Distribución de actividades en estos espacios indicando en su caso.
• Grado de especialización de los trabajadores que los ocupan.
• Sistema y organización del trabajo: secuencia de actividades por
ejemplo en un taller artesano, almazara, etc. Indicar el proceso segui-
do en la actividad y su adaptación a los espacios.
• Divisiones de los espacios por género (caso de que hubiera espacios
destinados a mujeres y hombres, por ejemplo cocinas, cuartos de jor-
naleros/as), u otros criterios de especialización  etc.
13.2. Instalaciones, elementos arquitectónicos, ingenios o ma-
quinarias relacionados con los espacios productivos.
• Importante. Indicar en cada caso los elementos específicos que deter-
minan la especialización del espacio.
• Indicar factores que condicionan estos espacios al estar adaptados a
la maquinaria o condiciones de producción: amplitud, luminosidad,
ventilación, etc.
13.3. Valoración del entorno creado.
(Iluminación, orden, etc.)

14. BIENES MUEBLES ASOCIADOS AL INMUEBLE


14.1. Mobiliario y objetos más significativos. Denominación, des-
cripción y funcionalidad.
.47
15. DATOS GENERALES
Fecha de Inventariado:
Código de registro:
Códigos relacionados:
• Si el elemento seleccionado forma parte de un complejo, misma corti-
jada, etc. en la que se hayan hecho otras fichas específicas.
Investigador:
Informe del Investigador.
Anotaciones:
• ¿Se ha recorrido la totalidad del edificio?
• En el caso de no haberse podido observar la totalidad del edificio indi-
car las razones (estado de ruina, negativa del propietario o inquilino,
imposibilidad de localizar al depositario de la llave, etc.)
Informantes:
Transcripción de las Entrevistas.
ESPACIOS DE SOCIABILIDAD

1. LOCALIZACIÓN E IDENTIFICACIÓN
1.1. Provincia.
1.2. Comarca.
1.3. Municipio / Entidad local menor.
1.4. Dirección.
1.4.1. Inmuebles urbanos.
• Calle/plaza y número.
• Ubicación en el contexto urbano si se trata de estructuras arqui-
tectónicas significativas -fuentes, abrevaderos, hornos comunales,
lavaderos, …
1.4.2. Inmuebles diseminados.
• Georreferencia. Coordenadas.
• Vía de acceso: toponímica de referencia (paraje), punto de partida
(kilómetro desde vía principal), , camino a recorrer, etc.
1.5. Denominación/es con la que se le conoce en la localidad.
• Denominación con la que es identificado el inmueble o estructura a
.48 nivel popular o institucional. Importante en el caso de ermitas, corti-
jadas, fuentes, etc.

2. TIPOLOGÍA
(VER ANEXO TIPOLOGÍA III. Especificar subtipología)
2.1. Espacio que ocupa el bien inventariado: parte o totalidad
del inmueble.
• Usos compartidos del inmueble que posteriormente quedarán refle-
jados en la descripción: ejemplo de viviendas-tiendas, viviendas y ta-
lleres artesanos, etc.
2.2 Rasgos específicos.

3- AUTORÍA
3.1. Autoría. (Añadir nombre si se conoce).
• Arquitecto.
• Maestro de obra.
• Alarife
• Autoconstrucción
• Desconocida
3.2. Fecha de construcción.
(Fecha o periodo aproximado)

4. USO Y CONSERVACIÓN
4.1. Uso actual.
• En uso o abandonado.
• De estar en uso, a qué se utiliza y si es en su totalidad o en parte.
Indicar los espacios que ya no se utilizan.
4.2. Estado de conservación.
• Bueno, Regular, Malo.

5. SITUACIÓN JURÍDICA
5.1. Titularidad Actual.
(Nombre del propietario. Indicar si es público o privado).
5.2. Evolución de la Titularidad.
• Evolución de la propiedad: indicar en su caso si siempre ha pertene-
cido a los mismos dueños o si se conocen sus anteriores propietarios.
5.3. Tenencia. .49
• Indicar el tipo de cesión: arrendamiento, usufructo, etc.

6. PROTECCIÓN
6.1 Registrado en el catálogo del PGOU o NNSS.
sí/no.
• En caso negativo, indicar si el municipio tiene elaborado el PGOU.
• Normas subsidiarias; en caso de que la población las tenga aproba-
das, ¿se halla el inmueble afectado por las mismas?
6.1.1. Figura de catalogación y nivel de protección.
Tipos Figuras Catalogación.
• Bienes Inmuebles de Interés Histórico.
• Bienes Inmuebles de Interés Arquitectónico.
• Bienes Inmuebles de Interés Ambiental.
Nivel de Protección.
• Grado I Protección Integral o Monumental.
• Grado II Protección Estructural.
• Grado III Protección Ambiental.
6.2. ¿Se encuentra dentro del espacio delimitado por un Plan
Especial de Protección de conjuntos históricos?
6.2.1. ¿Está incluido en el catálogo de protección?
6.3. ¿Está registrado en los bienes inventariados acorde con la
Ley del Patrimonio Histórico y Cultura de Extremadura 2/1999?
Sí/No, y en caso afirmativo enlazar con el Inventario.

7. FUENTES DOCUMENTALES E IMÁGENES ASOCIADAS


7.1. Fuentes documentales escritas.
• Referencias bibliográficas en las que aparezca descrito o referido el
inmueble.
• Otros documentos administrativos en los que se describa o referencie.
7.2. Imágenes.
7.2.1. Fotografías antiguas.
• Localización, tanto si se han podido escanear y adjuntar al expediente
como si no.
7.2.2. Fotografías nuevas.
• Indicar el número, qué parte del edificio o estructura arquitectónica
recogen, y, en su caso, indicar su especial interés sí se ha hecho con
una finalidad más específica: mobiliario, singularidad del elemento
.50 arquitectónico reflejado, etc. 

8. INTERÉS ETNOLÓGICO
• Antigüedad del inmueble e inserción en la memoria de la localidad.
Condición de pionero en su origen, relacionado con determinadas imá-
genes de la localidad, prácticas rituales, costumbres, leyendas,  etc.
• Relación con actividades que se han convertido en identificadoras de
la localidad.
ESTRUCTURA ARQUITECTÓNICA

9. ELEMENTOS CONSTRUCTIVOS
9.1. Materiales.
• Referenciarlos e indicar su uso preferente según que parte de la vi-
vienda.
• Materiales elementos sustentables.
• Materiales elementos sostenidos.
• Materiales suelos.
9.2. Elementos sustentantes.
• Indicar el tipo de muros ‑mampostería, tapial‑, arcos ‑tipología, loca-
lización, etc.‑, columnas, pilares.
9.3. Elementos sostenidos.
• Sistemas de cubiertas ‑teja, pizarra, etc.‑ y armadura, forjado de en-
treplantas ‑bóvedas, armazones de la cubierta‑. Chi­meneas.
9.4. Suelos.
9.5. Vanos: distribución, sistemas de cierre.
• Observar su número, amplitud, distribución, cierres de puertas y ven-
tanas. .51
• Materiales (indicar si son distintos de los de la fachada).
9.6. Elementos ornamentales. 
9.7. Otros elementos arquitectónicos de uso diverso.

10. PLANIMETRÍA
10.1. Descripción.
10.2. Croquis o dibujos antiguos del inmueble.
 10.3. Croquis/plano del inmueble actual.
 10.4. Estructura del inmueble y distribución de sus elementos.
• Fachada.
• Número de puertas de acceso al exterior y diferenciación entre ellas
‑ ubicación, tamaño, denominación, etc.‑
• Número de plantas: uso de las mismas.
• Regularidad/irregularidad de la planta.
• Número de crujías.
• Ubicación de las dependencias principales.
• Dependencias anejas: vivienda de santero en el caso de las ermitas,
pozos, fuentes, etc., en el caso de cines, salas de baile, teatros, etc
puede tener algún espacio anejo como una taberna, etc.)
• Cubierta: número de aguas del tejado y orientación de sus vertientes.
• Dimensiones.

11. ADAPTACIONES Y PROCESOS DE TRANSFOR-


MACIÓN DE LA ESTRUCTURA Y ELEMENTOS DEL
INMUEBLE
11.1. Transformaciones en la estructura. Fecha de las transfor-
maciones más significativas.
• Reseñar los elementos/espacios mejor conservados en razón de su
concepción originaria. Indicar las transformaciones que ha tenido:
fechas en que ocurrieron, materiales empleados, finalidad de los
cambios, espacios abandonados, etc..), transformaciones de uso más
representativas.
11.2. Infraestructura actual del inmueble.
• Agua corriente, luz, teléfono.

.52 12. FUNCIONALIDAD DE LOS ESPACIOS


12.1. Finalidad predominante a la que se destina el inmueble.
Pasado y presente.
• Recreativa.
• Religiosa.
• Sociopolítica.
• Socioeconómica.
• Otras.
12.2. Nivel de integración del grupo social que lo utiliza.
• Grupal (Indicar variable que los definen: género, oficio, hermandad, etc.)
• Comunal (local).
• Supracomunal (supralocal).
12.3. Posibilidad de acceso: abierto/restringido.
12.3.1. Si el acceso es restringido, indicar condiciones:
• Género.
• Número cerrado de miembros.
• Otros requisitos para ser asociados como socios, hermanos de
cofradías,etc.
12.4. Tiempo de uso:
• Cotidiano (ciclo semanal).
• Fechas festivo-ceremoniales (ciclo anual).
• Diario.
12.5. Breve descripción de las actividades desarrolladas o rela-
cionadas con el inmueble.
• Cumplimentar preferentemente  en el caso de las actividades festivo
ceremoniales.­
12.6 Cambios habidos en estas prácticas socioculturales.

13. ORGANIZACIÓN DEL ESPACIO


13.1. Espacios de uso colectivo.
13.2. Espacios de uso restringido.
• Observar la diferencia en amplitud, decoración. Indicar quienes pue-
den utilizarlo: socios, hermanos, mayordomos, familia, etc.
13.3. Prácticas asociadas al uso y conservación del inmueble.
• En qué fechas se arregla: fiestas, acontecimientos sociales, etc.
13.4. Valoración de la relación inmueble, prácticas sociales a las
que se ha vinculado, y significación local.
• Hacer referencia a aspectos más concretos del inmueble: personajes
.53
destacados que estén de alguna forma vinculados con el mismo, re-
lación del inmueble con algún acontecimiento histórico, leyenda, cos-
tumbres o creencias, relación con los grupos sociales locales (caso de
casinos o tabernas, cines, teatros, etc), significación de las imágenes
que albergan en el caso de los edificios religiosos, etc.

14. BIENES MUEBLES ASOCIADOS AL INMUEBLE


14. 1. Mobiliario y objetos más significativos. Denominación,
descripción y funcionalidad.

15. DATOS GENERALES


Fecha de Inventariado:
Código de registro:
Códigos relacionados:
Si el elemento seleccionado forma parte de un complejo, misma cortijada,
etc. en la que se hayan hecho otras fichas específicas.
Investigador:
Informe del Investigador.
Anotaciones:
¿Se ha recorrido la totalidad del edificio?
En el caso de no haberse podido observar la totalidad del edificio indicar
las razones (estado de ruina, negativa del propietario o inquilino, imposibi-
lidad de localizar al depositario de la llave, etc.)
Informantes:
Transcripción de las Entrevistas.

.54
03_anexo de tipologías

Tipologías I:

Inventario de arquitectura vernácula extremeña.


Arquitectura habitacional.
Se han tomado como eje de referencia las viviendas relacionadas con
los sectores vinculados con la actividad agroganadera determinante en la
estructura social extremeña hasta la década de los años sesenta.

1.- Viviendas de grandes propietarios agroganaderos.


2.- Viviendas de medianos propietarios agroganaderos.
3.- Viviendas pequeños propietarios agroganaderos.
4.- Viviendas de trabajadores.
5.- Viviendas de artesanos.
6.- Viviendas de burguesía comercial e industrial. .55
7.- Otras.
Tipologías II:

Inventario de arquitectura vernácula extremeña.


Procesos de abastecimiento, producción, transformación y
distribución.
01 02 03 04
Infraestructura Actividades Actividades Actividades
arquitectónica y primarias de transformación de distribución
sistemas de y servicio
abastecimiento
ABASTECIMIENTO AGRICULTURA PRODUCCIÓN DE 47. Mercados
DE AGUA 12.Cortijos ALIMENTOS 48. Posadas
1.Canalizaciones 13. Haciendas 26. Almazaras 49. Tiendas
Acequias 14. Huertas 27. Conservas 50. Ventas
Acueductos 15. Silos 28. Mataderos 51. Cillas
Canales (atarjeas) 16. Secaderos de... 29. Molinos harineros 52. Pósitos
2.Depósitos de agua Zarzos Eléctricos 53. Tercias
Albercas Castañas Hidráulicos
Aljibes Pimentón de Rodezno
Balsas GANADERÍA Aceña
Pantanos 17. Apriscos de Viento
30. Obradores
.56 Pilas
3. Complejos hidráulicos
Enramadas
18. Chozos 31. Tahonas
4. Fuentes 19. Palomares BEBIDAS
5. Abrevaderos 20. Tinados 32. Bodegas
6. Lavaderos 21. Zahurdas 33. Destilerías
7. Norias MINERÍA 34. Lagares
8. Pozos 22. Caleras CUERO. PIELES
9. Puentes 23. Canteras 35. Tenerías
10. Terrazas (sistemas de) 24. Complejos mineros FIBRAS TEXTILES
11. Eras 25. Yesares 36. Telares (talleres)
MADERA
37. Carpinterías
38. Serrerías
39. Tonelerías
MINERALES
40. Alfares
41. Fábricas de vidrio
42. Fraguas
Herrerías
43. Tejares
OTROS
44. Almacenes
45. Fábricas (si carece de
nombre específico)
46. Hornos
(¡) Pueden tener la condición de edificios históricos, de estilo, a excluir de este inventario, pero con frecuencia
reproducen esquemas arquitectónicos y técnicas constructivas que han de ser registradas como tradicionales.
Tipologías III:

Inventario de arquitectura vernácula extremeña.


Espacios de sociabilidad y prácticas socioreligiosas

01 02
Prácticas Espacios de ocio
religiosas y sociabilidad

Calvarios Balnearios. Baños


Capillas Bares. Tabernas
Casas de Hermandad Casinos. Círculos. Ateneos
Cementarios Cines
Ermitas. Santurarios Peñas
Hornacinas Plazas de toros
Templos parroquiales Teatros
Viacrucis

.57
.58

La arquitectura relacionada con los procesos productivos, como ilustramos arriba con las corralás o zahur-
das de Torrequemada (Cáceres) o la arquitectura de la muerte, en este caso con el cementerio de Gata
(Cáceres), abajo, insisten en este definitorio carácter documental de la arquitectura vernácula.
04_PROYECCIÓN ESTADÍSTICA Y CARTO-
GRÁFICA

El resultado más inmediato del inventario ha sido la obtención de una


ingente cantidad de datos en bruto que, estudiados en la actualidad por la
OPE, nos permiten generar una serie de estadísticas que facilitan el aná-
lisis y la gestión misma de este patrimonio:

A. Análisis estadístico de las tipologías funcionales


• Arquitectura Habitacional
Chozos, viviendas jornaleras, casas solariegas...
• Arquitectura relacionada con Procesos de Producción y
Transformación.
Edificaciones relacionadas con actividades primarias y de transforma-
ción, como por ejemplo molinos, lagares, cocederos de altramuces...
• Espacio de Sociabilidad: .59
Cementerios, ermitas, fuentes...
De los más de 4.000 elementos que configuran actualmente el Inven-
tario la distribución porcentual de la representación de cada una de estas
tipologías es la siguiente:

Porcentaje de cada tipología recogida en el inventario

Por lo tanto, existe una equiparación en cuanto al número de ele-


mentos habitacionales y los relacionados con actividades productivas, de
distribución y transformación inventariados. Este hecho se acentúa debido
a que hay un 10% de los elementos habitacionales que se identifican a su
vez con elementos relacionados con la arquitectura del trabajo: molinos,
ventas, norias, chozos, etc.
Por otro lado, cada Tipología Funcional se subdivide en una serie de
categorías que nos ayudan a reflejar las características de cada uno de los
elementos inventariados, así como su función e interés etnológico.
La distribución porcentual de los elementos inventariados bajo estas
categorías nos facilita una adecuada perspectiva global que necesariamen-
te será matizada en posteriores análisis.

.60
Arquitectura Habitacional

Porcentaje de Elementos Habitacionales recogidos en el inventario

ARQUITECTURA RELACIONADA CON PROCESOS DE PRODUCCIÓN Y


TRANSFORMACIÓN

La arquitectura relacionada con los procesos productivos, de transforma-


ción y distribución se subdivide en cuatro categorías que a su vez presen-
tan varias subtipologías.
La representación porcentual de elementos inventariados en cada uno
de estos niveles es la siguiente:

.61

Porcentaje Tipos de Arquitectura del Trabajo recogidos en el inventario


.62
Porcentaje de Elementos de Arquitectura y Trabajo recogidos en el inventario

.63
De las 73 tipologías previstas en un principio se han reflejado en el
inventario 63 de ellas. Y Como podemos observar los más representados
son los siguientes:
ESPACIOS DE SOCIABILIDAD

Porcentaje de Tipos de Arquitectura de Sociabilidad recogidos en el invernadero

.64

Porcentaje de Elementos de Arquitectura de Sociabilidad recogidos en el invernadero

De los 21 elementos previstos dentro de las tipologías de la arquitectura


de sociabilidad se han recogido datos de 19, siendo los más representados
las ermitas y cementerios.
B. Análisis estadístico de la estructura arquitectónica

LOS SUELOS:

A tenor de los datos aportados por el trabajo de campo hemos distingui-


dos diez tipos de suelos en función de los materiales empleados para su
construcción:

.65
Porcentaje de Tipos de Suelos recogidos en el invernadero

La proyección cartografíca de estos datos nos facilita una adecuada vi-


sión de conjunto, no obstante, en el momento actual de revisión de los
trabajos, no podemos aún inferir ningún tipo de conclusiones más allá de
ilustrar la distribución geográfica de estos suelos en nuestra comunidad.
Así, por ejemplo, tenemos:
.66

Mapa de Distribución Regional de Suelos de Losetas Hidráulicas


.67

Mapa de Distribución Regional de Suelos Enchinados


ELEMENTOS SUSTENTANTES:

Los tipos de elementos sustentantes se diferencian en función del ele-


mento constructivo que sostiene el peso de la construcción, de este modo
se pueden diferenciar cuatro tipos de elementos sustentantes, apareciendo
solos o en combinación en los diferentes elementos arquitectónicos inven-
tariados, siendo su representatividad porcentual la siguiente:

Porcentaje de Tipos de Elementos Sustentantes recogidos en el inventario

Para analizarlos en profundidad hemos diferenciado, al igual que en


apartado anterior, entre dos de sus atributos esenciales:
• Materiales
.68 • Técnicas

Porcentaje de Materiales de Elementos Sustentantes


recogidos en el inventario
Porcentaje de Técnicas de Elementos Sustentantes
recogidos en el inventario

TÉCNICAS - MATERIALES- ELEMENTOS SUSTENTABLES

Por último hemos creído necesario cruzar los datos de las técnicas con los .69
materiales, de tal forma que podamos identificar cuáles son los materiales
predominantes en cada una de las técnicas, dotando a este análisis de mayor
protagonismo, debido a su importancia.
.70

Porcentaje de Técnicas y Materiales de Elementos Sustentantes recogidos en el inventario

Al cruzar estas dos variables podemos observar cómo hay materiales


que no tienen presencia en algunas técnicas y cuya representatividad viene
dada por el uso exclusivo en algunas de ellas, como es el caso del adobe en
los muros de tapial o los arcos de pizarra a hueso de algunos puentes de las
Hurdes. Pero tanto la lógica como los elementos destacables nos aportan
una visión general del uso de las técnicas y materiales en los elementos
sustentantes.
Como en el caso de los suelos podemos proyectar estos datos en la
cartografía regional obteniendo ejemplos como los que siguen:
.71

Mapa de Distribución Regional de Muros de Mampostería de Pizarra


.72

Mapa de Distribución Regional de Muros de Mampostería de Adobe


ELEMENTOS SOSTENIDOS

En cuanto a los elementos sostenidos, refiriéndonos a ellos como los ele-


mentos constructivos que descansan sobre los elementos sustentantes (ar-
cos, muros, columnas, etc), podemos diferenciar los siguientes tipos:
• Armaduras
• Entresuelos y Techumbres
• Cubiertas
Para analizarlos en profundidad hemos diferenciado, al igual que en
apartado anterior, entre dos de sus atributos esenciales: los materiales y las
técnicas.

.73

Porcentaje de Materiales de Elementos Sostenidos recogidos en el inventario


Porcentaje de Técnicas Constructivas de Elementos Sostenidos recogidos en el inventario

Por último hemos creído necesario cruzar los datos de las técnicas con
los materiales, de tal forma que podamos identificar cuáles son los mate-
riales predominantes en cada una de las técnicas, dotando a este análisis de
.74
mayor protagonismo, debido a su importancia
.75
.76
Cartográficamente también obtenenos interesantes proyecciones re-
gionales como las que ilustran los ejemplos que siguen:

.77

Mapa de Distribución Regional de Armaduras de Castaño


.78

Mapa de Distribución Regional de Armaduras en Par Hilera


05_CONCLUSIones

En el momento de revisión y análisis de los trabajos realizados podemos


afirmar que se han colmado nuestras espectativas iniciales y hoy contamos
con una muy amplia base de la arquitectura tradicional extremeña. Más
que de un trabajo acabado seguimos hablando de un proyecto en cons-
trucción, abierto por razones ya explicadas, a futuras incorporaciones de
los inmuebles que no hemos incluido en esta primera fase por la necesidad
de seleccionar.
Por encima de la cuantificación de los inmuebles, lo sustantivo es la
consecución, a partir del inventario mismo y de los trabajos posteriores
a él, de una herramienta fundamental que hoy ya permite la gestión de
este tan vasto como importante patrimonio cultural extremeño. En este
sentido, el inventario se eleva como un soporte que ha permitido y per-
mite la documentación, proteccion, preservación y valorización de nuestra
arquitectura tradicional. Hoy conocemos mejor su localización, su estado
y las características de unos acervos indisolublemente unidos a nuestra .79
identidad. Es precisamente desde este conocimiento desde el que hemos
iniciado los expedientes de declaración de Bien de Interés Cultural de
ejemplos vernáculos fundamentales en nuestra arquitectura tradicional, así,
el Conjunto Agraganadero de Los Pajares en Santibáñez El Alto (Resolu-
ción 28 de mayo de 2009, DOE nº 111, 11 julio de 2009; declarado B.I.C.,
decreto 199/2010 de 15 octubre, BOE nº 296, 6 diciembre de 2010), el
Poblado Minero de Aldea Moret (Resolución 26 de enero de 2010, DOE
nº 36 de 23 de febrero de 2010) y el Conjunto de Huerta, Alberca, Noria
y Cocedero de Altramuces en la finca La Cabra de Monesterio (Resolu-
ción 2 de marzo de 2011, DOE nº57 de 23 de marzo de 2011).
Conjunto Agraganadero de Los Pajares en Santibáñez el Alto (Cáceres).

.80

Conjunto Huerta, Noria y Cocedero de Altramuces en la Finca La Cabra de Monesterio


(Badajoz). El inventario no es un fin en sí mismo sino un medio fundamental para la gestión patrimonial;
la incoación / declaración BIC pasa necesariamente por el conocimiento generado a partir de la prospección
extensiva, selectiva y abierta con la que hemos iniciado un trabajo que entendemos debe estar sometido a
una continua revisión.
06_BIBLIOGRAFÍA

Si bien a lo largo del texto hemos preferido, para así agilizar la lectura, ob-
viar las notas a pie de página, sí hemos considerado oportuno facilitar una
orientación bibliográfica tanto para el lector interesado, como en recono-
cimiento a los autores a través de cuyas obras hemos fundamentado el in-
ventario y las reflexiones que a lo largo de estas líneas hemos desarrollado.
Una útil lectura por las descripciones planteadas, por ser pionera en
descubrir y estudiar la “arquitectura popular”... la encontramos en obras
como la de Carlos Flores(1979), La España popular. Edt. Aguilar; con una
pretensión general en cuanto que nos presenta un recorrido por toda la
Penísula y, en Extremadura. Juan Carlos Rubio Masa (1985) Arquitectura
Popular de Extremadura. Mérida. Editora Regional; nos presenta en uno
de los referenciales cuadernos populares una panorámica de la cuestión
estudiada en nuestra comunidad.
Sobre la convergencia Patrimonio- Antropología tenemos que citar:
Agudo Torrico, Juan
.81
• (1997) “Patrimonio Etnológico. Problemáticas en torno a su definición y
objetivos. Boletín IAPH, nº 18; pp. 97-108. Sevilla.

• (1999) “Cultura, patrimonio etnológico e identidad”. Boletín IAPH, nº 29;


pp. 36-45.

• (1999) “Patrimonio etnológico e inventarios. Iventarios para conocer,


iventarios para intervenir. En VV.AA Patrimonio etnológico. Nuevas pers-
pectivas de estudio. IAPH. Granada. Pp 52-69.

• (2008) “ Los inventarios del patrimonio etno-antropológico. Enfoques


metodológicos” en Roberto Penas Puente y Celia Martínez Armental( Co-
ord.) O Patrimonio Etnográfico. Xunta de Galicia. Pp 143-177

Moreno Navarro, Isidoro.

• (1991) “Patrimonio Etnográfico, estudios etnológicos y antropología en


Andalucía: Problemas y Perspectivas” en Anuario Etnológico de Andalucía(
1988-1990), Sevilla, pp 9-15.

• (1999) “El patrimonio cultural como capital simbólico” en Anuario Etno-


lógico de Andalucía 1995-1997. Granada

Prats, Ll.( 2001) Antropología y Patrimonio. Barcelona Ariel


En relación a la arquitectura tradicional estudiada desde la antropolo-
gía cultural tenemos una bibliografía dispersa y en ningún caso numerosa.
Unas claras orientaciones teóricas y metodológicas las encontramos en:

Agudo Torrico, Juan

• (1999) Inventario de arquitectura tradicional en Andalucía. Definición de


objetivos y metodología: Espacios habitacionales en Anuario Etnológico de
Andalucía( 1995-1997), IAPH Granada, pp 259-272

• (2000) Nuestra arquitectura tradicional. Un patrimonio que se pierde


Anuario Etnológico de Andalucía( 1995-1997), IAPH Sevilla, pp 257-266

• (2001) Espacios urbanos y arqitectura tradicional en Gabriel Cano (dir.)


Gran Enciclopedia Andaluza del siglo XXI. Conocer Andalucía. VOL VII. Ed.
Tartesos. Sevilla

• (2003) Problemáticas en la interpretación y metodología de estudio de las


arquitecturas tradicionales en Martín Galindo( Coord.) Piedras con Raíces.
Diputación Provincial de Cáceres. Pp 45-87

Finalmente, amén de la legislacion patrimonial, estatal y autonómica,


conviene tener presente los textos internacionales. En este sentido, si bien
.82 habría que actualizarlos, nos parece especialmente interesante:

VV.AA (2004) Repertorio de Textos Internacionales del Patrimonio Cultural.


IAPH. Comares. Granada.
.83
Chozos, molinos, almazaras...han estado
más unidos a nuestros recuerdos que a
nuestro patrimonio. La escuela nos enseñó
a valorar el románico, el gótico, etc. pero
nadie se ocupó de resaltar la importancia
de eso que incluimos bajo la denominación
de arquitectura tradicional o vernácula, tan
indisolublemente unida a nuestra historia
y nuestra cultura. La toma de conciencia
en cuanto a la desaparición de este tipo
de construcciones, unido a los cambios
que ha experimentado el concepto de
patrimonio, hoy definido como cultural,
han generado la perentoria necesidad de
.84
estudiar, valorizar y proteger, en el sentido
actual del término, este patrimonio duran-
te tanto tiempo relegado a los testimonios
marginales y por tanto prescindibles de
nuestra identidad cultural.

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