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Influencia Social.

Tema II.
Las Emociones.

P E F (manifestación fisiológica)
C
Las emociones surgen de un pensamiento y producen un
comportamiento, pero también una manifestación fisiológica.
Si la inteligencia es la capacidad de adaptarse al medio en el que
se vive, la inteligencia emocional es la capacidad de
adaptar/canalizar y utilizar correctamente la información que le
proporcionan los sentimientos, de controlar los impulsos, el
entusiasmo, la empatía, la perseverancia, la asertividad (capacidad
de decir las cosas de forma positiva).
Las emociones son estados internos que se caracterizan por
cogniciones (pensamientos, sensaciones), reacciones fisiológicas y
conductas muy propias. Estos estados tienden a aparecer
repentinamente y ser difíciles de controlar y no se pueden medir
directa, objetiva o cualitativamente.
Así, la inteligencia emocional consiste en que, en el momento en
que estoy pensando algo negativo, antes de que se desencadene
todo el proceso, cambiar ese pensamiento negativo por uno positivo.

El sistema nervioso autónomo (SNA).


El sistema nervioso autónomo tiene dos subsistemas dentro de
él:
1. Sistema parasimpático: es el que conserva y almacena los
recursos corporales, el que nos mantiene relajado: dilata las
arterias, inhibe los movimientos del corazón, contrae pupilas,
contracciones y secreción de la mucosa estomacal,
respiración pausada.
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2. Sistema simpático: pone al cuerpo en alerta (contracción


arterial) acelera el corazón, dilata las pupilas, acelera el ritmo
respiratorio, prepara el cuerpo para que pueda coagular
enseguida la sangre, contrae el estómago e inhibe sus
secreciones... Moviliza los recursos del cuerpo en las
emergencias. Nos ayuda a sobrevivir, a superar un peligro.
Hace un gasto de energía muy grande.
Los seres humanos, en un estado normal, estamos preparados
para que estos dos sistemas se compaginen. Sin embargo, la
sociedad actual estresa a los individuos, provocando estímulos
ficticios peligrosos que hacen que el sistema simpático se active
innecesariamente, provocando ansiedad, estrés, depresión.
La activación del sistema simpático depende de la percepción de
esa realidad que, a su vez, depende de la edad, el género, la
personalidad, etc.
No hay emoción que no esté vinculada a una manifestación
fisiológica. Si eres capaz de captarla podrás conocer la emoción.
¿Cómo se pueden producir a nivel físico las emociones?
Los receptores sensoriales están por todo nuestro cuerpo y se
encargan de captar los estímulos del mundo externo. Captan aquello
para lo que están capacitados (ojosimagen; olfatoolores;
oídosonidos; pielfrío, calor). Pero los receptores sensoriales sólo
pueden captar un espectro físico de esas sensaciones: por encima o
por debajo no pueden captarlas. Un receptor se dispara cuando un
estímulo físico le llega lo suficientemente intenso como para captarlo
dentro del espectro y siempre y cuando esté preparado para ello.
Inmediatamente después de captar el estímulo lo traducen a
impulsos bioeléctricos sensoriales y, a continuación, lo transmiten, vía
fibras nerviosas, hacia el hipotálamo (cerebro). Una vez que el
hipotálamo lo procesa, envía la información hacia las diferentes zonas
cerebrales. Después hay un nuevo procesamiento y almacenamiento
(recuerdo) de la percepción del estímulo en esas áreas. A partir de ahí
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se produce una reacción: la emoción. Por eso es tan difícil de


controlar.
El sistema nervioso autónomo también hace que actúe el
sistema endocrino, que realiza tareas semejantes al sistema
simpático; pero el endocrino realiza su función a través de la
secreción de hormonas (ejemplo: adrenalina).
La emoción está muy unida al lenguaje, dado que en el lenguaje
utilizamos metáforas para referirnos a emociones (ejemplo: se le
encogió el corazón  pena; se le pusieron los pelos de punta 
miedo; se me ha partido el corazón  me han hecho daño), se trata
de estados emocionales.
Según las últimas investigaciones al respecto, se establece una
clara relación entre la emoción y la enfermedad. Y es que en
ocasiones, sufrir una intensa emoción puede provocar reacciones a
nivel fisiológico que se identifican con desarreglos corporales como el
estreñimiento, dolor de estómago, ansiedad... En ocasiones, la
constante emoción unida a un dolor prolongado puede derivar en
enfermedades de tipo crónico. Cuando se está estresado se tiene más
facilidad para caer enfermo. Es por ello que cuando la mujer
embarazada está muy estresada segrega más hormonas femeninas a
sus fetos varones de lo normal.
Las personas poseen una tendencia innata hacia las emociones.
Estas forman parte de la vida de cualquier individuo, afectan a su
sistema nervioso, forman parte de sus alteraciones, producen
comportamientos, etc. Así, el manejo y control de la capacidad de
emoción de quien la padece provoca una clara influencia en el resto
de individuos.
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