Está en la página 1de 49

H EC H O S/I D EA S

WILLIAM OSPINA

Parar en seco*

En nada se conoce tanto el brío de un potro


como en la capacidad de parar en seco.

Montaigne, Ensayos

El gran malestar

C
uando en el mes de marzo de 2016 los diarios mostraron
que se había blanqueado la barrera coralina de Australia,
muchos en el mundo tuvimos la sensación de que la hora
definitiva estaba llegando.
Largo tiempo se creyó que el fin del mundo sería un solo

Revista Casa de las Américas No. 290 enero-marzo/2018 pp. 5-20


evento catastrófico, una suerte de espectáculo cósmico como
los que evoca Rafael Argullol en su admirable libro El fin del
mundo como obra de arte. Lo que estamos empezando a ver
más bien podría designarse como el Gran Malestar.
No carecerá de catástrofes: las erupciones volcánicas desde
Islandia hasta Indonesia, el continente de plástico del Pacífico,
la desaparición de los hielos del Ártico, el peligro alarmante del
derretimiento del permafrost de Siberia, que guarda frágilmente
los mayores depósitos de metano del mundo, la muerte masiva
de especies, como lo que se ha dado en llamar recientemente el
Apocalipsis de las abejas, pero el actual calentamiento global,
* Este texto apareció originalmente
una evidencia cuyos diagramas nos alarman día a día en internet,
como libro publicado en Barcelona puede no consistir en un mero aumento de temperaturas, sino en un
por Navona Editorial en 2017. progresivo enrarecimiento de las condiciones de vida en el mundo.

5
Lo sentimos con el clima, con veranos e raleza podría dar lugar a una súbita mutación
inviernos cada vez más alterados, con el des- que vuelva a hacer de nosotros la más frágil
plazamiento de los mapas vegetales, con la de las especies. Y ello habrá ocurrido, asom-
modificación de los nichos de las especies de brosamente, gracias a nuestro talento, nuestro
plantas y de insectos, con el extravío de bandadas saber y nuestra insuperable soberbia, que todo
y cardúmenes, con la mutación de los virus y la lo quiere subordinar a intereses que ni siquiera
amenaza creciente de las pandemias. son los de nuestra especie, sino solo de lo peor
Un planeta que durante milenios ha sido el que hay en ella.
escenario más propicio para la vida, para nuestra Es probable que ya sea tarde para prevenir
forma de vida, podría trasfigurarse ante nuestros muchos males; es probable que solo hayamos
ojos en una morada inhóspita, de sol calcinan- empezado a advertirlas cuando buena parte de
te, de aire tóxico, de agua impotable, de pieles las alteraciones ya estaban en marcha. No es
irritadas, de complicaciones respiratorias, donde fácil decir cuándo comenzó el ser humano a ser
los tejidos enloquezcan, los sentidos se alteren conciente de sus propios maleficios. Cuando
y los gérmenes escapen a todo control. Isaac Asimov y Frederik Pohl escribieron alar-
Alcanzada, como lo hemos logrado hasta ahora, mados su libro La ira de la tierra, ya todo estaba
la era de mayor seguridad en el transporte aéreo, seriamente alterado. Cuando en 1959 Aldous
con máquinas casi perfectas que alcanzan su Huxley lanzó sus tremendas advertencias en las
destino con una precisión asombrosa, corremos conferencias de Santa Bárbara, California, a
el riesgo de que el aire, todavía apacible salvo las que llamó La situación humana, ya muchos
en ligeras zonas de turbulencia, se llene de males estaban declarados. Cuando Humboldt, a
peligros imprevisibles. No queremos barreras mediados del siglo xix describió la tierra como
de hielos súbitos, granizos intempestivos, tur- un organismo viviente, en el que todo depende
bulencias que podrían convertir la atmósfera de todo, en el que no hay movimiento que no
en rizos más indóciles que las olas de Australia. tenga su réplica ni fenómeno que no aliente su
Ya los médicos advierten que la dádiva de contrario, ya estábamos advertidos de que toda
los antibióticos, que hace medio siglo nos con- alteración del equilibrio forzosamente producirá
vencieron de que habíamos triunfado sobre las consecuencias.
infecciones, no solo podría revertirse, sino dar El planeta sabe equilibrar sus fuerzas, pero
pie a una generación de bacterias y de virus
estaríamos locos si pensáramos que lo hará
reforzados. Es natural que sea así, porque la
vida tiene el deber de luchar y de defenderse en en beneficio de alguna especie en particular, y
todos los organismos y en todas las especies. Si menos de aquella que está alterando todo de un
los gérmenes son un peligro para nosotros, no modo destructivo. La condición única de la vida
debemos olvidar que nosotros somos un peligro es el equilibrio original, toda alteración arbitraria
para los gérmenes, y que ellos tal vez sepan y sobre todo excesiva despertará fuerzas que no
protegerse mejor. pueden sernos propicias: el mundo se equilibrará
La era de la dominación estúpida y carente sacrificándonos. Para el planeta es indiferente si
de escrúpulos de los humanos sobre la natu- el aire está lleno de oxígeno o de carbono, eso

6
no preocupa a los elementos. Si la tierra se con- y de rendimiento, al contrariar ese espíritu apa-
virtiera en un nicho rojo de selvas tóxicas, o en rentemente práctico, parece regodearse apenas
el desierto que anunciaba Nietzsche, la tierra lo en la contemplación, y a los ojos de los gerentes
aceptará como su nueva realidad, exactamente de lo útil roza los vértigos del misticismo y de la
al modo como la barrera de arrecifes coralinos superstición. El gran Leviatán solo respeta a la
de Australia se está convirtiendo ante nuestras ciencia cuando esta le sirve como instrumento
cámaras en una muralla blanca de corales muer- para sus designios: cuando el conocimiento
tos donde las algas ya no encontrarán sustento contraría al poder, no solo corre el riesgo de ser
ni exhalarán oxígeno a la atmósfera. negado sino que acabará siendo calumniado por
El calentamiento global en este caso no es la propaganda industrial.
otra cosa que una fiebre planetaria, pero toda Cristo dijo en su tiempo que había que dar al
fiebre es el síntoma de una enfermedad que en César lo que es del César y a Dios lo que es de
este caso puede minar, no apenas la salud de Dios. Lo singular de esta época es que ahora el
unas especies, sino la totalidad de la vida. Para César quiere lo que es de Dios, y ha llegado el mo-
entender esto es necesario comprender que, mento de gritar que no podemos aceptar ese trato.
como lo sintió Humboldt, hay un continuum de
la vida planetaria. Se ofrece ante nuestros ojos La criatura sin límites
bajo la apariencia de seres individuales, de espe-
cies perfectamente diferenciadas, pero sin duda Los poderes del mundo han sido hábiles en apro-
unas especies son complementarias de otras, toda piarse de la riqueza planetaria: de las tierras, la
selva es un diálogo de fuerzas, formas, sustan- industria, los capitales, los depósitos de la banca,
cias, ritmos y metabolismos, y por eso cuando el conocimiento, la información, el espectáculo.
nos dicen que un ecosistema solo está completo Han construido un mundo en el que se encargan
si hay felinos en él, nos están señalando que un de nuestra comodidad a través de la industria, de
tigre, un jaguar o una pantera no son criaturas nuestra diversión a través de una deslumbrante
particulares sino la manifestación de la salud de provisión de espectáculos, de nuestra educación
un sistema viviente. Parecen seres aislados, pero a través del refinado negocio de la pedagogía, de
son partes significativas de un todo, y a lo mejor nuestra obediencia mediante los mecanismos
la muerte de los jaguares puede comenzar con pavlovianos de la publicidad, y de nuestra volun-
el palidecer de ciertas flores, el debilitamiento tad gracias a la eficacia ineluctable de los medios
de ciertas piedras, el enrarecimiento de ciertas de comunicación. Pero ¿qué es su fuerza sino
algas o el silenciarse de ciertos cantos de aves. nuestra debilidad, qué es su poder sino nuestra
Una mirada meramente utilitaria sobre la na- docilidad, qué es su triunfo sino nuestro fracaso?
turaleza, que no sea capaz de ver lo que la poesía Durante siglos la humanidad se ha engañado en
vio siempre en ella, no solo es incapaz de advertir ingenuas luchas políticas por el poder, cuando lo
esa interdependencia: tiene la determinación de único razonable sería, no una lucha por el poder, sino
no advertirla. Porque una mirada amplia y huma- una lucha para negar el poder o para transformar el
na, al oponerse a los esquemas de rentabilidad poder en otra cosa. Si esos grandes poderes lo son es

7
porque tienen a quién proveer, a quién imponer A ese apetito prometeico que nos hace querer
normas, a quién dar órdenes, a quién halagar y ser más veloces, más poderosos, más ricos, más
adular. Su imponencia no es más que el otro nombre diestros y más seguros, a esa competitividad
de nuestra renuncia, y a lo mejor es un error luchar extrema que es una causa poderosa de odios y
contra ellos. A estas alturas de la historia cada vez de guerras, a esa voluntad de dominio que nos ha
es más evidente que lo que hay que hacer contra convertido en la especie hegemónica a la que todo
ellos hay que hacerlo en nosotros. está subordinado, si bien le debemos muchas
La ingeniosa humanidad produjo durante cosas magníficas que hay en nuestras sociedades,
milenios toda suerte de inventos magníficos los refinamientos de la industria, los milagros de
para hacer la vida más grata, más cómoda, más la técnica, los deleites de la modernidad, le de-
refinada y más bella. Nadie puede tener ninguna bemos también la reciente irrupción de grandes
objeción contra el arte humano que produjo el e inquietantes hechos planetarios que en menos
paraguas y la silla plegable, el cepillo de dientes de dos siglos han alterado el equilibrio natural,
y el jabón perfumado de flores, contra la sabia han producido daños crecientes que destruyen
gastronomía que supo combinar la utilidad y especies enteras y han puesto en peligro no solo
el deleite, contra el conocimiento que unido una civilización varias veces milenaria, sino la
al ingenio y al buen gusto nos dio almohadas aventura misma de la vida en la tierra.
y toallas, inodoros y duchas, la diversidad de Alguien declaró que «los verdaderos antiguos
nuestros hogares y los calidoscopios de nuestra somos nosotros y no los hombres del Génesis o
indumentaria, poleas y ruedas, la posibilidad de de Homero». Un extraterrestre inventado por
calor en la helada y de aire fresco en la canícula. Voltaire, Micromegas, se quejó de que en su
También sería ingrato quejarnos del comercio planeta la vida duraba «apenas treinta mil años,
que unió las caravanas del norte de África con período, ay, comparable a un instante». Así nos
la ruta de la seda, al que convirtieron en arte los hizo entender por qué todos morimos con la
marinos fenicios y que ha estado con nuestra sensación de que la vida fue muy breve.
especie desde el día siguiente del entierro de La capacidad de aprender que nos caracteri-
Abel. Pero el humano es el aprendiz de brujo: za, y que es la más terrible de nuestras virtudes,
siempre corre el riesgo de que las descomunales esa sed de novedades, esa gracia de invención, esa
fuerzas que despierta se vuelvan contra él. No solo curiosidad en la que se funda la novelería de
porque, como sostiene Virilio, cada invento trae los medios de información y de comunicación,
aparejado su accidente, de modo que al inventar esa pugnacidad que alientan los ejércitos, esa
la navegación surgió la posibilidad del naufragio, competitividad que evidencian los deportes y
al inventar el coche la posibilidad del crash y al los concursos, esa agresividad que parece la ley
inventar las máquinas voladoras la posibilidad del de la historia, esa avidez de juego, de amor, de
siniestro aéreo, sino por el hecho de que somos velocidad, de triunfo, de riesgo, de delirio, tal vez
la única especie natural que no está controlada solo indican que la nuestra es una especie joven,
por el instinto, es rebelde a los límites, y siempre y que tenía razón Aldous Huxley cuando afirmó
quiere más. que el ser humano es un cachorro.

8
Hasta hace dos siglos nos movíamos aún al que a partir de cierto momento el ser humano
ritmo de los elementos, a la velocidad del caballo comenzó a gastar más energía de la que era capaz
y del viento, y se puede decir que cada indivi- de producir con su cuerpo, y ello debió de ser
duo no consumía más energía que la que podía visto por la cultura como uno de los triunfos de la
desplegar gracias a su alimentación, o la que le civilización, aunque era el inadvertido comienzo
brindaban algunas conquistas milenarias como de nuestros mayores peligros.
la doma de animales, la navegación y la rueda. Ya se sabe que desde los orígenes hubo quien
Hijos del sol y el agua, gracias a la vida obtu- pudo beneficiarse no solo del trabajo propio sino
vimos también el beneficio del fuego, pues solo de la fuerza de los animales y del esfuerzo del
es combustible lo que estuvo vivo, pero nuestro prójimo. Pero tener, gracias a nuevas fuentes de
ritmo era desde temprano el de las velas de Odi- energía, una fuerza mayor que la de nuestros
seo, el de los pasos de Dante y de Virgilio, el de brazos, la posibilidad de desplazarnos más con
las herraduras de Bucéfalo y de Rocinante, que menos fatiga, la posibilidad de tener más luz que
acompasaron el descubrimiento del globo, de la la que nos daba el sol, de alargar las jornadas,
terza rima y de la narración. de obtener productos excedentes, sirvió más que
La humanidad conoció durante mucho tiempo cualquier otra cosa para convertir a la especie
lo que llamaba Paul Valéry, hablando de Goethe, humana en la beneficiaria principal de los dones
el arte de las lentas maduraciones. El mundo no del mundo.
solo era ancho y ajeno, viajar a pie era recorrerlo Primero el talento para suscitar el fuego, luego
realmente, permitir que ir viviendo las distancias el arte de dominar y dirigir los elementos, y el
nos madurara para ver las cosas. Tal vez lo más poder de explotar la energía animal y de someter
hermoso de los relatos de la antigüedad es el por la guerra la energía de los congéneres ya
modo como todo había que merecerlo por el nos habían dado un poder particular y habían
esfuerzo, al vellocino de oro no se podía llegar bosquejado el modelo de nuestra dominación
en unas horas, la Odisea habría sido trivial re- planetaria, pero fue la obtención de poderosas
gresando en un chárter a Ítaca. Claro que nuestra fuerzas nuevas debidas a los combustibles fósi-
ansiedad anhelaba el encuentro inmediato, pero les, a la electricidad y al diseño de máquinas lo
nadie hallaría una grandeza mitológica en la que disparó de repente nuestro poder de trans-
perseverancia de Ulises si no hubiera tenido que formar el universo natural hasta hacerlo casi
vencer tantos escollos, y si los veinte años tras- irreconocible, lo que potenció nuestra capacidad
curridos desde su partida no le hubieran dado a transformadora hasta chocar de repente con lo
esa historia toda la hermosa y trágica dimensión inesperado, con la no prevista revelación de que
de la ausencia. nuestra virtud tiene sus límites.
Sería interesante saber cuándo empezó la
edad de la aceleración. Es muy probable que El poder de los mitos
haya influido en ella un cambio de dieta, y sobre
todo la producción de azúcares, que inició una Hace siglo y medio Nietzsche pronunció una
alteración de nuestro metabolismo. Lo cierto es sentencia que se fue haciendo cada vez más

9
angustiosa: «Perecerás por tus virtudes». Nuestras principal, a pedir solamente «el pan de cada
virtudes son innumerables, y si uno de los oficios día». Recomienda amar a los enemigos, dar al
de la filosofía fue descubrirlas y enumerarlas, asaltante lo que olvidó llevarse, ofrecer la otra
su celebración y su estímulo se volvieron con el mejilla al que nos golpea. Quiere verse refleja-
tiempo el principal señuelo de la publicidad. Pero do solo en los más pobres, en los más humildes,
es importante advertir que desde el comienzo en los más desdichados; busca los enfermos,
hubo en la historia humana de Oriente y de prefiere los marginales, acepta la amistad de
Occidente, del norte y del sur, héroes y doc- los mendigos y las prostitutas, recomienda la
trinas que se aplicaron con ardor a contrariar humildad, aconseja la humillación, anuncia
esas virtudes. que los últimos serán los primeros, abraza a los
Hacia el siglo v antes de nuestra era surgie- leprosos, libera a los poseídos, escoge entre sus
ron la prédica de Buda en la India y la de Dió- discípulos a un traidor venal que lo ayudará a
genes de Sínope en la Magna Grecia. Ambos cumplir su misión, y en el último instante ofre-
configuraban una doctrina de la renuncia. Buda, ce a un ladrón un lugar a su lado en el Paraíso.
criado entre lujos y protegido de los males del No es extraño que su doctrina haya producido
mundo, descubre un día que existen la enfer- en el mundo desarrollos extremos, como los del
medad, la vejez y la muerte, y esas tres noticias elocuente poeta Almafuerte, quien predica como
lo hacen convertirse en un asceta, para buscar virtud el fracaso:
por la vía de escapar a la rueda de los deseos,
la liberación y la felicidad de diluirse en el Yo veneré, genial de servilismo,
todo. Diógenes, inducido por una respuesta del en aquel que por fin cayó del todo,
oráculo a falsificar moneda, y reducido por ello la cruz irredimible de su lodo,
a prisión, opta por renunciar a toda posesión la noche inalumbrable de su abismo.
y vivir en la sabiduría y la pobreza, cobrando
apenas una limosna a sus conciudadanos a Quien vindica el destino de los parias:
cambio del beneficio mortificante de decirles
siempre la verdad. Yo desprecié al feliz, al potentado,
Esos dos sabios de Oriente y de Occidente al honesto, al armónico y al fuerte,
prepararon el nacimiento de Jesús, que lleva- porque sentí que les tocó la suerte,
ría la doctrina hasta sus consecuencias más como a cualquier tahúr afortunado.
paradójicas. Se diría que Jesús nació para
contrariar todas las tendencias espontáneas del Y también intenta una rebelión contra las
ser humano. Ante los que exaltan la virtud del normas:
trabajo, declara: «Mirad los lirios del campo
y las aves del cielo, que no trabajan ni hilan, y Yo derramé, con delicadas artes
ni Salomón con toda su pompa vistió como sobre cada reptil una caricia,
ellos». A quienes aprecian el atesoramiento no creí necesaria la justicia
y la acumulación les enseña, en su oración cuando reina el dolor por todas partes.

10
Los que más han estudiado a Cristo en nuestro que suprimió el panteón griego y que se exaltó
tiempo coinciden en que quien mejor lo enten- en la figura mítica a cuya sombra nacerían y se
dió fue uno de los anónimos soldados que lo fortalecerían la edad de la razón, el triunfo de la
arrestaron en el huerto, y que le comentó a humana sobre las otras especies, el primado del
su compañero: «Nadie ha hablado como este espíritu sobre la materia, y la peligrosa entroni-
hombre». zación del hombre como imagen y semejanza
Con todo, creo que Cristo, Diógenes y Buda, de la divinidad.
en sus más bellas manifestaciones, serán todavía Hölderlin no veía eso como un error sino como
personajes claves del futuro, porque el mundo una conmovedora tragedia. Hasta el nacimiento de
está como nunca en manos de la opulencia la ciencia griega, el mundo había estado protegido
insensible, de una idea del triunfo desalmada por un denso velo de sacralidad: la naturaleza era
y perversa, y de una legalidad infame, que es divina y no podía ser profanada por los experi-
capaz de justificar que el uno por ciento de la mentos de la curiosidad o de la sed de saber. Pero
población del planeta sea dueño de la mitad de una vez alcanzado el estatuto de la geometría, una
la riqueza, que castiga al pobre que se roba el vez entrevista la tentadora aventura del conoci-
pan pero bendice a los bancos que arrebatan miento científico, que acaso podría develarnos
a las gentes sus casas, que se ensaña con las todos los secretos, las leyes y las posibilidades
infracciones mínimas de los desposeídos pero de la naturaleza, el insaciable espíritu humano no
autoriza las guerras de despojo y la voracidad de estaba en condiciones de renunciar a esa tentadora
las corporaciones, que hipócritamente castiga al manzana.
torpe que maltrata a un animal pero permite en la Cinco siglos pasaron desde el momento en que
penumbra de los laboratorios la alteración irre- Platón interrogó en sus diálogos todo el saber de
parable del patrimonio genético de las especies. su época, y en que la aventura de la razón griega
El siglo xx fue el siglo de Hegel, de la idea formuló su proyecto, y un debate profundo con-
bienintencionada de que la tarea del espíritu era mocionó el inmenso mundo sobre el que Grecia
tomarse el Estado y transformarlo lentamente ejercía su influencia espiritual. Ese debate se
en convivencia humana, destruyendo a aque- había hecho más intenso a partir de la aventura
llos sectores que tiranizaban o desviaban de de Alejandro, ante quien, como dice la Biblia
sus fines a la humanidad. Pero un compañero en el Libro de los Macabeos, «la tierra se llenó
de estudios de Hegel, Friedrich Hölderlin, que de silencio».
había discutido con él tarde a tarde durante toda Auerbach ha dicho que los silencios de la Bi-
la adolescencia y comprendía la magnitud del blia no son vacíos, sino que son silencios donde
error, escribió en su hermosa novela Hiperión ocurren cosas, y que están llenos de secretas
la sentencia definitiva sobre el tema: «Siempre maduraciones. En ese vasto silencio posterior a la
que el hombre ha querido hacer del Estado su aventura aristotélica de Alejandro construyendo
cielo, se ha construido su infierno». un gran imperio de todo el mundo conocido, la
Hölderlin comprendió por qué Cristo se había doctrina platónica del doble mundo pasó de mente
convertido en el Dios de Occidente, en el dios en mente, de boca en boca y de siglo en siglo,

11
desde los estrados de los eruditos de Alejandría cielo en cuerpo y alma, prometiendo volver para
y las sectas platónicas hasta los oscuros arrabales instaurar el reino milenario.
de las ciudades, desde las costas griegas hasta las Hasta un hombre tan minucioso y tan lúcido
costas sirias, y un día un ángel se apareció a una como Emmanuel Carrère, encarnación contem-
doncella hebrea para anunciarle que lo infinito poránea del agnosticismo francés, que ha inte-
iba a interpolarse en lo temporal, lo celeste en rrogado en su libro El reino todos los pasos de
lo terrenal y lo divino en lo humano, y que un la formación del mito en la escritura de Marcos
dios nacería en la tierra. y de Mateo, todos los episodios del nacimiento
Todas las arcillas del mito convergieron, no de la doctrina en las Cartas y los Hechos de los
tanto en Belén, donde nació la criatura en el Apóstoles, y en la terrible y fascinante figura
año cero de nuestra era, sino en toda la tierra de Saulo de Tarso, exaltador del pequeño culto
de Judea, de Siria, de Turquía, de Grecia y de en religión imperial, y todos los momentos de la
Roma, donde la memoria borrosa del predica- configuración estética y mágica de la leyenda,
dor Jesucristo, venerado y odiado con pasión en la novela de Lucas y en las tremendas fic-
por muchos hebreos de su tiempo y crucifi- ciones filosóficas de Juan evangelista o en las
cado por las autoridades romanas a instancias revelaciones de Patmos, se detiene ante Cristo,
del pueblo, fue reconstruida a lo largo de un a las puertas del escepticismo, casi convencido
par de siglos a partir de su ejecución, hasta de divinidad. Y el propio Fernando Vallejo, el
dejarlo convertido en el Dios de la nueva edad más indignado impugnador de los crímenes de la
del mundo. Iglesia, incapaz de creer en la divinidad de Cristo,
Durante veinte siglos los escépticos agotaron ha gastado sin embargo sus ojos interrogando el
los recursos de la razón para negar la divinidad e primer siglo de la era cristiana, tratando de ver
incluso la existencia histórica de Cristo, pero los el momento en que por primera vez el nombre
creyentes encontraron en todas esas negaciones de Cristo aparece en los manuscritos, esfor-
fuerza para argumentar su verdad y su fe. Porque zándose por examinar todos los argumentos,
los mitos no son refutables, y el de Cristo es el desde los evangelios canónicos hasta los apócri-
mito más firme de toda la historia de Occidente. fos, desde las cartas de Pedro y de Pablo hasta el
De aquel hombre dios, frágil y conmovedor, que polémico e inquietante argumento flaviano, para
predicaba en los desiertos y a la orilla de los la- poder juzgar aquella leyenda con todo el rigor de
gos, que multiplicaba los panes y los peces para la historia. Pero es que frente a estos temas solo
alimentar a sus auditorios absortos, que curó es útil la voz de la poesía, y fue precisamente
sin darse cuenta a una mujer solo porque ella un poeta francés, Charles Baudelaire, quien dijo
tocó su manto, que fue atormentado, asesinado que para reinar sobre veinte siglos de civilización
y sepultado, se extendió la fama de que había occidental, para haber llenado el mundo de cru-
resucitado a los ojos de los soldados que custo- zadas, de catedrales góticas y de sinfonías, para
diaban su tumba, de que se había aparecido a sus haber sido el dios indudable de una prolongada
discípulos y sus amigos en los días siguientes, y edad del mundo, Cristo tal vez no necesitó ni
que a la vista de todos ellos había ascendido al siquiera existir.

12
La era cristiana paradójica doctrina de la renuncia, de la priva-
ción, de la austeridad, de la paz y de la extrema
Todo mito es una creación colectiva, pero la vigilancia de la soberbia humana, ya que era él,
principal característica del mito cristiano, como como expresión, diría Hegel, del espíritu univer-
bien lo advirtió Hölderlin, es que por primera vez sal, quien secretamente estaba permitiendo que la
en la historia el mito no nació solo de la revela- humanidad avanzara por el camino de Pitágoras
ción sino de la filosofía, y en su gestación en el y de Tales de Mileto.
seno oscuro de las muchedumbres convergieron En sus prédicas, Cristo se llama a sí mismo
a la vez los sueños solares de Akenaton, las «El hijo del hombre», y en esa fórmula tantas
revelaciones de Moisés y las profecías hebreas, veces repetida está formulado el secreto sin-
la doctrina platónica y sus variaciones por las gular de su divinidad: Cristo no es un dios a
aguas mediterráneas, y también la sombra de la manera de las divinidades griegas que lo
los tres imperios: el faraónico, el alejandrino y precedieron y que sin duda lo engendraron.
el romano, que le prepararon su futuro imperial. Con Cristo todo lo humano está accediendo
Gibbon ha dicho que la trinidad cristiana a la divinidad, con Cristo lo divino, que antes
condensa en realidad el triple origen nacional de estaba disperso en la naturaleza, en la acuosa
aquel mito: el monoteísmo egipcio llevado por turbulencia de Poseidón, en la fecundidad de
Moisés a Judea, la filosofía griega y la vocación Gea, en los bosques de Artemisa, en la carna-
de universalidad del imperio romano, y ha des- lidad de Afrodita, en las cóleras de Ares, en la
glosado ese origen histórico afirmando que en la forja de truenos de Zeus, en la armonía lumi-
Santísima Trinidad el Padre es hebreo, el Hijo es nosa de Apolo o en la orgiástica embriaguez
griego y el Espíritu Santo es romano. de Dionisos, esa divinidad antes dispersa en
Se diría que una oscura intuición de la espe- las infinitas fuerzas del mundo se repliega y se
cie avizoró el tremendo horizonte que la razón condensa en el espíritu.
ofrecía a la aventura humana, que por espejo y A partir de Cristo solo hubo divinidad en el
en enigma sintió que era necesario despejar el ca- espíritu, del que la mente humana era el nicho
mino para la aventura de la ciencia griega, cuyo terrestre, y se cumplió la inmensa desacraliza-
estatuto había sido establecido por la geometría ción de la naturaleza que alarmaría en su tiempo
de Euclides, y que entendiendo en sueños que era a Juliano, el emperador. Ello no podía conducir
preciso dar licencia al espíritu para emprender de inmediato a una instauración de la naturaleza
aquella inmensa tarea, hizo nacer el mito cris- como objeto de investigación y de conocimien-
tiano. Pero el genio oscuro de la naturaleza no to, aunque ya se había abonado el terreno con
podía dejar de advertir el peligro que conllevaba la aventura aristotélica de Alejandro, pero el
aquella empresa, porque algo le hizo exclamar hecho fundacional del mito cristiano se había
a Cristo: «¿De qué le servirá al hombre ganar el cumplido: la exaltación del hombre en medida
mundo si pierde su alma?». de todas las cosas.
Tal vez por eso Cristo, y con él todos los Ya vendría el tiempo en que Agustín procurara
anunciadores de su advenimiento, acuñaron esa agotar todas las posibilidades espirituales y aun

13
intelectuales del mito; ya vendría el tiempo en lo que la historia nos revela es que la misión de
que Tomás de Aquino, creyendo argumentar de Cristo no se realizó en la cruz sino en la ausen-
un modo convincente los arcanos de la fe y la cia, que Cristo es el dios que se fue y que al irse
racionalidad de los dogmas, liberara a la razón dejó a los seres humanos solos con la historia.
de sus ataduras y abriera camino al naturalismo, Cantó que, sin embargo, en esa ausencia no hay
al Renacimiento y al triunfo de la razón como un abandono sino una promesa.
suprema conquista de la era cristiana. Es como si nos dijera: una vez que el espíritu
Muchos ven en la furia de la Iglesia contra la humano avizoró la posibilidad de explorarlo
visión de los infinitos mundos de Giordano Bruno, todo, de conocerlo todo, de transformarlo todo,
o en su represión contra el pensamiento de Galileo, la complexión prometeica de nuestra especie
una prueba de que el cristianismo no puede haber no estaba en condiciones de renunciar a esa
sido el fundamento del triunfo de la razón: pero la tentación: había que aceptar el desafío del
historia no procede a través de fuerzas unívocas genio tentador y morder la manzana. Y bien
sino de grandes vacilaciones y extravíos y cismas, ha dicho Oscar Wilde que la única manera de
y si primero el cristianismo echó mano del dogma escapar a la tentación es cayendo en ella.
y de la violencia para imponer su doctrina de la Hölderlin siente que el ser humano tenía que
fraternidad y del triunfo del espíritu, también sus explorar ese rumbo y que, de algún modo, Cris-
propios crímenes lo obligaban a encorvarse en el to es el camino que siguió para desacralizar el
remordimiento, y si Agustín quiso detenerlo en mundo y para divinizar solo el espíritu. Pero no
el espiritualismo, en el desprecio por la materia, lo hizo sin dejar abierta de un modo ciertamente
Tomás, como bellamente lo ha argumentado Ches- divino la posibilidad de revertir o al menos de
terton, mientras reconciliaba a esa religión con el detener ese proceso: anunció que su partida no
mundo y con el goce de vivir, gastó sus vigilias sería definitiva, que lo divino volvería al mundo,
sacando de su cabeza argumentos más sutiles y aunque todavía los poetas no han cantado cuál
abundantes que su propio cabello, para darle un será la forma de ese retorno.
fundamento racional a todo aquello para lo que Porque el retorno de Cristo todavía no tiene su
antes bastaba la fe. poema, y sería ingenuo pensar que va a consistir
Según las iglesias, el hecho central de la mi- en el descenso de un ser entre nubes luminosas
sión de Cristo fueron la redención, el misterio a impartir sobre nuestro siglo la justicia de hace
del Gólgota, la muerte de Cristo para redimir dos mil años. Ello equivaldría a afirmar que toda
a los hombres de sus pecados. Pero Hölderlin, la aventura cristiana fue una pausa vacía, y las
y a través de él la poesía de Occidente, procu- ausencias en el mito, para seguir una vez más
rando con audacia retornar al papel de la poe- a Auerbach, son silencios en los que ocurren
sía antigua como intérprete y modificadora del cosas. Una de las cosas que ocurrió es que ver-
mito, ha cantado que el de Cristo no es el mito daderamente el espíritu humano desarrolló las
de la redención sino el mito de la ausencia, que ciencias, no solo para penetrar en los secretos
su momento más significativo no es el Gólgota de la realidad, para descifrar las leyes, y para
sino la ascensión al cielo en cuerpo y alma, que acceder a los poderes de la divinidad.

14
Occidente primero y el mundo entero des- La sociedad moderna supo aureolarse con
pués avanzaron gradualmente en el mito de la toda la elocuencia de la vieja tradición literaria,
divinidad del espíritu y en la desacralización con todo el refinamiento visual de la gran pin-
de la naturaleza. Solo gracias a esa misteriosa tura clásica, con toda la sublime perfección de
licencia el ser humano pudo aplicarse a la tarea la música, desde los oratorios medievales hasta
gradual y creciente de investigar el mundo, de las grandes misas de Bach, y desde las danzas
desentrañar sus leyes, de dominar sus claves se- campesinas hasta las sinfonías de Mahler.
cretas, de utilizar paso a paso esos conocimientos, ¿Cómo no creer en el progreso si donde termi-
transformando la realidad, asumiendo poderes naba Praxíteles empezaba Miguel Ángel, si don-
cada vez mayores, hasta sentirse en condiciones de termina Paolo Ucello comienza Leonardo, si
de intervenir en los arcanos de la realidad, penetrar Londres fue la nueva Roma y París fue la nueva
en los abismos del átomo y de la célula, descifrar el Atenas, si después de los silos medievales y de
código genético, alcanzar los últimos engranajes del El jardín de las delicias del Bosco vinieron las
mundo físico, descodificar el lenguaje matemático grandes factorías y el jardín de delicias de los
del universo y llegar al momento en que ya está en impresionistas, si después de las conquistas del
condiciones de modificar el texto de la naturaleza, de realismo de Courbet y de los virtuosismos de
cambiar la letra del mundo, de alterar las leyes de la Delacroix la fotografía nos permitió reproducir
vida y hasta de destruir el cuerpo humano, obrando la realidad hasta el menor detalle, si después de
sobre su tejido íntimo mutaciones impredecibles. los globos de Montgolfier llegaron los aeropla-
nos y, sin dejar atrás el viejo teatro recursivo
La religión del progreso y elocuente, el cinematógrafo llenó de rostros
gigantes el firmamento y nos hizo ver hechos
Mientras la aventura del conocimiento vivía su realidad los sueños más inconcebibles? Pero la
fase inicial de libertad y de asombrosos descubri- belle époque, el gran momento de esplendor de
mientos, la humanidad pudo sentir la embriaguez la cultura europea, dio paso inesperadamente a la
de su propio talento, y en su entusiasmo ilimitado Primera Guerra Mundial.
acuñó desde finales de la Edad Media europea, y Si la Primera Guerra Mundial acabó con la fe en
sobre todo a partir del Renacimiento, la leyenda el progreso, la Segunda Guerra Mundial simple-
del progreso como motor de la historia. mente acabó con la fe. La explosión de las bombas
El progreso fue la santa religión de los eruditos atómicas, el epílogo de aquel infierno, destruyó
y de los comerciantes, de los filósofos y de los la esperanza de unas generaciones, y la literatura
poetas, de los científicos y de los gobernantes. europea de los años cincuenta, anclada en el ni-
Las fuerzas del progreso nos llevaron de la Ilus- hilismo y en lo que llamaron el existencialismo,
tración a la Revolución, del Siglo de las Luces a ya solo supo ver lo absurdo de la existencia, las
la Revolución Industrial, de la era de las revolu- inconsecuencias de la historia, el fin de la magia
ciones a la belle époque, de los gritos de libertad, del mundo, la sordidez de la aventura humana, el
igualdad y fraternidad al poderío kafkiano de las viaje al final de la noche, la hora veinticinco, la
grandes corporaciones. caída, la náusea y el túnel.

15
La siguiente generación se levantó de las millones de dioses de la amapola, del cáñamo,
cenizas e intentó creer otra vez en la vida. La del cornezuelo del centeno y de la Amanita
industria alemana dejó de hacer tanques de muscaria, salir, como Whitman, a abrazar a esa
guerra y volvió a hacer automóviles y máquinas diosa pagana, la naturaleza.
industriales. Los campos de Francia volvieron La tercera, un poco más serena y más tardía,
a cultivar sus uvas y a hacer su burdeos y su fue la ecología, que intentó moderar los excesos
borgoña. Volvieron a abrirse los museos y de la sociedad industrial, cuando retomaba el
volvieron a sonar las campanas de las iglesias control de la realidad con nuevos recursos y con
que no habían sido bombardeadas. Las sogas inusitada energía, que advirtió los peligros de
parecían haber hecho el trabajo final de castigo una industria que saqueaba la naturaleza y que
de los monstruos, las naciones distintas se es- amenazaba el equilibrio natural en un proyecto
condían tras sus cortinas de acero y de bambú. que a largo plazo ni siquiera era sostenible.
El presente era un par de arsenales nucleares de Aunque no cambiaba su horizonte filosófico, y
dimensiones estrambóticas, capaces de hacer seguía preso de la idea de facilitar un desarrollo
volar el mundo miles de veces, y la historia pareció sostenible dentro de las pautas de la sociedad
recobrar su rostro humano y volver a la abnega- industrial, el ecologismo fue el único que al-
ción y a los sueños, pero una herida muy profunda canzó a vislumbrar el Leviatán que se nutría a
estaba oculta en el corazón de la especie, y solo la sombra del todopoder de las corporaciones,
tres aventuras nuevas intentaron despertar en los y la pesadilla teratológica que en pocas décadas
seres humanos la esperanza de una renovación pondría al planeta al borde de un desenlace casi
de la historia. sobrenatural.
La primera, nutrida por la ciencia ficción, Aunque fuera a la sombra de los arsenales
fueron los viajes al espacio exterior. En 1969, la nucleares, el gran capital tenía que continuar
llegada a la Luna pareció inaugurar una época en su proyecto. Pero la verdad es que los grandes
que una humanidad, unida por renovados sueños poderes políticos habían llegado a un acuerdo: el
colectivos, salía como Dante a mirar de nuevo futuro del mundo eran el proyecto industrial, la
las estrellas. La segunda fue la gran deserción, expansión del mercado, la revolución tecnológi-
el hippismo, en el que una nueva generación, ca, la revolución del transporte, la gran sinfonía
harta y desconfiada de los poderes que habían publicitaria, la religión de las marcas y la gran
hecho la guerra, de los modelos mentales que revolución cibernética que puso ordenadores en
la habían desencadenado y del estilo de vida todas las manos, que construyó la gran red pla-
que la había hecho posible quiso abandonar la netaria, que aceleró la globalización de la vida,
sociedad industrial, el consumo, «mirar los lirios que llevó los dones de la telefonía celular hasta el
del campo y las aves del cielo que ni trabajan ni extremo de convertir cada organismo humano
hilan, y ni Salomón, con toda su pompa, vistió en una terminal permanente de la industria,
como ellos», pedir solo «el pan de cada día», del espectáculo y de la información.
practicar el amor libre, oficiar en los altares de Es verdad que los poderes tuvieron que hacer
Buda el renunciador, de Cristo el amador, y de los un esfuerzo asombroso por inventar, sobre la era

16
del pesimismo, una improvisada religión de la de imponerles algún límite? ¿Quién calibra y
felicidad por el consumo, de la satisfacción valora sus consecuencias? Todo parece indicar
por la comunicación incesante, de la excita- que, en el ámbito de la sociedad moderna, no
ción por la ultrainformación, por la difusión puede haber límites para el conocimiento, lo
permanente de la telaraña de las desgracias que es comprensible, y no parece haber límites
planetarias, y una provisión de espectáculos para la acción, si se está bajo la protección de
cada vez más seductores. los poderes adecuados.
No es la realidad, no es la vida, pero es su más Pero los poderes del mundo se han ido
admirable y refinada simulación, su más exquisi- haciendo cada vez más autónomos, las demo-
to fantasma. Y no cabe duda de que la humanidad cracias planetarias, que son el último refugio
podría permanecer para siempre absorta en la hasta ahora de la voluntad colectiva, cada vez
magia de esas pantallas, en el asombro de esos obran más en función de intereses particulares,
efectos especiales, en la quietud de esos chats y el más particular de esos intereses es el del
insignificantes pero excitantes, en esa inminencia gran rendimiento.
del paraíso que es la sociedad tecnológica, ese Ya no es necesario demostrar que los poderes
umbral electrizado donde todo lo que deseamos políticos están subordinados a los grandes pode-
aparece al mero contacto de la yema con la pan- res industriales, al lobby de las corporaciones;
talla táctil, donde nadie está lejos, donde aparen- que los medios de comunicación, que hasta ayer
temente no existen la ausencia, ni la soledad, ni nada más encarnaban la esperanza de ser la voz
la incomunicación, ni el tedio, y donde podemos de la opinión pública, cada vez callan más frente
pasar de la teología al sexo, de la atrocidad a la a poderes que a menudo son sus dueños enormes
mística, de la naturaleza más inmaculada a la rea- e invisibles; que la voluntad de la especie, que
lidad virtual más sórdida con solo apretar una se expresó alguna vez en leyes, que se configuró
tecla. Podríamos permanecer para siempre en alguna vez en Estados, que se manifestó alguna
ese limbo de deleites que no nos satisfacen pero vez en instituciones académicas, ha ido siendo
que nos llevan enseguida a nuevas posibilidades, desplazada imperceptiblemente por el avance
en algo que no es la vida pero que es el vértigo inexorable de los grandes poderes planetarios
y el deslumbramiento, y que como el cigarrillo, aplicados a la única lógica del crecimiento, de la
al decir de Oscar Wilde, tiene la elegancia de acumulación, de la apropiación ostentosa del
dejarnos siempre insatisfechos. mundo, de sus esferas concéntricas de aire, de agua,
Ahora bien, cada vez es más evidente que de tierra, de magma y de fuego, y ya tienden sus
las fuerzas aplicadas a hacer todo esto, y las tentáculos hacia los cielos cristalinos.
instancias que están en condiciones de aplicar Y, sobre todo, ya no es necesario agotarse en
esos cambios, hace tiempo no están sujetas a argumentos para demostrar que todo ese poder
otra restricción que obtener los recursos para acumulado y voraz que acapara la tierra y el aire,
desarrollar sus investigaciones y obrar sus mu- el agua y el subsuelo, no solo lo hace cada vez
taciones. ¿Ante quién responden? ¿Quién auto- menos para beneficio de la humanidad, sino
riza sus acciones? ¿Quién está en condiciones que está destruyendo eficazmente con nuestra

17
incesante complicidad el viejo universo de La madre tierra
los dioses, envenenando los manantiales, de-
gradando las aguas, contaminando los suelos, Cuando a comienzos del siglo xix tres adoles-
cercando de basura las ciudades, cubriendo centes románticos redactaron en el seminario de
de desechos no biodegradables los océanos, Tubinga el más antiguo programa sistemático del
y produciendo una alteración del clima pla- idealismo alemán, propusieron, con una sabidu-
netario que a esta hora de la historia ya ha ría y una sensibilidad que serán cada vez más
derretido el Ártico, ha borrado los glaciares visibles, que la humanidad necesita con urgen-
de los polos y de las cumbres, ha modificado cia mitos nuevos. Esos jóvenes eran la primera
el ritmo de las estaciones, ha alterado los ma- generación de los hijos de Kant y sabían que,
pas de la vegetación y está a punto de hacer después de laboriosos siglos de exploración del
estallar, con el derretimiento del permafost de mundo y de conquistas de la razón, ya no sería
Siberia, los enormes tanques de metano que posible para la humanidad volver a los mitos
podrían desencadenar un calentamiento aún caprichosos de una edad más ingenua: los dioses
más acelerado e impredecible. en que ahora debíamos creer no podían ofender
Esos mismos poderes que envenenan la a la inteligencia.
atmósfera, y que destruyen el antiguo tesoro Ese había sido el fruto de veinte siglos de
gastronómico de las culturas arrojando en triunfo del espíritu: ahora necesitábamos «mitos
nuestro plato los improvisados engendros de que no repugnen a la razón, e ideas razonables que
la experimentación genética, el plato de orugas no se riñan con el sentido estético de la reali-
sin nombre de los últimos días, no solo propi- dad». Añadieron que eran precisos «mitos que
cian con el cambio climático la mutación de hagan sensibles a los sabios y razonables a los
los microbios y la amenaza de las pandemias, pueblos», y aquellos jóvenes, Hegel, Schelling y
sino que han remplazado la vieja sabiduría de Hölderlin, se aplicaron a la búsqueda del remedio
la medicina preventiva que se basaba en la por caminos distintos. Tal vez el ejemplo más fiel
alimentación, en la higiene, en la vigilancia y de aquella búsqueda sea el poema «Al éter», de
en la atención oportuna y sabia de médicos que Hölderlin, que nos hace sentir el carácter divino
nos miraban como seres íntegros y como seres del aire sin renunciar a mostrarlo como un ele-
humanos, por una parafernalia de máquinas y mento, y que es a la vez pensamiento, emoción,
de soluciones químicas y quirúrgicas que nos fantasía, canto y plegaria, como lo sería después
dejan cada vez más desvalidos en manos de el «Poema del cuarto elemento», donde Jorge
profesionales cada vez más arrogantes, ellos Luis Borges discurre sobre el agua, pasando
mismos arrojados de la vieja sabiduría médica de la mitología a la historia, de la literatura a la
delicada y humana a los arrabales de la prole- experiencia cotidiana, de la reflexión filosófica
tarización y del trabajo a destajo, que tienen a la fantasía y del canto a la conmovida oración.
forzosamente que despojarse de su humanidad Recientemente los pueblos de la América La-
si quieren sobrevivir en la región de las má- tina, a los que siempre se les impuso el deber de
quinas y de su mirada de hielo. nombrar a Dios en sus constituciones políticas,

18
han optado por incluir en sus textos constitucio- que ese era el patíbulo donde había sido sacrifi-
nales el carácter sagrado de la tierra nutricia y cado un hombre muy bueno. En esa sola imagen
las virtudes civilizatorias de la austeridad y del está resumido todo el debate moderno sobre la
respeto por el mundo, y no tardó el racionalismo civilización y la barbarie. Como dijo Montaigne,
en descalificar esas propuestas como supersti- tendemos a llamar bárbaro a lo que piensan los
ciones. Pero cada vez es más evidente que, si otros, aunque resulte mucho más sensato.
queremos sobrevivir, serán el sol y el viento los Hay quien ha dicho que no se puede hablar de
principales proveedores de nuestra energía, que la tierra como de una madre, porque la tierra no
del sol, del que ya brotó nuestra vida, brotarán solo nutre y protege sino que también puede ser
como de un surtidor nuestros sueños y nuestros una potencia destructiva y llena de catástrofes.
inventos futuros, y que si Spinoza pudo sugerir Pero las mitologías siempre supieron ver esa
que el universo es uno de los nombres de Dios, complejidad de los símbolos que les cuesta tanto
no será tan insensato ver en el sol y en la tierra ver a los ingenuos racionalistas.
nuestras divinidades. En esa medida, uno de los En uno de sus bellos poemas a la Virgen Ma-
más hondos textos religiosos está en aquellos ría, Chesterton ve pasar la luna por el cielo y no
versos de Whitman: deja de percibir sus hondas proyecciones fan-
tásticas: «La oscura Diana de las grutas –dice–
Yo creo que una hoja de hierba no es menos cuyo nombre en el infierno es Hécate». Pero es
/ que el camino recorrido por las estrellas, la lectura de Sigmund Freud lo que mejor nos
Y que la hormiga es perfecta, y que también ayudará a entender por qué sí podemos ver a la
/ o son el grano de arena y el huevo del tierra como a una madre.
/ zorzal, No es que la naturaleza no sea destructiva. En
Y que la rana es una obra maestra, digna de ella están por igual Brahma, el creador, Vishnú,
/ las más altas, el protector, y Shiva, el gran destructor. Amarla
Y que la zarzamora podría adornar los salones no supone solo intimar con ella sino también
/ del cielo, respetarla, temerla, interrogarla sin fin. Pero lo
Y que la menor articulación de mi mano puede que nos ha mostrado la instructiva experiencia de
/ humillar a todas las máquinas, nuestra hegemonía es que los niveles de destruc-
Y que la vaca que pace con la cabeza baja ción de la naturaleza pueden ser mucho mayores
/ supera a todas las estatuas, si alteramos su equilibrio sin prudencia y sin es-
Y que un ratón es un milagro suficiente para crúpulos. Siempre habrá un monte Tambora listo
/ confundir a millones de incrédulos. para hacer erupción con su terrible y fascinante
provisión de tsunamis, crepúsculos sangrientos,
Los nativos de América no entendían que los sinfonías y monstruos, y siempre habrá procesos
europeos se burlaran de ellos porque venera- naturales que escapen a nuestro control, pero si
ban como dioses a la luna y al sol, y querían nos interesa la aventura humana conviene que la
sin embargo obligarlos a rezar de rodillas ante civilización no consista en maltratar la cola de un
un par de leños cruzados, con el argumento de dragón dormido.

19
Tal vez no esté en nuestras manos impedir que revele verdades tan conmovedoras como las que
los ciclos del universo acaben con el mundo en vislumbró Dante en el último canto de la Divina
diez millones de años, pero sí podemos evitar que comedia, o nos brinde poderes tan increíbles como
nuestro ingenio lo destruya en tres siglos. A lo me- los que entrevió Novalis en los apuntes de su En-
jor una larga aventura de conocimiento nos enseñe ciclopedia, pero lo que estamos haciendo hoy es
cosas tan asombrosas como las que prometen la usar la vara mágica no para sosegar los océanos
meditación cartesiana y la filosofía de Husserl, nos sino para despertar a los monstruos. c

Héctor Cattólica (Argentina): Patrón horizontal a intervalos regu-


lares, corrigiendo la huella dactilar digital de un pulgar derecho y
viceversa, c/a, 1974. Offset, 63 x 47 cm

20
ADRIANA RODRÍGUEZ PÉRSICO

Pobreza y visibilidad.
Ensayo para una crisis

L
a política argentina es pendular, va del conservadurismo al
progresismo y del neoliberalismo al populismo sin solución
de continuidad. Una especie de movimiento esquizofrénico
que en sus sobresaltos maltrata a los ciudadanos y empobrece
al país. En el año 2003, luego de la brutal crisis a la que nos
condujeran gobiernos neoliberales, Néstor Kirchner inaugura un
período de políticas populistas que se extenderá hasta 2015 con
los sucesivos mandatos de Cristina Kirchner. En la actualidad,

Revista Casa de las Américas No. 290 enero-marzo/2018 pp. 21-33


otro gobierno neoliberal vuelve a transitar caminos ya andados.
El proceso recesivo se había iniciado bajo el gobierno de
Carlos Menem y era la culminación de políticas ortodoxas,
basadas en la convertibilidad de la moneda, la privatización
de las empresas del Estado, cientos de miles de despidos y la
liquidación de los últimos resabios del estado de bienestar. Hacia
fines de 2001, se produce un estallido social y las multitudes
en las calles fuerzan la renuncia del presidente constitucional.
Las clases medias, en su mayoría ahorristas despojados por
los bancos, se organizaron en asambleas barriales que pedían
la expulsión de las dirigencias políticas. Las clases populares
–con número significativo de desocupados– se agruparon bajo
el nombre de piqueteros. Dos nuevos agentes sociales se con-
virtieron en protagonistas: los piqueteros, que cortaban rutas y

21
calles, y los cartoneros, forzados a la recolección convirtiéndose en auténticas celebridades. La te-
de desechos. Una parte de los excluidos estaba levisión los legitima incorporándolos a la cultura
conformada por inmigrantes de los países veci- burguesa en programas donde se discute com-
nos que habían llegado al país atraídos por los posición y teoría musical.3 La cultura argentina
altos salarios. se latinoamericaniza; los límites se difuminan.
En este texto quiero analizar los modos en que De modo complementario, distintas formas
el arte da respuestas éticas, políticas y estéticas a culturales y artísticas en soportes variados ela-
crisis casi cíclicas que precipita el capitalismo en boran tópicos de la crisis como el hambre y la
su fase actual de neoliberalismo.1 En los recortes pobreza, la quiebra de las clases tradicionales,
que el arte opera, en los fragmentos construidos la violencia de y sobre los marginales, la desin-
se deja ver el daño infligido a todo un pueblo. tegración del tejido social. La catástrofe o sus
En ese sentido, puede revertir, aunque sea en anticipaciones se narraron en distintos lenguajes
parte, el intento de transformar a los excluidos con diferentes grados de eficacia. Se organizaron
del sistema en desechos. grupos como el de Arte Callejero GAC (1997),
Avanzada la década de 1990, la cultura de los que realiza intervenciones en la vía pública jun-
pobres no solamente se hace más visible sino to a organizaciones sociales y políticas. Quien
que va permeando otras capas sociales. Como viva en Buenos Aires se habrá cruzado, alguna
si la crisis hubiera roto fronteras culturales, dis- vez, con sus trabajos: carteles o imágenes que
tintos tipos de música popular –cumbia villera, se confunden en el paisaje urbano, en tono de
cuartetazo, bachata, reguetón, salsa– se ponen de denuncia. Los carteles viales de los escraches
moda y animan fiestas burguesas.2 Los cantantes («A 100 metros vive un represor»), la Casa Ro-
bailanteros protagonizan shows multitudinarios, sada con un enorme anuncio de venta («Liqui-
dación x cierre», durante los planes de ajuste de
la Alianza), el dibujo de una gorra militar con la
1 Dice Verónica Gago: «Una topología primera: desde
arriba, el neoliberalismo da cuenta de una modificación
consigna «Juicio y castigo», todos tienen el sello
del régimen de acumulación global –nuevas estrategias del GAC, aunque el grupo raramente firma sus
de corporaciones, agencias y gobiernos– que induce a producciones. Los carteles toman la iconografía
una mutación en las instituciones estatal-nacionales. de las señales viales.
En este punto, el neoliberalismo es una fase (y no mero Se hicieron series televisivas de éxito, como
matiz) del capitalismo. Y desde abajo, el neoliberalismo
es la proliferación de modos de vida que reorganizan las
Okupas (2001, dirigida por Bruno Stagnaro) y
nociones de libertad, cálculo y obediencia, proyectando Tumberos (2002, dirigida por Adrián Caetano)
una nueva racionalidad y afectividad colectiva» (10).
La razón neoliberal. Economías barrocas y pragmática 3 En YouTube puede verse el programa En el estudio
popular, Buenos Aires, Tinta Limón, 2014. realizado para el canal cultural Encuentro, donde el
2 La «moda» perdura. El tema «No me arrepiento de este conductor, Lalo Mir, mantiene conversación intensa
amor» de la conocida cantante bailantera Gilda fue el y reflexiones técnicas con Pablo Lescano, compositor
hit de la campaña electoral del empresario Mauricio y tecladista, nacido en el Barrio La Esperanza de San
Macri, presidente actual de la Argentina, que lo bailaba Fernando, y fundador del famoso grupo Damas gratis,
con dudoso gusto y torpeza flagrante. que crea y difunde la «cumbia villera».

22
y se filmaron películas como La ciénaga, de En el ensayo «Volver sensible / hacer visible»,
Lucrecia Martel (2001), Mundo grúa (1999) y Didi-Huberman retoma la idea de Benjamin
El bonaerense (2002), de Pablo Trapero; Bolivia cuando sostiene que el historiador tiene como
(2001), de Adrián Caetano; Herencia (2002), de tarea principal apropiarse de un recuerdo tal y
Paula Hernández; Nueve reinas (2000), de Fabián como surge en el instante de peligro. En el afán
Bielinsky, entre otras. Hubo también documentales de bucear en la tradición de los oprimidos, Didi-
como Memorias del saqueo (2002), de Pino Sola- Huberman otorga al historiador –o al artista,
nas; Piqueteras (2002), de Malena Bystrowicz y cabría agregar– la misión de «hacer figurar a los
Verónica Matrosimone; Matanza (2001), proyecto pueblos», una tarea filosófica y filológica que
del Grupo documental 1º de mayo sobre las or- consiste en dar una representación digna a los
ganizaciones de desocupados. La lista es variada sin nombre de la historia. Volver visible es una
y enorme. La literatura también puso en escena operación que implica en el mismo gesto volver
espacios y personajes de la crisis mediante distintos sensible en el doble significado de insertarse en
géneros ficcionales, ensayísticos, testimoniales. un sensorium y afectar a otros en la emoción.5
En otro lugar desplegué la hipótesis de que, en Estas condiciones de visibilidad que posibilitan
esos años duros, hay una masa de textos literarios la literatura, la imagen cinematográfica o televisiva,
que imagina la crisis como la vida sometida a la los performances y las intervenciones de los distin-
intemperie, anclada en un presente devastado. En tos colectivos, los shows de música popular, abren
estas vidas detenidas no hay lugar para la esperan- a una historia de cuerpos afectados y afectivos. Lo
za de la renovación. Por el contrario, prevalece la real de la intemperie, ficcionalizado, produce un
representación de un mundo arruinado y plagado efecto de inscripción subjetiva. Los sujetos se ha-
de anacronismos, definitivamente vuelto basura.4 cen visibles como sujetos con cuerpos y nombres.
Historias con rostridad y espesura. Creo que ese
tipo de literatura, al nombrarlos, rescata algunos
4 Ver Adriana Rodríguez Pérsico: «Relatos de la crisis: sujetos de entre los muchos anónimos.
Argentina 2001-2002», en Hispamérica, No. 134,
La villa miseria materializa la geografía del
2016, pp. 23-34. Leemos en La 31 (una novela preca-
ria), (Buenos Aires, Interzona, 2012), de Ariel Magnus: derrumbe, figura la situación colectiva más allá
«el rico muchas veces elige por capricho lo mismo o de su perímetro estrecho. Imagina, también,
casi lo mismo que el pobre padece por falta de recursos. la comunidad posible, que se desarrolla en un
Desde la decoración minimalista o las paredes “al natu- espacio ambiguo regido alternativamente o al
ral” hasta los jeans rotos o las zapatillas sucias, pasando
mismo tiempo por la violencia y la solidaridad.
por las dietas de hambre y el exceso de preocupaciones
–tan ficticias como los agujeros en la ropa o la falta de La villa es un micromundo de significados den-
sustancia en el plato–, los ricos convierten en moda lo sos que reproduce en forma estropeada el mundo
que para los pobres es mera fatalidad, aunque siempre extramuros. Con la villa como cronotopo, armo
cuidándose de que se note la diferencia [...]» (26). «La
différance de la mismidad», se burla el narrador, identi-
ficado con el personaje del Lungo, que escribe un libro 5 G. Didi-Huberman: «Volver sensible / hacer visible»,
de antropología sobre Grandes misterios de la villa, en A. Badiou et al.: ¿Qué es un pueblo?, Buenos Aires,
imitando a Eugenio Sué en Los misterios de París. Eterna Cadencia, 2014.

23
algunas escenas pensadas como fragmentos que construyen una casilla en poco más de tres
materializan hipótesis. Las llamo: «El derecho minutos. Ubican también a los personajes: una
a la ficción», «La fiesta» y «Vidas precarias». familia alrededor de una mesa, como si la re-
presentación jugara al cuadro costumbrista o se
El derecho a la ficción quisiera una versión actualizada de «La familia
obrera» del plástico Oscar Bony.7 Con humor, la
En 2007, el director de teatro Federico León y el empresa popular proporciona otros servicios: en
fotógrafo Marcos Martínez estrenaron el docu- la web se puede ver una serie de topografías y
mental Estrellas, concebido como backstage de paisajes creados para distintas situaciones, por
la película El nexo.6 Consiste, básicamente, en ejemplo, una «casa de secuestros».
una entrevista a Julio Arrieta, un actor que había Arrieta enuncia como reclamo laboral «que no
estudiado teatro con Norman Briski y que trabajó contraten a rubios para hacer de negros». Ya que,
en la exitosa serie televisiva Tumberos. Arrieta a menudo, los villeros son estigmatizados por
organizó una productora para dar trabajo a los «portación de cara», pues siempre hacen de pobres,
habitantes de la villa. El origen del proyecto se drogadictos y ladrones, exhorta a perfeccionarse en
encuentra en una anécdota que protagonizó Alan el trabajo actoral. En el interior de la casa, la cámara
Parker cuando buscaba escenarios adecuados para pasea por un friso de fotografías de primeros ac-
filmar Evita. Aunque el negocio no cristalizó, tores nacionales (están allí Alfredo Alcón y Ulises
posibilitó la idea de fundar una empresa propia. Dumont, entre otros), puestas en continuidad y en
Estrellas insiste en la idoneidad de los villeros paridad con otras de actores villeros.
para proveer todas las necesidades del negocio No hay en la película denuncialismo fácil, ni
del espectáculo: desde actores-tipo (la prostitu- historias patéticas, ni siquiera hambre o delitos.
ta, el transa, el pibe chorro) hasta escenografías La pobreza desplaza su primer sentido y se
armadas en tiempo real. Por eso, el relato se plantea como un problema de representación,
detiene en presentar modelos villeros en diferen- de profesionalismo actoral. Con plena con-
tes poses, en hacer una galería de fotos y álbumes ciencia de asumir una identidad –«ser villero
que muestran variedades de caras maquilladas y es un acontecimiento»–, Arrieta reconoce los
cuerpos pobres. En otra escena, unos hombres límites impuestos por la mayoría de las repre-
sentaciones: «En ningún momento aparecemos
6 Federico León, en entrevista a Pagina/12 el 13 de abril como héroes». Esa constatación se articula con
de 2007, dice: «Estrellas es un documental con muchos
elementos de ficción y nosotros nos divertimos mucho
haciéndolo. Uno puede hablar de una película en la villa 7 En 1968, el artista plástico Oscar Bony realizó un per-
sin tener que caer en los lugares comunes: filmar con formance con una familia obrera a la que pagaba por
una cámara en mano, sucia porque la villa es sucia, sin permanecer ocho horas diarias en la misma pose. El
plan de rodaje porque bienvenido todo lo que venga de performance abrió múltiples debates. Para un análisis
la villa, porque es todo imprevisible y extraordinario, detallado de la película Estrellas y su relación con la
como es el caso de una mirada romántica. Nosotros obra de Bony, véase el ensayo de Ana Amado: «Arte
sabíamos lo que queríamos: la película está filmada con participativo. El trabajo como (auto) representación»,
planos fijos, muy cuidados, como si fuera de ficción». en Significação, No. 34, 2010, pp. 87-102.

24
la producción de la película de ciencia ficción La villa –que es la 21 de Barracas pero puede
titulada El nexo, cuyo guion resulta de la adapta- ser cualquier otra– presenta un mundo cerrado y
ción de un cuento del mismo Arrieta que le hace autosuficiente que organiza la resistencia.9 Los
al entrevistador la pregunta clave: «¿Acaso los villeros encuentran el camino para vencer por-
villeros no tenemos derecho a tener marcianos?». que los invasores son sensibles al agua podrida
El reclamo es por el derecho a la ficción. Por y al barro. Esos elementos degradados logran
poner en escena las potencialidades inmensas la salvación del planeta. Julio, como jefe de la
de la imaginación. Se renuncia al realismo y se resistencia, llega a un parlamento vacío y dirige
busca otro género que permita representar a los una alocución al pueblo autoproclamándose pre-
villeros como héroes que salvan al planeta de sidente interino para encabezar la rebelión. La
la invasión extraterrestre. Recurrir a la ficción última escena recuerda los pasajes finales de Los
para dar voz a los no escuchados, ni visibiliza- hijos de Fierro, de Fernando Pino Solanas –uno
dos. La película los rescata del anonimato para de los fundadores del Grupo Cine Liberación–,
hacerlos héroes populares. La ficción amplía que se estrenó en Argentina solo en 1984 y que
los límites estrechos que impone la realidad. En homologa a Perón con el gaucho Martín Fierro.
ese mundo, los individuos se hacen sujetos por En El nexo, las banderas argentinas flamean en
las acciones que emprenden y que además son el final épico mostrando el éxito inminente. Las
colectivas, sacrificiales y solidarias. escenas abundan en elementos nacionalistas.
El nexo, dirigida por Sebastián Antico, se ter- En 1953, Jorge Luis Borges escribe en «La
minó en 2007, aunque la mayor parte del rodaje poesía gauchesca»: «Los payadores de la
se realizó en 2001. Entre ambas películas hay campaña no versificaron jamás en un lenguaje
deslizamientos: en Estrellas aparecen intercala- deliberadamente plebeyo y con imágenes de-
das escenas de El nexo que cumplen con todas rivadas de los trabajos rurales; el ejercicio del
las convenciones del género, partiendo de la arte es, para el pueblo, un asunto serio y hasta
maquinaria tecnológica.8 Y aquí también aparece solemne» (10).10 Borges sostiene que el poema
el humor porque se hace alarde de una tecnología Martín Fierro, de José Hernández está escrito
obsoleta, arruinada. Se le pide al espectador que en lenguaje rústico pero en la payada entre el
supla el defecto, que remedie la falta. Se adoptan Moreno y Martín Fierro que se realiza en la
las convenciones genéricas y al mismo tiempo pulpería, donde vence Fierro, los payadores
se las adapta. La nave espacial que exhibe nume-
rosos símbolos patrióticos está hecha de rezagos 9 Podrían armarse relaciones interesantes con El Eternauta,
y para ser «puesta en órbita» es empujada por las la mítica historieta de ciencia ficción creada por el
vías muertas del ferrocarril por villeros. guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante
Francisco Solano López que se publicó en Hora
8 En un momento, por ejemplo, el documental descubre la Cero entre 1957 y 1959, y que cuenta una invasión
trastienda de la ficción al registrar una pelea matrimo- extraterrestre a Buenos Aires.
nial en la que la mujer discute con el marido por haber 10 Jorge Luis Borges: El «Martín Fierro», con la co-
gastado el dinero de la familia en telas para confeccionar laboración de Margarita Guerrero, Buenos Aires,
los trajes de los marcianos. Emecé, 1979 (1953).

25
se alejan del mundo pastoril para internarse en los entierros campesinos. De entonces a hoy,
honduras casi metafísicas, proponiendo temas la fiesta se define siempre por la danza, la
abstractos como el tiempo, la eternidad, el canto agitación, la ingestión de alimentos, la borra-
de la noche, el canto del mar, el peso y la medida. chera. Hasta el hartazgo, hasta el agotamiento,
El enfrentamiento verbal se realiza en un lenguaje hasta la enfermedad. Es la ley misma de la
pretendidamente alto. Hernández se orienta con fiesta [57].11
esa elección a lo popular, atrapando allí su nudo.
El nexo va en el mismo sentido al desplegar Al exceso y el goce podríamos agregar otras
una imaginería técnica que sigue el mainstream características como inversión y parodia de las
de cientos de producciones que transitan el gé- jerarquías, caos y creación del cosmos, muerte y
nero de ciencia ficción. Pero las convenciones se renacimiento, suspensión del tiempo, libertinaje
adecuan al universo villero. Entonces, si la vida es y desórdenes sexuales, dominio de lo sagrado. La
esencialmente precaria, si en ella están presentes fiesta remite a un mundo de excepción compartido
los restos y los desechos de todo tipo –que con- donde lo sagrado y lo profano se superponen. La
ciernen a los personajes, a las relaciones sociales comunidad se organiza en torno a la celebración
y a múltiples espacios internos o intramuros–, la que culmina en baile, comida, bebida y canto.
ficción asienta en esa particularidad. La película Las músicas y los bailes populares tienen
propone un imaginario técnico empapado de «sa- presencia fuerte en una cantidad de textos pro-
beres» inmediatos y prácticos que manipulan una ducidos a partir de fines de los noventa cuando
cantidad de bricoleurs capaces de crear notables ar- se pone de moda la cumbia villera, un subgénero
tefactos de la nada: cómo construir una nave espacial cuyas letras hablan de pobreza, delito, droga y
con restos, cómo diseñar trajes espaciales con telas desafío a la autoridad. El lenguaje y los códigos
brillantes y baratas. La imaginación alienta en cierto cumbieros se filtran en nuevas textualidades. El
sentido la imitación, muchas veces humorística: el mundo villero con sus bailes, sus músicas y sus
universo intramuros se parece al mundo de afuera. héroes –convertidos algunos en santos popula-
Si en Estrellas los villeros se interpretan a sí res– se acomoda en los pliegues de una literatura
mismos recreando estereotipos, en la película de que los adopta con alegría fiestera, aunque a
ciencia ficción, desempeñan el papel de héroes, veces el paraíso se torne infierno.12
dando respuesta a la inquietud de Arrieta. Los
héroes villeros. 11 Roger Caillois: «Teoría de la fiesta», Sur, No. 64, 1940,
pp. 57-83.
La fiesta 12 Cito algunos textos, diferentes por cierto: Cuando me
muera quiero que me toquen cumbia (2003) y Si me
Dice Roger Caillois en «Teoría de la fiesta»: querés, quereme transa (2010), de Cristian Alarcón;
El guacho Martín Fierro (2011), de Oscar Fariña; las
distintas novelas de Washington Cucurto o, en otros
No hay fiesta, incluso triste por definición, que registros, las de Gabriela Cabezón Cámara; Impureza,
no comporte, al menos, un principio de exceso de Marcelo Cohen; La villa, de César Aira; La 31 (una
y de gaudeamus: basta evocar las comidas en novela precaria), de Ariel Magnus.

26
La coyuntura exigía creatividad e imagina- y protagonista– pasa las noches en la discoteca
ción. Washington Cucurto (seudónimo de San- Samber, una especie de paraíso libertino donde
tiago Vega), Javier Barilaro –artista plástico– y se conjugan música, baile, drogas y sexo.14 «Yo
Fernanda Laguna –artista visual y escritora– quisiera hablar del Samber», declara desde el
fundaron en 2003 Eloísa Cartonera, una coope- inicio. Y quizá para fomentar el deseo en los
rativa que editaba libros pequeños hechos con otros, se pregunta por los modos de la narración:
fotocopias. Fabricaban las tapas con cartón que «¿Lo conoce? ¿Fue alguna vez? Bueno, no im-
les proveían los cartoneros. Piglia, Pauls, Aira, porta, yo voy a contárselo todo, pero lento, como
Fogwill y Cohen fueron algunos de los escritores avestruz, pero ya va a ir cachando la onda, y a
consagrados que cedieron textos para su publi- veces me voy, entro, salgo, me disperso, soy un
cación en estos libros artesanales. En el local desastre pa contar, pero usted de acá se va directo
de Eloísa Cartonera se podían comprar libros al Samber» (10).
pero también frutas y verduras. Al principio, los ¿Se dirige al lector o a un representante de la
cartoneros pintaban los libros. En la actualidad, ley? Porque, después de pedir paciencia al des-
existen en el mundo decenas de editoriales car- tinatario impreciso de su discurso y asumiendo
toneras a imitación de la porteña. una identidad inusual que cruza la condición
Cucurto escribe textos que denuncian parentes- social y la capacidad creativa –un negro que
cos con Aira, Lamborghini y Copi en un cultivo narra–, se autonomina. En el reparto de lo sen-
empecinado de la hipérbole y la acumulación mien- sible, el negro que narra constituye una rareza,
tras propone como código de lectura lo que llama una anormalidad:
«realismo atolondrado», una poética que desprecia
cualquier teoría del reflejo. Su literatura recoge Y yo no soy más que un negro que ama la
elementos del cine splatter, cuyo principio cons- cumbia y le encanta levantarse minas en el
tructivo es la violencia extrema. Los personajes baile. Y hasta ahí llega el horizonte de mi
representan las minorías, en general inmigrantes vida. Y ahora me pusieron acá a tipiar, en la
dominicanos, peruanos y paraguayos. comisaría. «Narrá todo», me dijo el comisario.
«Noches vacías», incluido en Cosa de ne- Narrá, qué palabra. Narrá te lleva al fondo de
gros (2003), alude a una canción de la famosa las oscuras aguas de la muerte, de las cuales
cantante bailantera Gilda.13 Eugenio –narrador
el sofocador de la cumbia-166>. Gilda muere en un
13 Cucurto tenía intenciones de escribir nouvelles que accidente de tránsito en 1996. El pueblo erigió un
desplegaran los títulos de algunas de sus canciones: santuario en el lugar del choque y desde ese momento
«Ese juego», reflexiona, «incluía demorarse unos días adquirió el estatuto de una santa popular.
en escribir el relato, que debía tener una extensión 14 Las referencias textuales apuntan al gobierno de Carlos
determinada y transcurrir en un hábitat especial: las Menem, al que se alude como «turco ruin». Los refe-
bailantas. Así nacieron las que llamo cumbielas, y que rentes terminan de delinearse con algunas menciones
son una fusión de cumbia y novela». En Carola Solari: topográficas: la bailanta se encuentra en el Paseo de la
«El sofocador de la cumbia», entrevista a Cucurto, Infanta, lugar de Buenos Aires que comenzó a decaer
disponible en <http://interzonaeditora.com/noticias/ a mitad de los años noventa.

27
no regresás. Si yo nunca narré; apenas cuento En la bailanta no rigen jerarquías ni pure-
y si me acuerdo [12]. zas, la mezcla afecta hasta la lengua: «Hablan
mestizo, mitad guaraní, mitad castellano» (35).
Entre narrar y contar existe la distancia que Lo que ocurre en ese espacio converge con el
va del relato escrito al oral. El texto construye cronotopo ritual de la fiesta, espacio-tiempo
una situación de oralidad, con un narrador y de excesos, de exacerbación de experiencias, de
con escuchas. Pero, ¿quién es el ustedes al que intensificación de sensaciones. Lo cotidiano,
interpela el narrador en la búsqueda de la iden- racional y profano retrocede para ceder a la
tificación más plena con el lector?: «¿Cuándo irrupción de lo excepcional. Como dice Caillois:
entenderán esos sátrapas y ustedes que la cum- «Si la fiesta es el tiempo del gozo, lo es también
bia no es negocio, que dejó de serlo desde el el de la angustia [...]. Los desbordes y excesos
minuto en que nació?» (27). de toda suerte, la solemnidad de los ritos, la
La bailanta instituye una dimensión utópica, severidad previa de las restricciones, concurren
un universo cerrado, fuera y en oposición a lo igualmente a hacer del ambiente de la fiesta un
cotidiano. En este sentido, roza con el corazón mundo de excepción» (59). Por eso Eugenio,
de la aventura que persigue acontecimientos como representante de un colectivo, baila hasta
desgajados del continuo de la vida, procurando desfallecer, hasta el martirio, instaurando en el
aquellos de índole extraordinaria. Pero entre el acto la dimensión de lo sagrado: «Es el sacrificio
principio y el final de la aventura acecha la posi- del baile. Bailé, bailo. No paro» (49).
bilidad de la muerte.15 El sujeto está sometido a La música realiza a la comunidad porque es
circunstancias similares al trasponer la puerta del lazo social que liga a los sujetos. La cumbia tiene
templo cumbianchero: fuerza política al instituir la sociedad de iguales
mientras suspende el tiempo cronológico para
Cabro, no sabés lo que es cuando se encienden las que sea posible habitar en el puro presente del
luces... Se aparece el otro mundo, uno viaja hasta baile: «La cumbia no es de nadie. Ni de las dis-
el centro de las estrellas, uno puede permanecer cográficas, ni de las bailantas, ni de los autores.
allí desnudo, sin tomar agua o comer, o tener La cumbia es del hogar donde suena, es de aquel
que pagar entrada o derecho por nada... Cabrón, que la sabe bailar» (28). La cumbia adquiere los
cuando se te encienden las luces se enciende la contornos de un tesoro social que se acerca al
vida, pero no esta de bosta sino la otra, la que imaginario de la patria.
vale la pena vivir, la que vive adentro de todos, Si en algunos momentos las historias de los
corrediza, que no se deja cachar tan fácil [16]. excluidos se contaron en clave realista, en estos
años nos deparamos con otro tipo de textualida-
15 Georg Simmel: Sobre la aventura. Ensayos filosóficos, des que esquivan las formas tradicionales. Lejos
Barcelona, Península, 1988, pp. 11-26. Simmel dice de la inmediatez de la crónica y del testimonio,
que la historia del héroe está pautada por tiempos
precisos que marcan los comienzos y los finales. Son
que claman por las categorías de verdad y de
los extremos de la catástrofe en cuyo corazón late realidad, el proyecto literario de Gabriela Ca-
amenazante el peligro constante de la muerte. bezón Cámara articula lo marginal con sexuali-

28
dades móviles o disidentes y la resistencia a la metamorfosis corporales, sexuales, naturales y
autoridad.16 Entre Puig, Aira y Lamborghini, la lingüísticas. Las mezclas, heterogeneidades
escritora relata en La Virgen Cabeza (2009) los y transformaciones instauran un mundo en con-
avatares de una periodista, estudiante de Letras tinuo devenir, un mundo fluido sostenido por la
clásicas, que quiere ganar un premio con el re- libertad y el amor. Lo informe resulta solidario en
lato de las aventuras de una travesti que trabaja tanto que la violencia viene siempre del afuera,
como prostituta y que tiene diálogos personales de la ley.
con una deforme Virgen de cemento. Catalina La superposición y el abigarramiento son las
entra en el mundo villero –se marca el adentro figuras de la villa que sintetizan el texto, mezcla
y el afuera, lo otro de la villa– y lo adopta como vertiginosa y magnífica de farsa y tragedia, de
suyo. En el trayecto hacia esa nueva vida, se odio y ternura, de rezos y blasfemias, de porno-
enamora de la travesti con la que concibe una grafía y santidad:
hija y ambas terminan ricas en Miami, donde
Cleo, devenida reina queer, interpreta con éxito En el barroco miserable de la villa, cada cosa
una ópera cumbia compuesta por su pareja. siempre arriba, abajo, adentro y al costado
«Pura materia enloquecida de azar, eso, pensa- de otra, todo era posible. Y, eventualmente,
ba, es la vida» (9). Y también la ficción regida por divertido: de tanta superposición, todo co-
una lógica del exceso. El mundo villero roza de gía con todo, hasta los caballos atados a los
modo permanente el delirio; en él, se concretan carros se subían sobre otros caballos atados
a carros y se apilaban para coger aplastando
16 Nora Domínguez: «Conversaciones y reenvíos con carros y cartones [111].
Gabriela Cabezón Cámara», en Cuadernos LIRICO, 15
de marzo de 2014, disponible en <http://lirico.revues. Un lirismo acendrado boceta personajes que
org/1653>. Sobre la literatura de Cabezón Cámara, del patetismo desembocan en la tragedia. La
dice Domínguez: «Su apuesta hace serie con otras que
novela está dividida en capítulos que alternan
a lo largo del siglo xx miraron hacia esos relatos po-
pulares del xix que le daban contenido, forma literaria la escritura y la voz. Catalina –Qüity– produce
y tonos plebeyos a la “barbarie”. Entre esos pliegues, no un ensayo antropológico sino una historia de
las novelas observan una ligazón constitutiva entre los vidas, Cleo graba, vigila y corrige las versiones
terrenos de lo marginal, el devenir de las sexualidades de su amada: «te sigo dictando, Qüity, desgra-
y sus formas de resistencia a los poderes estatales».
bame bien, mirá que después voy a leer lo que
Dice Cabezón Cámara: «Las novelas se emplazan,
efectivamente, en escenarios reconocibles y violentos, pusistes» (77). Las lenguas se contaminan al
en relación con lo que suele ser la fuente principal del azar, Cleo reproduce el habla arcaica, medieval
hecho periodístico, del policial. No apuesto a la cró- de la Virgen junto con modos populares: Cleo
nica, el testimonio o el relato periodístico porque no «vociferaba parte en rioplatense orillero, parte
me interesan los hechos en sí, no me interesa contar lo
en español cervantino» (88). Qüity cita romances
que efectivamente sucede, no me interesa esa relación
con lo real: me interesa contar lo que eso me dispara, antiguos y también piezas de la literatura gau-
lo que podría ser, lo que quiero y lo que va sucediendo chesca. La lengua de la cumbia las cobija a todas.
en la escritura misma». Configura una especie de cambalache barroco, en

29
el que nada está en su lugar y esa heterogeneidad «Benditos los que viven en mundos legibles»,
diseña el espacio de la comunidad.17 La comu- piensa Qüity, en medio de una reunión festiva y
nidad se afirma en lo heterogéneo, lo informe o religiosa mientras ve pasar «a la difunta Correa en
lo cambiante. Nada ni nadie permanece en algo brazos de una travesti que había sido patovica en su
así como el ser. Habría que decir que lo creado vida anterior» (54). ¿Cuán legible es el mundo ville-
pero también la naturaleza cambia y florece. ro? La narradora busca orientarse en él, inmiscuir-
Caillois interpreta la fiesta como «actuali- se en esa otra cultura, sorteando diferencias: «al
zación del período creador», como recreación principio me resistí a la estupidez de las letras,
o regeneración del mundo. Para resucitar el me recitaba cancioneros antiguos» (113). A con-
tiempo de los antepasados, se apela a los mitos, tinuación, y como antídoto, realiza un fino trabajo
«relatos secretos y poderosos que cuentan la lingüístico interviniendo una cantiga tradicional
creación de una especie, la fundación de una con aportes de reguetón. Las transformaciones se
institución. Actúan a la manera de palabras operan en los cuerpos y en los corazones mientras el
maestras. El relato basta para provocar la repeti- sentido común desaparece como patrón valorativo.
ción del acto que conmemoran» (67). La Virgen Los sentimientos se mezclan como las lenguas en
Cabeza cuenta la formación y las luchas de una procesos de hibridación y amalgama.
comunidad. La cumbia, la droga, el alcohol y la Ya en Miami, desde la seguridad que otorga la
comida, todo esto condimentado con el amor y el lejanía, Qüity recuerda la villa con el tono melan-
sexo desaforado, son condiciones para la instaura- cólico del que ha perdido el paraíso, apostando a un
ción de un universo fraterno y excepcional ligado entusiasmo –«Éramos libres en esos días de alegre
por afectos y solidaridades. «En esas fiestas me fui multitud» (89)– que es desmentido por Cleo en el
convirtiendo en letrista» (108), dice la narradora. capítulo siguiente. Las voces se contradicen y se
La fiesta es lugar de encuentro de la colectividad refutan. La prosa no toma partido y coloca una voz
entera, momento que insufla sentido de perte- al lado de la otra. La villa que, según la escritora,
nencia a los sujetos: «Cuestión de llegar con encarna «el sueño argentino», es para la travesti
facturas o papas fritas, salamines y cerveza y el justificativo de un plan siniestro: «hablaban de
empezaba o seguía la fiesta. Era así, desde su “sueño argentino” pero nos cagaban a tiros» (91).
centro mismo la villa irradiaba alegría. Parecía La fiesta se contrapone drásticamente con las es-
cosa de la Virgen y Cleo, pero éramos nosotros, cenas de violencia exacerbada que estructuran los
era la fuerza de juntarnos» (28). pasajes donde la policía arrasa las viviendas con
topadoras y asesina a los villeros que resisten la
17 Leemos: «La Virgen hablaba como una española invasión. La novela privilegia la voz que proviene
medieval y el día empezaba con la primera cumbia. del interior de la villa para narrar la masacre.
Cada uno articulaba lo que quería decir en sintaxis
propia y así armamos una lengua cumbianchera que
fue contando la historia de todos, escuché de amor Vidas precarias
y de balas, de mexicaneadas y de sexo, cumbia feliz,
cumbia triste y cumbia rabiosa todo el día. Ahora no Cuando me muera quiero que me toquen cum-
quiero escuchar más» (27). bia (2003), de Cristian Alarcón, es un texto de

30
no ficción que toma la historia de Víctor Manuel la tormenta se agitó sobre la indignación de la
Vital, alias el Frente, un caso de gatillo fácil de turba. Bajo el torrente, los vecinos de la San
la policía bonaerense que ocurre en febrero Francisco, la 25 y La Esperanza dieron batalla
de 1999. El Frente era una especie de Robin a la policía» (28).
Hood local que repartía la cosecha de sus robos El título, un verso de una canción, aparece
entre los vecinos. Cuando muere se convierte en a modo de homenaje cuando le comunican
santo popular al punto de que los pibes chorros a Simón, internado en un reformatorio para
se encomiendan a él para que los proteja de las menores, la terrible noticia. La cumbia surge
balas enemigas.18 Un cierto anacronismo define como música sagrada que teje redes en esa
al personaje que conserva las reglas de los de- particular cofradía: «Cuando me muera quiero
lincuentes más viejos.19 que me toquen cumbia / y que no me recen
El texto se inicia con el fusilamiento del pibe cuando suenen los tambores, / y que no me
chorro y la rebelión popular que genera el hecho. lloren porque me pongo muy triste, / no quiero
La comunidad es testigo de un fenómeno casi coronas ni caritas tristes, / solo quiero cumbia
religioso, de claras connotaciones bíblicas en para divertirme» (32).
la escena en que la muerte parece desencade- Las voces que se suceden van construyendo
nar la furia de la naturaleza: «la violencia de un patchwork. Los mismos vecinos que prota-
gonizaron los acontecimientos desgranan las
anécdotas que el periodista cose.20 El régimen
18 Cristian Alarcón escribe en «Víctor, el santo de los la-
drones» en Pagina/12, el 17 de junio de 2001: «Cuando de justicia textual dicta sentencia al sistema
“perdió”, hace más de dos años, ya era famoso en la capitalista. Chaías «me fue colmando de his-
zona norte, una de las más violentas del Gran Buenos torias sobre una bondad intrínseca a Víctor, y
Aires: gozaba de la celebridad de un Robin Hood sobre la mediación que ejercía entre los más
villero, capaz de regalar lo que llevaba puesto, de
violentos y los más frágiles del territorio» (50).
enviar “bagallos” para los compañeros presos, asistir
a sus familias o “hacer” un camión de La Serenísima La muerte del Frente funciona como parteaguas
para repartir yogures y quesos en carritos tirados por entre dos momentos de la vida comunitaria
caballos. Después de tanto su popularidad persiste en donde priman la observancia de los códigos
los jóvenes ladrones: lo consideran milagroso. A él le
atribuyen el éxito de curaciones de balazos fatales,
fugas de institutos de menores, asaltos cuantiosos y sin 20 Laura, por ejemplo, reconoce el cadáver por la marca
heridos. Sus contemporáneos se encomiendan a él antes en la suela de las zapatillas: «Era la marca que Víctor
de salir “a un hecho”. Por eso cada visita a su tumba, los le había hecho a las zapatillas, la misma V que ahora
chicos rocían cerveza sobre las flores, y en la trompa de dibujan los creyentes en las paredes descascaradas
un elefante de porcelana colocan las últimas briznas del conurbano junto a los cinco puntos que significan
de un porro, fumado en círculo, como una ofrenda al “muerte a la yuta”, muerte a la policía» (29). Como
ángel caído que, según dicen, puede doblar el rumbo si portaran estigmas que señalan a los elegidos –las
mortal de las balas bonaerenses». marcas que permiten reconocerse entre ellos y a los de-
19 Dice el cronista: «Mauro había influido en Víctor con más, identificarlos–, los pibes llevan en sus cuerpos el
sus consejos sobre los viejos códigos, el “respeto” y registro de las prácticas tumberas en la figura de cinco
la ética delincuencial en franca desaparición» (19). puntos que simboliza a un policía rodeado por ladrones.

31
y su quiebre posterior. Chaías se detiene en la ver retazos de la vida colectiva.21 La madre más
pequeña anécdota del castigo que le propina el que un lazo parental es una función afectiva,
Frente a un pibe que transgrede la ley villera: social y política. Un refugio donde protegerse
«“Y lo agarró a cachetazos”, cuenta Chaías so- de las persecuciones. Las madres son personajes
bre el “atrevido” que quebró leyes viejas como fuertes, movidos por un afecto incondicional
la pobreza que han pasado a desuso de la mano y un férreo sentido de justicia que encuentran
del crecimiento exponencial de la pobreza» (51). más allá de la ley.22
Los testimonios se multiplican reseñando La despedida del Frente adquiere ribetes épi-
con variantes no solo el apogeo y la decadencia cos. La escena se recorta sobre tópicos y rituales
de una vida que deviene sagrada sino también heroicos de los muertos por la patria. Con el
anécdotas que insinúan costumbres y aconteci- diseño de exequias gloriosas, nace el mito. La
mientos. El conjunto traduce modos de existen- multitud doliente, las ofrendas de flores culmi-
cia de la comunidad. Los testigos son los igua- nan en la salva de balas –que remplazan a los
les: los amigos, otros pibes chorros, las novias cañones patrióticos– y en las banderas de clubes
y amantes, las madres. Las mujeres desempeñan futbolísticos que cubren el féretro: «Una salva
un papel fundamental en la organización de la caótica de balas hacia el cielo despidió a Víctor
villa. Sabina Sotello –madre del Frente– toma Manuel Vital, el Frente. Y esos disparos comenza-
a cargo la figura intercesora cuando, para evitar ron a transformar su muerte en una consagración;
la represión, habla a la multitud con el fin de su ausencia en una posible salvación» (37). Para
aplacarla. La madre se agranda con la pérdida: refrendar la fama, algunos describen los milagros
media ante la policía, milita en las causas de recibidos.
gatillo fácil junto a los organismos de derechos Los testimonios arman al personaje en la con-
humanos, protege a los perseguidos. junción del héroe y el santo. La figura termina
Dos madres, Sabina y Matilde, se unen en el de delinearse contraponiéndola a la imagen del
dolor por los hijos malogrados, muerto en un caso, Tripa –transa cruel e informante de la policía–,
preso en otro. Matilde, otra Madre coraje, entra
en la villa próxima a rescatar a su hijo Simón, 21 El accidente de un hijo de Matilde –en el tren de los
herido en un enfrentamiento entre bandas riva- cartoneros que llegaban a la capital desde barrios
les. Alarcón dedica varias páginas a contar su suburbanos para recoger desechos– exhibe la crueldad
del sistema. Daniel, el cordero sacrificado, el precio
historia, que sintetiza la de muchos, con exclu- que pagan justos por pecadores. «El único de los hijos
sión, descenso social e iniciación en el cirujeo. de Matilde que no había pisado el camino del delito
«Matilde y sus hijos estuvieron en las primeras agonizaba por culpa de un golpe de la misma exclu-
filas excluidas, desempleadas, puestas en crisis sión que había provocado todas las balas de las que se
por el menemismo, cuando la devastación para salvaron sus hermanos» (92).
las clases medias y hasta para las medias bajas 22 El cronista relata: «Marga, como muchas madres de
chicos ladrones, terminó aliándose a ellos, cansada
se veía como un imposible tras la fortaleza de combatir contra los malos pasos de esos pibes
imbatible del “uno a uno”» (90). Las historias desaforados y harta de ver el maltrato policial que les
de vida personales se van entrelazando y dejan esperaba cada vez que alguno perdía en su faena» (148).

32
al que se enfrenta en tiroteos (59). El texto abre cayeron bajo las balas policiales se encontraban
con la muerte del Frente a manos de la policía alcoholizados o drogados. Con algunos de ellos
y la rebelión de la comunidad en represalia, y crecimos juntos, a otros los vi crecer. ¡Dios mío,
cierra con el asesinato de Tripa a manos de esa eran demasiado jóvenes para morir! [134].23
misma comunidad. Hay en esta última muerte
un acto de justicia popular: así como se vive se Los rostros y los cuerpos expuestos vencen el
muere. Un final al estilo Fuenteovejuna. Los vi- anonimato y la generalización que caben en la
lleros ajustan cuentas con el más odiado porque, expresión «pibe chorro». Las fotografías mues-
como se aclara en algún momento, los chorros y tran lo provisorio, lo efímero de esa felicidad, y
los transas son enemigos. La venganza colectiva aportan humanización y materialidad. Las fo-
produce el acto de reparación: «Al anochecer la tografías –presentadas a través de un trabajo de
decisión estaba tomada. Lo encerrarían, como écfrasis– nos interpelan. ¿Qué vidas se consideran
fuera. Juntaron un arsenal. Eran todos conocidos, dignas de ser vividas? ¿Cuánto vale cada muerte?
más de cuarenta» (186). El manuscrito deja al desnudo las condiciones
Ricardo Piglia decía que la historia la escri- de vulnerabilidad y desamparo de las vidas de
ben los vencedores y la narran los vencidos. los pibes chorros.
El texto de Alarcón incluye la memoria escrita Sin embargo, cuando el texto se explaya en
y visual de un conflicto social lacerante. «La his- las escenas de duelo compartido demuestra que
toria está escrita», comenta el periodista cuando esa muerte cuenta como tal. La muerte sacri-
Roberto, otro pibe de la villa, le entrega un manus- ficial consagra al pibe chorro como ejemplo de
crito compuesto por catorce hojas cuadriculadas, vida precaria segada por la violencia. Le fabrica la
escritas a mano, donde se cuentan las historias posibilidad de un duelo público a una vida que ya
de veinte casos de gatillo fácil. Los muertos se estaba perdida, rescatándola del conjunto que no
nombran uno por uno detallando los finales. deja huellas para colocarla entre aquellas vidas
Hay recortes de diarios y fotos que muestran un que se conservan en la memoria común. c
grupo de jóvenes –muchos casi niños– aniqui-
lado por balas policiales. Alarcón transcribe la 23 Cuando Butler se refiere a los esquemas normativos de
breve introducción de Roberto que, además de inteligibilidad que establecen «lo que es una vida vivible
homenaje en recuerdo de los caídos, resulta un y una muerte lamentable» dice que «funcionan no solo
produciendo ideales que distinguen entre quienes son
testimonio desgarrador:
más o menos humanos. A veces, producen imágenes de lo
que es menos que humano bajo el aspecto de lo humano
Creo que en todo esto tuvo mucho que ver la para mostrar el modo como lo inhumano se oculta, ame-
desocupación, las malas compañías, la falta de nazando con engañar a todos aquellos que sean capaces
afecto, la miseria que existe en los barrios mar- de creer que allí, en esa cara, hay otro humano. Pero a
veces este esquema normativo funciona precisamente
ginales y sobre todo algo que está destruyendo
sustrayendo toda imagen, todo nombre, toda narrativa,
a una gran parte de nuestra sociedad que es de modo que nunca hubo allí una vida ni nunca hubo allí
la droga, que te destruye tanto mentalmente una muerte». Judith Butler: Vida precaria. El poder del
como físicamente. Muchos de estos chicos que duelo y la violencia, Buenos Aires, Paidós, 2006, p. 184.

33
MARGARITA MATEO PALMER

La obra de Desiderio Navarro:


¿perros y gatos en un costal?*

La afición a las nomenclaturas técnicas ha hecho que el


término «Ciencia de la Literatura» se difunda con cierta
fortuna entre la crítica germánica, mientras la francesa le
ha opuesto, a veces, cierta resistencia tácita, por escrúpulo
de buen gusto, como si ambas palabras se dieran puñeta-
zos entre sí: ¡perros y gatos en un costal!

Alfonso Reyes: «La ciencia de la literatura»

N
i al traductor, ni al políglota; ni al incansable promotor
cultural y acucioso editor o prodigioso organizador de
eventos teóricos. Tampoco al diseñador, corrector, carga-
dor y vendedor de libros o ciclista impenitente. De las muchas
Revista Casa de las Américas No. 290 enero-marzo/2018 pp. 34-53

facetas y destrezas puestas en juego por Desiderio Navarro en


su descomunal labor de difusión de la teoría de la cultura en la
Isla voy a referirme solamente a una parte de su obra personal,
es decir, a lo escrito por él como crítico e investigador, una de
las más importantes expresiones de su proyección en el ámbito
de la cultura. Desde que en 1965 sus primeras publicaciones
comenzaron a aparecer en su Camagüey natal, el autor de Ejer-
cicios del criterio ha continuado escribiendo hasta conformar
una valiosa obra individual. Esta vertiente de su quehacer, a la
que las otras faenas han restado mucho tiempo, puede consi-
derarse el núcleo inicial de toda su proyección, la coordenada
* Leído el 5 de diciembre de 2017 en el
Centro Cultural Dulce María Loynaz básica desde la cual irradia el resto de sus actividades, y, sin
al inaugurar el homenaje «Más que embargo, ha sido una de las menos estudiadas y comentadas.
una revista: 45 años con Criterios». Es a través de la escritura donde con mayor nitidez se expresa

34
su pensamiento, tanto en el campo específico de por una obra desempeñan un papel decisivo. Las
la teoría –esa ardua y complejísima disciplina–, características propias del arte –su indisoluble
como en la aplicación de estos conocimientos a vínculo con la subjetividad del creador, su expre-
los más variados fenómenos y problemas de la sión a través de imágenes artísticas, su diálogo
cultura. En la diversidad de sus reflexiones puede con los sentimientos y las necesidades estéticas
encontrarse la más clara expresión de la poética del ser humano, su alto grado de espiritualidad–
que sustenta la empresa ciclópea desarrollada por han conducido a que se rechace la posibilidad
él. Hace muchos años, en su ciudad de origen, de su estudio desde bases rigurosamente obje-
Desiderio Navarro comenzó no solo a participar tivas. Como apunta Alfonso Reyes, el análisis
activamente en el mundo de la cultura, sino a científico de estas manifestaciones puede llegar
meditar con el mayor rigor sobre la problemática a ser considerado una herejía: perros y gatos en
estética que se debatía en aquellos complejos un costal: ladridos, mordidas, arañazos, maulli-
años sesenta. Este es el germen de un saber que, dos: incompatibilidad esencial. Esos prejuicios,
de modo sólido y coherente, se iría desarrollando bastante extendidos en la Isla, han hecho mucho
a través del tiempo hasta llegar a convertirse más ardua la labor de Navarro, forzándolo a
en la más penetrante indagación sobre la teoría un constante batallar, digamos que de segundo
literaria, artística y de la cultura en Cuba.1 grado, entre canes y felinos.
El pensamiento teórico supone un alto grado Dentro del amplísimo espectro de las in-
de abstracción y capacidad de generalización. vestigaciones recogidas en sus cuatro libros
Exige también un rigor particular. Cuando se publicados –Cultura y marxismo. Problemas y
trata del análisis racional de expresiones pro- polémicas (1986); Ejercicios del criterio (1988);
venientes de un ámbito tan concreto e intuitivo Las causas de las cosas (2006) y A pe(n)sar de
como la creación, estos requerimientos se tornan todo (2007)–2 habría que distinguir varias líneas
particularmente complejos, pues quedan some- o vertientes. El mismo autor en el prólogo de su
tidos a una dinámica en la que rasgos como la primer libro, luego de referirse a los temas abor-
sensibilidad artística y la impresión suscitada dados en los textos que lo integran –la literatura,
el arte, la cultura, y su crítica e investigación
1 En su laudatio para la entrega del título de Doctor Ho- científica–, explica el fundamento unificador de
noris Causa por la Universidad de las Artes a Desiderio los diferentes ejes en que se agrupan:
Navarro, Roberto Fernández Retamar expresó: «Se sabe
que he disfrutado del privilegio de tener en mis aulas a
El denominador común de estos trabajos es-
no pocas criaturas que serían (o acaso eran ya) notables
escritores y escritoras, quienes estoy seguro de que no cogidos es la presencia de la teoría (la teoría
tomarán a mal que diga que aquel joven procedente de literaria, la estética, la teoría de las artes
lo que en La Habana llaman el interior, a quien solo se le plásticas y de la cultura) sea como acerca-
permitió entrar de oyente dos o tres veces en mis clases, miento investigativo en acción, como objeto
llegaría a saber más de teoría literaria no solo que ellos
de estudio histórico, o como problemática
y ellas, sino que yo y cuantos en nuestra América tienen
que ver con esa disciplina». Ver Casa de las Américas, 2 En este trabajo solo se estudiarán los textos recogidos
No. 288, julio-septiembre de 2017, p. 87. en libros y no los aparecidos en otras publicaciones.

35
metódico-práctica para la crítica y la historia la lejanía, sin perder la perspectiva de ambos
artístico-literaria en nuestro país.3 encuadres, ha sido parte esencial de este afán
por extirpar las malas hierbas a la vez que se
A ello habría que añadir otras coordenadas plantan semillas de más tardía germinación.
presentes en libros posteriores donde lo teórico Como todo intelectual verdadero, el autor de Las
es el sustento de la crítica literaria y artística, y causas de las cosas ha establecido un diálogo
de las investigaciones sobre algunos críticos y constante con el ahora y lo por venir, desentra-
creadores particulares. En todos estos campos, ñando motivos y posibles efectos de tendencias
Desiderio Navarro realiza fructíferas indagaciones castradoras, así como sentando bases del rigor
motivadas por el interés de influir sobre su con- requerido en el campo de la cultura por la crítica
texto más cercano, arrojando luz sobre problemas y la investigación. Abordar estas problemáticas
acuciantes en el campo de la cultura. El propio no ha sido una labor complaciente pues en más
autor expresa, al comentar sus textos: de una ocasión ha dado lugar a diversas incom-
prensiones, rechazos y censuras.
De ahí que en sus líneas la reflexión teórica El ámbito de la teoría como tema de acerca-
se haya orientado hacia la exploración de miento investigativo ha ocupado sistemática-
problemas de gran importancia práctica para mente la atención de Desiderio Navarro. Uno
nuestro «aquí y ahora», hacia la satisfacción de sus principales trabajos en esta línea es
de urgentes necesidades ideológicas y polí- «Eurocentrismo y antieurocentrismo en la teoría
tico-culturales del presente, hacia la crítica literaria de la América Latina y Europa», apare-
de concepciones y prácticas erróneas que se cido en 1982 en la Revista de Crítica Literaria
hallan extendidas o comienzan a propagarse Latinoamericana, Perú, y traducido y publicado
en el momento dado y, por último, hacia la con posterioridad en distintos países –URSS,
proposición argumentada de acercamientos Checoslovaquia, Bulgaria y Hungría.5
más productivos y actuales a serias cuestiones En este texto el autor retoma diversas ideas
teóricas y metodológicas.4 desarrolladas por él en acercamientos anterio-
res, algunas ya expuestas durante la polémica
Se trata, sin dudas, de una sostenida vocación suscitada en Cuba a partir de las reflexiones de
en la cual el ejercicio del criterio ha estado al Roberto Fernández Retamar, a quien considera
servicio –al igual que su obra divulgativa– de su maestro, en «Para una teoría de la litera-
los requerimientos culturales más apremian- tura hispanoamericana» (1973) y «Algunos
tes de su tiempo. Observar de cerca y de lejos, problemas teóricos de la literatura hispanoa-
sopesar tanto lo que se ofrece a la mirada inme- mericana» (1975).
diata como aquello que apenas se vislumbra en
5 Un antecedente de este texto es «Un ejemplo de la lu-
3 Desiderio Navarro: Cultura y marxismo: problemas cha contra el esquematismo eurocentrista en la ciencia
y polémicas, La Habana, Letras Cubanas, 1986, p. 7. literaria de la América Latina y Europa», publicado en
4 Ibíd., p. 7. Casa de las Américas, No. 122, 1980, pp. 77-91.

36
A partir de un dominio riguroso de las diversas es contemporánea.8 Entre los rasgos que difieren
perspectivas sobre esta problemática, el autor fun- de las coordenadas teóricas puestas en juego
damenta la necesidad de lograr un desarrollo teóri- para definir el género se encuentran, entre otras,
co basado en el estudio del devenir de las distintas la presencia de un «personaje colectivo como
literaturas regionales, para evitar «la traslación protagonista de la acción, integrado por ambos
mecánica de generalizaciones hechas sobre la pueblos contendientes»9 y el carácter testimonial,
base de material de unos países y pueblos a reali- que viola uno de los principios considerados
dades de otros países y pueblos».6 Es decir, se trata fundamentales del género. Como se ha señalado:
de impedir que las leyes y categorías surgidas del
conocimiento de una comunidad literaria determi- Uno de los postulados teóricos principales de
nada sean presentadas o asumidas con un grado la épica es precisamente que su fuente no será
de universalidad válido para las restantes. Varios nunca la experiencia personal, sino el pasado
ejemplos de esta «universalización ilegítima» son nacional, el pasado absoluto. // El mundo épi-
analizados por el autor, incluso no ya en el nivel co está separado de la contemporaneidad tanto
de las literaturas regionales, sino nacionales. Es del autor como de los oyentes o lectores. Entre
el caso de Francia –el acentuado «francocentris- estos y lo que se narra media la distancia épica,
mo»– en relación con otros movimientos literarios la cual crea una determinada actitud del autor
europeos, como sucede cuando el naturalismo es ante lo narrado. El pasado épico, ya acabado
reducido a un canon basado esencialmente en la y sin salida al futuro, no admite el punto de
obra de Emilio Zola, configurando una especie de vista individual o personal. El pasado épico
«zolismo» que cierra «el camino para la compren- es sagrado e inviolable.10
sión del naturalismo inglés o ruso».7
No está de más recordar, a la luz de estas re- Mas sucede que el autor de La araucana,
flexiones, un ejemplo muy debatido en relación Alonso de Ercilla, no solo aparece como per-
con la literatura latinoamericana en la época sonaje y narrador de su obra, sino que incluye
de sus orígenes. La epicidad de La araucana de referencias autobiográficas muy precisas. Se
Alonso de Ercilla, considerada la epopeya nacio- trata aquí de un texto que forma parte de un
nal de Chile, ha sido puesta en duda –calificándo- conjunto regional muy específico –la literatura
la como poema histórico o crónica rimada– por sobre la conquista de América–, marginal en
no ajustarse a las teorías del género épico, ya relación con las grandes tendencias literarias de
que presenta características que se apartan tanto la época, pero principal para el desarrollo de la
de la tradición clásica grecolatina como de la literatura hispanoamericana.
medieval e incluso de la renacentista, de la cual
6 Desiderio Navarro: «Eurocentrismo y antieurocentrismo 8 Ver Mercedes Pereira: «Prólogo», en Alonso de Ercilla:
en la teoría literaria de la América Latina y de Europa», La araucana, La Habana, Editorial Arte y Literatura,
en A pe(n)sar de todo. Para leer en contexto, La Habana, 1984.
Letras Cubanas, 2007, pp. 151-152. 9 Desiderio Navarro: Ibíd., p. 29
7 Ibíd., p. 153. 10 Ídem.

37
Según el prestigioso teórico Dionyz Durisin,11 Sobre la base exclusiva del material de una
uno de los aspectos más relevantes del texto de determinada literatura se puede llegar a un
Desiderio Navarro es la distinción establecida vasto conjunto de generalizaciones sobre la es-
entre el plano metodológico y el propiamente tructura y la cognición de la obra literaria [...],
teórico del eurocentrismo. Respecto del pri- pero solo la confrontación con otras literaturas
mero, después de analizar las múltiples causas permite distinguir con certeza en ese conjunto
que pueden propiciarlo, el cubano arriba a la las generalizaciones que reflejan propiedades
conclusión de que este no siempre implica una y relaciones específicas de la literatura dada.
actitud científica incorrecta: «puede ser también Únicamente tal confrontación elimina no
una “desgracia” impuesta por circunstancias ex- solo el riesgo de considerar universal lo que
ternas, ajenas a la voluntad del teórico y contra simplemente es particular, propio de una sola
las cuales puede que este se haya debatido».12 La literatura regional [...], sino también el ries-
ausencia de una tradición teórica en el país de go de creer específico lo que, en realidad, es
origen, el escaso desarrollo de la ciencia literaria, universal o propio también de otras literaturas
las dificultades para la divulgación y la consulta regionales, zonales o nacionales.13
de materiales adecuados a un contexto regional
particular son algunas de las trabas que puede Este último aspecto es de particular interés para
enfrentar el estudioso. Al mismo tiempo, el autor el estudio de las literaturas a las que el investiga-
rechaza la descalificación apriorística –debido a dor se refiere, pues en el afán de hallar los rasgos
razones ideológicas– de los hallazgos de la cien- originales de su creación, se pueden distinguir
cia literaria de los países de Europa Occidental y como propias algunas características y basar en
los Estados Unidos, una tendencia que tuvo se- ellas un determinado sentido de identidad cultural
guidores en Cuba y amenazaba con empobrecer propia, cuando en realidad esos rasgos son comu-
peligrosamente los estudios literarios. nes a otros muchos conjuntos literarios.
En otro plano Navarro analiza, a partir de las Protagonista indiscutible de este y otros acer-
distinciones entre lo particular y lo general, el camientos en los que, por razones de espacio, no
riesgo que se corre al confundir estos distintos podré detenerme, la teoría aparecerá siempre, a
niveles de conocimiento (leyes de máxima uni- través de distintas variantes, en el resto de los
versalidad con tendencias de conjuntos literarios textos escritos por Desiderio Navarro. Dedicaré
específicos). Así, por ejemplo, señala: mi atención entonces a algunas indagacio-
nes vinculadas con lo literario, en particular
11 Dionyz Durisin: «El euroccidentocentrismo y el estudio aquellas donde la teoría, así como la problemá-
del proceso interliterario: Sobre la concepción de Des- tica metódico-práctica, aparece directamente en
iderio Navarro», en SlovenskáLiteratúra, Bratislava, función de tres escritores cubanos.
Instituto de Ciencia Literaria de la Academia Eslovaca
Al acercarse a la obra de José Martí, Navarro
de Ciencias, No. 1, 1983.
emprende un estudio sin precedentes en el
12 Desiderio Navarro: «Eurocentrismo y antieurocen-
trismo en la teoría literaria de la América Latina y de
Europa», ed. cit., p. 159. 13 Ibíd., p. 176.

38
campo de la exégesis poética: la utilización de obstante, su interés trasciende la contribución
la categoría de sujet elaborada por Iuri Lotman que representa en el plano de la semiótica para
para llevar a cabo el análisis semántico del con- convertirse en uno de los estudios fundamentales
junto de poemas de un creador. Con anterioridad, sobre la poesía de José Martí.
como explica, varios miembros de la Escuela de A partir de una exhaustiva lista de lexemas y
Tartu habían realizado estudios paradigmáticos figuras sémicas en los poemas, Navarro empren-
de poemas aislados sin sujet, y –también desde de una minuciosa indagación sobre la peculiar
esta perspectiva– de la totalidad de la obra de un gramática que relaciona las más relevantes, apo-
poeta, en este caso, con el afán de caracterizar el yándose en las nociones narratológicas presentes
«cuadro del mundo» o el «universo imaginario» en la categoría de sujet.
presente en esos textos. En el plano del análisis Una figura sobresale en ese abarcador rastreo:
sintagmático, sin embargo, los retos eran muy la del hombre alado,15 imagen antropomorfa de la
dispares. Por una parte, el estudio de poemas poesía martiana que vendría a cumplir la función
particulares con sujet no presentaba un interés de agonista en el modelo del sujet: «Y pliego
especial desde el punto de vista metodológico, sobre el hombro adolorido / El ala del poeta»;
pues apenas se diferencia del que se realiza sobre «Mas parto, el ala triste, cruzo el río».16 Asocia-
textos narrativos. No sucedía así si se analizaba en das también con el corazón y el pensamiento
el plano sintagmático el conjunto de poemas de un humanos, las alas se vinculan básicamente con la
escritor, pues ello no solo suponía un alto grado de posibilidad de una acción: el vuelo, camino prin-
complejidad, sino que implicaba un desafío tanto cipal de este héroe. La pérdida, fractura, pliegue
teórica como metodológicamente. Es esta última o caída de las alas impediría el desplazamiento
perspectiva la que asume Navarro cuando se pro- ascensional que lo conduciría al espacio deseado.
pone «el estudio sintagmático de un sujet presente, La acuciosa búsqueda realizada revela que
no en un poema aislado, sino en el conjunto de la otra figura, el ave, género de animal de mayor
obra poética de un autor, esto es, de un sujet cuyos presencia en los textos, «servirá para atribuirle
elementos y momentos estarían diseminados en al Hombre los rasgos semánticos antes mencio-
variadas combinaciones y manifestaciones por nados»,17 a la vez que funcionará como su susti-
los distintos poemas particulares».14 tuto metafórico: «Con la primavera / Viene una
«De la fosa al sol: Martí y una semiótica del ansiedad / De pájaro preso / Que quiere volar».18
sujet más allá del poema», concluido en 1972 Como expresa el crítico después de analizar varios
como parte de un texto más amplio sobre la ejemplos:
obra martiana, integró el volumen En la esfera
15 El hombre alado aparece en la poesía martiana junto con
semántica lotmaniana. Estudios en honor de Iuri la variante del niño alado. Otra figura vinculada a ellos
Mijailovich Lotman, publicado en España. No es el ángel, también estudiada por Desiderio Navarro.
16 Desiderio Navarro: «De la fosa al sol: Martí y una
semiótica del sujet más allá del poema», p. 143.
14 Desiderio Navarro: «De la fosa al sol: Martí y una
semiótica del sujet más allá del poema» en Las causas 17 Ibíd., p. 148.
de las cosas, La Habana, Letras Cubanas, 2006, p. 140. 18 Ídem.

39
Si la imagen del ave adquiere tal relevancia más frecuente es aquel en que ese locus terrenal
por ser portadora de los elementos semánticos cerrado y estrecho es el propio Cuerpo del hom-
Ala y Vuelo, podríamos adelantar la hipótesis bre, el mismo que en otras ocasiones aparece
de que aquella figura que encerrara además el dentro de la Fosa»:23 «He vivido: me he muerto;
rasgo semántico de la Ascensión y completara y en mi andante/ Fosa sigo viviendo».24
así la figura de un ser alado que vuela hacia Otros semas característicos del espacio de
lo Alto sería una de las más frecuentes en los abajo son oscuro, negro, y frío. En relación
textos poéticos de Martí.19 con este último elemento semántico y el eje de
verticalidad alto/bajo, el autor analiza un intere-
Esa figura –el animal que más aparece en los santísimo ejemplo tomado de «Rimas»:
poemas martianos, como revela el estudio– es el
águila, «símbolo de la altura, del espíritu identi- Oh, mi vida que en la cumbre
ficado con el sol. [...] ave cuya vida transcurre a Del Ajusco hogar buscó
pleno sol, por lo que se la considera esencialmen- Y tan fría se moría
te luminosa».20 Se lee en los poemas: «Y como un Que en la cumbre halló calor.25
águila herida / Muero en silencio», «Y en la coraza
que me viste el pecho / Un águila de luz abre sus El héroe que en la tierra muere de frío halla en
alas».21 Como sucede en estos últimos versos, lo alto de una cima el calor vital, en un trueque
el águila, al igual que otras aves –la paloma, la de «la distribución natural de las temperaturas»
tórtola y el cisne–, es asociada con la blancura. que da la medida de la extraordinaria coherencia
A partir de ahora, el investigador centrará su de la configuración poética martiana del mundo.
análisis en las características que presenta el si- El lodo y el polvo son otros de los elementos
tio de partida del hombre alado: la Tierra. Fosa, caracterizadores del entorno de abajo,26 al igual
cueva, tumba, nicho, y en un orden menor, sirte que otras dos figuras que desempeñan un papel
y abismo, son los lexemas más asociados con principal en ese locus:
el espacio donde inicia su viaje el héroe. El ser
humano aparece con frecuencia saliendo, entran- Abajo, en la Tierra, junto a la Fosa, en el Lodo,
do o encerrado en la tierra («la cueva lóbrega / hallamos reiteradamente otras dos figuras ani-
Donde mora mi espíritu»; «...Vive el alma mía males que están presentes en nuestra lista: el
/ Cual cierva en una cueva acorralada»).22 «Sin Gusano y la Serpiente. Estos dos seres vivos
embargo» –como explica Navarro–, «el caso
23 Ibíd., p. 154.
19 Ibíd., p. 149. 24 Ídem. También aparece con frecuencia en la lista el
20 Juan Eduardo Cirlot: Diccionario de símbolos, Barce- Cuerpo como jaula o cárcel.
lona, Editorial Labor, 1969, p. 57. 25 Ibíd., p. 156.
21 Desiderio Navarro: «De la fosa al sol: Martí y una 26 En el contexto de este análisis sobre el espacio terrenal,
semiótica del sujet más allá del poema», p. 150. Navarro no deja de advertir cómo la ciudad y el campo
22 Ibíd., p. 153. se presentan con rasgos muy diferentes.

40
forman parte del Entorno del Héroe, son lo El cielo, otro de los lexemas más reiterados en
que Lotman llama «personajes inmóviles del la poesía martiana, será el espacio deseado por el
texto», puesto que, a diferencia del Héroe, héroe, el destino anhelado de su vuelo, y el sol,
su movimiento es un mero desplazamiento una figura característica de su poesía –«vengo
físico dentro del Entorno, su hábitat, y nunca del sol, y al sol voy»; «[...] yo soy bueno, y como
va dirigido a traspasar la frontera.27 bueno/ Moriré de cara al sol»–, el punto de lle-
gada preciso. A su vez este astro será asociado
Estos dos personajes, que en términos de mo- con el oro y el polvo de oro, en oposición con
vimiento solo reptan, se arrastran o se revuelven el polvo-lodo del mundo bajo. Como resume el
en el mismo lugar, son presentados con conno- investigador:
taciones particularmente negativas. He aquí un
ejemplo en el que ambos aparecen identificados Tenemos ya ante nosotros un cuadro del
con un contexto sucio y abyecto: mundo de la poesía de Martí. El modelado es-
pacial ha distribuido en el continuum espacial
heme arrastrado los subconjuntos semánticos opuestos según
Entre un montón de sierpes, que revueltas el eje Arriba/Abajo. Tenemos un Ambiente
Sobre sus vicios negros, parecían con sus rasgos semánticos (cerrado, estrecho,
Esos gusanos de pesado vientre oscuro, frío) y sus figuras (la Tierra, la Fosa,
Y ojos viscosos que en hedionda cuba el Lodo/Polvo, así como los «personajes
De pardo lodo lentos se revuelcan!28 inmóviles» del Gusano y la Serpiente); un
Anti-Ambiente con rasgos semánticos opues-
La contraposición de la serpiente y el gusano tos (abierto, anchuroso, luminoso, cálido)
con las aves es reiterada. Baste esta conocida y sus figuras (el Cielo, el Sol, el Oro); una
cuarteta de los Versos sencillos –entre los diver- Frontera (la superficie terrestre de la que se
sos ejemplos ofrecidos por Navarro– para cons- ha de despegar): un Héroe incompatible con
tatar en apretada síntesis cómo en la oposición, el Ambiente y capaz de cruzar la frontera (el
tanto el espacio como la posibilidad de traslación Hombre Alado). Sin embargo, estos satisfac-
y movimiento son fundamentales: torios resultados aún no son suficientes para
establecer la existencia de un sujet: si el Hom-
Yo he visto el águila herida bre Alado puede pasar la frontera libremente,
Volar al azul sereno, sin colisión alguna, no hay suceso.30
Y morir en su guarida
La víbora del veneno.29 Se trata ahora de precisar los obstáculos que
se presentan al héroe en su recorrido y amena-
27 Desiderio Navarro: «De la fosa al sol: Martí y una zan con impedir su viaje a las alturas. Según el
semiótica del sujet más allá del poema», p. 158. análisis realizado, la dificultad más frecuente es
28 Ibíd., p. 158.
29 Ibíd., p. 159. 30 Ibíd., p. 166.

41
el ataque de las fieras –tigre, chacal, lobo–31 y en la tierra, en el que vamos reconociendo a un
de una figura, la serpiente, que ya ha aparecido Guerrero de Fuego que salta al fin de la Fosa, le
cumpliendo la función de ambiente. Algunos nacen Alas, y tras enfrentarse al Ataque de las
objetos como la espada,32 el escudo o la coraza, Fieras y vencerlas, asciende como un Sol».35
atributos del guerrero, suelen auxiliar al héroe en Una idea similar aparece expresada en el prólogo
su lucha y contribuir a su capacidad para «vencer a sus Versos libres: «El verso ha de ser como una
el obstáculo y traspasar la frontera semántica».33 espada reluciente, que deja a los espectadores la
El combate que debe librar el agonista contra memoria de un guerrero que va camino al cielo,
las fieras adopta diferentes formas. En unos y al envainarla en el Sol se rompe en alas».36
casos es derrotado en la lucha –desgarrado, Como ha podido apreciarse, el originalísimo y
despedazado, devorado–, y en otra, que será exhaustivo análisis realizado por el crítico cubano
objeto de un análisis sumamente revelador, revela las relaciones establecidas –tanto semán-
es vencido sin ofrecer resistencia activa. Pero tica como sintácticamente– entre determinados
el modelo más notable, en el cual se cumple lexemas y semas de alta frecuencia en la obra
cabalmente el sujet lotmaniano, es cuando tie- del poeta, lo que le ha permitido no solo ofrecer
ne lugar «la victoria del Hombre Alado en el un cuadro del mundo de los textos martianos,
Combate contra las Fieras»,34 lo cual le permite, sino un modelo narrativo –el sujet– que resulta
finalmente, traspasar la frontera y remontar el sobresaliente en la totalidad de su obra.
vuelo hacia las alturas. Después de conocer este estudio, resultan evi-
Con un texto particular, «Contra el verso dentes algunos errores a los que puede conducir
retórico y ornado», ejemplifica Navarro esta un análisis paradigmático que relacione algunas
variante. Resulta interesante cómo el poema imágenes martianas sin tomar en cuenta su fun-
seleccionado para mostrar el modo en que se ción a nivel de sujet. Tal es el caso, entre otros
desarrolla ese sujet es expresión de la poética señalados, del erróneo vínculo establecido entre
martiana, una temática alejada, a primera vista, hombre-pájaro-serpiente con el afán de establecer
de la lucha y el combate. No obstante, como una relación entre la poesía martiana y la mitolo-
apunta el autor al concluir el estudio del poema: gía náhuatl a través de la figura de Quetzalcóatl.
«Tenemos aquí la imagen de un núcleo de fuego Nuevamente en este trabajo Desiderio Navarro
está proponiendo un análisis objetivo que, desde
la perspectiva de la semiótica, contribuya a un
31 Entre las fieras aparecen también las aves de rapiña, conocimiento de la obra literaria científicamente
que en su condición de figuras aladas y con garras son fundamentado. «De la fosa al sol: Martí y una
objeto de un particular análisis.
semiótica del sujet más allá del poema», escrito
32 En el texto se realiza un estudio sumamente interesante
entre las diferentes funciones que cumplen la espada y
hace más de cuatro décadas –el autor tenía en-
la daga en la poesía martiana. tonces veinticuatro años de edad–, sigue siendo,
33 Desiderio Navarro: «De la fosa al sol: Martí y una
semiótica del sujet más allá del poema», p. 175. 35 Ibíd., pp. 177-178.
34 Ibíd., p. 176. 36 Ibíd., p. 179.

42
a pesar del tiempo transcurrido, uno de los textos De los tres tipos de orquestación presentes en
más iluminadores sobre la poesía martiana. la obra de Guillén, el autor estudiará dos de ellos.
A Marcelino Arozarena –en cuyos versos Primero, la imitación de «sonidos extralingüís-
Fernando Ortiz había advertido «una misteriosa ticos característicos de fenómenos del mundo
sonoridad», asociada con «los cueros del bongó circundante» y, después, la que «alude a sonidos
sobre el cual se riman estas estrofas mulatas»–37 propios de fenómenos del lenguaje».40 En el aná-
dedicó Desiderio Navarro su artículo sobre la lisis que realiza sobre ambos tipos de instrumen-
poesía de Nicolás Guillén. Orquestador criollo tación, el autor de Ejercicios del criterio parte
llama a Arozarena en ese breve homenaje que de premisas muy claras: apelará a la utilización de
abre su estudio, y con esa denominación también métodos cuantitativos, estadísticos, a los aportes
está anticipando el concepto principal del que de la fonología estructural, y también se centrará
parte en su acercamiento a la obra del autor de en «las definidas potencialidades semánticas que,
Motivos de son. en mayor o menor medida, encierran los distintos
La orquestación –instrumentación para los sonidos a causa de sus particularidades acústicas
formalistas rusos– es una de las formas de «la or- y articulatorias»,41 una perspectiva vinculada con
ganización sonora de los enunciados literarios».38 las teorías sobre el sentido de los sonidos. Por
La otra, la ritmización, que estudia las cualida- último, sustentará una posición muy clara en
des prosódicas del lenguaje, no será objeto de cuanto a las coordenadas en que se basa:
indagación por parte del crítico, quien centrará
su atención en la instrumentación [...] consideramos que la orquestación de la
obra literaria no trabaja en última instancia
[...] en el sentido de la organización de los con los fonemas, sino con los factores fonéti-
elementos intrínsecos del sonido (Okoplen- cos que distinguen a unos fonemas de otros,
Slawinska, Wellek) y no en la acepción es- es decir, con las cualidades naturales que la
trecha de repetición fónica no onomatopéyica lingüística moderna ha llamado rasgos distin-
(Tomashevski, Faryno), ni en la acepción tivos intrínsecos o femas.42
amplia que incluye ciertos efectos logrados
mediante un ordenamiento no rítmico de de- En «Con tumbadora y bongó», la primera
terminados elementos prosódicos (entonación, parte de «Sonido y sentido en la obra de Nicolás
disposición de acentos).39 Guillén. Contribuciones fonoestilísticas», el autor
se propone precisar los sonidos que remedan
los de los tambores de la música cubana. Desde
37 En Marcelino Arozarena: Canción negra sin color, La un principio aclara que el uso de la onomato-
Habana, Ediciones Unión, 1983, p. 177.
peya, en su acepción estrecha y tradicional,
38 Desiderio Navarro: «Sonido y sentido en la obra de
Nicolás Guillén. Contribuciones fonoestilísticas»,
en Ejercicios del criterio, La Habana, Ediciones 40 Ibíd., p. 14.
Unión, 1988, p. 13. 41 Ibíd., p. 20.
39 Ídem. 42 Ibíd., p. 14.

43
no será objeto de su interés, pues se trata de La sonoridad de otros instrumentos de percu-
un fenómeno muy poco frecuente en la poe- sión cubanos –el cajón, las claves y en especial
sía de Guillén. Su atención se centrará en la el bongó, caracterizados por sus golpes secos–
orquestación onomatopéyica que sí tiene un es simulada también en distintos momentos de
peso notable: aquella que «se realiza la mayor esta obra poética. En este caso el investigador
parte del tiempo con la ayuda de palabras que, busca, desde el punto de vista de la sonoridad,
tomadas aisladamente son del todo anicónicas en el conjunto de las consonantes no vocáli-
desde un punto de vista sonoro».43 Es decir, será cas, aquellas que representen «una transición
la denominada onomatopeya difusa, en la cual brusca entre sonido y silencio» y que además
los sonidos significativos están diseminados a no tengan una excitación periódica de baja fre-
través de diferentes palabras, dentro de la cadena cuencia. Entre estas distingue las discontinuas
del lenguaje, la que concentrará su interés. explosivas sordas p, t y k. Igualmente reconoce
Entre los fonemas del español, cuyos rasgos como parte de esta peculiar orquestación dos
acústicos son más cercanos al sonido de la tum- consonantes vocálicas, líquidas discontinuas, la
badora, distingue las consonantes no vocálicas r y la ṝ. De este modo los fonemas p, t, k, r y ṝ,
con una excitación periódica de baja frecuencia, que, como señala, tienen una altísima densidad
es decir, las sonoras m, b, n, d, ŋ y g.44 Son estos en algunos de los poemas, producirán efectos
los fonemas utilizados profusamente por Guillén onomatopéyicos asociados con las sonoridades
en las onomatopeyas difusas que imitan el sonido de esos instrumentos. Véase el siguiente ejemplo,
de este tambor. Véase un claro ejemplo, entre sumamente ilustrativo, tomado de «Secuestro de
otros citados, en el que «se produce una marcada la mujer de Antonio», en el que el sonido de las
concentración de consonantes portadoras»45 de palabras evoca el retumbe del bongó:
estos rasgos, combinadas en parejas:
repique, pique, repique,
¡Mayombe-bombe-mayombé! repique, repique, pique,
¡Mayombe-bombe-mayombé! pique, repique, repique,
¡Mayombe-bombe-mayombé!46 ¡po!47

En Motivos de son los mencionados fonemas


43 Ibíd., p. 15. tienen una notable representación. Uno de los poe-
44 Ya el crítico martiniqueño Alfred Melon, como señala mas citados, «Búcate plata», presenta más de la
Navarro, había advertido la presencia de la onomato- mitad de las consonantes participando en la repe-
peya difusa en Guillén a partir de tres fonemas: m, b y tición conjunta de los rasgos de la discontinuidad
g. Véase Alfred Melon: «Guillén: poeta de la síntesis»,
en Unión, No. 4, diciembre de 1970.
(como explosividad) y la ausencia de excitación
45 Desiderio Navarro: «Sonido y sentido en la obra de
periódica de baja frecuencia.48 Sin embargo, como
Nicolás Guillén. Contribuciones fonoestilísticas»,
p. 16. 47 Ibíd., p. 18.
46 Ídem., p. 16. 48 Ibíd., p. 19.

44
analiza el investigador, no solamente la estructura del libro de Guillén no solo tienen un porcentaje
fónica de un poema es capaz de producir la impre- mayor en el uso de las labiales, sino que en el
sión de una onomatopeya difusa. Para que estos caso de «Negro bembón» la proporción asciende
rasgos acústicos adquieran relieve y sentido se re- a 27,7 % y en «Búcate plata» a 30,5 %.
quiere de la presencia de peculiares características Un conteo similar realiza con diferentes textos
rítmicas y de un determinado contexto estilístico escritos en yoruba, efik y kikongo, y obtiene
o semántico. En Motivos de son es evidente que como resultado que en esas lenguas el porciento
el poeta se propone, como ha sido reiteradamente de labiales oscila alrededor de un 30 %: casi el
comentado por la crítica, recrear a través de la doble que en el español corriente. Como afirma el
palabra los rasgos de una expresión principal de la investigador: «Guillén le ha conferido al idioma
música cubana. La estructura de sus textos sigue el español una textura fónica característica de esas
esquema del son musical, con su recitativo inicial lenguas negro-africanas. Diríase que en ellos, al
y su estribillo o montuno.49 Es ese el sentido hacia hablar en español, el poeta está hablando también
el que apunta todo el poemario desde su mismo en una lengua negro-africana».52 Esta conclusión
título: el contexto semántico en el cual adquirirán será fundamentada con diversos análisis sobre
relieve las onomatopeyas estudiadas por Navarro. otras peculiaridades fónicas, como la combina-
«¿Escritos en yoruba los Motivos de son?», ción de labiales en parejas y tríos, la repetición
la segunda parte de su trabajo, atiende al tipo de de palabras que incluyen estas combinaciones, la
orquestación que imita las sonoridades –el «estilo aparición de estos fonemas al principio y al final
fónico»– de lenguas del África negra, hablada de los versos, y otras. Sobre la textura fónica de es-
por sectores de la población cubana, algunas de tas lenguas extranjeras en la obra del poeta añade:
las cuales desempeñan un importante papel en
sus rituales religiosos.50 A partir de un análisis En varios poemas de Guillén se observa la fre-
estadístico del conjunto de fonemas que presen- cuente aparición de las combinaciones mb, mp,
tan el rasgo distintivo de la labialidad –m, b, p, ɳg y nd. Ya hemos señalado el papel de estas en
o, u– Navarro demuestra que estos aparecen en la formación de onomatopeyas del tambor. Pero
Motivos de son con una frecuencia muy superior a el hecho de que esas combinaciones sean muy
la del español corriente, determinada por Alarcos frecuentes en la lengua kikongo y de que figuren
Llorach entre 15 % y 20 %.51 Todos los poemas en la mayoría de los vocablos africanoides crea-
dos por Guillén («sóngoro cosongo», «solongo
49 Ver Cintio Vitier: Lo cubano en la poesía, La Habana, del Songo», «mamatomba serembe cuserem-
Universidad Central de las Villas, 1958. bá», etcétera) nos conduce a la idea de que esas
50 Ya Alfred Melon se había referido, como señala Navarro, combinaciones fonemáticas cumplen una doble
a «la riqueza fónica que trajeron al habla cubana las función: onomatopéyica y estilizacional.53
influencias yorubas y abakuá». Ver Alfred Melon:
«Sumar sí, restar no», en Unión, No. 2, junio de 1980.
51 Desiderio Navarro: «Sonido y sentido en la obra de
Nicolás Guillén. Contribuciones fonoestilísticas», 52 Ibíd., pp. 23-24.
p. 23. 53 Ibíd., p. 26.

45
Sobre esta última función se hacen algunas “Son número 6” cuando dice “lloro en yoruba
observaciones relacionadas con el kikongo y lucumí”».56
el yoruba. La determinación de otro fonema Uno de los análisis más interesantes se en-
presente con mucha frecuencia en el yoruba, la cuentra vinculado con el concepto de mímica
y [ll], conduce a un revelador análisis de uno de articulatoria, desarrollado por Eijembaum y
los poemas más conocidos de Guillén en el cual precisado posteriormente por Lotman cuando
no solo se realiza un homenaje a los ancestros afirmó que «los rasgos diferenciales de los fo-
africanos, sino se expresa un tópico frecuente en nemas son portadores de los diferentes tipos de
la poesía caribeña: la concurrencia de emociones articulación y, en relación con esto, se asocian
contrarias en la música. Recuérdese por ejemplo, fácilmente con determinada mímica lo que trae
la «Canción festiva para ser llorada», de Luis consigo una semantización secundaria».57 Desde
Palés Matos, «expresión de la confluencia de esta perspectiva, que toma en cuenta los gestos
sentimientos encontrados que resuelven la fiesta y movimientos articulatorios del hablante, em-
en lamento, el jolgorio en pena, la tristeza en prende Navarro el estudio de uno de los poemas
burla».54 Véase cómo expresa el sujeto lírico del más representativos de Motivos de son:
poema de Guillén su «alegre llanto»:
¿Po qué te pone tan bravo
Yoruba soy, lloro en yoruba cuando te dicen negro bembón,
lucumí. si tiene la boca santa,
Como soy un yoruba de Cuba, negro bembón?58
quiero que hasta Cuba suba mi llanto yoruba:
que suba el alegre llanto yoruba Como señala el investigador,
que sale de mí.
Yoruba soy, en este poema el estrato fónico exige una mí-
cantando voy, mica intensamente labializada que representa
llorando estoy, y refuerza el núcleo semántico del poema: la
y cuando no soy yoruba, bemba, rechazada por el personaje «bembón»
soy congo, mandinga, carabalí.55 negro y asumido como «boca santa» por el
sujeto lírico negro, es decir, el drama de la
El profundo y acucioso estudio desarrollado identidad racial negada y aceptada.59
por Navarro sobre la textura fónica de esta len-
gua africana en el poema le permite afirmar, con Con este artículo –Premio de la Crítica Lite-
toda autoridad, que «no miente el sujeto lírico de raria Mirta Aguirre en 1983, pero cuya primera
54 Margarita Mateo: «Mapa insular de la poesía cari-
56 Ídem.
beña», en La Revista del Vigía, No. 21, Matanzas,
septiembre de 2000, p. 116. 57 Ibíd., p. 29.
55 Desiderio Navarro: «Sonido y sentido en la obra de Ni- 58 Ídem.
colás Guillén. Contribuciones fonoestilísticas», p. 27. 59 Ídem.

46
versión data de 1972–, Desiderio Navarro no solo En «Intertextualidad, canon, juego y realidad
realizó una notabilísima contribución al cono- histórica en la poesía de Luis Rogelio Nogue-
cimiento de la obra del sonero mayor, sino que ras»,60 Desiderio Navarro ofrece, en apretada y
señaló una importante vía de acercamiento a un a la vez abarcadora síntesis, una tipología de la
fenómeno tan complejo como la poesía cubana obra poética del autor de Cabeza de zanahoria,
negrista del siglo xx. Para la literatura caribeña, basada en los cuatro libros de poemas que pu-
en la cual el tema negro fue y es también un fenó- blicó en vida.61 Al privilegiar el fenómeno de la
meno de particular relieve y en el que la poderosa intertextualidad –que a su vez engloba los res-
música de la región ha estado en estrecho contacto tantes temas abordados en su estudio–, el crítico
e intercambio con la poesía, esta posibilidad de da muestras de su agudeza y sensibilidad ante el
análisis resulta particularmente importante. hecho literario, pues se concentra en una coorde-
Las misteriosas sonoridades advertidas por nada central de la obra de Nogueras que, como
Fernando Ortiz en la poesía de Arozarena y Guillén, explica, se impuso «enérgicamente a nuestra
ese diálogo soterrado y secreto con los tambores atención por su extraordinario peso específico
de los cuales parecen desprenderse los versos, el en los textos y su singularidad en el contexto
juego con las palabras de sugerentes sonidos, poético nacional».62 Aunque esta perspectiva de
queda objetivamente fundamentado en algunas análisis no agota, desde luego, las posibilidades
de sus principales variantes a través de este pe- de acercamiento a la obra de Wichy, sí aborda
netrante estudio. aspectos esenciales de su poética y realiza un or-
Conocido como Wichy El Rojo, Luis Rogelio denamiento utilísimo que abre un amplio campo
Nogueras, en su postrer poemario publicado en de posibilidades para estudios ulteriores.
vida, El último caso del inspector (1983), atribu- El propio Nogueras, que tenía conciencia de
ye al políglota Desiderio S. Navarro la primera algunos de los rasgos distintivos de su poesía,
traducción al español del poema de Valerio Li- pone a su admirado y longevo poeta de la Antár-
cinio –contemporáneo de Cicerón– con la cual tida a pronunciarse sobre su escritura. Afirma el
da inicio a su libro. Realizada en 1624, esta versión doctor Zen en La forma de las cosas que vendrán:
al castellano fue revisada para la edición cubana con
el fin de eliminar algunos arcaísmos del siglo xvii sus libros son muy eruditos, pero al propio tiem-
que hubieran podido entorpecer su lectura. po muy divertidos; verdaderas encicloferias en
Ese procedimiento literario de presentar una
traducción apócrifa del poema de un autor tam- 60 Desiderio Navarro: «Intertextualidad, canon, juego
bién simulado, pertenece a uno de los tres grupos y realidad histórica en la poesía de Luis Rogelio No-
gueras», en Ejercicios del criterio, ed. cit., pp. 35-51.
en que se clasifican los denominados cuasime-
tatextos, caracterizados por realizar referencias 61 Estos libros son Cabeza de zanahoria (1967), Las
quince mil vidas del caminante (1977), Imitación de
a textos inexistentes, según explica el autor de la vida (1981) y El último caso del inspector (1983).
Las causas de las cosas, quien guarda innegables 62 Desiderio Navarro: «Intertextualidad, canon, juego
similitudes con el intérprete del antiguo poeta y realidad histórica en la poesía de Luis Rogelio No-
romano, mas obviamente no es el mismo. gueras», p. 37.

47
realidad. Ah, y esa manía suya de mencionar hablan sobre poesía, poemas, poetas o creación
autores. Una vez le sugerí que pusiera una poética».64 Entre estos distingue cuatro grandes
casa de citas.63 grupos: aquellos en que los motivos temáticos
son abordados de manera general, como sucede,
En esa casa de citas, muy parecida a la de los por ejemplo, en «Arte poética» o «Defensa de
cronopios, donde reina el más absoluto desorden la metáfora»; los poemas sobre poemas o poetas
y en la cual los autores, los poemas, los versos particulares ficticios, como «Acta» o «El mal
y las estrofas de las más variadas procedencias poeta enamorado»; los que presentan los moti-
tropiezan unos con otros, conversan, inter- vos mencionados sobre poemas y poetas reales,
cambian sonrisas, ideas y epitafios, Desiderio como sucede en «Darío y Lugones» o «Notas
Navarro, aunque dista mucho de ser un fama, sobre la muerte de Breton»; y, por último, los ba-
ha puesto algún concierto que allana la estancia sados en los poemas y «la actividad creadora del
del visitante: ordenando los cuartos donde se poeta mismo, es decir, del propio Nogueras»,65
escondían, traviesas, algunas frases simulado- como «Yambos interrumpidos» o «Materia de
ras; desempolvando libros que daban refugio poesía», del cual citaré algunos fragmentos:
a estructuras travestidas; revelando vínculos
furtivos y ocultos; poniendo en su lugar algunas Qué importan los versos que escribiré después
criptopolémicas camufladas y rebeldes; abriendo ahora
caminos, en fin, entre la tupida maraña de textos cierra los ojos y bésame
dejada por ese aluvión de imaginación y capaci- carne de madrigal
dad de relacionar del poeta cubano. [...]
Si en la escritura de Nogueras es difícil en- Qué importan los versos donde fluirás intacta
contrar un poema donde el juego intertextual cuando partas
no esté presente de una forma u otra, también ahora dame la húmeda certeza de
resulta difícil orientarse en ese tejido de citas, / que estamos vivos
referencias oblicuas, apropiaciones sutiles de la ahora
palabra del otro a través de ese intenso diálogo posa intensamente desnuda
entre la poesía propia y la ajena. para el madrigal donde sin falta
El ordenamiento tipológico realizado por florecerás mañana.66
Navarro abarca los dos grandes tipos de inter-
textualidad presentes en la obra de Nogueras: la Una variante dentro de este grupo es la de
poesía sobre la poesía y la poesía en la poesía. aquellos textos «en los que la poesía sobre la
En el primer caso, el crítico se centrará en los poesía aparece como tematización directa del
enunciados metapoéticos que aparecen, no en
versos aislados, sino en «poemas completos que 64 Ibíd., p. 39.
65 Ibíd., p. 40.
63 Luis Rogelio Nogueras: La forma de las cosas que 66 Luis Rogelio Nogueras: Imitación de la vida, La Ha-
vendrán, La Habana, Letras Cubanas, 1989, p. 14. bana, Casa de las Américas, 1981, p. 31.

48
acto mismo de enunciación poética en curso o mis mañas te son ajenas,
del propio enunciado poético presente».67 Un tu poder es absoluto:
ejemplo de este tipo de autorreflexión puede tú mandas y yo ejecuto,
apreciarse en «Bacuranao», donde el sujeto lírico yo te escribo, mas tú ordenas.72
«tematiza su propia incapacidad de abarcar una
vivencia determinada»:68 El otro gran grupo, el de la poesía en la poe-
sía, es ordenado según las distintas formas que
Esta mirada al mar, presenta. En primer término, la cita, la paráfrasis
y la que él me echa, profunda, inacabable, y la alusión, una de las más frecuentes. Sobre
irán a parar a algún poema, este último recurso comenta Navarro: «Precisa-
a estas pobres líneas donde no caben todas mente con una alusión literaria –y, a la vez, no
/ las olas.69 literaria– comenzaba su primer libro publicado:
su título, Cabeza de zanahoria, remitía al mismo
Distingue también el crítico varios textos en tiempo a la obra de Jules Renard y a la cabellera
los que la poesía sobre la poesía se presenta del propio Nogueras».73
como «una lírica invocativa cuyo destinatario o Un análisis aparte merece la estilización,
interlocutor explícito es la poesía misma»,70 es una de las formas más complejas y, a veces,
decir, un caso peculiar en el cual «la poesía habla sutiles de la intertextualidad. Para ilustrar esta
de sí misma consigo misma»,71 como sucede en variante el autor pone como ejemplo «El Gran
la siguiente décima: Zooneto». Compuesto no en endecasílabos,
sino en alejandrinos, y dedicado al autor de
Tú siempre eres libre, verso, Motivos de son en sus setenta años, este pecu-
aunque en la rima estés preso; liar soneto combina a través del humor y de la
tienes metro y no por eso apropiación de rasgos distintivos de la obra de
puedo medir tu universo. Nicolás Guillén, referencias a su cosmovisión
Por eso me eres adverso y a ciertas zonas de su mito personal, también
cuando te ato con cadenas reflejadas en textos como «Digo que yo no soy
un hombre puro». La animalia de Nogueras
incluye a un cancerbero borracho, la serpiente
67 Desiderio Navarro: «Intertextualidad, canon, juego del edén, el tigre, el toro, y las musas, aunque
y realidad histórica en la poesía de Luis Rogelio No-
gueras», p. 40.
otros especímenes como las arañas y los gatos
también son sugeridos.
68 Ídem.
69 Luis Rogelio Nogueras: Cabeza de zanahoria, La
Habana, Cuadernos Unión, 1967, p. 29. 72 Luis Rogelio Nogueras: Imitación de la vida, ed. cit.,
70 Desiderio Navarro: «Intertextualidad, canon, juego p. 102.
y realidad histórica en la poesía de Luis Rogelio No- 73 Desiderio Navarro: «Intertextualidad, canon, juego y
gueras», p. 41. realidad histórica en la poesía de Luis Rogelio Nogue-
71 Ídem. ras», pp. 41-42.

49
El tigre, que en Guillén «anda preso en su Ved la musagato, que no es puta, pero araña.
jaula/ de duras rayas negras»74 se convierte aquí
en el tigre de Blake, atrapado en la estrofa que Lo atenderá el Director en persona, por eso,
se escribe, es decir, en la misma poesía, una idea Venga hoy mismo al Gran Zoo, Al Gran Son,
recurrente en la obra de Nogueras. El toro de Lor- / al Gran Zooneto.
ca aparece como un animal sometido a sucesivos Niños y poetas, gratis. Mayores, un peso.76
travestimientos para terminar finalmente, ya tore-
ro, vistiendo un traje de dril cien, como el negro Entre las distintas estilizaciones presentes en
bembón. Del mismo modo, duermen la musas en la obra de Nogueras, Navarro distingue la imi-
el terceto-jaula dedicado a ellas, donde los juegos tación de autores como Drummond de Andrade,
de palabras (musa puta, musaraña, musagata) Baudelaire, Martínov y otros; la cita literal de
remedan, de El Gran Zoo, el poema «Monos» estructuras de una obra concreta en «Poema
(monocorde, monosacárido, monoclinal). El desesperado»; la criptopolémica –«Defensa de
verso final de este «Gran Son», apela también al la metáfora», «Arte menor»–; y la estilización
lenguaje codificado –avisos, circulares, carteles, polémica, paródica, en «Monsieur Julián (del
anuncios– señalado por la crítica como uno de los Casal)», sobre la cual comenta:
rasgos del «bestiario multifacético» de Guillén.75
El autor imita propiedades estilísticas esen-
«El Gran Zooneto» ciales de la poesía de Casal, pero no con la
actitud axiológica afirmativa hacia el modelo
Este es el Gran Zooneto de Nicolás Guillén. que caracterizaba las estilizaciones antes
Tiene, como el Infierno, las dos puertas mencionadas, sino con una disposición crítica
/ de acero, hacia el mismo. Y algo que resulta original:
que vigila (siempre borracho) el cancerbero la condensación de los rasgos estilísticos de la
acompañado de la serpiente del Edén. poesía de Casal es empleada para describir
humorísticamente la propia persona, obra,
En esta cuarteta está el tigre de Blake a quien vida y muerte del poeta. Al efecto humorístico
el Director le quemó el hocico por güevero; contribuye la alusión al «Monsieur Julián»
está el toro de Lorca, vestido de torero, de Bola de Nieve, ya desde el título mismo.77
y el torero de Lorca con saco de dril cien.
Un universo particularmente importante en la
Ved la musa puta, la musaraña que engaña obra de Nogueras es el de los ya mencionados
(duermen las musas en la jaula de este terceto). cuasimetatextos, que aparecen en tres variedades
74 Nicolás Guillén: Obra poética 1958-1972, tomo 2, La 76 Luis Rogelio Nogueras: Las quince mil vidas del ca-
Habana, Letras Cubanas, 1973, p. 236. minante, La Habana, Ediciones Unión, 1977, p. 106.
75 Ver Margarita García Veitía: «El nuevo bestiario», 77 Desiderio Navarro: «Intertextualidad, canon, juego
en Recopilación de textos sobre Nicolás Guillén, La y realidad histórica en la poesía de Luis Rogelio No-
Habana, Casa de las Américas, 1974, p. 312. gueras», p. 43.

50
distintas. Las más frecuentes son «las citas totales se aprecia claramente esta relación con la poesía
de una obra ajena ficticia» y las de «una traducción y la palabra ajena a la que alude el crítico:
ajena ficticia de un texto ajeno ficticio (metatexto
de segundo grado)», como la traducción realizada Lo que he escrito
por Desiderio Navarro del poema de Valerio Lici- tiene a veces el aspecto gastado de algo
nio, ya mencionada al inicio de este análisis. En /escrito ya por otros
los cuatro libros estudiados hay diecisiete poemas pero también mucho de lo que han escrito
de autores ficticios, de muy diversas procedencias, / otros
y El último caso del inspector está integrado ex- lleva mi firma
clusivamente por ese tipo de textos. en la eterna espiral yo soy igualmente una
Como ha podido apreciarse hasta ahora, las / consecuencia y una referencia
formas de intertextualidad de la poesía de No- las palabras vuelven siempre
gueras están estrechamente vinculadas con una las oscuras palabras cada cierto tiempo
profunda reflexión sobre los cánones poéticos toda palabra tiene pasado
y la tradición literaria. Sobre esta tendencia toda palabra hizo ya el amor
expresa el crítico: pero no hay palabras de uso
cada palabra tiembla de nuevo
estamos ante una poesía que reflexiona sobre entre las manos del escritor.79
su propia existencia, sobre su creador y su
creación, sobre su material y sus instrumentos, La intertextualidad, por último, está muy
sobre sus propias posibilidades y límites. Por vinculada con el juego, con ese ademán lúdi-
otra parte, su dialogismo intratextual expresa co tan frecuente en el autor de Las quince mil
una acentuada conciencia de la tradición lite- vidas del caminante, y forma parte también de
raria de que la nueva obra literaria nace y vive un modo particular de dialogar con la historia
en un espacio de textos prexistentes, de que la y con el contexto político-social de la época.
poesía es también una toma de decisión hacia Como advierte el investigador, «la mayor parte
la palabra ajena y una utilización o destrucción de los poemas que versan sobre la propia poesía
creadoras de lo ya escrito: estamos ante una se dedican precisamente a reflexionar y tomar
poesía que elabora y formula explícitamente posición sobre la relación entre poesía y reali-
su propia visión del pasado literario.78 dad histórica y social».80 A través de los juegos
intertextuales, en particular en aquellos poemas
De un poemario de Luis Rogelio Nogueras, antecedidos por una breve caracterización del
publicado después de su muerte, y que, por tanto,
no forma parte del estudio de Navarro datado
79 Luis Rogelio Nogueras: Me quedaría con la poesía,
en 1985, deseo citar un texto, «Poética 1», donde
La Habana, Letras Cubanas, 2014, p. 80.
80 Desiderio Navarro: «Intertextualidad, canon, juego
y realidad histórica en la poesía de Luis Rogelio
78 Ibíd., p. 45. Nogueras», p. 47.

51
autor apócrifo, «la referencia a la realidad apa- la práctica, con su pensamiento teórico acerca de
rece en una forma compleja, doble»,81 diríase esta esfera tan compleja del campo de la literatura.
que mediada a través de los poemas apócrifos, La concepción científica sobre el análisis literario,
potenciada por las biografías inventadas de los la perspectiva marxista, la posición abierta en
poetas imaginarios. relación con la diversidad de métodos requeridos
En este texto, publicado en la revista Casa de por la exégesis, y su visión muy definida acerca
las Américas en 1986, Desiderio Navarro fue ca- de las funciones que debe desempeñar la crítica-
paz de advertir la novedad de la escritura de uno cognoscitivo-valorativa, operacional, postulativa
de los poetas cubanos más originales de su época, y metacrítica,83 están presentes en estos tres textos
y de encontrar un método crítico ajustado a esa sobre creadores de diferentes épocas.
poética, capaz de leer y desmontar sus mecanis- Las ideas del autor de A pe(n)sar de todo
mos discursivos. Al mismo tiempo, se convirtió sobre la crítica literaria, tan diáfanamente expre-
en el primer crítico de la Isla en abordar desde una sadas en los distintos trabajos publicados sobre
perspectiva intertextual la obra de un escritor, lo ese tema –merecedores de un estudio aparte–,
cual abrió un camino para nuevas investigaciones. abordan también otros problemas como el ri-
El concepto fijado inicialmente por Julia Kriste- gor, la dedicación, la honradez intelectual y los
va siguió probando años después su gran utilidad. valores éticos demandados por este quehacer.
Enriquecida con los aportes de diversos estudiosos Al mismo tiempo, esta labor es concebida por
y por el modo en que fue privilegiada por el pos- él «como crítica de la cultura literaria en su
modernismo, la teoría de la intertextualidad «se ha conjunto y no exclusivamente de las obras li-
extendido a las más recientes líneas investigativas terarias»,84 con lo cual incluye en ese complejo
como son los estudios feministas, poscoloniales, universo distintos fenómenos relacionados con
gay, lesbianos, raciales y de la oralidad».82 La la institución de la literatura –la difusión de las
mirada desde el presente permite valorar con más obras, las condiciones sociales de la escritura,
certeza la importancia de este primer acercamien- los problemas de recepción, el complejo tema
to realizado por el crítico que aplicó y difundió de la lectura y otros. En su opinión, el crítico
esta perspectiva de análisis en Cuba. «está en la obligación de ocuparse también de esa
En los acercamientos a la poesía de José Martí, mediación sociológica entre las obras literarias y
Nicolás Guillén y Luis Rogelio Nogueras co- el resto de la vida social».85 Estas reflexiones lo
mentados aquí, se pone de relieve cómo la crítica
literaria sobre escritores particulares realizada por 83 Aquí el autor suscribe las funciones esenciales de la
Desiderio Navarro se corresponde nítidamente, en crítica señaladas por el teórico polaco Janusz Slawinski.
Ver Desiderio Navarro: «Premisas y dificultades para
81 Ibíd., p. 48. una crítica literaria científica», en Cultura y marxismo.
Problemas y polémicas, ed. cit., p. 373.
82 Desiderio Navarro: «Intertextualité: treinta años
después» en Intertextualité. Francia en el origen 84 Desiderio Navarro: «La crítica literaria: también una
de un término y el desarrollo de un concepto, sel. y cuestión moral», en Cultura y marxismo. Problemas y
trad. de Desiderio Navarro, La Habana, Colección polémicas, p. 427.
Criterios, 1997, p. ix. 85 Ibíd, p. 428.

52
llevan a considerar la necesidad del «estable- tus infaticables trabados en pro de un mayor
cimiento de una tradición nacional cubana en rigor cientrífico (es decir, contra la cienfria
lo que toca a la concepción de la naturaleza, el lateraria de diantres para afuera). Hay mochos
papel y el puesto de la crítica literaria respecto charlatintas en nuestra críptica litegraria pero
de las demás actividades de la vida literaria, contra ellos tú, cual nuevo Don Cojones de
cultural y social».86 A ese proyecto –digamos la Marcha, te lanzas con tu afialada pluma.87
también que a ese sueño–, ha dedicado ingen-
tes esfuerzos que, como es sabido, rebasan el Esa «afialada pluma», dura como el hierro, que
plano de la escritura. marcha, vuela y corta, pero que también sueña,
En una carta del «juegues 28 de febrero lucha y no desmaya, ha escrito una de las páginas
de 1985», Luis Rogelio Nogueras le escribe al más admirables de la cultura cubana. c
«Soñar Desiférreo Navajo» sobre
87 Ver La Gaceta de Cuba, La Habana, No. 5, septiembre-
86 Desiderio Navarro: A pe(n)sar de todo, p. 123. octubre de 2017, p. 14.

Eduardo Mac. Entyre (Argentina): Sin título, 1969. Dibujo generado por compuradora IBM 1130 e impreso en plotter
IBM 1627. Centro de Arte y Comunicación, Buenos Aires. 295 x 445 mm

53

También podría gustarte