MÓDULO 1 Wedding Planner: una nueva profesión Surgimiento y evolución de una nueva profesión
La figura profesional del Wedding Planner u organizador
de bodas surge hace aproximadamente veinte años en los Estados Unidos, con el objetivo de asistir parejas a punto de contraer matrimonio en la planificación, organización y coordinación de su boda. En un campo como el de las bodas, que veía florecer numerosas propuestas e indicaciones por parte de hombres de negocios del sector, se consideraba útil referirse a un profesional que ayudara a la pareja a orientarse en la elección de los servicios y relegara sobre esta figura el trato con los proveedores, de forma tal de lograr seguir el hilo conductor del evento según el deseo de los esposos. Hasta hace diez años, el Wedding Planner era una figura profesional totalmente desconocida en Europa y, si no hubiese sido mostrada por la producción cinematográfica estadounidense, esta actividad sería aún desconocida, lejana a la cultura y tradiciones matrimoniales europeas.
En el año 2001, la trama de una célebre película titulada
justamente “The Weeding Planner”, en la cual la protagonista Jennifer Lopez encarnaba a una organizadora de bodas, hizo conocida en Europa esta nueva figura profesional que portaba con sí un modo completamente nuevo de desarrollar, de la A a la Z, la organización de la fiesta del matrimonio.
Ya en nuestros días, estos profesionales se han vuelto cada
vez más numerosos y especializados, y es posible confiar en su experiencia para que el día del matrimonio, sea éste de tipo clásico, íntimo, sofisticado, extravagante, minimalístico, todo resulte absolutamente perfecto.
Como es sabido, organizar un matrimonio en su totalidad
no es una tarea fácil: escoger la Iglesia y/o el Civil, el vestido de novia, el maquillaje, el ramo, las alianzas, la recepción, los adornos florales, las invitaciones. ¡Cuántas cosas en las que pensar y cuánto estrés, cuánto miedo de no ser capaces de lograr los objetivos, cuánta angustia por no poseer el tiempo de organizar todo, cuánto miedo a que el día más importante de nuestras vidas no resulte como lo habíamos imaginado...!
De hecho, es muy difícil coordinar todos los aspectos y
alcanzar un resultado que los invitados definan como único e inolvidable o que, como por encanto, represente cada deseo de la pareja que se prepara para afrontar este nuevo camino.
En el fondo, un matrimonio es un gran evento y presenta
las mismas grandes dificultades de organización que cualquier gran proyecto, al igual que todas sus fases: ideación, planificación, organización y control. Por esta razón, son cada vez más las parejas que deciden confiar el día más importante de sus vidas a las competencias de un Wedding Planner.
En esta profesión, como demuestra el crecimiento de los
emprendimientos en el sector, son muchos los jóvenes fascinados por esta nueva actividad que deciden comenzarla, deseando volverse verdaderos emprendedores. Pero, ¿cómo se desenvuelvo este sector en los mercados? El sector se encuentra en plena expansión y se articula, día a día, de nuevas y diversas formas.
Entonces, es necesario que quien tiene la tarea de formar
nuevos Wedding Planner esté siempre actualizado sobre las más recientes demandas del mercado. A la luz de todo lo dicho, el término Wedding Planner es sinónimo de una nueva forma de ofrecer una prestación profesional, de un nuevo método para explicar la propia profesionalidad, es decir: búsqueda continua de unicidad y originalidad, relación de empatía con los futuros esposos, sinergia para superar los momentos más difíciles de los preparativos sin dar lugar a estados críticos ni estrés. Actualmente, quien se dirige a un Wedding Planner para organizar su matrimonio, es un cliente que quiere ser maravillado y desea al mismo tiempo, impresionar; un cliente que ama la perfección y el cuidado de los detalles. La figura del Wedding Planner
Como ya hemos indicado, el Wedding Planner es una figura
profesional en crecimiento y desarrolla una actividad que, luego del éxito que tuvo en Estados Unidos, ha adquirido ya una identidad propia en Europa.
Pero, ¿qué es exactamente un “WP”? Además de ser un
profesional para la organización del matrimonio, para los esposos asume la función de un conductor, un director de orquesta, un consultor de imagen, un sostén psicológico, una guía y, por qué no, también un amigo.
Es el profesional al cual se confía la gestión de los muchos
aspectos que preceden, acompañan y siguen las distintas fases de la boda. Las características de esta figura profesional son: el esmero, la sensibilidad, la capacidad de manejar el estrés, la predisposición a las relaciones públicas, la capacidad emprendedora.
El suyo es un tipo de trabajo que necesita competencias
específicas y una capacidad natural de entrar en el corazón de la gente, dando serenidad a aquellos que confían en él y en sus servicios profesionales para llevar a cabo el día más lindo. A menudo, los matrimonios de un tiempo no gustaban a quienes participaban de ellos, quizás porque eran repetitivos, monótonos, sin originalidad. Hoy en día ya no es así, e incluso estos eventos se han transformado en momentos gratos de unión, un modo reunir a los amigos, en un escenario armonioso. Esta transformación positiva del evento se debe a la profesionalidad de los Wedding Planner, que ofrecen asistencia, invención, eficacia, es decir la conducción de las bodas en su totalidad.
Cuando queremos construir una casa propia, a menudo
confiamos en las competencias de un arquitecto para proyectarla y darle forma, para optimizar los espacios, para encontrar buenas empresas de construcción y los mejores trabajadores del sector. De la misma forma, cuando se organiza un matrimonio es importante tener un profesional que pueda moverse entre tantos proveedores, realizar las elecciones más convenientes, para que nuestro evento resulte bello, refinado y acorde a las exigencias del cliente.
Como sucede en todas las profesiones respetables, para que
un WP pueda desarrollar bien sus funciones, debe poseer una buena formación y vastas competencias, las cuales solo pueden ser adquiridas con una formación profesional que prevea cursos básicos y de especialización, o un período de entrenamiento junto a aquellos que han ya adquirido experiencia en el campo.
Pero todos estos conocimientos no serán suficientes si el
WP no posee también creatividad y fantasía y un fuerte sentido de la responsabilidad. De hecho, nadie puede improvisar ser un organizador de bodas sin formación profesional y sin dotes personales de agudeza y creatividad.
Además, es necesario destacar el hecho de que en la figura
del WP coexisten más competencias profesionales. Será un proyectista cuando estudie cada detalle de los servicios solicitados y analice su factibilidad, será un consultor de imagen cuando busque comprender la personalidad de los futuros esposos para representarla mejor, será un diseñador cuando ayude a escoger el estilo y los trajes más adecuados, será un florista cuando aconseje sobre las decoraciones florales, será un creador de atmósferas sonoras cuando escoja la música.
De todas formas, su logro mayor será no protagonizar o
dominar la escena, quitándo a los esposos del centro de la atención, sino permanecer como una presencia constante y atenta, un punto seguro al cual referirse en cualquier momento.
El WP creará las condiciones para que todo sea perfecto,
equilibrado, elegante y sereno, encontrándose siempre un paso atrás respecto a los protagonistas del evento: los esposos. El Wedding Planner como un Consultor de Imagen
El consultor de imagen es un profesional especializado en
comunicación verbal, no verbal y vestimenta, que se ocupa de mejorar la imagen de cada cliente particular, grupo y/o empresa, dando consejos y asistencia según la imagen personal (vestimenta, higiene, maquillaje y peinado), el comportamiento y el porte. Todo gracias al uso de ténicas específicas adquiridas y no improvisadas, como el análisis de la figura, del estilo, del rostro, del color para una correcta elección de los más apropiados según los rasgos, el análisis de las técnicas de camuflaje para esconder los puntos críticos del físico y valorizar los puntos más fuertes, con el fin de construir una imagen armoniosa que exprese una personalidad precisa.
Si pensamos bien al respecto, nos daremos cuenta que un
Wedding Planner incluye muchas de las tareas profesionales de un consultor de imagen: la elección del hilo conductor del matrimonio, la valorización de la imagen de los esposos con el fin de construir una bella y elegante imagen de ambos juntos, la elección de los colores y detalles, la atención a las reglas de la etiqueta, la capacidad de explicar cuál es el vestido de novia, el maquillaje y el peinado más adecuados según la ceremonia y la mujer. El Wedding Planner, como consultor de imagen, será una guía para los clientes y valiéndose de técnicas precisas que poco tienen que ver con el gusto personal, evaluará atentamente y con sensibilidad los gustos y las motivaciones de sus clientes, para que no se sientan extraños a las elecciones sino totalmente cómodos e involucrados en ellas. En general, un WP verdaderamente profesional no puede evitar poseer algunas de las competencias de un consultor de imagen, como por ejemplo:
• Morfología del rostro y elementos de maquillaje y peinado,
• Estudio de la figura, • Conocimiento de la moda y las nuevas tendencias, • Nociones de psicología del lenguaje corporal, • Conocimiento de las reglas de la etiqueta, • Conocimientos básicos de las técnicas de comunicación, • Experiencia de relaciones públicas, • Competencias de fashion styling. Todos estos conocimientos serán utilizados por el Wedding Planner para realizar correctamente el trabajo.
De hecho, como responsable del evento, deberá ser capaz
de realizar las mejores elecciones para que toda la organización de la boda se encuentre a la altura de las expectativas de los esposos. El perfil de un perfecto Wedding Planner
Si queremos trazar el perfil del perfecto Wedding Planner
debemos resaltar las cualidades importantes para transformarse en un profesional capaz de organizar una boda soñada. En primer lugar, es importante entender que esta profesional no puede ser ejercida sin una predisposición natural hacia ella.
La formación y la experiencia deben entonces caminar
junto al talento innato y dotes personales que hagan a una persona idónea para ser un organizador de bodas. ¿Cuáles son estas cualidades que, dado que son innatas, no pueden ser aprendidas?
Probemos ennumerándolas:
• Creatividad y dotes manuales,
• Capacidad organizativa, • Amor por la puntualidad y respeto por los plazos estipulados, • Cuidado y amor por los detalles, • Seriedad y sentido práctico, • Inteligencia para resolver los problemas que surgen, • Predisposición al trabajo en equipo y al manejo de un staff, • Delicadeza y empatía, • Amor por el conocimiento, • Propiedad al hablar y fluente dialéctica, • Autonomía de juicio, • Dotes de líder, • Predisposición a crear nuevas relaciones sociales y a saber conservarlas, • Cordialidad innata, • Capacidad de escucha.
Volviendo al punto de la necesidad de formación,
continuaremos insistiendo en cuánto es importante la misma. Un Wedding Planner debe estudiar y actualizarse constantemente, y poseer el dominio de técnicas de trabajo complejas como el project management, que lo ayuden a administrar sus tareas con autoridad.
Todas estas características no son innatas, pero se
adquieren a través de una sólida formación a la que se accede partiendo de una sólida base cultural que ayude a recibir y atesorar las experiencias y los conocimientos específicos que nos ofrece una formación específica.
Para un profesional, el objetivo es poseer:
• Una sólida formación técnica, pero también artística;
• Un profundo conocimiento de los materiales, los estilos y las nuevas tendencias; • Amor por la innovación; • Pasión por la investigación continua y la experimentación de nuevas soluciones formales; • Profunda experiencia en el campo de los eventos, de la proyectación de preparativos, de la dirección del personal y de los proveedores; • Capacidad de elaborar presupuestos y diagramas de flujo.
La profesión de Wedding Planner no es un tipo de trabajo
que pueda ser desarrollado adecuadamente siendo una segunda actividad o pasatiempo. Se trata de una profesión difícil que requiere tiempo, responsabilidad y eficiencia siete días a la semana. No puede entonces ser vivida más que como nuestra principal actividad laboral. Todos quellos que desarrollan esta profesión dedicándole el tiempo libre, realizan un daño al cliente, a la profesión y a sí mismos.
Cada profesional serio sabe que cada comienzo requiere
estudio continuo, trabajo duro y mucha inversión en tiempo. ¡Esto es lo bello de los desafíos! ¡No puede construirse nada serio sin un trabajo duro!
¿Por qué confiar a un Wedding Planner la organización de
nuestra boda?
Todas las mujeres, desde niñas sueñan un matrimonio
perfecto, pero realizar este evento no es una tarea fácil. Por este motivo, las parejas que desean ofrecerse lo mejor a sí mismas y a sus amigos, actualmente deciden cada vez más a menudo recurrir a quien pueda garantizárselos: el Wedding Planner u organizador de bodas.
¿Entonces, cuales son las tareas de un organizador de
bodas?
Hacer vivir una gran emoción, proyectando con capacidad,
creando con fantasía, organizando con los instrumentos adecuados, coordinando con empatía, dirigiendo con autoridad el evento de la boda.
Cda organizador de bodas que haya tenido suficiente
experiencia en el campo, es absolutamente conciente del hecho de que cada pareja posee su historia única y sueña un matrimonio especial. Justamente por esta razón, las bodas deben reflejar el modo de ser de cada pareja que le solicite sus servicios. Para obtener este resultado son necesarias muchas horas de trabajo, mucho compromiso, dotes organizativas y capacidad para manejarse en la vasta oferta de la así llamada industria del matrimonio.
Los esposos, entonces, pueden escoger entre:
1) Iniciar una carrera contra el tiempo, cumpliendo con los muchos compromisos familiares y profesionales, lidiar con imprevistos varios, afrontar elecciones difíciles, encontrar los proveedores y perderse entre las miles propuestas recibidas, escuchar los consejos de amigos y parientes. Mientras, el tiempo pasa velozmente transformando aquello que creían que sería un bello sueño en una pesadilla sin fin, lamentándose por haber dejado a su suerte el éxito de un evento tan importante y que recordarán por toda la vida, arriesgándose a arruinar todo.
2) Escoger un Wedding Planner, comentarle los deseos y
expectativas de la pareja, sus dudas recurrentes y olvidarse del resto, porque él sabrá transformar las bodas en un evento inolvidable y sin estrés, dejando a los esposos el tiempo para disfrutar la dulce espera del gran día, quizás dedicándose momentos románticos. Si los esposos optan por esta segunda opción, es decir confiarse a un Wedding Planner, él se hará cargo de todas las responsabilidades, dando forma a través de una conducción cuidada del evento, a todas las exigencias y deseos de la pareja.
Propondrá, proyectará, realizará las invitaciones, organizará
y cordinará la ceremonia, escogerá el lugar más adecuado para el banquete de bodas, ayudará a la pareja a decidir qué ofrecer a los invitados.
Además de optimizar el tiempo, siempre precioso, y evitar
realizar búsquedas no siempre satisfactorias, será capaz de proponer soluciones acordes al presupuesto fijado con antelación, evitando gastos imprevistos y buscando obtener siempre los mejores precios en función del servicio solicitado. En pocas palabras, el Wedding Planner será una fuente de ideas y, con su trabajo, creará un puente entre los sueños de la pareja y la realidad, realizando un evento personalizado porque cada pareja es única e irrepetible.
Con la ayuda de un Wedding Planner no habrá más un
matrimonio igual a otro, porque el evento será realizado como un traje a medida para una pareja particular. Organizará y cuidará cada detalle, hará de puente entre los clientes y los proveedores; será una guía en las búsquedas, sugerirá ideas creativas y originales; ofrecerá sus conocimientos, manejará todos los imprevistos siempre preparado para resolverlos y hará respetar los acuerdos contraídos. Entonces, ¿qué cosas pone a disposición de los esposos un Wedding Planner?
• Preparación y competencias adquiridas a través de su
formación y sus experiencias profesionales; • Excelencia de servicios ya experimentados; • Atención a los detalles; • Visión global de toda la organización. • Optimización de los tiempos; • Equilibrio en la elección de las acciones a llevar a cabo; • Disminución del estrés en las tratativas; • Conocimiento de los problemas que podrían crear los proveedores; • Poder de contratar con el consecuente ahorro de gastos, sabiendo conjugar la calidad con el precio justo; • Creatividad y nuevas ideas; • Capacidad organizativa y de gestión.
Finalmente, muchos son los motivos del fuerte desarrollo
de la actividad, que quien sigue este curso escoge como salida profesional. Entre éstos, podemos incluir: • La vida frenética que muchas parejas poseen y el poco tiempo del que disponen para dedicar a un evento tan importante; • Una mayor atención a los detalles y a las nuevas tendencias; • El aumento de los matrimonios cuyas organización requiere mucho compormiso desde el punto de vista logístico, por lo cual delegar se vuelve fundamental al ser necesario no perder de vista ningún detalle, evitando continuas movilizaciones; • El deseo de vivir, y hacer vivir también a los invitados, una emoción fuerte, un evento para recordar y del cual se hablará por mucho tiempo.