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Durante el desarrollo embrionario, el corazón pasa de ser una estructura tubular sencilla

a convertirse en un órgano multicameral con un alto grado de complejidad, este proceso


es conocido como CARDIOGENESIS.1
La morfogenesis cardiaca ocurre entre la tercera y sexta semana de desarrollo
intrauterino. De esta forma, el sistema cardiovascular evoluciona fundamentalmente a
partir de la porcion esplacnica del mesodermo lateral, y recibe contribucion importante
de las celulas de las crestas neurales y el las cuales, podemos distinguir 6 fases
correspondientes a las estructuras y evolución del corazón.1,2
Inicialmente, durante el primer estadio, las células destinadas a la formación del tubo
cardíaco se disponen simétricamente en dos crestas, las crestas precardíacas, donde
reciben señales del ectodermo y del endodermo para configurarse en futuros
miocardiocitos.1
Posteriormente las crestas cardíacas se unen en la línea media embrionaria dando lugar
al tubo cardíaco inicial, configurando así, el segundo estadio. Hasta este punto, el
corazón está únicamente formado por dos capas celulares: miocardio y endocardio, y
separadas por una matriz acelular llamada gelatina cardíaca.1,2
En el tercer estadio, el tubo cardíaco sufre una torsión hacia la derecha constituyendo
así el primer signo morfológico de asimetría corporal durante el desarrollo embrionario.
Esta torsión culmina con la formación de un corazón embrionario en el cual se
comienzan a distinguir diferentes regiones miocárdicas.2,3
A lo largo de estas etapas, de acuerdo a lo planteado por Fraco et al1, se ha observado
sólo expresión de distintos factores de transcripción, entre las cuales destacan las
familias de genes homeóticos(HOX), GATA, bHLH y MEF2.
Dentro de los genes homeóticos, la expresión temprana de Nkx2.5 evidencia el primer
signo homogéneidad a lo largo de la cresta, situando su expresion en la region medial
de las crestas precardiacas. Por otro lado, los factores de transcripción Pitx2 y Irx4
configuran los primeros signos de asimetría molecular durante el desarrollo cardiaco,
debido a su expresion en la region izquierda y anterior de las crestas, respectivamente.
En relacion a los miembros de la familia GATA y MEF, estos se expresan de manera
homogenea a lo largo de las crestas y destacan la expresion de GATA4, GATA5 y
GATA6 y MEF2C como cofactores en la especificación miocardíaca pero no en la
adquisición de heterogeneidad celular.3
Así mismo, la familia de factores de transcripcion bHLH incluye elementos reguladores
especificos de la morfogenesis cardiaca, dHAND y eHAND. Estos se expresan de forma
homogénea durante el primer estadio, sin embargo posteriormente se expresan de
forma asimétrica en las cámaras ventriculares.1
Otros factores de transcripción que se expresan homogéneamente en las crestas
precardíacas son Tbx-5, SRF (serum response factor), CARP (cardiac ankyrin repeat
protein), pCMF1, Midori, c-CLP-1 y Mesp1.1
Sin embargo, adicionalmente a estos factores de transcripción, las proteínas del
metabolismo del calcio (SERCA2 y PLB), los cuales tienen un papel escencial en la
contracción cardíaca, regulan su actividad por cambios en la concentración intracelular
de iones de calcio. De modo que, la célula cardiaca tiene, por tanto, un mecanismo
exhaustivo de control de la homeostasis de calcio en el cual intervienen distintas
proteínas de membrana.1,3
Sin embargo, su expresión desde estadios tan tempranos es interesante pues se
configuran aún sin haberse inicicado la contracción miocárdica.
Así, SERCA2 es más abundante en la región anterior de las crestas cardíacas y
disminuye hacia las regiones posteriores, mientras que PLB presenta una distribución
complementaria.1
La bomba SERCA, que es controlado por fosfolambán (PLB), secuestra Ca++ desde el
citosol al interior del retículo endoplásmico. Asi mismo, la salida de Ca++ al citosol desde
el RE está mediada por el receptor de rianodina (RyR), mientras que el balance iónico
entre el medio extracelular y el citosol está regulado por las bombas de sodio-potasio
(NaK-ATPasa) y el intercambiador de sodio-calcio (NCX).1
En el tubo cardiaco inical, debido al comienzo de la actividad contráctil (mediada por el
deslizamiento de los filamentos de miosina sobre los filamentos de actina), entran en
juego los genes que codifican para proteínas contráctiles. La mayoría de estos genes,
como la miosina de cadena pesada (MHC), la miosina de cadena ligera (MLC), la actina
y el complejo troponina-tropomiosina, presenta un patrón de expresión característico en
este estadio del desarrollo, ya que poseen una distribucion craneal/caudal.1
Posteriormente, el corazón embrionario está formado por 5 regiones: el tracto de
entrada, el atrio embrionario, el canal atrioventricular, el ventrículo embrionario y el tracto
de salida. Cada una de estas regiones miocárdiacas presenta un patrón de expresión
diferencial, así como características funcionales distintas. El tracto de entrada, el canal
atrioventricular y el tracto de salida presentan en su superficie interior cojines
endocárdicos, mientras que las cámaras atriales y ventriculares están trabeculadas y
carecen de estructuras mesenquimáticas.1,4
Con la formación del corazón embrionario, las distintas isoformas de MHC y MLC
presentan un patrón regionalizado de expresión. αMHC, MLC1a y MLC2a presentan una
expresión restringida principalmente al polo venoso (tracto de entrada, el atrio y el canal
atrioventricular). βMHC, MLC1v y MLC2v, por el contrario, evidencian una expresión
principalmente restringida al polo arterial (al canal atrioventricular, el ventrículo y el tracto
de salida).1
Durante el estadio fetal, las 5 estructuras embrionaria han de ser tabicadas para obtener
de esa forma un corazón con doble circuito, sistémico (sangre oxigenada) y pulmonar
(sangre venosa). La septación de ventrículo primitivo genera los ventrículos derecho e
izquierdo mediante el crecimiento del septo interventricular. El atrio primitivo se divide
en derecho e izquierdo mediante la formación del complejo de los septos interatriales
primario y secundario. Además, cabe destacar que la separación de los tractos de
entrada y de salida, así como del canal atrioventricular, se produce por la fusión de los
cojines endocárdicos y su posterior reemplazo por miocardiocitos. A su vez, se produce
una reestructuración de las distintas regiones embrionarias para dar lugar, en el corazón
adulto, a dos cámaras atriales y dos ventriculares, todas con un tracto de entrada y de
salida propios10. Básicamente ésta es la misma configuración del corazón adulto, y
únicamente destaca que las separación de las cuatro cámaras se completa.1,2,4
Adicionalmente a las mencionadas con anterioridad, en estos esadios, se expresan
tambien los genes que codifican para cales ionicos, tales como SCN5A, KCNQ1,
KCNH2 y KCNE3. Asimismo, genes que favorecen la formacion de los discos
intercalares, entre ellos la conexina 43, la cual se restringe al miocardio ventricular y
sólo se aprecia de forma basal en el miocardio auricular, e incluso Cx40 que se expresa
principalmente en las cámaras atriales y muestra una expresión diferencial transitoria
entre derecha e izquierda en los ventrículos.1
REFERENCIAS
1. Franco D, Domínguez J, De Castro M, Aránega A. Regulación de la expresión
génica en el miocardio durante el desarrollo cardíaco. Rev Esp Cardiol. 2002;55
(2):167-84.
2. Arteaga-Martinez, Gracia-Pelaez. Embriologia humana y biologia del desarrollo.
1ª ed. Mexico: Editorial Medica Panamericana; 2013.
3. Gómez-Gómez M, Danglot-Banck C, Santamaría-Díaz H, Riera-Kinkel C.
Desarrollo embriológico y evolución anatomofisiológica del corazón (Primera
Parte). Rev Mex Pedr. 2012; 79 (2): 92-101.
4. Moore K, Persaud T, Torchia M. Embriologia Clínica. 10ª ed. España: Elsevier;
2016.

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