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-​Mi nombre es Ofelia Aguado, soy hermana de un preso político, el doctor William

Aguado. Bueno, yo quiero comentarles, hablarles acerca de las torturas que él recibió
en el momento de su detención y que pienso que sigue recibiendo a 13 meses de su
detención.Mi hermano fue detenido en Caracas, en Caricuao específicamente, en
casa de mi mamá, de nuestra madre. Eso fue el lunes 15 de enero del 2018,
aproximadamente a las 5:30 de la mañana. Llegaron al edificio aproximadamente 16
funcionarios de la Dgcim en tres camiones identificados, con la cara tapada,
fuertemente armados.

Un vecino que iba bajando les abrió una primera puerta, una primera reja y la segunda
reja la tumbaron. Tumbaron la reja de la casa de mi madre y lo sacaron, lo golpearon.
Derribaron todo lo que tuvieron a su alcance, dañaron implementos médicos,
medicinas, a mi mamá la encerraron en un cuarto, le quitaron los cables a los
teléfonos. Lo golpeaban, lo golpearon mucho, sin ninguna orden de allanamiento. Lo
golpearon desde el preciso momento en que entraron a la casa, lo esposaron, lo
bajaron fuertemente y paralelamente a eso sacaron su camioneta de detrás del
edificio. Se lo llevaron y estuvo desaparecido desde ese lunes hasta el jueves en la
tarde que fue llevado a Ramo Verde.

En esos días lo tuvieron en los sótanos de la Dgcim, lo sacaban, lo paseaban por


Caracas y lo amenazaban de muerte. A mi hermano lo golpearon fuertemente, lo
guindaron desnudo, le pusieron colchonetas alrededor del cuerpo para golpearlo con
bates. Lo amenazaban porque como él es médico y sabe que le iban a punzar los
tímpanos, lo golpeaban fuertemente en el oído, lo que hizo que él escuche muy mal.
Todavía tiene el oído inflamado de los golpes.

Le colocaban bolsas, lo tenían guindado desnudo. Le colocaban bolsas y hacían que


botara todo el aire de los pulmones en el piso, tirado en el piso, y luego le colocaban
bolsas con insecticidas o gases. También lo amenazaban de muerte, que lo iban a
matar, que iban a matar a mi mamá. Le golpearon tan fuerte los riñones que él tiene
desprendimiento. Botó sangre durante mucho tiempo, orinaba sangre. Le metieron un
fusil en la boca y tuvo muchos días que no podía hablar porque le llegaron hasta la
garganta, le partieron unos dientes. Lo han torturado psicológicamente durante todo
este tiempo no prestándole atención médica, no haciendo su anuencia preliminar
durante 11 meses.
En una primera instancia lo llevaron al Hospital Militar y todos los exámenes se
perdieron, nunca se hizo un informe médico. En este momento él está, ha estado muy
mal porque ya tiene la secuela de todo lo que ha sido la tortura. El viernes pasado
hubo que trasladarlo porque estaba completamente deshidratado, descompensado y
tenía problemas para respirar. La persona encargada del traslado decía que él estaba
fingiendo, que era mentira y estaba casi que no se podía sostener.

-¿
​ Cuál es la poción de tu hermano en cuanto a médico?

-​Cirujano, él es médico cirujano.


-​¿Tuvo algún tipo de señalamiento cualquiera que evidenciara que se
enseñaron especialmente por ser médico?

-​Cuando a él lo detuvieron dijeron que él era un terrorista, le decían a mi mamá que


él era un terrorista. Ella les dijo que él no es ningún terrorista, él es médico, entonces
ellos le dijeron que sí era.

Hay muchas formas de tortura y yo creo que se las han aplicado todas. Una vez que
él lo llegó a Ramo Verde, que sabíamos que estaba allí, tuvimos un mes y medio sin
poder entrar a verlo, no nos dejaban, hasta aproximadamente el 17 de febrero. Le
llevábamos sus comidas y sus cosas y no se las entregaban. Y todo ese tiempo a él lo
tuvieron presionado, aparte, no lo dejaron hablar.

Mi hermano, por supuesto, cuando lo subieron, cuando lo presentaron en tribunales,


tenía todos esos días sin bañarse. No había controlado esfínteres por los golpes,
estaba sin bañarse. Así, en esas condiciones a él lo llevaron a los tribunales, de
noche. Sin ningún tipo de asistencia ni legal, ni de su familia. Y en Ramo Verde estuvo
muchos días así. Lo tenían así, esperando que pasaran los efectos de la tortura, que
se deshinchara.

La primera vez que nosotros lo vimos, él estaba completamente aturdido, muy


aturdido. De hecho, hay momentos en que tiene lagunas, pues, todavía secuelas.
Cuando lo sacaron lo llevaron a la Cota Mil, lo amenazaron de que lo iban a matar.
Estaba ahí, no sabía si era de día o de noche. Estaba ahí y no le daban agua, no le
daban comida, lo que le llevaban se lo ponían en el piso pero con las esposas, o sea,
de manera de que no lo dejan ir al baño, todo eso es tortura.

-​¿Todo eso se lo contó su hermano?

-​Todo por él...todo por él.

-​Él ha podido escribir, ha podido hablar con ustedes. ¿Cómo ha sido los
momentos en que ustedes han podido compartir, tener contacto con él?

Una vez que pudimos verlo en Ramo Verde, lo vemos todas las semanas. O sea,
todas las semanas, ellos tienen visitas viernes sábado y domingo, constantemente lo
vemos ahí. Todas las semanas lo vemos ya después de esto

-​Su mamá estaba durante el momento de la detención, esto ocurre en la casa.


¿Posteriormente ella lo ha visto? ¿Ha estado con él?

-​Sí. Vamos todas las semanas.

-​ ¿ Y cómo ha sido para ella la experiencia de haber estado allí?


-​Sí, mi mamá es una persona fuerte, de carácter. La encerraron, la empujaron,
porque de hecho la amenazaban, ​'​vamos a llevarnos esta vieja​'​. Sabían que no lo
podían hacer, pero era una manera de presionarnos. A ella la encerraron en un
cuarto y ella conectó su teléfono y llamó y estuvo ahí, pero por supuesto, mi mamá se
ha ido desmejorando de salud; no duerme, no come. Además de que él era su
médico, le trataba todas sus cosas. Entonces, ella también ha sufrido eso, de que no
tiene atención médica durante todo este tiempo porque se niega que la vea otro
médico.
Él trabajaba en dos clínicas con niños especiales y ellos también han sufrido esto. Mi
hermano también trabajaba en una fundación, ayudaba en operativos, iban a los
barrios, a las zonas de menos recursos, completamente gratis.

-​¿Cuáles son los tres cargos que le acusan?

-​Terrorismo, traición a la patria y sustracción de armamento militar.

-​¿En ese expediente, de alguna manera, le sembraron algún tipo de


armamento?

-​Yo no sé si esto pueda salir, porque es del expediente.

-​No, no.

-​En el expediente dice que a él lo agarraron en flagrancia en la camioneta porque él


se iba a escapar, y de hecho ponen una foto, que la foto se la tomaron fue en la
Dgcim en Boleíta. Y bueno, salió en televisión el ministro Reverol diciendo que él era
un terrorista, que sacaron no sé cuántas armas de un arsenal de armas que
supuestamente él tenía en la camioneta. Todo eso fue sembrado. Él estaba
durmiendo. A él lo sacaron de la cama, y a mi mamá también, porque eran las cinco
de la mañana. Muchas cosas forjadas.

-​¿Dentro de ese expediente, de alguna manera consta toda tortura física, toda
tortura psicológica que él sufrió? ¿Hay constancia?

-​No. A él lo llevaron, fíjate que esperaron mes y medio, para que nosotros lo
viéramos, que bajaran los golpes. En el expediente por supuesto no dice nada de eso.
Cuando a él lo llevan a presentar a la PTJ, sabes, a hacerle el expediente y la cosa, lo
llevaron al hospitalito y un médico, por supuesto firmó como que, sin hacerle ningún
tipo de chequeo, como que estaba bien, en buenas condiciones. Una vez que él firmó,
le siguieron cayendo a golpes delante del médico. Delante porque él no se podía
sostener, lo tenían que tener agarrado para sostenerse, y una que vez que él firmó, lo
soltaron y cayó al piso y lo golpeaban, delante del forense. O sea.

-​Quería preguntarle si en estos momentos, en estos cuatro días que él ha


desaparecido, ¿dónde estaba, estaba en Boleíta?
-​ Boleíta

-​Estaba en la sede de la Dgcim. Es decir que ellos fueron los encargados de la


custodia.

-​Ellos fueron ya identificados con las chaquetas, aunque tenían la cara tapada. Las
camionetas eran del transporte, eran de la Dgcim. Y fue allí a donde se lo llevaron.

-​¿Usted, como el resto de su familia, nieta o la hija, sufrió algún tipo de


trastorno del sueño?

-​Toda la familia. Toda la familia hemos sufrido trastorno de sueño, ansiedad. Esto fue
un golpe muy duro, primero porque somos sumamente unidos. Sabes que lo tienen
ahí, sabes lo que está pasando, lo que está sufriendo, la injusticia. Todos, mi mamá,
mis hermanos, todos hemos sufrido. Y seguimos sufriendo.

El viernes cuando estábamos en el Hospital Militar, que fue cuando lo transportamos;


es más, el viernes nos enteramos de que él estaba en tan malas condiciones porque
mi hermano menor fue a visitarlo y cuando llegó, se consiguió con la sorpresa de que
estaba que no se podía ni parar, tenía 3 días sin comer, no había comido nada tenía
diarrea, estaba totalmente descompensado, no tenía fuerza. Ahí fue cuando habló con
la gente: O sea, no. Hay que sacarlo, ¿qué van a esperar? ¿que se muera aquí? Y
por supuesto todos nosotros nos fuimos al hospital y no nos dejaban entrar, no me
dejaban ver. El custodio decía que él estaba fingiendo y yo tuve que ir con los
exámenes a una clínica para que le vieran los exámenes, custodiados.

Nunca nos dejan ver el informe médico, qué realmente es lo que dice, cuáles son los
resultados de los exámenes. Estaba defecando y orinando sangre, en las dos
muestras. Yo las vi y se las puse al custodio así, y le dije: “¿viste esto? ¿Tú estás
viendo? No está mintiendo, eso no es fingido.” Eso es parte de la tortura, eso sigue
siendo tortura.

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