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Ofelia Aguado es hermana de Williams Aguado, médico cirujano que fue detenido de

forma arbitraria en su casa por funcionarios de la Dgcim el 15 de enero de 2018, mismo


día que se ejecutó extrajudicialmente al expolicía rebelde Óscar Pérez junto a su grupo
de seis personas. Aguado fue acusado en televisión por el ministro de Interior, Justicia y
Paz de Nicolás Maduro de estar implicado con este grupo.

Este es su testimonio completo, ofrecido para la serie documental La República que


Tortura, de TalCual.
La entrevista fue realizada en Caracas, Venezuela, el 21 de febrero de 2019.

Mi nombre es Ofelia Aguado, soy hermana del preso político, el doctor William Aguado.

Bueno, yo quiero comentarles, hablarles acerca de las torturas que él recibió en el


momento de su detención, y que pienso que sigue recibiendo a 13 meses de su
detención.

Mi hermano fue detenido en Caracas, en Caricuao específicamente, en casa de mi 


mamá, de nuestra madre. Eso fue el lunes 15 de enero del 2018, aproximadamente a las
5 5:30 de la mañana. Llegaron al edificio aproximadamente 16 funcionarios de la Dgcim
en tres camiones identificados, con la cara tapada, fuertemente armados. Un vecino que
iba bajando les abrió una primera puerta, una primera reja, y una segunda reja la
tumbaron. Tumbaron la reja de la casa de mi madre y lo sacaron, lo golpearon. Derribaron
todo lo que tuvieron a su alcance. Dañaron implementos médicos, medicinas. A mi mamá
la encerraron en un cuarto, le quitaron los cables a los teléfonos. Lo golpeaban, lo
golpearon mucho, sin ninguna orden de allanamiento. Lo golpearon desde el preciso
momento en que entraron a la casa, lo esposaron y bajaron. Paralelamente a eso sacaron
su camioneta de detrás del edificio. Se lo llevaron y estuvo desaparecido desde ese lunes
hasta el jueves en la tarde que fue llevado a Ramo Verde. En esos días lo tuvieron en los
sótanos del Dgcim, lo sacaban, lo paseaban por Caracas y  lo amenazaban de muerte. A
mi hermano lo golpearon fuertemente, lo guindaron desnudo, le pusieron colchonetas
alrededor del cuerpo para golpearlo con bates. Lo amenazaban porque como él es
médico y sabe que le iban a punzar los tímpanos, lo golpeaban fuertemente en el oído. Él
escucha muy mal, , todavía tiene el oído inflamado de los golpes.

Le colocaban bolsas, lo tenían guindado desnudo. Le colocaban bolsas y hacían que


botara todo el aire de los pulmones en el piso, tirado en el piso, y luego le colocaban
bolsas con insecticidas o gases. También lo amenazaban de muerte, que lo iban a matar,
que iban a matar a mi mamá. Le golpearon tan fuerte los riñones que él tiene
desprendimiento. Botó sangre durante mucho tiempo, orinaba sangre. Le metieron un fusil
en la boca y tuvo muchos días que no podía hablar porque le llegaron hasta l garganta, le
partieron unos dientes. Lo han torturado psicológicamente durante todo este tiempo, no
prestándole atención médica, no haciendo su anuencia preliminar durante 11 meses.

En una primera instancia lo llevaron al Hospital Militar y todos los exámenes se perdieron,
nunca se hizo un informe médico. En este momento él está, ha estado muy mal porque ya
tiene la secuela de todo lo que ha sido la tortura. El viernes pasado hubo que trasladarlo
porque estaba completamente deshidratado, descompensado y tenía problemas para
respirar. La persona encargada del traslado decía que él estaba fingiendo, que era
mentira, y estaba casi que no se podía sostener. 

- ¿Cuál es la posición de tu hermano en cuanto a médico?


- Cirujano, él es médico cirujano. 
- ¿Tuvo algún tipo de seña de que se enseñaran con él especialmente por ser médico?
-Sólo cuando a él le detuvieron decían que él era un terrorista. Le decían a mi mamá que
él era un terrorista, ella les dijo: “él no es ningún terrorista, él es médico”. Entonces ellos le
dijeron que sí era.

Hay muchas formas de tortura y yo creo que y se las han aplicado todos. Una vez que a él
se le llevó a Ramo Verde, que ya sabíamos  que estaba allí, tuvimos un mes y medio sin
poder entrar a verlo. No nos dejaban, hasta aproximadamente el 17 de febrero. Le
llevábamos sus comidas y sus cosas y no se las entregaban. Y todo ese tiempo a él lo
tuvieron presionado, a parte, no lo dejaron hablar. Mi hermano, por supuesto, cuando lo
subieron, cuando lo presentaron en tribunales, tenía todos esos días sin bañarse, no
había controlado esfínteres por los golpes y estaba sin bañarse. Así en esas condiciones
a él lo llevaron a los tribunales, de noche. Sin ningún tipo de asistencia, ni legal, ni de su
familia. Y en Ramo Verde estuvo muchos días así. Lo tenían así, esperando que pasaran
los efectos de la tortura, que se deshinchara. La primera vez que nosotros lo vimos, él
estaba completamente aturdido, aturdido.... muy aturdido. De hecho, hay momentos en
que tiene lagunas, pues, todavía secuelas. Cuando lo sacaron, lo llevaron a la Cota Mil, lo
amenazaron de que lo iban a  matar. Estaba ahí, pero no sabía si era de día o de noche.
Estaba ahí y no le daban agua, no le daban comida, lo que le llevaban se lo ponían en el
piso pero con las esposas, de manera de que no lo dejan ir al baño; todo eso es tortura. 
-¿Todo  eso se lo contó su hermano?
-Todo por él.
- ¿Él ha podido escribir? ¿ha podido hablar con ustedes? ¿Cómo han sido los momentos
en que ustedes han podido compartir, tener contacto con él?
-Una vez que pudimos verlo en Ramo Verde y ya lo vemos todas las semanas.Ellos
tienen visitas viernes, sábados y domingos, constantemente lo vemos ahí. Todas las
semanas lo vemos, ya después de esto.
-Su mamá estaba durante el momento de la detención. Esto ocurre en la casa
-¿Posteriormente ella lo ha visto, ha estado con él?
-Sí. Vamos todas las semanas. 
-Y ¿cómo ha sido para ella la experiencia de haber estado allí?
-Sí, mi mamá es una persona fuerte, de carácter, y de hecho, a ella, cuando la
encerraron, la empujaron, porque de hecho la amenazaban, ‘vamos a llevarnos esta
vieja’; sabían que  no lo podían hacer pero era una manera de  presionarnos, la
encerraron en un cuarto y ella conectó su teléfono y llamó y estuvo ahí. Pero por
supuesto, mi mamá se ha ido desmejorando de salud, no duerme, no come. Además de
que él era su médico, le trataba todas sus cosas. Entonces, ella también ha sufrido eso de
que no ha tenido atención médica durante todo este tiempo, porque se niega a que la vea
otro médico.

Él trabajaba en dos clínicas con niños especiales y ellos también han sufrido esto. Mi
hermano también trabajaba en una fundación, ayudaba en operativos, iban a los barrios, a
las zonas de menos recursos, completamente gratis. 
-¿Cuáles son los tres cargos que le acusan?
-Terrorismo, traición a la patria, y sustracción de armamento militar. 
-¿En ese expediente de alguna manera, le sembraron algún tipo de armamento, alteraron
algo?
- Yo no sé si esto pueda salir, porque es del expediente.
-No, no 
-En el expediente dice que a él lo agarraron en flagrancia en la camioneta porque él se iba
a escapar, y de hecho ponen una foto, que la foto se la tomaron fue en Dgcim , en Boleíta,
y bueno, salió en televisión el ministro Reverol diciendo que él era un terrorista, que
sacaron un arsenal de armas que supuestamente él tenía en la camioneta. Todo eso fue
sembrado. Él estaba durmiendo. A él lo sacaron de la cama, y a mi mamá también,
porque eran las cinco de la mañana. Hay muchas cosas forjadas. 
-Y ¿dentro de ese expediente de alguna manera consta toda tortura física, toda tortura
psicológica que el sufrió, hay constancia? 
-No. Fíjate que esperaron mes y medio para que nosotros lo viéramos, para que bajaran
los golpes. En el expediente por supuesto no dice nada de eso. Cuando a él lo llevan a
presentar a la PTJ, ¿sabes?, a hacerle el expediente y la cosa, lo llevaron al hospitalito, y
un médico, por supuesto puesto por ellos, firmó, sin hacerle ningún tipo de chequeo, como
que estaba bien, en buenas condiciones. Una vez que él firmó, le siguieron cayendo a
golpes delante del  médico. 

Delante, porque él no se podía sostener, lo tenían que tener agarrado para sostenerse. Y
una vez que él firmó lo soltaron y cayó al piso y lo golpeaban, delante del forense. O sea. 

-Quería preguntarle si en estos momentos, en estos cuatro días que él ha desaparecido,


¿dónde estaba, estaba en Boleíta?
- Boleíta
- Estaba en la sede del dgcim, o sea ¿ellos fueron los encargados de la custodia?
-Ellos fueron ya identificados con las chaquetas, aunque tenían la cara tapada. Las
camionetas del transporte eran del dgcim. Y fue allí a donde se lo llevaron. 

-¿Usted como el resto de su familia, nieta o la hija, sufrió algún tipo de trastorno del
sueño?

-Toda la familia. Todos en la familia hemos sufrido trastorno de sueño, ansiedad. Esto,
primero fue un golpe muy duro, porque somos sumamente unidos. Saber que lo tienen
ahí, saber lo que está pasando, lo que está sufriendo, la injusticia.  Todos, mi mamá, mis
hermanos, todos hemos sufrido. Y seguimos sufriendo. El viernes cuando estábamos en
el hospital militar, que fue cuando lo transportamos...es más, el viernes nos enteramos de
que él estaba en tan malas condiciones porque mi hermano menor fue a visitarlo, y
cuando llegó, se consiguió con la sorpresa de que estaba que no se podía ni parar, tenía
tres días sin comer. No había comido nada, tenía diarrea, estaba totalmente
descompensado, no tenía fuerza. Ahí fue cuando hablo con la gente, o sea, no. Hay que
sacarlo, ¿qué van a esperar, que se muera aquí? Y por supuesto todos nosotros nos
fuimos al hospital y no nos dejaban entrar. No nos dejaban entrar, no me dejaban verlo. 
El custodio decía que él estaba fingiendo, y yo tuve que ir con los exámenes, a una clínica
para que le hicieran otros exámenes, custodiados. Nunca nos dejan ver el informe
médico, qué realmente es lo que dice, cuáles son los resultados de los exámenes. Estaba
defecando y orinando sangre. En las dos muestras, yo las vi, y se las puse al custodio así,
y le dije, ¿viste esto? ¿Tú estás viendo? No está mintiendo, eso no es fingido.  Eso es
parte de la tortura, eso sigue siendo tortura. 

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