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Otra sesión…..
T:- Y su tratamiento con la Dra. C como fue?
L:- …Con C? Bien, me daba muestras gratis de remedios, había un carisma maternal, pero
se le mezclaron los tantos, ella se enamoro de mi, me tomaba la mano, quería ver mis
pinturas siempre, yo no quise enamorarla.
T:- Como sabe que ella estaba enamorada de usted?
L:- Ella me amaba, yo me daba cuenta.
El otro persecutorio era encarnado, en el caso de L, por las fuerzas armadas o fuerzas de
seguridad.
Estas mismas fuerzas fuera de los momentos persecutorios adquirían características
ideales y constituían el paradigma de todos los valores nobles y buenos. L había intentado
ingresar allí a los 18 años, siendo rechazado por sus antecedentes psiquiátricos.
El acceso a esta institución para L era muy importante, ya que en su concepción del
mundo el único ambiento de dignidad era el de las Fuerzas Armadas.
L:- Quiero entrar a la mutual, pero… mis antecedentes….
T:- Sus antecedentes?
L:- Si, pienso que me pueden perjudicar, mas que todos los militares son personas muy
sanas, muy integras, si bien lo que yo he tenido cualquier persona no esta exenta. …… En
el único lugar donde existen ideales patrióticos es en las Fuerzas Armadas.
T:- Ese es el único lugar?
L:- Si, el único.
Pero el acceso a esta único lugar de dignidad le iba a ser nuevamente vedado.
L:- He pasado estos días con muchas lagrimas, los que se decían mis amigos no están,
soy un sapo de otro charco, no tengo nada, no tengo a nadie, solo ésta relación en la que
usted me escucha, si ese hijo no estuviera ya me hubiera pegado un tiro, ya no me
interesa mas nada, ya no.
L:- Los únicos hombres de ley , de ideales, son los militares, la única manera de ser un
hombre hoy es ser militar.
T:- Es la única manera?
L:- No, también siendo medico del Hospital.
T:- L, no hay otra forma aparte de estas dos, de ser un hombre de ley?
L:- Por favor Dr., no hay otra…
En ocasiones habría la puerta del consultorio y , sin siquiera saludar, espetaba frases tales
como:
L:- Doctor, ustedes, los que están en el pináculo de la ciencia medica, Usted puede
decirme lo que es la vida?
T:- L, que es el pináculo?? Que no lo se bien??
L:- (entre la sorpresa, el enojo, y el alivio) pináculo, doctor, (alzando la voz) pi-na-cu-lo.
T:- Que se yo L, es un lugar alto, no?
L:- (comprensivo) Doctor, doctor….
En otra sesión…..
L:- …La realidad dura, concreta, me hace llorar. El plano vivencial, real del desafecto.
Cuando podremos llegar a la devolución? Que me de consejos , su interpretación, me hace
falta sentir que me esta protegiendo mas a nivel hombre, como se puede llamar?, medico
tutelar?, necesito elementos compensatorios para poder vivir esta situación, ese consejo
solo lo puede dar un especialista, como sobrevivir a cosas tan duras?, lo que vive ese ser,
yo tengo que superar mi propio estado, mis terapeutas anteriores eran siempre mujeres,
salvo el Dr. CC., él me dijo que no buscara una mujer, buscar un hombre, un poco que las
mujeres trataban de protegerme, eso desvirtúa un poco la relación psicoanalítica….
T:- Como es esto L? Por un lado pide protección y, por otro lado, la protección desvirtúa la
relación?
L:- …Si, no lo niego, quiero saber lo que siente como hombre aparte de cómo medico, en
algo somos pares, hombres en la misma realidad, aunque con profesiones diferentes, en
común el hombre, cuando entra el afecto se dejan de lado las diferencias medico-paciente.
En otra sesión…
L:- Doctor, ella tiene los papeles de mi segunda internación, los va a llevar al Juez, lo van a
citar y hacerle declarar que soy un psicótico crónico, que tengo que estar internado.
T:- L, Ud. Sabe que lo que usted dice acá esta protegido por la mas estricta
confidencialidad, que hay algo que se llama secreto medico, que si los profesionales no lo
guardamos, cometemos delito?
L:- Como es Dr.? Y si lo llama el juez?
T:- Suponiendo que H tuviera los papeles, suponiendo que los llevara a un Juzgado, y
que el juzgado los aceptara, suponiendo todo eso, suponiendo que me llamen a declarar,
aun con todos esos supuestos, yo me puedo amparar en el secreto profesional. Declarar
que usted es un paciente comprometido con el tratamiento, que concurre siempre, que no
falta nunca, y el resto de los datos solo declararlos si me levanta el secreto profesional un
juez, con justa causa.
L:- Si. Dr., como yo siempre digo: yo no soy un paciente psicótico crónico, sino una
persona que por sus antecedentes, necesita psicoterapia semanal de por vida para poder
funcionar. Por haber estado internado tantas veces necesito una logística profesional.
En otra ocasión, narra una escena en la que estaban su mujer y su cuñado, y él tiene la
certeza en ese momento de que había un complot para eliminarlo.
L:- Ya estaba todo listo, ella me había tirado el vaso de cerveza, él se levanto y yo me vi
venir lo peor, y ahí, en la desesperación se me prendió la lamparita y me acorde lo que me
dijo usted. Que en el Hospital al sexto día todos los pacientes pasan bajo el juez. Ellos
estaban en silencio y yo grite de repente “yo estoy bajo juez!”. Se miraron entre ellos y
enseguida cambió, se ve que eso los paró.
T:- Que pensó que le iban a hacer?
L:- No se, Dr. Lo peor, matarme. Era claro, estaba todo preparado.
T:- L, pero usted no está bajo juez, eso es para los pacientes internados y usted lo sabe.
L:- (Sonríe) Si, ya se doctor, les mentí, pero eso fue lo que los detuvo.
L:- Doctor, no lo puedo evitar, esta celopatía que tengo con H. Llego a casa y me tengo
que fijar debajo de la cama y adentro del placar, me da vergüenza decírselo, pero es así.
T:- Hace algo más?
L:- No, doctor, nada más, con eso me quedo tranquilo. Es solo cuando llego a casa, nada
más, ese momento del día.
T:- Esto lo molesta?
L:- No, doctor, lo que me molesta es que no lo puedo evitar.