VISTA: La queja por denegación del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la parte actora contra la sentencia de fecha 7 de abril del año 2010, dictada por la Sala Segunda -Integrada- de Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario, en autos "López, María Isabel sobre Declaratoria de herederos - Sucesión (Expte. 193/08)"(Expte. C.S.J. N° 319, año 2011); y, CONSIDERANDO: 1. En el "sub lite" y en el marco del juicio sucesorio de la fallecida María Isabel Lopez, sus hijas y herederas María Isabel Ruglio y Marta Daniela Ruglio solicitaron ante el Juez del sucesorio la revocación de la donación del inmueble que oportunamente efectuaran - conjuntamente con su madre- a favor de la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez, en razón de haberse incumplido el cargo impuesto. En relación con ello, de las constancias de la causa se deprende que según el acta de donación, el cargo consistía en "destinar dicho predio a la instalación de un espacio verde de uso público, con características de plazoleta, dotados de juegos infantiles" y que "la Municipalidad debería hacerse cargo de todos los trámites necesarios y gastos, como ser trámites sucesorios para poder lograr la posterior escrituración del inmueble a favor de la Municipalidad sin que las donantes se hicieran cargo de ningún tipo de gastos". Por su parte, la Municipalidad resistió la pretensión revocatoria aduciendo -en lo que ahora resulta de interés- que había cumplido con el cargo y que no había sido constituida en mora como lo exige el Código Civil. Trabada así la litis, el juez de grado resolvió hacer lugar a lo peticionado por las actoras y, en consecuencia, tener por revocada la donación, ordenando a la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez a efectuar las modificaciones administrativas que correspondan en cuanto a la titularidad del inmueble se refiere. En este sentido, consideró el Juzgador que en cuanto a la falta de constitución en mora invocada, la notificación judicial obrante a foja 38 -que hacía saber la pretensión de revocación- resultaba suficiente, en las especiales circunstancias que presenta el "sub lite", para tener por cumplido tal recaudo, atento a que "...la finalidad de la constitución en mora requerida en casos como el de autos no es otra que permitir el cumplimiento del cargo, extremo que, por el tiempo transcurrido y al que se ha hecho antes referencia, debe darse por suficientemente satisfecho"; y que en cuanto al cumplimiento del cargo afirmado por la accionada había quedado acreditado en autos que dicho cargo había sido incumplido en atención a la inspección judicial realizada, fotografías obrantes y el informe brindado por la Inspección General de la propia accionada por el cual se constataba que "el lote implicado se encontraba baldío y solo existía una pequeña construcción o posible gruta para santo". Juzgó, asimismo, que "si bien es cierto que podría haber mediado un cumplimiento parcial por parte de la donataria al haber efectuado algunas instalaciones de juegos infantiles, las mismas no resultarían suficientes para tener por acreditado el cumplimiento total del cargo"; y que "Las construcciones no alcanzarían para concluir que en el citado inmueble existiera una plazoleta" ya que ésta "...requeriría la presencia de juegos infantiles en condiciones aptas para ser utilizados, lo que no sucede en autos donde sólo habría ruinas de los mismos. Además se evidencia un total estado de abandono del lugar en lo que a parquización se refiere. Por lo que concluyó que -atento a la presencia de focos de basura, y restos de árboles caídos- el espacio verde no podía ser utilizado por el público, tal como era la voluntad de las donantes. Recurrida la sentencia por la demandada, la Sala Segunda Integrada resolvió -por mayoría- rechazar el recurso de nulidad interpuesto y hacer lugar al recurso de apelación, revocando la sentencia del 28.3.2008. 2. Contra dicho decisorio interpusieron las actoras su recurso de inconstitucionalidad. Alegan que la sentencia no resulta una derivación razonada del derecho vigente; que incurre en contradicciones y en prescindencia y desconocimiento de específicas constancias de la causa, esto es, endilgan arbitrariedad fáctica y normativa. Achacan a los Sentenciantes haber incurrido en contradicción con las constancias de autos al indicar que no existe prueba del incumplimiento del cargo impuesto cuando sí la hay; que se realizó el análisis de la prueba en pugna con la lógica, desnaturalizando el elemento probatorio; que se prescindió de prueba en contradicción con la constatación judicial; que se contradijeron hechos expresamente reconocidos o afirmados por la demandada; que se omitió ponderar la constatación administrativa practicada por la propia accionada a foja 102; que se prescindió o se hizo un recortado examen del acto que originó todas las obligaciones ventiladas en el pleito (el acto que origina la donación y el cargo cuyo incumplimiento se debate); que se contradicen las constancias de autos, indicando que no existe mora del donatario habilitante de la revocación; que hay una errónea aplicación de un caso resuelto por la Corte nacional al que se lo considera idéntico cuando no lo es; que incurrió en errónea interpretación de las normas aplicables -arts. 509 y 1849, C.C.- a este caso particular; que se contradice con doctrina y jurisprudencia pacífica; y que se incurre en un notorio desajuste entre lo que arrojan las constancias de la causa y lo resuelto. En definitiva, tachan a la resolución de arbitraria pues alegan que: a) el decisorio se sustenta en afirmaciones meramente dogmáticas; b) no se evalúan idóneamente los hechos de la causa, incurriéndose en falta de motivación adecuada del fallo, y c) se renuncia a un balance integrador de los elementos de juicio aportados a la causa. 3. La Sala -por mayoría- por auto del 24 de setiembre de 2010 rechazó el recurso interpuesto (fs. 73/75) lo que motivó la presentación directa de las perdidosas ante esta Sede (fs. 80/104). 4. La postulación de las impugnantes cuenta "prima facie" con suficiente asidero en las constancias de autos, e importa articular con seriedad planteos que pueden configurar hipótesis de inconstitucionalidad con idoneidad suficiente como para operar la apertura de esta instancia de excepción. Por ello, en una apreciación mínima y provisoria, propia de este estadio, y sin que ello implique adelantar opinión sobre la sustantiva procedencia de la impugnación, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESUELVE: Admitir la queja y, en consecuencia, conceder el recurso de inconstitucionalidad. Ordenar la devolución del depósito efectuado por el recurrente. Disponer que por Presidencia se ordene la elevación de los autos principales y se les imprima el trámite que corresponda. Regístrese y hágase saber. Fdo.: GASTALDI-ERBETTA-FALISTOCCO (en disidencia)-GUTIÉRREZ-NETRI- Fernández Riestra (Secretaria)
DISIDENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR FALISTOCCO:
Considero que el presente recurso no puede prosperar, pues, como se advierte de las constancias de autos, las comparecientes en su presentación ante esta Corte incumplen la carga estipulada en el artículo 8 de la ley 7055 de rebatir cada uno de los motivos expuestos por la Sala para apoyar su decisión de denegar la concesión del remedio extraordinario, trayendo razones de peso a fin de neutralizar la referida fundamentación. Es que la lectura del memorial de la queja revela que las impugnantes tan solo se limitan a efectuar postulaciones genéricas y a reiterar los planteos ya esgrimidos en oportunidad de enderezar el recurso de inconstitucionalidad local, quedando así -como se dijo- incumplida la carga que contempla el artículo 8 ya citado. No obstante lo expuesto, también es dable destacar que la lectura de los argumentos traídos a consideración de este Cuerpo en el memorial del recurso de inconstitucionalidad, en confrontación con la sentencia atacada, revela la mera discrepancia de las comparecientes con los fundamentos expuestos por la Alzada al emitir el pronunciamiento mayoritario. Ello es así por cuanto se advierte que toda la argumentación desarrollada -pese al matiz constitucional que pretendió otorgarse- remite a cuestiones eminentemente fácticas, ponderación de pruebas e interpretación de normas de derecho común, materias propias de los jueces de la causa, y que no incumbe a esta Corte revisar por esta vía de excepción. En efecto, del fallo cuestionado se desprende que la Sala, por mayoría, consideró que el agravio de la Municipalidad relativo a la ausencia de constitución en mora encontraba sustento fáctico y jurídico. En tal sentido, del voto de la mayoría se desprende que el Sentenciante, luego de analizar las constancias de la causa, tuvo especialmente en cuenta el expediente administrativo glosado en fotocopias, del que surgía a foja 91, que las demandantes habían solicitado "...la restitución en el plazo perentorio de cuarenta y ocho horas del inmueble...", por lo que juzgó -sustancialmente- que la intimación formulada "lo fue para la restitución del inmueble y no para el cumplimiento del cargo". Asimismo fundamentó su posición en la doctrina jurisprudencial del Alto Tribunal nacional por la que se había resuelto -en instancia originaria- rechazar la demanda de revocación de la donación de un inmueble por incumplimiento del cargo, atento a que se había incumplido con el requisito previo de la constitución en mora, jurisprudencia que invocó y aplicó al considerar que se trataba de idéntica situación fáctica a la que emergía de autos. En dicho orden, transcribió fragmentos del fallo del Máximo Tribunal "in re" "Estado Nacional - Estado Mayor General del Ejercito- c/ Salta, Provincia de s/ ordinario" (Fallos: 326:1263, del 10.04.2003) del que destacó algunos párrafos -párrs. 8 y 9- que consideró pertinentes, entre ellos puntualizó los siguientes, de los que resulta su razonamiento central: "...lo cierto es que la intimación formulada lo fue para la restitución del inmueble y no para el cumplimiento del cargo. No medió, pues, intimación alguna con este último objeto." y "...conforme al art. 1849 del Código Civil, para que el donante tenga acción de revocación de la donación por incumplimiento de los cargos es necesario que el donatario haya sido constituido en mora en la ejecución de dichos cargos, circunstancia que no se presenta en el caso ya que no se intimó el cumplimiento sino la restitución de la cosa, lo que sólo habría correspondido si se hubiera producido la mora prevista en la mencionada disposición legal...". (cfr. f. 38) Luego, el Tribunal a quo expresó que la solución apuntada en el mencionado precedente resultaba reiteración de lo decidido por el Alto Tribunal nacional en fallos anteriores (Fallos: 321:714, del 02.04.1998, "Provincia de Buenos Aires c. Estado Nacional s/ retroacción de dominio", entre otros) por lo que estimó -con fundamento en el deber moral de acatamiento de los jueces inferiores y la autoridad institucional de aquella jurisprudencia- que resultaba lisa y llanamente aplicable tal doctrina al "sub judice", acogiendo la apelación de la Municipalidad por "la falta del requisito de constitución en mora previo a la revocación". Seguidamente, corroboró aquella solución, al juzgar que tampoco existía prueba fehaciente y contundente que indique el incumplimiento del cargo, atento a la orfandad probatoria que exhibía la postulación actora. En tal sentido, consideró que las fotografías glosadas a la causa en oportunidad de la constatación y lo manifestado al suscribir el acta correspondiente por el Oficial de Justicia (v. fs. 17 a 20) carecían de entidad para tener por comprobado el incumplimiento del cargo que se le achacaba a la demandada, y juzgó que, por el contrario, las actuaciones administrativas labradas con motivo del pedido de restitución tenían presunción de autenticidad, desvirtuaban la plataforma fáctica que sustentaba la pretensión de la actora, en tanto aquellas constituyen un instrumento público en el que se afirma "...que se ha dado al inmueble el destino por el cual ha sido donado (vide fs. 120/123)", con lo cual concluyó la Alzada que resultaba "absolutamente inconducente la prueba en contrario que la recurrida dice haber producido" (cfr. f. 40). Frente a tales argumentos expuestos -principalmente- por el Sentenciante, las impugnantes aducen -en esencia- la concurrencia de supuestos de arbitrariedad normativa y fáctica y falta de motivación suficiente, mas no se hacen cargo del criterio compartido por la mayoría de la Cámara, la que consideró centralmente que en el caso, no podía soslayarse la falta de constitución en mora de la demandada, ya que este requisito era previo y resultaba necesario para habilitar la revocación de la donación pretendida, luciendo sus cuestionamientos más bien genéricos y globales, sin lograr desmerecer -desde una óptica constitucional- la respuesta que en tal sentido brindara el Tribunal al acoger la apelación y revocar la resolución de grado. Máxime cuando surge que, la sentencia cuestionada, en lo decidido, no se apartó de la interpretación otorgada en reiteradas oportunidades ante casos fácticamente análogos por el Máximo Tribunal de la Nación, como "intérprete final de la Constitución" (cfr. doc. de Fallos: 1:340). Recuérdese la tradicional jurisprudencia del más Alto Tribunal de la Nación en el sentido de que, no obstante que éste "sólo decide en los procesos concretos que le son sometidos, y sus fallos no resultan obligatorios para casos análogos, los jueces inferiores tienen el deber de conformar sus decisiones a aquéllos" (cfr. doc. de Fallos: 25:364). De esa doctrina y de la de Fallos: 212:51 y 160, emana la consecuencia de que carecen de fundamento las sentencias de los tribunales inferiores que se aparten de los precedentes de la Corte sin aportar nuevos argumentos que justifiquen modificar la posición sentada por el Tribunal, en su carácter de intérprete supremo de la Constitución nacional y de las leyes dictadas en su consecuencia (cfr. causa: "Balbuena, César Aníbal sobre Extorsión", resuelto el 17 de noviembre de 1981; "Incidente de prescripción Cerámica San Lorenzo", Fallos: 307, Vol. 1, pág. 1094). La postura de la Corte Nacional sostenida en el fallo aplicado por la Alzada no es aislada, sino que es reiteración de precedentes análogos en la materia, por lo que puede decirse que se trata de doctrina consolidada del Alto Tribunal, bastando ello para confirmar el pronunciamiento como acto jurisdiccional válido por resultar derivación razonada del derecho vigente con sujeción a los hechos comprobados de la causa. A la luz de todo lo expuesto, las alegaciones de las quejosas, afirmando -centralmente- que resultaba suficiente la notificación judicial que hacía saber la pretensión de revocación a los efectos de la constitución en mora y que la jurisprudencia invocada no resultaba derechamente aplicable al caso, sólo intentan oponer una singular interpretación de las circunstancias fácticas, de las normas en juego y de las constancias de la causa, no demostrando, en las particularidades del "sub examine", cómo se habría configurado la arbitrariedad que aducen ni tampoco la decisividad de sus planteos, ello a fin de lograr la descalificación constitucional de lo decidido. De tal manera, en su presentación directa las recurrentes no alcanzan a refutar eficazmente los argumentos expuestos por la mayoría de la Alzada al rechazar la concesión del remedio intentado, desde que no realizaron una crítica idónea de las consideraciones vertidas en el auto denegatorio, privando a su postulación de fundamentación mínima tendente a demostrar su procedencia. A lo que cabe agregar que, en su recurso de inconstitucionalidad local, tampoco logran las comparecientes demostrar -siquiera en grado liminar- la configuración de algún supuesto hábil para franquear la instancia extraordinaria intentada, siendo ello así en tanto no persuaden acerca de la conexión inexorable entre los hechos relevantes de la causa y la cuestión constitucional que someramente enuncian, limitándose a disentir con el mérito probatorio otorgado por el A quo a las constancias de autos, cuestiones que resultan propias del ámbito reservado a los jueces ordinarios de la causa y que, como tales, son ajenas a la órbita del excepcional remedio intentado. Y más allá de su menor o mayor grado de acierto, la conclusión a la que arribó el Sentenciante podrá o no ser compartida, pero en la medida que no implica un palmario apartamiento del derecho a la jurisdicción no puede descalificarse por inconstitucional. Por ello, entiendo que la presente queja debe ser rechazada. Fdo.: FALISTOCCO- Fernández Riestra (Secretaria)
El proceso ejecutivo en la jurisdicción de lo contencioso administrativo: Reflexiones en torno a los antecedentes y aspectos procesales resueltos por la jurisdicción de lo contencioso administrativo en procesos ejecutivos