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Matrícula: 113219
Grupo: LH37
¿Qué tan precisas fueron las decisiones individuales con respecto a las grupales?
R: Considero que son importantes, porque estas pueden ser más precisas, alienta a
la participación grupal, hay más puntos de vista, se puede debatir y sobre todo la
toma la decisión es de mejor calidad, aunque no en todos los casos aplican las
decisiones, ya que nos encontramos en situaciones donde solo pueden hacerse de
manera individual.
Valores. Pueden considerarse las pautas con que se guía una persona cuando se
ve en una situación en la que debe elegir.
Propensión al riesgo. Este aspecto específico de la personalidad influye en gran
medida en el proceso de toma de decisiones. La propensión al riesgo se ve
afectada también por la cuestión de si los resultados potenciales se caracterizan
en términos de pérdidas o ganancias.
Potencial de disonancia. Se establece que a menudo hay falta de congruencia o
armonía entre diversas cogniciones (actitudes, creencias, etc.) de un individuo
después de que toma una decisión.
4. Aumento del compromiso. se refiere a la adhesión creciente a una decisión
previa cuando un encargado “racional” de decisiones optaría por la retirada. Esto
es un resultado típico de la necesidad de convertir una decisión perdedora o mala
en una decisión ganadora o buena.
A través de los valores personales se orienta la toma de decisiones, son motivadores
de los comportamientos humanos y tienen incidencia en las relaciones que se tejen
entre personas y entre grupos sociales; en otras palabras, los valores son ideas y
creencias que dirigen las elecciones y acciones de las personas, ya que consciente o
inconscientemente movilizan y guían la manera de tomar decisiones y el tipo de
decisiones que se deben tomar (Rojas, 2011).
Para Chiavenato (2009), el proceso de la toma de decisiones es complejo y depende
de las características individuales de quien toma la decisión (actitudes existenciales),
así como de la situación en que está inmerso y de la forma en que percibe el entorno.
Sin embargo, es posible considerar el proceso de toma de decisión a partir de siete
etapas; cada una de ellas influye en las demás:
1) La percepción de la situación que implica un problema.
2) El análisis y la definición del problema.
3) La definición de los objetivos.
4) La búsqueda de opciones de solución o cursos de acción.
5) La evaluación y la comparación de esas opciones.
6) La elección (selección) de la opción más adecuada (satisfactoria) para alcanzar los
objetivos.
7) La implementación de la opción escogida.
En el ámbito organizacional, la toma de decisiones es vital para la solución de
problemas y circunstancias que se presentan de forma cotidiana o de forma
esporádica, e involucra un proceso de obtención, evaluación y aplicación de
información para cada situación. Los líderes tomadores de decisiones determinan las
reglas, modelos y métodos a utilizar en este proceso. Una adecuada toma de
decisiones dentro de una organización resulta trascendental, pues esto puede
llevarlas al éxito, además de la creación de nuevas ventajas competitivas y un alto
nivel de bienestar (Castro, 2014).