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Mitraísmo

Se denomina mitraísmo o misterios de Mitra (en persa:


‫ ) ﻣﻬﺮﭘﺮﺳﺘﯽ‬a una religión mistérica muy difundida en el
Imperio romano entre los siglos I y IV d. C. en que se
rendía culto a una divinidad llamada Mitra y que tuvo
especial implantación entre los soldados romanos. Existen
testimonios materiales de la práctica de esta religión en
numerosos lugares del antiguo Imperio romano: en Roma
y en Ostia, así como en Mauritania, Britania y las
provincias fronterizas a lo largo del río Rin y del Danubio,
consistentes en restos de templos, inscripciones y obras de
arte que representan al dios u otros aspectos de la religión.
Frente a esta relativa abundancia de restos arqueológicos,
son muy escasas las referencias en textos clásicos a esta
El Mitra de Cabra es la única escultura de
religión.1
bulto redondo mitraica encontrada en la
península ibérica.
Los orígenes de esta religión no se conocen de forma
precisa, aunque los estudiosos coinciden en afirmar que
llegó al mundo romano desde Oriente, concretamente desde Asia Menor.1 La práctica del mitraísmo,
como la de todas las religiones paganas, fue declarada ilegal en el año 391 por el emperador Teodosio.

Índice
Orígenes del mitraísmo
Principios del mitraísmo
El mitreo
Mitología e iconografía
Niveles de iniciación
Los rituales
Festividades
Historia del mitraísmo
Antes de Roma
El mitraísmo en el Alto Imperio Romano
El mitraísmo en el Bajo Imperio
Difusión y espacio religioso del mitraísmo
Final del mitraísmo
Similitudes con religiones modernas
Similitudes con el cristianismo
Lugares que visitar
Véase también
Notas y referencias
Bibliografía
Enlaces externos

Orígenes del mitraísmo


Según Franz Cumont, en su estudio publicado a comienzos del siglo XX,2 el origen del mitraísmo se
encuentra en el antiguo Irán. De hecho, Mithra es una divinidad indoirania cuyo origen puede remontarse
hasta el II milenio a. C.: su nombre es mencionado por primera vez en un tratado entre los hititas y los
mitani, escrito hacia el 1400 a. C.3

En la India, figura en los himnos védicos como dios de la luz, asociado a Váruna. En los Avesta iranios es
un dios benéfico, colaborador de Ahura Mazda, y recibe el sobrenombre de «juez de las almas». Es
posible que su culto llegase a Occidente desde Irán gracias a la difusión del zoroastrismo, del que sería
una especie de herejía. Sin embargo, los estudios actuales del mitraísmo4 tienden a considerar que no
puede admitirse una filiación directa entre el Mitra indoiranio y el mitraísmo, al que a veces denominan
Mitras o Mithras, usando la forma griega de su nombre para diferenciarle del primero.

Principios del mitraísmo


La información existente sobre el mitraísmo (bastante fragmentaria) se refiere a su práctica durante el
Bajo Imperio Romano. Era una religión mistérica, de tipo iniciático, basada en la transmisión oral y ritual
de iniciado a iniciado, y no en un cuerpo de escrituras sagradas. Recoge las concepciones dualistas de
origen mazdeísta (zurvanismo). Como en todas las religiones mistéricas, los adeptos estaban obligados a
mantener en secreto los rituales del culto. Por todo ello, la documentación escrita concerniente al
mitraísmo es prácticamente inexistente.1

El estudio de esta religión se ha basado sobre todo en la iconografía que decoraba los mitreos.

El mitreo
El culto de Mitra se realizaba en templos
denominados mitreos (latín mithraeum, pl.
mithraea). Estos espacios eran en un principio
cavernas naturales, y, más adelante, construcciones
artificiales imitándolas, oscuras y carentes de
ventanas. Tenían una capacidad limitada; la mayor
parte de ellos no podían acoger a más de treinta o
cuarenta personas.

En un mitreo típico pueden distinguirse tres partes:

la antecámara Mitra y el toro, fresco de la ciudad de Marino (Italia).


el spelaeum o spelunca (la cueva),
alargada sala rectangular decorada con
pinturas y dos largas banquetas a lo largo cada una de las paredes para los banquetes
sagrados;
el santuario, en el extremo de la cueva, en el que estaban el altar y la imagen -en pintura,
bajorrelieve o estatua exenta- de Mitra dando muerte al toro, conocida como Mitra
Tauróctonos.
Se han encontrado mitreos en muchos de los países que pertenecieron al Imperio romano. Algunos han
sido convertidos en criptas bajo iglesias cristianas. La mayor concentración de mitreos se encuentra en la
capital, Roma, pero también se han descubierto en lugares tan distantes entre sí como el norte de
Inglaterra y Palestina. Su distribución por la geografía del Imperio está en relación con los cuarteles e
instalaciones militares.

Mitología e iconografía
No hay textos sobre el mitraísmo escritos por los propios adeptos, por lo que las únicas fuentes para
conocer esta religión son las imágenes sagradas encontradas en los mitreos.

1. Relato mítico

Según el relato que ha podido reconstruirse a partir de las imágenes de los mitreos y los escasos
testimonios escritos, el dios Mitra nació cerca de un manantial sagrado, bajo un árbol sagrado, de una
roca (la petra generatrix; Mitra es llamado de petra natus o petrogenitus). Esto enlaza con las tradiciones
armenias de la cueva de Meher (Mitra). En el momento de su nacimiento llevaba el gorro frigio, una
antorcha y un cuchillo. Fue adorado por pastores poco después de su nacimiento. Bebió agua del
manantial sagrado. Con su cuchillo, cortó el fruto del árbol sagrado, y con las hojas de ese árbol
confeccionó su ropa.

Encontró al toro primordial cuando pastaba en las montañas. Lo agarró por los cuernos y lo montó, pero,
en su galope salvaje, la bestia lo hizo desmontar. Sin embargo, Mitra siguió aferrado a sus cuernos, y el
toro lo arrastró durante mucho tiempo, hasta que el animal quedó exhausto. El dios lo agarró entonces
por sus patas traseras, y lo cargó sobre sus hombros. Lo llevó, vivo, soportando muchos padecimientos,
hasta su cueva. Este viaje de Mitra con el toro sobre sus hombros se denomina transitus.

Cuando Mitra llegó a la cueva, un cuervo enviado por el Sol le avisó que debía realizar el sacrificio, y el
dios, sujetando al toro, le clavó el cuchillo en el flanco. De la columna vertebral del toro salió trigo, y
vino de su sangre. Su semen, recogido y purificado por la luna, produjo animales útiles para el hombre.
Llegaron entonces el perro, que se alimentó del grano, el escorpión, que aferró los testículos del toro con
sus pinzas, y la serpiente.

2. Iconografía

Algunas pinturas muestran a Mitra transportando una roca a su espalda, como Atlas en la mitología
griega, o portando una capa cuyo forro interior representa el cielo estrellado. Cerca de un mitreo próximo
a la Muralla de Adriano se halló una estatua de bronce de Mitra emergiendo de un anillo zodiacal en
forma de huevo, hoy conservada en la Universidad de Newcastle. Una inscripción encontrada en Roma
sugiere que Mitra podría identificarse con el dios creador del orfismo, Fanes, quien surgió del huevo
cósmico al principio del tiempo, dando existencia al universo. Refuerza esta opinión un bajorrelieve del
Museo Estense, en Módena, donde se ve a Fanes surgiendo de un huevo, rodeado de los doce signos del
Zodiaco, en una imagen muy similar a la conservada en Newcastle.

La imagen central del mitraísmo es la tauroctonía, o Mitra Tauróctonos, que representa el sacrificio ritual
por Mitra del toro sagrado. Esta representación tiene elementos iconográficos fijos: Mitra aparece tocado
con un gorro frigio y mira a su víctima con compasión; en muchas representaciones, la cabeza de Mitra al
tiempo del sacrificio del toro se gira hacia atrás como si cumpliese la inmolación a disgusto. Inclinado
sobre el toro, lo degüella con un cuchillo sacrificial; de la herida
del toro mana grano; junto al toro, figuran varios animales: un
escorpión, que aprieta con sus pinzas los testículos del toro; una
serpiente; un perro, que se alimenta del grano que brota de la
herida; y un cuervo. A veces aparecen también un león y una
copa. La imagen está flanqueada por dos personajes portadores
de antorchas, llamados Cautes y Cautópates, en los que se ha
apreciado por algunos autores la doble epifanía de Mitra. La
escena aparece situada en una especie de cueva, tal vez la
representación del propio mitreo, o, según algunas
interpretaciones, del cosmos, al estar presentes el sol y la luna.

3. Interpretaciones Mitra matando al toro escultura del


Museo Británico, perteneciente a la
Franz Cumont, autor de un estudio clásico sobre la religión de Tauroctonía.
Mitra, interpreta esta imagen a la luz de la mitología irania.
Vincula la imagen con textos que se refieren al sacrificio de un
toro por Ahriman, el dios del mal; de los sangrientos restos del toro nacerían después todos los seres.
Según la hipótesis de Cumont, Ahrimán sería después sustituido por Mitra en el relato mítico, y en esta
forma habría llegado al Mediterráneo oriental.

David Ulansey lanzó una explicación radicalmente diferente de


la imagen de Mitra Tauróctonos, basada en el simbolismo
astrológico. Según su teoría, la imagen del Tauróctonos es la
representación de Mitra como un dios tan poderoso que es
capaz de transformar el orden mismo del Universo. El toro sería
el símbolo de la constelación de Tauro. En los comienzos de la
astrología, en Mesopotamia, entre el 4000 y el 2000 a. C., el Sol
estaba en Tauro durante el equinoccio de primavera. Debido a la
precesión de los equinoccios el Sol está en el equinoccio de
primavera en una constelación diferente cada 2.160 años,
aproximadamente, por lo que pasó a estar en Aries hacia el año
2000 a. C., marcando el final de la era astrológica de Tauro.
Estatua de Mitra en los Museos
El sacrificio del toro por Mitra simbolizaría este cambio, Vaticanos.
causado, según los creyentes, por la omnipotencia de su dios.
Esto estaría en consonancia con los animales que figuran en las
imágenes de Mitra Tauróctonos: el perro, la serpiente, el cuervo, el escorpión, el león, la copa y el toro se
interpretan como las constelaciones de Canis Minor, Hydra, Corvus, Escorpio, Leo, Acuario y Tauro,
todas ellas en el ecuador celeste durante la era de Tauro. La hipótesis explicaría también la profusión de
imágenes zodiacales en la iconografía mitraica. La precesión de los equinoccios fue descubierta y
estudiada por el astrónomo Hiparco de Nicea en el siglo II a. C.

Otra interpretación considera que el sacrificio del toro representa la liberación de la energía de la
Naturaleza. La serpiente, como en el símbolo del Ouroboros, sería una alusión al ciclo de la vida; el perro
representaría a la Humanidad, alimentándose simbólicamente del sacrificio, y el escorpión podría ser el
símbolo de la victoria de la muerte. Los dos compañeros de Mitra, que portan teas y se llaman Cautes y
Cautópates, representarían respectivamente la salida y la puesta del sol.
Para los fieles, el sacrificio del toro tenía sin duda un carácter salvífico, y la participación en los misterios
garantizaba la inmortalidad.

Niveles de iniciación
En el mitraísmo existían siete niveles de iniciación, que pueden estar relacionados con los siete planetas
de la astronomía de la época (Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno), en este mismo
orden, según la interpretación de Joseph Campbell. La mayoría de los miembros llegaban solo el cuarto
grado (leo), y solo unos escogidos accedían a los rangos superiores. Los niveles, conocidos gracias a un
texto de San Jerónimo que confirman varias inscripciones, eran los siguientes:

Corax (cuervo);
Cryphius (κρύφιος) (oculto). Otros autores interpretan este rango como Nymphus (esposo);
Miles (soldado). Sus atributos eran la corona y la espada;
Leo (león). En los rituales presentaban a Mitra las ofrendas de los sacrificios;
Perses (persa);
Heliodromus (emisario solar). Sus atributos eran la antorcha, el látigo y la corona;.
Pater (padre). Sus atributos (el gorro frigio, la vara y el anillo) recuerdan a los del obispo
cristiano.
En los ritos, los iniciados llevaban máscaras de animales relativas a su nivel de iniciación y se dividían en
dos grupos: los servidores, por debajo del grado de leo y los participantes, el resto.

Los rituales
Para la reconstrucción de los rituales mitraicos, se cuenta únicamente con los textos de los Padres de la
Iglesia que critican el mitraísmo, y de la iconografía encontrada en los mitreos.

Las mujeres estaban excluidas de los misterios de Mitra. En cuanto a los varones, parece que no se
requería una edad mínima para ser admitido, e incluso fueron iniciados varios niños. La lengua utilizada
en los rituales era el griego, con algunas fórmulas en persa (seguramente incomprensibles para la
mayoría de los fieles), aunque progresivamente se fue introduciendo el latín.

Parece ser que el rito principal de la religión mitraica era un banquete ritual, que pudo tener ciertas
similitudes (en su apariencia externa) con la eucaristía del cristianismo, o más bien con una comida al
estilo de un agape. Según el comentarista cristiano Justino, los alimentos ofrecidos en el banquete eran
pan y agua5 , pero los hallazgos arqueológicos apuntan a que se trataría de carne de animales sacrificados
y de libaciones de vino6 , o quizás de pan y vino, como en el rito cristiano.[cita requerida] Esta ceremonia
se celebraba en la parte central del mitreo, en la que dos banquetas paralelas ofrecían espacio suficiente
para que los fieles pudieran tenderse, según la costumbre romana, para participar del banquete. Los
Cuervos (Corax) desempeñaban la función de servidores en las comidas sagradas. El rito incluía también
el sacrificio de un toro. También se sacrificaban otros animales.[cita requerida]

La estatua de Mitra Tauróctonos desempeñaba sin duda un papel en estos ritos, aunque no está muy claro
cuál. En algunos mitreos se han descubierto pedestales giratorios, que permitirían mostrar y ocultar
alternativamente la imagen a los fieles.
En algún momento de la evolución del mitraísmo, se
utilizó también el rito del taurobolium o bautismo de
los fieles con la sangre de un toro, practicado
también por otras religiones orientales. Conocemos
por Tertuliano la severa condena cristiana a estas
prácticas.

Otros ritos debieron estar relacionados con las


ceremonias de iniciación. Gracias a Tertuliano, se
conoce el rito de iniciación del Soldado (Miles): el
candidato era «bautizado» (probablemente por
inmersión), se le marcaba con un hierro candente y
por último se le probaba mediante el «rito de la
corona» (se le colocaba la corona en la cabeza, y el El banquete de Mitra en un bajorrelieve que se
neófito debía dejarla caer, proclamando que Mitra conserva en el Museo del Louvre.
era su corona). Posteriormente los iniciados asistían
a una muerte ritual y simulada, en la que el oficiante
era un pater, posiblemente ligada a la reencarnación como último paso de la ceremonia iniciática. En el
grado de Leo, sabemos por Porfirio que se colocaba miel en la lengua de los recién nacidos y que esta
práctica procede del culto iranio en la que la miel representaba la luna. Para los iniciados mayores se
vertía la miel sobre las manos y estos la lamían como señal de comunión. Seguramente, cada nivel de
iniciación tendría su propio ritual.

Festividades
El 25 de diciembre (coincidiendo aproximadamente con el solsticio de invierno) se conmemoraba el
nacimiento de Mitra. También eran sagrados los días 16 de cada mes. Los adeptos de Mitra santificaban
también el domingo, día del Sol.

Historia del mitraísmo

Antes de Roma
En la Persia aqueménida la religión oficial era el zoroastrismo, que postula la existencia de un único dios,
Ahura Mazda. Esta divinidad es la única mencionada en las inscripciones que se conservan de la época
de Darío el Grande (521-485 a. C.). Sin embargo, se conserva una inscripción, hallada en Susa, de la
época de Artajerjes II (404-358 a. C.), en la que se menciona a Mitra junto a Ahura Mazda y a otra
deidad llamada Anahita.

¿Existe vinculación entre este Mitra persa, y sus antecesores indoiranios, y el de la religión mistérica del
Imperio Romano? Así lo creyó el iniciador de los estudios sobre la religión mitraica, Franz Cumont, pero
en la actualidad la cuestión dista de estar clara.[cita requerida]

Un posible indicio de la vinculación entre el Mitra persa y el romano puede encontrarse en los reinos de
Partia y el Reino del Ponto, muchos de cuyos reyes llevaron el nombre de Mitrídates, quizá relacionado
etimológicamente con Mitra. Por otro lado, en Pérgamo, en Asia Menor, escultores griegos produjeron
los primeros bajorrelieves con la imagen de Mitra Tauróctonos. Aunque el culto de Mitra no tuvo apenas
difusión en la Hélade, estas imágenes marcan tal vez el camino de Mitra hacia Roma.
La primera referencia en la historiografía grecorromana al culto de
Mitra se encuentra en la obra del historiador Plutarco, quien
menciona que los piratas de Cilicia celebraban ritos secretos
relacionados con Mitra en el año 67 a. C.

El mitraísmo en el Alto Imperio Romano


Es probable que los introductores del mitraísmo en el Imperio
romano fueran los legionarios que habían servido a Roma en las
fronteras orientales del Imperio. Las primeras evidencias materiales
del culto de Mitra datan del año 71 o 72 de nuestra era: se trata de Moneda con el rostro de Mitrídates
unas inscripciones hechas por soldados romanos que procedían de VI del Reino del Ponto, también
la guarnición de Carnuntum, en la provincia de Panonia Superior, y apodado Eupator.
que probablemente habían estado antes en Oriente, en guerra contra
los partos y en los disturbios de Jerusalén.

Hacia el año 80 de nuestra era, el autor romano Estacio menciona la escena de la tauroctonía en su
Tebaida (I, 719,720). Plutarco, en su Vida de Pompeyo, deja claro que el culto de Mitra era ya conocido
en su época.

A finales del siglo II el mitraísmo estaba ampliamente difundido en el ejército romano, así como entre
burócratas, mercaderes y hasta entre los esclavos. La mayor parte de las evidencias arqueológicas
proceden de las fronteras germanas del Imperio. Pequeños objetos de culto relacionados con Mitra se han
encontrado en excavaciones arqueológicas desde Rumania hasta la Muralla de Adriano.

El mitraísmo en el Bajo Imperio


Los emperadores del siglo III fueron en general protectores del mitraísmo, porque su estructura
fuertemente jerarquizada les servía para reforzar su propio poder. Así, Mitra se convirtió en el símbolo de
la autoridad y el triunfo de los emperadores. Desde la época de Cómodo, que se inició en sus misterios,
los adeptos del culto procedían de todas las clases sociales.

Numerosos mitreos han sido hallados en las guarniciones de frontera del imperio. En Inglaterra, han sido
identificados al menos tres, a lo largo del Muro de Adriano, en Housesteads, Carrawburgh y Rudchester.
Restos de otro mitreo han sido descubiertos en Londres. Otros santuarios de Mitra erigidos en esta época
se encuentran en la provincia de Dacia (donde se halló un mitreo en Alba Iulia en 2003), y en Numidia,
en el norte de África.

La mayor concentración de mitreos, sin embargo, se encuentra en la propia Roma, y en la cercana ciudad
portuaria de Ostia, con un total de doce templos identificados, aunque posiblemente existieron varios
centenares. La importancia del mitraísmo en Roma puede juzgarse a partir de los hallazgos: más de 75
piezas escultóricas, un centenar de inscripciones, y ruinas de templos y santuarios por toda la ciudad y
sus suburbios. Uno de los mitreos más destacados, que conserva el altar y los bancos de piedra, se
construyó originalmente bajo una casa romana (lo que parece haber sido una práctica habitual) y
sobrevive en la cripta sobre la que se construyó la Basílica de San Clemente, en Roma.

Difusión y espacio religioso del mitraísmo


En el periodo de máximo esplendor, se considera que el mayor número de templos mitraicos en Roma no
era superior a cien, y que cada uno de ellos no tenía más que un centenar de fieles, por lo que el volumen
de practicantes se reduciría a unos diez mil en la metrópoli, según Windengren. La importancia otorgada
al mitraismo en el Imperio romano viene dada por su abierta competencia con el cristianismo y su
condición de religión militar fuertemente implantada en las legiones, más que por el número de adeptos.

Final del mitraísmo


A finales del siglo III se produjo un sincretismo entre la religión mitraica y ciertos cultos solares de
procedencia oriental, que cristalizaron en la nueva religión del Sol Invictus. Dicha religión fue
establecida como oficial en el Imperio en el año 274, por el emperador Aureliano, quien erigió en Roma
un espléndido templo dedicado a la nueva divinidad, y creó un cuerpo estatal de sacerdotes para rendirle
culto, cuyo máximo dirigente llevaba el título de pontifex solis invicti. Aureliano atribuyó a Sol Invictus
sus victorias en Oriente. Este sincretismo, sin embargo, no conllevó la desaparición del mitraísmo, que
siguió existiendo como culto no oficial. Muchos de los senadores de la época profesaron al tiempo el
mitraísmo y la religión del Sol Invictus.

Sin embargo, este período marcó el comienzo de la decadencia del mitraísmo, a causa de las pérdidas
territoriales que el Imperio sufrió como consecuencia de las invasiones de pueblos bárbaros, y que
afectaron a territorios fronterizos donde el culto estaba muy arraigado. La competencia del cristianismo,
apoyado por Constantino, robó adeptos al mitraísmo. Hay que tener en cuenta que el mitraísmo excluía a
las mujeres, que sí tenían derecho a participar en el culto cristiano. El cristianismo desplazó al mitraísmo
durante el siglo IV, hasta convertirse en la única religión oficial del Imperio con Teodosio (379-395).
Hubo algunos intentos de revitalizar el culto de Mitra por parte de Juliano el Apóstata (361-363) y del
usurpador Eugenio (392-394), pero no tuvieron demasiado éxito. El mitraísmo quedó formalmente
prohibido desde el año 391, aunque probablemente su práctica clandestina se mantuvo durante algunas
décadas.

El mitraísmo sobrevivió aún hasta entrado el siglo V en algunas regiones de los Alpes, y volvió a la vida,
tenaz pero efímeramente, en las regiones orientales del Imperio, donde se había originado. Sus conceptos
dualistas tuvieron un importante papel en el desarrollo del maniqueísmo, religión que resultaría otra dura
competidora para los cristianos.

Véase también: Edicto de Tesalónica

Similitudes con religiones modernas


Los estudios arqueológicos e históricos recientes han estado mostrando que durante los tiempos
precristianos existían en Egipto, regiones del centro de Asia y el Mediterráneo varias corrientes religiosas
con un núcleo de miembros formando sociedades secretas practicando ritos en los cuales se usaban
simbologías basadas en las posiciones de las constelaciones, los planetas, el sol y la luna. Unos enfocados
en el sol, otros en algún arreglo de las constelaciones, otros enfocados en planetas, etc. Es también
posible que tales sociedades secretas antiguas hayan tenido una raíz común en aquellos que estudiaban y
registraban el movimiento de las estrellas. Ellas proporcionaron muchas de las alegorías que todavía se
utilizan en las religiones abiertas y cerradas modernas, e incluso en instituciones no religiosas como la
masonería7 .

Similitudes con el cristianismo


Morfológicamente, el cristianismo es una religión entretejida de misterios, carácter este muy esfumado
hoy en día por influencia de la cristiandad medieval pero que en la antigüedad cristiana estaba muy
acentuado.8

En la antigüedad, en el cristianismo, las verdades que atañían a la fe no debían divulgarse sin


precauciones y la participación en las ceremonias estaba reservada exclusivamente a los iniciados.
Aunque este tema aún no se haya esclarecido del todo, según M. G. Hocquard, sabemos que solamente la
iluminación bautismal iniciaba en los misterios cristianos que se mantenían así en reserva, inaccesibles,
sin ser por ello del todo secretos.8

Entre 1913 y 1914 el sacerdote, padre, teólogo excomulgado católico, filósofo e historiador francés,
Alfred Loisy, profesor en el Collège de France, publicó sus estudios sobre el origen del cristianismo en la
Revue d’histoire et de Littérature religieuses.

En 1919 los publicó en formato de libro con el nombre de Los misterios paganos y el misterio cristiano.
La primera edición se agotó rápidamente y hubo que reimprimirla luego que Loisy la revisara y
corrigiera. En su libro Loisy realizó una discusión profunda y minuciosa de los testimonios concernientes
hasta esa época sobre las religiones de los misterios paganos y su influencia en los orígenes históricos del
cristianismo.

Estas cuestiones ya habían sido planteadas por R. Reitzenstein en su libro Die hellenistischen
Mysterierreligionen (Leipzig, Teubner, 1820) y el tema se había debatido en el Congreso de historia de la
religiones reunido en Leyden en septiembre de 1912.

La hipótesis que Loisy formula es que en sus primeras épocas el cristianismo fue un plan de salvación
análogo a los cultos de los misterios paganos, frente a los cuales rivalizó durante mucho tiempo para
finalmente lograr vencerlos.

Los primeros pensadores cristianos fueron judíos helenizantes que vivían en un mundo pagano, por eso
sus primeras teorías tienen una base teórica judía teñida de rituales propios del paganismo. Considera que
el cristianismo es más o menos una adaptación de los elementos esenciales de los misterios paganos al
monoteísmo judío de esos siglos. El trabajo interior de la consciencia religiosa es preparado y
condicionado por una tradición religiosa anterior, no el producto de experiencias religiosas absolutamente
independientes que tendrían en sí mismas toda su explicación.9

Similitudes con el cristianismo, según Loisy:9

el mitraísmo tenía rasgos de profundo simbolismo moral;


era un culto totalmente cerrado, cofradía, que en eso recuerda al cristianismo de los
primeros siglos, con sus agrupamientos exclusivos y su culto enteramente secreto;
el secreto del mitraísmo no era la fe sino los ritos. Ritos de sacrificio y mitos de sacrificio
como en el cristianismo (Cristo entregado a la muerte para borrar los pecados de los
hombres);

las cofradías de Mitra admitían solamente varones y no mujeres quienes no participaban en


las funciones del culto;
los reyes honraban a Mitra, lo tomaban como testimonio de sus juramentos y lo invocan en
los combates;
la trinidad cristiana (a diferencia del dios único del judaísmo) se asemeja a la trinidad de los
cultos politeístas mitríacos (Padre Zeus-Ormazd, Mitra y toro).;
Zeus-Ormazd (el Zeus griego que es el Ormazd persa)era el dios Padre supremo, pero
Mitra era el verdadero objeto de la religión.El grado supremo del dios era el de Padre, cuya
dignidad correspondía a la de Mitra en el cielo;
el joven dios era hermoso, valiente, puro y enseñaba una moral austera que practicaba él
mismo;
la idea de la salvación: el salvador cristiano se asemeja a los dioses salvadores de
misterio, Mitra era un dios salvador;
el mito del sacrificio del toro (sacrificio simbólico durante el rito) a manos de Mitra tenía
como finalidad la redención e inmortalidad de los adeptos. Sobre el sacrificio del toro
(representando a Mitra) reposaba el equilibrio del mundo y la salvación de los hombres;
el banquete ritual de los fieles de Mitra tenía similitudes con la eucaristía cristiana. A veces
probablemente se sacrificaban toros reales pero no se comía carne de toro, la bebida
sagrada (según algunos era agua y según otros era vino) que representaba la sangre del
toro eran la sustancia del toro místico y divino que era Mitra. Se consumía (simbolizada en
la bebida sagrada) junto con la ofrenda del pan durante la cena o eucaristía mítrica. La
sustancia del toro divino estaba en el pan de la cena de los iniciados tal como estará la
sustancia de Cristo en el alimento de los bienaventurados;
la intención del rito era la misma: el Soldado se consagraba a Mitra, como el cristiano a
Cristo;

el culto de Mitra conocía la semana con consagración de los siete días a las siete
divinidades planetarias pero a diferencia de los judíos santificaban el día del Sol, el
domingo, y no el sábado10

el sacerdote era un iniciado del grado superior, un Padre;Los atributos del pater —máximo
nivel de iniciación en el mitraísmo— eran el gorro frigio, la vara y el anillo, muy similares a
la mitra, el báculo y el anillo de los obispos cristianos.

Mitra también bautizaba a sus creyentes y prometía la expiación de los pecados por el
efecto del baño. Solo en este culto se unía al bautismo la imposición de un signo en la
frente, como en la Iglesia cristiana.

El día de natalicio del sol era celebrado por los mitraicos el 25 de diciembre.10

Lugares que visitar


La ciudad de Mérida (España), donde se puede visitar la Casa del Mitreo y el Museo
Nacional de Arte Romano, que expone una escultura de un mitreo.
El museo de Dieburg (Alemania), expone hallazgos de un mitreo, incluyendo las piezas de
cerámica utilizadas en la liturgia.
El museo de Hanau (Alemania), muestra la reconstrucción de un mitreo.
El museo de la Universidad de Newcastle expone los objetos encontrados en los tres sitios
arqueológicos a lo largo de la Muralla de Adriano, y recrea un mitreo.
La basílica de San Clemente, en Roma, tiene un mitreo muy bien conservado.
La ciudad de Martigny (antigua Octodurus), en los Alpes Suizos, muestra un mitreo
reconstruido. [1] (https://web.archive.org/web/20080619154417/http://www.martigny.ch/pag
etype.cfm?page=pages%2Fen%2Fculture_archeologie.cfm&sousmenuId=32&section=5)
Ostia Antica, puerto de Roma, donde se han encontrado restos de 17 mitreos; uno de ellos
presenta hallazgos de importancia sustancial.
El Museo de Arte de Cincinnati expone un relieve de un mitreo de Roma que representa a
Mitra matando al toro.
El Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba (España) expone la escultura del Mithras
tauróctonos hallado en la Villa del Mitra, en Cabra (Córdoba).
El yacimiento arqueológico de Fuente Álamo en Puente Genil (Córdoba), donde se pueden
visitar los restos de un mitreo en el contexto de una villa rural.
El Lapidarium del Museo Brukenthal de Sibiu (Rumania), expone un mitreo reconstruido
con algunos de los artefactos desenterrados en Apulum (Alba Iulia).
El mitreo aparecido frente a la catedral de Lugo (España), hoy museizado.

Véase también
Mitra, dios persa, indio y romano.
Mitra de Cabra, escultura del siglo II, encontrada en la Villa del Mitra.
Cautes y Cautópates, iconos que solían acompañar a Mitra en la tauroctonía.
Mitra matando al toro, escultura del siglo II, expuesta en el Museo Británico.

Notas y referencias
1. Alison B. Griffith (1995): “Mithraism” (https://web.archive.org/web/20040427151813/http://w
ww2.evansville.edu/ecoleweb/articles/mithraism.html), en The Ecole Initiative. Consultado el
10/12/2008.
2. Véase traducción al inglés del primer capítulo de la obra de Cumont: “The Mysteries of
Mithra. The Origins of Mithraism” (http://www.sacred-texts.com/cla/mom/mom04.htm#page_
1).
3. M. J. Vermaseren (1963): Mithras, the Secret God (http://www.farvardyn.com/mithras.php)
Archivado (https://web.archive.org/web/20120618094311/http://www.farvardyn.com/mith
ras.php) el 18 de junio de 2012 en la Wayback Machine..
4. Véase el planteamiento de la cuestión en Israel CAMPOS MÉNDEZ: «Elementos de
continuidad entre el culto del dios Mithra en Oriente y Occidente» (http://www.transoxiana.or
g/0108/campos-mithra.html), en Transoxiana 8, junio de 2004.
5. Fritz Graf, "Baptism and Graeco-Roman Mystery Cults", in "Rituals of Purification, Rituals of
Initiation", in Ablution, Initiation, and Baptism: Late Antiquity, Early Judaism, and Early
Christianity (Walter de Gruyter, 2011), p. 105.
6. Véase video sobre el descubrimiento de un mitreo en Angers, Francia (en francés).
http://www.inrap.fr/un-temple-dedie-au-dieu-mithra-angers-9465
7. Rodríguez Violat, Roberto (2014). «Pervivencias mitraicas en la masonería» (https://rrviolat.
files.wordpress.com/2014/11/mitraismo-masoneria.pdf). Consultado el 24 de septiembre de
2019.
8. Marrou, Henri-Irénée (2004). Historia de la educación en la antigüedad. Fondo de cultura
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9. Loisy, Alfred (1967). Los misterios paganos y el misterio cristiano. Paidos, Biblioteca de
ciencia e historia de las religiones. ISBN 978-84-7509-635-3.
10. Gómez de Liaño, Ignacio: El círculo de la sabiduría: diagramas del conocimiento en el
mitraísmo, el gnosticismo, el cristianismo y el maniqueísmo (http://books.google.es/books?i
d=BwqZ7bNjcCUC&pg=PA124&dq=cristianismo+mitra&cd=2#v=onepage&q=cristianismo%
20mitra&f=false), Siruela, 1998, página 124-125
Bibliografía
Bibliografía específica

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Traducción al español: Cultos mistéricos antiguos. Madrid: Trotta, 2005. ISBN 84-8164-
725-X.
CAMPOS MÉNDEZ, Israel, Fuentes para el estudio del Mitraísmo, Cabra, 2010. ISBN 84-
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Traducción al inglés: The Roman Cult of Mithras : The God and His Mysteries. No hay
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CUMONT, Franz: Les religions orientales dans le paganisme romain. Francia, 1929.
Traducción al español: Las religiones orientales y el paganismo romano. Madrid: Akal,
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Universidad de Granada, 1989. ISBN 84-338-0856-7.
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ISSN 1522-7464 (https://www.worldcat.org/issn/1522-7464).
MERKELBACH, Reinhold: Mithras. Ein persisch-römischer Mysterienkult. Alemania: 1998.
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ideológica. Cabra, Córdoba. 2011. ISBN 978-84-938509-2-0
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ancient world. 1989
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Bibliografía general

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ELIADE, Mircea (1907-1986): Historia de las creencias y de las ideas religiosas (volumen
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VV. AA: Historia de las religiones antiguas: Oriente, Grecia y Roma. Madrid: Cátedra, 1993.
VV. AA.: «Histoire des Religions 2». En Encyclopédie de la Pléiade. París: Gallimard, 1972.
VV. AA: «Las religiones en el mundo mediterráneo y en el Oriente Próximo I. Formación
de las religiones universales y de salvación», en Historia de las religiones. Madrid: Siglo
XXI, sexta edición, 1993. ISBN 84-323-0353-8

Enlaces externos
Sitios monográficos
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internet dedicada al mitraísmo).

Libros y artículos académicos

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completa al inglés (1903) de la obra de Franz Cumont.
Mithraism en L'Ecole Initiative (https://web.archive.org/web/20040427151813/http://www2.e
vansville.edu/ecoleweb/articles/mithraism.html) (en inglés)
David Ulansey, The Cosmic Mysteries of Mithras (http://www.well.com/user/davidu/mithras.
html) Artículo publicado en la revista Biblical Archaeology Review, en el cual David Ulansey
resume su libro The Origins of the Mithraic Mysteries (Oxford, 1989) (En inglés).
Elementos de continuidad entre el culto del dios Mithra en Oriente y Occidente (http://www.t
ransoxiana.org/0108/campos-mithra.html), I. Campos Méndez en Transoxiana, 8 (julio
2004).
Espacio y práctica cultual de los misterios mitraicos (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articul
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Facultad de Geografía e Historia, ISSN 1133-598X, N.º 8, 2004, pags. 37-50.
El Dios iranio Mithra y la Monarquía Persa Aqueménida (http://dialnet.unirioja.es/servlet/arti
culo?codigo=178220&orden=57183&info=link), I. Campos Méndez en Vegueta: Anuario de
la Facultad de Geografía e Historia, ISSN 1133-598X, N.º 5, 2000, pags. 85-98.
The sacrifices of Mithras, por Britt-Marie Näsström (https://web.archive.org/web/200511070
10819/http://www.svenska-institutet-rom.org/pecus/nasstrom.pdf) en PECUS. MAN AND ANIMAL
IN ANTIQUITY Visión de conjunto del mitraísmo.
Tertullian.org (http://www.tertullian.org/rpearse/mithras/) Referencias literarias sobre el culto
de Mitra.
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F), P. Aguado García, en Gerión n.19, 2001: Universidad Complutense (http://www.ucm.es/
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10111).
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la última versión (https://web.archive.org/web/2/http://www.iranica.con/)). (en inglés)
Mithra in Manicheism (https://web.archive.org/web/20071006080252/http://www.iranica.co
m/newsite/articles/sup/Mithra.html), W. Sundermann en Enciclopaedia Iranica (http://www.ir
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inglés)

Mitreos

Mitreo del siglo III en el Circo Máximo de Roma (https://web.archive.org/web/20070226114


621/http://www.underome.com/eng/sub/260.php) Artículo introductorio, ilustrado (en inglés).
Sitio sobre Mitra de la Universidad de Newcastle (https://web.archive.org/web/20071013220
929/http://museums.ncl.ac.uk/archive/mithras/frames.htm) Dedicado principalmente al
mitreo de Carrawburgh (en inglés).
Mitreo en Riegel, Baden-Wurtemburg (https://web.archive.org/web/20071013220800/http://
archeographe.net/article.php3?id_article=16) Plano y fotos (en francés).

Otros
Cristianismo y Mitraismo (http://www.ceisiwrserith.com/mith/index.htm) en Metareligión.

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