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DESACOPLAMIENTO DEL SUBSIDIO AGRÍCOLA PARA EL INCREMENTO

DE LA EFICIENCIA HOLÍSTICA DEL RIEGO

Elaborado por: VARGAS Z. A. Viridiana, ACUÑA S. Gerardo, GÓMEZ M.


Emmanuel, VALENZUELA R. L. Hilario.
Instituciones participantes
1. Fundación para el Desarrollo Sustentable
2. Comisión Federal de Electricidad
3. Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM
4. York University
5. Instituto de Energías Renovables, UNAM

RESUMEN

El esquema actual de riego por bombeo con una tarifa eléctrica subsidiada, provoca
ineficiencias en el aprovechamiento de los recursos (agua, energía y suelo). La
capitalización del subsidio eléctrico en un paquete de soluciones tecnológicas para mejorar
la eficiencia implicará ahorros en las finanzas públicas de, al menos, $18 mil millones de
pesos anuales (equivalentes al subsidio que otorga el gobierno federal a las tarifas
eléctricas) [1].

La investigación tiene como objetivo proporcionar las bases económicas,


financieras, técnicas, ambientales y sociales con el fin de determinar la prefactibilidad de
llevar a cabo la transferencia del subsidio a las tarifas eléctricas, que actualmente es
otorgado al sector agrícola, hacia inversiones en proyectos de eficiencia energética en la
generación distribuida a partir de sistemas fotovoltaicos. Se revisaron Leyes, Programas y
Reglamentos existentes en materia de fomento del uso de las fuentes renovables de energía
en la generación de electricidad, generación distribuida, así como datos históricos de
fuentes oficiales. Con esta propuesta se espera generar los siguientes beneficios: desacoplar
el subsidio eléctrico que actualmente se otorga sin un impacto en los ingresos del
agricultor, incrementar la eficiencia en el aprovechamiento de los recursos en el sector
agrícola, reducir emisiones de gases de efecto invernadero, generar estrategias de
adaptación al cambio climático reduciendo el estrés hídrico que se tiene por la sobre-
explotación de pozos, promover la generación distribuida en el sector agrícola, detonar el
mercado fotovoltaico en México y propiciar que el desarrollo del libre mercado eléctrico no
impacte a los sectores más vulnerables.
1 Introducción
El esquema actual de riego por bombeo con una tarifa eléctrica subsidiada, provoca
ineficiencias en el aprovechamiento de los recursos (agua, energía y suelo), la
capitalización del subsidio eléctrico en un paquete de soluciones tecnológicas de
incremento de la eficiencia implicará ahorros en el consumo de los recursos.

La investigación tiene como objetivo proporcionar las bases económicas,


financieras, técnicas, ambientales y sociales para determinar la prefactibilidad de llevar a
cabo la transferencia del subsidio a las tarifas eléctricas que actualmente es otorgado al
sector agrícola hacia inversiones en proyectos de eficiencia energética para la generación
distribuida a partir de sistemas fotovoltaicos.

Se revisó el marco legal, normativo y los programas nacionales vigentes


relacionados con la Reforma Energética y sus implicaciones en el Mercado Eléctrico en
materia de fomento del uso de las fuentes renovables de energía en la generación de
electricidad y la generación distribuida. Se analizó la conformación de los subsidios y la
segmentación tarifaria eléctrica que existen en el sector agrícola con el fin de identificar las
oportunidades de capitalización del subsidio hacia inversiones en infraestructura que
incrementen la eficiencia en el consumo de agua y electricidad en la producción de
alimentos, buscando evitar que se dé un incremento en los costos de su producción por la
eliminación del subsidio eléctrico agrícola que eventualmente se presentará en el nuevo
mercado eléctrico.

Con esta propuesta se espera desacoplar el subsidio eléctrico que actualmente se


otorga sin un impacto en los ingresos del agricultor, incrementar la eficiencia en el
aprovechamiento de los recursos en el sector agrícola, reducir emisiones de gases de efecto
invernadero, generar estrategias de adaptación al cambio climático reduciendo el estrés
hídrico que se tiene por la sobre-explotación de pozos, promover la generación distribuida
en el sector agrícola, detonar el mercado fotovoltaico en México y propiciar que el
desarrollo del libre mercado eléctrico no impacte a los sectores más vulnerables.

Considerando los objetivos del PND 2013-2018, la transferencia del subsidio


eléctrico hacia inversiones en proyectos de eficiencia energética en la generación
distribuida mediante sistemas fotovoltaicos en el sector agrícola contribuiría al
cumplimiento de las metas de incorporación de las energías renovables en la generación de
electricidad, con la diversificación de la matriz energética y la descarbonización del sector
eléctrico; así como con una adecuada cuantificación y valoración de los recursos naturales
[2]. Además, se impulsaría el incremento del nivel económico de las poblaciones por la
generación de empleos y el posible desarrollo de las industrias locales.

2 Objetivo
El presente documento tiene como objeto determinar la prefactibilidad de llevar a
cabo la transferencia del subsidio a las tarifas eléctricas que actualmente es otorgado al
sector agrícola, proporcionando el soporte económico, financiero, técnico, ambiental y
social, con el fin de generar inversiones en proyectos de eficiencia en el sector agrícola, con
un enfoque holístico.

3 Metodología
Con el fin de lograr el cumplimiento del objetivo planteado se revisaron leyes,
programas y reglamentos derivados de la Reforma Energética en materia del uso de las
fuentes renovables de energía en la generación de electricidad, generación distribuida, así
como los subsidios energéticos que existen para el sector agrícola. Se analizaron las
acciones que se han realizado en México para la eliminación y desacoplamiento del
subsidio energético en el sector agrícola; los datos históricos de consumo de electricidad,
del subsidio y los costos de generación que existen en el sector agrícola; asimismo, se
estimó el potencial de generación fotovoltaica en México por estado y sus costos de
instalación. Posteriormente, se realizó un análisis de la estructuración tarifaria que existe en
el sector agrícola que permitió determinar cómo ha venido compensando el Estado las
distorsiones del mercado en este sector.

Una vez procesada la información anterior, se generó un modelo con el que es


posible elaborar escenarios en la evaluación de la rentabilidad y beneficios de los proyectos
modificando variables, tales como: período de capitalización del subsidio, horizonte de
recuperación de la inversión, tasa de descuento e interés, beneficios debidos a la entrega de
energía a la red, por la obtención de certificados de energías limpias (CEL) y por la venta
de reducción de emisiones de bióxido de carbono (CO2) verificadas en mercados
voluntarios.
Finalmente, a partir de la información obtenida con el modelo desarrollado, se
evaluó un caso de estudio ubicado en el Distrito de Riego Tecamachalco, Puebla y se
planteó una ruta de eliminación del subsidio en la tarifa eléctrica sin generar un impacto en
los sectores más vulnerables.

4 Marco normativo y de referencia


En esta sección se presentan las principales ideas establecidas en el Plan Nacional
de Desarrollo 2013-2018 y la Reforma Energética, que respaldan el planteamiento de
desacoplar el subsidio eléctrico del sector agrícola hacia inversiones en sistemas
fotovoltaicos de generación distribuida y proyectos de eficiencia energética y riego.

De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, propone un


mejor uso del gasto público y un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. En
este entendido, el sector agrícola mexicano podrá contribuir a las metas nacionales de
desarrollo a través del uso eficiente de los recursos y buscando mecanismos que permitan
transformar los subsidios en inversiones que incrementen la rentabilidad del sector [2].

Por otra parte, con la entrada en vigor de la Ley de Energía para el Campo [3], se
asignó el subsidio a la tarifa eléctrica de riego agrícola en respuesta a las distorsiones en los
mercados internaciones de los alimentos, teniendo como resultado un impacto negativo los
Estados de Resultados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al asumir ésta como
perdidas el costo de los subsidios [1].

Con el fin superar la barrera que representa la intermitencia de las fuentes


renovables de energía (como la solar y la eólica), en su interconexión a la red y su manejo,
se han desarrollado diferentes esquemas en México como la medición neta, el banco de
energía y la potencia autoabastecida [4].

En el marco de la Reforma Energética, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público


(SHCP) le asignó a la CFE $30 mil millones de pesos en el PEF2016, con el fin de cubrir
los subsidios tarifarios en su balance contable [5]. En este mismo marco, se crearon los
Certificados de Energías Limpias (CEL) como un incentivo del mercado a la inversión en
fuentes limpias de generación de energía, incluidas las renovables [6].
Bajo el marco regulatorio previo a la Reforma Energética (Ley del Servicio Público
de Energía Eléctrica), el Estado, a través de la CFE, organismo público descentralizado,
tenía la obligación constitucional de suministrar energía eléctrica a todo el que lo solicitase,
sin establecer preferencia alguna dentro de cada clasificación tarifaria [7]; asimismo, la
venta de la energía eléctrica estaba regida por las tarifas aprobadas por la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público (SHCP), y cualquier ajuste a éstas, implicaba la modificación
del contrato de suministro. En este contexto, al depender los ingresos de la CFE del
Presupuesto Federal administrado por la SHCP, los subsidios a las tarifas eléctricas se
subsanaban a partir de la redistribución del presupuesto y gasto público.

Con la Reforma Energética, se abrogó la Ley del Servicio Público de Energía


Eléctrica y en su lugar se expidió la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), que tiene como
objeto regular la planeación y el control del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el Servicio
Público de Transmisión y Distribución de Energía Eléctrica y las demás actividades de la
industria eléctrica [8]. La LIE establece que el suministro eléctrico es un servicio de interés
público, en tanto que la generación y la comercialización de energía eléctrica son servicios
que se prestan en un régimen de libre competencia; desaparece el Servicio Público de
Energía Eléctrica y en su lugar se establece que el suministro básico es una actividad
prioritaria para el desarrollo nacional, definido este como el suministro eléctrico que se
provee bajo regulación tarifaria a cualquier persona que lo solicite que no sea usuario
calificado; asimismo [8].

En el contexto de la LIE, las tarifas finales del suministro básico serán determinadas
por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Ejecutivo Federal tiene la capacidad de
establecer tarifas para determinados grupos de Usuarios del Suministro Básico. De igual
modo, la LIE indica que la Secretaría de Energía (SENER) será la encargada de establecer
políticas y estrategias para suministrar electricidad a las comunidades rurales y las zonas
urbanas marginadas. Por su parte, la CFE, pasó de ser un organismo público
descentralizado, a ser una empresa productiva del Estado que tiene como fin el desarrollo
de actividades empresariales, transformándose en un actor más del mercado eléctrico que
competirá con otras empresas en la búsqueda de clientes y retribuciones [9].
En este nuevo marco, los subsidios representarán una merma a las finanzas de la
CFE, por lo que el Ejecutivo deberá establecer partidas especiales año con año para cubrir
el subsidio al sector agrícola, como se observó en el Presupuesto de Egresos de la
Federación 2016; en estas nuevas condiciones será necesario establecer los mecanismos de
eliminación de los subsidios en el sector eléctrico mexicano.

La capitalización de los subsidios eléctricos hacia inversiones en sistemas de


eficiencia y generación distribuida fotovoltaica es una estrategia que permitirá eliminarlos
en un tiempo razonable sin impactos negativos a los grupos beneficiados.

Entre los años 2007, 2010 y 2012 la SENER, emitió las Resoluciones
RES/176/2007 [10], RES/054/2010 [11] y RES/249/2012 [12], en las que se dieron a
conocer las reglas de medición y neteo de la energía entregada en sistemas fotovoltaicos
interconectados a la red.
5 Panorama actual
Del total de la superficie cultivable en México, se aprovecha sólo el 85%, de esta
superficie el 28% es de riego en tanto que el 72% restante es de temporal; sin embargo, el
60% de producción proviene de áreas que cuentan con riego [2]. De acuerdo con cifras de
la Comisión Nacional del Agua, en México se tienen distribuidos a lo largo del territorio
654 acuíferos, de los cuales 97 están en condiciones de sobreexplotación. Estos acuíferos
suministran aproximadamente el 50% de la extracción nacional para todos los usos; del
total de acuíferos sobreexplotados a nivel nacional, 17 de ellos presentan problemas de
intrusión salina [13].

Según cifras del Estudio de Sistemas de Bombeo Agropecuarios en México del


2011, a diciembre del mismo año, 93% del agua utilizada en este sector provenía de pozos
profundos y era obtenida mediante bombeo eléctrico [14].

Por su parte, el consumo de energía eléctrica en el riego agrícola tiene un subsidio


elevado, el Programa de Apoyo a la Energía Eléctrica para Riego Agrícola, orientado a la
operación de los equipos de bombeo y rebombeo de agua para riego; otorgó una cuota
energética a precio de estímulo de $0.52 por kilowatt (Tarifa 9CU) en el año 2014, en
contraste, el costo de producción del kilowatt sin subsidio, en el sector agrícola, fue de
$4.87 por kilowatt en el mismo año [15].

Con respecto al potencial solar de generación de energía, el Inventario Nacional de


Energías Renovables (INERE), estima el potencial probado de generación cercano a los
16,351 Giga watts/hora, GWh, y el potencial posible de 6,500,000 GWh [16]. Por su parte,
con el propósito de impulsar el aprovechamiento de los recursos renovables de generación
de energía, en el Programa Especial de Aprovechamiento de las Energías Renovables
(PEAER 2014), se plantearon tres ejes dirigidos a solucionar los rezagos en materia de
electrificación rural, entre los cuales se incluye el desarrollo de proyectos con enfoques
productivos hacia la electrificación y tecnificación de las actividades agropecuarias
(bombeo, agronegocios, etc.) [4].

Con el objetivo de eliminar los subsidios existentes a las tarifas eléctricas, desde el
2005 se han realizado estudios [17], siendo el más reciente del 2015 [18]; en los cuales la
eliminación de los subsidios se propone a partir del incremento de la tarifa, enfoque
adecuado dentro de la teoría económica, pero que en el contexto nacional resulta compleja
su implementación, dada la fuerza social y de movilización con que cuenta el sector
agrícola tradicionalmente, por lo que es necesario identificar otros mecanismos en los que
el subsidio energético, se canalice hacia inversiones en eficiencia energética, de tal forma
que se reduzca la demanda de energía, reduciendo también así la necesidad del subsidio;
esta práctica se ha implementado en el sector residencial en la sustitución de
electrodomésticos ineficientes, como refrigeradores y equipos de aire acondicionado.

Así, en el sector agrícola, una estrategia que se podría impulsar con el fin de reducir
la necesidad del subsidio eléctrico, es la promoción del incremento de la eficiencia de los
sistemas de riego y bombeo y la autosuficiencia eléctrica mediante sistemas fotovoltaicos
con medidores bidireccionales, lo que permitirá la cuantificación neta de energía,
asegurando así la eficiencia en el uso del recurso, toda vez que, en caso de que se llegue a
consumir más energía de la que el sistema entrega, ésta se facturará al costo real de
producción del nodo de interconexión.

5.1 Demanda de energía eléctrica en el sector agrícola


De acuerdo al análisis de la información publicada por el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), del 2009 al 2015 el sector agrícola demandó en promedio
9,993 GWh al año de electricidad, el estado de Chihuahua presenta el mayor consumo con
2,432 GWh, seguido de Guanajuato con 1,477 GWh y Coahuila con 706 GWh; los estados
de Jalisco, Durango y Zacatecas presentan un consumo similar en el orden de los 550 GWh.
Por su parte los estados de Aguascalientes, Baja California, Michoacán, Puebla y San Luis
Potosí, tienen un consumo en el orden de los 300 GWh; en tanto que el de los estados de
Baja California Sur, Querétaro y Sinaloa es del orden de los 200 GWh; por último, en los
estados restantes, el consumo es menor a 100 GWh (Figura 1).

En la Figura 2, se observa el comportamiento de la demanda a lo largo del año,


mostrando un crecimiento a partir de abril que va de 1,000 GWh y llega hasta los 1,400
GWh en los meses de mayo y junio, en tanto que, en los meses de enero, febrero, octubre,
noviembre y diciembre, el consumo se mantiene en el orden de los 600 GWh [19].
3,000

2,500

2,000
GWh al año

1,500

1,000

500

Nuevo León

Puebla
Guerrero

Querétaro

Zacatecas

Chihuahua
Sinaloa

San Luis Potosí

Durango
Aguascalientes
Tabasco

México

Hidalgo

Guanajuato
Tlaxcala

Baja California Sur

Sonora
Oaxaca

Morelos

Michoacán
Yucatán

Jalisco
Coahuila de Zaragoza
Nayarit

Chiapas

Veracruz

Baja California
Quintana Roo

Colima
Tamaulipas
Campeche

Figura 1. Consumo de energía eléctrica en el sector agrícola por estado (Promedio 2009-2015,
GWh/año).

Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI 2009-2015.

2009 2010 2011 2012


2013 2014 2015 Promedio
1,600

1,400

1,200

1,000
GWh

800

600

400

200

Figura 2. Consumo de energía eléctrica en el sector agrícola por mes (Promedio 2009-2015, GWh/año).

Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI 2009-2015.


5.2 Potencial de energía solar en México.
México cuenta con una amplia gama de recursos renovables de energía, el potencial
solar probado se estima en 8,171 GWh al año, en tanto que el posible es de hasta 6,500,000
GWh al año [20].

De acuerdo con los datos del sitio http://pvwatts.nrel.gov/ del Laboratorio Nacional
de Energías Renovables de Estados Unidos (NREL, por su siglas en inglés), en promedio
México tiene una densidad energética para la generación fotovoltaica de 5.13 kWh/m2 por
día; los estados del norte de México, Sonora, Chihuahua y Baja California Sur, son los que
presentan un mayor potencial, alcanzando hasta 7.81 kWh/m2 por día en el mes de junio; en
los estados del sur como Guerrero, Tabasco y Chiapas, el mayor potencial se presenta en el
mes de febrero llegando hasta 6.99 kWh/m2 por día; en los estados del centro-occidente
(Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, México, Morelos, Nayarit, Puebla, Querétaro,
San Luis Potosí, Tlaxcala y Zacatecas) el mayor potencial se alcanza en el mes de marzo,
con 5.69 kWh/m2 por día. En contraste, los estados del sur de Oaxaca, Veracruz,
Campeche, Quintana Roo y Yucatán, presentan el menor potencial, alcanzando tan solo los
5.65 kWh/m2 por día en el mes de abril (Figura 3).

8
7.5
7
6.5
6
5.5
Radiación solar (kWh/m2)

5
4.5
4
3.5
3
2.5
2
1.5
1
0.5
0

Norte (baja) Sur (Baja) Quintana Roo


Centro Guerrero Campeche
Sur (alta) Baja California Yucatán

Figura 3. Radicación solar para la generación fotovoltaica por mes y región.

Fuente: Elaboración propia con datos de http://pvwatts.nrel.gov/.


Por su parte, la generación fotovoltaica puede alcanzar, en promedio a nivel
nacional, un factor de planta de 22%, el cual se puede incrementar en los estados del norte
de mayor radiación solar hasta 32.4% y caer hasta 16.8% en los estados del sur. La Figura 4
muestra dicho comportamiento.

0.350

0.300

0.250
Factor de planta

0.200

0.150

0.100

0.050

0.000

Norte (baja) Sur (Baja) Quintana Roo


Centro Guerrero Campeche
Sur (alta) Baja California Yucatán
Chihuahua Baja California Sur Promedio nacional

Figura 4. Factor de planta en la generación fotovoltaica por mes y región.

Fuente: Elaboración propia con datos de http://pvwatts.nrel.gov/

5.3 Subsidios y programas de apoyo para electricidad en el campo


Desde su creación hasta la Reforma Energética, la CFE tuvo a su cargo organizar y
dirigir un Sistema Eléctrico Nacional basado en principios técnicos y económicos sin
propósitos de lucro, el cobro del costo de la energía se organizó en una estructura tarifaria
establecida en la década de los 80’s del siglo pasado, con el propósito de eliminar rezagos y
distorsiones de la estructura de precios. El cobro del consumo de energía en el sector
agrícola se realiza bajo la Tarifa 9, la cual está compuesta por segmentos tarifarios (Tarifa
9, Tarifa 9 M, Tarifa 9 CU, y Tarifa 9 N), que van desde $0.28 pesos por kWh hasta $10.94
pesos por kWh [21].

Al cierre del año 2000, el monto total de los subsidios otorgados por la federación al
consumo de energía eléctrica fue de $56,800 millones de pesos, de los cuales, en su
mayoría, se dirigieron a subvencionar a los usuarios de los sectores residencial y agrícola;
en el 2007 el subsidio se incrementó hasta $105,819 millones de pesos, en 2008 pasó a
$148,521 millones de pesos, en 2009 alcanzó los $132,334 millones de pesos y en 2010
regresó a los $102,118 millones de pesos. Sin embargo, en los Estados Financiero
Dictaminados, al 31 de diciembre de 2010, la CFE reportó para su ejercicio un subsidio tan
solo de $89,936 millones de pesos. En diciembre del 2011, la SHCP autorizó un
“reembolso de subsidio en efectivo” por $4,785 millones de pesos a la CFE [1].

En el 2002 se promulgó la Ley de Energía para el Campo con el fin de coadyuvar al


desarrollo rural del país, estableciendo acciones de impulso a la productividad y
competitividad en producción de los alimentos. Bajo el amparo de esta Ley, la SHCP, en
coordinación con la SENER, la SAGARPA y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT), establecerán un esquema de precios y tarifas de estímulo de los
energéticos agropecuarios. La Ley establece que serán sujetos de apoyo los productores
agrícolas que utilicen energía eléctrica en el bombeo y rebombeo de agua en el riego
agrícola [3].

De acuerdo al análisis de la información, se identificó que cerca del 53% del


consumo de energía del sector agrícola se realiza con estímulo; es decir, se cobra a una
tarifa única de $0.590 pesos por kWh, en tanto que el costo de generación es de $4.00 pesos
por kWh, lo que significa que el Estado aporta un subsidio de $3.41 pesos por cada kWh
que se consume bajo estas condiciones. La SCHP asignó $18,036 millones de pesos en las
cuentas de la CFE para cubrir el subsidio al consumo agrícola en el 2015; históricamente
entre el 2009 y el 2016 se observa que en promedio este subsidio alcanza un valor de
$17,961 millones de pesos (Figura 5).
$3,000
2009 2010 2011 2012
2013 2014 2015 Promedio
$2,500

$2,000

$1,500
Millones de Pesos

$1,000

$500

$0

Figura 5. Subsidio histórico mensual en el sector agrícola.

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI, varios años.

5.4 Restructuración del mercado eléctrico


Como parte de la Reforma Energética, la CFE se transformó en una Empresa
Productiva del Estado, dejando de participar en la planificación y control del Sistema
Eléctrico Nacional al ser ahora un competidor más del mercado eléctrico. La CFE, como
cualquier integrante del mercado, deberá cumplir con las metas obligatorias de
aprovechamiento de energías limpias y reducción de emisiones contaminantes. Con el fin
de lograr el cumplimiento de las metas establecidas por el Gobierno Federal, se crearon los
“Certificados de Energía Limpia” (CEL) como instrumentos de mercado que incentivan la
inversión [22].

Dentro de los cambios estructurales promovidos por la Reforma, los subsidios que
existen en algunos sectores eventualmente se eliminarán, entre otros factores, por las
distorsiones que ocasionan en su aplicación y para darle paso a la libre competencia de
costos en el mercado. En consecuencia, se prevé un aumento en proyectos de
autoabastecimiento de los consumidores, buscando obtener un precio más competitivo de
electricidad [22].
Las reglas de operación de loso CEL fijan como sanción al incumplimiento de las
metas de participación en la generación con fuentes limpias de energía, una multa de 6 días
de salario mínimo por cada kWh, equivalentes a $440 pesos por kWh [6]. Este valor se
tomó como referencia para establecer el valor mínimo de los CEL en la primera subasta de
largo plazo del mercado eléctrico [23].

A partir de la información anterior, se estimaron los costos y beneficios que


implicaría el desacoplamiento del subsidio agrícola en el incremento de la eficiencia
holística del riego, aplicado a la generación distribuida con sistemas fotovoltaicos. Para
lograrlo, se analizaron las tendencias actuales en los costos de instalación, operación y
mantenimiento de la tecnología fotovoltaica a nivel internacional, así como parámetros
económicos y financieros utilizados en los proyectos en México. En la siguiente sección se
muestran los resultados obtenidos.

6 Costos de inversión, operación y mantenimiento de sistemas fotovoltaicos y de


sistemas para incrementar la productividad agrícola
De acuerdo con los datos de la compañía estadounidense Solar Power Advice, una
de las principales compañías especializadas en el análisis del mercado fotovoltaico, el costo
del panel fotovoltaico instalado en sistemas a pequeña escala interconectados a la red,
oscila entre $1.5 y $3 USD por Watt, en función del tamaño del sistema [24]. En el presente
estudio se considera un costo de $1.806 USD/Watt instalado, con respecto al costo de
mantenimiento, se consideran costos de mantenimiento bajos, del orden de ¢1.9 centavos
de dólar por MW instalado.

6.1 Análisis costo beneficio


Con el fin de determinar la relación costo beneficio que implicaría el
desacoplamiento de la tarifa desde la perspectiva hacendaria, se consideraron los siguientes
valores de referencia, dentro del marco de la Ley de Ingresos y Egresos de la Federación,
(Tabla 1); asimismo, se utilizó la herramienta RETScreen-Expert, desarrollada por al
Ministerio de Recursos Naturales de Canadá en las evaluaciones económico-ambientales.
Tabla 1. Parámetros de referencia.

Parámetro Valor Unidad Fuente


% subsidio consumo Presupuesto Egresos de la Federación 2015,
53% %
energético análisis propio
Análisis propio con datos de SAGARPA,
Subsidio agrícola $3,410 $/MWh
varias publicaciones
Análisis propio con datos de CFE varios
Costo de generación $4,000 $/MWh
años
Tarifa $590 $/MWh Análisis propio (CFE, varios años)
Tasa de descuento 10% % SHCP
Tasa de interés 3% % Banco Mundial
Lineamientos que establecen los criterios
para el otorgamiento de Certificados de
CEL $440 $/MWh
Energías Limpias y los requisitos para su
adquisición.
$3 USD/tCO2
VER
$25.14 $/MWh
SEMARNAT, Aviso para el reporte del
FE 0.45 tCO2/MWh
Registro Nacional de Emisiones
Tipo de cambio $18.46 MX/USD Banco de México
Costo de instalación $1,806 USD/kW
Costo de operación y http://www.solarpanelscostguide.com/
$19 USD/MW
mto.
Costo de optimización
$50,000 MX/ha Análisis propio
sistema riego
Fuente: Elaboración propia.

En promedio, del 2009 al 2015, el gasto anual del Gobierno Federal para cubrir el
subsidio agrícola al consumo de energía eléctrica fue de $17,961 millones de pesos y
capitalizando este flujo por 6 años, se tendría un presupuesto de $107,772 millones de
pesos, que podría ser invertido en la instalación, a nivel nacional, de 3,232 MW de
capacidad fotovoltaica en sistemas distribuidos interconectados a la red en el esquema de
medición neta.

Con base en esta capacidad y considerando las características de radiación solar y


factor de planta en México, así como el consumo de electricidad subsidiado, se tiene el
escenario de generación y consumo de energía a nivel mensual que se presenta en la Figura
6.
Consumo Generación

700,000
600,000
500,000
MWh 400,000
300,000
200,000
100,000
0

Figura 6. Balance de energía (consumo y generación) que se alcanza con los sistemas fotovoltaicos a
nivel nacional.

Fuente: Elaboración propia.

En este ejercicio se fijó un horizonte de 21 años de tiempo de vida de la tecnología,


en estas condiciones se observó que a partir del año 6 se comienzan a tener flujos
acumulados positivos Figura 7; es decir, que en 6 años se puede eliminar el subsidio
agrícola al consumo de energía eléctrica. Bajo este escenario, se alcanzan los siguientes
indicadores de rentabilidad:

Tabla 2. Indicadores de rentabilidad con 21 años de capitalización del subsidio.

Parámetro Valor
TIR 22.78%
VPN $107,441 millones de pesos
VP de inversión $107,771 millones de pesos
VP de beneficios $215,222 millones de pesos
B/C 2
Periodo de retorno 6
Fuente: Elaboración propia.
$40,000

$20,000

$0
Millones de pesos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
-$20,000

-$40,000

-$60,000

-$80,000

-$100,000

Figura 7. Flujo de caja y análisis de rentabilidad en un horizonte de subsidio por 6 años.

Fuente: Elaboración propia.

6.2 Análisis de la transferencia del subsidio eléctrico a la inversión en sistemas


fotovoltaicos
De los resultados de la sección anterior, se observa que la capitalización del
subsidio en sistemas fotovoltaicos de generación distribuida, además de ser rentable, genera
una fuente de ingresos que se puede invertir en mejorar los sistemas de riego existentes, así
como en sistemas de bombeo. En términos de generación, se logra un balance positivo
cubriendo prácticamente toda la demanda que se tiene en el sector agrícola de forma
subsidiada.

Como estrategia de desacoplamiento de la tarifa la capitalización del subsidio


representa una opción viable, tanto por los beneficios expuestos, como por la aceptación
social que representará, ya que no implicará un aumento en el precio que actualmente paga
el agricultor por la energía eléctrica que consume.

Con esta propuesta se puede asegurar, además, impulsar el consumo eficiente de los
recursos (agua y energía) por dos factores, por un lado, se generan ahorros que se invertirán
en procesos de mejora de la eficiencia y, por otro lado, como parte de la estrategia de
implementación, se instalarán sistemas de medición tanto de agua como de energía. Los
sistemas de medición de agua servirán en el registro del consumo que tiene cada agricultor
y, en caso de existir alguna desviación con respecto a la concesión existente, se aplicarán
las sanciones respectivas por parte de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Por su
parte, con el esquema de neteo, un consumo de energía superior a la generación que
entregue el equipo fotovoltaico, se cobrará al precio del nodo sin subsidio.

Con respecto al modelo de implementación, dado que no se quiere desplazar


productividad agrícola por la instalación de paneles y perder superficie de cosecha, los
sistemas se instalaran en un esquema de techo solar, como el desarrollado por la
Universidad de York, en el que los paneles se instalan sobre una estructura de techumbre
que puede ser aprovechada para diferentes fines, como bodega, granero, o incluso
invernadero.

7 Recomendaciones
Dada la magnitud de los resultados alcanzados en esta propuesta, tanto por el
tamaño del proyecto, sus montos de inversión, la distribución de los sistemas a nivel
nacional, el incremento de la participación de las energías renovables en la matriz
energética, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y su contribución a la
adaptación al cambio climático, reúne las condiciones idóneas para implementar una
NAMA (Acciones Nacionales Adecuadas para la Mitigación del Cambio Climático, por sus
siglas en ingles).

Una NAMA es una plataforma en la cual los países estructuren proyectos, políticas
y programas de mitigación en forma sectorial y coordinada con diferentes actores, para
alcanzar metas de mitigación del cambio climático más ambiciosas que las logradas de
forma aislada por un proyecto determinado, como se dio bajo el Mecanismo de Desarrollo
Limpio (MDL). Asimismo, esta plataforma prevé reducir los tiempos, costos y trámites
necesarios para que un país logre apoyo para reducir sus emisiones de GEI.

Se ha identificado el interés de financiadores tanto agentes nacionales como


internacionales, tales como el Banco Interamericano de Desarrollo, Nacional Financiera, la
SENER y Carbon Trust.

Dependiendo en la estructura de costos y fuentes de ingresos, la mayor parte de la


financiación de la NAMA tendrá que proceder de fuentes nacionales mediante la creación
de incentivos económicos, así como modificaciones al marco regulatorio; la NAMA deberá
formar parte de los planes nacionales de desarrollo. Asimismo, se deben identificar las
necesidades de apoyo tecnológico, financiero y de fortalecimiento de capacidades y fuentes
potenciales para este apoyo.
8 Referencias

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Eléctrica.
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