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VIII

EL MUNDO GÓTICO

ANTROLOGÍA MONSTRUOSA

A) La Edad Media y el simbolismo

Frente al pensamiento trascendente, que fue el dominante, hubo otra actitud en el


pensamiento medieval, muy respetuosa con el aporte legado por la antigüedad,
que fue conservado fundamentalmente en los monasterios. Esta ciencia antigua
quedó empobrecida y tergiversada, y só lo tímidamente los científicos medievales
empezaron a poner en juego los dos fac tores que serían esenciales en la ciencia
moderna: la observación y la síntesis. A pesar de esto resultó muy dificil abandonar
las concepciones que venían avaladas por una larga tradición.
Se ha señalado que Rábano Mauro en el siglo IX cuestionó la naturaleza de los
seres prodigiosos, formul ando una teoría entre la explicación teológica y la racio-
nal. Los siglos XII y XIII fu eron la época de las obras enciclopédicas, que por la
naturaleza acogieron el saber legado por la tradición y apenas dieron pie a nuevos
planteamientos. Sólo hombres como Bacon o un Alberto Magno, pese a sus muchas
lecturas, buscaron nuevas explicaciones basadas en la naturaleza de las cosas, por
el camino de la observación; a través de la botánica, de la zoología, la medicina,
etc., se puso de manifiesto la necesidad de conocer el mundo circundante.
La nueva posición de la ciencia tuvo su punto de partida en el renacimien~o
del siglo XII, especialmente en la escuela filosófica del nominalismo, que te~dtó
~ quitar la realidad de los universales para fijarla en los particulares, de ahi_ ~u
Interés por las cosas materiales. Estamos, pues, ante una nu_eva fu nd ªmentacton
filosófica para un enfoque distinto del estudio de la naturaleza. Figu_ra clave e~
este pl . . . . fu R r Bacon qmen destaco
anteam1ento de la ciencia expenmenta1 e oge '
que lo singular era más noble que lo universal y que Dios no creó el mundo por
causa de1h ombre universal sino por los m . d.1v1.duos. ·
La . ,• ·as al nuevo matena1
· escuela de Chartres trabaió con sentido cnttco, graci . de
Incorp ;, t halla Gm 11 ermo
orado por los árabes. Entre las figuras a deS ªcar se

191
J 92 M ONS11U OS y PfH lf)J< ,IOS ...

, . . , , q J Phi/o.w ¡Jhia mundi, ex pli ca los fe nómenos del cosrn


( onc 1KS, que e1 ' , 1 r •dd ' os Por
. J .. 1, . s naturales . Lo ma s frecuente fue a actttu e Adel ardo de Bath
me d10 e c~c. . , d' · . , ,· ·, , . , que
. t •) ¡·,l {1l1sc1Yación dtrccta acepto el plan ivmo, esta pos1c1on eclect1ca ll e ,
1un o-~ ( , d d . . vara
·a (ombin ~1r las nuevas observaciones con el lega o e 1a c1enc1a anti gua. 1

B) La 11 c1t11ra lc::.a como base de la espiritualidad mística

Pero \·oh amos al tema dominante: el pensamiento trascendente. Como hemos


indic 3 do. 3 ¡ tener los monj es sus monasterios en lugares apartados, entre selvas
~ mon tes. en su contemplación no sólo veían la mano de Dios en el estudio de la
na turaleza yegetal , sino sobre todo en las imágenes Y ejemplo de los animales ya
fueran domésticos y salvajes, quedando siempre abierto a aprender de la realidad
\i \-a con preferencia a la enseñanza por la lectura. Con todo no hay que olvidar
que la naturaleza era contemplada gracias a la tradición literaria bíblica, patriótica
y clásic~ siguiendo los ejemplos de los grandes autores.
El monje hacía incluso las fieras en el plan de la pacificación universal previsto
en el orden divino, de tal manera que aquéllas se amansaban en presencia del
,·ir Dei.: Es dificil precisar si hubo algún influjo de los nuevos conocimientos
de la ciencia, pero lo que sí parece más evidente es la influencia de la literatura
tradicional moralizante con prototipos animalísticos en relación con la virtud
y el vicio, materias que la fabulística de Esopo había extendido hasta niveles
populares. Más importante fue la aportación de la literatura bíblica, comentada
en la celebración litúrgica y en la lection divina (figura 1).
Más que los animales concretos, contemplando cada uno en su actividad,
interesó el exemplum de los animales en cuantos seres inferiores al hombre, al
que ellos ofrecían modelos a imitar en la enmienda de su vida, ya que poseían un
amor natural a su Creador. Los animales del bosque, según san Efrén, ofrecían
aI hom bre un modelo de libertad sin esclavitud; libertad que sólo alcanzab~ el
hombre solitario que huía de la soledad. Sólo volviendo a una vida más próxima
a la na ruraleza , como el monje en soledad, decía san Juan Crisóstomo, el hombre
era .. &a no de c uerpo como los animales salvajes"; y si el hombre ingresaba en el
convento e& como una fiera a la que se domesticaba. Y en ese sentido se com-
prende que Pedro el Venerable dijera que el hombre se diferenciaba del anin~al
en _cuanto que cu ltiva una espiritualidad. Pese a la disciplina, algunos monj es
::.e msubo rd inaban como las bestias, que era tanto como volver al monte, do~de
·perecían
. ·
C'a s, 1· t O d O e I mun d o animal
· · ' enes ltte-
vino a ser representado en 1mag •
ra nas \ r 111 : 'tic· , 1' · , . . l monje,
• J - ~~ as. : n pnmer termino hay que citar el asno, semejanteª laafl1
segun Juhan de Veze lay, Y por esto e l fraile debe obrar como el asno de Bad. al
cuando el prior le O1•d enase . . . recor ar
ma 1 alguna cosa. La gallina sirve para
MARIA DEL ROSARI O p AfWA M ULLOR 193

·1bad que debe cuidar: d_e los monjes como _aqt~élla lo hace de s us polluelos. No
;;1lt:1 In imag~n de l ~1e~ ~o, que sirve para_ indicar _e l _ardor del deseo espiritual.
i, referencia a las Vil tudes que el mon.1e debe imitar, como la prudencia de
b,IY 1 . l l' . d · ·' · ·
la serpi ente. o ~ e.1emp o c as1co e prev1s1on s1mboltzado por la hormiga, o la
. talezn del leon.
º'j
.
La lección del amma1es mayor SI. se h. alla mencionado en la Biblia como sucede
con el onagro 3 que ~s ün~_gen del_ m~nje que huye de las turbas populares y en
este mismo caso esta el paJaro s~l~t~no o el que prepara su nido,4 comentado por
san Agustín 5 y por una l~rga t~ad1~1~n, que relaciona a los monjes con los pájaros,
que confian en la Providencia ?1vm~. Dentro de las aves destacan el pelícano
(Salmo 1O1, 7), modelo. de abstmencia y de vida solitaria; el águila, que vuela
muy alto, como el monJe en su deseo contemplativo; y también la paloma, tan
familiar a los autores por su utilización en el simbolismo bíblico para expresar
la pureza. Como ella volvió al Arca de Noé así el monje debe volver al claustro
y si por una parte la paloma ama la compañía y es símbolo de la vida activa, la
tórtola solitaria fue el ejemplo de la vida contemplativa, pero una y otra invitan
a la alabanza a Dios.
Finalmente, ya que los monjes están unidos por vínculos comunitarios, surge
la imagen de Cristo o del enjambre de abejas en tomo a la colmena, y de ahí
que veamos en los capiteles de los claustros el Buen Pastor que persigue al lobo
que quiere penetrar en el redil. No falta la referencia a los animales acuáticos; el
monje que sale del monasterio puede morir, como le ocurre al pez que sale del
agua; pero por otra parte los monjes deben salir pues son pescadores de hombres,
como los apóstoles de Cristo.6 (figura 2).

CLASICISMO Y SIMBOLISMO ANIMAL

La Edad Media parece haber pensado con pasión que todo pudiera ser símbolo,
pero hay que estudiar ese simbolismo, en sus fuentes y textos, pues existe el peligro
de defonnar con la mejor buena fe su verdadera significación. Es éste un_campo
muy adecuado para aplicar el concepto de "imagen del mundo" defendido por
Lewis, para quien la Edad Media fue una época eminentemente libresca, au~que
las personas cultas fueran más raras que hoy. La "lectura" de una ?bra medieval
nos pone de manifiesto el carácter erudito de aquélla, ya que el escntor en general
esta6 a respaldado por una autoridad literaria o doctrinal de! mund0 .antiguo, ~o
que se llamaba auctor, que era principalmente latino. El esc~it~r medieval_ tendia
generalmente a la formación de un modelo, como una síntesis ideal del universo,
lo que JI , . t d la cultura heredera de los
· , evo a annonizar contradicc10nes aparen es e
JUd10s ' de 1os paganos, los cristianos, los anstote
· , 1icos,
· etcétera ·
194 M ONSTRtlOS Y PIW D[(llOS ...

. . , . , t ndrá el escritor o tratadista de los animales d d


E~ta mi sma s1tunct0n e . b l . es e
~- . .
que Hcrodoto acumu 1o
, las noticias más pmtorescas
,.
so
. . re os
y· .
animales
.
más ex.
~ A .· -t , tel es trató de hacer cnt1ca, P 1m10 e 1 teJo, E.llano y otr
ti-3 nos~ au nque - 11 s o d . os
mantuvieron la tran smisión de este saber sobre el m~n o ~~1mal. En la cabeza
de puente para la Edad Media estuvo ~I t~lento enc_1clope_d1_co de s~n Isidoro,
que tuYo como auctores a la Bibl~a, a ~1~e~on, Horacw, Ovtdw_, ~arc1al, Plinio,
.luYcnal y a Luciano, a los que smtetlz? sm saca~ ~onsecuenc1as ~orales a los
animales y sin dar tampoco interpretac10nes alegoncas, porque sena la obra de
• • 7
los ph_L~iologi o de los besttanos. .
No debe olvidarse que la Edad Media rara vez ha mventado; solamente se ha
limitado a beber en las fuentes antiguas, en las que a veces ya había un intento
de moralización. Por tanto, los primeros comentarios simbólicos se hallan ya
en los autores antiguos, de los que se alimentarán los Padres de la Iglesia; todo
se cargará de sentido aunque sea muy poco lo que se sepa del comportamiento
animal. Autores menos importantes vinieron a veces a complicar las fuentes de la
simbología zoológica: Ctesias, autor de Indica; Solino, que escribió Collectanea
rerum menwrabilium, y otros.

LAS FUENTES CRISTIANAS

En primer término está la Biblia, que fue el libro de cabecera para tantas cues-
tiones. Por lo que respecta a los animales los calificó en cuatro apartados: cua-
drúpedos, volátiles, peces y reptiles; y aún hay otra distinción que aparece en el
Levítico y en el Deuteronomio, en este segundo en forma más concisa:

He ahí los animales que comeréis: el buey, la oveja y la cabra; el ciervo, la gacela
Y el corzo ; la~ca~r~ ~ontés, el antílope, el búfalo; la gamuza; todo animal que
tenga la pe~na _d ividida Y el pie hendido y rumie; pero no comeréis los que sola-
mente rumian ni los que solamente tienen la pezuña dividida y el pie hendido; el
camello la liebre el coneJ·o · · ~ · ·d·d
. ' ' , que rumian, pero que no tienen la pezuna d1vi 1 a.
son inmundos para vosotros· el · ~ · ·
. , puerco, que tiene la pezuna hendida, pero no rumia.
es inmundo para vosotros No co ,· • • , D
. . · mereis sus carnes m tocareis sus cadaveres. e
los ani males que viven en el a ,. .
. gua comereis los que tienen aletas y escamas; pero
cuan tos no ti enen aletas y ese 1 ,. · d
eomere1..s toda ave pura He amas, ,1
no os comere1s; son para vosotros mmun os.
• . · aqui as que no comeréis: él águila el quebrantahuesos.
e 1 b u1tre, e 1 milano y toda suert d h 1 ' 1
h 1 1 . . e e a eones; toda suerte de cuervos· el avestruz. e
moc ueo, a 1ec11 uza·elibi s lb'h O , ' . .. - .
la garza de toda s .1- · , ,· ' e . u Yel pelicano; la certera, el mergo, la c1guena,
1
do todo insecto a~~:~s, ~abubilla,~ el murciélago. Tendréis también por inrm~~-
, no O comereis. Comeréis los volátiles puros. No comereis
Mt\RLt\ l>f·I R <1<;A f<I() h\P(iA Mf Jl,l()P 195

)
1m 11
c-c ino de nmgún
,
anim al: podr;'i s. dárse lo a comer eíl l cx trr;;i n¡ero que re•Hde en tu<;
1
nidadc~ n \'C ndcrsc lo : vosotros sois un ru chlo con sagrado a Ya hvé , tu Dio.:; .~

\ cr1nt1 m1 ;1e_i~)1~ v:.i mos a citar brc:cmcntc las fu entes hasta el siglo x, ya que
cll:'1 ~111)~ pcnmt1ran comprender el simboli smo del arte medi eval en su ve rtiente
31111 n:1l1 ~t1ca .
¡ 11 el p::i ~n del si~lo I al_11 fu~ escrita la Epistola de Bernabé con el propós ito de con-
denar las instruc ciones .1uda1cas, exponi endo el sentido aJegóri co de la Bibl ia. A
mrd13dos del siglo 111 , Novaciano compuso en forma de carta pastoral un tratadito
~obre los animales, De cibis iudaicis, en el que éstos aparecen como un espejo de
las pasiones humanas. Se inspiró en Filón de Alejandría, y su sistema alegórico
abrió el camino a las compilaciones de este tipo de la Edad Media. Fue coetáneo
0 poco anterior al Physiologus, obrita fechada variablemente entre los sígJos n y
J\ . y de esto nos ocuparemos aparte.
A partir del siglo rv los autores tratan el tema animalístico con mayor extensión
) profundi dad simbólica, como hizo san Ambrosio, en su Hexaemeron, que es
un comentario a los seis días de la creación, donde los peces dan ejemplo a los
pájaros. éstos a los animales terrestres, recibiendo el hombre la lección de los
últimos; piensa el santo que después del pecado original los animales tuvieron
el pri\'ilegio de conservar los comportamientos originales. Esta obra fue escrita
por san Ambrosio entre los años 386 y 390. 9
Casi a mediados del siglo v el obispo lionés Eucherio escribió sus Formulae
spirituales intelligentiae, cuyo capítulo quinto dedicó a establecer concordancias
entre la naturaleza de los animales y la Biblia, pero además de incompleto es
~nc.oherente. Estos inconvenientes fueron superados en forma magistral por san
ls1dro de Sevilla, entre los siglos vr y vu, en su obra enciclopédica Las Etimo-
logías, en la que recoge todas las leyendas que circularon en el mundo antiguo
~obre los animales, y su éxito fue enorme por la influencia que tuvo a lo largo
de la Edad Media.

EL r 1s 1ÓLOGO

Ame~ hemos aludido a esta obra básica, que fue el libro de historia natural más
popular de Europa hasta el siglo XII; se ha dicho que su fan~a e influencia sólo
fueron comparab les a las de la Biblia, y de ahí su importancia. _Pese a lo mucho
que' ~e ha in vesti gado sobre el Phisiologus, no se sabe s.i. ~~1 ~~ 1 on~~n ~stª palabra
del)Jgnó a una autoridad llamada el "Naturalista" o el F tSiologo gnego, Yque
unol) creyeron que pudiera ser Salomón y otros Aristóteles. Pero la documenta-
t 1ón , . . . . . d d En su origen parece tratarse
ma~ anti gua no ha podido chluc1dar esta u ª· ·
196 MONSTRUOS y PRODIGIOS ...

. , los manuscritos más antiguos no mencionan autor


de una obra anómma, ya que , . . • . ,
. . d · , 11 griega mas antigua, a1gunos manuscritos gnegos
se ha perdido 1a te aceto . . . . , .
Y . t· • a S''l1 Basilio san Gregono Nacianceno, san Jeronimo
mencionan como au 01cs Cl . ' ,

san Juan Crisóstomo, san Epifanio, entre otros. . . . ..


. AleJ·at·ldri'a el lugar donde pudo
. , escnbirse el Phzszologus , en
Para algunos tue . .
el siglo II después de Cristo, en su primitiva version _gnega; otro~ opmaron que
pud; ser escrito en la ciudad siria de Cesárea Stratoms, ya en el siglo I_n. Mucho
se ha debatido entre los especialistas el problema de la fecha: se opma que la
traducción del Ph.isiologus al latín debió ser anterior a los años 386-390 después
de Cristo, cuando san Ambrosio escribió Hexaemeron, pues su fonna de descri-
bir la perdiz deriva ya del ejemplar de la versión latina; por otra parte, Lauchert
afirmó que la traducción latina no pudo ser anterior al año 431 desp'-!és de Cristo.
Dado el atractivo de la obra, ésta se difundió por Europa, Asia y Africa siendo
traducida a muchas lenguas como el siríaco, el etíope, el árabe, etc., así que el
texto sufrió no pocas alteraciones e interpolaciones. 10
Desde mediados del siglo XIX las investigaciones en tomo al Phisiologus han
ido identificando y dando a conocer no pocos manuscritos. De los manuscritos
latinos unos de los más antiguos es la versión Y, editada por Cannody, y la única
traducida al castellano hasta el momento presente, por Nilda Guglielmi; se dice
que es la más antigua por la relación que guarda con el texto griego, lo mismo
que las versiones A y E que fueron editadas por Cahier y Martín. Lo más intere-
sante por su influencia ha sido la versión B, de la que derivaron los physiologi y
los bestiarios en latín o en lenguas romances de la Edad Media; también de esta
versión surgieron los llamados Dicta Chrisostomi de naturis rerum, atribuidos
al patriarca de Constantinopla Juan Crisóstomo. De la citada versión B derivó
el Phisiologus rimado de Montecassino, atribuido a Teobaldo a principios del
siglo XI. Esta tradición unida al material isidoriano de las Etimologías fue el
origen de los bestiarios de Guillermo de Normandia, de Philippe de Thaon y de
11
Pierre de Beauvais. Se ha señalado lo difícil que es dar una definición breve
del Phisio/ogus, y quizá la más acertada sea la del especialista italiano Sbordone
que lo calificó de pequeño manual zoológico-simbólico. La verdad es que cada
autor lo definió según su perspectiva de investigación, como McCulloch, que
l~ vio.como una compilación seudocientífica y White como un trabajo serio de
h1 stona natural dentro del espíritu de los bestiarios medievales. El libro original
fu~ crecien_do de co~,tenido y llegó a tener doscientas descripciones no sólo de
animales s1~0 .tamb1en ?e plantas y piedras, así que la obra se dividió en tres
partes: bestiano, herbano y lapidario.
De~de el siglo XII el Phisiologus sufrió una gran transformación al incorporar
~atenales sacados de la ex tensa Historia natural de p¡· . El y· :io (del primer
s )l d 1 . . mio 1eJ ,
ig o e a era cnst1ana) , de Solino y Eliano (del primer cuarto del siglo despues
MA1dl\ DH
..
Ro"'~J\ RIO f AR( ,A M UL LOR 197

. ·isto). De hncs de l c itado s ig lo X II son los cuatro libro 3 ¡r, h .. .


de ( 1 • • d ., . . Je estus et allts
n•/111., . r1 trib01~ 0~ a Hu!º. ,e Saint_ ~1ctor, pero se ha ave ri guado que e l pr ime r
1, 111.o es· un av1a11O, mo1al1 zador escrito por . Hugo de Fol,·er·o , q ue e I•ta a un autor
rcL-·c,itc
1
como Rabano Mauro •y •a uno antiguo como ·
Solino·, los tre"" l'1bros restantes
!11' icron como fuentes al Ph1swlogus y a las Etimologías de san Is idor o.
FI Phisiolog11s fu e conocido en España como demuestran los estudi os cr í-
ticos so~re obras li~erarias q~e h~,n acusado su influencia. Los españoles no
fueron a_¡enos al cultivo y adm1rac1on por esta obra, pues el humani sta sev ilJano
Gonzalo Ponce de León llevó a cabo en Roma la traducción al latín, el llamado
Phisiologus Epiphani, en época del Papa Sixto v, a quien dedicó el libro. Es una
traducción comentada que tuvo gran ventura ya que se editó en Roma en 1587 y
160 l. y luego apareció en París y en Amberes, pero el humanista hi spalense se
tomó demasiadas libertades en cuanto al texto original griego _l2

¿ QUÉ ES UN BESTIARIO?

Tanto el Phisiologus como los bestiarios están en la línea de los exempfa, es


decir, las narraciones inventadas o no, que presentan historietas o fábulas para
llamar más la atención de las parábolas al lector. Este tipo de literatura era una
lejana imitación de las parábolas que Cristo insertó en el Evangelio, de gran
éx.ito pedagógico; y por ello los predicadores desde la época patrística. los intro-
dujeron en sus sermones. Ya constató san Ambrosio al respecto: "Los ejemplos
persuaden más que las palabras". Y desde siglo VIII se recomendará a los cléri-
gos que utilicen ejemplos en sus sermones y que tengan homiliarios, es decir.
colecciones de pláticas piadosas para predicar a los fieles en las festividades. La
difusión del ejemplo llevó a extremos, y algunos clérigos contaban más historias
que materia doctrinal, por lo que el papa León IV , en el siglo lX prescri?ió a los
predicadores: " Al pueblo debéis exponerle y predicarle la palabra de Dios, Y no
cuentos sin sustancia".
La oratoria del siglo XII hizo énfasis e n los exempla, de los que se formaron
re~ertorios para uso del predicador o del cura que vivia ais~ado ~n ~ma aldea,
qu ienes recurrían a estos libros para dar a sus fieles una doctnn~ a~ nmlabk. L~s
fue ntes de los exemp/a eran muy diversas, princ ipalmente la Btbha, pero ~a,b1a
Lam bién hechos milagrosos, literatura antigua, fábulas, _leye nd ª.s, etc_- Qutz~ el
mayor caudal v ino del citado Phisiologus, que en su origen aleJ tmclnno par:ce
haber - . . . b. t . lo que no es de extranar
se contaminado de l gnost1 c1smo del am ten e, PO 1 · ,
que el - d 4 (\6 Veremos pues, en los bes-
. papa Gela sio I lo condenara en e l ano e 7
· ' • . • . "
t1arios l t· l ·os y otras tanrastico.::., pero
re atos sobre la vida animal, unas veces ª s
198 M ONSTRUOS y PR ODIGIOS ...

muy atracti vos, como ejemplos pa~a uso de los predicadores y moralistas, y aun
para los literatos. Sólo así se exphca que su boga alcanzara hasta finales de la
Edad Media y aun después. .
Demetrio Gazdaru ha establecido tres frases en el estudio de las "propiedades"
atribuidas a los seres contenidos en el Phisiologus Y en los bestiarios:
a) El alegorismo místico y religioso
b) El simbolismo moral, tan utilizado por los predicadores
e) Los motivos de los bestiarios pasaron al dominio de los poetas cultos y popu-
lares, que los insertaron especialmente en la lírica amorosa, y así los bestiarios
religiosos y morales se convertían en bestiarios amorosos, lo que sucedió en
Francia por primera vez con Bestiario de Amor de Richard de Fournival. 13
Este conocimiento de los animales en la época románica nada tiene de común
con las ciencias naturales, ya que no los describen como son ni como se los
puede observar. Se trata de presentar al animal tal y como figura en el universo
creado por Dios, un mundo encantado bajo el signo de lo sagrado, por lo que
se presenta su aspecto físico y su comportamiento dentro de una significación
religiosa y moral. Pero, por otra parte, el mensaje simbólico del animal no es
fácil de descifrar, porque en el discurso interfieren informaciones desde diversos
ángulos no siempre coherentes, resultando que un animal puede significar una
cosa y también la contraria; tal es la ambivalencia de su mensaje. 14
Digamos algo sobre el contenido de los bestiarios franceses. El poeta anglo-
normando Philippe de Thaon es el autor del texto francés más antiguo, que debió
de escribir hacia 1121, cuando Adelaida de Lovaina casó con Enrique I de Ingla-
terra. Escribió la obra en verso y consta de 35 capítulos acerca de la vida de los
animales, Ytres más sobre un lapidario con sus correspondientes moralizaciones;
además del Phisiologus cita como fuentes a la Biblia, a san Isidoro, a Plinio, etc.
El bestiario de Pierre de Beauvais (se llama a veces de Pierre le Picard porque
su autor era de Picardía) tiene dos versiones en prosa hechas por el autor, una de
39 capítulos, Yotra de 71, anteriores a 1218, ya que está dedicado a Roberto Il
que murió en esa fecha, además del Phisiologus, hay un claro aprovechamiento
de las Etimologías isidorianas.
Las mismas fuentes sirvieron a Guillermo el Nom1ando para su Bestiaire
.
d,vm,· 1ª 0 bra mas ' acabada desde el punto de vista literario que fue rea1·128da
15
hacia 12 1O· Completamos estas noticias con una referencia ai Bestiario de Amor;
obra del hijo del médico de Felipe Augusto Richard de Foumival (1 210- 1260),
· · ' al
canoni go Y ~esde 1240 canciller del capítulo de Nuestra Señora de Amiens, Y
fina l de su vida capellán de un cardenal
F~e _autor de una veintena de cancio~es y hasta se le atribuye un tratado de
alqui.mia: pero la obra más importante es ese bestiario, tan original, que rompe
con el genero convenc·tonal aI sustituir
• . ~
la ensenanza . .
rehg10sa Y mo ral por un
M/\RÍ/\ DEL ROS ARI O F /\R GA M ULLOR 199

• roso que aun participa de la tradición del "amor cortés" J. unto a una
Jcsco ª1110 , 16 ' ·
. . ironía y me]ancoha.
cic~;renacimiento carolingio propició la ilustración del Phisiologus, y posterior-
, dentro de esta tendencia de los textos ilustrados el manuscrito clave fue el
111en te, . . '
de Rabano Maw·o, de Montec~ssmo, fechado en 1302, aunque ya en el sigJo xrr
se generalizó la costumbre de 1lus~rar el Phisiologus y los bestiarios. Uno de ]os
,. rnscritos creados a fines del siglo XII fue el Ashmo]e 1511 de la Biblioteca
11 lal
Bodleiana, conocida modernamente como el Bestiario de Oxford. Siguiendo las
Etimologías de san Isidoro, éste hace un comentario etimológico, lo que fue una
explicación muy popular en la Edad Media, ya que la naturaleza de una cosa se
adivinaba en su nombre como un jeroglífico. Hay al respecto en el manuscrito
una miniatura que presenta a Adán dando nombre a los animales:

Expresa la idea magistral de la obra, no dar sólo una explicación simbólica y, en


cierto modo, científica, de las imágenes del mundo animal, sin dar, también, su
explicación etimológica; ésta establece un lazo indisoluble, que impresiona a la
imaginación, entre una cosa y su designación verbal, une la magia de la imagen con
la magia del verbo, se funde con su papel simbólico y alegórico y añade un rasgo
indispensable a su participación en la ordenada armonía del universo. 17

El tema de la naturaleza ·-animales, plantas, piedras, etc.,- no pudo faltar en


otro tipo de obra característico del siglo XII; la summa o enciclopedia natural como
la de Tomas de Cantimpre, De rerum natura, compilada por este fraile dominico
a lo largo de quince años y en tres lugares distintos y que fue concluida a me-
diados del siglo XIII. En la introducción cita a las autoridades utilizadas y luego
las repite puntualmente al tratar los diferentes animales; entre las más notables
autoridades están: Aristóteles, Plinio, Solino, san Ambrosio, san Isidoro, Galeno
Yhasta el reciente Jacobus de Vitry, y otras que no cita pero que sí manejó como
la Philosophia de Guillermo de Conches. Él siguió el consejo de san Agustín en
cuanto a la utilización de los textos paganos: "El cristianismo ha de entender que
en cualquier parte donde hallare la verdad es cosa propia de su Señor'' (De doc-
trina cristiana fl, 18). La importancia de esta enciclopedia queda atestiguada por
las numerosas copias existentes en Europa, una de las cuales se halla en España,
en la Un1vers1dad
· · de Granada, de ahí que sea conoc1·da como Co dex G rcmatens,s, .
prof~sarnente ilustrado por un maestro, un tal Martín activo en el segundo cuarto
del siglo x v, que se formó en Baviera y trabajó en Viena. El texto no sólo recoge
la Pane descriptiva de los animales, sino también consideraciones sobre sus cos-
tumbr . b · ·
V es Ypr?p1edades, muy semejantes en la forma de los esttanos: .
P _amos a insistir sobre la difusión del Phisiologus y de los bestlanos en la
en1nsu1 a lb'enea.
· El tema cuenta ya con algunas aportac10nes· en e l campo l't
1 e-
200 MO NSTRUOS Y PIWDl( i lOS ...

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·::irio JJcro está todav ía por descubrir cuánto hayan podido influir aquéllo sen
L • • , • • •
, la
ai1 cs pl:ísti cas. Si n duda alguna , los mas antiguos vest_1g10s de la influenciad ~
18
Phisialogus, co 1~10 indicó Gazda~u, parecen en las Ellmologias, la obra funct:_
ment al de san Isidoro; esto es evidente, pero por otra parte se sabe que ent
1
obras del sabio hi spal ense se men_ciona una especie d~ bestiario fragmen::d~~
no en ,·ano su tratado sobre los anunaJes es muy parecido. Por otra parte e d '
sobra conocido el influjo de esta obra enciclopédica a lo largo de la Edad M:di;
sobre los principales centros de la cultura en Europa. Tampoco hay que olvidar
que los árabes de alguna manera incidieron en el tema.
Hasta el momento no se han descubierto reelaboraciones originales de los bes-
tiarios. que se puedan comparar a la francesa; aunque hay no pocas huellas de s-u
influencia en la literatura española y portuguesa y de alguna forma esa influencia
aparece manifiesta en el Lapidario de Alfonso El Sabio y en no pocas obras y
autores literarios hasta el siglo XVII, como han señalado Lugones y Gazdaru. El
primer critico español en ocuparse con seriedad en el tema fue D 'Alos Moner en
un notable discurso académico, 19 que puso de manifiesto la existencia en Catalu-
ña de versiones de los bestiarios que recientemente el italiano Panuzio concretó
en cinco versiones: A, B, D, E y F, que publicó críticamente. Dado el interés del
texto toscano, lo incluyó traducido como apéndice a la edición del Phisiologus
de san Epifanio, siguiendo la versión B. También en Castilla la influencia italiana
fue dominante a través del prestigio de Brunetto Latini, cuya obra enciclopédica
Livres du tresor fue escrita en francés en la segunda mitad del siglo xn; hay de
la misma manuscritos catalanes, aragoneses y, sobre todo, castellanos, que ponen
de manifiesto su enorme influencia. 20

BESTIARIOS Y EDAD MEDIA

La Edad Media volvió sobre un género literario como éste, que venía de la
Antigüedad, así que las fábulas moralizadoras grecolatinas tuvieron ahora una
gran difu sión , aunque no fueron conocidas directamente las propias de ~s~p~
Y Jas de Fedro. Precisamente, de este escritor latino surgieron dos fabu.lanos . e
Romulus, calificado de Vulgata en su género que fue versificado en latín por un
. A 1· '
ta ) Wa l ter ng 1cus, y otro Romu/us, el anglo latino, escrito en versos
franceses

. Jo X II . El
d e1 stg ' · · , ·
~ genero adqumo cada vez más populandad hasta que en
el siglo
xv fueron publicados isopetes en latín y en lenguas romances. .
· · de I genero
El ongen ' ·
se halla en la literatµra sánscrita, pero tue col 1oc1do ~ro11
· deme, a· traves
O c;CJ · d e 1as versiones
· ·
persas y árabes siendo la penin u:
' s I-:1 nn pun 1
501
clave para la tran smi sión del apólogo oriental. Corno se sabe, las fa btil~~ten·
rela to~ breves un tanto al margen de la propia literatura, pero de una clara
MAKI A I Jl,L RO~A Rro r l\R< M
,/\ LlLOR 201

··t rica ¡Ja ra servir a las neces idades de actitudes soc 1·, 1
. ;111c (1 , , , . · a es opuestas (~e~
lH_ ., ios): a tra ves de la escena fantast1ca de su mund o anim " I · . ~ores
, Lna<. . , .· a1 a 1ecc 1on de
·•t ula' ·se apltca , alego11camente,
.¡ 1a1 . .,
al entorno soc ial " ,·
segu ' n Garc1,a e·1ual Fn
3
hay una mt.enc1on moral en cuanto trata de evaluar un ' 1 t
inda 1abula
, , . . , . .·
a e e ermmada J

con duc 1,1 )'ª de un modo explicito o 1mplic1to. Además de los aut ores
L • ,...
. e1asicos
, •
hay otros, por lo que a Espana se_ refiere, que cultivaron este tipo de literatura
de apólogos. como son_ las narraciones de Pedro Alfonso en su Disciplina cfe-
rú·o/is (principios del siglo XU), de un éxito enorme por su traducción a varias
lenguas ew-opeas, y que precedió a las versiones romances del Califa e Dinna,
del Sendebar y del Barlaam y Josafat. La obra más importante fue la del escritor
don Juan Manuel, el Libro de los enxemplos del Conde Lucanos et de Patronio.
tenninado en 1335.
Los Padres de la Iglesia, y especialmente san Agustín, gustaron de los fabulistas
por las lecciones morales que se desprendían de tales relatos, por tanto proponían
a los educadores su lectura. Esta tradición pasó a la Edad Media hasta el punto
que los escolares las aprendían de memoria, y de ahí que los hisopetes existieran
en todas las bibliotecas monásticas. Desde la época carolingia se leyó a Esopo.
Esto explica que hasta en las decoraciones de los Evangeliarios haya motivos
tomados de las fábulas. En los siglos XI y XII estaban muy extendidas a juzgar
por las decoraciones que vemos en el románico.
Una de las más conocidas fue la fábula de Fedro sobre el lobo y la grulla.
que Adhemar cita en la colegiata de Bonn, en un capitel de san Lázaro de Autun
Yen el tímpano de St. Ursin de Bourges. Según Male, una de las fábulas más
reproducidas plásticamente fue la de la educación del lobo: se representa a un
clérigo tratando de enseñar a leer a un lobo las primeras letras del alfabeto A. B.
c. Yle dice: "repite estas tres letras"; pero el lobo responde: agneau (cordero). ya
que estaba pensando en otra cosa de tal manera que la boca revela los secretos
del corazón (quid in corde, hoc i; ore).21 El mismo historiador francés_cree q_ue
la fábu la más reproducida fue la de Fedro sobre el asno que encon~o W1.ª _lira
ab• d
an onada en el prado, y trató de sacar algunas notas, au~ que · no. .sabia
~
n
rnus1ca:k ..

la moraleja del fabuli sta es que el destino impide al genio mantfe ªrse, ~~a st
• de que es posible que la Edad Media no conociera a Fe dro Yentor1l.:'e :s· el .arttsra
·ana
!I h .., · , ¡.· (l 8) de Boec10 que
e abría inspirado en un pasaje de la Consoiación.fiios·o_iic~ ' .. . di~ ·0
Lodo lé . .fi . , d la Ftlosotta, que se nºe
e ngo conocía donde vemos la persom cac ion ·e t· i le dice·
en ion . .' . • h· berle compr~m H o,) ·
.. ·1: .º severo a quien le esc ucha, que par ecc no et , r .. •)" Esto explica
c., "ntiet1cies mi s paJabras, o eres como el asno delante de d H,l . ·
1
~ 12 (figuras 1 y 4 ).
I
que taJ t
Por ¡0
ema ab unde en el área de Borgona.- ·· te investigac ión de
n ta exce 1en . ,
h· b· que a España se refiere contamos co , lt ira de las stlknas
it el M l' t' 'ª en la esc u t .
d,· . ateo sobre la reperc usión de Ja fabu ts te, t:i •. ,· iertos pasa.ies de
" toro f'1 · se re ,eJ,111 . .
ª nes de la Edad Media . 1-fa visto como · ·
202 MONSTRUOS Y PRODI GIOS ...

.d d Esopo en las sillerías de León, Ciudad Rodrigo y Barcelona; por otra


1
,:a~~-~a ;:íbula del asno sesudo está en la sillería de la catedral d~ Palencia; la del
lobo y del asno en una misencor~ta de 1~ catedral de ~arcelona, la de la zorra y
la cigüeifa en las de Ciudad Rodrigo, Ov1edo y Toledo, la de ~a raposa y las uvas
en ¡;sillería de Zamora~ la del hombre y la culebra en las s11lenas de Tala vera
de la Reina y en ta de Astorga; las del águila y el cuervo en una misericordia de
1::i sillería de Sevilla, y otras.
Pero el mayor aporte icnográfico llegó a través de la imprenta, gracias a Juan
Hurus. de Constanza, que dio a la estampa en Zaragoza, una obra con más de cien
grabados: Esta es la vida de Jsopet con sus fábulas hystoriadas ( 1849); para ella
;e tuvo en cuenta la ordenación de las fábulas latinas impresas primero en Italia,
luego traducidas al alemán por Enrique Steinhovel, e impresa en Ulm no antes
de 1474, por Johanne Ziener; según Haebler, los grabados son los de la edición
de Sorg (Augsburgo, 1486). Sólo destacaré el grabado de la contraportada, el
retrato de Esopo según lo pinta la Vida de Esopo, texto del que se hicieron varias
traducciones en el siglo xv. El famoso fabulista era "de imagen desagradable,
inútil para el trabajo, tripudo, cabezón, chato, tartaja, negro, canijo, zancajoso,
bracicorto, bizco, bigotudo, una ruina manifiesta". 23
Dentro de las obras medievales en las que los animales son protagonistas,
el R01nán de Renart ocupa un puesto de privilegio por la extensión del poema
empezado a escribir hacia 1774. En alguna forma está relacionado con la fábula
esópica, que quizá sugirió la idea de humanizar las bestias y hacerlas hablar.
La diferencia es clara frente a la fábula, por esto lo estudiamos separadamente;
aquí los animales obran, piensan y hablan como el hombre, pero en tono burlesco
para divertir, y al margen de cualquier intención moralizadora. Lo que caracte-
riza a ese teatro animalístico es la presencia de animales cotidianos: gato, perro,
gallo, cabra, zorro, oso, etc., por otra parte, la ausencia de los animales exóticos
que hemos visto en los bestiarios. Sólo el león era extraño, pero familiar por lo
mucho que se hablaba de él, ya que aquella sociedad giró en tomo a la corte del
león, en la que los demás animales tenían cargos palatinos. En esta corte del noble
león no faltan las intrigas a cargo del astuto zorro Renart, que vive en el castillo
de Maupertuis con su familia y del que sólo salía para burlarse y quebrantar las
órdenes dadas por el león (figuras 5 y 6).
El núc leo del argumento es la pugna entre Renai1 y el lobo Jsegrin porque el
primero ab~só de Hersent, la esposa del lobo, una loba de sorprendente femini-
dad. Ademas la puesta en escena no se hace en un país utópico, sino en el mundo
real, ~a ~u_e de la fo11aleza de Maupertuis se hacen precisiones geográficas. En
~n prmc1p10 no hubo enemistad entre los hombres y los animales, y cómo és~os
llenen el don de la palabra, la posibilidad de la comunicación oral entre las bestias
y los humanos.
MARÍA Df:L R OSAR IO FARGA M ULLOR 203

Yn hemos sdialado que Pierre de St. Cloud empezó a escribir Ja obra hacia
_y a partir de ~-se mot~en~o el poema produjo tal impacto que s urgi~r~?
11 74
. . ·iones para en11quece1 la tconografia del zorro. En el texto que escnbio
1111 1tac .
Felipe de Novara, en el siglo XIH, las ~venturas de Renart con el lobo Jsegrin
. inspiraron en las guerras entre Fedenco II y Jean d'Jbelin; en otro escrüo de
;utebeuf. hacia 1270, Renart se convierte en la expresión de la religiosidad hi-
1ócrita con referencia a las órdenes mendicantes. Este tipo de literatura pronto
¡11e imitado fuera de Francia, aunque en España no se hizo ninguna versión de
Renart, y sólo se conoce una obra de estilo semejante: El libro de los gatos o de
los cuentos, escrito hacia 1400. Es una sátira contra los ricos y nobles, que abusan
de los pobres y vasallos y también ataca a los alcaldes y a los clérigos.
Como ha estudiado Varty, el Román de Renart fue origen de muchas deco-
raciones en Francia, Alemania, InglatetTa, etc., y por lo que a España se refiere,
de nuevo gracias a Isabel Mateo sabemos que la obra no pasó inadvertida a los
entalladores de las sillerías de coro. Así, en Toledo, Zamora y Yuste está repre-
sentado el episodio de Renart y el gallo Chantecler, que es una invectiva contra
los hipócritas. El episodio más divulgado fue la escena de la predicación del
zorro a las gallinas, que en España vemos interpretado en las sillerías de Zamo-
ra, Plasencia, Talavera de la Reina, Toledo y León; y aun ha rastreado la citada
investigadora más huellas de este gran poema burlesco. 24

EL BESTIARLO DE CRISTO

Comprende dos épocas: una es la fauna simbólica del arte de las catacumbas
paleocristianas, y otra la propia del arte medieval, tanto románico como gótico.
Antes de la traducción latina del Physiologus, el arte paleocristiano hace referencia
ª Cristo por medio de algunos animales, los más frecuentes fueron: el cordero,
la paloma, el pez, el ciervo y el pavo.
Origen muy antiguo tiene el simbolismo del Cordero, que es asimilado a
Cnsto. Ya entre los profetas el cordero de la Pascua fue símbolo del Mesías. Juan
Bautista, al bautizar a Cristo en el Jordán dijo: "Ecce Agnus Dei''. Éste guarda
una relación tipológica con el carnero del sacrificio de Isaac, de tal manera que
la
. zarza en que enredó sus cuernos fue comparada a la corona de espmas. · Su
iconografia es variada· ya con los atributos del Buen Pastor, tm cayado y un vaso
~e l_eche; el cordero lJ;vando la cruz a manera de trofeo; el cordero apocalíptico,
abnencto el Libro de los Siete Sellos. Él traía a los fieles el recuerdo del divino
corcter0 sacnficado
· por la salvación de tos hombres. La .p a lorna estuvo asocia · da
en el rn ' bo l o d e C nsto,
.
deI Es uncto pagano con Venus la diosa del amor; ahora fue s1m
· ·tu Santo y del alma inocente,
'
pin con el color blanco de l a pw·t·fi cac10n,
··
111:ntc .1! ~-u (T \ 1) 11 q1- rn. im aµc n de l peca do. La pa lo ma ta mbi én fu e im
1 l . ,. 1 ., 1 age n de 1-
l ~ l C' '-. 1.l. y . . u s pata~ oc en or ro.10 · ucron un a a us1o n a a sang re de los , . et
l n ce nc1a I la p:l lnma fue co ns id era da e mbl e m a de l pudo r, de la inocen~artdires.
, . c,a, e 1
humildad . de la mansed umb re, de la ca ndad , ele la contempl ac ión y de la prud .ª
. . enc1a
C()ntra ln :-. .1scd1anzns de l c nc,rn go .
l 1 , 1mbolo c1is to lógico del Pez es uno de los más a nti g uos y extendidos. S
n( mhrc en g riego ixm·c ixovs res po nde a las inicial es de l ac rósti co: Jesucrist~
1

1_11.1 ""' de D1_os Sa \vador. cuy? embl e m a fue la figura _del pez. Su misterioso signi-
tlc3do den, aba de las a lusiones que se hacen a Cnsto como pez en las fuentes
h tc rana s de la época. as í este símbolo se reviste de una oculta manifestación de
la di Y111 idad de Cristo. Se le representa solo o enroscado en un tridente, en el que
~e ha querido ver a la cru z, o unido al áncora con el significado de la esperanza en
Cristo . El pez pasa a ser símbolo eucarístico cuando se une con figuras alusivas a
este sacrame nto. C uando hay varios peces representan a las almas que el divino
Pesc ador coge en sus redes .
El famoso salmo 41 hizo entrar en la iconografía cristiana al Ciervo, que va
presuroso tras de las aguas, como el alma cristiana buscando a Dios. Es frecuente
la representación del ciervo junto a las aguas de los cuatro ríos del Paraíso. El
..,ignificado cristológico le viene de una fábula popularizada por el Physiologus,
que hace refere ncia a la serpiente metida en su agujero, pero el ciervo arroja por
su boca y la hace salir para matarla: de la misma forma Cristo aplasta a la ser-
piente ( e] demo nio) con el agua de su boca, es decir, con su doctrina. La timidez
del animal y su ve loz carrera vinieron a significar el temor del alma cristiana
ante la cercanía de los p e ligros que amenazan su pureza, y a la presteza con que
deb e h uir de ellos (fi g ura 7) .
FmaJJn ente, el Pavo , símbolo de la resurrección, ya que éste pierde sus plumas
a1 acercarse el inviern o y las recupera en primavera cuando la naturaleza pa~ece
~alir de la tumba ; por o tra parte, al pavo se le considera símbolo de la inmortalidad
puc!) ~e creía que su carne era incorruptible. _ . d
E~t.c be!)tiario paleocristi ano se e nriqueció e n la Edad M edia con una sen e e
amm::.ik!) referido s a C ri sto . En prime r término está e l Águila, la reina de las aves.
JJ1Cfl!'>éjj c rd de ~ú~i~er _entre los paga nos. -~ " ª s imbo liz~ a la vez e l bautis:~o~~
::i~" c1,')1ón ) d JUJ <.: 10 final. A la rege nerac1o n po r e l bautismo, a lude el saltn d
) ~ yuc- c21irma : ··-.r u j uvent ud se re nova rá com o la de l ág uila", pues de ac uerl ~
I quema 8 •
(.•ün una In c nda, el ág uil a al envejecer se e leva hasta que ~ l so l e d·'
· . l enova ,..
.d.:i , -. enwn..:c~ ~e deja cae r en un a fue nte e n la que se sumerge Y sa e r una
10
J J .J~udd 4 uc- ::.u bc ha~ ta e l ~o l co n los ojos c ubi e rtos fu e considerada co~ rno
e . . . . F. 1 . torno co
nnutéfl de- ( n:) tu r ~:> u c 1ta<l o . Para re lacw narl a con e l Ju1c10 ·tna se e 00
. h • 1 , 1 y ·1 los qu
bc.b~ d lf .J le~ c:>nda , ~eg un la c ua l e ll a ex po ne los ag utluc os et so '
Ml\ld/\ DEL R OSARIO F /\KCiA M ULLOR 205

·tar la luz los expulsa del nido; lo mi smo hace Cri sto que reconoce
puc d e sopor .. 05 legítimos a 1os Ju
· stos y expu 1sa a 1os m · fi ernos a los reprobos.
'
10 sUS 1llJ · , .
Cl111 • . -pecto al Avestruz se dice que deposita sus huevos baJO la arena del
~on ie:ra que él solo los incube con su calor, y en ello los teólogos vieron Ja
fe
Jcsieti O Cristo resucitado por el calor y amor de Dios Padre. Los bestiari os
·nrHtcn
1
•~ de la Calandria como d e un paJaro ,. . a los en fiermos d e
que cura con su vista
en pe11gro
· de muerte, s1. e 1·paciente h a de monr.
¡,.ibl3
·· :n•.. se apai·ece a los eniermos
c. .
· ·tenc1a.
1
~ !ve la cabeza, pero al mirarle fijamente absorbe la enfermedad y el paciente

'ue De manera semejante Cristo abandona a los judíos que van hacia el error y
,ana. · ., ,
13 muerte, pero mira con ~ompas1on a los qu_
e ~reen en El y los salva. .,
El Gallo no es sólo el s1mbolo del remord1m1ento de san Pedro, es tamb1en la
· 1acren de Cristo triunfante del poder de las tinieblas; así su canto matinal no sólo
111 ~
despierta del sueño sino de la muerte. Entre los antiguos, el Delfin no sólo fue
considerado él mas fuerte sino él más rápido de los peces; la mística cristiana lo
asimiló al cetáceo en cuyo vientre estuvo Jonás tres días, por esto se lo relacionó
con la resurrección. Consideración especial merece el Unicornio, traducción latina
del griego "monoceros", por tanto asimilable al rinoceronte por tener un solo
cuerno. Ya Eliano contó la leyenda de que su ferocidad se dulcifica cuando tiene
cerca una doncella, y de esta treta se servían los cazadores para apresarlo.
Los teólogos aplicaron este simbolismo a la virgen por excelencia, La Madre
del Salvador, así el unicornio fue la imagen del Hijo de Dios que se encamó en
María. Según otra leyenda, el unicornio purifica con su cuerno el agua de una
fuente envenenada por el dragón y por tanto, el cuerno fue comparado a la cruz de
Cristo, ya que éste con su sacrificio en la cruz consiguió salvar a los pecadores.
Animal ambivalente es el León, ya que su fuerza poderosa puede ponerse al
servicio del bien o del mal, tanto es imagen de Cristo como encamación de Sa-
tanás. Alude a la Encamación porque el león borra con su cola sus huellas para
despistar al cazador de la misma forma que la divinidad de Cristo se oculta en el
seno de una virgen. A la Resurrección se hace referencia porque, según se decía,
el león duerme con los ojos abiertos, de la misma fom1a Cristo parecía dormir en
s~ muerte pero al tercer día resucitó. También el león simboliza la misericordia.
e valo~ Y la vigilancia (figura 8).
Segun decían los bestiarios, el Pelicano abre su pecho con el pico para dar de
comer a . h'• .
r sus IJuelos hambrientos, tal como Cristo en la cruz daba su sangre para
escatar a la .hu mam.d a d cai'd a. E sta comparac10n
sal . , tiene
. una apoyatura b'bl 1 1.ca en el
de ~o qu~ dice: "Me parezco al pelicano en el desierto" ( 102, 7). Según la versión
entreº~ono ~~ Autun, el pelicano es Dios Padre que amó tanto a los suyos que les
a su i~-su HiJo Y lo resucitó al tercer día; de la misma forma el pelicano ama tanto
1
san:re telos que los mata, pero luego se abre su pec ho y dejando caer gotas de
es dev uelve la vida. Ser cristológico es el pájaro fabuloso: el Ave Fénix,
, rR OOI GIOS ...
206 MONSTRUOS 'l

Lactancio y popularizado por el Physiolo


. fu e tratad o por . 1 h . gus.
cuyo simboltsmo ya . co veces centenario vue ve ac1a Heliópoli s
· d cuando es cm Y
Según la leycn a, S 1 e deja consumir por el fuego, pero a los tres días
1 O
en el altar del templo de s t era una referencia a la Resurrección. Los teó
d 1 ~ ni zas Claramen e . h b . -
renace e _as ce ~ · . , 1 licaron a los tres Jóvenes e reos metidos en un
1
lag.os medtc_va~e~ tadm~t e~ ~; :de María. Finalmente, la Serpiente, casi siempre
110 171 0 Y la vtr~m1da mv10 1a .e: • • l' .
.__ , · , caso se entiende con re1erencta cnsto og1ca, tal fue
· d ~ Satanas so 1o en un
tmagct~ e d. b . '. levantada por Moisés en el desierto que, como ya señaló
la se1111ente e rnnce .
san Juan (3 .4), fu e imagen de Cnsto sobre la cruz.

ANIMALES ALUSIVOS A LA VIRTUD Y AL VICIO

El lenguaje animalístico fue aplicado a algo tan ª?stracto como la_s virtudes, las
que Yienen a ser sus atributos. Pero el aspecto más interesante de la 1conografia de
la Edad Media es la relación que se estableció entre el animal y el pecado, pues se
Yio en el animal una oscura imagen de pecado. Esto no fue algo propio del hombre
medieval sino una actitud que ya se encuentra en las culturas orientales, cuando
se pensó que los pecados eran obra de los demonios, que atacaban al hombre en
forma de larvas y producían el mismo miedo que si fueran bestias salvajes. Sobre
todo el animal era la demostración de las cosas invisibles, es decir, de lo que era
sino de Dios, y bastaba al hombre sabio para descifrar su poder y presencia en el
camino de la salvación. Por otra parte, los animales llegan a ser símbolo del mal y
Satanás: esta relación de los animales con los pecados apareció por primera vez en
la obra de Filón de Alejandría, un judío coetáneo de Cristo, que dio pie a la lectura
'·alegórica del Antiguo Testamento, mantenida siempre por la Iglesia".
V~am?s primero las características de las virtudes. En primer término está la
AbeJª: simbolo, de la virginidad, ya que en la Antigüedad, Edad Media, Y aun
despues, se creia que se reproducían sin el contacto del macho con la hembra.
Ya co~ enta~os el Cordero, pero lo recordamos porque simboliza las virtudes
~.e _la mocencia Y de la mansedumbre. Al Avestruz se lo relacionaba con la jus-
ti cia. porque sus plumas iguales aluden a la equidad. Varios animales denotan la
st1
ca ?ad, pero 1,ª m~s extraña es la referencia del Castor porque desde la Edad
Media se busco en el un prod tO f: , . .
. . ,
test1 culos· se creia que el t uc annaceuttco (castoreum i contemdo en sus
/, .
1 b 1 ' cas or ª1verse perseguido se arrancaba de un mordisco
as o sas de sus testículos qu 1. • b .
1 1 b · . ' e ª roJa a 1eJos de sí y entonces los cazadores no
o mo esta an. Esta imagen d I · . . ' 1
luJ·uria arroJ·aba . d e anima 1se aplicaba al monje que para vencer a ª
, sus eseos carnal Id . .
Ya sa n Agustín presentó al Ca es ª emomo Y ~odía vivir en paz. . . la
carga, como sí mbolo de I· h . mello, que se arrodilla en el suelo para rec1b_1r_ ,
ª umtldad Y de la docilidad. La Edad Media rehabihto
Ml\l<ÍI\ f>J ·, L Ro<.; AR !<¡ r N' <J\ M1
" ' U (¡p 2()7

i,n al ¡111 puro en la Anti g üedad y lo con v irti ó en símbo lo de la fi 1 d-


'erro . '1 1l , •, • • t( e 1I ac1.
,11 r .. _
(i g.uc nn .
)'ª gozo de ve nerac 1on entre los cg 1pc1os po r su desvelo e 1 . d d
. . , ~, , . ., . n e c u1 a o
l ;i _. 0 111110 s. poi eso se convirt 10 e n mod e lo de la pi edad fi Iial al ·
lo~ (1g , . . m ismo
1
ic uc defcnd1a contra el mal ya que siempre aparece con una serp iente
ocnipo q , . , 1 , ., d , , en
. Fn cunnto" la Pa oma, paJaro e Venu s y s1mbo lo del amo r camal en el
qi ¡m:n. ,, . . . .
i0 )J gano, e l c nsttamsmo vio en ella un emblema de la castidad . En carna
1nun< l --- . . .
la~, iitudes cri stianas de la car~dad y de la d~l z ura. Más que la ga ll ina, el Gal lo.
anuncia en la noche la ve111da del alba, tiene un claro sentido con re feren c ia
que
al cristiano que esta' v1g~ · ·¡ante esp~ran do la 11 egada de Cnsto · ( e l Sol) para orar
e inci tar al trabajo . El Cisne es ammal amoroso por excelencia en la mitología
cristiana como símbolo de la pureza por su blancura; con la leyenda de su canto
postrero a la hora de la muerte se quiso aludir a la muerte dichosa del mártir que
muere cantando.
No falta la imagen extraña del Elefante, que simboliza el bautismo ya que la
hembra, según la leyenda, para parir busca una laguna para esquivar al dragón,
símbolo del mal, y cómo el hombre renace por el espíritu del agua. Los iconógrafos
,·ieron al elefante dotado de numerosas virtudes como la templanza, la castidad, la
benignidad, la sabiduría, y hasta se lo consideró el más religioso de los animales. A
la pureza alude el Armiño, cuya piel en invierno es blanca como la nieve y, según
la leyenda, prefiere morir antes que mancharla. A la vigilancia alude la Grull~ que
descansa sobre una pata mientras sostiene con la otra una piedra; si se duerme cae
la piedra y entonces se despierta. En cuanto a la Golondrina, que vuelve todas las
primaveras, es símbolo de la esperanza. En la Biblia el viejo Tobías quedó ciego
por causa de la suciedad de una golondrina, sin embargo, ella devuelve la vista a
sus hij uelos aplicando en sus ojos la hierba celidonia.
Otro animal que alude a la castidad es el Unicornio, y antes recordamos la
leyenda de que sólo puede ser cazado por una virgen o doncella. Nluy conoc ido
es ~I _León, símbolo de virtudes regias como el valor o la clemencia. La Mantis
religiosa levanta sus patas delanteras de la misma forma que e l hombre s us bmzos
ª1c:ielo : por esto se le consideró símbolo de la oración. Ya hab lamos antes de l
Pe!icano, símbolo de la castidad . También a lude a la cas tidad la Safaman ctr:1, e l
anJ mal que vive entre las llamas sin que le afecten Y se alimenta de fuegl:, por
rsio fue un emblema de la castidad, ya que res iste a las llamas de bs pasiones
~.de la luj uria . E n c uanto a la Serpiente, habitualme ntt sí mbülo del mal , t:>l la
~,cumpaña a la prudenc ia , por cuanto e l propio Cristo dijo : sed prmlé'ntt:>s romo
a:::. ::.erp 1· · · - 1 · ) 110 inngt:>n del pe-
. en tes. Por renova r la serpi e nte su ptel tue tomm.1a u r .' . ,,
l ddor re l •'h t-, ·~ \ 1eJo dd que
hab¡ . ge nerado por el bautismo c uando desaparece e om r ·
o ~an· p a blo (figura 9)
l Ina ln · . es emblema <lt> la
ca d 1ent e la Tortu ga que vive m e tida en su cc1pa rc1zon, - ,
, r • •
O)
~a a Pud ' · ct 0111 e'sticos ( tigura 1 ·
orosa , que vive retirada e n sus trabaJOS ~
r

208 MONSTRUOS y PROD IGIOS .. .

~ , . , . , de los animales con los vicios o pecados capitales


Ya antes sena le la I e1ac10n . l b.l , . . .
,1 . 1y la tortuga, pero el anima em ematico de tal vicio
A la perczfl aluden e caiaco . . . h
' ,_ •:,, _
0
se puede librar de sus v1c1os se ace referencia por
es el Asno Al homot e que n d
. · · 1f:abuloso cuyos cuernos se enre an en las ramas de
medio del Anto 1opo. arnma ' .
los arbo les. permitiendo su caza. El Avestruz, que_deJa sus _huevos en ~a ~rena, es
·
imagen de1 peca d0t. que olvi· da sus deberes con
.
D10s. A la, impureza
.
lubnca
. ..
hace
referencia el Macho cabrío, cuya imagen den va de lo~ s~tlros de la Antiguedad;
por esto los cristianos vieron en él a Sataná~ Y al Anticns_~º· El color neg;o del
plumaj e del Cuervo nos lo delata como un P~J,aro de mal ague:º, desde los d1as del
Diluvio, cuando Noé lo dejó salir y no volvto porque se dedico a comer camaza
de los animales muertos que flotaban en las aguas; su negrura contrasta con la
blancura de la paloma, que volvió con la rama de olivo, símbolo de la esperanza
y de la paz. A la avaricia aluden a la Ardilla, cuyo macho expulsa a la hembra
de la madriguera al principio del invierno para consumir él sólo las provisiones
recogidas, y el Topo, que se come hasta la tierra misma.
El Halcón en la Edad Media no sólo significaba la vida mundana frente a la
austeridad de la vida monacal, es el símbolo de la glotonería, ya que no vuelve a
la mano del cazador hasta que se harta en sus presas. Imagen de Satanás es la Hie-
na, que se alimenta de cadáveres y es símbolo de la inconstancia del pueblo judío.
También se alimenta de peces muertos el Ibis, símbolo del pecador que desprecia
el alimento vivo de la palabra de Dios. Nueva alusión a la glotonería representa
el Lobo, mientras que el Oso hace referencia a la lujuria. Símbolo de la concupis-
cencia es la Pantera, animal que atrae a todas las fieras con su aliento perfumado.
El Pavo levanta su cola de bello plumaje por mero orgullo y se siente humillado
al ver la fealdad de sus patas. Sentido lujurioso tiene el Gorrión, mientras que la
Urraca es símbolo de la vanidad. El Cerdo, que nunca mira al cielo, es imagen de
la glotonería y de los bajos instintos. En cuanto a la Zorra tiene un claro sentido
lujurioso, por ello vulgarmente a la meretriz se la califica de "zorra". Por último, el
Mono es símbolo ~e l~ lujuria y sobre todo de la vanidad: de ahí que los cazadores
para apresarlo se s1rv1eran de espejos con los que se entretenía mirándose.

EL BESTfARIO DE SATANÁS

Son muy numerosas las encarnaciones del espíritu del Mal y los animales pue-
den ser rea les fabulosos y m t . '
' ons ruosos . 1. magen de Leviatán es la Ballena que
los salmos (73 , 14 y 103 26) d ·b .
, , ' escn en como monstruo infernal· en su vientre
estu vo lonas cuando fue arra·, dO ¡ ' d
Macho e b , d C b ~a ª mar. A veces el demonio toma la forma e
ª no,, . e .a ra, '. de Cama1eon ' (
por su .poder de transformac1on)
·, 0 de
Gato negro . 1)aJaro diaboltco ¡ M ., 1
es e urc1elago, especie de vampiro que chupa ª
MA RI A DF I Rú ,
,~ SARIO FARGA M ULLO R 209

·c de )os niños dormidos. Los orientales cali'fi ,


sangl can a1 Perro d ·
, bolo de los pecadores, que como el perro se ali'm d e impuro, es el
,1n1 entan e lo qu h •
·
cun10
,·ecuerda. san Pedro .(11 Epístola 2 , 22) · e an vomitado,
Son demomacos los animales que se arrastran po I t' . .,
, b l d l . . r a ,erra y v1ven en c1enagas
11110 el Sapo, s1m o o e a avanc1a, la Rana el Cocodr'I , b
1 o, cuya oca es comparada
el . . •· .'
3 la del infierno, y el Enza, que destruye las viñas. A Satanás al d _1L d
. . . l b ' .. d d . u e e eopar o, cuyo
PclaJe .
sunbohza .a~am 1gue~a del demomo·, también es b'1va1en te e Leon , Ot ro
1
desttuctor de las vmas del Senor (Cantar de los Cantares 3 15)
. , , ,
¡z ,· b
es e orro, s1m o 1o
de la h1pocresia, co~o el Jabah, que las destruye con violencia. El símbolo más
tmiversal es la Serpiente, y el Mono, cuyo rostro tanto recuerda al del diablo.
El poder del demonio queda simbolizado por los cuatro animales recordados
en los salmos (90, 13): áspid, basilisco, león y dragón. El Áspid, según Honorio
de Autun, es un pequeño dragón que huye de los encantamientos colocando una
oreja pegada al suelo y tapándose la otra con la punta de la cola. El Basilisco es
el rey de las serpientes y lleva en la cabeza una cresta. El Dragón es una variedad
de la serpiente y la Quimera es un híbrido de cabeza de león, cuerpo de cabra, y
cola de serpiente. Otro animal demoniaco y fabuloso es el Grifo, con su cuerpo
de león y cabeza y alas de águila. Quizá los más frecuentes son los monstruos
semihumanos, como el Sátiro, derivación demoniaca de un ser mitológico, y otro
tanto hay que decir del Centauro, mezcla de hombre y caballo, de la Esfinge y
de la Sirena, esta última, sin duda, la más común. Aun se mencionan unos seres
monstruosos como los pigmeos, los esciápodos, etc., pero carecieron de signifi-
cación moral. 25 (figura 11).

NOTAS

1 . d' 67 70 Tr Buenos Aires, 1995.


J. Le Goff, Los intelectuales de la Edad Me za, _
PP· -. ' . G p co L ·amicti ia
1. Leclerq, L 'amour des letters el le désir de Dzeu, Pans, 1957 ' · en '
2

con gli anímali "Vita monástica" 17 (1963), pp.3-lO.


3
Oseas, 8, 9.
4
Salmos 101 , 8 y 103,7.
5
S. Agustín, Enarratio in Psalmo l 03 (3 , 16 )- t·ca •·Studia Monastica".
6G
· Penco, El simbolismo animalesco ne ll a Ietteratura monas , ' ,
VJ, 7-37 M
7 , , ?ntserrat. . . . . _1 Barcelona, 1980.
8
C. S. Lew1s, La imagen del mundo, 4-8 Y 113 14'
~ p
Deuteronomio
. .
14' 4-21 , Levítico, cap. .11. . . .d.
. dt Stu 10 su
11' Alto Medievo. XXXI.
st
· Te m1, El simbolismo degii animall. Settnnant . ,
il} 13-J JJ9, Spoleto 1985. 1889 · F. Sbordone, PhyswlogtL'd·
F. · Lauchert, Geschichte
' .
des Physwlogus, , Strasburgo • 1' book o} •bea:,t,
. P/ants an
Milán, 1936 ; F. J. Carmoody, Physilogus. The very ancten
2 JO M ONST RUOS Y PR OD IOIOS .. .

. .· . . 19 s3. M Wellmann, "Der Physiologus: Eine Religionsgeschichlich


stones. Sanl F1ancptsl ~loo.log~ s:' s·uplemento XXII ( 1930), pp. 1-116; El Fisiólogo. Bestiario
Unt ersun c mn g- 11 ' . • A ' , 1971
mcdiern l traducción y notas de Nilda Guglteltrn, Buen~s Jr~s, . .
11 T. H. \\;hite, Th e hestia, y , New York, J 960. Th eobaldt Physwlogus, ed. y anotado por

T.. Edi en Lc iben. 1972. . .,


12 Véase ti-a ducc ión moderna al castellano y comentanos de S. Sebastian : El Fisiólogo

atribuido
a San Ep((anio. pp . XV - XIX , Madrid, 1986. . , . . .
1.< o . Gazdaru. V estigios de bestiarios en las literaturas htspanzcas e tberoamencanas,
" Romanistische" xxu ( 1971 ), pp. 260, f. McCulloch, Medieval latín andfrench bestiaries,
Valencia, 1960, ed. Castalia.
14 M . Durliat. Le monde animal el ses représentations iconographiques du XI au XV siecle.

Actes du xv Concrés de la Société des Historiens Médiévistes, p. 74. Toulouse, 1985.


15
ldem.
16
R. de Foumival, Bestiario de amor. Es casi el único traducido al castellano, por Ramón
Alba, Madrid, 1980, Ed. Miraguano.
17
Bestiario de Oxford, Coedición Internacional. Ediciones de Arte y Bibliofilia, Madrid,
1983. F. Klingender, Animals in art and thought, London, 1971.
18
N.A. Lugones, Los Bestiarios en la literatura medieval española, Austin, 1976, Xerox
University Microfilms.
19
R. D ' Alos Moner, Els Bestiaris a Catalunya, Barcelona, 1924.
20
s
Th e medieval castillian bestiary from Brunetto Latini " Tesoro", Ed. y estudio de
Bal win, University of Exeter, 1982, Brunetto Latini, !libre dou Tresor, 2 vols., ed. de
J. Wittlin, Barcelona, 1976.
21
Romulus anglicus, fábula 82. Cfr. E. Male: L 'art religiux du XII siecle en France, 339,
Paris, 1966.
22
E. Male: ob. cit., 340; J. Adhemar, lnfluences antiques dans l 'art du Mayen Age, 223-
230 , London, 1939.
23
I: Mateo: Temas profanos en la escultura gótica española, cap. IV, Madrid, 1979.,
S. Sebastián: lconografia e iconología en el arte de Aragón, 36-44, Zaragoza, 1980,
Fábulas de Esopo. Fábulas de Babrio, pp. 189, Prólogo de G. Gual, Madrid, 1978, Ed.
Gredos; J. Keller Y R. P. Kinkade, Iconography in medieval spanish literature, 93-104,
The Uni versity Press ofKentucky, 1984.
24
I. Madero, ob. cit., cap. Vil. K. Varty, Keynard de Fax, a study of the medieval english
an, Leicester, l 967. f. Bertini, Gli animali ne/la favolistica medievale del Romulus al
~~colo x 11. Settimane di studio sull' Alto Medievo, XXXI, 1042, Spoleto, 1985. .
_) M . W.Bloomfield, Th e se ven deably sins, pp. 244, Michigan, 1967; M: Gothein, Dle
Todusünden, "Archiv für Religionswissenchaft", x, 417-484, Leipzig, l 097, M . Vincent-
Cass y, Les a~imatux et l_~,5- fé chés _capi_taux: de la symbolique a ¡ 'embléma tique. Ac;es
du xv Co ngre s de la soc1ete des H1stonens Médiévistes, pp. 121-122, Toulouse, 198).

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