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Los derechos y obligaciones definen una posición dentro del sistema total que se denomina
STATUS. Toda persona ubicada en un status de la estructura social debe desempeñarse de
cierta forma, inherente a esa posición, la que suscita expectativas definidas en las personas
con las que interactúa el individuo que la ocupa.
Status se utiliza tambien para designar una cuota de prestigio social. Cuanto mas elevada sea
la posición, más alto el prestigio. El rector de una universidad tiene cierto prestigio
simplemente por ser rector, independientemente de su valor personal, que corresponde a la
estima o al merito. Pero la estima puede ser congruente o no con el merito, es decir con la
evaluación del desempeño según criterios objetivos que a veces se pueden emplear después
de algún tiempo. La estima se halla estrechamente ligada a una percepción actual e
inmediata del ejercicio del rol: el merito, en cambio, a una evaluación mas distante en el
tiempo. Tanto el prestigio como la estima generan desigualdad social y son elementos a
tener en cuenta en los fenómenos de movilidad intra intergeneracional.
La congruencia de status implica mas conformidad con la vida social y más equilibrio
psicológico, en tanto la incongruencia denota disconformidad en algunas escalas de status y
por eso frustración e inestabilidad psicológica.
La diferencia entre estima y prestigio generan problemas parecidos pero de tipo mas
estrictamente personal. Sea el prestigio superior a la estima o esta superior. El desnivel
origina inevitablemente celos, envidia y en la segunda situación un fuerte sentimiento de
injusticia. En segundo lugar los derechos y obligaciones definen de una manera de actuar,
propia del status, es decir, el rol (o papel social) ideal. Cada individuo ejerce el rol
correspondiente a un status de una forma particular. El status es estático; el rol es dinámico,
cambiante de persona en persona. Pero el individuo puede hallarse en un status son
satisfacer el mínimo del rol correspondiente a esa posición. La experiencia cotidiana nos
ofrece ejemplos de personas que ejercen el rol inherente al status que ocupan (padres,
madres, esposos, entre otros). O a la inversa personas que ejercen roles correspondiente a
status que no ocupan (ejemplos- adopción). La adopción realizada por los recaudos
institucionales, permite llevar el status al rol efectivamente desempeñado. La diferencia
entre estar ocupando un status y ejercer el rol inherente a él es lo que explica la necesidad
de utilizar dos términos status (posición) y rol (papel social). Toda persona ocupa múltiples
status (hijo, padre, argentino, vendedor, oficinista, hombre).
Status adscriptos: son aquellos que el sujeto, por la definición de la cultura en que vive no
puede elegir, sino que le son impuestos; ocupan menos espacio social en el entramado de
posiciones de las estructuras sociales y se transforman en status adquiridos (aquellos que el
sujeto elige o alcanza luego de un desempeño adecuado por su propio esfuerzo. Los status
adquiridos son, por lo tanto, aquellos abiertos a la competencia.
Status como la pertenencia a una canasta (grupo cerrado endogámico que por razones
institucionales no puede mezclarse con otros) son adscriptos: el individuo no puede escapar
de ellos.
Hay status- roles social y culturalmente mas relevantes que otros. Los status de padre,
sacerdote, hechicero, mago, medico, curandero, así como otros status- roles ocupacionales,
tienen una importancia crucial para la permanencia y función de las estructuras sociales,
pero entre todos, los status de madre y de jefe son universalmente los más decisivos para la
sobrevivencia de la sociedad.
El proceso de socialización.
Esta escisión ha sido interpretada por Freud en su modelo del aparato psíquico mediante
tres conceptos interrelacionados:
Uno que consiste en que las normas sean conocida es decir que se conozca
su formalidad implícita o explícita, o en términos comunes ser aceptadas de
la boca para afuera. Se sabe lo que se debe o no se debe hacer, pero la
norma no se ha insertado en el fondo emocional del sujeto. Por ello la
violación no extraña ningún sentimiento de culpa.
Otro, supone la inserción de esas mismas normas en el núcleo emocional del
mundo psíquico de la persona: las normas son sentidas al punto que el
sujeto inconscientemente las integra como parte de su propia persona. Si las
violaría sentiría que se destruye a sí mismo. Y así sucede el sentimiento de
culpa, es el descubrimiento de un comportamiento malo. La razón de su
comportamiento reside en que durante el proceso de socialización esas
normas no se han fijado en el núcleo emocional de su psiquismo.
De que depende la socialización
La dotación genética de Ana, acaso inferior a la de Isabel, hecho del que no tenemos
pruebas.
Después de ser halladas, Ana no fue socializada inmediatamente por personal
especializado. Tampoco podemos estar seguros de que esto haya sido decisivo,
aunque sin dudas es un dato fundamental.
En cualquiera de las dos experiencias confirman que sin relaciones sociales no puede
haber socialización, ni por ende, personas. Pero la posibilidad de intervenir antes que el
aislamiento cause un mal irreparable en el proceso de socialización, depende de la edad
en que comienza: cuanto más tempranamente se inicie mejor. Pasada cierta edad la
socialización será difícil o imposible.
La socialización surge con claridad que la relaciones entre la estructura social al mundo
psíquico con intimas: la sociedad humana no puede ser posible sin personas, ni estas pueden
existir sin aquella. El grupo forma a los individuos mediante respuestas creativas a los
desafíos del medio natural y social modelan el grupo. El temperamento es el conjunto de
necesidades y disposiciones determinados por la dotación genética del individuo. El carácter
en cambio, es el resultado de la interacción entre el temperamento y el medio social y
natural.
Durante el proceso de socialización, el temperamento se impregna de las inducciones de las
inducciones que surgen de la interacción social y reacciona sobre ellas imponiéndoles.
El carácter tiene a diferencia del temperamento un significado ético. Hay caracteres buenos,
malos y regulares. Si la estructura social está constituida por Status-Roles, la persona se
forma asumiendo roles sociales, se torna patente la relación entre ambas. El rol vincula la
estructura social, o en otras palabras ejecutando roles.
Por una parte la estructura social, es el conjunto de los sistemas de roles que activan a la
sociedad: su núcleo central es el rol.
Por otra parte, la estructura del carácter se constituye en el proceso de socialización, cuando
las interacciones entre roles inducen la asimilación de expectativas mutuas.
Por lo tanto el concepto de rol articula y permite comprender las conexiones esenciales
entre la sociedad y la persona.