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Capitulo 7

Posiciones estatus y papeles sociales (ROLES).

SOCIALIZACIÓN: tiene por objeto la formación de la persona, se produce a través de la


ejecución de roles, las cuales se hayan fijadas a ciertos status o posiciones sociales. Toda
sociedad puede ser concebida como un sistema de status y roles complejamente
relacionados y variablemente integrados. Tanto los roles como status se hallan definidos por
derechos y obligaciones (normas), cuyo conjunto conforma el orden social; es ejerciendo
roles que las normas se incorporan al mundo psíquico de las personas y se arraigan en
sentimientos, emociones y actitudes.

Los derechos y obligaciones definen una posición dentro del sistema total que se denomina
STATUS. Toda persona ubicada en un status de la estructura social debe desempeñarse de
cierta forma, inherente a esa posición, la que suscita expectativas definidas en las personas
con las que interactúa el individuo que la ocupa.

La totalidad de la estructura de posiciones, es autor regulable y autosuficiente. Auto


regulable que en el operan mecanismos espontáneos de homeostasis. Autosuficiente que no
necesita de ningún otro grupo para su funcionamiento y sobrevivencia.

Status se utiliza tambien para designar una cuota de prestigio social. Cuanto mas elevada sea
la posición, más alto el prestigio. El rector de una universidad tiene cierto prestigio
simplemente por ser rector, independientemente de su valor personal, que corresponde a la
estima o al merito. Pero la estima puede ser congruente o no con el merito, es decir con la
evaluación del desempeño según criterios objetivos que a veces se pueden emplear después
de algún tiempo. La estima se halla estrechamente ligada a una percepción actual e
inmediata del ejercicio del rol: el merito, en cambio, a una evaluación mas distante en el
tiempo. Tanto el prestigio como la estima generan desigualdad social y son elementos a
tener en cuenta en los fenómenos de movilidad intra intergeneracional.
La congruencia de status implica mas conformidad con la vida social y más equilibrio
psicológico, en tanto la incongruencia denota disconformidad en algunas escalas de status y
por eso frustración e inestabilidad psicológica.

La diferencia entre estima y prestigio generan problemas parecidos pero de tipo mas
estrictamente personal. Sea el prestigio superior a la estima o esta superior. El desnivel
origina inevitablemente celos, envidia y en la segunda situación un fuerte sentimiento de
injusticia. En segundo lugar los derechos y obligaciones definen de una manera de actuar,
propia del status, es decir, el rol (o papel social) ideal. Cada individuo ejerce el rol
correspondiente a un status de una forma particular. El status es estático; el rol es dinámico,
cambiante de persona en persona. Pero el individuo puede hallarse en un status son
satisfacer el mínimo del rol correspondiente a esa posición. La experiencia cotidiana nos
ofrece ejemplos de personas que ejercen el rol inherente al status que ocupan (padres,
madres, esposos, entre otros). O a la inversa personas que ejercen roles correspondiente a
status que no ocupan (ejemplos- adopción). La adopción realizada por los recaudos
institucionales, permite llevar el status al rol efectivamente desempeñado. La diferencia
entre estar ocupando un status y ejercer el rol inherente a él es lo que explica la necesidad
de utilizar dos términos status (posición) y rol (papel social). Toda persona ocupa múltiples
status (hijo, padre, argentino, vendedor, oficinista, hombre).
Status adscriptos: son aquellos que el sujeto, por la definición de la cultura en que vive no
puede elegir, sino que le son impuestos; ocupan menos espacio social en el entramado de
posiciones de las estructuras sociales y se transforman en status adquiridos (aquellos que el
sujeto elige o alcanza luego de un desempeño adecuado por su propio esfuerzo. Los status
adquiridos son, por lo tanto, aquellos abiertos a la competencia.
Status como la pertenencia a una canasta (grupo cerrado endogámico que por razones
institucionales no puede mezclarse con otros) son adscriptos: el individuo no puede escapar
de ellos.
Hay status- roles social y culturalmente mas relevantes que otros. Los status de padre,
sacerdote, hechicero, mago, medico, curandero, así como otros status- roles ocupacionales,
tienen una importancia crucial para la permanencia y función de las estructuras sociales,
pero entre todos, los status de madre y de jefe son universalmente los más decisivos para la
sobrevivencia de la sociedad.

El proceso de socialización.

La sociedad debe necesariamente integrar a los individuos que se incorporan a sus


estructuras por nacimiento o inmigración. El método por el cual los recién nacidos se
integran a las sociedad es el de socialización. Este es el proceso por el cual el individuo
biológico, mediante la interacción simbólica (el lenguaje), asimila normas, valores y
conocimientos propios de su cultura y se convierte en persona, es decir, en un miembro
pleno del grupo: es capaz de ejecutar roles indispensables para el funcionamiento de la
sociedad. La socialización tiene lugar en el seno del tejido de status- roles que estructura
toda sociedad. El recién nacido es adherido a un status especial: se le asignan solamente
derechos. Con esto la sociedad se hace cargo de su indefensión e incapacidad totales. Poco a
poco la interacción con sus padres o sustitutos lo inducen a un intercambio que crea y
fortalece su radical dependencia: pronto aprecia que sus padres satisfacen sus necesidades y
son fuente de seguridad para sobrevivir.

Depende totalmente de ellos y esta dependencia es la base fundamental para la


construcción de su mundo psíquico y de su condición de persona.

En primer lugar, el niño es presionado insistentemente para controlar su propio


cuerpo y someter sus exigencias biológicas a los moldes que establecen las normas
del grupo. Pero este se logra a través de permanentes resistencias por parte del niño
y de la persona ya madura.
En segundo lugar, los agentes socializadores incorporan gradualmente nuevos
deberes en ocasiones totalmente arbitrarios, puesto que van mas allá de lo que pide
la propia cultura que superan el autocontrol del propio cuerpo ( los esfínteres, la
ordenación de las comida y el sueño)
En tercer lugar, la internalización de los deberes crea necesidades psicológicas de
base específicamente social (como estar y hablar con otros, ser respetados o
amado), contradictorias o distintas y competitivas con las incitaciones que surgen de
la dotación biológica. Por ejemplo: el niño advierte que necesita contacto, simpatía y
protección de sus padres. Por otro lado que su cuerpo le pide satisfacciones
inmediatas, las cuales, si las realizara, disgustaría a sus padres y le impedirían gozar
de sus gratificaciones.

La formación de un mundo psicológico a partir de las potencialidades biológicas de la


especie y de la herencia genética particular transmitida por los padres conforma la
PERSONALIDAD.

Esta escisión ha sido interpretada por Freud en su modelo del aparato psíquico mediante
tres conceptos interrelacionados:

El Ello, que representa el núcleo de las demandas biológicas, rebelde e


incoercible, y cuya lesión entrañaría la desaparición del individuo biológico: es lo
inconsciente.
El superyo, que representa las exigencias internalizadas de la cultura (normas,
valores, conocimientos), las cuales han sido introyectadas en el individuo en el
curso de la socialización elevando así la construcción de la persona.
El YO que se ha originado a partir delo proceso de socialización; se forma y crece
entre el ello y super yo, para regular las tremendas tensiones y roces que se
desatan en sus siempre conflictivas relaciones: Controla el sistema consiente.

Si el YO es débil, las tensiones afectaran severamente a la personalidad. Si en esas


condiciones, el super yo domina o aplasta al ello, la persona aparecerá ante nosotros
como excesivamente formal o convencional. Si en cambio domina el ello, la persona
será juguetes de sus apetitos: tendera a imponer sus criterios sin consideraciones
hacia los otros y procurar invadirlos sin ninguna clase de escrúpulos. Solo un YO con
vigor podría equilibrar siempre con dificultad y provisoriamente las solicitaciones
permanentemente contradictorias del super yo y el ello, a fin de lograr una persona
adaptada al entorno social y al mismo tiempo de sus imperativos biológicos.
Al mismo tiempo que se forma el superyó para contrarrestar las posibles
potencialidades destructoras del ello, se elevan necesidades difíciles de controlar
como la del mismo super yo: el deseo de ser aceptado por los otros, por ejemplo, es
un proceso que se crea durante el proceso de socialización.

Así surge la emoción de la pertenencia, al altruismo, el amor, la solidaridad


mezclados inevitablemente con la envidia, los celos, el resentimiento, el odio.

El modelo teórico de George Mead, desde una perspectiva y preocupaciones muy


diferentes, intento describir esta misma escisión, que se dibuja cada vez mas
claramente a mediad que el mundo psicológico se complejiza como resultado de los
avances en la socialización. Para él, la autoconciencia emerge en el proceso de la
interacción simbólica fundada en el lenguaje. Según su perspectiva, socializar es
inducir las expectativas de los otros en el niño, de modo que este las introyecte y
finalmente las haga propia. En términos MEAD, construye el Otro generalizado, que
es el conjunto de actores sociales o la sociedad. Para el niño su padre es “los
padres”, todo los padres posibles, y no solo el suyo; el amigo es “los amigos” y no
meramente el que tiene su familia. Cuando el niño juega hace manifiesta la
formación del otro generalizado: es el colectivero, el almacenero, papá, mamá, el
maestro o la maestra. Esta generalización revela que ha cristalizado la percepción de
los roles fundamentales de la sociedad.

El “Mi”, que es la introyeccion de actitudes, expectativas y reclamos de los otros, y


que expresa necesidades sociales. Es decir es el otro que se ha introducido en la
interioridad el mundo psíquico del sujeto socializado. En el Mi las necesidades
sociales no incorporan solamente la medula de aquellos elementos nucleares de la
cultura, sino que se transmitan en el mundo psicológico del sujeto al punto de
convertirse en parte esencial del mismo o la persona. El proceso de socialización es
tambien un proceso de diferenciación. El tránsito hacia la construcción del mí es
tambien la meta hacia el reconocimiento del yo, que en la interpretación de Mead
representa algo parecido al ello de Freud: es el principio de la acción: es el impulso
que sintetiza las incitaciones biológicas y sociales y desencadena la acción.

Variables que intervienen en la naturaleza de la socialización .

Todo proceso de socialización implica necesariamente un proceso de reconocimiento


de la propia individualidad, constitutivo de la identidad. La individualidad consiste
en el sentimiento de ser una persona. Tiene raíces biológicas y sociales y existe en
toda la sociedad. A mas complejidad social y cultural, mayor individuación. La
individuación es sostenida por cualquier concepción que preserve al máximo.
La individualidad y la individuación son dos fenoemnos psicosociales, el
individualismo es una filosofía que asume al individuo como criterio y valor central
de sus preocupaciones. El sentimiento de culpa aparece precisamente cuando el
“mi” no ha triunfado sobre el yo, o el superyó o el ello, en los términos de mead y
Freud respectivamente, de manera que la frustración no tuvo lugar en el momento
que debía ocurrir. Existe un reconocimiento de que la frustración debería hacerse
producido: hay arrepentimientos, lo que muchas veces no ocurre (por lo tanto no
hay culpa). En la socialización hay que distinguir dos grados cualitativamente
cruciales en la internalización:

Uno que consiste en que las normas sean conocida es decir que se conozca
su formalidad implícita o explícita, o en términos comunes ser aceptadas de
la boca para afuera. Se sabe lo que se debe o no se debe hacer, pero la
norma no se ha insertado en el fondo emocional del sujeto. Por ello la
violación no extraña ningún sentimiento de culpa.
Otro, supone la inserción de esas mismas normas en el núcleo emocional del
mundo psíquico de la persona: las normas son sentidas al punto que el
sujeto inconscientemente las integra como parte de su propia persona. Si las
violaría sentiría que se destruye a sí mismo. Y así sucede el sentimiento de
culpa, es el descubrimiento de un comportamiento malo. La razón de su
comportamiento reside en que durante el proceso de socialización esas
normas no se han fijado en el núcleo emocional de su psiquismo.
De que depende la socialización

En el proceso de socializar a los individuos, los agentes de socialización (padres, madres,


maestros, amigos, personas en general, medios de comunicación no pueden rebasar esas
leyes sin comprometer la supervivencia física y el equilibrio psicológico del sujeto. Siempre
estamos aprendiendo a vivir en sociedad y en cada etapa de nuestra vida tenemos que tratar
de sintonizarnos con situaciones para nosotros nuevas.
La socialización si bien constituye un proceso homogeneizador, no puede superar la
particularidad de cada dotación genética. Algunas culturas avanzan más que otras en este
efecto homogeneizador.

Mas allá de estas diferencias entre sistemas culturales, la naturaleza de la socialización


depende de la trama de roles en la que el niño es insertado por los agentes socializadores
(los padres o sus sustitutos). La primer familia conforma una red de roles muy diferentes de
la segunda. Como la socialización tiene lugar en el proceso de asumir roles y de interactuar
con otros, dependerá por lo tanto de que tipo son esos status-roles. Pero variara al mismo
tiempo de acuerdo con la personalidad de los agentes socializadores implicados, es decir con
la forma peculiar con que ejecutan esos sus roles esos agentes. Dos padres pueden ocupar
idénticos status-roles, pero siempre asumirán sus derechos y obligaciones en la acción social
de manera diferente y a veces extremadamente distintas.
La naturaleza de la dotación depende tambien de la dotación biológica particular que el
individuo posee al nacer. Si la herencia del individuo se halla alterada por lesiones,
especialmente aquellas que afectan al cerebro o al sistema nervioso, la socialización se verá
perturbada quizás gravemente.
Por otra parte, la naturaleza de la socialización depende tambien de los grados y el carácter
de la violencia, que los agentes socializadores ejercerán, necesariamente sobre el niño,
aplicar una autoridad a la que el niño debe inexorablemente sujetarse. La coacción sea física
o psicológica, es por lo tanto indispensable para dirigir al niño como para castigarlo (para
fijarle limites). La socialización realiza la tarea fundamental de formar individuos integrados
al grupo a fin de reemplazar a los miembros que mueren para que la estructura social cuente
con las personas que deben ocupar los status- roles indispensables para su funcionamiento.
La socialización es por lo tanto el proceso espontaneo que todo grupo realiza para renovarse
y perdurar, mediante el modelado de los individuos según las pautas vigentes en sus
interacciones. La persona siente los valores sociales como constituidos de su propio ser.

Los casos de niños aislados.

Su herencia biológica (la de la especie y la de los padres) fija solamente posibilidades y


limites, pero no crea a la persona. Ana hija natural, fue encerrada cuando nació en una
habitación de los altos de la casa. Cuando fue encontrada se hallaba en estado total
postración: no podía alimentarse ni moverse por sí misma. Parecía ciega y sorda. Una vez
descubierta, no fue tratada inmediatamente. Aunque este retraso la perjudico
sensiblemente aprendió a comunicarse, sobre todo con frases sueltas, y a mantener una
conversación: era capaz de recibir y obedecer órdenes, de distinguir algunos colores y de
construir bloques de madera. Había asimilado gran parte de los usos de su cultura. Pero
cuando murió a los diez años su desarrollo no superaba al de un niño normal de dos o tres
años. Si el fallecimiento no hubiera interrumpido bruscamente el aprendizaje, Ana hubiera
progresado sin duda mucho más. En primer lugar vivió encerrada con su madre sordomuda,
lo que suponía, no obstante lo precario y reducido de las interacciones, algunas relaciones
sociales. En segundo lugar, fue sometida a un intenso proceso de socialización en cuanto fue
descubierta Isabel avanzo rápidamente. En dos años cubrió las etapas de socialización que
habitualmente requieren seis. Finalmente ingreso a la escuela donde participo como una
niña normal. Existen al menos dos elementos fundamentales para explicar esta diferencia:

 La dotación genética de Ana, acaso inferior a la de Isabel, hecho del que no tenemos
pruebas.
 Después de ser halladas, Ana no fue socializada inmediatamente por personal
especializado. Tampoco podemos estar seguros de que esto haya sido decisivo,
aunque sin dudas es un dato fundamental.

En cualquiera de las dos experiencias confirman que sin relaciones sociales no puede
haber socialización, ni por ende, personas. Pero la posibilidad de intervenir antes que el
aislamiento cause un mal irreparable en el proceso de socialización, depende de la edad
en que comienza: cuanto más tempranamente se inicie mejor. Pasada cierta edad la
socialización será difícil o imposible.

Carácter y estructura social.

La socialización surge con claridad que la relaciones entre la estructura social al mundo
psíquico con intimas: la sociedad humana no puede ser posible sin personas, ni estas pueden
existir sin aquella. El grupo forma a los individuos mediante respuestas creativas a los
desafíos del medio natural y social modelan el grupo. El temperamento es el conjunto de
necesidades y disposiciones determinados por la dotación genética del individuo. El carácter
en cambio, es el resultado de la interacción entre el temperamento y el medio social y
natural.
Durante el proceso de socialización, el temperamento se impregna de las inducciones de las
inducciones que surgen de la interacción social y reacciona sobre ellas imponiéndoles.

El carácter tiene a diferencia del temperamento un significado ético. Hay caracteres buenos,
malos y regulares. Si la estructura social está constituida por Status-Roles, la persona se
forma asumiendo roles sociales, se torna patente la relación entre ambas. El rol vincula la
estructura social, o en otras palabras ejecutando roles.

Por una parte la estructura social, es el conjunto de los sistemas de roles que activan a la
sociedad: su núcleo central es el rol.
Por otra parte, la estructura del carácter se constituye en el proceso de socialización, cuando
las interacciones entre roles inducen la asimilación de expectativas mutuas.
Por lo tanto el concepto de rol articula y permite comprender las conexiones esenciales
entre la sociedad y la persona.

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