Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Coyuntura
socioeconómica
2. La discriminación laboral contra las mujeres sitúa la brecha salarial de género entre
el 30% y el 39%. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Koaderno sindikalakekonomikoa 4
E
5
Pero si tomamos como referencia el nivel de paro alcanzado a finales del año anterior,
comprobamos que en los primeros seis meses de 2010 la población en desempleo ha
disminuido en más de 11.500 personas, es decir, un 7% en términos relativos.
Por tanto, la evolución del desempleo ha registrado una mejoría en Euskal Herria
durante la primera mitad de 2010; sin embargo, esta tendencia no podrá mantenerse
el resto del año. El actual clima de incertidumbre genera perspectivas poco optimis-
tas respecto a la esperada recuperación económica, al menos a corto plazo. Además,
los recortes presupuestarios y las medidas de ajuste adoptadas por las diferentes
administraciones suponen un lastre añadido, y auguran una nueva recaída de la eco-
nomía y del empleo.
1
La cifra de paro para el conjunto de Euskal Herria se ha obtenido a partir de los datos que proporcio-
na la encuesta EPA sobre Hegoalde y la estimación elaborada por AZTIKER para Iparralde.
6
La reducción del desempleo en este primer semestre del año ha sido más significati-
va en Araba y Gipuzkoa; mientras que en Bizkaia e Iparralde el paro registró un des-
censo mucho más moderado. Por el contrario, en Nafarroa el saldo neto de los prime-
ros seis meses arroja un incremento del paro.
Para analizar cuál es la situación del desempleo en Euskal Herria comparada con la
de otros países de nuestro entorno económico y geográfico tomaremos como refe-
rencia los datos publicados por el EUROSTAT. Según esta oficina estadística, durante
el período objeto de análisis, la tasa media de paro en la Unión Europea ha sido del
9,6% y en la Zona euro alcanzó el 10%.
Pero dentro de la Unión Europea la situación es muy dispar. El Estado español enca-
beza el ranking del desempleo con una tasa de paro superior al 20%; y le siguen las
tres Repúblicas Bálticas: Letonia, Estonia y Lituania.
Ciertamente, la tasa de paro sigue siendo mayor entre las mujeres, pero se
confirma que el diferencial entre las tasas de paro de hombres y mujeres ha
ido disminuyendo progresivamente en los últimos años.
Asimismo, comprobamos que este acercamiento tendencial entre las tasas de paro de
hombres y mujeres se ha acelerado desde mediados del año 2008, justo cuando la cri-
sis comenzó a provocar una masiva destrucción de empleo. Este fenómeno es cohe-
rente con las características de la actual crisis, cuyos efectos han sido mucho más
intensos en el sector de la construcción y en la industria. Al tratarse de sectores tradi-
cionalmente masculinos la presencia de las mujeres es escasa, y por eso la mayor
parte de los empleos destruidos estaban ocupados por hombres.
Sin embargo, la brecha entre ambas tasas de paro podría volver a ampliarse a medida
que los efectos de la crisis y el estancamiento económico se extiendan a otros sectores,
así como en el caso de una eventual recuperación de los sectores ahora más castigados.
Pero todavía es demasiado pronto para hablar de recuperación. De hecho, cada vez
existen más dificultades para salir del desempleo como lo demuestra el continuo
aumento del colectivo que se encuentra en situación de paro de larga duración.
Esto significa que la cronificación del desempleo ya es una realidad que se va exten-
diendo entre un colectivo cada vez más numeroso. Con ello se agravan las condicio-
nes de vida y supervivencia para aquellas personas que han agotado su prestación
por desempleo.
E
tación está aumentando el porcentaje de las que reciben un subsidio de carácter asis-
tencial, porque ya han agotado la prestación contributiva.
Por otro lado, entre los grupos más vulnerables ante la crisis se encuentra la juventud.
El colectivo de jóvenes menores de 25 años se enfrenta habitualmente a mayores difi-
cultades para acceder a un empleo; asimismo, la duración de sus contratos es mayo-
ritariamente temporal y de corta duración. Pero cuando la crisis golpea a la clase tra-
bajadora las consecuencias que sufre la juventud son todavía más duras y despropor-
cionadas.
Koaderno sindikalakekonomikoa
Desde el inicio de la crisis y en tan sólo dos años la tasa de paro juvenil ha pasado del
19% al actual 32%, según la encuesta de población activa del segundo trimestre de
2010. En el momento de redactar este informe ésta es la última encuesta disponible
sobre el mercado laboral; pero los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (anti-
guo INEM) revelan que el número de jóvenes en paro aumentó un 9,6% durante el mes
de septiembre.
Por otro lado, existen fuertes discrepancias estadísticas entre los resultados
obtenidos por la encuesta EPA (elaborada por el INE) y la PRA realizada por
el EUSTAT. Esta última analiza la relación con la actividad productiva de la
población residente en los territorios que conforman la CAV en Araba, Bizkaia
y Gipuzkoa, pero no proporciona información sobre Nafarroa.
Por esa razón conviene hacer un estudio de la evolución del empleo desde el inicio de
la crisis, evitando análisis cortoplacistas que pueden dar lugar a conclusiones erróneas.
Hacia mediados del año 2008 la crisis comenzó a afectar a la economía productiva y
a cargar sus consecuencias sobre el empleo. Desde entonces en Hego Euskal Herria
se han perdido alrededor de 74.500 puestos de trabajo, es decir, un 5,7% de los
empleos existen antes de la irrupción de la crisis.
Estos dos sectores de actividad son netamente masculinos; sobre todo la construcción,
donde la presencia de los hombres domina casi en exclusiva. Por esa razón las conse-
cuencias de la crisis se están notando más sobre el empleo masculino y, de hecho, prác-
ticamente nueve de cada diez empleos destruidos estaban ocupados por hombres.
E
JÓVENES 59.900 82.000 -22.100 -27%
ralmente se concentra en empleos más precarios y que soportan una tasa de tempo-
ralidad más elevada que los hombres.
A pesar de ello, las cifras de ocupación femenina han mostrado mayor fortaleza. Este
comportamiento bien podría estar relacionado con la fuerte presencia de la mujer en
aquellos sectores que mejor han resistido la crisis, como el sector servicios o la admi-
nistración pública (educación, sanidad y servicios sociales) donde el empleo es más
estable y menos vulnerable frente al ciclo económico negativo.
El estudio de las recesiones económicas ocurridas en el pasado revela que las muje-
res tradicionalmente han sido utilizadas como un “ejército de reserva” adaptable a
las fases del ciclo económico, para ser incorporadas al mercado laboral en épocas
11
También suele ser lugar común presentar a la mujer como más proclive a
aceptar puestos de trabajo más precarios e incluso a tiempo parcial, con la
finalidad de obtener un “segundo salario” para complementar los ingresos
familiares o para compensar la pérdida de la principal fuente de ingresos.
Por el contrario, si nos detenemos a analizar la evolución del empleo juvenil compro-
bamos que las variaciones son mucho más bruscas.
E
mercado y los antojos empresariales.
Koaderno sindikalakekonomikoa
13
Según la Encuesta Anual de Estructura Salarial del año 2008 (pero publicada
el pasado mes de junio) el salario bruto medio anual de los hombres en
Nafarroa alcanzó los 26.635 euros; mientras que la remuneración media de las
mujeres fue de 19.212 euros. Esta diferencia sitúa la brecha salarial entre
hombres y mujeres en el 39%.
En todo caso, es importante subrayar que el tipo de contrato es un factor que influye
considerablemente en el salario. Por término medio el salario anual de una persona
con contrato temporal es aproximadamente un 30% menor que el de una persona con-
tratada indefinidamente; pero si tomamos la ganancia por hora de trabajo esta des-
igualdad salarial disminuye hasta el 20%.
Por otro lado, es preciso denunciar que la segregación laboral, tanto horizontal como
vertical, que sufren las mujeres es la causa de la fuerte presencia femenina en aque-
llos sectores que generan menor valor añadido y en las categorías más bajas del esca-
lafón profesional. Esto explica también gran parte de la brecha salarial de género.
Pero tampoco podemos olvidar que los estereotipos de género no son exclusivos del
mundo laboral. La sociedad en general y el ámbito privado en particular continúan
reproduciendo los roles que el modelo de familia patriarcal ha asignado tradicional-
mente a la mujer, de manera que las tareas de carácter reproductivo y no remunera-
das siguen recayendo especialmente sobre las mujeres.
E
La falta de una mayor corresponsabilidad de los hombres en las labores domésticas y
en el cuidado de la familia ha convertido la conciliación de la vida laboral, familiar y
personal en una preocupación que prácticamente sólo afecta a las mujeres, puesto
que son quienes sufren en mayor medida las dificultades de compatibilizar el trabajo
productivo y reproductivo y sus duras consecuencias, tanto para acceder a un empleo
como en las propias condiciones laborales.
En resumen, la persistencia de estas grandes diferencias entre los salarios de los hom-
bres y las mujeres demuestra que el incremento de la participación de la mujer en el
mercado laboral no ha venido acompañado de una mejoría en la igualdad de oportu-
Koaderno sindikalakekonomikoa
Por esa razón, es necesario colocar la lucha contra las desigualdades y las discrimi-
naciones laborales entre las prioridades de la acción sindical, y al mismo tiempo
denunciar estas prácticas empresariales y reclamar de los poderes públicos una
actuación efectiva contra las mismas.